Diferencia entre revisiones de «Hisham II»
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Finalmente Ibn Abi Amir y el general [[Galib]], los dos hombres fuertes tras el derrocamiento de Al-Mushafi, se enfrentaron en el campo de batalla en el año 981. Galib murió en el combate y Ibn Abi Amir quedó como ''[[hayib]]'' único. Desde entonces el nuevo hombre más poderoso de Al-Ándalus, por encima del propio califa, adoptó el sobrenombre de [[Almanzor]], «el Victorioso». «El califa Hisham se convirtió en una sombra encerrada dentro de los muros de [[Medina Azahara|Madinat al-Zahra]], gobernando sólo nominalmente, mientras un ejército de servidores y cortesanos estrechamente supervisados por el ''hayib'' se dedicaron a cultivar una idiotez que no remitió cuando el califa alcanzó la mayoría de edad», comenta [[Eduardo Manzano Moreno]].{{Harvnp|Manzano Moreno|2018|pp=244-245}} |
Finalmente Ibn Abi Amir y el general [[Galib]], los dos hombres fuertes tras el derrocamiento de Al-Mushafi, se enfrentaron en el campo de batalla en el año 981. Galib murió en el combate y Ibn Abi Amir quedó como ''[[hayib]]'' único. Desde entonces el nuevo hombre más poderoso de Al-Ándalus, por encima del propio califa, adoptó el sobrenombre de [[Almanzor]], «el Victorioso». «El califa Hisham se convirtió en una sombra encerrada dentro de los muros de [[Medina Azahara|Madinat al-Zahra]], gobernando sólo nominalmente, mientras un ejército de servidores y cortesanos estrechamente supervisados por el ''hayib'' se dedicaron a cultivar una idiotez que no remitió cuando el califa alcanzó la mayoría de edad», comenta [[Eduardo Manzano Moreno]].{{Harvnp|Manzano Moreno|2018|pp=244-245}} Este mismo historiador señala que Almanzor siempre mantendrá un respeto absoluto a la legitimidad omeya del califa Hisham II y su obra de gobierno se atendrá a este principio, como lo demostrarían la gran ampliación que se llevó a cabo bajo su mandato de la [[mezquita de Córdoba]] o la reactivación de la [[guerra santa]] contra los [[reinos cristianos peninsulares medievales|reinos cristianos del norte]].{{Harvnp|Manzano Moreno|2018|pp=246}} |
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En el enfrentamiento con su rival, el general Galib, Almanzor contó con el general bereber Chafar ben Hamrun. Dos años más tarde, en 983, el propio general Chafar será eliminado por orden de Almanzor. |
En el enfrentamiento con su rival, el general Galib, Almanzor contó con el general bereber Chafar ben Hamrun. Dos años más tarde, en 983, el propio general Chafar será eliminado por orden de Almanzor. |
Revisión del 14:27 10 abr 2019
Hisham II | ||
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Califa de Córdoba | ||
Arqueta de Hisham II en el Museo de Medina Azahara | ||
Califa de Córdoba | ||
976-1009 | ||
Predecesor | Al-Hakam II | |
Sucesor | Muhammad II | |
1010-1013 | ||
Predecesor | Muhammad II | |
Sucesor | Sulaiman al-Mustain | |
Información personal | ||
Nombre completo |
Abû l-Walîd Hishâm ibn al-Hakam أبو الوليد هشام بن الحكم | |
Nacimiento |
11 de junio de 965 Córdoba, Califato de Córdoba | |
Fallecimiento |
18 de mayo de 1013 (47 años) Córdoba, Califato de Córdoba | |
Familia | ||
Casa real | Dinastía Omeya | |
Padre | Al-Hakam II | |
Madre | Subh | |
Abû l-Walîd Hishâm ibn al-Hakam (en árabe, أبو الوليد هشام بن الحكم), más conocido como Hisham II o Hixem II (Córdoba, 11 de junio de 965 – ibídem, 18 de mayo de 1013), fue el tercer califa omeya de Córdoba entre 976 y 1009 y nuevamente entre 1010 y 1013, con el sobrenombre de al-Mu'ayyad bi-llah (المؤيد بالله), es decir, el que recibe la asistencia victoriosa de Dios.
Ascenso al trono
Al morir en 976 el califa Al-Hakam II dejó como único heredero a su hijo Hisham, todavía menor de edad, lo que planteó un grave problema sucesorio porque la ley islámica prohibía que un menor pudiera ser califa. Esto abrió las opciones del hermano de Al-Hakam, Al-Mugira, que contaba con el apoyo de algunos altos dignatarios de la corte califal. Sin embargo, el personaje más poderoso de la misma, el visir Yafar al-Mushafi, se opuso a esta alternativa y ordenó a Muhammad ibn Abi Amir que acabara con la vida de Al-Mugira. Muhammad cumplió la orden y el asesinato se hizo pasar por un suicidio.[1]
Según otra versión de los hechos no contrastada, los saqalibah que formaban la guardia eslava del palacio intentaron sustituir en el trono a Hisham por su tío Al-Mugira, pero entre los apoyos con que contaba el califa-niño se encontraban poderosos personajes de la corte, entre los que destacaban su propia madre, la concubina vascona Subh, el chambelán Yafar al-Mushafi y su tutor Muhammad ibn Abi Amir, los cuales hicieron fracasar la conjura al conseguir asesinar al pretendiente al trono.
La regencia
La minoría de edad del califa propició que tanto el visir, Al-Mushafi, como Muhammad ibn Abi Amir, con el apoyo de la reina madre Subh, conformaran un consejo de regencia y recluyen a Hisham en palacio donde, aunque figura como gobernante, carecerá de cualquier influencia política.
