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Diferencia entre revisiones de «Compañía de Comandos 602»

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{{Cita|Nos topamos allí con un enemigo realmente muy capaz, con muy buenos elementos de apoyo, armamento y visores. Lo cierto que es que ellos sorprendieron a un ala de nuestra emboscada. Entramos en un combate muy violento, con mucho fuego por parte del enemigo. Muchas bengalas que obligaban a agachar la cabeza un poco, hasta que pasaran. Debíamos también detectar de dónde venían los fogonazos. Esos primeros momentos son para organizarse un poco y ver de dónde viene la cosa. Había muchos gritos por parte del enemigo, dado que daban las órdenes en voz alta. Nosotros ya teníamos a todo esto dos muertos y dos heridos. El enemigo realmente estaba haciendo las cosas muy bien. El combate fue muy duro. El sargento Mario Cisneros cayó muerto y a su lado el teniente primero Jorge Vizoso fue herido en sus posiciones, más abajo hacia la izquierda. Lo que sucedió con Vizoso es muy notable. Una granada o un mortero descartable de esos
{{Cita|Nos topamos allí con un enemigo realmente muy capaz, con muy buenos elementos de apoyo, armamento y visores. Lo cierto que es que ellos sorprendieron a un ala de nuestra emboscada. Entramos en un combate muy violento, con mucho fuego por parte del enemigo. Muchas bengalas que obligaban a agachar la cabeza un poco, hasta que pasaran. Debíamos también detectar de dónde venían los fogonazos. Esos primeros momentos son para organizarse un poco y ver de dónde viene la cosa. Había muchos gritos por parte del enemigo, dado que daban las órdenes en voz alta. Nosotros ya teníamos a todo esto dos muertos y dos heridos. El enemigo realmente estaba haciendo las cosas muy bien. El combate fue muy duro. El sargento Mario Cisneros cayó muerto y a su lado el teniente primero Jorge Vizoso fue herido en sus posiciones, más abajo hacia la izquierda. Lo que sucedió con Vizoso es muy notable. Una granada o un mortero descartable de esos
que tenían los ingleses hirió al teniente primero que quedó tendido boca abajo. Tenía varias esquirlas en el cráneo y quedó atontado por la explosión. Se arrimó el enemigo e intentó rematarlo con un tiro de FAL: esto le produjo una herida en el medio de la espalda en oblicuo ascendente hacia la izquierda ... Los ingleses lo dieron vuelta de una patada y él se hizo el muerto. En ese momento, estos ingleses se replegaron debido al fuego. El teniente primero, que –ahora boca arriba- los había visto, intentó manotear la MAG que tenía el sargento [[Mario Antonio Cisnero]] muerto a su lado. La ametralladora estaba partida por la mitad pero encontró su FAL y le vació un cargador a la columna enemiga que se movilizaba, matando a tres ingleses. Lo orientamos a gritos y subió a mi posición. A todo esto, yo estaba haciendo fuego de apoyo con un fusil calibre 300 Magnum con mira telescópica junto a un comando de [[gendarmería nacional argentina|gendarmería]] de los que operaron con nosotros. Estábamos en la posición más elevada con respecto al resto y se dominaba muy bien el combate, pero también recibíamos mucho fuego del enemigo. Atrás de una roca lo revisé y ya relaté sus heridas así como lo milagroso de la bala como detenida por el Rosario. Estaba semishoqueado pero entero y con mucha agresividad. Diría que estaba con bronca. Me pidió la habilitación para seguir el combate y luego tomó su fusil, cambió el cargador y siguió haciendo fuego. Continuó el combate dándonos con todo por ambas partes. Duró esto entre veinte y treinta minutos o sea que fue un combate bastante largo. Hasta que culminó con la retirada del enemigo. En concreto, diría que les ganamos. Como nosotros teníamos coordinado el fuego de artillería, el mayor Aldo Rico ordenó la apertura del fuego y éste comenzó a caer sobre el enemigo en retirada. Nosotros indicamos que alargaran el tiro a medida que se iban, o sea los íbamos corriendo a cañonazos. Aprecio que esa noche tienen que haber muerto muchos ingleses porque el fuego de nuestra artillería era tremendo.<ref name="siicsalud_1">[http://www.siicsalud.com/dato/dat031/03327012.htm Médico y capitán en las Islas Malvinas]</ref>}}
