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Diferencia entre revisiones de «Antonio Sáez de Ybarra»

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==Visión católica==
==Visión católica conforme a la "positio" canónica del proceso de beatificación==
Antonio Saez de Ybarra Lopez de Arcaute, beato y mártir, nacido el 25 de marzo de 1914 en Hijona, Alava y muerto el 22 de septiembre de 1936 en Azuaga, Badajoz. De la orden de frailes (franciscanos) menores. Forma parte del grupo de siete franciscanos del convento de Fuenteovejuna, Córdoba, que fueron torturados y asesinados por milicianos en Azuaga, Badajoz, dentro de la planificada persecución religiosa que se desató a partir del inicio de la guerra civil. Tenía solo 22 años a su muerte. La causa de beatificación tanto del grupo en que estaba Antonio, como del resto, hasta 498 mártires,ha establecido que recibieron la muerte en cuanto integrantes de la iglesia católica, y específicamente en Antonio y su grupo, fue la negativa a blasfemar la que constituyó la razón del martirio. Fueron conminados a proclamar "viva rusia, viva la república, viva el comunismo libertario" lo que todos ellos aunque forzados hicieron, pero cuando se les exigió la blasfemia, que equivalía en su credo a renegar de Dios, ninguno de ellos lo hizo.
Antonio Saez de Ybarra Lopez de Arcaute, beato y mártir, con nombre de pila Ruperto, nacido el 25 de marzo de 1914 en Hijona, Alava y muerto el 22 de septiembre de 1936 en Azuaga, Badajoz. De la orden de frailes (franciscanos) menores. Forma parte del grupo de siete franciscanos del convento de Fuenteovejuna, Córdoba, que fueron torturados y asesinados por milicianos en Azuaga, Badajoz. Tenía solo 22 años a su muerte. La causa de beatificación tanto del grupo en que estaba Antonio, como del resto, hasta 498 mártires,ha establecido que recibieron la muerte en cuanto integrantes de la iglesia católica, y específicamente en Antonio y su grupo, fue la negativa a blasfemar la que constituyó la razón del martirio. Fueron conminados a proclamar "viva rusia, viva la república, viva el comunismo libertario" lo que todos ellos, aunque forzados hicieron, pero cuando se les exigió la blasfemia, que equivalía a renegar de Dios, ninguno de ellos lo hizo.
Durante los dos meses que permanecieron encerrados, sufrieron además continuos vejámenes, burlas y se constituyeron en espectáculo sádico, para parte de la población.
Durante los dos meses que permanecieron encerrados, sufrieron además continuos vejámenes, burlas y se constituyeron en espectáculo sádico, para parte de la población.
Los milicianos que participaron en los hechos quedaron admirados por la solidez de ánimo de los franciscanos, y algunos de ellos fueron los que narraron los últimos momentos y en especial las mutilaciones sufridas por el superior, fr. Felix Echebarria, al que por decir "viva cristo rey" le cortaron una oreja, le sacaron los ojos, le cortaron la lengua,y aún querían que fuera por su propio pie al paredón.
Los milicianos que participaron en los hechos, sujetos endurecidos, quedaron admirados por la solidez de ánimo de los franciscanos, y algunos de ellos fueron los que narraron los últimos momentos y en especial las mutilaciones sufridas por el superior, fr. Felix Echebarria -que animó a todos a estar unidos, a orar, y a llegar a la muerte- al que por decir "viva cristo rey" le cortaron una oreja, le sacaron los ojos, le cortaron la lengua,y aún querían que fuera por su propio pie al paredón.
Sólo tres días después de las muertes, llegaron las fuerzas nacionales conquistando la población y la provincia.
Estos hechos y algunos otros de particular ensañamiento sobre seres indefensos en poblaciones pacenses, fueron determinantes para la posterior represión ejercida en la zona por las columnas del ejército de Franco, especialmente dura allí.
Fray Antonio con sus compañeros fueron sacados de una fosa común, y enterrados en la iglesia de Fuenteobejuna.


