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Entre 1874 y 1875, [[Adolfo Rivadeneyra]] fue normbrado vicecónsul en [[Teherán]].<ref>{{Cita libro|apellidos=Rivadeneyra|nombre=Adolfo|enlaceautor=|título=Viaje al interior de Persia|url=|fechaacceso=|año=2008|editorial=Miraguano Ediciones|isbn=978-84-7813-322-2|editor=Fernando Escribano Martín|ubicación=Madrid|página=|idioma=|capítulo=}}</ref> Durante su estancia en el país realizó un largo viaje que relató en una obra de tres tomos titulado ''Viaje al interior de Persia''. Tras su salida de Teherán, Francia representó los intereses españoles en Teherán hasta mediados de 1911, año en el que llegó el siguiente representante diplomático español, José Romero Dusmet, quien permaneció en el país hasta 1919.<ref>{{Cita web|url=https://www.diarioarmenia.org.ar/la-mediacion-humanitaria-de-espana-ante-las-masacres-de-las-comunidades-cristianas-de-persia-durante-la-ocupacion-otomana/|título=La mediación humanitaria de España ante las masacres de las comunidades cristianas de Persia durante la ocupación otomana|autor=Fernando Camacho Padilla|fecha=29/04/2020|en=Diario Armenia}}</ref> |
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Los conflictos internacionales y nacionales que asolaron al mundo pero también a España e Irán, fueron las razones por las cuales los dos países no lograron reestablecer sus vínculos directos hasta 1951, cuando se reabrió la Legación española en Teherán por Emilio Beladíez en calidad de encargado de negocios. A partir de entonces, las relaciones se fueron intensificando considerablemente, especialmente durante la segunda mitad de la década de los setenta cuando Irán se convirtió en unos de los principales suministradores de petróleo de España. A diferencia de lo que ocurrió con otros países occidentales, la [[Revolución iraní|revolución de 1979]] no implicó una ruptura o enfriamiento de las relaciones bilaterales.<ref>{{Cita libro|apellidos=Camacho Padilla|nombre=Fernando|enlaceautor=|título=España, Norteamérica y tiempos de crisis|url=|fechaacceso=|año=2020|editorial=Los Libros de la Catarata|isbn=978-84-9097-930-3|editor=Danielle A. Zach & Susanna Rosenbaum,|ubicación=Madrid|página=117-141|idioma=|capítulo='¡Y hay personas magníficas y decentes como el embajador de España ante la República Islámica de Irán!'. El papel de España en la mediación de la crisis de los rehenes (1979-1981)}}</ref> España, al mantener una política exterior independiente, mantuvo unas relaciones cordiales con Irán. La embajada se mantuvo abierta durante la década de los años ochenta a pesar del peligro constante causado por la [[Guerra entre Irán e Irak|guerra Irán-Irak]]. |
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==Relaciones diplomáticas en la actualidad== |
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Las relaciones diplomáticas entre España e Irán tienen como punto de partida la inexistencia de contenciosos bilaterales, además de una simpatía natural de Irán y los iraníes hacia España y lo español, lo que convierte a España en uno de los países de la [[Unión Europea]] con mejor imagen, tanto entre la gente, como entre las autoridades. Pese a las sanciones que España, por pertenecer a la Unión Europea, se ha visto obligada a imponer a Irán, sigue siendo, a ojos del pueblo y del gobierno iraní, un país amigo. |
Las relaciones diplomáticas entre España e Irán tienen como punto de partida la inexistencia de contenciosos bilaterales, además de una simpatía natural de Irán y los iraníes hacia España y lo español, lo que convierte a España en uno de los países de la [[Unión Europea]] con mejor imagen, tanto entre la gente, como entre las autoridades. Pese a las sanciones que España, por pertenecer a la Unión Europea, se ha visto obligada a imponer a Irán, sigue siendo, a ojos del pueblo y del gobierno iraní, un país amigo. |
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Revisión del 10:38 2 nov 2020
Relaciones España-Irán | ||||
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Las relaciones España-Irán son las relaciones exteriores entre el Reino de España y la República Islámica de Irán. Irán tiene una embajada en Madrid.[1] España tiene una embajada en Teherán.[2]
