Diferencia entre revisiones de «Agustín de Hipona»
m Revertidos los cambios de 190.99.218.52 (disc.) a la última edición de Siger |
m PR:CW: ISBN: Sintaxis incorrecta; Corrección de expresiones |
||
Línea 1: | Línea 1: | ||
{{Redirige|San Agustín}} |
|||
{{Infobox Santos |
|||
{{Ficha de persona |
|||
|nombre=Agustín de Hipona |
|||
|nombre |
| nombre = San Agustín de Hipona |
||
|imagen= |
| imagen = Augustine Lateran.jpg |
||
| tamaño de imagen = 200px |
|||
|comentario= San Agustín, de [[Sandro Botticelli]], c. 1480 |
|||
| pie de imagen = <small>Retrato más antiguo conocido de san Agustín. Fresco del {{siglo|VI||s}}, en el [[Palacio de Letrán]], [[Roma]].</small> |
|||
|títulos = Pontífice y Padre Latino |
|||
<!-- Información personal -->| nombre de nacimiento = Aurelio Agustín |
|||
|doctor-fecha = 20 de septiembre de 1295 |
|||
| fecha de nacimiento = {{fecha|13|11|354}} |
|||
|doctor-papa = [[Bonifacio VIII]] |
|||
| |
| lugar de nacimiento = [[Tagaste]] ([[Imperio romano]]) |
||
|fecha de fallecimiento= |
| fecha de fallecimiento = {{fecha|28|8|430|13|11|354}} |
||
|lugar de |
| lugar de fallecimiento = [[Hipona]] ([[Imperio romano de Occidente]]) |
||
| ocupación = [[Sacerdote (Iglesia católica)|Sacerdote]], [[obispo]], [[teólogo]], [[filósofo]] y [[escritor]] |
|||
|lugar de fallecimiento=[[Hipona]] |
|||
| religión = [[Cristianismo]] |
|||
|festividad=[[28 de agosto]] ''Occidente''</br>[[15 de junio]] ''Oriente'' |
|||
| padres = [[Patricio Aurelio]]<br>[[Mónica de Hipona]] |
|||
|venerado en=La mayoría de las denominaciones Cristianas |
|||
| hijos = [[Adeodato (hijo de Agustín de Hipona)|Adeodato]] |
|||
|simbología= Vestiduras episcopales, libro. |
|||
| escudo = |
|||
|patrono=[[Teología|Teólogos]] |
|||
| cargo = Obispo de Hipona |
|||
|beatificación= |
|||
| inicio = 396 |
|||
|canonización= |
|||
| final = {{fecha|28|8|430}} |
|||
| predecesor = Valerio |
|||
| sucesor = Eraclio |
|||
| cargo2 = [[Doctor de la Iglesia]]<br><small>proclamado el 20 de septiembre de 1295 por el papa [[Bonifacio VIII]]</small> |
|||
| títulos = [[Padre de la Iglesia]] [[Cristiandad occidental|Occidental]];<br>"Doctor de la Gracia". |
|||
| presbiterado = 391 |
|||
| episcopado = 395 |
|||
| episcopado por = Megalio, obispo de Calama (Numidia) |
|||
| festividad = 28 de agosto (Occidente)<br>15 de junio (Oriente)<br>5 de mayo (conversión de san Agustín ''vetus ordo'')<br>24 de abril (ídem ''novus ordo'') |
|||
| atributos = Vestiduras episcopales, libro y corazón flameante |
|||
| venerado en = [[Iglesia católica]], [[Iglesia ortodoxa]], [[Iglesias ortodoxas orientales]], [[Iglesia anglicana]] e [[Iglesia luterana]] |
|||
}} |
}} |
||
'''Agustín de Hipona''' o '''Aurelio Agustín de Hipona''' (en [[latín]], '''Aurelius Augustinus Hipponensis'''),<ref>Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). [https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/agustin.htm Biografía de San Agustín]. En ''Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea''. Barcelona (España). Consultado el 12 de septiembre de 2021.</ref> conocido también como '''San Agustín''' ([[Tagaste]], 13 de noviembre de 354-[[Hipona]], 28 de agosto de 430),<ref>{{cita libro|apellidos=Moreno Villa|nombre=Mariano|título=Filosofía. Volumen II. Antropología, Psicología y Sociología|url=http://books.google.co.ve/books?id=MgDwHGPGe2MC&pg=PA27&dq=%22Agust%C3%ADn+de+Hipona%22&hl=es-419&sa=X&ei=XshmUdLOD4PQ9ASUpIHIDA&ved=0CFMQ6AEwBw#v=onepage&q=%22Agust%C3%ADn%20de%20Hipona%22&f=false|fechaacceso=11 de abril de 2013|año=2003|editorial=Editorial Mad|ubicación=España|isbn=84-665-0537-7|capítulo=III. La Filosofía Escolástica|páginas=27|cita=Agustín de Hipona (354-430) nació en Tagaste (Argelia).}}</ref> fue un [[escritor]], [[teólogo]] y [[filósofo]] [[Cristianismo|cristiano]]. Después de su [[conversión]], fue [[obispo]] de [[Hipona]], al norte de [[África]], desde donde dirigió una serie de luchas contra las [[Herejía|herejías]] de los [[maniqueos]], los [[Donatismo|donatistas]] y el [[pelagianismo]]. |
|||
Es considerado el «Doctor de la Gracia», además de ser el máximo pensador del cristianismo del primer milenio y, según Antonio Livi, uno de los más grandes genios de la humanidad.<ref>Livi, Antonio Storia Sociale della Filosofia, Vol I, pag.242, Roma, Società Editrice Dante Alighieri, 2004, {{ISBN|88-534-0267-9}}.</ref> Autor prolífico,<ref>{{cita libro|apellidos=Herreros López|nombre=Juan Manuel|título=Filosofía política: las grandes obras|url=http://books.google.co.ve/books?id=4qNP0tkhzUoC&pg=PA281&dq=%22Agust%C3%ADn+de+Hipona%22&hl=es-419&sa=X&ei=N9hmUeP0Goqa8gSlhoH4DQ&ved=0CD0Q6AEwBDgK#v=onepage&q=%22Agust%C3%ADn%20de%20Hipona%22&f=false|fechaacceso=11 de abril de 2013|editor=Luis García San Miguel|editorial=Dykinson|ubicación=España|isbn=84-9772-859-9|capítulo=San Agustín: "La Ciudad de Dios"|páginas=282}}</ref> dedicó gran parte de su vida a escribir sobre [[filosofía]] y [[teología]], siendo ''[[Confesiones]]'' y ''[[La ciudad de Dios]]'' sus obras más destacadas. |
|||
'''Agustín de Hipona''', o '''San Agustín''' (en [[latín]]: ''Aurelius Augustinus Hipponensis''; en [[Idioma griego|griego]]: Αὐγουστῖνος Ἱππῶνος, ''Augoustinos Hippōnos'') ([[13 de noviembre]] de [[354]] – [[Hippo Regius]], [[28 de agosto]] de [[430]]), es junto con [[Jerónimo de Estridón]], [[Gregorio I Magno]] y [[Ambrosio de Milán]] uno de los cuatro más importantes [[Padres de la Iglesia]] latina. |
|||
Es venerado como santo por varias comunidades cristianas, como la Iglesia católica, ortodoxa, oriental y anglicana. La [[Iglesia católica]] lo considera [[Padres de la Iglesia|Padre]] de la [[Iglesia latina]] o [[Cristiandad occidental|de Occidente]] y el 20 de septiembre de 1295 el papa [[Bonifacio VIII]] lo proclamó [[Doctor de la Iglesia]] por sus aportes a la doctrina católica, junto con [[Gregorio Magno]], [[Ambrosio de Milán]] y [[Jerónimo (santo)|Jerónimo de Estridón]].<ref>{{Cita web|url=https://www.corazones.org/conocer_a_la_iglesia/doctores_de_la_iglesia.htm|título=Doctores de la Iglesia|fechaacceso=2021-09-12|apellido=Puertas|nombre=José|sitioweb=www.corazones.org}}</ref> Su fiesta litúrgica se celebra el 15 de junio en las iglesias ortodoxas y el 28 de agosto en la Iglesia católica. |
|||
== Biografía == |
== Biografía == |
||
[[Archivo:Sainte Monique.jpg|thumb|right|''San Agustín y Santa Mónica'' (1846), por [[Ary Scheffer]]]] |
|||
=== Infancia y juventud === |
|||
Nació el [[13 de noviembre]] de [[354]] en [[Tagaste]], pequeña ciudad de [[Numidia]] en el [[África]] romana. Su padre, llamado Patricio, era aún [[pagano]] cuando nació su hijo. Su madre, [[Mónica de Hipona|Santa Mónica]] es puesta por la Iglesia como ejemplo de mujer cristiana, de piedad y bondad probadas, madre abnegada y preocupada siempre por el bienestar de su familia, aún bajo las circunstancias más adversas. Mónica le enseñó a su hijo los principios básicos de la religión [[cristianismo|cristiana]] y al ver cómo el joven Agustín se separaba del camino del cristianismo se entregó a la oración constante en medio de un gran sufrimiento. Años más tarde Agustín se llamará a sí mismo el "hijo de las lágrimas de su madre". |
|||
=== Nacimiento, infancia y adolescencia === |
|||
San Agustín estaba dotado de una gran imaginación y de una extraordinaria inteligencia. Se destacó en el estudio de las letras. Mostró un gran interés hacia la [[literatura]], especialmente la griega clásica y poseía gran [[elocuencia]]. Sus primeros triunfos tuvieron como escenario [[Madaura]] y [[Cartago]]. Durante sus años de estudiante en Cartago desarrolló una irresistible atracción hacia el [[teatro]]. Al mismo tiempo, gustaba en gran medida de recibir halagos y la fama, que encontró fácilmente en aquellos primeros años de su juventud. Allí mismo en Cartago se destacó por su genio [[retórica|retórico]] y sobresalió en concursos poéticos y certámenes públicos. Aunque se dejaba llevar ciegamente por las pasiones humanas y mundanas, y seguía abiertamente los impulsos de su espíritu sensual y mujeriego, no abandonó sus estudios, especialmente los de [[filosofía]]. El propio Agustín hace una crítica muy dura y amarga de esta etapa de su juventud en sus ''[[Confesiones]]''. |
|||
San Agustín nació el 13 de noviembre de 354 en [[Tagaste]], una antigua ciudad en el [[África del Norte|norte de África]] sobre la que se asienta la actual localidad [[Argelia|argelina]] de [[Suq Ahras]], situada entonces en [[Numidia]], una de las provincias del [[Imperio romano]]. Los eruditos generalmente están de acuerdo en que Agustín y su familia eran [[bereberes]], un grupo étnico indígena del norte de África.{{sfn|Hollingworth|2013|pp=50-51}}{{sfn|Leith|1990|p=24}}<ref>{{Cite book|url=https://books.google.com/books?id=HAAXAQAAIAAJ|title=Catholic World, Volumes 175–176|publisher=Paulist Fathers|year=1952|page=376|quote=The whole of North Africa was a glory of Christendom with St. Augustine, himself a Berber, its chief ornament.}}</ref> |
|||
A los diecinueve años, la lectura de ''Hortensius'' de [[Cicerón]] despertó en la mente de Agustín el espíritu de especulación y así se dedica de lleno al estudio de la [[filosofía]]. Además, será en esta época cuando el joven Agustín conocerá a una mujer con la que mantendrá una relación estable de catorce años y con la cual tendrá un hijo: Adeodato. |
|||
Agustín y su familia estaban fuertemente romanizados, y hablaban solo latín en casa como una cuestión de orgullo y dignidad.{{sfn|Hollingworth|2013|pp=50-51}} Sin embargo, Agustín deja alguna información sobre la conciencia de su herencia africana. Por ejemplo, se refiere a [[Apuleyo]] como "el más notorio de nosotros los africanos".{{sfn|Hollingworth|2013|pp=50-51}}<ref>Ep., CXXXIII, 19. [http://www.newadvent.org/fathers/1102138.htm English version], [http://www.augustinus.it/latino/lettere/lettera_139_testo.htm Latin version]</ref> |
|||
En su búsqueda incansable de respuesta al problema de la verdad, Agustín pasa de una escuela filosófica a otra sin que encuentre en ninguna una verdadera respuesta a sus inquietudes. Finalmente abraza el [[maniqueísmo]] creyendo que en este sistema encontraría un modelo según el cual podría orientar su vida. Varios años siguió esta doctrina y solamente la abandonó después de hablar con el obispo Fausto. Ante tal decepción, se convenció de la imposibilidad de llegar a alcanzar la plena [[verdad]], y por ello se hizo [[escéptico]]. |
|||
Su padre, llamado Patricio, era un pequeño propietario [[Religión tradicional bereber|pagano]] y su madre, la futura santa [[Mónica de Hipona|Mónica]], es puesta por la [[Iglesia católica|Iglesia]] como ejemplo de mujer [[cristianismo|cristiana]], de [[piedad]] y [[bondad]] probadas, madre abnegada y preocupada siempre por el bienestar de su familia, aun bajo las circunstancias más adversas.<ref>{{cita libro|título=Diccionario de los santos, Volume 1|url=http://books.google.co.ve/books?id=7WRxrxphxYwC&pg=PA95&dq=%22Agust%C3%ADn+de+Hipona%22&hl=es-419&sa=X&ei=N9hmUeP0Goqa8gSlhoH4DQ&ved=0CCsQ6AEwADgK#v=onepage&q=%22Agust%C3%ADn%20de%20Hipona%22&f=false|fechaacceso=11 de abril de 2013|año=2000|editor1=Claudio Leonardi|editor2=Andrea Riccardi|editor3=Gabriella Zarri|editorial=San Pablo|ubicación=España|isbn=84-285-2258-8|páginas=84|cita=Su padre, Patricio, era pagano, pequeño terrateniente y empleado municipal. Su madre, Mónica, era cristiana y muy virtuosa.}}</ref> |
|||
Un día San Agustín paseaba por la orilla del mar, dándole vueltas en su cabeza a muchas de las doctrinas sobre la realidad de Dios, una de ellas la doctrina de la Trinidad. De repente, alza la vista y ve a un hermoso niño, que está jugando en la arena, a la orilla del mar. Le observa más de cerca y ve que el niño corre hacia el mar, llena el cubo de agua del mar, y vuelve donde estaba antes y vacía el agua en un hoyo. Así el niño lo hace una y otra vez. Hasta que ya San Agustín, sumido en gran curiosidad se acerca al niño y le pregunta:: "Oye, niño, ¿qué haces?" Y el niño le responde: " Estoy sacando todo el agua del mar y la voy a poner en este hoyo". Y San Agustín dice: "Pero, eso es imposible". Y el niño responde: "Más imposible es tratar de hacer lo que tú estas haciendo: Tratar de comprender en tu mente pequeña el misterio de Dios". |
|||
[[Archivo:Saint Augustine and Saint Monica.jpg|miniaturadeimagen|izquierda|''San Agustín y santa Mónica'' (1846), por [[Ary Scheffer]].]] |
|||
Sumido en una gran frustración personal, decide en [[383]] partir para [[Roma]], la capital del [[Imperio Romano|Imperio]]. Su madre le acompaña en este viaje. En Roma enferma de gravedad y gracias a su amigo y protector [[Símaco]], [[prefecto de Roma]] fue nombrado "magister rhetoricae" en [[Mediolanum]] (actual [[Milán]]). |
|||
Mónica le enseñó a su hijo los principios básicos de la religión cristiana y, al ver cómo el joven Agustín se separaba del camino del [[cristianismo]], se entregó a la oración constante en medio de un gran sufrimiento. Años más tarde Agustín se llamará a sí mismo «el hijo de las lágrimas de su madre».<ref>''Confesiones'' III, 12, 21. «Vete en paz, mujer; ¡así Dios te dé vida! que no es posible que perezca el hijo de tantas lágrimas».</ref> En Tagaste, Agustín comenzó sus estudios básicos, y posteriormente su padre lo envió a [[Madaura]] a realizar estudios de [[gramática]].<ref name="Diccionario de los santos">{{cita libro|título=Diccionario de los santos, Volume 1|url=http://books.google.co.ve/books?id=7WRxrxphxYwC&pg=PA95&dq=%22Agust%C3%ADn+de+Hipona%22&hl=es-419&sa=X&ei=N9hmUeP0Goqa8gSlhoH4DQ&ved=0CCsQ6AEwADgK#v=onepage&q=%22Agust%C3%ADn%20de%20Hipona%22&f=false|fechaacceso=11 de abril de 2013|año=2000|editor1=Claudio Leonardi|editor2=Andrea Riccardi|editor3=Gabriella Zarri|editorial=San Pablo|ubicación=España|isbn=84-285-2258-8|páginas=84}}</ref> |
|||
Agustín destacó en el estudio de las letras. Sin embargo, él mismo reconoce en las ''Confesiones'' que no era un buen estudiante y que debió ser obligado a estudiar para aprender (cf. ''Confesiones'' 1,12,19). En cualquier caso, mostró un gran interés hacia la [[literatura]], especialmente la griega clásica y poseía gran [[elocuencia]].<ref name="Filosofía política">{{cita libro|apellidos=Herreros López|nombre=Juan Manuel|título=Filosofía política: las grandes obras|url=http://books.google.co.ve/books?id=4qNP0tkhzUoC&pg=PA281&dq=%22Agust%C3%ADn+de+Hipona%22&hl=es-419&sa=X&ei=N9hmUeP0Goqa8gSlhoH4DQ&ved=0CD0Q6AEwBDgK#v=onepage&q=%22Agust%C3%ADn%20de%20Hipona%22&f=false|fechaacceso=11 de abril de 2013|editor=Luis García San Miguel|editorial=Dykinson|ubicación=España|isbn=84-9772-859-9|capítulo=San Agustín: "La Ciudad de Dios"|páginas=281}}</ref> Sus primeros triunfos tuvieron como escenario Madaura y [[Cartago]], donde se especializó en gramática y [[retórica]].<ref name="Diccionario de los santos" /> Durante sus años de estudiante en Cartago desarrolló una irresistible atracción hacia el [[teatro]]. Al mismo tiempo, gustaba en gran medida de recibir halagos y la fama, que encontró fácilmente en aquellos primeros años de su juventud. Durante su estancia en Cartago mostró su genio retórico y sobresalió en concursos poéticos y certámenes públicos. Aunque se dejaba llevar por sus pasiones, y seguía abiertamente los impulsos de su espíritu sensual, no abandonó sus estudios, especialmente los de [[filosofía]]. Años después, el mismo Agustín hizo una fuerte crítica sobre esta etapa de su juventud en su libro ''[[Confesiones]]''. |
|||
A los diecinueve años, la lectura de ''Hortensius'' de [[Cicerón]] despertó en la mente de Agustín el espíritu de especulación y así se dedicó de lleno al estudio de la filosofía, disciplina en la que sobresalió. Durante esta época el joven Agustín conoció a una mujer con la que mantuvo una relación estable de catorce años y con la cual tuvo un hijo: [[Adeodato (hijo de Agustín de Hipona)|Adeodato]]. |
|||
En su búsqueda incansable de respuesta al problema de la verdad, Agustín pasó de una escuela filosófica a otra sin que encontrara en ninguna una verdadera respuesta a sus inquietudes. Finalmente abrazó el [[maniqueísmo]], creyendo que en este sistema encontraría un modelo según el cual podría orientar su vida. Varios años siguió esta doctrina y finalmente, decepcionado, la abandonó, al considerar que era una doctrina simplista que apoyaba la pasividad del bien ante el mal.<ref name="Filosofía política" /> |
|||
Sumido en una gran frustración personal, decidió, en 383, partir para [[Roma]], la capital del Imperio romano. En la partida de Agustín a Roma existía una motivación intelectual y de conocer nuevos horizontes, pero, mayoritariamente, lo que le empuja a viajar de manera definitiva es el hecho de que se enteró de que los estudiantes en Roma eran mucho más educados y respetuosos con los docentes que aquellos a los que daba clase en Cartago (cf. ''Confesiones'' 5,8,14). Su madre quiso acompañarle, pero Agustín la engañó y la dejó en tierra (cf. ''Confesiones'' 5,8,15). |
|||
En Roma enfermó de gravedad. Tras restablecerse, y gracias a su amigo y protector [[Quinto Aurelio Símaco|Símaco]], [[prefecto romano|prefecto de Roma]], fue nombrado ''magister rhetoricae'' en Mediolanum, la actual [[Milán]]. |
|||
Agustín, como maniqueo y orador imperial en Milán,<ref>{{cita libro|apellidos=Rico Pavés|nombre=José|título=Los sacramentos de la iniciación cristiana|url=http://books.google.co.ve/books?id=NlCZwXzZ27kC&pg=PA205&dq=%22Agust%C3%ADn+de+Hipona%22&hl=es-419&sa=X&ei=XshmUdLOD4PQ9ASUpIHIDA&ved=0CEYQ6AEwBQ#v=onepage&q=%22Agust%C3%ADn%20de%20Hipona%22&f=false|fechaacceso=11 de abril de 2013|año=2006|editorial=Instituto Teológico San Ildelfonso|ubicación=España|isbn=84-934253-9-7|páginas=205|cita=Estando en Cartago, el adolescente Agustín abandonó la Iglesia Católica y se unió a los maniqueos. Cuando llegó a Milán, en el 384, recién nombrado orador de la ciudad, todavía era maniqueo.}}</ref> era el rival en [[oratoria]] del [[obispo]] [[Ambrosio de Milán]]. |
|||
=== Conversión al cristianismo === |
=== Conversión al cristianismo === |
||
Fue en [[Milán]] donde se produjo la última etapa antes de la conversión de Agustín al cristianismo. Allí, empezó a asistir como [[catecúmeno]] a las celebraciones litúrgicas del obispo [[Ambrosio de Milán|Ambrosio]], quedando admirado de su predicación y de su corazón. Ambrosio le hizo conocer los escritos de [[Plotino]] y las epístolas de [[Pablo de Tarso]] y gracias a estas obras se convirtió al cristianismo y decidió romper definitivamente con el maniqueísmo. |
|||
Fue en Milán donde se produjo la última etapa antes de su conversión: empezó a asistir como catecúmeno a las celebraciones litúrgicas del obispo [[San Ambrosio|Ambrosio]], quedando admirado de sus predicaciones y su corazón. Entonces decidió romper definitivamente con el maniqueísmo. Esta noticia llenó de gozo a su madre que se encargó de buscarle un matrimonio acorde con su estado social y dirigirle hacia el bautismo. Se despidió de su compañera sentimental con gran dolor y en vez de optar por casarse con la mujer que Mónica le había buscado, decidió vivir en [[ascesis]]; decisión a la que llegó después de haber conocido los escritos [[neoplatónico]]s gracias al sacerdote [[Simpliciano]]. Los platónicos le ayudaron a resolver el problema del [[materialismo]] y el del mal. San Ambrosio le ofreció la clave para interpretar el [[Antiguo Testamento]] y encontrar en la escritura la fuente de la fe. Por último [[Pablo de Tarso|san Pablo]] le ayudó a solucionar el problema de la mediación y de la gracia. Ya sólo quedaba la crisis decisiva, estando en el jardín con su amigo Alipio, reflexionando sobre el ejemplo de Antonio, oyó la voz de un niño de una casa vecina que decía: ''toma y lee'',<ref> Conf. VIII 12.</ref> y entendiéndolo como una invitación ''divina'', cogió la [[Biblia]], la abrió por las cartas de Pablo y leyó el pasaje [http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PXB.HTM Rom 13, 13ss]. ''Al llegar al final de esta frase se desvanecieron todas las sombras de duda''.<ref> Conf. VIII 12,29</ref> |
|||
Esta noticia llenó de gozo a su madre, que había viajado a [[Italia (época romana)|Italia]] para estar con su hijo, y que se encargó de buscarle un matrimonio acorde con su estado social y dirigirle hacia el [[bautismo]]. En vez de optar por casarse con la mujer que Mónica le había buscado, decidió vivir en [[ascetismo|ascesis]]; decisión a la que llegó después de haber conocido los escritos [[neoplatonismo|neoplatónicos]] gracias al sacerdote [[Simpliciano]] y al filósofo [[Mario Victorino]], pues los [[platón]]icos le ayudaron a resolver el problema del [[materialismo]] y el del origen del [[mal]]. |
|||
En [[386]] se consagra al estudio formal y metódico de las ideas del cristianismo. Renuncia a su cátedra y se retira con su madre y unos compañeros a [[Casiciaco]], cerca de Milán para dedicarse por completo al estudio y a la meditación. El [[23 de abril]] de [[387]], a los treinta y tres años de edad, es [[bautismo|bautizado]] en Milán por el santo obispo Ambrosio. Ya bautizado, regresa a África, pero antes de embarcarse, su madre Mónica muere en [[Ostia]], el puerto cerca de Roma. |
|||
[[Archivo:AugustineBaptism.jpg|miniaturadeimagen|Agustín es bautizado por el obispo Ambrosio (fresco de [[Benozzo Gozzoli]]).]] |
|||
=== Monacato y episcopado === |
|||
Cuando llegó a Tagaste vendió todos sus bienes y el producto de la venta lo repartió entre los pobres. Se retiró con unos compañeros a vivir en una pequeña propiedad para hacer allí vida monacal. Años después esta experiencia será la inspiración para su famosa [[Regla de San Agustín|Regla]]. A pesar de su búsqueda de la soledad y el aislamiento, la fama de Agustín se extiende por toda la comarca. |
|||