que tenían los ingleses hirió al teniente primero que quedó tendido boca abajo. Tenía varias esquirlas en el cráneo y quedó atontado por la explosión. Se arrimó el enemigo e intentó rematarlo con un tiro de FAL: esto le produjo una herida en el medio de la espalda en oblicuo ascendente hacia la izquierda ... Los ingleses lo dieron vuelta de una patada y él se hizo el muerto. En ese momento, estos ingleses se replegaron debido al fuego. El teniente primero, que –ahora boca arriba- los había visto, intentó manotear la MAG que tenía el sargento [[Mario Antonio Cisnero]] muerto a su lado. La ametralladora estaba partida por la mitad pero encontró su FAL y le vació un cargador a la columna enemiga que se movilizaba, matando a tres ingleses. Lo orientamos a gritos y subió a mi posición. A todo esto, yo estaba haciendo fuego de apoyo con un fusil calibre 300 Magnum con mira telescópica junto a un comando de [[gendarmería nacional argentina|gendarmería]] de los que operaron con nosotros. Estábamos en la posición más elevada con respecto al resto y se dominaba muy bien el combate, pero también recibíamos mucho fuego del enemigo. Atrás de una roca lo revisé y ya relaté sus heridas así como lo milagroso de la bala como detenida por el Rosario. Estaba semishoqueado pero entero y con mucha agresividad. Diría que estaba con bronca. Me pidió la habilitación para seguir el combate y luego tomó su fusil, cambió el cargador y siguió haciendo fuego. Continuó el combate dándonos con todo por ambas partes. Duró esto entre veinte y treinta minutos o sea que fue un combate bastante largo. Hasta que culminó con la retirada del enemigo. En concreto, diría que les ganamos. Como nosotros teníamos coordinado el fuego de artillería, el mayor Aldo Rico ordenó la apertura del fuego y éste comenzó a caer sobre el enemigo en retirada. Nosotros indicamos que alargaran el tiro a medida que se iban, o sea los íbamos corriendo a cañonazos. Aprecio que esa noche tienen que haber muerto muchos ingleses porque el fuego de nuestra artillería era tremendo.<ref name="siicsalud_1">[http://www.siicsalud.com/dato/dat031/03327012.htm Médico y capitán en las Islas Malvinas]</ref>}}
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Al día siguiente, los hombres del subteniente Llambías Pravaz recuperaron las mochilas y el armamento que los Marines Reales se vieron obligados a abandonar<ref>"En la mañana organizamos una patrulla con el objeto de explorar el terreno donde la noche anterior había chocado la Compañía de Comando 602 del Mayor Rico, con los británicos, acción en la cual, entre otros, murió el Sargento 1.º. Cisneros, de la Compañía citada. Aprovechando al máximo el terreno y cubriéndonos tras cada roca, descendimos hacia Monte Kent. Habíamos dejado un grupo de seguridad, y ya nos disponíamos a cargar material abandonado por los ingleses, cuando sentimos un estruendo. Se trataba de un Harrier, que a muy baja altura, venía desde Puerto Argentino y doblaba justo ante nuestras narices. El piloto nos miró mientras sacábamos el seguro del fusil. Fue todo tan rápido que no pudimos hacer fuego, de regreso recogimos los cadáveres de dos Infantes de Marina, muertos el 6 de junio. Uno de ellos tenía un impacto directo de cohete LAW 72, cuya carga hueca lo había cortado en dos; su vientre había desaparecido. Quedaban sus piernas, separadas, con los huesos sobresalientes. Pero la expresión de su cara, tan llena de paz, tan contrastante con el resto de la escena, me dio la certeza de que se trataba de algo divino. Juntamos sus pedazos en una capa de poncho". Malvinas: Relatos de Soldados, Martín Balza, p. 120, Círculo Militar, 1985</ref>y éstas fueron presentadas a los periodistas argentinos (Eduardo Aníbal Rotondo, Nicolás Kasanzew, Carlos García Malod, Diego Pérez Andrade y otros), en la capital malvinense quienes filmaron y fotografiaron el equipo británico.
Al día siguiente, los hombres del subteniente Llambías Pravaz recuperaron las mochilas y el armamento que los Marines Reales se vieron obligados a abandonar<ref>"En la mañana organizamos una patrulla con el objeto de explorar el terreno donde la noche anterior había chocado la Compañía de Comando 602 del Mayor Rico, con los británicos, acción en la cual, entre otros, murió el Sargento 1.º. Cisneros, de la Compañía citada. Aprovechando al máximo el terreno y cubriéndonos tras cada roca, descendimos hacia Monte Kent. Habíamos dejado un grupo de seguridad, y ya nos disponíamos a cargar material abandonado por los ingleses, cuando sentimos un estruendo. Se trataba de un Harrier, que a muy baja altura, venía desde Puerto Argentino y doblaba justo ante nuestras narices. El piloto nos miró mientras sacábamos el seguro del fusil. Fue todo tan rápido que no pudimos hacer fuego, de regreso recogimos los cadáveres de dos Infantes de Marina, muertos el 6 de junio. Uno de ellos tenía un impacto directo de cohete LAW 72, cuya carga hueca lo había cortado en dos; su vientre había desaparecido. Quedaban sus piernas, separadas, con los huesos sobresalientes. Pero la expresión de su cara, tan llena de paz, tan contrastante con el resto de la escena, me dio la certeza de que se trataba de algo divino. Juntamos sus pedazos en una capa de poncho". Malvinas: Relatos de Soldados, Martín Balza, p. 120, Círculo Militar, 1985</ref>y éstas fueron presentadas a los periodistas argentinos (Eduardo Aníbal Rotondo, Nicolás Kasanzew, Carlos García Malod, Diego Pérez Andrade y otros), en la capital malvinense quienes filmaron y fotografiaron el equipo británico.

