Ver el código de «Batalla de Mutina (193 a. C.)»

{{Ficha de conflicto
|nombre             = Batalla de Mutina
|anchura            = 
|parte_de           = [[Guerra de la Galia Cisalpina|Guerra entre celtas y romanos]] (200-191 a.&nbsp;C.)<ref name= Ba374 >Bandelli, 2017: 374</ref>
|imagen             = Gallia cisalpina-es.svg
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|descripción_imagen = Pueblos del valle del Po. Con letras azules las tribus celtas.
|fecha              = 193 a.&nbsp;C.
|lugar              = Cercanías de la actual [[Módena]], [[Italia]]
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}}{{Campaña guerras entre celtas y romanos}}
La '''batalla de Mutina''' fue un [[batalla|enfrentamiento militar]] librado en el 193&nbsp;a.&nbsp;C., cerca de ''Mutina'' ([[Módena]]), entre las [[legiones romanas|legiones]] de la [[República romana]] y la [[tribu]] [[Pueblos galos|gala]] de los [[boyos]]. Resultó en una completa pero costosa victoria de las primeras.

== Antecedentes ==
La campaña del año 194&nbsp;a.&nbsp;C. terminó de forma indecisa, pues los romanos se atrincheraron en ''Placentia'' ([[Plasencia (Italia)|Plasencia]]) y los galos en el interior de su territorio. Los ligures se aliaron con los celtas y empezaron a atacar las colonias romanas. Para la siguiente temporada la situación deterioró tanto que el Senado declaró un ''tumultus'' en todo el norte italiano, mandando a ambos cónsules a la zona.<ref>Dyson, 2014: 37</ref>

Mientras su colega, [[Quinto Minucio Termo]], se dedicaba a aplastar una rebelión en la [[Liguria]], el [[Cónsul romano|cónsul]] [[Lucio Cornelio Mérula (cónsul 193 a. C.)|Lucio Cornelio Mérula]] atravesó dicha región para atacar las tierras de los [[boyos]].<ref>Livio XXXV.4.1</ref> Mérula deseaba una batalla campal, pero como los [[celtas]] se retiraron ante su avance, ordenó a sus soldados dispersarse para saquear sus pueblos. Sin embargo, los galos no cayeron ante tal provocación.<ref>Livio XXXV.4.2</ref> Así, cuando consideró el país pacificado, el cónsul ordenó a sus soldados reagruparse y marchar a ''Mutina'' sin tomar muchas precauciones.<ref>Livio XXXV.4.3</ref> Fue entonces que los boyos empezaron a seguirlo, buscando un lugar donde emboscar a las legiones. Finalmente, una noche se adelantaron para ocupar un desfiladero donde los romanos debían transitar al día siguiente.<ref>Livio XXXV.4.4</ref> 

Sin embargo, los romanos notaron el movimiento y el cónsul mandó a las tropas vigilar el campamento para evitar un ataque sorpresa. Al amanecer, envió un contingente de caballería a explorar el camino.<ref>Livio XXXV.4.5</ref> Cuando supo del número y posición del enemigo, Mérula hizo apilar en retaguardia al bagaje vigilado por los [[triarios]] y avanzó con el resto de los hombres en formación de batalla.<ref>Livio XXXV.4.6</ref> Por su parte, los galos se dieron cuenta de que habían sido descubiertos y tendrían que entablar batalla campal.<ref>Livio XXXV.4.7</ref>

== Combate ==
La élite de los ''[[socii]]'' itálicos y el ala izquierda de los [[tropas auxiliares romanas|auxiliares]] formaron la primera línea a cargo de los legados (y ex cónsules) [[Marco Claudio Marcelo (cónsul 196 a. C.)|Marco Claudio Marcelo]] y [[Tiberio Sempronio Longo (cónsul 194 a. C.)|Tiberio Sempronio Longo]].<ref name= Li3551 /> Mérulo se quedó con las legiones haciendo una segunda línea para impedir que atacaran sin recibir sus órdenes.<ref>Livio XXXV.5.2</ref> Por último, la caballería en ambas alas quedó a cargo de los [[tribunos militares]] Quinto y Publio Minucio, quienes tuvieron que sacar a sus jinetes de la formación y llevarlos a un lugar abierto desde donde esperaban la orden de cargar.<ref>Livio XXXV.5.3</ref> 