El obispo Ambrosio le ofreció la clave para interpretar el [[Antiguo Testamento]] y encontrar en la [[Biblia]] la fuente de la fe. Por último, la lectura de los textos de san Pablo ayudó a Agustín a solucionar el problema de la mediación —vinculado al de la [[Comunión de los Santos]]— y el de la [[Gracia divina]]. Según cuenta el mismo Agustín, la crisis decisiva previa a la conversión se dio estando en el jardín con su amigo Alipio, reflexionando sobre el ejemplo de Antonio, cuando oyó la voz de un niño de una casa vecina que decía: |
|||
El [[391]] viajó a [[Hipona]] para ''buscar un lugar donde abrir un monasterio y vivir con sus hermanos'', pero durante una celebración litúrgica fue elegido por la comunidad para que fuese ordenado sacerdote, a causa de las necesidades del obispo de Hipona, [[Valerio]]. Aceptó esta brusca elección con lágrimas en los ojos, pues al principio se negaba con gritos y lágrimas a aceptarla. Algo parecido sucedió al ser consagrado obispo en el [[395]]. Fue entonces cuando dejó el monasterio de laicos y se instaló en la casa del obispo, que transformó en un monasterio de clérigos. |
|||
{{Cita|''Tolle lege''|col2=toma y lee{{Harvnp|Lacueva|2001|p=34}}<ref>Conf. VIII 12.</ref>}} |
|||
La actividad episcopal de Agustín es enorme y variada. Predica a todo tiempo y en muchos lugares, escribe incansablemente, polemiza con aquellos que van en contra de la [[ortodoxia]] de la doctrina cristiana de aquel entonces, preside [[concilio]]s, resuelve los problemas más diversos que le presentan sus fieles. Se enfrentó a maniqueos, [[donatismo|donatistas]], [[arrianismo|arrianos]], [[pelagianismo|pelagianos]], [[priscilianismo|priscilianistas]], académicos, etc. |
|||
y, entendiéndolo como una invitación divina, cogió la Biblia, la abrió por las cartas de san Pablo y leyó el pasaje.{{Harvnp|Lacueva|2001|p=34}} |
|||
Agustín murió en Hipona el [[28 de agosto]] de [[430]] durante el sitio al que los [[vándalos]] de Genserico sometieron a la ciudad durante la invasión de la provincia romana de África. Su cuerpo, en fecha incierta, fue trasladado a [[Cerdeña]] y, hacia el 725, a [[Pavía]], a la basílica de San Pietro in Ciel d'Oro, donde reposa hoy. |
|||
{{Cita|Nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias. Revestíos más bien del Señor [[Cristo|Jesucristo]] y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias.<ref>https://oala.villanova.edu/agustin/conversion2.html</ref>|{{Biblia|Rom.|13, 13-14}}.}} |
|||
== Obras == |
|||
{{Cita|Al llegar al final de esta frase se desvanecieron todas las sombras de duda.<ref>Conf. VIII 12,29.</ref>}} |
|||
=== Libros === |
|||
En 385, Agustín se convirtió al cristianismo.<ref>{{cita libro|título=Diccionario Akal de Historia Medieval|url=http://books.google.co.ve/books?id=9Y2ePRbe1rsC&pg=PA17&dq=%22Agust%C3%ADn+de+Hipona%22&hl=es-419&sa=X&ei=A-VmUdLaNoarqgHe6YGAAw&ved=0CDsQ6AEwAzgU#v=onepage&q=%22Agust%C3%ADn%20de%20Hipona%22&f=false|fechaacceso=11 de abril de 2013|año=1989|editor=H. R. Loyn|ubicación=España|isbn=84-460-0841-6|páginas=17}}</ref> |
|||
==== Autobiográficos ==== |
|||
En 386, se consagró al estudio formal y metódico de las ideas del cristianismo. Renunció a su [[cátedra]] y se retiró con su madre y unos compañeros a [[Casiciaco]], cerca de Milán, para dedicarse por completo al estudio y a la meditación. |
|||
===== ''Confesiones'' ===== |
|||
{{AP|Confesiones}} |
|||
Es la obra literaria más famosa de Agustín. Está constituida por trece libros en los que nos narra su vida, formación y su evolución interior; también habla de la psicología, de la filosofía, de su concepto de Dios y de su visión del mundo. Es también un reconocimiento de la grandeza y bondad de Dios. |
|||
El 24 de abril de 387, a los treinta y tres años de edad, fue bautizado en Milán por el santo obispo Ambrosio. Ya bautizado, regresó a África, pero antes de embarcarse, su madre Mónica murió en [[Ostia]], el puerto cerca de Roma.{{Harvnp|Lacueva|2001|p=33}} |
|||
Está divididas en dos grandes partes: |
|||
* Libros 1-9: contienen la confesión de los errores de Agustín hasta su conversión. Terminan con la muerte de su madre Mónica en Ostia. |
|||
* Libros 10-13: alaba a Dios y a su creación. |
|||
=== Monacato, sacerdocio y episcopado === |
|||
Esta obra la comenzó después de la muerte de [[san Ambrosio]], el [[4 de abril]] del [[397]], y la terminó en el año [[400]]. Es una obra uniforme, en la cual, los acontecimientos son analizados con la perspectiva de haber transcurrido doce o catorce años desde que sucedieran Por ello, si se comparan con los diálogos escritos en Casiciaco, se constatan algunas discrepancias, pero ello es debido a una valoración distinta de muchas cosas; son las reflexiones del obispo que ve la vida de un modo distinto. |
|||
[[Archivo:Sant'Agostino d'Ippona.jpg|thumb|San Agustín, como obispo.]] |
|||
Cuando llegó a Tagaste, Agustín vendió todos sus bienes y el producto de la venta lo repartió entre los pobres. Se retiró con unos compañeros a vivir en una pequeña propiedad para hacer allí vida [[monacato|monacal]]. Años después, esta experiencia fue la inspiración para su famosa [[Regla de san Agustín|Regla]]. A pesar de su búsqueda de la soledad y el aislamiento, la fama de Agustín se extendió por todo el país. |
|||
En 391 viajó a [[Hipona]] (Hippo Regius, la moderna [[Annaba]], en Argelia) para buscar a un posible candidato a la vida monástica, pero durante una celebración litúrgica fue elegido por la comunidad para que fuese ordenado [[sacerdote]], a causa de las necesidades del obispo Valerio de Hipona. Agustín aceptó, tras resistir, esta elección, si bien con lágrimas en sus ojos. Algo parecido sucedió cuando se le consagró como obispo en el 395. Entonces abandonó el monasterio de [[Laico (Iglesia católica)|laicos]] y se instaló en la casa episcopal, que transformó en un monasterio de [[clérigo]]s. |
|||
===== ''Retractaciones'' ===== |
|||
Ajustándose a los hechos, San Agustín expresó su insatisfacción por haberse comportado así con esta frase: 'Nos has hecho para ti Señor y nuestro corazón estará insatisfecho hasta que descanse en ti.' |
|||
La actividad episcopal de Agustín fue enorme y variada. Predicó y escribió incansablemente, polemizó con aquellos que iban en contra de la [[ortodoxia]] de la doctrina cristiana de aquel entonces, presidió [[concilio]]s y resolvió los problemas más diversos que le presentaban sus fieles. Se enfrentó a [[Maniqueísmo|maniqueos]], [[donatismo|donatistas]], [[arrianismo|arrianos]], [[pelagianismo|pelagianos]], [[priscilianismo|priscilianistas]], [[Neoplatonismo|académicos]], etc. Participó en los concilios regionales III de Hipona del 393, III de Cartago del 397 y IV de Cartago del 419, en los dos últimos como presidente y en los cuales se sancionó definitivamente el [[Canon bíblico]] que había sido establecido por el papa [[Dámaso I]] en Roma en el Sínodo del 382. |
|||
==== Filosóficos ==== |
|||
Ya como obispo, escribió libros que lo posicionan como uno de los cuatro principales [[Padres de la Iglesia]] latinos. La vida de Agustín fue un claro ejemplo del cambio que logró con la adopción de un conjunto de creencias y valores. |
|||
===== Los ''Diálogos'' ===== |
|||
Escritos en Casiciaco, [[Milán]], [[Roma]] y en su etapa joven. En ellos trata de la certeza, la felicidad, el orden, la inmortalidad, la grandeza del alma, la existencia de [[Dios]], la libertad del hombre, la razón del mal y el maestro interior. |
|||
=== Fallecimiento === |
|||
[[Archivo:Arca di S. Agostino (1362), Pavia, S. Pietro in Ciel d'Oro 16.JPG|miniaturadeimagen|221x221px|[[Giovanni di Balduccio]], tumba de san Agustín (1362-1365) en la [[basílica de San Pietro in Ciel d'Oro]], en [[Pavía]].]] |
|||
Combate el escepticismo. |
|||
Agustín murió en Hipona el 28 de agosto de 430 durante el sitio al que los [[vándalos]] de [[Genserico]] sometieron la ciudad en el contexto de la invasión de la [[África (provincia romana)|provincia romana de África]]. Su cuerpo, en fecha incierta, fue trasladado a [[Cerdeña]] y, hacia el 722, a [[Pavía]], debido a la amenaza expansionista del mundo islámico por el Mediterráneo así como la costa del Norte de África, a la [[basílica de San Pietro in Ciel d'Oro]], donde reposa hoy. |
|||
=== La leyenda del encuentro con un niño junto al mar === |
|||
===== ''Disciplinarum libri'' ===== |
|||
Es una vasta enciclopedia con el fin de mostrar cómo se puede y se debe ascender a Dios a partir de las cosas materiales. No está acabada. |
|||
Una tradición [[Edad Media|medieval]], que recoge la leyenda, inicialmente narrada sobre un teólogo, que más tarde fue identificado como san Agustín, cuenta la siguiente anécdota: cierto día, san Agustín paseaba por la orilla del mar, junto a la playa, dando vueltas en su cabeza a muchas de las doctrinas sobre la realidad de Dios, una de ellas la doctrina de la [[Santísima Trinidad|Trinidad]]. De pronto, al alzar la vista ve a un hermoso niño, que está jugando en la arena. Lo observa más de cerca y ve que el niño corre hacia el mar, llena el cubo de agua del mar, y vuelve donde estaba antes y vacía el agua en un hoyo. El niño hace esto una y otra vez, hasta que Agustín, sumido en una gran curiosidad, se acerca al niño y le pregunta: «¿Qué haces?» Y el niño le responde: «Estoy sacando toda el agua del mar y la voy a poner en este hoyo». Y san Agustín dice: «¡Pero, eso es imposible!». A lo que el niño le respondió: «Más difícil es que llegues a entender el misterio de la Santísima Trinidad». |
|||
Otros: ''De beata vita liber I'', ''De ordine libri II'', ''Soliloquiorum libri II'', ''De immortalitate animae liber I'', ''De quantitatae animae liber I'', ''De libero arbitrio libri III'', ''De musica libri VI'', ''De magistro liber I''... |
|||
La leyenda se inspira al menos en la actitud de Agustín como estudioso del misterio de [[Dios]].<ref>Cf. {{Enlace roto|1=[http://www.agustinosrecoletos.com/preguntas/view/88-todos-los-anos-en-el-domingo-de-la-santisima-trinidad-los-preciadores-catolicos-de-mi-pais-parecen-c.] |2=http://www.agustinosrecoletos.com/preguntas/view/88-todos-los-anos-en-el-domingo-de-la-santisima-trinidad-los-preciadores-catolicos-de-mi-pais-parecen-c. |bot=InternetArchiveBot }}</ref> |
|||
===== Apologéticos ===== |
|||
En estos defiende la fe contra los paganos o contra los racionalistas: |
|||
== Doctrina == |
|||
''De vera religione liber I''. Escrito en el [[390]]. La verdadera religión es la que posee la iglesia católica, el verdadero Dios es la Trinidad. En esta obra se encuentran muchas de las ideas de la Ciudad de Dios. |
|||
=== Razón y fe === |
|||
===== ''La ciudad de Dios'' (''De civitate Dei libri XXII'') ===== |
|||
{{AP|La ciudad de Dios}} |
|||
Es una de las obras maestras de Agustín, en ella nos ofrece una síntesis de su pensamiento filosófico, teológico y político. Fue escrita desde el 413 al 426 y la publicó en varias partes, aunque trabaja con un plan unitario. |
|||
Agustín, predispuesto por la [[fe]] materna, se aproxima al texto bíblico, pero es su mente la que no consigue penetrar en su interior. Dicho en otras palabras, para Agustín, la fe no es suficiente para acceder a las profundidades de la revelación de las Escrituras.<ref name=":0">{{Cita libro|apellidos=1978-|nombre=Ponsati-Murlà, Oriol|título=San Agustín : tanto la fe como la razón conducen a la misma verdad: Dios|url=https://www.worldcat.org/oclc/957756520|fecha=D.L. 2015|editorial=RBA|isbn=9788447384020|oclc=957756520}}</ref> A los diecinueve años, se pasó al [[racionalismo]] y rechazó la fe en nombre de la [[razón]]. Sin embargo, poco a poco fue cambiando de parecer hasta llegar a la conclusión de que razón y fe no están necesariamente en oposición, sino que su relación es de complementariedad.<ref name="A">{{cita libro|apellidos=Moreno Villa|nombre=Mariano|título=Filosofía. Volumen II. Antropología, Psicología y Sociología|url=http://books.google.co.ve/books?id=MgDwHGPGe2MC&pg=PA27&dq=%22Agust%C3%ADn+de+Hipona%22&hl=es-419&sa=X&ei=XshmUdLOD4PQ9ASUpIHIDA&ved=0CFMQ6AEwBw#v=onepage&q=%22Agust%C3%ADn%20de%20Hipona%22&f=false|fechaacceso=11 de abril de 2013|año=2003|editorial=Editorial Mad|ubicación=España|isbn=84-665-0537-7|capítulo=III. La Filosofía Escolástica|páginas=27}}</ref> La fe constituye una condición inicial y necesaria para penetrar en el misterio del cristianismo, pero no una condición final y suficiente. Es necesaria la razón. Según él, la fe es un modo de pensar asintiendo, y si no existiese el pensamiento, no existiría la fe. Por eso la inteligencia es la recompensa de la fe. La fe y la razón son dos campos que necesitan ser equilibrados y complementados.<ref name="A"/> |
|||
El motivo por el cual escribió esta obra fue las críticas que los paganos hacían contra el cristianismo: Roma había caído bajo los [[visigodo]]s (410), la Ciudad Eterna se había hecho añicos... De este cataclismo mundial fue culpado el cristianismo, sobre todo por los romanos cultos y ricos que huyeron al norte de [[África]] debido a la caída de Roma. |
|||
Para realizar con éxito la operación de conciliación entre las dos es indispensable concretar sus características, su ámbito de aplicación y la jerarquización (la fe gana frente la razón, ya que está apoyada por Dios) que se establece entre ellas. Como en muchas otras ocasiones, es en el texto bíblico donde Agustín encuentra el punto de partida para fundamentar su posición. |
|||
Está dividida en dos partes: en la primera combate al [[paganismo]] (l. 1-10) y en la segunda defiende la doctrina cristiana (l. 11-22). |
|||
Comentando un fragmento del evangelio de [https://www.biblegateway.com/passage/?search=Juan+17%3A3&version=RVR1960 Juan (17,3)], Agustín dice: |
|||
De la primera parte: |
|||
{{Cita|El Señor, con sus palabras y acciones, ha exhortado a aquellos que ha llamado a la salvación a tener fe en primer lugar. Pero a continuación, hablando del don que debía dar a los creyentes, no dijo: «Esto es la vida eterna: que crean», sino: «Esto es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios, y a aquel que tú has mandado, Jesucristo».|Agustín de Hipona|col2=}} |
|||
{{cita|''Los cinco primeros libros refutan a aquellos que piensan que el servicio de los muchos dioses venerados por los paganos es necesario para que la situación humana sea próspera, y a los que afirman que la actual desgracia terrible es la consecuencia de haber impedido ese servicio. Los cinco libros siguientes van contra aquellos que admiten que desgracias similares han golpeado desde siempre a los mortales y los azotarán en el futuro, pero aseguran que el culto sacrificial a los muchos dioses es recomendable debido a la vida futura después de la muerte''.}} |
|||
Esta postura se sitúa entre el [[fideísmo]] y el racionalismo. A los racionalistas les respondió: ''Crede ut intelligas'' («cree para comprender») y a los fideístas: ''Intellige ut credas'' («comprende para creer»). San Agustín quiso comprender el contenido de la fe, demostrar la credibilidad de la fe y profundizar en sus enseñanzas. |
|||
De la segunda parte: |
|||
{{cita|''Los cuatro primeros libros tratan del origen de ambos Estados, el Estado de Dios y el Estado de este mundo; los cuatro siguientes se ocupan del curso favorable o desfavorable de ellos; y los cuatro últimos, de su resultado debido''.}} |
|||
=== Interioridad === |
|||
La tesis central de la obra es la [[divina providencia]], que guía la humanidad, dividida en dos ciudades, nacidas de dos amores, el amor de sí y el amor de Dios. En ella afronta el problema de los orígenes de la historia, de la presencia del mal, de la lucha entre el bien y el mal, de la victoria del bien y de su eterno destino. Fue una obra muy leída y ejerció una gran influencia en los siglos siguientes. |
|||
[[Archivo:Tiffany Window of St Augustine - Lightner Museum.jpg|miniaturadeimagen|Detalle de san Agustín en una vidriera por [[Louis Comfort Tiffany]] en el Lightner Museum.|236x236px]] |
|||
===== Otras ===== |
|||
''De fide rerum quae non videntur liber I'', ''De utilitate credendi liber I'', ''De divinatione daemonum liber I'', ''Quaestiones expositae contra paganos VI''... |
|||
Agustín de Hipona anticipa a [[René Descartes|Descartes]] al sostener que la mente, mientras que duda, es consciente de sí misma: si me engaño existo (''Si enim fallor, sum''). Como la percepción del mundo exterior puede conducir al error, el camino hacia la certeza es la interioridad (''in interiore homine habitat veritas''), que por un proceso de iluminación se encuentra con las verdades eternas y con el mismo Dios que, según él, está en lo más íntimo de cada uno. |
|||
==== Dogmáticos ==== |
|||
Las ideas eternas están en Dios y son los arquetipos según los cuales crea el cosmos. Dios, que es una comunidad de amor, sale de sí mismo y crea por amor mediante ''rationes seminales'', o gérmenes que explican el proceso evolutivo que se basa en una constante actividad creadora, sin la cual nada subsistiría. Todo lo que Dios crea es bueno, el mal carece de entidad, es ausencia de bien y fruto indeseable de la [[libertad]] del hombre. |
|||
===== ''Enchiridion, ad Laurentium'' o ''De fide, spe et caritate liber I'' ===== |
|||
Escrito hacia [[421]], es un manual de teología según el esquema de las tres virtudes teológicas. Contiene una explicación del Símbolo de la Fe, de la Oración del Padre nuestro y de los Preceptos Morales de la Santa Iglesia. |
|||
=== Concepción del tiempo === |
|||
===== ''La Trinidad'' (''De Trinitate libri XV'') ===== |
|||
Es una de sus obras maestras y su principal obra dogmática. Desde el [[399]] al [[412]] escribió doce libros, pero no estando satisfecho con los resultados aplazó su publicación, entonces sus impacientes amigos hicieron unas copias del manuscrito sin autorización de San Agustín y lo pusieron en circulación, lo que lo enojó bastante. En el año [[420]] añadió los otros tres que faltaban y revisó toda la obra. |
|||
San Agustín expresa de manera [[Paradoja|paradójica]] la perplejidad que le genera la noción de [[tiempo]]: «¿Qué es el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé. Si debo explicarlo ya no lo sé».<ref>{{Cita|-“¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé. Lo que sí digo sin vacilación es que sé que si nada pasase no habría tiempo pasado; y si nada sucediese, no habría tiempo futuro; y si nada existiese, no habría tiempo presente. Pero aquellos dos tiempos, pretérito y futuro, ¿cómo pueden ser, si el pretérito ya no es y el futuro todavía no es? Y en cuanto al presente, si fuese siempre presente y no pasase a ser pretérito, ya no sería tiempo, sino eternidad. Si, pues, el presente, para ser tiempo es necesario que pase a ser pretérito, ¿cómo deciros que existe éste, cuya causa o razón de ser está en dejar de ser, de tal modo que no podemos decir con verdad que existe el tiempo sino en cuanto tiende a no ser?”.|(Confesiones, XI, XIV, 17).|col2=|col3=}}</ref> A partir de esta perplejidad, ensaya una fecunda reflexión [[Ontología|ontológica]] sobre la naturaleza del tiempo y su relación con la [[eternidad]]. Del hecho de que el Dios cristiano sea un Dios creador pero no creado se desprende que su naturaleza temporal es radicalmente distinta de la de sus criaturas. De acuerdo con la respuesta que dio a [[Moisés]], Dios se define a sí mismo como: |
|||
La Obra está dividida en cinco grandes partes: Teología bíblica de la [[Trinidad]] (I-IV), Teología especulativa y defensa del dogma (V-VII), Introducción al conocimiento místico de Dios (VIII), Búsqueda de la imagen de la Trinidad en el hombre (IX-XIV), Compendio y complemento del tratado (XV). |
|||
{{Cita|Y dijo Dios a Moisés: «[[Yo Soy el que Soy]]», y añadió: «Así dirás a los Israelitas: “Yo soy me ha enviado a ustedes”».|''[[Éxodo]]'', 3,14}} |
|||
En ella desarrolla la doctrina de las relaciones: las tres personas divinas son El Ser mismo, eterno, inmutable, consustancial, pero se distinguen por sus relaciones; la explicación psicológica; la doctrina sobre las propiedades personales de El Espíritu Santo, que procede como amor; la vida de la gracia; y sobre cómo el hombre siendo imagen de Dios es imagen de La Santísima Trinidad. |
|||
Decir esto equivale a definirse a sí mismo prescindiendo de cualquier calidad, lo que equivale a prescindir del cambio. Por lo tanto Dios está fuera del tiempo mientras que los seres humanos son entidades estructuralmente temporales.<ref name=":4">{{Cita web|url=https://www.arteguias.com/biografia/sanagustindehipona.htm|título=San Agustín de Hipona|fechaacceso=10 de diciembre de 2019|sitioweb=www.arteguias.com}}</ref> |
|||
===== Otros ===== |
|||
''De fide et símbolo liber I'', ''De diversis quaestionibus octoginta tribus liber I'', ''De diversis quaestionibus ad Simplicianum libri II'', ''Ad inquisitionem lanuarii libri II'', ''De fide et operibus liber I'', ''De videndo Deo liber I'', ''De praesentia Dei liber I'', ''De cura pro mortuis gerenda liber I'', ''De octo Dulcitii quaestionibus liber I''... |
|||
Influido por el [[neoplatonismo]], Agustín separa el mundo de Dios (eterno, perfecto e inmutable), del de la creación (dominado por la materia y el paso del tiempo, y por tanto mutable). Su análisis le lleva a la asimetría del tiempo. Esa asimetría procede del hecho de que todo aquello que ya ha pasado nos es conocido porque lo hemos experimentado y nos es fácil rememorarlo de forma presente, algo que no sucede con un futuro que está por acontecer. Para san Agustín, Dios creó el tiempo ''[[ex nihilo]]'' a la par que el mundo<ref name=":4" /> y sometió su creación al discurrir de ese tiempo, de ahí que todo en ella tenga un principio y un fin. Él, en cambio, está fuera de todo parámetro temporal.<ref name=":0" /><ref>{{Cita publicación|url=http://www.ubiobio.cl/miweb/webfile/media/222/Tiempo/1995/Art%2009.pdf|título=Idea del Tiempo en San Agustín|apellidos=Rojas Cómez|nombre=Mauricio F.|fecha=|publicación=|fechaacceso=|doi=|pmid=}}</ref> |