Revisión del 05:51 28 sep 2017

Compañía de Comandos 602
Activa 21 de mayo de 1982
País Bandera de Argentina Argentina
Rama/s Ejército Argentino
Tipo Fuerzas especiales
Función Operaciones especiales
Especialización fuerzas aerotransportadas
Parte de Agrupación de Fuerzas de Operaciones Especiales
Acuartelamiento Córdoba
Cultura e historia
Lema RES NON VERBA "hechos no palabras"
Condecoraciones medalla de campaña
Guerras y batallas
Guerra de Malvinas

La Compañía de Comandos 602 es una unidad de fuerzas especiales del Ejército Argentino creada el 21 de mayo de 1982 durante la Guerra de Malvinas, en esta fecha el Jefe de Estado Mayor General del Ejército, General José Antonio Vaquero ordenó al Mayor Aldo Rico la organización de esta compañía.

Participación en la guerra de las Malvinas

El 24 de mayo de 1982, se presentaron en la Escuela de Infantería en Campo de Mayo los comandos a retirar uniformes, armamento y equipo. El 25 de mayo, participaron en la formación efectuada en la Escuela de Infantería I (Campo de mayo). Para esta fecha la compañía está formada por:

  • 1 oficial jefe
  • 22 oficiales y 15 suboficiales
  • 1 oficial y 7 sub oficiales agregados

Al día siguiente son transportados a Puerto Argentino a bordo de un C-130 Hercules en un riesgoso vuelo a plena luz del día en vuelo rasante, para evitar la detección de los radares británicos. No obstante el peligro, el teniente 1° Enrique Stel aprovechó el largo viaje para dormir, aunque fue despertado por el nerviosimo de un camarada lo que le obligó recordale:

El Comando combate, duerme o come; no tiene caso preocuparse aquí: si el enemigo ataca, nada podemos hacer. Por favor, no me moleste.[1]

Stel, como el enlace entre el mayor Rico y la artillería argentina, jugaría un papel importante en las incursiones de los comandos argentinos en Monte Wall y en cercanías del Río Murrell en la noches del 3, 5, 8 y 9 de junio, transmitiendo las solicitudes de fuego a gran riesgo para sí mismo, porque los equipos de hallazgo de radio británicos localizaban y batían su posición dentro de 3 minutos. Según el mayor Rico:

Los comandos empleábamos la boina o el pasamontañas, el único que siempre uso casco era el Teniente Primero Stel, porque cuando empleaba su radio le llovía una catarata de bombas sobre su cabeza. [1]

El 28 de mayo llegó a destino el escalón logístico amén de un refuerzo de 65 hombres pertenecientes a las tropas especiales de la Gendarmería Nacional.

