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Diferencia entre revisiones de «Chuquicamata»

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Gracias al cierre de éste campamento, se han creado una gran variedad de historias tanto de terror como de fantasías relacionadas con lo que varios mineros y obreros les sucedáa en su entorno laboral.
Gracias al cierre de éste campamento, se han creado una gran variedad de historias tanto de terror como de fantasías relacionadas con lo que varios mineros y obreros les sucedáa en su entorno laboral.


Historias como: La Dama de negro, La metro Ochenta, la Maldición de Placilla, El Capacho Maldito, La falda Del Diablo, El asesinato en el Polla, Fantasmas de las Poblaciones, Fantasmas del Hospital Roy H. Glover (ascensores que subian y bajaban, niños que jugaban en sus corredores), Asesinatos en el Hotel John Bradford, Suicidios en Chuquicamata, Accidentes, [[Autoestopista fantasma]] en la subida a Chuquicamata, etc. Estas historias son las que de voz en voz han recorrido cada alma chuquicamatina, que con el correr de los años se han ido sintetizando cada vez más.
Historias como: La Dama de negro, La metro Ochenta, la Maldición de Placilla, El Capacho Maldito, La falda Del Diablo, El asesinato en el Polla, Fantasmas de las Poblaciones, Fantasmas del Hospital Roy H. Glover (ascensores que subian y bajaban, niños que jugaban en sus corredores), Asesinatos en el Hotel John Bradford, Suicidios en Chuquicamata, Accidentes, [[Autoestopista fantasma]] en la subida a Chuquicamata, etc.


==Referencias==
==Referencias==

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Vista superior de la mina de Chuquicamata.
Ubicación de Chuquicamata en la II Región de Antofagasta.
Chuquicamata

Chuquicamata es el nombre de una minas de cobre a cielo abierto y de un antiguo campamento minero ubicado a 16 km al norte de Calama, en la II Región de Antofagasta, Chile.

Es considerada una de las más grandes del mundo de su tipo y es la mayor en producción de cobre. Chuquicamata es administrada por la empresa estatal minera chilena, Codelco. La mina posee una forma elíptica, con una superficie de unos 8.000.000 m² y unos 1.250 m de profundidad. Inició la producción de cobre en 1915 y hasta el 2007 poseyó un campamento o poblado minero, destinado a albergar a los trabajadores y sus familias.[1]

Historia

Mina Chuquicamata

En 1882 se instaló la primera faena industrial en el sector. La empresa Guggenheim Bros, de Estados Unidos, produjo la primera barra de cobre fino el 18 de mayo de 1915, a lo que siguió un período durante el cual empresa recibe sucesivos nombres como: Chile Copper Co., Anaconda Co. y Chilex Exploration Co.

Miles de mineros llegaron en busca de oportunidades cuando comenzaron las primeras extracciones masivas de cobre. La compañía propiedad de los hermanos Guggenheim adquirió los derechos de la antigua sociedad y rebautizó la firma como "Chile Exploration Company".

En 1971 se promulgó una reforma constitucional mediante la cual se nacionalizó la gran minería del cobre en Chile, lo que significó la total propiedad de esta mina por parte del Estado chileno. Actualmente pertenece a Codelco Chile una de las cien mayores empresas del mundo y de las principales en minería metálica.

La mina se caracteriza por contener el cobre a flor de tierra, por lo que se explota a cielo abierto, en una extensión de forma elíptica semejante a un anfiteatro de 4.000 m de largo, 1.900 m de ancho y de 950 m de profundidad. Diariamente se extrae aproximadamente 500.000 t del material, de las cuales 180.000 t son de mineral con una ley aproximadamente de 1% de cobre. El transporte de este material se hace fundamentalmente en camiones de extracción de 330 y 360 t de capacidad.

El complejo minero de la divisón Codelco Norte consta de tres minas a cielo abierto: Mina Sur, la más pequeña, Mina Radomiro Tomic y Mina Chuquicamata, la más grande, con 4,6 km de largo, 3 km de ancho y 980 m de profundidad aproximadamente.

Campamento minero

El campamento de Chuquicamata, ubicado cerca de la mina que lleva el mismo nombre, se empezó a construir entre 1911 y 1912, se fundó el 18 de mayo de 1915, tenía como función principal albergar a los jefes, trabajadores y obreros con los equipamientos básicos, que rápidamente se fue equipando y llego a tener unos 25.000 habitantes.