Relaciones históricas
Irán y España establecieron sus primeros contactos diplomáticos formales a finales del siglo XVI, concretamente durante los reinados de el Sha Abbás el Grande y Felipe II, aunque no fue hasta que subió al trono Felipe III cuando las relaciones lograron intensificarse a través del intercambio un número significativo de embajadas que estuvieron encabezadas por clerigos y diplomáticos laicos. Entre todas ellas se destacaron fundamentalmente dos, la que encabezó Husain Ali Beg (1599-1602) y García de Silva y Figueroa (1614-1624). Con la unión de España y Portugal durante el reinado de Felipe II, Madrid debió hacerse cargo de las poseciones portuguesas de ultramar, las cuales incluían varias fortificaciones en el Golfo Pérsico. Además, tanto Irán como España estaban preocupadas por la política expansionista turca, de manera que ambos países búscaron de una estrategia para contenerla.[3] Con la separación de las coronas de España y Portugal en 1640, el interés de Madrid en Irán prácticamente desapareció y las relaciones no volvieron a retomarse hasta mediados del siglo XIX con la firma de un tratado de amistad y comercio.[4]
Entre 1874 y 1875, Adolfo Rivadeneyra fue normbrado vicecónsul en Teherán.[5] Durante su estancia en el país realizó un largo viaje que relató en una obra de tres tomos titulado Viaje al interior de Persia. Tras su salida de Teherán, Francia representó los intereses españoles en Teherán hasta mediados de 1911, año en el que llegó el siguiente representante diplomático español, José Romero Dusmet, quien permaneció en el país hasta 1919.[6]
Los conflictos internacionales y nacionales que asolaron al mundo pero también a España e Irán, fueron las razones por las cuales los dos países no lograron reestablecer sus vínculos directos hasta 1951, cuando se reabrió la Legación española en Teherán por Emilio Beladíez en calidad de encargado de negocios. A partir de entonces, las relaciones se fueron intensificando considerablemente, especialmente durante la segunda mitad de la década de los setenta cuando Irán se convirtió en unos de los principales suministradores de petróleo de España. A diferencia de lo que ocurrió con otros países occidentales, la revolución de 1979 no implicó una ruptura o enfriamiento de las relaciones bilaterales.[7] España, al mantener una política exterior independiente, mantuvo unas relaciones cordiales con Irán. La embajada se mantuvo abierta durante la década de los años ochenta a pesar del peligro constante causado por la guerra Irán-Irak.
Relaciones diplomáticas en la actualidad
Las relaciones diplomáticas entre España e Irán tienen como punto de partida la inexistencia de contenciosos bilaterales, además de una simpatía natural de Irán y los iraníes hacia España y lo español, lo que convierte a España en uno de los países de la Unión Europea con mejor imagen, tanto entre la gente, como entre las autoridades. Pese a las sanciones que España, por pertenecer a la Unión Europea, se ha visto obligada a imponer a Irán, sigue siendo, a ojos del pueblo y del gobierno iraní, un país amigo.
En cuanto a la evolución de estas relaciones, hay un paralelismo entre España y buena parte del resto de países de la UE. El cierto deshielo experimentado por los ocho años del presidente del Gobierno iraní, Jatamí, con la visita de su homólogo español, Aznar, a Irán en 2002 y la de Jatami a España ese mismo año, fue seguido por los ocho años del presidente Ahmadineyad. A partir de los sucesos de 2009 y el agravamiento de la cuestión nuclear, las relaciones oficiales entre Irán y España, como miembro de la UE, se vieron afectadas, especialmente con la aprobación de las sanciones de la UE en enero de 2012, su entrada en vigor en verano de ese año y el endurecimiento de las mismas en meses posteriores. La expresión más clara de esta situación es la inexistencia de viajes oficiales, delegaciones o visitas de altos cargos entre ambos países entre 2010 y el otoño de 2013, fecha esta última en la que la situación ha comenzado a cambiar merced a la llegada al poder del nuevo presidente iraní, de corte más progresista.