|||
==== Morales y pastorales ==== |
|||
{{Cita|"Mido el tiempo, lo sé; pero ni mido el futuro, que aún no es; ni mido el presente, que no se extiende por ningún espacio; ni mido el pretérito, que ya no existe. ¿Qué es, pues, lo que mido?”. |(Confesiones, XI, XXVI, 33)|col2=|col3=}} |
|||
===== ''De agone christiano liber I'' ===== |
|||
Es un manual de vida cristiana para instruir en la fe al pueblo sencillo. |
|||
Agustín rechaza la identificación de tiempo y movimiento. [[Aristóteles]] define el tiempo como un recurso aritmético para medir un [[Movimiento (física)|movimiento]]. Agustín sabe que el tiempo es duración, pero no acepta que esta se identifique con un movimiento [[Espacio (física)|espacial]]. La duración tiene lugar en nuestro interior y es fruto de la capacidad para prever, ver y recordar los hechos del futuro, presente y pasado.<ref name=":0" /> Agustín llega a la conclusión de que la sede del tiempo y de su duración es el espíritu. Es en el espíritu que se hace efectiva la sensación de duración (larga o corta), de discurrir del tiempo, y es en el espíritu donde se mide y compara la duración del tiempo. Lo que se llama futuro, presente y pasado no son sino expectación, atención y recuerdo del espíritu, que tiene la facultad de prever aquello que llegará, fijarse en él cuando llega y conservarlo en el recuerdo una vez ha pasado. |
|||
===== ''De coniugiis adulterinis libri II'' ===== |
|||
Escrito hacia el 420 demuestra la indisolubilidad del matrimonio. |
|||
{{Cita|“Y más propiamente acaso se diría: “Tres son los tiempos, presente de las cosas pasadas, presente de las presentes y presente de las futuras”. Porque estas tres presencias tienen algún ser en mi alma, y solamente las veo y percibo en ella. Lo presente de las cosas pasadas, es la actual memoria o recuerdo de ellas; lo presente de las cosas presentes, es la actual consideración de alguna cosa presente; y lo presente de las cosas futuras, es la actual expectación de ellas”.|(Confesiones, XI, XX, 26)|col2=|col3=}} |
|||
===== Otros ===== |
|||
''Contra mendacium'', ''De catechizandis rudibus liber I'', ''De continentia liber I'', ''De patientia liber I''... |
|||
=== Pecado original === |
|||
Agustín enseñó que el [[Pecado original|pecado de Adán y Eva]] era un acto de insensatez seguido de orgullo y desobediencia a Dios. La primera pareja desobedeció a Dios, quien les había dicho que no comieran del [[Árbol del conocimiento del bien y del mal]] (Gen 2:17).<ref>Agustín de Hipona, ''Sobre el significado literal de Génesis'' ( ''De Genesi ad litteram'' ), VIII, 6:12, vol. 1, pp. 192–93 y 12:28, vol. 2, pp. 219-20, trad. John Hammond Taylor SJ; BA 49,28 y 50–52; PL 34, 377. Cf. Agustín de Hipona, ''De Trinitate'', XII, 12.17, CCL 50, 371–372 [v. 26-31; 1–36]; ''De natura boni'' 34–35, CSEL 25, 872; <abbr>PL</abbr> 42, 551–572.</ref> El árbol era un símbolo del orden de la creación. El egocentrismo hizo que [[Adán y Eva]] comieran de él, por lo que no reconocieron ni respetaron el mundo tal como fue creado por Dios, con su jerarquía de seres y valores. |
|||
===== ''Regula ad servos'' ===== |
|||
La más antigua de las [[regla monástica|reglas monásticas]] de occidente. |
|||
No habrían caído en el orgullo y la falta de sabiduría, si [[Satanás]] no hubiera sembrado en sus sentidos "la raíz del mal". Su naturaleza estaba herida por la [[concupiscencia]] o la [[libido]], que afectaba la inteligencia y la voluntad humana, así como los afectos y deseos, incluido el deseo sexual.<ref>Augustine of Hippo, ''Nisi radicem mali humanus tunc reciperet sensus'' ("Contra Julianum", I, 9.42; <abbr>PL</abbr> 44, 670)</ref> Agustín utilizó el concepto [[Estoicismo|estoico]] de las pasiones de Cicerón para interpretar la doctrina de [[Pablo de Tarso|Pablo]] del pecado original y la [[redención]].<ref>{{Cita publicación|url=http://dx.doi.org/10.1484/j.rea.5.104767|título=Cicero and Augustine on the Passions|apellidos=BRACHTENDORF|nombre=J.|fecha=1997-01|publicación=Revue d'Etudes Augustiniennes et Patristiques|volumen=43|número=2|páginas=289–308|fechaacceso=29 de junio de 2019|issn=1768-9260|doi=10.1484/j.rea.5.104767}}</ref> |
|||
===== Exegéticos ===== |
|||
La Sagrada Escritura tuvo un papel decisivo para Agustín. Se puede destacar: |
|||
Algunos autores perciben la doctrina de Agustín como dirigida contra la sexualidad humana y atribuyen su insistencia en la continencia y la devoción a Dios como resultado de la necesidad de Agustín de rechazar su propia naturaleza altamente sensual, como se describe en las ''Confesiones''.<ref>Bonner, G (1986). ''St. Augustine of Hippo. Life and Controversies''. Norwich: The Canterbury Press. {{ISBN|978-0-86078-203-2}}</ref> Agustín declaró que "para muchos, la [[Abstinencia sexual|abstinencia]] es más fácil que la perfecta moderación".<ref name=":2">{{Cita web|url=https://www.oxfordreference.com/view/10.1093/acref/9780191826719.001.0001/q-oro-ed4-00000572|título=St Augustine of Hippo - Oxford Reference|fechaacceso=28 de junio de 2019|sitioweb=www.oxfordreference.com|idioma=en|doi=10.1093/acref/9780191826719.001.0001/q-oro-ed4-00000572}}</ref> |
|||
===== ''De doctrina christiana libri IV'' ===== |
|||
Es una síntesis dogmática que servirá de modelo a las Sententiae. |
|||
Su sistema de [[Gracia divina|gracia]] y [[predestinación]] prevaleció durante muchos siglos, aunque no sin una fuerte oposición, y sufrió, a través de una elaboración escolástica, cambios sustanciales para salvar el [[libre albedrío]]; y finalmente reapareció en la concepción de la vida espiritual modelada por [[Martín Lutero|Lutero]] y los otros maestros de la [[Reforma protestante|Reforma]].<ref>{{Cita publicación|url=http://dx.doi.org/10.1017/s0017816000000729|título=The Genesis of St. Augustine's Idea of Original Sin|apellidos=Bonaiuti|nombre=Ernesto|fecha=1917-04|publicación=Harvard Theological Review|volumen=10|número=2|páginas=159–175|fechaacceso=29 de junio de 2019|issn=0017-8160|doi=10.1017/s0017816000000729}}</ref> |
|||
===== ''De Genesi ad litteram libri XII'' ===== |
|||
Su composición es del 401 al 415. Contiene de antropología, la doctrina de la creación simultánea y de las razones seminales. |
|||
=== Lucha contra las herejías === |
|||
===== ''De consensu Evangelistarum libri IV'' ===== |
|||
Fueron escritos hacia el año 400 en respuesta a los que acusaban a los evangelistas de contradecirse y de haber atribuido falsamente a [[Cristo]] la divinidad. |
|||
[[Archivo:Augustine and donatists.jpg|miniaturadeimagen|272x272px|La afinidad del juez con la Iglesia y las artes retóricas de san Agustín, llevó a la ilegalización del donatismo en 412. (''San Agustín y los donatistas'', [[Charles-André van Loo]]).]] |
|||
==== Polémicos ==== |
|||
Escribe contra los maniqueos, los donatistas, los pelagianos, el arrianismo y contra herejías en general. |
|||
Cuando Agustín nació, no habían pasado ni cincuenta años desde que [[Constantino I]] había legalizado el culto cristiano. Tras la implantación del cristianismo como religión oficial del imperio por [[Teodosio I el Grande]] surgieron múltiples interpretaciones de los evangelios. |
|||
Algunas de sus obras son: ''De natura boni liber I'', ''Psalmus contra partem Donati'', ''De peccatorum meritis et remissione et de baptismo parvolorum ad Marcellium libri III'' (de 412, primera teología bíblica de la redención, del pecado original y de la necesidad del bautismo), ''De gratia et libero arbitrio liber I'' (de 426, en el que demuestra la necesidad de la gracia de la existencia del libre albedrío), ''De haeresibus''... |
|||
Según Agustín, la [[herejía]] es la mala ''comprensión'' de la fe, por lo que es un problema de carácter racional, aunque no todo error lo es. En su tratado ''Herejías'' distingue 88, pero las principales con las que tuvo que lidiar fueron: el [[maniqueísmo]], el [[donatismo]], el [[pelagianismo]] y el [[arrianismo]]. |
|||
==== Tratados ==== |
|||
Están distribuidos en tres secciones: comentarios en [[Evangelio de Juan|San Juan]], exposiciones sobre los salmos y sermones. |
|||
* La lucha contra la doctrina de los maniqueos ocupa una parte importante dentro de sus obras [[apologética]]s, porque muchos creyeron que las enseñanzas de [[Mani]] arrojaban luz sobre la Escrituras. Con la cantidad de evangelios apócrifos, el maniqueísmo logró que muchos cristianos mantuviesen un dualismo entre estas dos creencias. Agustín redactó uno de sus principales textos anti-maniqueos al obispo [[Fausto (obispo maniqueo)|Fausto]]. Agustín critica la doctrina de esta herejía diciendo que representaba una distorsión de origen exterior al mensaje cristiano. |
|||
===== ''Tractatus in evangelium Ioanis'' ===== |
|||
Ciento veinticuatro discursos sobre el evangelio de [[Evangelio de Juan|San Juan]]. |
|||
* El donatismo fue una amenaza interior. Tras el [[Edicto de Tesalónica]], un grupo de creyentes arropados por el obispo [[Donato Magno|Donato]] se separaron de la Iglesia, a la que acusaban de ser condescendiente con los ''[[lapsi]]''. Esta lucha era prioritaria por razones doctrinales y políticas, ya que su carácter beligerante ponía en riesgo a la Iglesia del norte de África. El donatismo es como un exceso de fe, puesto que no admite en la Iglesia a los que en las persecuciones renegaron de la fe, separando así la institución de los seguidores. Para Agustín en cambio la Iglesia está constituida por hombres, los cuales son imperfectos, pero no por ello cuando «caen» (''lapsi'') pierden validez los sacramentos recibidos. Los donatistas conciben una Iglesia Pura de creyentes que buscan la perfección y no debe readmitir a los renegados. Agustín, pese a usar medidas represivas hacia los ''lapsi'', abogó por la acogida y el perdón y piensa que no necesitan ser readmitidos, puesto que siguen perteneciendo a la Iglesia. Las tensiones altas, como con los [[circunceliones]], llevaron a la prohibición del donatismo en Cartago con un imperial cristiano llamado Marcelino en 411. |
|||
Su obra más extensa es ''Enarrationes in Psalmos''. Se trata de la única exposición completa del salterio que nos ha llegado de la literatura artística. Compuesta desde el 392 al 416. |
|||
* El pelagianismo planteaba un problema de interpretación racional acerca del valor de las acciones realizadas por el creyente como mérito para ganarse la salvación. Agustín acusó al pelagianismo de no creer en el amor gratuito de Dios. La salvación para él no es un merecimiento exclusivo de la voluntad del hombre a la hora de realizar buenas obras, sino que también juega un papel muy importante la [[gracia divina|gracia]].<ref name=":0" /> Agustín no logró hacer desaparecer al pelagianismo en vida, aunque sus aportaciones en este tema fueron decisivas durante el [[Concilio de Éfeso]], realizado un año después de su muerte. |
|||
Los sermones son el fruto de la predicación por casi 40 años. En la biblioteca de Hipona se debían conservar unos tres o cuatro mil. Trata todos los temas de la Biblia y de la liturgia. |
|||
=== |
=== La concepción de la historia === |
||
El extenso epistolario agustiniano prueba su celo apostólico. Sus cartas son muy numerosas y a veces extensas. Fueron escritas desde el 386 al 430. Se pueden haber conservado unas 800. |
|||
La filosofía de la historia de Agustín describe un proceso que afecta a todo el género humano. Se trata de una historia universal constituida por una serie de eventos sucesivos que avanzan hacia un fin mediante la providencia divina.<ref>{{Cita web|url=http://www.filosofia.org/enc/ros/agustin.htm|título=San Agustín en el Diccionario soviético de filosofía|fechaacceso=10 de diciembre de 2019|sitioweb=www.filosofia.org}}</ref> |
|||
== Doctrina == |
|||
[[Archivo:Tiffany_Window_of_St_Augustine_-_Lightner_Museum.jpg|thumb|270px|Detalle de San Augustín en una vidriera por [[Louis Comfort Tiffany]] en el [[Lightner Museum]].]] |
|||
=== Razón y fe === |
|||
San Agustín comienza la búsqueda de la verdad de una manera casi desesperada. Ya a los diecinueve años se pasó al [[racionalismo]] y rechazó la fe en nombre de la razón. Sin embargo, poco a poco va descubriendo que la razón y la fe no se oponen, sino que su relación es de colaboración. La fe es un modo de pensar asistiendo, si no existiese el pensamiento, no existiría la fe. Por eso la inteligencia es la recompensa de la fe. La fe y la razón son dos campos que necesitan ser equilibrados y complementados. |
|||
Asimismo, describe los diferentes momentos de la historia: en primer lugar, la creación, seguida por la caída provocada por el pecado original, en el que el demonio introduce la degradación en el mundo: Dios ofrece el paraíso, pero el individuo escoge hacer un mal uso de su libertad, desobedeciéndolo. Le sigue el anuncio de la revelación, y la encarnación del hijo de Dios. La última etapa se logra por la redención del individuo por la Iglesia, que es la sexta de las edades del ser humano. |
|||
Esta postura se sitúa entre el [[fideísmo]] y el [[racionalismo]]. A los racionalistas le responde: ''Crede ut intelligas'' ("cree para comprender") y a los fideístas: ''Intellige ut credas'' ("comprende para creer"), pues es imposible creer sin razón. San Agustín quiere comprender el contenido de la fe, demostrar la credibilidad de la fe y profundizar en sus enseñanzas. |
|||
A diferencia de la concepción cíclica del tiempo y de la historia característica de la filosofía griega, Agustín basa su representación de la historia en una concepción literal, progresiva y finalista del tiempo. La historia ha tenido un inicio y tendrá un fin en el [[Juicio Final|Juicio final]], y se divide en seis edades, inspirándose en los seis días que usó Dios para realizar la creación: las [[Periodización#Periodizaciones bíblicas y otras periodizaciones milenaristas|Seis edades del mundo]], delimitadas por la creación del mundo, el [[diluvio universal]], la vida de [[Abraham]], el reinado de [[David]] (o la construcción del templo de Jerusalén, por Salomón), la cautividad en Babilonia y, por último, el nacimiento de Cristo, que inaugura la sexta edad. Esta última se prolonga hasta la segunda venida del Mesías para juzgar a los hombres en el final de los tiempos.<ref name=":4" /> La humanidad ha comenzado una nueva etapa, en la que el Mesías ha venido, y ha dado la esperanza de la resurrección: con Cristo, termina el humano antiguo, y se inicia la renovación espiritual en el humano nuevo. La consumación de la historia sería llegar al fin sin fin: la vida eterna, en el que reinará la paz, y no habrá ya más lucha. Nadie mandará sobre nadie, y se acabarán las luchas internas. Su tesis es que desde la venida de Cristo se vive en la última edad, pero la duración de esta solo Dios la conoce. |
|||
=== Filosofía === |
|||
Leyó y conoció de memoria muchas obras de filósofos, entré ellas estaban las de [[Cicerón]], [[Varrón]], [[Séneca]], [[Plotino]] y [[Porfirio]]. Sintió preferencia por los [[neoplatónicos]] que ejercieron una gran influencia en él, pero a los que corrigió. Esta predilección se basó en considerarles los filósofos clásicos más cercanos al cristianismo y por haber dado vida a una enseñanza común de la verdadera filosofía. Los principios que componen y en los que se inspira la filosofía de San Agustín son la ''interioridad'', ''participación'' e ''[[inmutabilidad]]''. |
|||
San Agustín intenta demostrar que se debe conciliar la libertad humana con la intervención de Dios, que no coacciona al individuo, sino que la ayuda. La acción del individuo ejerce con libertad, enmarcando la moral individual en una moral comunitaria. El proceso histórico del ser humano se puede explicar mediante la lucha dialéctica, el conflicto, entre las dos ciudades del mundo, que llegarán al final a la armonía.{{cita requerida}} |
|||
Con el primero hace una invitación al sujeto para que se vuelva a sí mismo, pero no para pararse en el sujeto, sino para que se dé cuenta de que en él hay algo más que lo trasciende. La mente humana está en relación con las realidades inteligibles e inmutables. Con este principio demuestra la existencia de Dios, prueba la espiritualidad del alma y su inmortalidad y además da una explicación psicológica de la Trinidad. |
|||
=== La ciudad de Dios === |
|||
El segundo principio podemos enunciarlo así: todo bien o es bien por su misma naturaleza y esencia, o es bien por participación; en el primer caso es el Bien sumo, en el segundo caso es un bien limitado. Esta participación puede ser: la participación del ser, de la verdad y del amor. |
|||
{{AP|La ciudad de Dios}} |
|||
En cuanto a la inmutabilidad, ''el ser verdadero, genuino y auténtico es sólo el ser inmutable''. No existe de alguna forma o en cierta medida, sino que es el Ser. Este principio vale para distinguir al ser por esencia del ser por participación. |
|||
[[Archivo:Ciudad de Dios y Ciudad terrena.jpg|miniaturadeimagen|«Donde no hay verdadera justicia no puede haber un pueblo según la definición de Cicerón». ''La ciudad de Dios''<ref>{{Cita publicación|url=http://publicaciones.eafit.edu.co/index.php/co-herencia/article/download/595/525/0|título=Cicerón y Agustín: contrafiguras |
|||
==== Dios y el hombre ==== |
|||
para pensar la política|apellidos=Rossi|nombre=Miguel Ángel|fecha=2005|publicación=Revista Universidad EAFIT|fechaacceso=|página=84|doi=|pmid=}}</ref>]] |
|||
La filosofía agustiniana se centra en dos temas esenciales: Dios y el hombre. |
|||
''La ciudad de Dios'' es uno de los libros más importantes del pensador. Es principalmente una obra teológica pero también de profunda filosofía. La primera parte del libro busca refutar las acusaciones [[Pagano|paganas]] de que la Iglesia y el cristianismo tuvieron la culpa de la decadencia del Imperio Romano y más particularmente del [[Saqueo de Roma (410)|saqueo de Roma]]. Predice el triunfo de un Estado cristiano sostenido por la Iglesia y defiende la teoría de que la historia tiene sentido, es decir, que existe la [[Divina providencia|Providencia]] divina para las naciones y para los individuos. |
|||
# '''Dios'''. Para llegar de la mente a Dios primero tenemos que preguntar al mundo, después volverse hacia uno mismo y por último trascenderse. El mundo responde que él ha sido creado y el itinerario continua; se procede a la ascensión interior, y el hombre se reconoce a sí mismo intuyéndose como ser existente, pensante y amante. Puede por ello ascender a Dios por tres vías: la vía del ser, de la verdad y del amor. Se trata de trascenderse a uno mismo, de poner nuestros pasos "allí donde la luz de la razón se enciende". Ahora bien, llegaremos a un Dios incomprensible, inefable. Este Dios es el ser sumo, la primera verdad y el eterno amor. |
|||
# '''El hombre'''. Agustín explora su misterio, su naturaleza, su espiritualidad y su libertad. Es un ''grande profundum'' y una ''magna quaestio''.<br /> |
|||
El compuesto humano está formado por el cuerpo y el espíritu. A pesar de lo que se dice de él, superó el espiritualismo helénico. La cárcel del alma no es el cuerpo humano, sino el cuerpo corruptible; el alma no puede ser sin él dichosa. Ésta fue creada de la nada.<br /> |
|||
Conforme avanza el libro, se convierte en un vasto drama cósmico de la creación, caída, revelación, encarnación y eterno destino. Según Agustín, las visiones de [[Clase social|clase]] y [[nacionalidad]] eran triviales comparadas con la clasificación que en verdad importa: si uno pertenece al «[[Pueblo elegido|pueblo de Dios]]».<ref name=":1">{{Cita libro|apellidos=Bassham|nombre=Gregory|enlaceautor=|título=''Libro de la filosofía. De los vedas a los nuevos ateos. 250 historias en la historia del pensamiento''.|url=|fechaacceso=|año=2017|editorial=Librero|isbn=978-90-8998-945-1|editor=|ubicación=|página=126|idioma=Español|capítulo=}}</ref> |
|||
La tesis fundamental que ayuda a entender el misterio del hombre es su creación a imagen de Dios, que es propia del hombre interior, de la mente. Pero ha sido deformada por el pecado y será la gracia la encargada de restaurarla.<br /> |
|||
El hombre sólo adhiriéndose al ser inmutable puede alcanzar su felicidad. En este encuentro de Dios y el hombre, Agustín examina la delicada cuestión de la gracia y la libertad. <br /> |
|||
Agustín defendió la libertad contra los maniqueos y la existencia de una sola alma y una sola voluntad: ''era yo mismo quien quería, yo quien no quería; yo era yo''. Por último, también exploró el tema de las pasiones, reduciéndolas a la raíz común del amor. En las pasiones advierte tres posibilidades: ausencia de pasiones, orden en las pasiones y desorden o concupiscencia, la cual le hace llegar a una guerra civil. |
|||
Desde la creación, en la [[historia]] coexisten la «ciudad terrenal» (''Civitas terrea''), volcada hacia el egoísmo; y la «ciudad de Dios» (''Civitas Dei''), que se va realizando en el amor a Dios y la práctica de las virtudes, en especial, la caridad y la [[justicia]]. Ni Roma ni ningún [[Estado]] es una realidad divina o eterna, y si no busca la justicia se convierte en un magno latrocinio. La ciudad de Dios, que tampoco se identifica con la Iglesia del mundo presente, es la meta hacia donde se encamina la humanidad y está destinada a los justos.<ref name=":0" /> |
|||
==== Ser, conocer, amar ==== |
|||
A los grandes problemas del ser, conocer y amar, le da tres soluciones, que son la creación, la iluminación y la sabiduría o felicidad. |
|||