Los primeros mineros del Loa

Los primeros hombres que trabajaron en Chuquicamata, hasta donde existen antecedentes, fueron los atacameños. Usaban herramientas de madera y piedras semitalladas, barrenos y rústicos cinceles. Con estas herramientas hacían pequeños piques en los faldeos de los cerros.

Hay indicios de extracciones mineras en lo que hoy es el sector noroeste del mineral. Curiosamente, el procesamiento del mineral tenía lugar a varios kilómetros de Chuquicamata, en las riberas de los ríos Salado y Grande. Los historiadores deducen que los atacameños escogieron este lugar para la fundición del metal por su cercanía al camino del Inca, ruta comercial donde era posible transar productos elaborados. Otra detalle curioso, es que este antiguo pueblo pudo templar algunas piezas de cobre, es decir, endurecer el metal para prologar su vida útil, técnica desconocida hasta ahora. Cuenta la historia que Diego de Almagro a su regreso al Cuzco en 1536 obtuvo de los hornos de Camac Mayu (Río Grande), herraduras de cobre para sus caballos.

Los restos arqueológicos, ubican las primeras explotaciones de cobre y otros minerales en el norte chileno, alrededor del 500 antes de Cristo.

Origen de la palabra Chuquicamata

Según el diccionario “Voces del Norte de Chile”, del autor Mario Bahamondes, el origen etimológico de Chuquicamata, radica en las voces quechuas Chuki (que significa lanza) y Kamata (cuya traducción más próxima es nicotina glauca).

En cuanto a la interpretación de estas voces quechuas, Francisco Solano, autor del “Diccionario Geográfico de Chile”, define la palabra compuesta como “dura lanza” o “medida de lanza”. Para esta interpretación, el escritor se basó en curiosos adornos de cobre que utilizaban los primitivos habitantes de la zona.

Según Eulogio Gutiérrez, el término proviene de la tribu de robustos montañeses conocidos como Chucos, que habitaban el norte de Calama antes de la conquista española. Investigaciones durante la segunda mitad del siglo pasado, dieron cuenta que esta cultura nunca existió y que sólo fue producto de una mente fértil, apoyada en el descubrimiento de un cuerpo momificado en 1899, al interior de un pique.

Los restos, corresponden a un minero indígena atrapado por un derrumbe el 800 después de Cristo, aproximadamente. Su cuerpo, pudo conservarse gracias a un proceso de lixiviación natural, que actuó como agente momificador.

Placilla y Punta de Rieles

Los primeros antecedentes de un centro urbano en lo que conocemos como Chuquicamata, fueron Placilla y Punta de Rieles. En estos lugares comenzó la venta de víveres y los primeros centros de diversión. Estos sitios, actualmente están cubiertos por los inmensos bancos de la mina norte.

El historiador loíno, Héctor Pumarino Soto, afirma que los cesantes de la Guerra del Pacífico cambiaron sus armas por herramientas. Punta de Rieles recibía ese nombre porque ahí desembocaban todos los ramales que terminaban en punta, simulando una flecha. Éste se ubicaba al suroeste del campamento. El ferrocarril se instaló debido a los peligros de transportar el metal en mula. El último destino de los convoyes era un puñado de garitos y casa de remolienda. Desde la estación hacia el norte estaban las casas, que a medida que se alejan del ferrocarril eran cada vez más miserables. Ambos poblados, siguieron creciendo hasta la llegada de los americanos y la construcción de Chuquicamata. Punta de Rieles fue condenado por la empresa, pues significaba un peligro para sus trabajadores que constantemente se escapaban a beber allí, ademas de que en el lugar proliferaba la promiscuidad y la delincuencia los obreros no retornaban en días a sus labores y muchos fueron muertos por por inescrupulosos cazafortunas que rondaban la zona. Poco a poco se fue despoblando y se fue depositando una torta de ripio sobre sus casas, hasta que a mediados de la tercera década desapareció por completo.

Placilla tuvo mayor duración, debido a que sus dueños nunca quisieron vender sus posesiones, en tales circunstancias seguía explotando el socavón, mientras que el rajo de Chuquicamata crecía a su alrededor.