==Visión de los martirios desde el punto de vista republicano==
==Visión de los martirios desde el punto de vista republicano==

Revisión del 07:03 7 oct 2007

Visión católica conforme a la "positio" canónica del proceso de beatificación

Antonio Saez de Ybarra Lopez de Arcaute, beato y mártir, con nombre de pila Ruperto, nacido el 25 de marzo de 1914 en Hijona, Alava y muerto el 22 de septiembre de 1936 en Azuaga, Badajoz. De la orden de frailes (franciscanos) menores. Forma parte del grupo de siete franciscanos del convento de Fuenteovejuna, Córdoba, que fueron torturados y asesinados por milicianos en Azuaga, Badajoz. Tenía solo 22 años a su muerte. La causa de beatificación tanto del grupo en que estaba Antonio, como del resto, hasta 498 mártires,ha establecido que recibieron la muerte en cuanto integrantes de la iglesia católica, y específicamente en Antonio y su grupo, fue la negativa a blasfemar la que constituyó la razón del martirio. Fueron conminados a proclamar "viva rusia, viva la república, viva el comunismo libertario" lo que todos ellos, aunque forzados hicieron, pero cuando se les exigió la blasfemia, que equivalía a renegar de Dios, ninguno de ellos lo hizo. Durante los dos meses que permanecieron encerrados, sufrieron además continuos vejámenes, burlas y se constituyeron en espectáculo sádico, para parte de la población. Los milicianos que participaron en los hechos, sujetos endurecidos, quedaron admirados por la solidez de ánimo de los franciscanos, y algunos de ellos fueron los que narraron los últimos momentos y en especial las mutilaciones sufridas por el superior, fr. Felix Echebarria -que animó a todos a estar unidos, a orar, y a llegar a la muerte- al que por decir "viva cristo rey" le cortaron una oreja, le sacaron los ojos, le cortaron la lengua,y aún querían que fuera por su propio pie al paredón. Sólo tres días después de las muertes, llegaron las fuerzas nacionales conquistando la población y la provincia. Fray Antonio con sus compañeros fueron sacados de una fosa común, y enterrados en la iglesia de Fuenteobejuna.

Visión de los martirios desde el punto de vista republicano

La república era el régimen legal, los milicianos de Badajoz eran idealistas que procuraban salvaguardar la legalidad, y eran mandados legalmente desde los ministerios oportunos en Madrid. Detuvieron a los franciscanos por tener depósitos de armas, explosivos y planes de insurrección y colaboración con las fuerzas sublevadas. Se trataba de agentes colaboracionistas. Las mutilaciones de que se habla eran propaganda del régimen franquista, en realidad, solo se trató de alguna herida cuando en el traslado se cayeron del camión que los transportaba. En todo momento fueron tratados como prisioneros de guerra, leyéndoseles sus derechos, y respetados por su condición de miembros de una religión importante. Es cierto que fueron fusilados, pero conforme a sentencia dictada con todas las garantías por la autoridad judicial, y en el marco de la legalidad institucional propia de la república, a cuyo servicio se encontraban los diferentes sectores militares.

Vision histórica neutral

Las milicias de Badajoz, de Azuaga, con Rafael Maltrana al frente, formadas por un combinado de mineros socialistas, anarquistas y comunistas y ex presidiarios armados, entraron en Fuenteovejuna, donde estaba encerrados los franciscanos, se los llevaron por la noche y en secreto, dado que el comité comunista de Fuenteovejuna, como era del mismo pueblo que los monjes, no quería matarlos. Una vez en Azuaga se les forzó a pronunciar vivas a Rusia y a la República, lo que hicieron sotto voce, pero rechazaron pronunciar las blasfemias que se les pedía. Entonces fueron llevados a fusilar de dos en dos, excepto el llamado guardían del convento que fue dejado para el final. Al proclamar Viva Cristo rey, primero fue disparado en las piernas, como siguiera con sus proclamas, le fue cortada una oreja, aún así no calló, le sacaron un ojo, y siguió con su proclama, le sacaron otro ojo, y aún gritaba, entonces le cortaron la lengua y todavía movía los labios. Fue entonces cuando le dispararon de nuevo mortalmente y remataron a culatazos.