#'''Creación.''' Explica el problema del origen de las cosas, diciendo que Dios creó todas las cosas de la nada. Existen tres maneras de proceder una cosa de otra: por generación, por fabricación o por creación. Esta última sólo es capaz de hacerla Dios. <br />La creación ha tenido lugar en el tiempo. Dios crea de la nada y crea según razones eternas (ideas ejemplares existentes en la mente Divina). Pero no todo es creado de la misma manera, Dios ha creado todo simultáneamente, pero unas cosas las ha creado en sí mismas y otras virtualmente, en sus gérmenes invisibles. Esta es la teoría de las rationes seminales.<br />Todas las cosas son buenas porque las ha creado Dios, y las ha creado porque ha querido. Por ello el mal no puede ser una sustancia sino que es defecto, privación. Hay dos especies de mal: el mal que el hombre sufre contra su voluntad y el mal que comete voluntariamente. El primero es el mal físico y el segundo es el mal moral. Los dos provienen de la deficiencia de la criatura. Sin embargo Dios no es la causa de ningún mal, solamente lo permite, ya que Él puede sacar bien del mal.<br />Otro tema es el del tiempo, éste es un “enigma intrincadísimo”. Podemos decir que es una distensión del alma que recuerda, intuye y aguarda. |
|||
#'''Iluminación'''. ''Nuestra iluminación es una participación del Verbo, es decir, de la vida que es luz de los hombres''. Dios, causa del ser, es también luz del conocer. Los hombres percibimos la verdad de nuestras afirmaciones en la verdad inmutable. El alma intelectiva es capaz de contemplar las cosas inteligibles en una luz incorpórea especial, la verdad inmutable. Así pues, la mente humana es iluminada divinamente y esto es el fundamento de la certeza de nuestros juicios.<br />Por último, podemos tener tres especies de conocimiento: el corporal, espiritual y el intelectual. |
|||
#'''La felicidad'''. El hombre obtiene la felicidad de Dios y esta felicidad es Dios mismo. Para él la felicidad es el gozo de la verdad y no puede ser dichoso quien no posee lo que ama, pero dichoso es sólo quien posee todo lo que quiere y no quiere nada malo. Otro paso más, no hay felicidad verdadera si no es eterna. Por eso sólo Dios, y no los bienes temporales, puede hacernos felices. Sin embargo aquí sólo poseemos la felicidad en esperanza. <br />San Agustín diferencia las cosas que deben ser amadas por sí mismas, como un fin al que llegar y del que gozar y las cosas que son medios para el fin y de las que solamente debemos servirnos. Si nos quedamos en los medios nunca llegaremos a poseer la verdadera felicidad. La historia será así el contraste dramático entre dos amores: de sí y de Dios. Dependiendo del amor que elijamos llegaremos a ser felices o no. |
|||
La división agustiniana en dos ciudades (y dos ciudadanías) influirá de forma decisiva sobre la historia del Occidente medieval, marcado por lo que se ha dado en llamar el «[[agustinismo político]]». El cristiano que se siente llamado a ser habitante de la ciudad de Dios y que ordena su vida de acuerdo con el ''[[Amor de Dios|amor Dei]]'' no puede evitar ser a la vez ciudadano de un pueblo concreto. Sea cual sea este pueblo, no podrá identificarse nunca de forma plena con la ideal ciudad de Dios, motivo por el que el cristiano permanecerá estructuralmente escindido entre dos ciudadanías: una de carácter estrictamente político, que es la que lo vincula con una ciudad o un estado concreto; y otra que no puede dejar de ser parcialmente política, pero que en buena parte es también espiritual.<ref>{{Cita web|url=https://www.kuyper.org/shop/the-politics-of-god-and-the-politics-of-man|título=The Politics of God and the Politics of Man|fechaacceso=28 de junio de 2019|sitioweb=Kuyper Foundation|idioma=en-GB}}</ref> |
|||
==== El tiempo y la eternidad ==== |
|||
El tiempo es creación de Dios, antes de crear el cielo y la tierra no había tiempo. Este implica un pasado, un futuro y un presente. Pero el pasado ya no existe y el futuro aún no es. En cuanto al presente es un continuado dejar de ser, un continuo tender hacia el no ser. |
|||
{{Cita|“La verdadera justicia no existe, excepto en esa república cuyo fundador y gobernante es Cristo”.||col2=}} |
|||
Agustín acabará concluyendo que el tiempo existe en el espíritu del hombre, porque es donde se mantienen presentes el pasado, el presente y el futuro. Por ello los tiempos son tres: El presente del pasado, el presente del futuro y el presente del presente. No reside en el movimiento sino en el alma. |
|||
La teoría de las dos ciudades plantea cómo ha de vivir el cristiano: debe tener la vista puesta en el fin último de la plena ciudadanía celestial, pero sin olvidar, a la vez, dar un sentido a su paso por esta vida terrestre, visto que la historia no parece que tenga que llegar de inmediato a su fin.<ref name=":0" /> |
|||
=== Teología === |
|||
Estos son los principios en que san Agustín se ha inspirado para hacer progresar la ciencia teológica: adhesión plena a la autoridad de la fe, deseo ardiente de alcanzar la inteligencia de la fe, firme persuasión de la originalidad de la doctrina cristiana, sentido profundo del misterio, subordinación constante de la teología a la caridad y atención a la precisión del lenguaje. |
|||
Teológicamente, ''La ciudad de Dios'' es un trabajo muy importante según su visión de la historia de la salvación y por haber dado cuerpo a las doctrinas clave del cristianismo como la [[Creación (teología)|creación]], el [[pecado original]], la [[Gracia divina|gracia de Dios]], la [[resurrección]], el [[Cielo (religión)|cielo]] y el [[infierno]]. |
|||
==== Doctrina trinitaria ==== |
|||
Comienza con la profesión de fe, expone las dificultades e interroga a las Escrituras para responder a aquellas. Estudia la unidad y propiedades de las tres personas divinas, las procesiones y misiones, las operaciones hacia fuera de la Trinidad (que son comunes a las tres personas divinas), propone la doctrina de las relaciones y recurriendo a la imagen de la Trinidad en el hombre, encaminando a éste al amor y a la contemplación de la Trinidad. |
|||
Filosóficamente, por mostrar cómo la filosofía sirve de valor para construir una visión exhaustiva del cristianismo, como por proveer un marco general dentro de la que se hizo la mayor parte de la [[filosofía política]] en el [[Cristiandad occidental|Occidente cristiano]] con una visión [[Utopía|utópica]],<ref name=":1" /> de forma que influyó en escritores cristianos como [[Bossuet]], [[Fénelon]], [[De Maistre]], [[Donoso Cortés]], entre otros. |
|||
Nos explica la igualdad (misma naturaleza) y distinción (distintas relaciones) de las personas divinas y la simplicidad de Dios, por la cual las personas se identifican con la naturaleza divina. |
|||
=== Teodicea agustiniana === |
|||
También son suyas la teología del [[Espíritu Santo]] y la explicación psicológica de la Trinidad: |
|||
*El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, pero principalmente del Padre, pues el Padre, que es el principio de la deidad, concede al Hijo el expirar el Espíritu Santo, éste procede como Amor y, por tanto, no es engendrado. |
|||
*La explicación psicológica de la Trinidad permite, ilustrar, a la vez, el misterio del hombre, creado a imagen de Dios. Esta imagen sólo la encuentra en el hombre interior y la expresa con esta fórmula: memoria, inteligencia y voluntad. |
|||
{{AP|Teodicea agustiniana}} |
|||
==== Doctrina cristológica ==== |
|||
A san Agustín le interesaba especialmente el «[[problema del mal]]», atribuido a [[Epicuro]], quien había afirmado: «Si Dios puede, sabe y quiere acabar con el mal, ¿por qué existe el mal?». Este hecho fundamental se convierte en un argumento contra la existencia de Dios, todavía usado por [[Ateísmo|ateos]] y críticos de las religiones. Las respuestas ante el argumento que intentan demostrar racionalmente la coherencia de la existencia del mal y Dios en el mundo, se llaman [[teodicea]]. |
|||
Gran claridad en la formulación: una persona en dos naturalezas. Defiende la doctrina contra todas las herejías y presenta a Cristo como ejemplo diáfano de la gratuidad de la gracia. |
|||
Agustín dio varias respuestas a esta cuestión con base en el [[libre albedrío]] y la naturaleza de Dios: |
|||
Expresa la unidad de la persona y dualidad de las naturalezas en Cristo de la siguiente manera: ''Aquel que es Dios es también hombre, y aquel que es hombre es también Dios; no por la confusión de las naturalezas, sino por la unidad de la persona''. Esta unión es admirable y la mejor analogía es la unión que se produce en el hombre, la del cuerpo y del alma en la unidad de la persona. |
|||
* San Agustín cree que Dios creó todo bueno. El mal no es una entidad positiva, luego no puede «[[ser]]», como afirman los maniqueos, pues según Agustín, el mal es la ausencia o deficiencia de bien y no una realidad en sí misma. San Agustín toma esta [[Intelectualismo socrático|idea de Platón]] y sus seguidores, donde el mal no es una entidad, sino ignorancia.<ref>{{Cita publicación|url=http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S1665-13242009000100006&lng=es&nrm=iso&tlng=es|título=El tratamiento agustiniano del problema del mal: una vindicación frente a las críticas secularistas|apellidos=Cordero Hernández|nombre=Juan|fecha=2009-06|publicación=Signos filosóficos|volumen=11|número=21|páginas=169–184|fechaacceso=16 de junio de 2020|issn=1665-1324}}</ref> |
|||
En virtud de la comunicación de idiomas Agustín defiende que Dios ha nacido, que Dios ha sido crucificado, que Dios ha muerto. |
|||
* Para San Agustín la palabra "mal" es una ausencia de algo. Esta no cuenta con propiedades intrínsecas. El mal es una restricción del sistema en sí. Es una restricción dinámica interna del mundo. El argumento de Agustín dice que cuando se siente que no hay sentido en la vida hay un vacío, y que el mal se da por las decisiones propias. La única forma de alejarse del mal es llenándose de plenitud. Si Dios es esta substancia o fuente de la realidad primordial, entonces el mal es la privación de la sustancia por las propias decisiones. Esto quiere decir que el mal no existe substancialmente, sino que existe por la privación del bien o de Dios. |
|||
* Agustín argumenta que los seres humanos son entidades racionales. La racionalidad consiste en la capacidad de evaluar opciones por medio del razonamiento, y por consiguiente, Dios les tuvo que dar libertad por naturaleza, lo que incluye poder elegir entre bien y mal. Dios tuvo que dejar la posibilidad de Adán y Eva en desobedecerle, lo que exactamente sucedió según la Biblia. A esto se le conoce como la [[Defensa de Alvin Plantinga del libre albedrío|defensa del libre albedrío]].<ref name=":5" /> |
|||
* Para Agustín, Dios permitía los males naturales porque son justo castigo al pecado, y aunque los animales y bebés no pecan, son merecedores del castigo divino, siendo los niños herederos del [[pecado original]].<ref name=":02">{{Cita libro|título=El libro de la filosofía: de los Vedas a los nuevos ateos, 250 hitos en la historia del pensamiento|url=https://www.worldcat.org/oclc/1123026787|editorial=Librero|fecha=2018|fechaacceso=|isbn=9789089989451|oclc=1123026787|apellidos=Bassham|nombre=Gregory|enlaceautor=|año=|editor=|ubicación=|página=444|idioma=|capítulo=}}</ref> |
|||
* Finalmente, Agustín sugiere que se debe observar el mundo como algo bello. Aunque el mal exista, este contribuye a un bien general mayor que la ausencia del mismo, así como las disonancias musicales pueden hacer más hermosa una melodía.<ref name=":5">{{Cita libro|apellidos=Montserrat,|nombre=Asensio,|título=El libro de la filosofía|url=https://www.worldcat.org/oclc/1025681684|fechaacceso=1 de agosto de 2018|fecha=cop. 2011|editorial=Akal|isbn=9788446034261|edición=1ª ed|oclc=1025681684|apellidos2=Will.|nombre2=Buckingham,|apellidos3=Antón,|nombre3=Corriente,}}</ref> |
|||
=== Ética === |
|||
Por último Agustín aclara que la naturaleza humana fue asumida a la unión personal con el Verbo en el mismo instante en que fue creada. |
|||
[[Archivo:Nuremberg chronicles - Augustine (CXXXVIr).jpg|miniaturadeimagen|San Agustín de Hipona en las ''[[Crónicas de Núremberg]]]] |
|||
==== Mariología ==== |
|||
El concepto del [[amor]] es central en la doctrina teológica cristiana, que alude al núcleo temático relacionado con la figura de Cristo. El concepto de amor en San Agustín es tan preponderante que ha sido objeto de estudio por parte de ilustres figuras intelectuales como [[Hannah Arendt]]. Para san Agustín: |
|||
Cuatro puntos: |
|||
* Por la comunicación de idiomas defiende la maternidad divina: "Dios ha nacido de una mujer". |
|||
* La virginidad perpetua: "Virgen concibió, Virgen dio a luz y Virgen permaneció". |
|||
* La santidad de María. Es inmune a todo pecado. |
|||
* La relaciones entre María y la Iglesia. María es modelo de la Iglesia por el esplendor de sus virtudes y por la gracia de ser corporalmente lo que la iglesia debe ser espiritualmente. |
|||
{{Cita|el amor es una perla preciosa que, si no se posee, de nada sirven el resto de las cosas, y si se posee, sobra todo lo demás.}} |
|||
==== Soteriología ==== |
|||
Para defender la Iglesia contra los pelagianos y paganos profundizó en la soteriología y la gracia desarrollando los siguientes puntos: |
|||
* Cristo es el único mediador y en cuanto hombre Dios. |
|||
* Cristo es el mediador en cuanto redentor. Cristo se encarnó para redimir a los hombres del pecado. La redención es necesaria pues nadie puede salvarse sin Cristo; es objetiva (la redención), porque no consiste sólo en el ejemplo, sino que la reconciliación con Dios es universal ya que Cristo murió por todos los hombres. De esta teología de la redención, San Agustín, deduce la teología del pecado original: consiste en un alejamiento de Dios, precisamente porque Cristo nos ha reconciliado a todos los hombres con Dios. |
|||
* Cristo como sacerdote y sacrificio. Cristo quiso ser no sólo sacerdote, sino además sacrificio. |
|||
{{Cita|«Ama y haz lo que quieras: si callas, calla por amor; si gritas, grita por amor; si corriges, corrige por amor; si perdonas, perdona por amor. Exista dentro de ti la raíz de la caridad; de dicha raíz no puede brotar sino el bien».<ref>Serna Holanda, Blas. ''Activación de la inteligencia''. Editorial LibrosEnRed, 2004. {{ISBN|9789875611276}}, p.{{esd}}50.</ref>||col2=|col3=}}También Agustín formuló una versión propia de la cita bíblica "[[Amor al prójimo (cristianismo)|ama al prójimo como a ti mismo]]" de la siguiente forma: |
|||
==== Antropología sobrenatural ==== |
|||
{{Cita|''Cum dilectione hominum et odio vitiorum''||col2=}} |
|||
La doctrina católica discurre entre los opuestos errores de los maniqueos y de los pelagianos. Defendió la existencia del pecado original, la bondad de las cosas, la remisión total y perfecta de los pecados en el bautismo, se opuso a la tesis pelagiana de impecancia, enseñó la necesidad de la gracia y la libre cooperación del hombre. |
|||
Que traducido significa "con amor a la humanidad y odio a los pecados", a menudo citado como "ama al pecador pero no al pecado".<ref name=":2" /> Agustín dirigió a muchos clérigos bajo su autoridad en Hipona para liberar a sus esclavos "como un acto de piedad".<ref>{{Cita libro|título=A Select Library of the Nicene and Post-Nicene Fathers of the Christian Church|url=http://archive.org/details/aselectlibraryof03unknuoft|editorial=Eerdmans|fecha=1956|fechaacceso=2021-04-28|apellidos=Augustine|nombre=Saint|nombre2=|apellidos2=|nombre3=|apellidos3=|editor=Philip Schaff|página=516|idioma=en|capítulo=Of the Work of Monks, n. 25|volumen=vol. 3}}</ref> San Agustín también dijo: |
|||
A continuación se tratarán las doctrinas del pecado original, la justificación, la gracia y la predestinación. |
|||
# En el pecado original distingue entre existencia y naturaleza. Defendió su existencia con todos los argumentos de la teología, bíblicos, litúrgicos, artísticos y de razón: la finalidad soteriológica de la encarnación, Rm 5,12-19, el bautismo de los niños, la tradición y el problema del mal. En cuanto a su naturaleza, reconoce su carácter misterioso. Afirma que se trasmite por propagación y lo define de la siguiente manera: el pecado original es la concupiscencia unidad al reato. Por último, es falso que san Agustín identificara [[pecado original]] y concupiscencia. |
|||
{{Cita|Nos hiciste, Señor, para Ti, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en Ti.}} |
|||
# Para comprender la justificación, hay que distinguir entre remisión de los pecados y renovación interior: la remisión de los pecados es plena y total y la renovación interior es progresiva y alcanza su perfección sólo en la resurrección. La justificación cristiana comporta ya en esta vida la restauración de la imagen de Dios, aunque plenamente sólo se alcanza en el más allá. Antes del pecado, el hombre gozaba de la libertad menor, consistía en poder no pecar y poder no morir; después de la resurrección gozará de libertad mayor, que consiste en no poder pecar y no poder morir. Esta idea de justificación es escatológica. |
|||
# La gracia adyuvante. La gracia no es la creación, ni la ley, ni la sola justificación. Su función es alejar los obstáculos que nos impiden hacer el bien. Es el Don gracioso de Dios, la inspiración de la caridad, es un don gratuito de la benevolencia divina. El doctor de la gracia, afirma la absoluta necesidad de esta gracia para poder evitar el pecado y para alcanzar la salvación. Esta gracia es eficaz, pero para explicarlo entramos en el tema delicadísimo de la libertad y el don divino. El libre albedrío no es aniquilado por la gracia, sino que es fortalecido. "Aquel no sucumbe porque es ayudado, sino que es ayudado para que no sucumba". Hay una armonía entre la gracia y la libertad. |
|||
# La predestinación es ''la presciencia de Dios y la preparación de sus beneficios, por los cuales certísimamente se salva todo el que se salva''. Agustín ha enseñado dos verdades contrarias en apariencia: la gratuita predilección de Dios por los elegidos y el amor de Dios por todos los hombres. Dios tiene siempre en su haber una gracia que ningún corazón, por puro que sea, podrá jamás rechazar, entonces ¿por qué no la usa con todos y permite que algunos perezcan? Agustín responde que no sabe. Esta doctrina también tiene un significado pastoral, pretende ayudar al cristiano a evitar la presunción y la desesperación. |
|||
Para el santo, Dios creó a los seres humanos para Él, y por ello los seres humanos no van a estar plenos hasta que descansen en Dios. Como para otros [[Padres de la Iglesia]], para Agustín de Hipona la ética social implica la condena de la injusticia de las riquezas y el imperativo de la solidaridad con los desfavorecidos: |
|||
==== La Iglesia ==== |
|||
La [[Iglesia Católica|iglesia]] es uno de los temas centrales de San Agustín. La estudió como hecho histórico, los motivos de su credibilidad y como comunión y cuerpo místico de Cristo. Cuando habla de ella se puede referir a la comunidad de fieles, a la comunidad de los justos, o a la comunidad de los predestinados. |
|||
{{Cita|Las riquezas son injustas o porque las adquiriste injustamente o porque ellas mismas son injusticia, por cuanto tú tienes y otro no tiene, tú vives en la abundancia y otro en la miseria.|Psalmos 48|col2=|col3=}} |
|||
Defiende su unidad, catolicidad, apostolicidad y santidad. Asegura que el bautismo es válido también fuera de la iglesia aunque aproveche sólo en ella. La Iglesia se extiende más allá de sus confines institucionales y tiende hacia la eternidad. Es, aunque no exclusivamente, escatológica, pues sólo entonces los pecadores serán separados de los justos. |
|||
San Agustín era insistente en la idea de [[justicia]]. [[Upton Sinclair]] cita a Agustín en ''The Cry for Justice'', una recopilación de citas contra la [[Justicia social|injusticia social]]:<ref>{{Cita web|url=https://en.wikiquote.org/wiki/The_Cry_for_Justice|título=The Cry for Justice - Wikiquote|fechaacceso=12 de agosto de 2019|sitioweb=en.wikiquote.org|idioma=en}}</ref> |
|||
Soluciona el problema de la presencia de los pecadores en la iglesia diciendo que es un cuerpo mixto y que los pecadores no contaminan las virtudes de los buenos, por eso sigue santa aún a pesar de aquellos. Los pecadores forman parte de la iglesia sólo en apariencia, los justos poseen realmente la justicia, son hijos de Dios. |
|||
{{Cita|Las superfluidades de los ricos son las necesidades de los pobres. Quienes poseen superfluidades, poseen los bienes de los demás.||col2=|col3=}} |
|||
El núcleo central de la eclesiología es Cristo, que está siempre presente obrando en la Iglesia, el Espíritu Santo es el alma del cuerpo místico y por ello el principio de comunión. La Iglesia es también ahora reino de Cristo. |
|||
Agustín de Hipona defendió asimismo el bien de la [[paz]] y procuró promoverla: |
|||
==== Escatología ==== |
|||
Se opuso a la concepción platónica de la historia, defendió la resurrección de los cuerpos, cuerpos de verdad pero incorruptibles. Esclareció la eternidad de las penas. No admitió la apocatástasis de [[Orígenes]]. |
|||
{{Cita|Acabar con la guerra mediante la palabra y buscar o mantener la paz con la paz y no con la guerra es un título de gloria mayor que matar a los hombres con la espada.|Epístola 229}} En ''La ciudad de Dios'', san Agustín ataca la tradición romana, incluidos mitos como el de [[Lucrecia]], una dama que, tras ser violada por el hijo del último rey de Roma, se [[Suicidio|suicidó]] clavándose un puñal. Para los romanos, Lucrecia era el más digno modelo de integridad moral. No para Agustín, quien considera que su muerte añadió un crimen a otro crimen, pues «quien se mata, mata a un hombre y, por tanto, contraviene la [[ley divina]]».<ref name=":0" /> |
|||
Insistió en la dimensión social y cristológica para explicar la felicidad del cielo. El cielo es la "insaciable saciedad". Antes de la resurrección no poseemos y esta felicidad plenamente, sino sólo una "consolación de la tardanza". |
|||
