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Diferencia entre revisiones de «Tiempo del Ruido»

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'''Tiempo del Ruido''' es el nombre que recibió el fenómeno ocurrido a las 22:00 del [[9 de marzo]] de [[1687]] en la entonces villa de [[Santafé de Bogotá]] y sus alrededores (en el [[Virreinato de la Nueva Granada]]).
'''Tiempo del Ruido''' es el nombre que recibió el fenómeno ocurrido a las 22:00 del [[9 de marzo]] de [[1687]] en la entonces villa de [[Santafé de Bogotá]] y sus alrededores (en el [[Virreinato de la Nueva Granada]]).


Se caracterizó por un ruido misterioso y fortísimo de origen desconocido, acompañado de un intenso olor a [[azufre]] (que se extendió durante varios días), con una duración aproximada de 15&nbsp;minutos, que generó pánico colectivo en los habitantes de la ciudad.<ref name=Moreno_Cardenas>Moreno Cárdenas, Freddy (2007): [http://www.revistaelastrolabio.com/ediciones-anteriores/volumen_6-2/62-1 «Nuevos aportes para la explicación del misterioso y portentoso ruido escuchado en Santa Fe de Bogotá el 9 de marzo de 1687»], artículo de agosto-diciembre de 2007 en la revista ''El Astrolabio'', volumen 6, número 2.</ref>
Se caracterizó por un ruido misterioso y fortísimo de origen desconocido, acompañado de un intenso olor a [[azufre]] (que se extendió durante varios días), con una duración aproximada de 15&nbsp;minutos, que generó pánico colectivo en los habitantes de la ciudad.<ref name=Moreno_Cardenas>Moreno Cárdenas, Freddy (2007): [http://www.revistaelastrolabio.com/ediciones-anteriores/volumen_6-2/62-1 «Nuevos aportes para la explicación del misterioso y portentoso ruido escuchado en Santa Fe de Bogotá el 9 de marzo de 1687»], artículo de agosto-diciembre de 2007 en la revista ''El Astrolabio'', volumen 6, número 2.</ref> Este fenómeno debe ser estudiado desde la ciencia y con base en los conocimientos de la Astronomía y no sobre suposiciones, acomodamiento y desprecio de las narraciones dejadas por los cronistas de la época. No pocas veces esta suceso ha sido manipulado para dejarlo como algo sobrenatural y buscar una explicación equivocada y carente de toda lógica.


== El suceso ==
== El suceso ==


Cerca de las 22:00, cuando la mayor parte de los habitantes de la ciudad dormía, se escuchó un ensordecedor ruido que se prolongó por unos 15&nbsp;minutos, acompañado de numerosas explosiones y de un fuerte olor a [[azufre]]. Pedro de Mercado nos cuenta lo que sucedió:
Cerca de las 22:00, cuando la mayor parte de los habitantes de la ciudad dormía, se escuchó un ensordecedor ruido que se prolongó por unos 15&nbsp;minutos, acompañado de olor a [[azufre]]. De inmediato los habitantes de la ciudad colonial entraron en pánico y huyeron de sus casas con ropas de dormir por las calles destapadas. La mayoría se refugió en los claustros religiosos, donde permanecieron orando y ayunando varios días temiendo la llegada de una legión de [[demonio]]s o del [[Juicio Final]]. El presidente colonial [[Gil de Cabrera y Dávalos]] dirigió una expedición militar hacia las afueras de la ciudad, donde al parecer se sintió más fuertemente el extraño fenómeno. El ensordecedor ruido terminó aquella misma noche y nunca más se volvió a presentar, mientras que el hedor azufrado permaneció durante algunos días más sobre la [[sabana de Bogotá]]. Durante muchos años posteriores, cada 9 de marzo se destapaban los sacramentos y se tomaba como una festividad religiosa en Santafé de Bogotá. La expresión «Tiempo del Ruido» se forjó dentro de la jerga de los habitantes del [[Virreinato de la Nueva Granada]] (actual Colombia).