En el Malvinas, la 602 se despliega en tres secciones de asalto, inicialmente bajo el mando de la 3ª Brigada y poco más tarde bajo el de la 10ª Brigada que comanda el Gral. Oscar Luis Jofre, en misión de observación, armados con misiles Blowpipe en la línea de los Montes Estancia, Kent y Bluff Cove más allá de las avanzadas de los regimientos de infantería que defienden Puerto Argentino desde el cordón de los montes Longdon, Two Sisters, Goat Ridge y Harriet. Entre el 29 y 30 de mayo la 1.ª. Sección de Asalto al mando del Capitán José Vercesi fija su posición en el Monte Simmons para reportar los movimientos del enemigo. Amparados de las inclemencias climáticas en Top Malo House los 12 comandos argentinos son sorpresivamente rodeados durante la madrugada por 19 comandos británicos del Mountain and Artic Warfare Cadre (M&AWC), de resultas del enfrentamiento la sección cae en manos del enemigo luego de sufrir un 70% de bajas incluyendo la muerte de dos de sus comandos y otros 6 quedando heridos. Según los sobrevivientes argentinos, las bajas británicas ascienden a dos muertos y ocho heridos.

Comandos Argentinos contra el Special Air Service (SAS)

Entre el 29 y 31 de mayo se producen violentos combates sobre las laderas del monte Kent. Los jefes de la Compañía de Comandos 601 y la 602 planeaban una operación para ocupar colinas más o menos sobre la línea del monte Kent. Los mayores Mario Luis Castagneto y Aldo Rico iban a llevar a las dos compañías de comandos a «enterrarlas» para después tomar a los helicópteros británicos por sorpresa. Sacaron cinco patrullas el 29 de mayo. El capitán Tomás Fernández envió una partida a explorar el camino hacia la cima del monte llamado Bluff Cove Peak, pero en la primera loma al subir la abrupta ladera cayeron en una emboscada. Allí cayeron inmediatamente dos integrantes del 602, Rubén Eduardo Márquez y Oscar Humberto Blas. El golpe devastador era obra de los comandos británicos del Special Air Service (SAS) del Mayor Cedric Delves.

Oponerse a una fracción enemiga superior en número en ocasión en que integraba una patrulla de exploración que operaba en una zona ocupada por el enemigo. Alertar con su acción a sus camaradas y combatir hasta lograr que éstos se replegaran, ofrendando su vida en esta acción

(reproducción de un fragmento del Informe Oficial del Ejército Argentino referido a la condecoración otorgada al teniente primero Rubén Márquez, que se pone al frente de la 2.ª Sección, seguido a corta distancia por el sargento primero Oscár Blas.)

Aunque ambos comandos son abatidos, Márquez y Blas, por el fuego automático del enemigo, el resto de la patrulla de la 602 puede replegarse. (Ambos recibieron la Medalla al Valor en Combate post-mortem).

La 3.ª Sección de Asalto a las órdenes del capitán Andrés Ferrero fueron dejados por un helicóptero Bell UH-1 Iroquois a 500 metros del monte Kent. Los comandos de la 602 iban separados por 50 metros, portando dos ametralladoras FN MAG, Misiles Antiaéreos Blowpipe y granadas de fusil PDEF-40. El Teniente primero Francisco Maqueda iba adelante para que su experiencia de montañista sirviera a la patrulla. En determinado momento el Capitán Ferrero, junto con el sargento Arturo Oviedo, se adelantó para comunicar algo a Teniente primero Maqueda: en ese preciso instante un huracán de fuego cruzado se abatió sobre los comandos que caminaban atrás. El capitán Ferrero con Maqueda y Oviedo los vieron caer y los dieron por muertos. Sin embargo, un intercambio de munición trazante en la ladera del monte les hizo saber que no todos sus hombres habían sucumbido. Después de la emboscada en las laderas del monte Kent, los Capitanes Fernández y Ferrero y los sobrevivientes de las patrullas de la 602 cambiaron disparos con el enemigo apostado en las alturas y se replegaron hacia al fondo del valle y encontraron cuevas donde ocultarse. Permaneciendo allí, aislados, durante tres días, observando a los helicópteros británicos que se desplazaban desde San Carlos hasta monte Kent. En los enfrentamientos con los comandos argentinos en los Montes Kent, Simon y Bluff Cove Peak, cerca de diez comandos británicos resultan gravemente heridos.[2]