La figura de Ibn Abi Amir empieza a crecer en popularidad al tomar medidas demagógicas como la abolición de impuestos o mediante campañas militares exitosas que le aseguran el apoyo del ejército. Entonces comienza a maquinar para hacerse con el poder absoluto, para lo cual debe deshacerse del corregente Al-Mushafi.
Confabulado con Subh, posiblemente convertida en su amante, y apoyándose en los bereberes, atrae a su círculo al famoso general eslavo Galib para lo cual se casa con su hija y, en 977, elimina al visir acusándolo de traición y ejecutándolo junto a sus hijos, y tras hacerse con el cargo de visir, iniciará el periodo conocido como la dictadura amirí que se prolongaría hasta el año 1009 con las sucesivas etapas del propio Ibn Abi Amir y de sus dos hijos Abd al-Malik al-Muzaffar y Abd al-Rahman Sanchuelo.
Dictadura amirí y revolución cordobesa
Finalmente Ibn Abi Amir y el general Galib, los dos hombres fuertes tras el derrocamiento de Al-Mushafi, se enfrentaron en el campo de batalla en el año 981. Galib murió en el combate y Ibn Abi Amir quedó como hayib único. Desde entonces el nuevo hombre más poderoso de Al-Ándalus, por encima del propio califa, adoptó el sobrenombre de Almanzor, «el Victorioso». «El califa Hisham se convirtió en una sombra encerrada dentro de los muros de Madinat al-Zahra, gobernando sólo nominalmente, mientras un ejército de servidores y cortesanos estrechamente supervisados por el hayib se dedicaron a cultivar una idiotez que no remitió cuando el califa alcanzó la mayoría de edad», comenta Eduardo Manzano Moreno.[2] Este mismo historiador señala que Almanzor siempre mantendrá un respeto absoluto a la legitimidad omeya del califa Hisham II y su obra de gobierno se atendrá a este principio, como lo demostrarían la gran ampliación que se llevó a cabo bajo su mandato de la mezquita de Córdoba o la reactivación de la guerra santa contra los reinos cristianos del norte.[3]
En el enfrentamiento con su rival, el general Galib, Almanzor contó con el general bereber Chafar ben Hamrun. Dos años más tarde, en 983, el propio general Chafar será eliminado por orden de Almanzor.
Despejado el camino de posibles Al-Mansur bi-l-Lah (Almanzor) gobernará de forma absoluta hasta su muerte veinte años más tarde. En 1002 su hijo Abd al-Málik al-Muzáffar —que ostentaba el título de visir desde 991— lo sucedió en el poder y, aunque el califa Hisham II ya contaba con treinta y siete años de edad, siguió estando apartado de cualquier decisión política o de gobierno.
La muerte de Almanzor provocó rebeliones tanto de orden interno como de los reinos cristianos por lo que Abd al-Málik tuvo que actuar enérgicamente para sofocarlas. Así la guardia eslava (saqalibah) fue prácticamente aniquilada tras intentar derribar a Hisham del trono y sustituirlo por un príncipe omeya. Y respecto a los reinos cristianos, el amirí afianzó su posición con sucesivas campañas militares contra Galicia, León, Navarra y Barcelona lo que le valió que, en 1007, el califa le otorgara el título de al-Muzáffar («El vencedor») un año antes de su prematura muerte.
La muerte de Abd al-Málik supuso el ascenso al poder de su hermano Abd al-Rahmán, conocido con el sobrenombre de "Sanchuelo" por ser nieto de Sancho Garcés II de Pamplona por vía materna. Su intento de que Hisham II le nombrara su sucesor como califa provocó que, en 1009, se produjera un levantamiento popular («Revolución Cordobesa»)[4] encabezado por Muhammad II al-Mahdi, bisnieto de Abd al-Rahman III, que depuso a Hisham II y, tras dar muerte a "Sanchuelo", puso fin a la dictadura amirí.
Recuperación del trono
Hisham II fue encarcelado en Córdoba hasta que el 23 de julio de 1010, tras un periodo convulso en el que se produjeron varios cambios en el poder por la guerra entre bereberes y árabes, fue repuesto en el trono por tropas mercenarias eslavas al mando de al-Wádih, que pasó a ser el hombre fuerte del régimen. Sin embargo, al-Wádih nunca pudo ganarse el control de las tropas bereberes, que finalmente impusieron a su candidato Sulaiman al-Mustain como nuevo califa tras tomar y saquear Córdoba en 1013.
Después no se sabe qué pasó exactamente con Hisham, aunque se supone que debió ser asesinado el 19 de abril de 1013 por los bereberes.
Predecesor: Alhakén II |
Califa omeya de Córdoba 8 de octubre de 976–15 de febrero de 1009 |
Sucesor: Muhammad II |
Predecesor: Muhammad II |
Califa omeya de Córdoba 23 de julio de 1010-11 de mayo de 1013 |
Sucesor: Sulaiman al-Mustain |
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Hisham II.
Referencias
- ↑ Manzano Moreno, 2018, pp. 242-244.
- ↑ Manzano Moreno, 2018, pp. 244-245.
- ↑ Manzano Moreno, 2018, pp. 246.
- ↑ Guichard, 2001, p. 54.
Bibliografía
- Manzano Moreno, Eduardo (2018) [2010]. Épocas medievales. Vol. 2 de la Historia de España, dirigida por Josep Fontana y Ramón Villares. Segunda reimpresión en rústica. Barcelona-Madrid: Crítica/Marcial Pons. ISBN 978-84-9892-808-2.
- Guichard, Pierre (2001). Al-Ándalus frente a la conquista cristiana. Los musulmanes de Valencia (siglos XI-XIII). Madrid-Valencia: Biblioteca Nueva/Universidad de Valencia. ISBN 84-370-5256-4.