"el día domingo que era el séptimo antes de las Idus de Marzo (9 de marzo) del 87, horas antes de la media noche (noche en la que no había ni siquiera una nubecilla, y que el cielo ofrecía un espectáculo maravilloso con todas sus estrellas, noche que invitaba a un gran descanso y tranquilidad, de repente se escuchó en la ciudad de Santa Fe y en las ciudades circunvecinas por muchas leguas un estruendo tan horrible y aterrador, que quienes lo escucharon declaran nunca haber oído cosa semejante y nunca nunca lo oirán... chocaban entre sí en medio de la fuga sin poder socorrerse mutuamente, allí donde creían encontrar ayuda el temor era mayor, más fuerte, más vigoroso... otros decían escuchar como si se tratase de ejércitos formados en línea de combate prestos a pelear, oír el sonido de las trompetas llamando a combate, que los arcabuceros de cerca se disparaban y que con bolas incendiarias haber escuchado el estrépito que hacen los soldados al sacar los sables para el combate, o que ambas partes con toda clase de proyectiles incendiarios mutuamente se atacaban...No faltan quienes aseguran que el ruido les parecía ser como el que producen las carretas por los empedrados, jaladas por caballos desbocados. Otros imaginaban que el estruendo era como el que suelen producir descomunales troncos al ser arrastrados por las plazas de las calles pavimentadas con piedras desiguales…

De inmediato los habitantes de la ciudad colonial entraron en pánico y huyeron de sus casas con ropas de dormir por las calles destapadas. La mayoría se refugió en los claustros religiosos, donde permanecieron orando y ayunando varios días temiendo la llegada de una legión de [[demonio]]s o del [[Juicio Final]].

Según Mercado y Martínez (1691) el ruido se escuchó alrededor de quince minutos. La versión de Cassani (1741) nos aporta un dato diferente en cuanto a la duración, ya que dice que se sintió por más de un cuarto de hora, cerca de media hora, y nos cuenta que se sintieron tres explosiones: “No hubo persona que no se espantase, y que no lo oyese: al primer golpe dudaron, todos al segundo temieron: al tercero se aterraron, y con la perseverancia salieron de sí, y aún de sus casas, y aún de la ciudad. Lo más singular fue, que todo el tiempo que duró este rumor, se esparció por el aire un pestilencial hedor de azufre, que ofendía al sentido: de esto fueron testigos todos aquellos a quienes bastó el ánimo para estar sobre sí, i muchísimos, que en un primer principio, antes que se turbase la fantasía, salían a las ventanas i al movimiento del aire les apestaba el olor, este quizás se les subiría a la cabeza, para no poder advertir luego su permanencia

El presidente colonial [[Gil de Cabrera y Dávalos]] dirigió una expedición militar hacia las afueras de la ciudad, donde al parecer se sintió más fuertemente el extraño fenómeno. El ensordecedor ruido terminó aquella misma noche y nunca más se volvió a presentar, mientras que el hedor azufrado permaneció durante algunos días más sobre la [[sabana de Bogotá]]. Durante muchos años posteriores, cada 9 de marzo se destapaban los sacramentos y se tomaba como una festividad religiosa en Santafé de Bogotá. La expresión «Tiempo del Ruido» se forjó dentro de la jerga de los habitantes del [[Virreinato de la Nueva Granada]] (actual Colombia).