Incursion en monte Wall

El 3 de junio, la Tropa de Exploración del teniente Chris Marwood del 42 CDO, acompañada por un equipo de control aéreo de la RAF (al mando del teniente Dennis Marshall-Hasdell), detecto una patrulla de combate del RI 4 (el 3.er Pelotón del subteniente Lautaro Jiménez Corbalán de la Compañía B del monte Harriet).[3]​El pelotón británico abrió fuego y dos conscriptos murieron en el choque (Celso Páez y Roberto Ledesma), y un cabo (Nicolás Odorcic) cayó alcanzado por un disparo en el casco, de uno de los francotiradores de los Marines Reales mientras se refugiaba entre las rocas.[4]

Esta acción llamó la atención hacia su expuesta posición frontal, y refuerzos argentinos del Cerro Dos Hermanas pasaron al asalto. El teniente Marshal-Hasdell recuerda que:

Nos separamos de nuestras pesadas mochilas con las radios y todo nuestro equipo. La patrulla se dispersó por un área bastante grande, con un montón de gritos, ruido y disparos tomando lugar. Los Marines abandonaron todo su equipo, y aunque nadie nos dijo, quedó claro que íbamos a retirarnos. Sin información, y probablemente teniendo que combatir en nuestro camino de salida, Dave Greedus y yo decidimos abandonar nuestro equipo, destruyéndolo lo más que pudimos. Fue suficiente con los dos aparatos de radio (HF y UHF ), ¡pero la unidad de marcación láser de objetivos HAZE fue diseñada para soportar el peso de un tanque!

El marcador láser de objetivos recuperado intacto en la incursión reveló que los Marines Reales tenían planeado destruir los búnkeres argentinos en monte Harriet, con bombas del aire guiadas por láser. De acuerdo al capitán Hugo Ranieri de la 3.ª Sección de Asalto de la Compañía de Comandos 602:

Una noche tuvimos una misión de combate, sería el 2 o 3 de junio, en el monte Wall. Salimos desde el puesto del teniente primero Carlos Alberto Arroyo, jefe de la compañía “B” en el monte Harriet, de destacada actuación, un gran oficial, para tener en cuenta ... Tomamos el armamento, nos enmascaramos y salimos hacia el Wall. Debimos andar haciendo zigzag para atravesar varios campos minados ... Habíamos coordinado fuego de artillería para las veintidós horas y teníamos que alcanzar un punto. A esa hora la primera batería empezó a batir el Wall. Cuando iba a hacer fuego la segunda batería, el mayor Aldo Rico apreció que lo iba a hacer donde estábamos nosotros. Ordenó entonces milagrosamente adelantarnos como ciento cincuenta metros a una especie de zanjón ... El mayor no quiso perder más tiempo y ordenó el asalto al monte. Pasamos al ataque y nos encontramos con que los ingleses se habían retirado abandonando todo; supongo que por el fuego de artillería. Había mucho equipo: mochilas completas, bolsas cama, cascos, telémetros laséricos, radios, baterías de radio, linternas de señales, comida, varios dispositivos de antenas. Es decir, era todo un equipo para un puesto adelantado para pasar información hacia atrás. Con sofisticados elementos además para la detección de nuestras posiciones, tanto para apuntar como para reglar la artillería.[5]

Al día siguiente los Marines Reales de la Tropa 10 volvieron a ocupar el puesto de observación del monte Wall sin ninguna oposición.[6]

Combate en el río Murrell

Alrededor de 02:00 hora local el 10 de junio un pelotón reforzado (50 hombres) del Batallón de Comandos 45 tanteo la posición defendida por el 3.er Pelotón al mando del Subteniente Marcelo Llambías Pravaz en el Dos Hermanas Sur. Aunque los británicos no lo sabían en ese momento, la Compañía de Comandos 602 del Mayor Aldo Rico reforzada por comandos de la Gendarmería Nacional se habían adelantado para tomar posiciones de emboscada en apoyo a los hombres de Llambías Pravaz esa tarde. Recuerda el teniente 1.º Enrique Stel:

Fue un día de cielo despejado, pero el Monte Harriet no se veía por el intenso fuego de Artillería inglesa, naval y de campaña que recibía. Era una gran nube de polvo que rodeaba el cerro. De la Serna nos dejo a la altura del Batallón de Infantería de Marina 5 para no poner en peligro el vehículo, uno de los pocos que teníamos. [7]