Agustín, en varios momentos de sus obras, dedicará atención a la [[mentira]]. En ''Sobre la mentira'', clasificó las mentiras como dañosa o jocosa, y distingue al mentiroso (quien disfruta con la mentira) del embustero (lo hace en ocasiones sin querer o para agradar).<ref name=":3">{{Cita web|url=https://2018.reflexionesmarginales.com/analisis-y-critica-de-la-mentira-en-el-pensamiento-de-san-agustin/|título=Análisis y crítica de la mentira en el pensamiento de San Agustín|fechaacceso=30 de septiembre de 2019|fecha=28 de marzo de 2019|sitioweb=Reflexiones Marginales}}</ref> Al igual que [[Immanuel Kant|Kant]], no considera lícito mentir para salvar la vida de una persona.<ref>{{Cita web|url=https://www.augustinus.it/spagnolo/menzogna/index2.htm|título=Sobre la mentira; Capítulo VIII - No se puede mentir para salvar a otros|fechaacceso=30 de septiembre de 2019|autor=San Agustín|sitioweb=www.augustinus.it}}</ref> |
|||
Por último, admitió la existencia del purgatorio. |
|||
{{Cita|“La mentira capital y la primera que hay que evitar decididamente es la mentira en la doctrina religiosa. […]La segunda es la que daña injustamente a alguien, es decir, que perjudica a alguno, y no aprovecha a nadie. La tercera es la que favorece a alguno, pero perjudica a otro, aunque no sea en torpeza alguna corporal. La cuarta es la cometida por el puro apetito de mentir y engañar, que es la pura mentira a secas. La quinta es la que se comete por querer agradar en la conversación. La sexta es la que aprovecha a alguno, sin perjudicar a nadie. […]La séptima es la que, sin perjudicar a nadie, favorece a alguno, exceptuando el caso de que pregunte el juez. […] La octava es la que, sin perjudicar a nadie, aprovecha a alguien para evitar ser mancillado en el cuerpo”.|San Agustín, ''De mendacio'', 510-511.|col2=|col3=}} |
|||
==== |
==== Teoría del mandato divino ==== |
||
{{Extracto|Teoría del mandato divino|Agustín}} |
|||
La espiritualidad agustiniana se orienta al culto y amor de la Trinidad, tiene por centro a Cristo, se da dentro de la vida de la iglesia, su tarea es la restauración de la imagen de Dios en el hombre y se nutre de la sabiduría de las Escrituras. |
|||
=== Política === |
|||
Sus líneas esenciales son: |
|||
*La vocación universal a la santidad. Todos los cristianos pueden alcanzar la salvación. |
|||
[[Archivo:Saint Augustine of Hippo.jpg|miniaturadeimagen|San Agustín de Hipona, uno de los Padres de la Iglesia más activos contra el [[priscilianismo]].|346x346px]] |
|||
*La Caridad, centro, alma y medida de la perfección cristiana. Esta es el contenido de las escrituras, el fin de la teología, la síntesis de la filosofía y la esencia y medida de la perfección cristiana. Pone en un juego el dinamismo cristiano y el único deseo que tiene es a Dios. |
|||
*La humildad, condición indispensable para el crecimiento de la caridad. Tenemos que reconocer lo que somos: creaturas, hemos de reconocer la gratuidad de la gracia. |
|||
A medida que fue aumentando la influencia de la Iglesia, su relación con el Estado se tornó conflictiva. Uno de los primeros filósofos políticos que trató este tema fue Agustín de Hipona en su intento de integrar la filosofía clásica en la religión. Recibió la poderosa influencia de los escritos de [[Platón]] y [[Cicerón]], que también fueron el fundamento de su pensamiento político. |
|||
*La purificación, ley de las ascensiones interiores. Necesitamos de la ascesis para crecer en la caridad. |
|||
*La necesidad de elaboración. El hombre ha de ser maestro o de oración y preparar su corazón para recibir lo que Dios quiera dar. Esta oración debe llevarnos a los demás, que es de índole social. |
|||
Como ciudadano de Roma, creía en la tradición de un Estado obligado por leyes, pero como humanista coincidía con [[Aristóteles]] y Platón en que el objetivo del Estado es facilitar que su pueblo lleve una vida buena y virtuosa. Para un cristiano esto significaba vivir según las leyes divinas sancionadas por la Iglesia. Agustín pensaba que en la práctica son pocas las personas que viven según esas leyes y que la mayoría vive en pecado. Distinguía entre la ciudad de Dios y la ciudad terrenal. En esta última predominaba el pecado. |
|||
*La ascensión por los grados del alma hacia Dios. Describe cuatro grados: virtud, serenidad, entrada y morada o contemplación. |
|||
Para san Agustín, un modelo [[Teocracia|teocrático]] bajo la influencia de la Iglesia sobre el Estado es la única forma de asegurar que las leyes terrenales se dicten con referencia las divinas, lo que permite que la gente viva en la ciudad de Dios, ya que "una ley injusta no es ninguna ley en absoluto".<ref>''De Libero Arbitrio'', Libro 1, § 5</ref> |
|||
Disponer de esas leyes justas es lo que distingue un estado de una banda de ladrones. Sin embargo, Agustín señala además que incluso en una ciudad terrenal pecadora, la autoridad del Estado es capaz de asegurar el orden por medio de las leyes y que todos tienen motivos para desear el orden. |
|||
{{Cita|Sin la justicia, ¿qué serían en realidad los reinos sino bandas de ladrones?, ¿y qué son las bandas de ladrones si no pequeños reinos? […] Por ello, inteligente y veraz fue la respuesta dada a [[Alejandro Magno]] por un pirata que había caído en su poder, pues habiéndole preguntado el rey por qué infestaba el mar, con audaz libertad el pirata respondió: por el mismo motivo por el que tú infestas la tierra; pero ya que yo lo hago con un pequeño bajel me llaman ladrón, y a ti porque lo haces con formidables ejércitos, te llaman emperador.|San Agustín, ''La ciudad de Dios'', IV, 4.}} |
|||
Agustín adoptó la definición de Cicerón de comunidad como argumento en contra de la responsabilidad del cristianismo de la [[Caída del Imperio romano de Occidente|caída de Roma]].<ref>{{Cita web|url=https://iep.utm.edu/cicero/|título=Cicero {{!}} Internet Encyclopedia of Philosophy|fechaacceso=2021-08-24|idioma=en-US}}</ref>{{VT|Agustinismo político|l1=Agustinismo político}}En ''[[La ciudad de Dios|De Civitate Dei]]'', defendió el [[derecho divino de los reyes]]. Si bien la "Ciudad de los hombres" y la "Ciudad de Dios" podrían tener diferentes propósitos, ambas fueron establecidas por Dios y sirvieron a su última voluntad. Aunque la "Ciudad del Hombre", el mundo del poder secular, puede parecer impío y gobernado por pecadores, fue colocada en la Tierra para proteger la "Ciudad de Dios". De modo que, los monarcas habían sido colocados en su trono para los propósitos de Dios, y cuestionar su autoridad equivalía a cuestionar la de Dios. |
|||
==== Guerra justa ==== |
|||
{{AP|Guerra justa}} |
|||
La insistencia en la justicia con sus raíces en la doctrina cristiana también la aplicó San Agustín a la [[guerra]]. Consideraba que toda guerra es malvada y que atacar y saquear a otros estados es injusto, pero aceptaba que existe una «guerra justa» librada por una causa justa, como defender el Estado de una agresión o restaurar la paz, si bien hay que recurrir a ella con remordimientos y como último recurso.<ref>{{Cita libro|apellidos=1962-|nombre=Kelly, Paul Joseph|título=El libro de la política|url=https://www.worldcat.org/oclc/894660116|fechaacceso=30 de junio de 2018|fecha=D.L. 2014|editorial=Akal|isbn=9788446040033|oclc=894660116}}</ref> En ''Contra Fausto'' justifica la violencia como «mal necesario» para hacer volver a herejes y paganos al camino recto de la fe, argumento que será utilizado a partir del {{siglo|IX|0|s}} por el [[papa]]do para legitimar la lucha contra los [[infiel]]es dando origen, posteriormente, a fenómenos como las [[cruzadas]] o la [[Inquisición]].<ref>{{Cita libro|apellidos=Lenoir|nombre=Frédéric|título=Breve tratado de historia de las religiones|año=2018|editorial=Herder Editorial|isbn=978-84-254-3976-6|ubicación=Barcelona|páginas=155-156|año-original=2008}}</ref> |
|||
== Recepción == |
== Recepción == |
||
San Agustín tiene gran importancia en la historia de la cultura europea. Sus ''Confesiones'' suponen un modelo de biografía interior para muchos autores, que van a considerar la introspección como elemento importante en la literatura. Concretamente, [[Petrarca]] va a ser un gran lector de San Agustín: su descripción de los estados amorosos enlaza con ese interés por el mundo interior que encuentra en San Agustín. |
|||
Por otro lado, San Agustín va a ser un puente importante entre la Antigüedad y la cultura cristiana. El especial aprecio que tiene por [[Virgilio]] y [[Platón]] va a marcar fuertemente los siglos posteriores. Así, se puede decir que la Edad Media, hasta el siglo XIII y el redescubrimiento de [[Aristóteles]], va a ser platónica. El especial aprecio por Virgilio se va a manifestar, por ejemplo, en la ''[[Divina Comedia]]'' de [[Dante Alighieri]]. |
|||
San Agustín tiene gran importancia en la historia de la [[cultura de Europa]]. Sus ''[[Confesiones]]'' suponen un modelo de biografía interior para muchos autores, que van a considerar la introspección como elemento importante en la literatura. Concretamente, [[Petrarca]] fue un gran lector del santo: su descripción de los estados amorosos enlaza con ese interés por el mundo interior que encuentra en san Agustín. [[René Descartes|Descartes]] descubrió la autoconciencia, que señaló el inicio de la [[filosofía moderna]], copiando su principio fundamental (''[[cogito ergo sum]]''/''pienso luego existo''), no literalmente pero sí en cuanto al sentido, de san Agustín (''si enim fallor, sum''/''si me equivoco, existo'': ''De civ. Dei'', 11, 26). |
|||
== Otras informaciones == |
|||
Es patrón de las localidades en [[España]] de [[Avilés]] ([[Principado de Asturias]]), [[Erandio]] ([[Vizcaya]]), Fernán Caballero ([[Ciudad Real]]) y Ojos ([[Murcia]]). |
|||
Por otro lado, san Agustín va a ser un puente importante entre la antigüedad clásica y la cultura cristiana. El especial aprecio que tiene por [[Virgilio]] y [[Platón]] va a marcar fuertemente los siglos posteriores. |
|||
San Agustín era de ascendencia [[bereberes|bereber]]<ref>(a) "Bereberes: ...Los más conocidos de ellos fueron el autor romano Apuleyo, el emperador romano Septimio Severo, y San Agustín, cuya madre fue una bereber", ''[[Encyclopedia Americana]]'', Scholastic Library Publishing, 2005, v. 3, p. 569 (b) "Agustín era un nativo del norte de África cuya familia no era romana sino bereber", [[:en:Norman Cantor|Norman Cantor]], ''The Civilization of the Middle Ages'', Harper Perennial, 1994, p.74 (c) [[Étienne Gilson]], ''Le philosophe et la théologie (1960)'', Vrin, 2005, p.175 (d) [[:fr:Henri-Irénée Marrou|Henri-Irénée Marrou]], ''Crise de notre temps et réflexion chrétienne de 1930 à 1975'', Beauchesne, 1978, p.177 (e) [[:fr:Claude Lepelley|Claude Lepelley]], ''Saint Augustin et le rayonnement de sa pensée'' dans ''Histoire du Christianisme'', Seuil, 2007. p.122 (f) [[:fr:Serge Lancel|Serge Lancel]], ''Saint-Augustin'', Fayard, 1999, p.20 (g) [[:fr:Gilbert Meynier|Gilbert Meynier]], ''L'Algérie des origines'', La Découverte, 2007, p.73 (h) [[:fr:Grand Larousse encyclopédique|Grand Larousse encyclopédique]], Librairie Larousse, 1960, t.1, p.144 (i) [[François Mauriac]], ''Bloc-notes, 1952-1957'', Flammarion, 1958, p. 320 etc </ref> y el santo más grande de la iglesia bereber de [[Argelia]]. |
|||
Dos son las principales escuelas del pensamiento filosófico y teológico católico: la [[platón]]ico-agustiniana y la [[Aristóteles|aristotélico]]-[[tomás de Aquino|tomista]]. La [[Edad Media]], hasta el {{siglo|XIII||s}} y el redescubrimiento de [[Aristóteles]], va a ser platónica-agustina. |
|||
== Notas y referencias == |
|||
{{Listaref}} |
|||
El filósofo [[Bertrand Russell]] quedó impresionado por la meditación de Agustín sobre la naturaleza del tiempo en las ''Confesiones'', comparándola favorablemente con la versión de [[Immanuel Kant|Kant]]: |
|||
== Bibliografía == |
|||
* {{cita libro |
|||
{{Cita|"Yo mismo no estoy conforme con esta teoría, por cuanto hace del tiempo algo mental. Pero es claramente una teoría muy hábil, digna de ser considerada en serio. Yo iría más lejos y diría que es un gran avance respecto a cuanto se halla en la filosofía griega. Contiene una exposición mejor y más clara que la de Kant de la teoría subjetiva del tiempo —una teoría que, desde Kant, ha sido ampliamente aceptada entre los filósofos—".|Bertrand Russell, ''[[Historia de la filosofía occidental (Russell)|Historia de la filosofía occidental]]''<ref>{{Cita libro|edición=5a ed|título=Historia de la filosofía occidental|url=https://www.worldcat.org/oclc/32567359|editorial=Espasa Calpe|fecha=1994|fechaacceso=29 de junio de 2019|isbn=8423966321|oclc=32567359|apellidos=Russell, Bertrand, 1872-1970.|apellidos2=Dorta, Antonio.|nombre=|enlaceautor=|año=|editor=|ubicación=|página=364|idioma=|capítulo=|traductores=Julio Gómez de la Serna & Antonio Dorta}}</ref>|col2=}}Los análisis y críticas de Agustín aún son vigentes, pues filósofos contemporáneos como [[Hannah Arendt]] y [[Jacques Derrida]] se orientan, en sus reflexiones, por el autor de ''La ciudad de Dios''.<ref name=":3" /> |
|||
| autor = '''San Agustín''' |
|||
| título = Obras completas de San Agustín |
|||
La figura de Agustín inspiró diferentes comedias áureas dentro del popular subgénero de la comedia de santos. Una de los casos más célebres es el de [[Lope de Vega]], autor de ''El divino africano'' (''ca''. 1610), donde se representa la conversión de Agustín desde el [[maniqueísmo]] hacia la Fe cristiana.<ref>{{Cita publicación|url=https://www.academia.edu/64776054/La_construcci%C3%B3n_del_personaje_de_San_Agust%C3%ADn_en_El_divino_africano_de_Lope_de_Vega|título=La construcción del personaje de San Agustín en El divino africano de Lope de Vega|apellidos=Montalvo Mareca|nombre=Sergio|publicación=Actas del X Congreso Asiático de Hispanistas, Seúl, Universidad de Hankuk de Estudios Extranjeros-Instituto de Estudios Latinoamericanos (HK+), 2021, pp. 241-254. {{ISBN|979-11-5556-213-0}}.}}</ref> |
|||
| año = |
|||
| editorial = 41 volúmenes. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos |
|||
=== Agustín y la ciencia === |
|||
| id = ISBN 978-84-220-0448-6 |
|||
}} |
|||
Según el científico [[Roger Penrose]], san Agustín tuvo una «intuición genial» acerca de la relación espacio-tiempo, adelantándose 1500 años a [[Albert Einstein]] y a la [[teoría de la relatividad]] cuando Agustín afirma que el universo no nació en el tiempo, sino con el tiempo, que el tiempo y el universo surgieron a la vez.<ref>[http://www.jornada.unam.mx/2007/04/29/sem-carlos.html El universo según Penrose]</ref> Esta afirmación de Agustín también es rescatada por el colega de Penrose, [[Paul Davies]]. |
|||
* {{cita libro |
|||
| autor = – |
|||
Agustín, quien tuvo contacto con las ideas del [[evolución biológica|evolucionismo]] de [[Anaximandro]], sugirió en su obra ''La ciudad de Dios'' que Dios pudo servirse de seres inferiores para crear al hombre al infundirle el alma. Defendía así la idea de que a pesar de la existencia de Dios, no todos los organismos y lo inerte salían de Él, sino que algunos sufrían variaciones evolutivas en tiempos históricos a partir de creaciones de Dios.<ref>{{Cita web |url=http://culturaglobal.wikispaces.com/Evolucionismo+y+cristianismo |título=Evolucionismo y cristianismo |fechaacceso=2 de octubre de 2010 |fechaarchivo=15 de abril de 2018 |urlarchivo=https://web.archive.org/web/20180415110702/http://culturaglobal.wikispaces.com/Evolucionismo+y+cristianismo |deadurl=yes }}</ref> |
|||
| título = Sobre la música. Seis libros |
|||
| año = 2007 |
|||
== Obras == |
|||
| editorial = Madrid: [[Editorial Gredos]] |
|||
| id = ISBN 978-84-249-2864-3 |
|||
[[Archivo:Enarrationes in Psalmos. Agustín de Hipona.jpg|miniaturadeimagen|''Enarrationes in Psalmos'' [1-83] (''Comentarios a los salmos''). Manuscrito iluminado del {{siglo|XII||s}}. Biblioteca histórica de la [[Universidad de Valencia]].]] |
|||
}} |
|||
* {{cita libro |
|||
San Agustín fue un autor prolífico que dejó una gran cantidad de obras, elaboradas desde el 386 hasta el 419, tratando temas diversos. Algunas de ellas son:<ref>[http://www.agustinosrecoletos.com/estaticos/view/3-obra-de-san-agustin Obra de san Agustín. Agustinos Recoletos] {{Wayback|url=http://www.agustinosrecoletos.com/estaticos/view/3-obra-de-san-agustin |date=20130404112004 }}</ref> |
|||
| autor = – |
|||
| título = Ciudad de Dios (libros I-VIII) |
|||
{{columnas}} |
|||
| año = 2007 |
|||
;Autobiográficas |
|||
| editorial = Madrid: Editorial Gredos |
|||
* ''[[Confesiones]]'' |
|||
| id = ISBN 978-84-249-2883-4 |
|||
* ''[[Retractaciones]]'' |
|||
}} |
|||
;Filosóficas |
|||
* ''Contra los académicos'' |
|||
* ''La vida feliz'' |
|||
* ''El orden'' |
|||
* ''Soliloquios'' |
|||
* ''La inmortalidad del alma'' |
|||
* ''La dialéctica'' |
|||
* ''La dimensión del alma'' |
|||
* ''El libre albedrío'' |
|||
* ''La música'' |
|||
* ''El maestro'' |
|||
;[[Apología|Apologéticas]] |
|||
* ''De la verdadera religión'' |
|||
* ''La utilidad de la fe'' |
|||
* ''De la fe en lo que no se ve'' |
|||
* ''La adivinación diabólica'' |
|||
* ''[[La ciudad de Dios]]'' |
|||
;[[Dogma|Dogmáticas]] |
|||
* ''La fe y el símbolo de los apóstoles'' |
|||
* ''Ochenta y tres cuestiones diversas'' |
|||
* ''Cuestiones diversas a [[Simpliciano]]'' |
|||
* ''Respuesta a las ocho preguntas de [[Dulcício (tribuno)|Dulcício]]'' |
|||
* ''La fe y las obras'' |
|||
* ''Manual de fe, esperanza y caridad'' |
|||
* ''[[La Trinidad]]'' |
|||
;Morales y pastorales |
|||
* ''La mentira'' |
|||
* ''Contra la mentira'' |
|||
* ''El combate cristiano'' |
|||
* ''La [[catequesis]] a principantes'' |
|||
* ''La bondad del matrimonio'' |
|||
* ''La santa virginidad'' |
|||
* ''La bondad de la viudez'' |
|||
* ''La continencia'' |
|||
* ''La paciencia'' |
|||
* ''Las uniones adulterinas'' |
|||
* ''La piedad con los difuntos'' |
|||
;Monásticas |
|||
* ''Regla a los siervos de Dios'' |
|||
* ''El trabajo de los monjes'' |
|||
;Exegéticas |
|||
* ''[[De doctrina Christiana]]'' |
|||
* ''El espejo de la Sagrada Escritura'' |
|||
* ''Comentario al Génesis en réplica a los [[maniqueísmo|maniqueos]]'' |
|||
* ''Comentario literal al Génesis'' (incompleto) |
|||
* ''Comentario literal al Génesis'' |
|||
* ''Locuciones del Heptateuco'' |
|||
* ''Cuestiones sobre el Heptateuco'' |
|||
* ''Anotaciones al libro de Job'' |
|||
* ''Ocho cuestiones del Antiguo Testamento'' |
|||
* ''El Sermón de la Montaña'' |
|||
* ''Exposición de algunos textos de la Carta a los Romanos'' |
|||
* ''Exposición de la Carta a los Gálatas'' |
|||
* ''Exposición incoada de la Carta a los Romanos'' |
|||
* ''Diecisiete pasajes del Evangelio de Mateo'' |
|||
* ''[[De consensu evangelistarum|Concordancia de los evangelistas]]'' |
|||
{{Nueva columna}} |
|||
;Polémicas |
|||
Escribe contra los maniqueos, los donatistas, los pelagianos, el arrianismo y contra herejías en general. |
|||
* ''Las herejías'', dedicado a Quodvultdeo |
|||
* ''A Orosio'', contra priscilianistas y origenistas |
|||
* ''Réplica al adversario de la Ley y los Profetas'' |
|||
* ''Tratado contra los judíos'' |
|||
* ''Réplica al sermón de los arrianos'' |
|||
* ''Debate con Maximino, obispo arriano'' |
|||
* ''Réplica a Maximino, obispo arriano'' |
|||
* ''De las costumbres de la Iglesia Católica y de las costumbres de los maniqueos'' |
|||
* ''Las dos almas del hombre'' |
|||
* ''Actas del debate con el maniqueo Fortunato'' |
|||
* ''Réplica a Adimanto, discípulo de Manés'', llamada ''del Fundamento'' |
|||
* ''Réplica a Fausto, el maniqueo'' |
|||
* ''Actas del debate con el maniqueo Félix'' |
|||
* ''La naturaleza del bien'' |
|||
* ''Respuesta al maniqueo Secundino'' |
|||
* ''Salmo contra la secta de Donato'' |
|||
* ''Réplica a la carta de Parmeniano'' |
|||
* ''Tratado sobre el bautismo'' |
|||
* ''Carta a los católicos sobre la secta donatista'' (llamada ''La unidad de la Iglesia'') |
|||
* ''Réplica a las cartas de Petiliano'' |
|||
* ''Réplica al gramático Cresconio, donatista'' |
|||
* ''El único bautismo'' (resumen del debate con los donatistas) |
|||
* ''Mensaje a los donatistas después de la Conferencia'' |
|||
* ''Sermón a los fieles de la Iglesia de Cesárea'' |
|||
* ''Actas del debate con el donatista Emérito'' |
|||
* ''Réplica a Gaudencio, obispo donatista'' |
|||
* ''Consecuencias y perdón de los pecados, y el bautismo de los niños'' |
|||
* ''El espíritu y la letra'' |
|||
* ''La naturaleza y la gracia'' |
|||
* ''La perfección de la justicia del hombre'' |
|||
* ''Actas del proceso a Pelagio'' |
|||
* ''La gracia de Jesucristo y el pecado original'' |
|||
* ''Naturaleza y origen del alma'' |
|||
* ''El matrimonio y la concupiscencia'' |
|||
* ''Réplica a las dos cartas de los pelagianos'' |
|||
* ''Réplica a Juliano'' |
|||
* ''Réplica a Juliano'' (obra inacabada) |
|||
* ''La gracia y el libre albedrío'' |
|||
* ''La corrección y la gracia'' |
|||
* ''La predestinación de los santos'' |
|||
* ''El don de la perseverancia'' |
|||
;Homiléticas |
|||
* ''Tratados sobre el Evangelio de san Juan'' (1.º y 2.º), 1-124 |
|||
* ''Tratados sobre la primera carta de san Juan'' |
|||
* ''Comentarios a los salmos'' (1.º, 2.º, 3.º, 4.º), 1-150<ref>''Expositio Psalmorum beati Augustini'' |
|||
* [http://roderic.uv.es/uv_ms_0895 Manuscrito del siglo XII digitalizado], en el [[Somni]] en su colección del [[Fernando de Aragón, duque de Calabria|duque de Calabria]].</ref> |
|||
* ''Sermones'' (1.º), 1-50: sobre el Antiguo Testamento |
|||
* ''Sermones'' (2.º), 51-116: Sobre los evangelios sinópticos |
|||
* ''Sermones'' (3.º), 117-183: Sobre el Evangelio de San Juan, Hechos y Cartas de los apóstoles<ref>''Aurelii Agustini Hipponae episcopi super loannem librum'' |
|||
* [http://roderic.uv.es/uv_ms_0892 Manuscrito del siglo XV digitalizado], en el [[Somni]] en su colección del [[Fernando de Aragón, duque de Calabria|duque de Calabria]].</ref> |
|||
* ''Sermones'' (4.º) 184-272B: Sobre los tiempos litúrgicos |
|||
* ''Sermones'' (5.º), 273-338: Sobre los mártires |
|||
* ''Sermones'' (6.º), 339-396: Sobre temas diversos |