Mientras eso se producía, un mensajero del legado Sempronio le avisó al cónsul que muchos ''socii'' había muerto y los sobrevivientes esperaban desesperados refuerzos, por lo que solicitaba el envío de una legión.<ref name= Li3555 /> En respuesta, la II legión avanzó y relevó a los ''socii'',<ref>Livio XXXV.5.6</ref> mientras el ala izquierda de los auxiliares eran relevada por la derecha, provocando la reanudación del combate. Entre tanto, el calor del sol agotaba a los celtas, que tenían poca resistencia a ese clima, pero se apoyaban entre sí con sus escudos, lograron rechazar los envites romanos.<ref>Livio XXXV.5.7</ref>

Entonces Mérula ordenó al jefe de la caballería auxiliar, [[Cayo Livio Salinator]], cargar a máxima velocidad apoyado por los jinetes romanos,<ref>Livio XXXV.5.8</ref> causando caos y temor entre las filas galas. La línea de los boyos empezó a retirarse y dispersarse,<ref>Livio XXXV.5.9</ref> pero sus jefes empezaron a golpear a los que huían con palos, haciéndolos retroceder en orden. La caballería del cónsul se dio cuenta y no les permitió tal acción.<ref>Livio XXXV.5.10</ref> Mérula también lo vio y le dijo: «la victoria ahora está a su alcance; debían seguir adelante mientras veían al enemigo desordenado y aterrorizado; si permitían que se reformaran las filas, volverían a librar una nueva y dudosa batalla». Empezó el avance de las legiones.<ref>Livio XXXV.5.11</ref>

Toda la infantería se comprometió en el esfuerzo, logrando hacer huir a sus rivales, quienes se dispersaron y resultaron presas fáciles para la caballería romana.<ref>Livio XXXV.5.12</ref>

== Consecuencias ==
Los boyos sufrieron 14.000 muertos y fueron capturados 1.092 infantes, 721 guerreros, 3 generales, 212 insignias y 73 carros.<ref>Livio XXXV.5.13</ref> Pero la victoria también fue costosa para las legiones, que perdieron más de 5.000 soldados romanos y aliados, 23 centuriones, 4 comandantes aliados y los tribunos de la II legión Marco Genucio y Quinto y Marco Marcio.<ref>Livio XXXV.5.14</ref> 

Las cartas de ambos cónsules llegaron a Roma más o menos al mismo tiempo anunciando victorias contra ligures y boyos.<ref>Livio XXXV.6.1</ref> Le correspondía a Minucio preceder las elecciones, pero la Liguria seguía siendo tan inestable que no se atrevía a marcharse por saber que probablemente se perdería todo lo conseguido.<ref>Livio XXXV.6.2</ref> Se le ordenó a Mérula hacer de su reemplazo por haber terminado su campaña.<ref>Livio XXXV.6.3</ref> El general solicitó una carta del [[Senado romano|Senado]], pues él no había sido sorteado para tal acción.<ref>Livio XXXV.6.4</ref> El Senado encomendó a Gayo Escribonio enviar a dos comisionados con la orden e informarle que de no obedecer<ref>Livio XXXV.6.5</ref> sería destituido ([[interregno]]). La respuesta del cónsul fue que obedecería.<ref>Livio XXXV.6.6</ref>

También estalló una controversia sobre el informe del cónsul,<ref>Livio XXXV.6.7</ref> pues el legado de Mérula, Marco Claudio Marcelo, envió cartas privadas a varios senadores donde acusaba a su superior de haber vencido solo por el valor de los soldados,<ref>Livio XXXV.6.8</ref> pues sufrieron grandes pérdidas y los boyos escaparon aunque tuvieron la oportunidad de destruirlos. Lo primero sucedió porque el cónsul se demoró mucho en hacer intervenir a la reserva,<ref>Livio XXXV.6.9</ref> y lo segundo porque impidió por largo tiempo a la caballería perseguirlos.<ref>Livio XXXV.6.10</ref>

Mérula dejó al legado Marcelo a cargo del ejército y volvió a [[Roma]],<ref>Livio XXXV.8.1</ref> Dio un discurso ante los senadores sobre su campaña y cómo subyugó a la provincia.<ref>Livio XXXV.8.2</ref> Luego exigió días festivos y un [[triunfo romano|triunfo]] por su victoria.<ref>Livio XXXV.8.3</ref> Sin embargo, [[Quinto Cecilio Metelo (cónsul 206 a. C.)|Quinto Cecilio Metelo]] presentó una moción formal porque su versión era contradicha por el legado Marcelo y que no habían decretado nada pues esperaban que cónsul y legado debatieran ante ellos,<ref>Livio XXXV.8.4</ref> pero curiosamente Mérula había dejado a Marcelo con el ejército, impidiendo tal evento.<ref>Livio XXXV.8.5</ref> Lo peor era que el legado Sempronio tenía un ''imperium'' y por tanto un mayor rango que Marcelo, así que él debió quedarse con las legiones.<ref>Livio XXXV.8.6</ref> Por eso Metelo proponía negar todo lo exigido al cónsul<ref>Livio XXXV.8.7</ref> pero el cónsul insistió.<ref>Livio XXXV.8.8</ref> Al final, cuando se votó por conceder un triunfo, los [[tribunos de la plebe]] Marco y Cayo Titinio vetaron tal medida.<ref>Livio XXXV.8.9</ref>