El decreto 1854, promulgado el 29 de abril de 1905 por el gobierno del presidente Germán Riesco, autorizó a la Braden Copper Company, empresa del ingeniero norteamericano William Braden, para que operara en territorio chileno. Las dificultades geográficas y la necesidad de expandir las instalaciones de la mina, lo obligaron a vender la propiedad, que pasó a ser administrada por la Kennecott Corporation.

En 1910, Albert C. Burrage en sociedad con la Duncan Fox y Cía. , obtuvo permiso para explotar la mina Chuquicamata. El 3 de abril de 1911, Burrage fue autorizado por el gobierno chileno para establecer el centro metalúrgico en Chuquicamata, donde sin permiso los hermanos Guggenheim (financistas de Nueva York) habían efectuado labores de prospecciones. Ésto dio lugar a una intensa competencia por lograr los derechos del mineral, que terminó a comienzos de 1912 con un acuerdo entre ambas sociedades. Luego, el 11 de enero de 1912, el gobierno aprobó la ley que otorgó la autorización para explotar el yacimiento. El 3 de abril de 1913, en la presidencia de don Ramón Barros Luco, fue promulgado el decreto 878, que entregó a la nueva sociedad el permiso para establecer agencia en Chile.

Bajo la hégira de los hermanos Guggenheim (Sociedad Braden Cooper Co. ) comienza en 1915 la explotación del yacimiento en Chuquicamata, con una planta de 10.000 toneladas diarias. Por su pasado salitrero y la represión contra los movimientos obreros, los hermanos Guggenheim, decidieron cambiar el nombre de su compañía por Chile Exploration Company, que por un error fue identificada durante mucho tiempo como “Chilex”. Este error de llamar "Chilex" tambien es usado comunmente para el teatro, aunque su nombre es teatro Chile, no "chilex".

Después de 14 años de explotación, la Chile Exploration Company vendió sus derechos a la Anaconda Copper Company. Los sondeos del mineral estuvieron a cargo de Edwin Berry y Walter Perkins, quienes contrataron como ayudantes a los hermanos Juan y Alberto Almonte, conocedores de las aguadas y ríos de la zona, elementos vitales para establecer una faena extractiva. . El 4 de febrero de 1913 la Chile Exploration recibió a su primer gerente: Fred Hellman.

Empieza a Nacer Chuquicamata

Comienza la Construcción

La empresa solicitó concesiones y permisos para dotar a las faenas de agua potable y de uso industrial, energía eléctrica, ferrocarriles, líneas telefónicas y terrenos donde efectuar las construcciones de las diferentes áreas de trabajo y residencial.

Una de las primeras autorizaciones que recibe la empresa provino del alcalde de Tocopilla y tuvo como objetivo permitir el uso de terrenos para el levantamiento de una planta eléctrica que daría energía a Chuquicamata.

En el ámbito local, la cuprífera recibió varias hectáreas para la edificación de una planta de lixiviación de minerales de baja ley y un espacio para el campamento de su personal, además de mercedes de agua en los ríos San Pedro, Toconce y Lequena. También se mencionaba un permiso para tender líneas ferroviarias internas y un ramal al ferrocarril Antofagasta-Bolivia.

Asimismo la construcción de líneas de transmisión de energía eléctrica y una línea telefónica entre Tocopilla y Chuquicamata.

Nació así, la Maestranza, sus armazones, las vigas y pilares se entretejían en alturas que iban desde los 71 metros de largo por 25 de ancho. En un nivel más abajo y a una distancia de 200 metros, se levantó la Fundición de Cobre, al frente la casa electrolítica.

El lugar del campamento de Chuquicamata

Plaza "Los Héroes" de Chuquicamata

La construcción del campamento comenzó en 1917. Los ingenieros encargados determinaron la ubicación de dos grandes complejos de casas, las que se ubicarían a tres kilómetros de distancia de las rejas que marcaban el límite de las áreas de trabajo.

Cerca de la mina, los norteamericanos nivelaron algunos sectores, dando inicio al Campamento Americano, denominado así porque allí sólo vivirían ingenieros y ejecutivos estadounidenses. Así, desde sus inicios Chuquicamata contó con dos campamentos, distantes 3 kilómetros entre sí y conectados por la Avenida Tocopilla.