Todo lo anterior a pesar de que hay un claro potencial de desarrollo de las relaciones económicas, culturales y de cooperación técnica entre ambos países. Los cambios en la escena iraní podrían ayudar a ese desarrollo.</ref> España tiene una embajada en Teherán.[8]
Relaciones económicas
Irán era uno de los tres mayores proveedores de crudo a España en 2011, con casi el 14 % del total de petróleo importado. La situación ha cambiado radicalmente con la aprobación de las sanciones de la UE estableciendo la paralización total de dichas importaciones, sanciones aprobadas el 23 de enero de 2012 y que entraron en vigor para el crudo el 1 de julio de ese año. España ha sido el segundo país de la UE más afectado por la medida, tanto en términos porcentuales tras Grecia, como absolutos tras Italia.
En los años inmediatamente anteriores a las sanciones, las exportaciones españoles conocieron un incremento que colocó a España como quinto país exportador de la UE, aunque a bastante distancia todavía de los tres primeros (Alemania, Italia y, luego, Francia) y algo más cerca del cuarto, Suecia.
En el 2008 se inició la tendencia al alza y España mejoró sus exportaciones con respecto a 2007, alcanzando la cifra de 464 M€, un 3,1% de crecimiento sobre el año anterior. Tras un empeoramiento en 2009, España volvió a mejorar en 2010 la media de la UE, cuyas exportaciones aumentaron un 8,5% frente al 11,2% español. En 2011, el último año anterior a las sanciones, las exportaciones españolas a Irán alcanzaron los 655,3M€, incrementándose en un 33,2% contra una caída del 7,3% de la UE. Resulta interesante resaltar que en tres años, entre 2009 y 2011, las exportaciones españolas a Irán crecieron casi un 50%.
En un contexto global, España copaba en 2011 un 0,8% del total de las importaciones iraníes y era el suministrador nº 21. Para España Irán fue el cliente nº 46 en todo el mundo, con un 0,31% de las exportaciones totales españolas.[9]
Cooperación
Irán nunca ha tenido acuerdos de cooperación al desarrollo con España. Irán no tiene programa financiero con España, ni tampoco procede, dado su nivel de renta per cápita, situado en la parte alta de países de renta media. Hay que recordar que Irán ha experimentado en los últimos 30 años el segundo mayor avance mundial dentro de su grupo en términos del Indicador de Desarrollo Humano, solo superado por Corea del Sur. En todo caso, la Resolución 1747 de Naciones Unidas, de 24 de marzo de 2007, en virtud de lo estipulado en su punto 7, prohíbe conceder a Irán todo tipo de financiación excepto aquella relativa a ayuda humanitaria.
Referencias
- ↑ http://madrid.mfa.ir/?siteid=423 Embajada de Irán en Madrid
- ↑ Ficha de Irán Oficina de Información Diplomática, del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Datos de Representación
- ↑ Gil Fernández, Luis (2009). El imperio luso-español y la Persia safávida. Tomo II. Madrid: Fundación Universitaria Española. ISBN 9788473927314.
- ↑ Escribano Martín, Fernando (2020). «El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre España y Persia a mediados del siglo XIX.». En Fernando Camacho Padilla & Fernando Escribano Martín, ed. Una vieja amistad: Cuatrocientos años de relaciones históricas y culturales entre Irán y el mundo hispánico. Madrid: SILEX Ediciones. p. 31-54. ISBN 9788418388279.
- ↑ Rivadeneyra, Adolfo (2008). Fernando Escribano Martín, ed. Viaje al interior de Persia. Madrid: Miraguano Ediciones. ISBN 978-84-7813-322-2.
- ↑ Fernando Camacho Padilla (29 de abril de 2020). «La mediación humanitaria de España ante las masacres de las comunidades cristianas de Persia durante la ocupación otomana». Diario Armenia.
- ↑ Camacho Padilla, Fernando (2020). «'¡Y hay personas magníficas y decentes como el embajador de España ante la República Islámica de Irán!'. El papel de España en la mediación de la crisis de los rehenes (1979-1981)». En Danielle A. Zach & Susanna Rosenbaum,, ed. España, Norteamérica y tiempos de crisis. Madrid: Los Libros de la Catarata. p. 117-141. ISBN 978-84-9097-930-3.
- ↑ Ficha de Irán Oficina de Información Diplomática, del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Relaciones diplomáticas
- ↑ Ficha de Irán Oficina de Información Diplomática, del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Relaciones económicas