En el combate nocturno mueren los sargentos Mario Antonio Cisneros y Ramón Gumersindo Acosta y dos dos comandos argentinos más (el Gendarme Pablo Parada, alcanzado por una esquirla en la cabeza y el Teniente 1.º Jorge Vizoso Posse de la 602) son heridos. El historiador militar británico Bruce Quarrie admite que dos Comandos Británicos fueron muertos casi inmediatamente:

Se realizó una constante serie de patrullas en la noche para explorar y hostigar al enemigo. Típico fue la patrulla enviada en las primeras horas de la mañana del 10 de junio. El teniente David Stewart de la Compañía Rayo X, 45 Comandos, había informado a sus hombres durante la tarde del día anterior, y antes de la medianoche estaban listos. Fuertemente armados con dos ametralladoras por cada sección más lanzadores de cohetes de 66 mm y morteros de 2 pulgadas [81mm], la Tropa se alejó sigilosamente en la noche iluminada por la luna hacia una loma a unos 4 km, donde se había observado movimiento argentino. Manteniéndose bien esparcidos debido a la buena visibilidad, avanzaron por el terreno rocoso aprovechando los numerosos cráteres de artillería como cubierta, y para las 04.00 [1 de la mañana hora local] estaban listos para cruzar el tramo final del campo abierto frente a las posiciones enemigas. Usando un arroyo poco profundo como cubierta, se movieron hacia arriba la pendiente y se desplegaron en una posición entre las rocas al frente de las trincheras argentinas. Con la ayuda de un visor nocturno de intensificador de luz, pudieron ver a centinelas moverse alrededor. De repente, una ametralladora argentina abrió fuego y los Marines lanzaron un par de bengalas con sus morteros, retornando el fuego con sus propias ametralladoras y fusiles. En cuestión de segundos tres soldados argentinos y dos Marines habían muerto. Otras figuras podrían verse corriendo en la colina a la izquierda, y cuatro soldados argentinos más cayeron ante la precisión del fuego de los Marines. En ese momento, las tropas argentinas más arriba en la ladera estaban bien despiertos, y una lluvia de fuego obligó a los Marines agacharse en la cubierta de las rocas. La situación se estaba volviendo decididamente insalubre y el Teniente Stewart decidió retirarse, con el objetivo de matar y hostigar al enemigo realmente logrado. Sin embargo, una ametralladora a la derecha de los Marines estaba haciendo fuego sobre su ruta de huida, y Stewart envió a su Sargento veterano, Jolly, con un par de hombres para eliminarlo. Después de un difícil acceso con poca cobertura, hubo una corta ráfaga de fuego y la ametralladora argentina quedó silenciado. Retrocediendo por secciones, la Tropa se retiró al arroyo, y para ese entonces el fuego argentino estaba cayendo corto y no hubo más bajas.
Bruce Quarrie The Worlds Elite Forces, pp.53-54, Octopus Books Limited, 1985

El Mayor Rico a través del Teniente 1.º Stel en Monte Harriet, quien actuó de intermediario con la artillería argentina, pidió fuego de apoyo, y los Marines Reales del Teniente Stewart pronto se encontraron bajo fuerte fuego del Grupo de Artillería 3. Según el capitán Hugo Ranieri de la 3.ª Sección de Asalto de la Compañía de Comandos 602:

Nos topamos allí con un enemigo realmente muy capaz, con muy buenos elementos de apoyo, armamento y visores. Lo cierto que es que ellos sorprendieron a un ala de nuestra emboscada. Entramos en un combate muy violento, con mucho fuego por parte del enemigo. Muchas bengalas que obligaban a agachar la cabeza un poco, hasta que pasaran. Debíamos también detectar de dónde venían los fogonazos. Esos primeros momentos son para organizarse un poco y ver de dónde viene la cosa. Había muchos gritos por parte del enemigo, dado que daban las órdenes en voz alta. Nosotros ya teníamos a todo esto dos muertos y dos heridos. El enemigo realmente estaba haciendo las cosas muy bien. El combate fue muy duro. El sargento Mario Cisneros cayó muerto y a su lado el teniente primero Jorge Vizoso fue herido en sus posiciones, más abajo hacia la izquierda. Lo que sucedió con Vizoso es muy notable. Una granada o un mortero descartable de esos que tenían los ingleses hirió al teniente primero que quedó tendido boca abajo. Tenía varias esquirlas en el cráneo y quedó atontado por la explosión. Se arrimó el enemigo e intentó rematarlo con un tiro de FAL: esto le produjo una herida en el medio de la espalda en oblicuo ascendente hacia la izquierda ... Los ingleses lo dieron vuelta de una patada y él se hizo el muerto. En ese momento, estos ingleses se replegaron debido al fuego. El teniente primero, que –ahora boca arriba- los había visto, intentó manotear la MAG que tenía el sargento Mario Antonio Cisnero muerto a su lado. La ametralladora estaba partida por la mitad pero encontró su FAL y le vació un cargador a la columna enemiga que se movilizaba, matando a tres ingleses. Lo orientamos a gritos y subió a mi posición. A todo esto, yo estaba haciendo fuego de apoyo con un fusil calibre 300 Magnum con mira telescópica junto a un comando de gendarmería de los que operaron con nosotros. Estábamos en la posición más elevada con respecto al resto y se dominaba muy bien el combate, pero también recibíamos mucho fuego del enemigo. Atrás de una roca lo revisé y ya relaté sus heridas así como lo milagroso de la bala como detenida por el Rosario. Estaba semishoqueado pero entero y con mucha agresividad. Diría que estaba con bronca. Me pidió la habilitación para seguir el combate y luego tomó su fusil, cambió el cargador y siguió haciendo fuego. Continuó el combate dándonos con todo por ambas partes. Duró esto entre veinte y treinta minutos o sea que fue un combate bastante largo. Hasta que culminó con la retirada del enemigo. En concreto, diría que les ganamos. Como nosotros teníamos coordinado el fuego de artillería, el mayor Aldo Rico ordenó la apertura del fuego y éste comenzó a caer sobre el enemigo en retirada. Nosotros indicamos que alargaran el tiro a medida que se iban, o sea los íbamos corriendo a cañonazos. Aprecio que esa noche tienen que haber muerto muchos ingleses porque el fuego de nuestra artillería era tremendo.[5]

[8]​De acuerdo a la versión británica, el Sargento Robert Leeming, los Cabos Andrew Uren y Peter Fitton y el Soldado Keith Phillips fueron muertos en la noche del 9 al 10 de junio.[9][10][11]

Al día siguiente, los hombres del subteniente Llambías Pravaz recuperaron las mochilas y el armamento que los Marines Reales se vieron obligados a abandonar[12]​y éstas fueron presentadas a los periodistas argentinos (Eduardo Aníbal Rotondo, Nicolás Kasanzew, Carlos García Malod, Diego Pérez Andrade y otros), en la capital malvinense quienes filmaron y fotografiaron el equipo británico.

Últimas Acciones

No será hasta la noche del 13 que el 2 PARA y el Segundo Batallón de la Guardia Escocesa tomen Wireless Ridge y el monte Tumbledown, tras intensos combates en Wireless Ridge contra el Regimiento de Infantería 7 y el Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 10, a órdenes del capitán Rodrigo Alejandro Soloaga, quienes se habían replegado unas horas antes desde las laderas del Monte Longdon. Estos combates siguien hasta las primeras luces del 14 de junio, dejando en el Regimiento 7 aproximadamente 12 muertos y 100 heridos y en el escuadrón del capitán Soloaga, 5 muertos (2 suboficiales y 3 soldados conscriptos) y más de 20 heridos. Mientras tanto, el mayor Aldo Rico montó emboscadas para proteger el perímetro defensivo y envió a varios comandos a instalar una emboscada frente al monte William.

Relata el teniente primero Horacio Fernando Lauria:

En una de esas misiones raras, nos mandaron con el teniente primero Horacio Guglielmone a instalarnos una noche, quinientos metros adelante del Batallón de Infantería de Marina 5, los más cerca de los ingleses, para brindar seguridad y obtener información. Espalda contra espalda, solos, estábamos atentos con gran temor a los gurkhas, sin pestañear siquiera. Había sido una fuerte acción psicológica del enemigo, y todos teníamos una gran obsesión por miedo a ser degollados: la tensión era constante. Para contrarrestar aquella campana, yo quería matar a uno con las manos, lo que me siento capaz de hacer, y cortarle una extremidad a fin de mostrarla a los soldados y disminuir su pánico.[13]

Finalmente destinados en su mayor parte durante las últimas horas de la lucha a reforzar al Grupo de Artillería de Defensa Aérea 101 del mayor Jorge Alberto Monge en la península Camber. En cercanías de los destruidos cuarteles de Moody Brook, afrontan un duro bombardeo de la artillería británica del cual resultan milagrosamente indemnes.