El hecho fue informado por el sacerdote jesuita Pedro de Mercado&nbsp;S.&nbsp;J.<ref>[https://sites.google.com/site/elfindelmundoenbogota/home «Santafé de Bogotá, 9 de marzo de 1687: Un domingo a las diez de la noche: La narración de Pedro de Mercado»], artículo en el sitio web El Fin del Mundo en Bogotá.</ref> y difundido por los sacerdotes jesuitas Juan Ribero (1728) y Joseph Cassani (1741), y por la tradición oral bogotana.<ref name=Denunciando>[http://www.denunciando.com/6712291-mensaje1.html «El tiempo del ruido, el fenómeno que sacudió a la sociedad colonial bogotana en 1687»], artículo del 19 de agosto de 2011 en el sitio web Denunciando.</ref>
El hecho fue informado por el sacerdote jesuita Pedro de Mercado&nbsp;S.&nbsp;J.<ref>[https://sites.google.com/site/elfindelmundoenbogota/home «Santafé de Bogotá, 9 de marzo de 1687: Un domingo a las diez de la noche: La narración de Pedro de Mercado»], artículo en el sitio web El Fin del Mundo en Bogotá.</ref> y difundido por los sacerdotes jesuitas Juan Ribero (1728) y Joseph Cassani (1741), y por la tradición oral bogotana.<ref name=Denunciando>[http://www.denunciando.com/6712291-mensaje1.html «El tiempo del ruido, el fenómeno que sacudió a la sociedad colonial bogotana en 1687»], artículo del 19 de agosto de 2011 en el sitio web Denunciando.</ref>
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=== Fenómeno atmosférico ===
=== Fenómeno atmosférico === Esta prueba es contundente
El geofísico y religioso colombiano Jesús E. Ramírez S. J. atribuyó el ruido a un “fenómeno atmosférico”, pero no dio datos más precisos al respecto.
El geofísico y religioso colombiano Jesús E. Ramírez S. J. atribuyó el ruido a un “fenómeno atmosférico”, pero no dio datos más precisos al respecto.


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=== Meteoroide ===
=== Meteoroide ===
Un [[meteoroide]] (pequeño [[asteroide]]) es un fenómeno frecuente y que también explicaría casi todos los fenómenos relatados. Freddy Moreno, especialista en Astronomía, plantea que debido a la gran velocidad de estos cuerpos se generan intensas ondas de choque. En algunos casos, se han informado olores intensos, que los testigos comentan siempre como de tipo «azufrado».{{cita requerida}}
Un [[meteoroide]] (pequeño [[asteroide]]) es un fenómeno frecuente y que también explicaría casi todos los fenómenos relatados. Freddy Moreno, especialista en Astronomía, plantea que debido a la gran velocidad de estos cuerpos se generan intensas ondas de choque. En algunos casos, se han informado olores intensos, que los testigos comentan siempre como de tipo «azufrado».{{cita requerida}}
La falta de fenómeno luminoso se explicaría por la misma estadística que informa que en estos casos solo el 55&nbsp;% de las personas perciben el fenómeno luminoso.{{cr}}
La falta de fenómeno luminoso se explicaría por la misma estadística que informa que en estos casos solo el 55&nbsp;% de las personas perciben el fenómeno luminoso<ref>{{Cita libro|apellidos=Keay, C|nombre=|enlaceautor=|título=|url=|fechaacceso=|año=1980|editorial=Science 210: 11-15.|isbn=|editor=|ubicación=|página=|idioma=|capítulo=Anomalous sounds from the entry of meteors fireballs}}</ref>.
Pero la mejor prueba de que el ruido escuchado en Bogotá en 1687 es la similitud con el fenómeno sónico sentido en [[Bólido de Cheliábinsk|Cheliábinsk]] el 15 de febrero de 2013<ref>{{Cita web|url=https://www.agenciasinc.es/Noticias/El-asteroide-que-exploto-sobre-los-cielos-rusos-mando-a-mas-de-1.200-personas-al-hospital|título=El asteroide que explotó sobre los cielos rusos mandó a más de 1.200 personas al hospital}}</ref>. La onda sónica no solo sorprendió a los habitantes de esta región , sino que causó heridas a más de un millar de ellos debido a la rompimiento de los vidrios que causó la explosión sónica, producida por el paso del meteoroide a más de veinte kilómetros sobre los cielos de esta ciudad rusa. Este fenómeno también causó la caída de un muro en una fábrica de zinc, un pequeño temblor y la detección de ondas de infrasonido en lugares apartados de Rusia.
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Oculté los siguientes textos porque no son ejemplos del paso de un meteorito que no se vea pero que haga un estruendo continuo durante 15 minutos:


El 7 de julio de 2007, el departamento del Valle del Cauca fue sorprendido por una fuerte explosión que se sintió desde el municipio de Obando en el norte hasta Cali. En los días siguientes se encontraron unos pocos meteoritos que impactaron los techos de casas humildes de la zona de Aguablanca, en Cali. El ruido sentido se debe a la gran velocidad con que viajan estos cuerpos a pesar de ser frenados por la atmósfera terrestre.<ref>[http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-3628441 «Un meteorito pudo haber causado extraña explosión que se escuchó en nueve municipios del Valle. Testigos vieron un objeto en llamas que cayó del cielo»], artículo del 6 de julio de 2007 en el diario ''El Tiempo'' (Bogotá).</ref>
El 7 de julio de 2007, el departamento del Valle del Cauca fue sorprendido por una fuerte explosión que se sintió desde el municipio de Obando en el norte hasta Cali. En los días siguientes se encontraron unos pocos meteoritos que impactaron los techos de casas humildes de la zona de Aguablanca, en Cali. El ruido sentido se debe a la gran velocidad con que viajan estos cuerpos a pesar de ser frenados por la atmósfera terrestre.<ref>[http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-3628441 «Un meteorito pudo haber causado extraña explosión que se escuchó en nueve municipios del Valle. Testigos vieron un objeto en llamas que cayó del cielo»], artículo del 6 de julio de 2007 en el diario ''El Tiempo'' (Bogotá).</ref> El 5 de septiembre de 2010 cayó otro meteorito, que estremeció todo el departemento de Santander con una explosión. Algunos habitantes lograron grabar el paso del meteoroide.<ref>[http://www.elespectador.com/noticias/nacional/se-conocen-primeras-fotografias-del-meteorito-cayo-sant-articulo-222874 «Se conocen primeras fotografías del meteorito que cayó en Santander. Un segundo estallido en el Valle también podría ser de una roca espacial»], artículo del 6 de septiembre de 2010 en el diario ''El Espectador'' (Bogotá).</ref> Fenómenos más fuertes se han informado, como en la [[explosión de Tunguska]] (en 1908) cuya explicación científica ha sido dada con base en la entrada de un meteoroide que no alcanzó a impactar en la superficie de Siberia, sino que explotó a 5&nbsp;kilómetros de altura dejando arrasada un área muy grande de bosques, produciendo un pequeño sismo que fue registrado en estaciones sismológicas y otros fenómenos meteorológicos de escala global.
En Lewis (1996) hay numerosos informes que coinciden con muchos de los fenómenos descritos por Mercado. El olor a azufre es otro de los síntomas del paso de meteoroide y está apoyado por incontables informes<ref>{{Cita libro|apellidos=Lewis, J.|nombre=|enlaceautor=|título=|url=|fechaacceso=|año=1996|editorial=Wesley Publishing Company.|isbn=|editor=|ubicación=|página=|idioma=|capítulo=Rain of iron and ice. Adison -}}</ref>


== Conclusión ==
El 5 de septiembre de 2010 cayó otro meteorito, que estremeció todo el departemento de Santander con una explosión. Algunos habitantes lograron grabar el paso del meteoroide.<ref>[http://www.elespectador.com/noticias/nacional/se-conocen-primeras-fotografias-del-meteorito-cayo-sant-articulo-222874 «Se conocen primeras fotografías del meteorito que cayó en Santander. Un segundo estallido en el Valle también podría ser de una roca espacial»], artículo del 6 de septiembre de 2010 en el diario ''El Espectador'' (Bogotá).</ref>


El Tiempo del Ruido era hasta ahora como una anécdota inexplicada, pero ahora a la luz de la ciencia y de un estudio profundo del fenómeno descrito puede llevarnos a generar hipótesis sobre lo que posiblemente sucedió. Muchas publicaciones esotéricas que sin ningún valor académico pretenden dar una respuesta equivocada a un fenómeno que ocurrió .
Fenómenos más fuertes se han informado, como en la [[explosión de Tunguska]] (en 1908) cuya explicación científica ha sido dada con base en la entrada de un meteoroide que no alcanzó a impactar en la superficie de Siberia, sino que explotó a 5&nbsp;kilómetros de altura dejando arrasada un área muy grande de bosques, produciendo un pequeño sismo que fue registrado en estaciones sismológicas y otros fenómenos meteorológicos de escala global.