|||
* ''Sermón a los catecúmenos sobre el Símbolo de los apóstoles'' |
|||
* ''La devastación de Roma'' |
|||
* ''Sermón sobre la disciplina cristina'' |
|||
* ''La utilidad del ayuno'' |
|||
;Cartas |
|||
El extenso epistolario agustiniano prueba su celo apostólico. Sus cartas son muy numerosas y a veces extensas. Fueron escritas desde el 386 al 430. Se pueden haber conservado unas 800. |
|||
{{Final columnas}} |
|||
== Veneración == |
|||
San Agustín es venerado en la [[Iglesia católica]], la [[Iglesia ortodoxa]], las [[Iglesias ortodoxas orientales]] y algunas [[Luteranismo|Iglesias luteranas]], ya que figura en el [[calendario litúrgico luterano]]. |
|||
== Véase también == |
== Véase también == |
||
* [[Orden de San Agustín]] |
* [[Orden de San Agustín]] |
||
* [[Orden de Agustinos Recoletos]] |
|||
* [[Regla de san Agustín]] |
|||
* [[Agustinismo político]] |
* [[Agustinismo político]] |
||
* [[Teología]] |
* [[Teología del pacto]] |
||
* [[Escolástica]] |
|||
* [[Filosofía cristiana]] |
* [[Filosofía cristiana]] |
||
* [[:Categoría:Patronazgo de San Agustín]] |
|||
* [[Filosofía]] |
|||
* «[[Ad salutem humani]]», encíclica de [[Pío XI]] en el XV centenario de la muerte del santo. |
|||
* [[Historia de la controversia sobre el filioque|Historia de la controversia sobre el ''filioque'']] |
|||
{{Portal|Iglesia católica}} |
|||
== Notas y referencias == |
|||
{{Listaref|2}} |
|||
== Bibliografía == |
|||
{{refcomienza|2}} |
|||
* {{cita libro|autor=|título=Obras completas de San Agustín|editorial=41 volúmenes. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos|isbn=978-84-220-0448-6}} |
|||
* {{cita libro|máscaraautor=|autor=|título=Obra selecta|año=2012|editorial=Estudio introductorio de Salvador Antuñano. Cartoné. Biblioteca de Grandes Pensadores. Madrid: Editorial Gredos|isbn=978-84-249-2459-1}} |
|||
* {{cita libro |
|||
| máscaraautor = 1 |
|||
| autor = |
|||
| título = Ciudad de Dios |
|||
| editorial = Madrid: [[Editorial Gredos]] }} |
|||
# {{cita libro |
|||
| máscaraautor = 1 |
|||
| autor = |
|||
| título = Volumen I: Libros I-VII |
|||
| año = 2007/2022 |
|||
| id = {{ISBN|978-84-249-2883-4}} / {{ISBN|9788424939557}}}} |
|||
# {{cita libro |
|||
| máscaraautor = 1 |
|||
| autor = |
|||
| título = Volumen II: Libros VIII-XV |
|||
| año = 2012/2023 |
|||
| id = {{ISBN|978-84-249-3661-7}} / {{ISBN|9788424939564}}}} |
|||
# {{cita libro |
|||
| máscaraautor = 1 |
|||
| autor = |
|||
| título = Volumen III: Libros XVI-XXII |
|||
| año = 2023 |
|||
| id = {{ISBN|9788424940034}} }} |
|||
* {{cita libro|máscaraautor=|autor=|título=Confesiones|año=2010|editorial=Madrid: Editorial Gredos|isbn=978-84-249-1505-6}} |
|||
* {{cita libro|máscaraautor=|autor=|título=La Ciudad de Dios; Vida de San Agustín|año=2009|editorial=BAC Selecciones. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos|isbn=978-84-220-1405-8}} |
|||
* {{cita libro|máscaraautor=|autor=|título=Sobre la música. Seis libros|año=2007|editorial=Madrid: Editorial Gredos|isbn=978-84-249-2864-3}} |
|||
;Sobre Agustín de Hipona |
|||
* {{cita libro|apellidos=Brown|nombre=Peter|enlaceautor=Peter Brown (historiador)|título=Agustín de Hipona|url=http://books.google.com/books?id=bJPY1dAZg8cC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false|año=2001|editorial=ACENTO Editorial|ubicación=Madrid|isbn=84-483-0608-2}} |
|||
* {{cita libro|isbn=9788470574375|título=Agustín|url=http://books.google.es/books?id=bfsdzAB7t9kC|año=2001|apellidos=Chadwick|nombre=Henry|editorial=Ediciones Cristiandad}} |
|||
* {{cita libro|isbn=9788432128042|título=Agustín de Hipona: la razón y la fe|url=http://books.google.es/books?id=4lH1l1xaXOQC|año=1991|apellidos=Cremona|nombre=Carlo|editorial=Ediciones Rialp|fechaacceso=5 de junio de 2010|fechaarchivo=17 de julio de 2011|urlarchivo=https://web.archive.org/web/20110717202904/http://books.google.es/books?id=4lH1l1xaXOQC|deadurl=yes}} |
|||
* {{cita libro|apellidos=Lacueva|nombre=Francisco|título=Diccionario Teológico Ilustrado|url=http://books.google.co.ve/books?id=Dsqua0AmYMIC&pg=PA34&dq=%22Agust%C3%ADn+de+Hipona%22&hl=es-419&sa=X&ei=y-hmUbeqB4TVrQGB6oCwCA&ved=0CFoQ6AEwCTge#v=onepage&q=%22Agust%C3%ADn%20de%20Hipona%22&f=false|fechaacceso=11 de abril de 2013|año=2001|editorial=CLIE|ubicación=España|isbn=978-84-8267-237-3|urlarchivo=https://web.archive.org/web/20131112164439/http://books.google.co.ve/books?id=Dsqua0AmYMIC&pg=PA34&dq=%22Agust%C3%ADn+de+Hipona%22&hl=es-419&sa=X&ei=y-hmUbeqB4TVrQGB6oCwCA&ved=0CFoQ6AEwCTge#v=onepage&q=%22Agust%C3%ADn%20de%20Hipona%22&f=false|fechaarchivo=12 de noviembre de 2013}} |
|||
* {{cita libro|isbn=84-95745-60-7|título=Bibliografía de San Agustín en lengua española (1502-2006)|url=http://www.agustiniana.es/epages/agustiniana_es.sf/es_ES/?ObjectPath=/Shops/agustiniana_es/Products/GB05|año=2007|apellidos=Lazcano|nombre=Rafael|enlaceautor=Rafael Lazcano|editorial=Editorial Agustiniana}} |
|||
* {{cita libro|isbn=9788470573590|título=San Agustín, perfil humano y religioso|url=http://books.google.es/books?id=Xo_8_TYRlwIC|año=1984|apellidos=Przywara|nombre=Erich|editorial=Ediciones Cristiandad}} |
|||
* {{cita libro|título=El pensamiento de San Agustín para el hombre de hoy (en tres tomos. Tomo I: La filosofía agustiniana. Tomo II: Teología Dogmática. Tomo III: Temas particulares de Filosofía y Teología)|año=1998-2010|apellidos-editor=Oroz Reta|nombre-editor=José|apellidos-editor2=Galindo Rodrigo|nombre-editor2=José Antonio|editorial=Edicep|isbn=8470505033}} |
|||
* {{cita libro|isbn=9788482394589|título=Corazón inquieto: la vida de San Agustín|url=http://books.google.es/books?id=VB5F_JMBBzYC|año=2001|apellidos=Wohl, de|nombre=Louis|editorial=Ediciones Palabra}} |
|||
{{reftermina}} |
|||
== Enlaces externos == |
== Enlaces externos == |
||
{{commonscat |
{{commonscat}} |
||
{{wikiquote}} |
{{wikiquote}} |
||
{{wikisource autor}} |
{{wikisource autor}} |
||
{{Wikisource autor|autor=Scriptor:Aurelius Augustinus|idioma=la}} |
|||
*[http://www.augustinus.it/spagnolo/index.htm Obras Completas de San Agustín de Hipona] |
|||
* [[Archivo:Wikisource-logo.svg|15px|link=|alt=]] [[Wikisource]]: [[s:Ad salutem humani|«Ad salutem humani»]], encíclica de [[Pío XI]] en el XV centerario de la muerte del santo. |
|||
*[http://www.primeroscristianos.com/quien_era/san_agustin.html?id_news=380 San Agustín en PrimerosCristianos.com] |
|||
* {{cita Enciclopedia Británica|título=Augustine, Saint (of Hippo)}} |
|||
*[http://www.agustinosrecoletos.com/estaticos/view/4/56 Biografía de San Agustín] |
|||
*[http://www. |
* [http://www.augustinus.it/spagnolo/index.htm Obras completas de san Agustín de Hipona] {{En idioma|español}} |
||
* [https://web.archive.org/web/20070410092810/http://www.abbaye-saint-benoit.ch/frame.html Obras completas de san Agustín de Hipona] {{fr}} |
|||
*[http://www.corazones.org/santos/agustin.htm Corazones.org] Biografía de San Agustín |
|||
* Selección de epístolas (''Epistulae''): [http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text;jsessionid=F4F4212402626493882EA67954502DB1?doc=Perseus%3atext%3a2008.01.0552 texto latino] en el Proyecto Perseus. |
|||
*[http://www.zenit.org/article-23334?l=spanish Benedicto XVI presenta a san Agustín] |
|||
* [http://www.holytrinitymission.org/books/spanish/patrologia_r_trevijano.htm#_Toc45206852 Ramón Trevijano Etcheverría. ''Patrología''. San Agustín de Hipona] |
|||
*[http://www.zenit.org/article-25961?l=spanish Benedicto XVI revive la vida de san Agustín] |
|||
* [https://web.archive.org/web/20080913085326/http://www.agustinosrecoletos.com/estaticos/view/4/56 Biografía de san Agustín] |
|||
* «[http://www.corazones.org/santos/agustin.htm Biografía de san Agustín]» Corazones.org |
|||
* [http://roderic.uv.es/handle/10550/2407/browse?value=Agust%C3%AD%2C+sant%2C+bisbe+d%27Hipona%2C+354-430&type=author Manuscritos de los siglos XII al XV digitalizados] de san Agustín de Hipona y sobre su obra, en Somni en su colección del duque de Calabria. |
|||
* Ferrer Santos, Urbano — Román Ortiz, Ángel Damián, ''[http://www.philosophica.info/archivo/2010/voces/agustin/Agustin.html San Agustín de Hipona]'', en Fernández Labastida, Francisco – Mercado, Juan Andrés (editores), Philosophica: Enciclopedia filosófica en línea. |
|||
* [http://www.primeroscristianos.com/index.php/noticias/item/1331-san-agustin-visto-y-explicado-por-benedicto-xvi San Agustín visto y explicado por Benedicto XVI] |
|||
* [https://www.catholic-hierarchy.org/bishop/bhippo.html Ficha en Catholic Hierarchy] {{en}} |
|||
{{NF|354|430|Agustin de Hipona}} |
|||
{{destacado|pl}} |
|||
{{bueno|no}} |
|||
{{DEFAULTSORT:Agustín de Hipona}} |
|||
[[Categoría:Nacidos en 354]] |
|||
[[Categoría:Fallecidos en 430]] |
|||
[[Categoría:Doctores de la Iglesia]] |
[[Categoría:Doctores de la Iglesia]] |
||
[[Categoría:Padres de la Iglesia]] |
[[Categoría:Padres de la Iglesia]] |
||
[[Categoría:Apologistas del cristianismo]] |
|||
[[Categoría:Patrología del siglo V]] |
[[Categoría:Patrología del siglo V]] |
||
[[Categoría:Orden de San Agustín]] |
[[Categoría:Orden de San Agustín]] |
||
[[Categoría:Santos agustinos]] |
[[Categoría:Santos agustinos]] |
||
[[Categoría: |
[[Categoría:Santos católicos]] |
||
[[Categoría:Santos de la Comunión anglicana]] |
|||
[[Categoría:Santos luteranos]] |
|||
[[an:San Agostín d'Ipona]] |
|||
[[Categoría:Santos cristianos de la Antigua Roma del siglo V]] |
|||
[[ar:أوغسطينوس]] |
|||
[[Categoría:Filósofos de Argelia]] |
|||
[[ast:Agustín d'Hipona]] |
|||
[[Categoría:Santos de Argelia]] |
|||
[[az:Avreli Avqustin]] |
|||
[[Categoría:Santos de la Iglesia ortodoxa]] |
|||
[[bat-smg:Šv. Augostėns]] |
|||
[[Categoría:Santos ortodoxos de África]] |
|||
[[be-x-old:Аўгустын]] |
|||
[[Categoría:Filósofos del siglo IV]] |
|||
[[bg:Августин]] |
|||
[[Categoría:Filósofos del siglo V]] |
|||
[[br:Aogustin Hippo]] |
|||
[[Categoría:Teóricos de la música de la Antigüedad]] |
|||
[[bs:Aurelije Augustin]] |
|||
[[Categoría:Neoplatónicos]] |
|||
[[ca:Agustí d'Hipona]] |
|||
[[Categoría:Personajes citados en la Divina Comedia]] |
|||
[[cs:Augustinus]] |
|||
[[ |
[[Categoría:Obispos de Argelia]] |
||
[[Categoría:Escritores de Argelia]] |
|||
[[da:Augustin]] |
|||
[[Categoría:Filósofos cristianos]] |
|||
[[de:Augustinus von Hippo]] |
|||
[[Categoría:África en el siglo V]] |
|||
[[el:Αυγουστίνος Ιππώνος]] |
|||
[[Categoría:Teólogos del siglo IV]] |
|||
[[en:Augustine of Hippo]] |
|||
[[Categoría:Teólogos del siglo V]] |
|||
[[eo:Aŭgusteno de Hipono]] |
|||
[[Categoría:Ciencia y religión]] |
|||
[[et:Augustinus]] |
|||
[[Categoría:Filósofos de África]] |
|||
[[eu:San Augustin Hiponakoa]] |
|||
[[Categoría:Santos cristianos de la Antigua Roma del siglo IV]] |
|||
[[fa:آگوستین قدیس]] |
|||
[[Categoría:Conversos al cristianismo desde el ateísmo o agnosticismo]] |
|||
[[fi:Augustinus]] |
|||
[[Categoría:Bereberes]] |
|||
[[fr:Augustin d'Hippone]] |
|||
[[Categoría:Agustín de Hipona| ]] |
|||
[[fy:Augustinus]] |
|||
[[Categoría:Fallecidos en Argelia]] |
|||
[[ga:Naomh Agaistín]] |
|||
[[gl:Agostiño de Hipona]] |
|||
[[he:אוגוסטינוס]] |
|||
[[hr:Sveti Augustin]] |
|||
[[hu:Szent Ágoston]] |
|||
[[hy:Ավգուստին Երանելի]] |
|||
[[ia:Augustino de Hippona]] |
|||
[[id:Agustinus dari Hippo]] |
|||
[[io:Augustinus]] |
|||
[[is:Ágústínus]] |
|||
[[it:Agostino d'Ippona]] |
|||
[[ja:アウグスティヌス]] |
|||
[[jv:Augustinus]] |
|||
[[ko:아우렐리우스 아우구스티누스]] |
|||
[[ksh:Hillije Aujustin]] |
|||
[[la:Augustinus]] |
|||
[[lb:Aurelius Augustinus]] |
|||
[[lt:Šv. Augustinas]] |
|||
[[lv:Svētais Augustīns]] |
|||
[[mk:Свети Августин]] |
|||
[[ml:ഔറേലിയുസ് അഗസ്തീനോസ്]] |
|||
[[mt:Santu Wistin]] |
|||
[[nds:Augustinus]] |
|||
[[nl:Augustinus van Hippo]] |
|||
[[no:Augustin av Hippo]] |
|||
[[pl:Augustyn z Hippony]] |
|||
[[pms:Agustin d'Ipon-a]] |
|||
[[pt:Agostinho de Hipona]] |
|||
[[ro:Augustin de Hipona]] |
|||
[[ru:Аврелий Августин]] |
|||
[[sh:Augustin]] |
|||
[[simple:Augustine of Hippo]] |
|||
[[sk:Augustín z Hippa]] |
|||
[[sl:Sveti Avguštin]] |
|||
[[sq:Shën Augustini]] |
|||
[[sr:Августин Хипонски]] |
|||
[[sv:Augustinus]] |
|||
[[sw:Agostino wa Hippo]] |
|||
[[ta:ஹிப்போவின் அகஸ்டீன்]] |
|||
[[th:ออกัสตินแห่งฮิปโป]] |
|||
[[tl:Agustin ng Hipona]] |
|||
[[tr:Augustinus]] |
|||
[[uk:Августин Аврелій]] |
|||
[[vec:San Agostino]] |
|||
[[vi:Augustine thành Hippo]] |
|||
[[zh:圣奥古斯丁]] |
Revisión actual - 13:18 24 dic 2024
San Agustín de Hipona | |||
---|---|---|---|
| |||
| |||
Obispo de Hipona | |||
396-28 de agosto del 430 | |||
Predecesor | Valerio | ||
Sucesor | Eraclio | ||
| |||
Doctor de la Iglesia proclamado el 20 de septiembre de 1295 por el papa Bonifacio VIII | |||
| |||
Información personal | |||
Nombre de nacimiento | Aurelio Agustín | ||
Nombre en latín | Aurelius Augustinus | ||
Nacimiento |
13 de noviembre del 354 Tagaste (Imperio romano) | ||
Fallecimiento |
28 de agosto del 430 (75 años) Hipona (Imperio romano de Occidente) | ||
Sepultura | San Pietro in Ciel d'Oro | ||
Religión | Cristianismo | ||
Familia | |||
Padres |
Patricio Aurelio Mónica de Hipona | ||
Hijos | Adeodato | ||
Información profesional | |||
Ocupación | Sacerdote, obispo, teólogo, filósofo y escritor | ||
Información religiosa | |||
Ordenación sacerdotal | 391 | ||
Ordenación episcopal | 395 por Megalio, obispo de Calama (Numidia) | ||
Festividad |
28 de agosto (Occidente) 15 de junio (Oriente) 5 de mayo (conversión de san Agustín vetus ordo) 24 de abril (ídem novus ordo) | ||
Atributos | Vestiduras episcopales, libro y corazón flameante | ||
Venerado en | Iglesia católica, Iglesia ortodoxa, Iglesias ortodoxas orientales, Iglesia anglicana e Iglesia luterana | ||
Obras notables | |||
reconocimientos | |||
Agustín de Hipona o Aurelio Agustín de Hipona (en latín, Aurelius Augustinus Hipponensis),[1] conocido también como San Agustín (Tagaste, 13 de noviembre de 354-Hipona, 28 de agosto de 430),[2] fue un escritor, teólogo y filósofo cristiano. Después de su conversión, fue obispo de Hipona, al norte de África, desde donde dirigió una serie de luchas contra las herejías de los maniqueos, los donatistas y el pelagianismo.
Es considerado el «Doctor de la Gracia», además de ser el máximo pensador del cristianismo del primer milenio y, según Antonio Livi, uno de los más grandes genios de la humanidad.[3] Autor prolífico,[4] dedicó gran parte de su vida a escribir sobre filosofía y teología, siendo Confesiones y La ciudad de Dios sus obras más destacadas.
Es venerado como santo por varias comunidades cristianas, como la Iglesia católica, ortodoxa, oriental y anglicana. La Iglesia católica lo considera Padre de la Iglesia latina o de Occidente y el 20 de septiembre de 1295 el papa Bonifacio VIII lo proclamó Doctor de la Iglesia por sus aportes a la doctrina católica, junto con Gregorio Magno, Ambrosio de Milán y Jerónimo de Estridón.[5] Su fiesta litúrgica se celebra el 15 de junio en las iglesias ortodoxas y el 28 de agosto en la Iglesia católica.
Biografía
[editar]Nacimiento, infancia y adolescencia
[editar]San Agustín nació el 13 de noviembre de 354 en Tagaste, una antigua ciudad en el norte de África sobre la que se asienta la actual localidad argelina de Suq Ahras, situada entonces en Numidia, una de las provincias del Imperio romano. Los eruditos generalmente están de acuerdo en que Agustín y su familia eran bereberes, un grupo étnico indígena del norte de África.[6][7][8]
Agustín y su familia estaban fuertemente romanizados, y hablaban solo latín en casa como una cuestión de orgullo y dignidad.[6] Sin embargo, Agustín deja alguna información sobre la conciencia de su herencia africana. Por ejemplo, se refiere a Apuleyo como "el más notorio de nosotros los africanos".[6][9]
Su padre, llamado Patricio, era un pequeño propietario pagano y su madre, la futura santa Mónica, es puesta por la Iglesia como ejemplo de mujer cristiana, de piedad y bondad probadas, madre abnegada y preocupada siempre por el bienestar de su familia, aun bajo las circunstancias más adversas.[10]
Mónica le enseñó a su hijo los principios básicos de la religión cristiana y, al ver cómo el joven Agustín se separaba del camino del cristianismo, se entregó a la oración constante en medio de un gran sufrimiento. Años más tarde Agustín se llamará a sí mismo «el hijo de las lágrimas de su madre».[11] En Tagaste, Agustín comenzó sus estudios básicos, y posteriormente su padre lo envió a Madaura a realizar estudios de gramática.[12]
Agustín destacó en el estudio de las letras. Sin embargo, él mismo reconoce en las Confesiones que no era un buen estudiante y que debió ser obligado a estudiar para aprender (cf. Confesiones 1,12,19). En cualquier caso, mostró un gran interés hacia la literatura, especialmente la griega clásica y poseía gran elocuencia.[13] Sus primeros triunfos tuvieron como escenario Madaura y Cartago, donde se especializó en gramática y retórica.[12] Durante sus años de estudiante en Cartago desarrolló una irresistible atracción hacia el teatro. Al mismo tiempo, gustaba en gran medida de recibir halagos y la fama, que encontró fácilmente en aquellos primeros años de su juventud. Durante su estancia en Cartago mostró su genio retórico y sobresalió en concursos poéticos y certámenes públicos. Aunque se dejaba llevar por sus pasiones, y seguía abiertamente los impulsos de su espíritu sensual, no abandonó sus estudios, especialmente los de filosofía. Años después, el mismo Agustín hizo una fuerte crítica sobre esta etapa de su juventud en su libro Confesiones.
A los diecinueve años, la lectura de Hortensius de Cicerón despertó en la mente de Agustín el espíritu de especulación y así se dedicó de lleno al estudio de la filosofía, disciplina en la que sobresalió. Durante esta época el joven Agustín conoció a una mujer con la que mantuvo una relación estable de catorce años y con la cual tuvo un hijo: Adeodato.
En su búsqueda incansable de respuesta al problema de la verdad, Agustín pasó de una escuela filosófica a otra sin que encontrara en ninguna una verdadera respuesta a sus inquietudes. Finalmente abrazó el maniqueísmo, creyendo que en este sistema encontraría un modelo según el cual podría orientar su vida. Varios años siguió esta doctrina y finalmente, decepcionado, la abandonó, al considerar que era una doctrina simplista que apoyaba la pasividad del bien ante el mal.[13]
Sumido en una gran frustración personal, decidió, en 383, partir para Roma, la capital del Imperio romano. En la partida de Agustín a Roma existía una motivación intelectual y de conocer nuevos horizontes, pero, mayoritariamente, lo que le empuja a viajar de manera definitiva es el hecho de que se enteró de que los estudiantes en Roma eran mucho más educados y respetuosos con los docentes que aquellos a los que daba clase en Cartago (cf. Confesiones 5,8,14). Su madre quiso acompañarle, pero Agustín la engañó y la dejó en tierra (cf. Confesiones 5,8,15).
En Roma enfermó de gravedad. Tras restablecerse, y gracias a su amigo y protector Símaco, prefecto de Roma, fue nombrado magister rhetoricae en Mediolanum, la actual Milán.
Agustín, como maniqueo y orador imperial en Milán,[14] era el rival en oratoria del obispo Ambrosio de Milán.
Conversión al cristianismo
[editar]Fue en Milán donde se produjo la última etapa antes de la conversión de Agustín al cristianismo. Allí, empezó a asistir como catecúmeno a las celebraciones litúrgicas del obispo Ambrosio, quedando admirado de su predicación y de su corazón. Ambrosio le hizo conocer los escritos de Plotino y las epístolas de Pablo de Tarso y gracias a estas obras se convirtió al cristianismo y decidió romper definitivamente con el maniqueísmo.
Esta noticia llenó de gozo a su madre, que había viajado a Italia para estar con su hijo, y que se encargó de buscarle un matrimonio acorde con su estado social y dirigirle hacia el bautismo. En vez de optar por casarse con la mujer que Mónica le había buscado, decidió vivir en ascesis; decisión a la que llegó después de haber conocido los escritos neoplatónicos gracias al sacerdote Simpliciano y al filósofo Mario Victorino, pues los platónicos le ayudaron a resolver el problema del materialismo y el del origen del mal.
El obispo Ambrosio le ofreció la clave para interpretar el Antiguo Testamento y encontrar en la Biblia la fuente de la fe. Por último, la lectura de los textos de san Pablo ayudó a Agustín a solucionar el problema de la mediación —vinculado al de la Comunión de los Santos— y el de la Gracia divina. Según cuenta el mismo Agustín, la crisis decisiva previa a la conversión se dio estando en el jardín con su amigo Alipio, reflexionando sobre el ejemplo de Antonio, cuando oyó la voz de un niño de una casa vecina que decía:
y, entendiéndolo como una invitación divina, cogió la Biblia, la abrió por las cartas de san Pablo y leyó el pasaje.[15]
Nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias.[17]
Al llegar al final de esta frase se desvanecieron todas las sombras de duda.[18]
En 385, Agustín se convirtió al cristianismo.[19]
En 386, se consagró al estudio formal y metódico de las ideas del cristianismo. Renunció a su cátedra y se retiró con su madre y unos compañeros a Casiciaco, cerca de Milán, para dedicarse por completo al estudio y a la meditación.
El 24 de abril de 387, a los treinta y tres años de edad, fue bautizado en Milán por el santo obispo Ambrosio. Ya bautizado, regresó a África, pero antes de embarcarse, su madre Mónica murió en Ostia, el puerto cerca de Roma.[20]
Monacato, sacerdocio y episcopado
[editar]Cuando llegó a Tagaste, Agustín vendió todos sus bienes y el producto de la venta lo repartió entre los pobres. Se retiró con unos compañeros a vivir en una pequeña propiedad para hacer allí vida monacal. Años después, esta experiencia fue la inspiración para su famosa Regla. A pesar de su búsqueda de la soledad y el aislamiento, la fama de Agustín se extendió por todo el país.