Argentino Foremny, un conscripto que sirvió en la Compañía de Comandos 602 con la sección antiaérea Blowpipe, ha defendido la decisión del General de Brigada Mario Benjamín Menéndez en rendirse:

Algunos dicen que los ingleses estaban escasos de municiones. Pero nosotros ya estábamos acorralados en la ciudad. Seguir combatiendo dos días más, hubiera sido una masacre. Estábamos rodeados por donde mirábamos. No teníamos apoyo de artillería. No teníamos prácticamente municiones. Ellos ni siquiera necesitaban asaltar la ciudad. Les bastaba con seguir con el cañoneo naval y desde tierra.[14]

Después de la capitulación argentina son divididos en dos grupos, una parte de los comandos son finalmente evacuados en el buque Canberra hacia el continente. Otros, entre los cuales se encuentran sus principales oficiales, son retenidos y transportados a un improvisado campo de prisioneros en Bahía Ajax, en la zona de San Carlos para ser interrogados desde donde serán repatriados pocas semanas más tarde al continente.

En la actualidad

Esta unidad tiene su base actualmente en la provincia de Córdoba. Los miembros de la misma ostentan como elemento distintivo de su uniformidad, una boina verde con el emblema de los comandos argentinos.

Véase también

Enlaces externos

  1. a b Comandos en Acción: El Ejército en Malvinas, p. ?, Editorial San Martin, 1987
  2. British units seize Falklands peak
  3. 5th Infantry Brigade in the Falklands 1982. Nicholas Van der Bijl, David Aldea. p. 166. Leo Cooper, 2003
  4. ¡Volveremos!, Jorge R. Farinella, p. 110, Editorial Rosario, 1984
  5. a b Médico y capitán en las Islas Malvinas
  6. 5th Infantry Brigade in the Falklands 1982. Nicholas Van der Bijl, David Aldea. p. 167. Leo Cooper, 2003
  7. Comandos en Acción: El Ejército en Malvinas, p. ?, Editorial San Martin, 1987
  8. La Compañía 602 de Comandos
  9. Marines shot comrades in Falklands conflict, The Glasgow Herald, 2 December 1986
  10. COMMANDO VETERANS ASSOCIATION
  11. Commando Gunner Regroup
  12. "En la mañana organizamos una patrulla con el objeto de explorar el terreno donde la noche anterior había chocado la Compañía de Comando 602 del Mayor Rico, con los británicos, acción en la cual, entre otros, murió el Sargento 1.º. Cisneros, de la Compañía citada. Aprovechando al máximo el terreno y cubriéndonos tras cada roca, descendimos hacia Monte Kent. Habíamos dejado un grupo de seguridad, y ya nos disponíamos a cargar material abandonado por los ingleses, cuando sentimos un estruendo. Se trataba de un Harrier, que a muy baja altura, venía desde Puerto Argentino y doblaba justo ante nuestras narices. El piloto nos miró mientras sacábamos el seguro del fusil. Fue todo tan rápido que no pudimos hacer fuego, de regreso recogimos los cadáveres de dos Infantes de Marina, muertos el 6 de junio. Uno de ellos tenía un impacto directo de cohete LAW 72, cuya carga hueca lo había cortado en dos; su vientre había desaparecido. Quedaban sus piernas, separadas, con los huesos sobresalientes. Pero la expresión de su cara, tan llena de paz, tan contrastante con el resto de la escena, me dio la certeza de que se trataba de algo divino. Juntamos sus pedazos en una capa de poncho". Malvinas: Relatos de Soldados, Martín Balza, p. 120, Círculo Militar, 1985
  13. Comandos en Acción: El Ejército en Malvinas, p. 366, Editorial San Martin, 1987
  14. "Seguir combatiendo dos días más, habría sido una masacre"