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Pero la mejor prueba de que el ruido escuchado en Bogotá en 1687 es la similitud con el fenómeno sónico sentido en [[Bólido de Cheliábinsk|Cheliábinsk]] el 15 de febrero de 2013. La onda sónica no solo sorprendió a los habitantes de esta región , sino que causó heridas a más de un millar de ellos debido a la rompimiento de los vidrios que causó la explosión sónica, producida por el paso del meteoroide a más de veinte kilómetros sobre los cielos de esta ciudad rusa. Este fenómeno también causó la caída de un muro en una fábrica de zinc, un pequeño temblor y la detección de ondas de infrasonido en lugares apartados de Rusia.


En Lewis (1996) hay numerosos informes que coinciden con muchos de los fenómenos descritos por Mercado. El olor a azufre es otro de los síntomas del paso de meteoroide y está apoyado por incontables informes (Lewis,1996).

== Conclusión ==


En el ''Boletín de Historia y Antigüedades'' (n.º 839) de la Academia Colombiana de Historia se publicó la traducción del informe original del fenómeno del ruido, hecho por el jesuita Pedro de Mercado y otros en 1691.<ref name=Moreno_Cardenas/><ref name=Denunciando/> La cercanía de este manuscrito a la fecha del fenómeno sentido en Santafé y el testimonio de un testigo directo ayuda a confirmarlo y deja fuera de duda los hechos y situaciones descritas en los informes posteriores de Ribero (1728) y Cassani (1741).
El Tiempo del Ruido permanece hasta ahora como una anécdota inexplicada de la historia de Colombia. Nuevos descubrimientos y un estudio profundo del fenómeno descrito puede llevarnos a generar hipótesis sobre lo que posiblemente sucedió.


La descripción dada por todos los cronistas de la época corresponden al paso de un meteoroide sobre el centro de Colombia, prueba de ello son la onda sónica que despertó a los bogotanos, las siguientes explosiones causa das por la fragmentación del meteoroide en su vuelo y los olores de azufre que también fueron reportados por las personas de la época
En el ''Boletín de Historia y Antigüedades'' (n.º 839) de la Academia Colombiana de Historia se publicó la traducción del informe original del fenómeno del ruido, hecho por el jesuita Pedro de Mercado y otros en 1691.<ref name=Moreno_Cardenas/><ref name=Denunciando/> La cercanía de este manuscrito a la fecha del fenómeno sentido en Santafé y el testimonio de un testigo directo ayuda a confirmarlo y deja fuera de duda los hechos y situaciones descritas en los informes posteriores de Ribero (1728) y Cassani (1741). Sin embargo es de aclarar que en el manuscrito de Mercado (1691) hay poca información adicional y que la explicación plausible aún se puede debatir ampliamente.


== Bibliografía ==
== Bibliografía ==

Revisión del 18:58 7 jul 2020

Tiempo del Ruido es el nombre que recibió el fenómeno ocurrido a las 22:00 del 9 de marzo de 1687 en la entonces villa de Santafé de Bogotá y sus alrededores (en el Virreinato de la Nueva Granada).

Se caracterizó por un ruido misterioso y fortísimo de origen desconocido, acompañado de un intenso olor a azufre (que se extendió durante varios días), con una duración aproximada de 15 minutos, que generó pánico colectivo en los habitantes de la ciudad.[1]​ Este fenómeno debe ser estudiado desde la ciencia y con base en los conocimientos de la Astronomía y no sobre suposiciones, acomodamiento y desprecio de las narraciones dejadas por los cronistas de la época. No pocas veces esta suceso ha sido manipulado para dejarlo como algo sobrenatural y buscar una explicación equivocada y carente de toda lógica.