En 391 viajó a Hipona (Hippo Regius, la moderna Annaba, en Argelia) para buscar a un posible candidato a la vida monástica, pero durante una celebración litúrgica fue elegido por la comunidad para que fuese ordenado sacerdote, a causa de las necesidades del obispo Valerio de Hipona. Agustín aceptó, tras resistir, esta elección, si bien con lágrimas en sus ojos. Algo parecido sucedió cuando se le consagró como obispo en el 395. Entonces abandonó el monasterio de laicos y se instaló en la casa episcopal, que transformó en un monasterio de clérigos.
La actividad episcopal de Agustín fue enorme y variada. Predicó y escribió incansablemente, polemizó con aquellos que iban en contra de la ortodoxia de la doctrina cristiana de aquel entonces, presidió concilios y resolvió los problemas más diversos que le presentaban sus fieles. Se enfrentó a maniqueos, donatistas, arrianos, pelagianos, priscilianistas, académicos, etc. Participó en los concilios regionales III de Hipona del 393, III de Cartago del 397 y IV de Cartago del 419, en los dos últimos como presidente y en los cuales se sancionó definitivamente el Canon bíblico que había sido establecido por el papa Dámaso I en Roma en el Sínodo del 382.
Ya como obispo, escribió libros que lo posicionan como uno de los cuatro principales Padres de la Iglesia latinos. La vida de Agustín fue un claro ejemplo del cambio que logró con la adopción de un conjunto de creencias y valores.
Fallecimiento
[editar]Agustín murió en Hipona el 28 de agosto de 430 durante el sitio al que los vándalos de Genserico sometieron la ciudad en el contexto de la invasión de la provincia romana de África. Su cuerpo, en fecha incierta, fue trasladado a Cerdeña y, hacia el 722, a Pavía, debido a la amenaza expansionista del mundo islámico por el Mediterráneo así como la costa del Norte de África, a la basílica de San Pietro in Ciel d'Oro, donde reposa hoy.
La leyenda del encuentro con un niño junto al mar
[editar]Una tradición medieval, que recoge la leyenda, inicialmente narrada sobre un teólogo, que más tarde fue identificado como san Agustín, cuenta la siguiente anécdota: cierto día, san Agustín paseaba por la orilla del mar, junto a la playa, dando vueltas en su cabeza a muchas de las doctrinas sobre la realidad de Dios, una de ellas la doctrina de la Trinidad. De pronto, al alzar la vista ve a un hermoso niño, que está jugando en la arena. Lo observa más de cerca y ve que el niño corre hacia el mar, llena el cubo de agua del mar, y vuelve donde estaba antes y vacía el agua en un hoyo. El niño hace esto una y otra vez, hasta que Agustín, sumido en una gran curiosidad, se acerca al niño y le pregunta: «¿Qué haces?» Y el niño le responde: «Estoy sacando toda el agua del mar y la voy a poner en este hoyo». Y san Agustín dice: «¡Pero, eso es imposible!». A lo que el niño le respondió: «Más difícil es que llegues a entender el misterio de la Santísima Trinidad».
La leyenda se inspira al menos en la actitud de Agustín como estudioso del misterio de Dios.[21]
Doctrina
[editar]Razón y fe
[editar]Agustín, predispuesto por la fe materna, se aproxima al texto bíblico, pero es su mente la que no consigue penetrar en su interior. Dicho en otras palabras, para Agustín, la fe no es suficiente para acceder a las profundidades de la revelación de las Escrituras.[22] A los diecinueve años, se pasó al racionalismo y rechazó la fe en nombre de la razón. Sin embargo, poco a poco fue cambiando de parecer hasta llegar a la conclusión de que razón y fe no están necesariamente en oposición, sino que su relación es de complementariedad.[23] La fe constituye una condición inicial y necesaria para penetrar en el misterio del cristianismo, pero no una condición final y suficiente. Es necesaria la razón. Según él, la fe es un modo de pensar asintiendo, y si no existiese el pensamiento, no existiría la fe. Por eso la inteligencia es la recompensa de la fe. La fe y la razón son dos campos que necesitan ser equilibrados y complementados.[23]
Para realizar con éxito la operación de conciliación entre las dos es indispensable concretar sus características, su ámbito de aplicación y la jerarquización (la fe gana frente la razón, ya que está apoyada por Dios) que se establece entre ellas. Como en muchas otras ocasiones, es en el texto bíblico donde Agustín encuentra el punto de partida para fundamentar su posición.
Comentando un fragmento del evangelio de Juan (17,3), Agustín dice:
El Señor, con sus palabras y acciones, ha exhortado a aquellos que ha llamado a la salvación a tener fe en primer lugar. Pero a continuación, hablando del don que debía dar a los creyentes, no dijo: «Esto es la vida eterna: que crean», sino: «Esto es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios, y a aquel que tú has mandado, Jesucristo».Agustín de Hipona
Esta postura se sitúa entre el fideísmo y el racionalismo. A los racionalistas les respondió: Crede ut intelligas («cree para comprender») y a los fideístas: Intellige ut credas («comprende para creer»). San Agustín quiso comprender el contenido de la fe, demostrar la credibilidad de la fe y profundizar en sus enseñanzas.
Interioridad
[editar]Agustín de Hipona anticipa a Descartes al sostener que la mente, mientras que duda, es consciente de sí misma: si me engaño existo (Si enim fallor, sum). Como la percepción del mundo exterior puede conducir al error, el camino hacia la certeza es la interioridad (in interiore homine habitat veritas), que por un proceso de iluminación se encuentra con las verdades eternas y con el mismo Dios que, según él, está en lo más íntimo de cada uno.
Las ideas eternas están en Dios y son los arquetipos según los cuales crea el cosmos. Dios, que es una comunidad de amor, sale de sí mismo y crea por amor mediante rationes seminales, o gérmenes que explican el proceso evolutivo que se basa en una constante actividad creadora, sin la cual nada subsistiría. Todo lo que Dios crea es bueno, el mal carece de entidad, es ausencia de bien y fruto indeseable de la libertad del hombre.
Concepción del tiempo
[editar]San Agustín expresa de manera paradójica la perplejidad que le genera la noción de tiempo: «¿Qué es el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé. Si debo explicarlo ya no lo sé».[24] A partir de esta perplejidad, ensaya una fecunda reflexión ontológica sobre la naturaleza del tiempo y su relación con la eternidad. Del hecho de que el Dios cristiano sea un Dios creador pero no creado se desprende que su naturaleza temporal es radicalmente distinta de la de sus criaturas. De acuerdo con la respuesta que dio a Moisés, Dios se define a sí mismo como:
Y dijo Dios a Moisés: «Yo Soy el que Soy», y añadió: «Así dirás a los Israelitas: “Yo soy me ha enviado a ustedes”».Éxodo, 3,14
Decir esto equivale a definirse a sí mismo prescindiendo de cualquier calidad, lo que equivale a prescindir del cambio. Por lo tanto Dios está fuera del tiempo mientras que los seres humanos son entidades estructuralmente temporales.[25]
Influido por el neoplatonismo, Agustín separa el mundo de Dios (eterno, perfecto e inmutable), del de la creación (dominado por la materia y el paso del tiempo, y por tanto mutable). Su análisis le lleva a la asimetría del tiempo. Esa asimetría procede del hecho de que todo aquello que ya ha pasado nos es conocido porque lo hemos experimentado y nos es fácil rememorarlo de forma presente, algo que no sucede con un futuro que está por acontecer. Para san Agustín, Dios creó el tiempo ex nihilo a la par que el mundo[25] y sometió su creación al discurrir de ese tiempo, de ahí que todo en ella tenga un principio y un fin. Él, en cambio, está fuera de todo parámetro temporal.[22][26]
"Mido el tiempo, lo sé; pero ni mido el futuro, que aún no es; ni mido el presente, que no se extiende por ningún espacio; ni mido el pretérito, que ya no existe. ¿Qué es, pues, lo que mido?”.(Confesiones, XI, XXVI, 33)
Agustín rechaza la identificación de tiempo y movimiento. Aristóteles define el tiempo como un recurso aritmético para medir un movimiento. Agustín sabe que el tiempo es duración, pero no acepta que esta se identifique con un movimiento espacial. La duración tiene lugar en nuestro interior y es fruto de la capacidad para prever, ver y recordar los hechos del futuro, presente y pasado.[22] Agustín llega a la conclusión de que la sede del tiempo y de su duración es el espíritu. Es en el espíritu que se hace efectiva la sensación de duración (larga o corta), de discurrir del tiempo, y es en el espíritu donde se mide y compara la duración del tiempo. Lo que se llama futuro, presente y pasado no son sino expectación, atención y recuerdo del espíritu, que tiene la facultad de prever aquello que llegará, fijarse en él cuando llega y conservarlo en el recuerdo una vez ha pasado.
“Y más propiamente acaso se diría: “Tres son los tiempos, presente de las cosas pasadas, presente de las presentes y presente de las futuras”. Porque estas tres presencias tienen algún ser en mi alma, y solamente las veo y percibo en ella. Lo presente de las cosas pasadas, es la actual memoria o recuerdo de ellas; lo presente de las cosas presentes, es la actual consideración de alguna cosa presente; y lo presente de las cosas futuras, es la actual expectación de ellas”.(Confesiones, XI, XX, 26)
Pecado original
[editar]Agustín enseñó que el pecado de Adán y Eva era un acto de insensatez seguido de orgullo y desobediencia a Dios. La primera pareja desobedeció a Dios, quien les había dicho que no comieran del Árbol del conocimiento del bien y del mal (Gen 2:17).[27] El árbol era un símbolo del orden de la creación. El egocentrismo hizo que Adán y Eva comieran de él, por lo que no reconocieron ni respetaron el mundo tal como fue creado por Dios, con su jerarquía de seres y valores.
No habrían caído en el orgullo y la falta de sabiduría, si Satanás no hubiera sembrado en sus sentidos "la raíz del mal". Su naturaleza estaba herida por la concupiscencia o la libido, que afectaba la inteligencia y la voluntad humana, así como los afectos y deseos, incluido el deseo sexual.[28] Agustín utilizó el concepto estoico de las pasiones de Cicerón para interpretar la doctrina de Pablo del pecado original y la redención.[29]
Algunos autores perciben la doctrina de Agustín como dirigida contra la sexualidad humana y atribuyen su insistencia en la continencia y la devoción a Dios como resultado de la necesidad de Agustín de rechazar su propia naturaleza altamente sensual, como se describe en las Confesiones.[30] Agustín declaró que "para muchos, la abstinencia es más fácil que la perfecta moderación".[31]
Su sistema de gracia y predestinación prevaleció durante muchos siglos, aunque no sin una fuerte oposición, y sufrió, a través de una elaboración escolástica, cambios sustanciales para salvar el libre albedrío; y finalmente reapareció en la concepción de la vida espiritual modelada por Lutero y los otros maestros de la Reforma.[32]
Lucha contra las herejías
[editar]Cuando Agustín nació, no habían pasado ni cincuenta años desde que Constantino I había legalizado el culto cristiano. Tras la implantación del cristianismo como religión oficial del imperio por Teodosio I el Grande surgieron múltiples interpretaciones de los evangelios.
Según Agustín, la herejía es la mala comprensión de la fe, por lo que es un problema de carácter racional, aunque no todo error lo es. En su tratado Herejías distingue 88, pero las principales con las que tuvo que lidiar fueron: el maniqueísmo, el donatismo, el pelagianismo y el arrianismo.
- La lucha contra la doctrina de los maniqueos ocupa una parte importante dentro de sus obras apologéticas, porque muchos creyeron que las enseñanzas de Mani arrojaban luz sobre la Escrituras. Con la cantidad de evangelios apócrifos, el maniqueísmo logró que muchos cristianos mantuviesen un dualismo entre estas dos creencias. Agustín redactó uno de sus principales textos anti-maniqueos al obispo Fausto. Agustín critica la doctrina de esta herejía diciendo que representaba una distorsión de origen exterior al mensaje cristiano.
- El donatismo fue una amenaza interior. Tras el Edicto de Tesalónica, un grupo de creyentes arropados por el obispo Donato se separaron de la Iglesia, a la que acusaban de ser condescendiente con los lapsi. Esta lucha era prioritaria por razones doctrinales y políticas, ya que su carácter beligerante ponía en riesgo a la Iglesia del norte de África. El donatismo es como un exceso de fe, puesto que no admite en la Iglesia a los que en las persecuciones renegaron de la fe, separando así la institución de los seguidores. Para Agustín en cambio la Iglesia está constituida por hombres, los cuales son imperfectos, pero no por ello cuando «caen» (lapsi) pierden validez los sacramentos recibidos. Los donatistas conciben una Iglesia Pura de creyentes que buscan la perfección y no debe readmitir a los renegados. Agustín, pese a usar medidas represivas hacia los lapsi, abogó por la acogida y el perdón y piensa que no necesitan ser readmitidos, puesto que siguen perteneciendo a la Iglesia. Las tensiones altas, como con los circunceliones, llevaron a la prohibición del donatismo en Cartago con un imperial cristiano llamado Marcelino en 411.
- El pelagianismo planteaba un problema de interpretación racional acerca del valor de las acciones realizadas por el creyente como mérito para ganarse la salvación. Agustín acusó al pelagianismo de no creer en el amor gratuito de Dios. La salvación para él no es un merecimiento exclusivo de la voluntad del hombre a la hora de realizar buenas obras, sino que también juega un papel muy importante la gracia.[22] Agustín no logró hacer desaparecer al pelagianismo en vida, aunque sus aportaciones en este tema fueron decisivas durante el Concilio de Éfeso, realizado un año después de su muerte.
La concepción de la historia
[editar]La filosofía de la historia de Agustín describe un proceso que afecta a todo el género humano. Se trata de una historia universal constituida por una serie de eventos sucesivos que avanzan hacia un fin mediante la providencia divina.[33]
Asimismo, describe los diferentes momentos de la historia: en primer lugar, la creación, seguida por la caída provocada por el pecado original, en el que el demonio introduce la degradación en el mundo: Dios ofrece el paraíso, pero el individuo escoge hacer un mal uso de su libertad, desobedeciéndolo. Le sigue el anuncio de la revelación, y la encarnación del hijo de Dios. La última etapa se logra por la redención del individuo por la Iglesia, que es la sexta de las edades del ser humano.
A diferencia de la concepción cíclica del tiempo y de la historia característica de la filosofía griega, Agustín basa su representación de la historia en una concepción literal, progresiva y finalista del tiempo. La historia ha tenido un inicio y tendrá un fin en el Juicio final, y se divide en seis edades, inspirándose en los seis días que usó Dios para realizar la creación: las Seis edades del mundo, delimitadas por la creación del mundo, el diluvio universal, la vida de Abraham, el reinado de David (o la construcción del templo de Jerusalén, por Salomón), la cautividad en Babilonia y, por último, el nacimiento de Cristo, que inaugura la sexta edad. Esta última se prolonga hasta la segunda venida del Mesías para juzgar a los hombres en el final de los tiempos.[25] La humanidad ha comenzado una nueva etapa, en la que el Mesías ha venido, y ha dado la esperanza de la resurrección: con Cristo, termina el humano antiguo, y se inicia la renovación espiritual en el humano nuevo. La consumación de la historia sería llegar al fin sin fin: la vida eterna, en el que reinará la paz, y no habrá ya más lucha. Nadie mandará sobre nadie, y se acabarán las luchas internas. Su tesis es que desde la venida de Cristo se vive en la última edad, pero la duración de esta solo Dios la conoce.
San Agustín intenta demostrar que se debe conciliar la libertad humana con la intervención de Dios, que no coacciona al individuo, sino que la ayuda. La acción del individuo ejerce con libertad, enmarcando la moral individual en una moral comunitaria. El proceso histórico del ser humano se puede explicar mediante la lucha dialéctica, el conflicto, entre las dos ciudades del mundo, que llegarán al final a la armonía.[cita requerida]
La ciudad de Dios
[editar]La ciudad de Dios es uno de los libros más importantes del pensador. Es principalmente una obra teológica pero también de profunda filosofía. La primera parte del libro busca refutar las acusaciones paganas de que la Iglesia y el cristianismo tuvieron la culpa de la decadencia del Imperio Romano y más particularmente del saqueo de Roma. Predice el triunfo de un Estado cristiano sostenido por la Iglesia y defiende la teoría de que la historia tiene sentido, es decir, que existe la Providencia divina para las naciones y para los individuos.
Conforme avanza el libro, se convierte en un vasto drama cósmico de la creación, caída, revelación, encarnación y eterno destino. Según Agustín, las visiones de clase y nacionalidad eran triviales comparadas con la clasificación que en verdad importa: si uno pertenece al «pueblo de Dios».[35]
Desde la creación, en la historia coexisten la «ciudad terrenal» (Civitas terrea), volcada hacia el egoísmo; y la «ciudad de Dios» (Civitas Dei), que se va realizando en el amor a Dios y la práctica de las virtudes, en especial, la caridad y la justicia. Ni Roma ni ningún Estado es una realidad divina o eterna, y si no busca la justicia se convierte en un magno latrocinio. La ciudad de Dios, que tampoco se identifica con la Iglesia del mundo presente, es la meta hacia donde se encamina la humanidad y está destinada a los justos.[22]
La división agustiniana en dos ciudades (y dos ciudadanías) influirá de forma decisiva sobre la historia del Occidente medieval, marcado por lo que se ha dado en llamar el «agustinismo político». El cristiano que se siente llamado a ser habitante de la ciudad de Dios y que ordena su vida de acuerdo con el amor Dei no puede evitar ser a la vez ciudadano de un pueblo concreto. Sea cual sea este pueblo, no podrá identificarse nunca de forma plena con la ideal ciudad de Dios, motivo por el que el cristiano permanecerá estructuralmente escindido entre dos ciudadanías: una de carácter estrictamente político, que es la que lo vincula con una ciudad o un estado concreto; y otra que no puede dejar de ser parcialmente política, pero que en buena parte es también espiritual.[36]
“La verdadera justicia no existe, excepto en esa república cuyo fundador y gobernante es Cristo”.
La teoría de las dos ciudades plantea cómo ha de vivir el cristiano: debe tener la vista puesta en el fin último de la plena ciudadanía celestial, pero sin olvidar, a la vez, dar un sentido a su paso por esta vida terrestre, visto que la historia no parece que tenga que llegar de inmediato a su fin.[22]
Teológicamente, La ciudad de Dios es un trabajo muy importante según su visión de la historia de la salvación y por haber dado cuerpo a las doctrinas clave del cristianismo como la creación, el pecado original, la gracia de Dios, la resurrección, el cielo y el infierno.
Filosóficamente, por mostrar cómo la filosofía sirve de valor para construir una visión exhaustiva del cristianismo, como por proveer un marco general dentro de la que se hizo la mayor parte de la filosofía política en el Occidente cristiano con una visión utópica,[35] de forma que influyó en escritores cristianos como Bossuet, Fénelon, De Maistre, Donoso Cortés, entre otros.
Teodicea agustiniana
[editar]A san Agustín le interesaba especialmente el «problema del mal», atribuido a Epicuro, quien había afirmado: «Si Dios puede, sabe y quiere acabar con el mal, ¿por qué existe el mal?». Este hecho fundamental se convierte en un argumento contra la existencia de Dios, todavía usado por ateos y críticos de las religiones. Las respuestas ante el argumento que intentan demostrar racionalmente la coherencia de la existencia del mal y Dios en el mundo, se llaman teodicea.
Agustín dio varias respuestas a esta cuestión con base en el libre albedrío y la naturaleza de Dios:
- San Agustín cree que Dios creó todo bueno. El mal no es una entidad positiva, luego no puede «ser», como afirman los maniqueos, pues según Agustín, el mal es la ausencia o deficiencia de bien y no una realidad en sí misma. San Agustín toma esta idea de Platón y sus seguidores, donde el mal no es una entidad, sino ignorancia.[37]
- Para San Agustín la palabra "mal" es una ausencia de algo. Esta no cuenta con propiedades intrínsecas. El mal es una restricción del sistema en sí. Es una restricción dinámica interna del mundo. El argumento de Agustín dice que cuando se siente que no hay sentido en la vida hay un vacío, y que el mal se da por las decisiones propias. La única forma de alejarse del mal es llenándose de plenitud. Si Dios es esta substancia o fuente de la realidad primordial, entonces el mal es la privación de la sustancia por las propias decisiones. Esto quiere decir que el mal no existe substancialmente, sino que existe por la privación del bien o de Dios.
- Agustín argumenta que los seres humanos son entidades racionales. La racionalidad consiste en la capacidad de evaluar opciones por medio del razonamiento, y por consiguiente, Dios les tuvo que dar libertad por naturaleza, lo que incluye poder elegir entre bien y mal. Dios tuvo que dejar la posibilidad de Adán y Eva en desobedecerle, lo que exactamente sucedió según la Biblia. A esto se le conoce como la defensa del libre albedrío.[38]
- Para Agustín, Dios permitía los males naturales porque son justo castigo al pecado, y aunque los animales y bebés no pecan, son merecedores del castigo divino, siendo los niños herederos del pecado original.[39]
- Finalmente, Agustín sugiere que se debe observar el mundo como algo bello. Aunque el mal exista, este contribuye a un bien general mayor que la ausencia del mismo, así como las disonancias musicales pueden hacer más hermosa una melodía.[38]
Ética
[editar]El concepto del amor es central en la doctrina teológica cristiana, que alude al núcleo temático relacionado con la figura de Cristo. El concepto de amor en San Agustín es tan preponderante que ha sido objeto de estudio por parte de ilustres figuras intelectuales como Hannah Arendt. Para san Agustín:
el amor es una perla preciosa que, si no se posee, de nada sirven el resto de las cosas, y si se posee, sobra todo lo demás.
«Ama y haz lo que quieras: si callas, calla por amor; si gritas, grita por amor; si corriges, corrige por amor; si perdonas, perdona por amor. Exista dentro de ti la raíz de la caridad; de dicha raíz no puede brotar sino el bien».[40]
También Agustín formuló una versión propia de la cita bíblica "ama al prójimo como a ti mismo" de la siguiente forma:
Cum dilectione hominum et odio vitiorum
Que traducido significa "con amor a la humanidad y odio a los pecados", a menudo citado como "ama al pecador pero no al pecado".[31] Agustín dirigió a muchos clérigos bajo su autoridad en Hipona para liberar a sus esclavos "como un acto de piedad".[41] San Agustín también dijo:
Nos hiciste, Señor, para Ti, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en Ti.
Para el santo, Dios creó a los seres humanos para Él, y por ello los seres humanos no van a estar plenos hasta que descansen en Dios. Como para otros Padres de la Iglesia, para Agustín de Hipona la ética social implica la condena de la injusticia de las riquezas y el imperativo de la solidaridad con los desfavorecidos:
Las riquezas son injustas o porque las adquiriste injustamente o porque ellas mismas son injusticia, por cuanto tú tienes y otro no tiene, tú vives en la abundancia y otro en la miseria.Psalmos 48
San Agustín era insistente en la idea de justicia. Upton Sinclair cita a Agustín en The Cry for Justice, una recopilación de citas contra la injusticia social:[42]
Las superfluidades de los ricos son las necesidades de los pobres. Quienes poseen superfluidades, poseen los bienes de los demás.