Según el arqueólogo estadounidense Stephen L. Dyson la batalla fue mucho más decisiva de lo que inicialmente se pensaba. Los celtas, especialmente los boyos, habían perdido decenas de miles de guerreros en las campañas de 195-193&nbsp;a.&nbsp;C., y aunque las cifras que aportan las crónicas romanas son indudablemente exageradas es indudable que muchos de sus hombres adultos murieron. Además, el saqueo de ganado, granos y otras propiedades debilitó el poder de la aristocracia gala. Sus líderes no estaban unidos y la facción antirromana tradicionalmente dominante había perdido a muchos de sus jefes en batalla.<ref>Dyson, 2014: 38</ref>

En 192&nbsp;a.&nbsp;C. se envió a los cónsules [[Lucio Quincio Flaminino]] y [[Cneo Domicio Enobarbo (cónsul 192 a. C.)|Cneo Domicio Enobarbo]] atacaron a los boyos, aunque el primero avanzó contra los ligures primero.<ref>Livio XXXVI.22.3</ref> Las legiones arrasaron todo a su paso y sucedió que algunos nobles galos y sus jinetes empezaron a rendirse, primero en pequeños números y luego en grandes contingentes hasta llegar a los 1.500.<ref>Livio XXXVI.22.4</ref> Un año después, el cónsul [[Publio Cornelio Escipión Nasica]] infringió una derrota devastadora a los boyos.<ref>Livio XXXVI.38.5</ref> [[Valerio Antias]], conocido por sus exageraciones según [[Tito Livio]],<ref name= Li36387 >Livio XXXVI.38.7</ref> dice que murieron 38.000 galos y se capturaron 3.400 guerreros, 1.230 caballos y 247 carros contra apenas 1.484 bajas romanas.<ref>Livio XXXVI.38.6</ref> Livio dice que dio muerte a miles de los varones celtas,<ref>Livio XXXVI.40.4</ref> más de la mitad de los 50.000 que tenía la tribu, y esclavizó a millares más hasta que sólo quedaron jóvenes y ancianos<ref>Livio XXXVI.38.7</ref> arrinconados en las tierras más pobres y boscosas de la Cisalpina.<ref>Dyson, 2014: 39</ref> Escipión Nasica no sólo tomó el campamento enemigo, sino que consiguió la rendición definitiva de la tribu, evento que fue celebrado en Roma,<ref name= Li36387 /> consiguiendo un triunfo<ref>Livio XXXVI.40.10</ref> donde se exhibieron las riquezas conseguidas en años de saqueos, como carros, armas, estandartes, vasos de bronce, collares de oro, caballos y monedas de plata y oro.<ref>Livio XXXVI.40.11-12</ref>

== Referencias ==
{{listaref|5}}

== Bibliografía ==
=== Antigua ===
* [[Tito Livio]]. ''[[Ab Urbe condita (libro)|Historia de Roma]]''. Libros [http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus%3Atext%3A1999.02.0165%3Abook%3D35%3Achapter%3D1 XXXV] y [http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus%3Atext%3A1999.02.0165%3Abook%3D36%3Achapter%3D1 XXXVI]. Digitalizado por Perseus. Basado en traducción latín-inglés de William Heinemann, Cambridge: Harvard University Press, 1935.

=== Moderna ===
* Bandelli, Gino (2017). [https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6537060 "Le comunità della Transpadana dalla guerra gallica del 225-222 a.C. alla "Lex Pompeia" dell’89 a.C.: Dati recenti e problemi aperti su alcuni aspetti di ordine istituzionale"]. ''Gerión''. Vol. 35, N.º 2, pp. 373-400. ISSN 0213-0181.
* Dyson, Stephen L. (2014). ''The Creation of the Roman Frontier''. Princeton University Press. ISBN 9781400854899.


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