El suceso

Cerca de las 22:00, cuando la mayor parte de los habitantes de la ciudad dormía, se escuchó un ensordecedor ruido que se prolongó por unos 15 minutos, acompañado de numerosas explosiones y de un fuerte olor a azufre. Pedro de Mercado nos cuenta lo que sucedió:

"el día domingo que era el séptimo antes de las Idus de Marzo (9 de marzo) del 87, horas antes de la media noche (noche en la que no había ni siquiera una nubecilla, y que el cielo ofrecía un espectáculo maravilloso con todas sus estrellas, noche que invitaba a un gran descanso y tranquilidad, de repente se escuchó en la ciudad de Santa Fe y en las ciudades circunvecinas por muchas leguas un estruendo tan horrible y aterrador, que quienes lo escucharon declaran nunca haber oído cosa semejante y nunca nunca lo oirán... chocaban entre sí en medio de la fuga sin poder socorrerse mutuamente, allí donde creían encontrar ayuda el temor era mayor, más fuerte, más vigoroso... otros decían escuchar como si se tratase de ejércitos formados en línea de combate prestos a pelear, oír el sonido de las trompetas llamando a combate, que los arcabuceros de cerca se disparaban y que con bolas incendiarias haber escuchado el estrépito que hacen los soldados al sacar los sables para el combate, o que ambas partes con toda clase de proyectiles incendiarios mutuamente se atacaban...No faltan quienes aseguran que el ruido les parecía ser como el que producen las carretas por los empedrados, jaladas por caballos desbocados. Otros imaginaban que el estruendo era como el que suelen producir descomunales troncos al ser arrastrados por las plazas de las calles pavimentadas con piedras desiguales…

De inmediato los habitantes de la ciudad colonial entraron en pánico y huyeron de sus casas con ropas de dormir por las calles destapadas. La mayoría se refugió en los claustros religiosos, donde permanecieron orando y ayunando varios días temiendo la llegada de una legión de demonios o del Juicio Final.

Según Mercado y Martínez (1691) el ruido se escuchó alrededor de quince minutos. La versión de Cassani (1741) nos aporta un dato diferente en cuanto a la duración, ya que dice que se sintió por más de un cuarto de hora, cerca de media hora, y nos cuenta que se sintieron tres explosiones: “No hubo persona que no se espantase, y que no lo oyese: al primer golpe dudaron, todos al segundo temieron: al tercero se aterraron, y con la perseverancia salieron de sí, y aún de sus casas, y aún de la ciudad. Lo más singular fue, que todo el tiempo que duró este rumor, se esparció por el aire un pestilencial hedor de azufre, que ofendía al sentido: de esto fueron testigos todos aquellos a quienes bastó el ánimo para estar sobre sí, i muchísimos, que en un primer principio, antes que se turbase la fantasía, salían a las ventanas i al movimiento del aire les apestaba el olor, este quizás se les subiría a la cabeza, para no poder advertir luego su permanencia

El presidente colonial Gil de Cabrera y Dávalos dirigió una expedición militar hacia las afueras de la ciudad, donde al parecer se sintió más fuertemente el extraño fenómeno. El ensordecedor ruido terminó aquella misma noche y nunca más se volvió a presentar, mientras que el hedor azufrado permaneció durante algunos días más sobre la sabana de Bogotá. Durante muchos años posteriores, cada 9 de marzo se destapaban los sacramentos y se tomaba como una festividad religiosa en Santafé de Bogotá. La expresión «Tiempo del Ruido» se forjó dentro de la jerga de los habitantes del Virreinato de la Nueva Granada (actual Colombia).

El hecho fue informado por el sacerdote jesuita Pedro de Mercado S. J.[2]​ y difundido por los sacerdotes jesuitas Juan Ribero (1728) y Joseph Cassani (1741), y por la tradición oral bogotana.[3]

Hipótesis

Legión de demonios

El desconcertante ruido, su duración y el olor a azufre hicieron pensar a eruditos y al pueblo llano que se trataba de una manifestación demoníaca propia del final de los tiempos.

Origen tectónico

Siete meses después del Tiempo del Ruido (del 9 de marzo de 1687) sucedieron los terremotos del 20 de octubre de 1687 en Lima (Perú). Está hipótesis fue propuesta por el padre Cassani (1741).