Agustín de Hipona defendió asimismo el bien de la paz y procuró promoverla:
Acabar con la guerra mediante la palabra y buscar o mantener la paz con la paz y no con la guerra es un título de gloria mayor que matar a los hombres con la espada.Epístola 229
En La ciudad de Dios, san Agustín ataca la tradición romana, incluidos mitos como el de Lucrecia, una dama que, tras ser violada por el hijo del último rey de Roma, se suicidó clavándose un puñal. Para los romanos, Lucrecia era el más digno modelo de integridad moral. No para Agustín, quien considera que su muerte añadió un crimen a otro crimen, pues «quien se mata, mata a un hombre y, por tanto, contraviene la ley divina».[22]
Agustín, en varios momentos de sus obras, dedicará atención a la mentira. En Sobre la mentira, clasificó las mentiras como dañosa o jocosa, y distingue al mentiroso (quien disfruta con la mentira) del embustero (lo hace en ocasiones sin querer o para agradar).[43] Al igual que Kant, no considera lícito mentir para salvar la vida de una persona.[44]
“La mentira capital y la primera que hay que evitar decididamente es la mentira en la doctrina religiosa. […]La segunda es la que daña injustamente a alguien, es decir, que perjudica a alguno, y no aprovecha a nadie. La tercera es la que favorece a alguno, pero perjudica a otro, aunque no sea en torpeza alguna corporal. La cuarta es la cometida por el puro apetito de mentir y engañar, que es la pura mentira a secas. La quinta es la que se comete por querer agradar en la conversación. La sexta es la que aprovecha a alguno, sin perjudicar a nadie. […]La séptima es la que, sin perjudicar a nadie, favorece a alguno, exceptuando el caso de que pregunte el juez. […] La octava es la que, sin perjudicar a nadie, aprovecha a alguien para evitar ser mancillado en el cuerpo”.San Agustín, De mendacio, 510-511.
Teoría del mandato divino
[editar]Política
[editar]A medida que fue aumentando la influencia de la Iglesia, su relación con el Estado se tornó conflictiva. Uno de los primeros filósofos políticos que trató este tema fue Agustín de Hipona en su intento de integrar la filosofía clásica en la religión. Recibió la poderosa influencia de los escritos de Platón y Cicerón, que también fueron el fundamento de su pensamiento político.
Como ciudadano de Roma, creía en la tradición de un Estado obligado por leyes, pero como humanista coincidía con Aristóteles y Platón en que el objetivo del Estado es facilitar que su pueblo lleve una vida buena y virtuosa. Para un cristiano esto significaba vivir según las leyes divinas sancionadas por la Iglesia. Agustín pensaba que en la práctica son pocas las personas que viven según esas leyes y que la mayoría vive en pecado. Distinguía entre la ciudad de Dios y la ciudad terrenal. En esta última predominaba el pecado.
Para san Agustín, un modelo teocrático bajo la influencia de la Iglesia sobre el Estado es la única forma de asegurar que las leyes terrenales se dicten con referencia las divinas, lo que permite que la gente viva en la ciudad de Dios, ya que "una ley injusta no es ninguna ley en absoluto".[47]
Disponer de esas leyes justas es lo que distingue un estado de una banda de ladrones. Sin embargo, Agustín señala además que incluso en una ciudad terrenal pecadora, la autoridad del Estado es capaz de asegurar el orden por medio de las leyes y que todos tienen motivos para desear el orden.
Sin la justicia, ¿qué serían en realidad los reinos sino bandas de ladrones?, ¿y qué son las bandas de ladrones si no pequeños reinos? […] Por ello, inteligente y veraz fue la respuesta dada a Alejandro Magno por un pirata que había caído en su poder, pues habiéndole preguntado el rey por qué infestaba el mar, con audaz libertad el pirata respondió: por el mismo motivo por el que tú infestas la tierra; pero ya que yo lo hago con un pequeño bajel me llaman ladrón, y a ti porque lo haces con formidables ejércitos, te llaman emperador.San Agustín, La ciudad de Dios, IV, 4.
Agustín adoptó la definición de Cicerón de comunidad como argumento en contra de la responsabilidad del cristianismo de la caída de Roma.[48]
En De Civitate Dei, defendió el derecho divino de los reyes. Si bien la "Ciudad de los hombres" y la "Ciudad de Dios" podrían tener diferentes propósitos, ambas fueron establecidas por Dios y sirvieron a su última voluntad. Aunque la "Ciudad del Hombre", el mundo del poder secular, puede parecer impío y gobernado por pecadores, fue colocada en la Tierra para proteger la "Ciudad de Dios". De modo que, los monarcas habían sido colocados en su trono para los propósitos de Dios, y cuestionar su autoridad equivalía a cuestionar la de Dios.
Guerra justa
[editar]La insistencia en la justicia con sus raíces en la doctrina cristiana también la aplicó San Agustín a la guerra. Consideraba que toda guerra es malvada y que atacar y saquear a otros estados es injusto, pero aceptaba que existe una «guerra justa» librada por una causa justa, como defender el Estado de una agresión o restaurar la paz, si bien hay que recurrir a ella con remordimientos y como último recurso.[49] En Contra Fausto justifica la violencia como «mal necesario» para hacer volver a herejes y paganos al camino recto de la fe, argumento que será utilizado a partir del siglo IX por el papado para legitimar la lucha contra los infieles dando origen, posteriormente, a fenómenos como las cruzadas o la Inquisición.[50]
Recepción
[editar]San Agustín tiene gran importancia en la historia de la cultura de Europa. Sus Confesiones suponen un modelo de biografía interior para muchos autores, que van a considerar la introspección como elemento importante en la literatura. Concretamente, Petrarca fue un gran lector del santo: su descripción de los estados amorosos enlaza con ese interés por el mundo interior que encuentra en san Agustín. Descartes descubrió la autoconciencia, que señaló el inicio de la filosofía moderna, copiando su principio fundamental (cogito ergo sum/pienso luego existo), no literalmente pero sí en cuanto al sentido, de san Agustín (si enim fallor, sum/si me equivoco, existo: De civ. Dei, 11, 26).
Por otro lado, san Agustín va a ser un puente importante entre la antigüedad clásica y la cultura cristiana. El especial aprecio que tiene por Virgilio y Platón va a marcar fuertemente los siglos posteriores.
Dos son las principales escuelas del pensamiento filosófico y teológico católico: la platónico-agustiniana y la aristotélico-tomista. La Edad Media, hasta el siglo XIII y el redescubrimiento de Aristóteles, va a ser platónica-agustina.
El filósofo Bertrand Russell quedó impresionado por la meditación de Agustín sobre la naturaleza del tiempo en las Confesiones, comparándola favorablemente con la versión de Kant:
"Yo mismo no estoy conforme con esta teoría, por cuanto hace del tiempo algo mental. Pero es claramente una teoría muy hábil, digna de ser considerada en serio. Yo iría más lejos y diría que es un gran avance respecto a cuanto se halla en la filosofía griega. Contiene una exposición mejor y más clara que la de Kant de la teoría subjetiva del tiempo —una teoría que, desde Kant, ha sido ampliamente aceptada entre los filósofos—".Bertrand Russell, Historia de la filosofía occidental[51]
Los análisis y críticas de Agustín aún son vigentes, pues filósofos contemporáneos como Hannah Arendt y Jacques Derrida se orientan, en sus reflexiones, por el autor de La ciudad de Dios.[43]
La figura de Agustín inspiró diferentes comedias áureas dentro del popular subgénero de la comedia de santos. Una de los casos más célebres es el de Lope de Vega, autor de El divino africano (ca. 1610), donde se representa la conversión de Agustín desde el maniqueísmo hacia la Fe cristiana.[52]
Agustín y la ciencia
[editar]Según el científico Roger Penrose, san Agustín tuvo una «intuición genial» acerca de la relación espacio-tiempo, adelantándose 1500 años a Albert Einstein y a la teoría de la relatividad cuando Agustín afirma que el universo no nació en el tiempo, sino con el tiempo, que el tiempo y el universo surgieron a la vez.[53] Esta afirmación de Agustín también es rescatada por el colega de Penrose, Paul Davies.
Agustín, quien tuvo contacto con las ideas del evolucionismo de Anaximandro, sugirió en su obra La ciudad de Dios que Dios pudo servirse de seres inferiores para crear al hombre al infundirle el alma. Defendía así la idea de que a pesar de la existencia de Dios, no todos los organismos y lo inerte salían de Él, sino que algunos sufrían variaciones evolutivas en tiempos históricos a partir de creaciones de Dios.[54]
Obras
[editar]San Agustín fue un autor prolífico que dejó una gran cantidad de obras, elaboradas desde el 386 hasta el 419, tratando temas diversos. Algunas de ellas son:[55]
Veneración
[editar]San Agustín es venerado en la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa, las Iglesias ortodoxas orientales y algunas Iglesias luteranas, ya que figura en el calendario litúrgico luterano.
Véase también
[editar]- Orden de San Agustín
- Orden de Agustinos Recoletos
- Regla de san Agustín
- Agustinismo político
- Teología del pacto
- Filosofía cristiana
- Categoría:Patronazgo de San Agustín
- «Ad salutem humani», encíclica de Pío XI en el XV centenario de la muerte del santo.
- Historia de la controversia sobre el filioque
- Portal:Iglesia católica. Contenido relacionado con Iglesia católica.
Notas y referencias
[editar]- ↑ Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografía de San Agustín. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Consultado el 12 de septiembre de 2021.
- ↑ Moreno Villa, Mariano (2003). «III. La Filosofía Escolástica». Filosofía. Volumen II. Antropología, Psicología y Sociología. España: Editorial Mad. p. 27. ISBN 84-665-0537-7. Consultado el 11 de abril de 2013. «Agustín de Hipona (354-430) nació en Tagaste (Argelia).»
- ↑ Livi, Antonio Storia Sociale della Filosofia, Vol I, pag.242, Roma, Società Editrice Dante Alighieri, 2004, ISBN 88-534-0267-9.
- ↑ Herreros López, Juan Manuel. «San Agustín: "La Ciudad de Dios"». En Luis García San Miguel, ed. Filosofía política: las grandes obras. España: Dykinson. p. 282. ISBN 84-9772-859-9. Consultado el 11 de abril de 2013.
- ↑ Puertas, José. «Doctores de la Iglesia». www.corazones.org. Consultado el 12 de septiembre de 2021.
- ↑ a b c Hollingworth, 2013, pp. 50-51.
- ↑ Leith, 1990, p. 24.
- ↑ Catholic World, Volumes 175–176. Paulist Fathers. 1952. p. 376. «The whole of North Africa was a glory of Christendom with St. Augustine, himself a Berber, its chief ornament.»
- ↑ Ep., CXXXIII, 19. English version, Latin version
- ↑ Claudio Leonardi; Andrea Riccardi; Gabriella Zarri, eds. (2000). Diccionario de los santos, Volume 1. España: San Pablo. p. 84. ISBN 84-285-2258-8. Consultado el 11 de abril de 2013. «Su padre, Patricio, era pagano, pequeño terrateniente y empleado municipal. Su madre, Mónica, era cristiana y muy virtuosa.»
- ↑ Confesiones III, 12, 21. «Vete en paz, mujer; ¡así Dios te dé vida! que no es posible que perezca el hijo de tantas lágrimas».
- ↑ a b Claudio Leonardi; Andrea Riccardi; Gabriella Zarri, eds. (2000). Diccionario de los santos, Volume 1. España: San Pablo. p. 84. ISBN 84-285-2258-8. Consultado el 11 de abril de 2013.
- ↑ a b Herreros López, Juan Manuel. «San Agustín: "La Ciudad de Dios"». En Luis García San Miguel, ed. Filosofía política: las grandes obras. España: Dykinson. p. 281. ISBN 84-9772-859-9. Consultado el 11 de abril de 2013.
- ↑ Rico Pavés, José (2006). Los sacramentos de la iniciación cristiana. España: Instituto Teológico San Ildelfonso. p. 205. ISBN 84-934253-9-7. Consultado el 11 de abril de 2013. «Estando en Cartago, el adolescente Agustín abandonó la Iglesia Católica y se unió a los maniqueos. Cuando llegó a Milán, en el 384, recién nombrado orador de la ciudad, todavía era maniqueo.»
- ↑ a b Lacueva, 2001, p. 34.
- ↑ Conf. VIII 12.
- ↑ https://oala.villanova.edu/agustin/conversion2.html
- ↑ Conf. VIII 12,29.
- ↑ H. R. Loyn, ed. (1989). Diccionario Akal de Historia Medieval. España. p. 17. ISBN 84-460-0841-6. Consultado el 11 de abril de 2013.
- ↑ Lacueva, 2001, p. 33.
- ↑ Cf. [1] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
- ↑ a b c d e f g 1978-, Ponsati-Murlà, Oriol (D.L. 2015). San Agustín : tanto la fe como la razón conducen a la misma verdad: Dios. RBA. ISBN 9788447384020. OCLC 957756520.
- ↑ a b Moreno Villa, Mariano (2003). «III. La Filosofía Escolástica». Filosofía. Volumen II. Antropología, Psicología y Sociología. España: Editorial Mad. p. 27. ISBN 84-665-0537-7. Consultado el 11 de abril de 2013.
- ↑
-“¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé. Lo que sí digo sin vacilación es que sé que si nada pasase no habría tiempo pasado; y si nada sucediese, no habría tiempo futuro; y si nada existiese, no habría tiempo presente. Pero aquellos dos tiempos, pretérito y futuro, ¿cómo pueden ser, si el pretérito ya no es y el futuro todavía no es? Y en cuanto al presente, si fuese siempre presente y no pasase a ser pretérito, ya no sería tiempo, sino eternidad. Si, pues, el presente, para ser tiempo es necesario que pase a ser pretérito, ¿cómo deciros que existe éste, cuya causa o razón de ser está en dejar de ser, de tal modo que no podemos decir con verdad que existe el tiempo sino en cuanto tiende a no ser?”.(Confesiones, XI, XIV, 17).
- ↑ a b c «San Agustín de Hipona». www.arteguias.com. Consultado el 10 de diciembre de 2019.
- ↑ Rojas Cómez, Mauricio F. Idea del Tiempo en San Agustín.
- ↑ Agustín de Hipona, Sobre el significado literal de Génesis ( De Genesi ad litteram ), VIII, 6:12, vol. 1, pp. 192–93 y 12:28, vol. 2, pp. 219-20, trad. John Hammond Taylor SJ; BA 49,28 y 50–52; PL 34, 377. Cf. Agustín de Hipona, De Trinitate, XII, 12.17, CCL 50, 371–372 [v. 26-31; 1–36]; De natura boni 34–35, CSEL 25, 872; PL 42, 551–572.
- ↑ Augustine of Hippo, Nisi radicem mali humanus tunc reciperet sensus ("Contra Julianum", I, 9.42; PL 44, 670)
- ↑ BRACHTENDORF, J. (1997-01). «Cicero and Augustine on the Passions». Revue d'Etudes Augustiniennes et Patristiques 43 (2): 289-308. ISSN 1768-9260. doi:10.1484/j.rea.5.104767. Consultado el 29 de junio de 2019.
- ↑ Bonner, G (1986). St. Augustine of Hippo. Life and Controversies. Norwich: The Canterbury Press. ISBN 978-0-86078-203-2
- ↑ a b «St Augustine of Hippo - Oxford Reference». www.oxfordreference.com (en inglés). doi:10.1093/acref/9780191826719.001.0001/q-oro-ed4-00000572. Consultado el 28 de junio de 2019.
- ↑ Bonaiuti, Ernesto (1917-04). «The Genesis of St. Augustine's Idea of Original Sin». Harvard Theological Review 10 (2): 159-175. ISSN 0017-8160. doi:10.1017/s0017816000000729. Consultado el 29 de junio de 2019.
- ↑ «San Agustín en el Diccionario soviético de filosofía». www.filosofia.org. Consultado el 10 de diciembre de 2019.
- ↑ Rossi, Miguel Ángel (2005). «Cicerón y Agustín: contrafiguras para pensar la política». Revista Universidad EAFIT: 84.
- ↑ a b Bassham, Gregory (2017). Libro de la filosofía. De los vedas a los nuevos ateos. 250 historias en la historia del pensamiento'. Librero. p. 126. ISBN 978-90-8998-945-1.
- ↑ «The Politics of God and the Politics of Man». Kuyper Foundation (en inglés británico). Consultado el 28 de junio de 2019.
- ↑ Cordero Hernández, Juan (2009-06). «El tratamiento agustiniano del problema del mal: una vindicación frente a las críticas secularistas». Signos filosóficos 11 (21): 169-184. ISSN 1665-1324. Consultado el 16 de junio de 2020.
- ↑ a b Montserrat,, Asensio,; Will., Buckingham,; Antón,, Corriente, (cop. 2011). El libro de la filosofía (1ª ed edición). Akal. ISBN 9788446034261. OCLC 1025681684. Consultado el 1 de agosto de 2018.
- ↑ Bassham, Gregory (2018). El libro de la filosofía: de los Vedas a los nuevos ateos, 250 hitos en la historia del pensamiento. Librero. p. 444. ISBN 9789089989451. OCLC 1123026787.
- ↑ Serna Holanda, Blas. Activación de la inteligencia. Editorial LibrosEnRed, 2004. ISBN 9789875611276, p. 50.
- ↑ Augustine, Saint (1956). «Of the Work of Monks, n. 25». En Philip Schaff, ed. A Select Library of the Nicene and Post-Nicene Fathers of the Christian Church (en inglés). vol. 3. Eerdmans. p. 516. Consultado el 28 de abril de 2021.
- ↑ «The Cry for Justice - Wikiquote». en.wikiquote.org (en inglés). Consultado el 12 de agosto de 2019.
- ↑ a b «Análisis y crítica de la mentira en el pensamiento de San Agustín». Reflexiones Marginales. 28 de marzo de 2019. Consultado el 30 de septiembre de 2019.
- ↑ San Agustín. «Sobre la mentira; Capítulo VIII - No se puede mentir para salvar a otros». www.augustinus.it. Consultado el 30 de septiembre de 2019.
- ↑ Austin, Michael W. (21 de agosto de 2006). «Divine Command Theory». Internet Encyclopedia of Philosophy. Consultado el 18 de agosto de 2012.
- ↑ Connolly et al., 2009, p. 24
- ↑ De Libero Arbitrio, Libro 1, § 5
- ↑ «Cicero | Internet Encyclopedia of Philosophy» (en inglés estadounidense). Consultado el 24 de agosto de 2021.
- ↑ 1962-, Kelly, Paul Joseph (D.L. 2014). El libro de la política. Akal. ISBN 9788446040033. OCLC 894660116. Consultado el 30 de junio de 2018.
- ↑ Lenoir, Frédéric (2018) [2008]. Breve tratado de historia de las religiones. Barcelona: Herder Editorial. pp. 155-156. ISBN 978-84-254-3976-6.
- ↑ Russell, Bertrand, 1872-1970.; Dorta, Antonio. (1994). Historia de la filosofía occidental (Julio Gómez de la Serna & Antonio Dorta, trads.) (5a ed edición). Espasa Calpe. p. 364. ISBN 8423966321. OCLC 32567359. Consultado el 29 de junio de 2019.
- ↑ Montalvo Mareca, Sergio. «La construcción del personaje de San Agustín en El divino africano de Lope de Vega». Actas del X Congreso Asiático de Hispanistas, Seúl, Universidad de Hankuk de Estudios Extranjeros-Instituto de Estudios Latinoamericanos (HK+), 2021, pp. 241-254. ISBN 979-11-5556-213-0.
- ↑ El universo según Penrose
- ↑ «Evolucionismo y cristianismo». Archivado desde el original el 15 de abril de 2018. Consultado el 2 de octubre de 2010.
- ↑ Obra de san Agustín. Agustinos Recoletos Archivado el 4 de abril de 2013 en Wayback Machine.
- ↑ Expositio Psalmorum beati Augustini
- Manuscrito del siglo XII digitalizado, en el Somni en su colección del duque de Calabria.
- ↑ Aurelii Agustini Hipponae episcopi super loannem librum
- Manuscrito del siglo XV digitalizado, en el Somni en su colección del duque de Calabria.
Bibliografía
[editar]- Obras completas de San Agustín. 41 volúmenes. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos. ISBN 978-84-220-0448-6.
- Obra selecta. Estudio introductorio de Salvador Antuñano. Cartoné. Biblioteca de Grandes Pensadores. Madrid: Editorial Gredos. 2012. ISBN 978-84-249-2459-1.
- Ciudad de Dios. Madrid: Editorial Gredos.
- Volumen I: Libros I-VII. 2007/2022. ISBN 978-84-249-2883-4 / ISBN 9788424939557.
- Volumen II: Libros VIII-XV. 2012/2023. ISBN 978-84-249-3661-7 / ISBN 9788424939564.
- Volumen III: Libros XVI-XXII. 2023. ISBN 9788424940034.
- Confesiones. Madrid: Editorial Gredos. 2010. ISBN 978-84-249-1505-6.
- La Ciudad de Dios; Vida de San Agustín. BAC Selecciones. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos. 2009. ISBN 978-84-220-1405-8.
- Sobre la música. Seis libros. Madrid: Editorial Gredos. 2007. ISBN 978-84-249-2864-3.
- Sobre Agustín de Hipona
- Brown, Peter (2001). Agustín de Hipona. Madrid: ACENTO Editorial. ISBN 84-483-0608-2.
- Chadwick, Henry (2001). Agustín. Ediciones Cristiandad. ISBN 9788470574375.
- Cremona, Carlo (1991). Agustín de Hipona: la razón y la fe. Ediciones Rialp. ISBN 9788432128042. Archivado desde el original el 17 de julio de 2011. Consultado el 5 de junio de 2010.
- Lacueva, Francisco (2001). Diccionario Teológico Ilustrado. España: CLIE. ISBN 978-84-8267-237-3. Archivado desde el original el 12 de noviembre de 2013. Consultado el 11 de abril de 2013.
- Lazcano, Rafael (2007). Bibliografía de San Agustín en lengua española (1502-2006). Editorial Agustiniana. ISBN 84-95745-60-7.
- Przywara, Erich (1984). San Agustín, perfil humano y religioso. Ediciones Cristiandad. ISBN 9788470573590.
- Oroz Reta, José; Galindo Rodrigo, José Antonio, eds. (1998-2010). El pensamiento de San Agustín para el hombre de hoy (en tres tomos. Tomo I: La filosofía agustiniana. Tomo II: Teología Dogmática. Tomo III: Temas particulares de Filosofía y Teología). Edicep. ISBN 8470505033.
- Wohl, de, Louis (2001). Corazón inquieto: la vida de San Agustín. Ediciones Palabra. ISBN 9788482394589.
Enlaces externos
[editar]- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Agustín de Hipona.
- Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Agustín de Hipona.
- Wikisource en español contiene obras originales de Agustín de Hipona.
- Wikisource en latín contiene obras originales de Agustín de Hipona.
- Wikisource: «Ad salutem humani», encíclica de Pío XI en el XV centerario de la muerte del santo.
- Varios autores (1910-1911). «Augustine, Saint (of Hippo)». En Chisholm, Hugh, ed. Encyclopædia Britannica. A Dictionary of Arts, Sciences, Literature, and General information (en inglés) (11.ª edición). Encyclopædia Britannica, Inc.; actualmente en dominio público.
- Obras completas de san Agustín de Hipona (en español)
- Obras completas de san Agustín de Hipona (en francés)
- Selección de epístolas (Epistulae): texto latino en el Proyecto Perseus.
- Ramón Trevijano Etcheverría. Patrología. San Agustín de Hipona
- Biografía de san Agustín
- «Biografía de san Agustín» Corazones.org
- Manuscritos de los siglos XII al XV digitalizados de san Agustín de Hipona y sobre su obra, en Somni en su colección del duque de Calabria.
- Ferrer Santos, Urbano — Román Ortiz, Ángel Damián, San Agustín de Hipona, en Fernández Labastida, Francisco – Mercado, Juan Andrés (editores), Philosophica: Enciclopedia filosófica en línea.
- San Agustín visto y explicado por Benedicto XVI
- Ficha en Catholic Hierarchy (en inglés)
- Hombres
- Nacidos en 354
- Fallecidos en 430
- Doctores de la Iglesia
- Padres de la Iglesia
- Apologistas del cristianismo
- Patrología del siglo V
- Orden de San Agustín
- Santos agustinos
- Santos católicos
- Santos de la Comunión anglicana
- Santos luteranos
- Santos cristianos de la Antigua Roma del siglo V
- Filósofos de Argelia
- Santos de Argelia
- Santos de la Iglesia ortodoxa
- Santos ortodoxos de África
- Filósofos del siglo IV
- Filósofos del siglo V
- Teóricos de la música de la Antigüedad
- Neoplatónicos
- Personajes citados en la Divina Comedia
- Obispos de Argelia
- Escritores de Argelia
- Filósofos cristianos
- África en el siglo V
- Teólogos del siglo IV
- Teólogos del siglo V
- Ciencia y religión
- Filósofos de África
- Santos cristianos de la Antigua Roma del siglo IV
- Conversos al cristianismo desde el ateísmo o agnosticismo
- Bereberes
- Agustín de Hipona
- Fallecidos en Argelia