Erupción volcánica

La erupción de un volcán en la cordillera central, como el volcán Machín, o alguno de los cráteres del volcán Nevado del Ruiz explicaría una parte importante del fenómeno descrito en las crónicas. En primer lugar, el olor azufrado fácilmente alcanzaría una distancia como la que separa la cordillera central de la ciudad (140 km en línea recta). De hecho, cuando en 1985 el cráter Arenas del Nevado del Ruiz hizo la erupción que destruyó el pueblo de Armero, sus cenizas alcanzaron más de 500 km y el olor azufrado fue percibido por habitantes de diferentes municipios de Boyacá, Antioquia y Cundinamarca a distancias incluso superiores; pero las cenizas no cayeron en forma homogénea en sus alrededores, pues al sur de Antioquia no se percibieron pese a encontrarse a distancias inferiores a 100 km, tampoco otras onas más próximas al nevado que sí fueron afectadas por el hedor azufrado como el departamento del Quindío. El eminente geofísico Jesús Emilio Ramírez (2004)[4]​, descarta la posibilidad de cualquier erupción y acepta que el fenómeno sentido en Bogotá ocurrió en la atmósfera. No existe a la fecha ningún documento científico que demuestre la erupción de algún volcán del centro de Colombia.

Meteoroide

Un meteoroide (pequeño asteroide) es un fenómeno frecuente y que también explicaría casi todos los fenómenos relatados. Freddy Moreno, especialista en Astronomía, plantea que debido a la gran velocidad de estos cuerpos se generan intensas ondas de choque. En algunos casos, se han informado olores intensos, que los testigos comentan siempre como de tipo «azufrado».[cita requerida] La falta de fenómeno luminoso se explicaría por la misma estadística que informa que en estos casos solo el 55 % de las personas perciben el fenómeno luminoso[5]​. Pero la mejor prueba de que el ruido escuchado en Bogotá en 1687 es la similitud con el fenómeno sónico sentido en Cheliábinsk el 15 de febrero de 2013[6]​. La onda sónica no solo sorprendió a los habitantes de esta región , sino que causó heridas a más de un millar de ellos debido a la rompimiento de los vidrios que causó la explosión sónica, producida por el paso del meteoroide a más de veinte kilómetros sobre los cielos de esta ciudad rusa. Este fenómeno también causó la caída de un muro en una fábrica de zinc, un pequeño temblor y la detección de ondas de infrasonido en lugares apartados de Rusia.

El 7 de julio de 2007, el departamento del Valle del Cauca fue sorprendido por una fuerte explosión que se sintió desde el municipio de Obando en el norte hasta Cali. En los días siguientes se encontraron unos pocos meteoritos que impactaron los techos de casas humildes de la zona de Aguablanca, en Cali. El ruido sentido se debe a la gran velocidad con que viajan estos cuerpos a pesar de ser frenados por la atmósfera terrestre.[7]​ El 5 de septiembre de 2010 cayó otro meteorito, que estremeció todo el departemento de Santander con una explosión. Algunos habitantes lograron grabar el paso del meteoroide.[8]​ Fenómenos más fuertes se han informado, como en la explosión de Tunguska (en 1908) cuya explicación científica ha sido dada con base en la entrada de un meteoroide que no alcanzó a impactar en la superficie de Siberia, sino que explotó a 5 kilómetros de altura dejando arrasada un área muy grande de bosques, produciendo un pequeño sismo que fue registrado en estaciones sismológicas y otros fenómenos meteorológicos de escala global. En Lewis (1996) hay numerosos informes que coinciden con muchos de los fenómenos descritos por Mercado. El olor a azufre es otro de los síntomas del paso de meteoroide y está apoyado por incontables informes[9]

Conclusión

El Tiempo del Ruido era hasta ahora como una anécdota inexplicada, pero ahora a la luz de la ciencia y de un estudio profundo del fenómeno descrito puede llevarnos a generar hipótesis sobre lo que posiblemente sucedió. Muchas publicaciones esotéricas que sin ningún valor académico pretenden dar una respuesta equivocada a un fenómeno que ocurrió .

En el Boletín de Historia y Antigüedades (n.º 839) de la Academia Colombiana de Historia se publicó la traducción del informe original del fenómeno del ruido, hecho por el jesuita Pedro de Mercado y otros en 1691.[1][3]​ La cercanía de este manuscrito a la fecha del fenómeno sentido en Santafé y el testimonio de un testigo directo ayuda a confirmarlo y deja fuera de duda los hechos y situaciones descritas en los informes posteriores de Ribero (1728) y Cassani (1741).

La descripción dada por todos los cronistas de la época corresponden al paso de un meteoroide sobre el centro de Colombia, prueba de ello son la onda sónica que despertó a los bogotanos, las siguientes explosiones causa das por la fragmentación del meteoroide en su vuelo y los olores de azufre que también fueron reportados por las personas de la época

Bibliografía

  • Cassani, J. (1741). Historia de la Provincia de la Compañía de Jesús del Nuevo Reino de Granada. Madrid. ISBN. 
  • Espinosa, A. (1994). El ruido de Santafé, 9 de marzo de 1687, y sus posibles causas. Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Vol. 19, No. 73, p. 293. ISBN. 
  • Lewis, J. (1996): Rain of iron and ice. Adison - Wesley Publishing Company.
  • Moreno, F., Portilla J. G., (2006), Hipótesis astronómica al misterioso “ruido” escuchado en Santafé de Bogotá el domingo 9 de marzo de 1687. Revista Academia Colombiana de la Ciencia, vol. 30, n.º 116, pág. 321
  • Moreno, F. (2007) La noticia original del ruido escuchado en Santafé de Bogotá el domingo 9 de marzo de 1687. Boletín de Historia y Antigüedades. Revista de la Academia Colombiana de Historia, vol. XCIV, n.º 839, págs. 819-833.[1]
  • Ramírez, J. E. (1975). Historia de los terremotos en Colombia. Bogotá: 2da. edición., IGAC, 250 p. ISBN. 
  • Ribero, J. (1728). Historia de las misiones de los Llanos de Casanare y los Ríos Orinoco y Meta. Bogotá: Imprenta de M. Silvestre y Cía., 1883. Reeditado por la Bibl. Presidencia Col., vol. XXIII, Bogotá, p. 558, 1956. ISBN. 
  • Simon, Fray Pedro (1627). Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales,. 

Referencias

  1. a b c Moreno Cárdenas, Freddy (2007): «Nuevos aportes para la explicación del misterioso y portentoso ruido escuchado en Santa Fe de Bogotá el 9 de marzo de 1687», artículo de agosto-diciembre de 2007 en la revista El Astrolabio, volumen 6, número 2.
  2. «Santafé de Bogotá, 9 de marzo de 1687: Un domingo a las diez de la noche: La narración de Pedro de Mercado», artículo en el sitio web El Fin del Mundo en Bogotá.
  3. a b «El tiempo del ruido, el fenómeno que sacudió a la sociedad colonial bogotana en 1687», artículo del 19 de agosto de 2011 en el sitio web Denunciando.
  4. Ramírez, Jesús emilio (2004). Actualización de la historia de los terremotos en Colombia. Bogotá: Javegraf. p. 56. 
  5. Keay, C (1980). «Anomalous sounds from the entry of meteors fireballs». Science 210: 11-15. 
  6. «El asteroide que explotó sobre los cielos rusos mandó a más de 1.200 personas al hospital». 
  7. «Un meteorito pudo haber causado extraña explosión que se escuchó en nueve municipios del Valle. Testigos vieron un objeto en llamas que cayó del cielo», artículo del 6 de julio de 2007 en el diario El Tiempo (Bogotá).
  8. «Se conocen primeras fotografías del meteorito que cayó en Santander. Un segundo estallido en el Valle también podría ser de una roca espacial», artículo del 6 de septiembre de 2010 en el diario El Espectador (Bogotá).
  9. Lewis, J. (1996). «Rain of iron and ice. Adison -». Wesley Publishing Company. 

Moreno, F. (2007) La noticia original del ruido escuchado en Santafé de Bogotá el domingo 9 de marzo de 1687. Boletín de Historia y Antigüedades. Revista de la Academia Colombiana de Historia, vol. XCIV, n.º 839, págs. 819-833.1

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