La vida del Americano duró hasta 1980, cuando sus casas fueron trasladadas, entre ellas la casa 2000 (The General Manager House), en 1984, hoy se encuentra en la villa Auka-Huasi, del sector oeste del Campamento.

La disposición de las casas fue jerárquica. La vivienda del gerente de la empresa estaba en lo más alto y su diseño se conocería como “Special A”, un modelo de construcción que se usaba entre los grandes hacendados, al sur de Estados Unidos.

Los materiales fueron traídos desde el extranjero y la arquitectura daba espacio a grandes ventanales, pilares de pino oregón, un interior enchapado en el mismo material, una gran sala con una enorme chimenea, cocina, salones de recepción, cinco dormitorios, más dos destinados al personal de servicio, amplios patios y terreno para futuros jardines.

Más abajo las casas de los subgerentes, con un estilo similar, llamadas “Special”. La diferencia con la vivienda del gerente era el tamaño.

En orden descendente, se veía el levantamiento de las casas que ocuparían los superintendentes designadas tipo “Large A”. Luego, “Large B”, para los jefes norteamericanos según su rango. “Detached A-B”, “Ford A” y, finalmente unas pequeñas dimensiones que serían ocupadas por los futuros ingenieros que trabajarían para la Chile Exoploration Company.

Servicios higiénicos

Los servicios higiénicos estaban en las esquinas. Así cada 12 casas había un baño común, el que consistía en una larga canaleta o muralla de 35 centímetros de alto por 10 de ancho. Los baños no contaban con separación, con la consecuente falta de privacidad en el caso de ir varias personas al mismo tiempo.

Esta verdadera acequia en muchas oportunidades jugó una mala pasada al que no sabía y se ubicaba en el primer lugar, éste casi siempre estaba desocupado, puesto que cada diez minutos un fuerte chorro de agua que emergía desde una gruesa cañería y arrasaba con lo que encontrara, llevándose al sorprendido incauto por la canaleta.

En sus inicios, las poblaciones de mayor envergadura fueron “Los Hundidos”, “Las Latas” y “Los Adobes” (muchas de estas fueron demolidas o renovadas entre 1970 y 1990) y, finalmente divididos por el cruce de la línea férrea que venía desde Calama y moría en las distintas áreas de trabajo, se ubicaban “Los 600s”, justo a los pies de los cerros.

Vecino a este pequeño campamento se iniciaba la construcción de largas corridas, las que extrañamente tenían las puertas de acceso en los costados. Por dentro un extenso pasillo con varias piezas, a las que se les llamó luego “Los Buques”, porque tenían una similitud con las habitaciones de las embarcaciones. Estas piezas fueron destinadas a los solteros. Estos luego pasaron a ser entre 1970 y 1990 el ejercito de ingenieros N°1 de Chuquicamata, cuyo símbolo era un número 1 con una picota y un ancla atravesados. Los servicios básicos estuvieron durante décadas en el Campamento Americano: el hospital, la Recova Americana, la panadería, el Cuartel de Bomberos y Carabineros.

A fines de la década del 40 la compañía anunció la construcción de nuevas casas. Estas estarían entre el mercado nuevo y la garita N°7 (camino a Tocopilla). De igual manera, en el sitio hoy conocido como Planta Nórmac, se edificaron 8 buques con 34 piezas cada una para obreros y dos más para los empleados que quedaran frente al campamento Latas.

Las 544 casas fueron distribuidas de la siguiente manera: 250 casas tendrían un dormitorio, un living, una cocina y un baño; 140 de dos dormitorios, 92 con tres dormitorios y 62 con cuatro habitaciones. Todas fueron entregadas el 24 de diciembre de 1949, siendo habilitadas recién en 1952.

Poblaciones

A la opulencia del Campamento Americano, se opuso el “Campamento de los trabajadores”. Los mejor ubicados fueron los capataces, a quienes los norteamericanos inculcaron su sistema de clases con viviendas a parte. Fueron las casas tipo “Latas”, construcción hecha con pilares de madera, cubiertas por esterillas a las que luego se les agregaba cemento granulado.

Una corrida tenía cuatro casas. Nacen así los 200, 300, 400 y 500. Estaban separadas entre sí, incluso algunas quedaron en la cima de un pequeño cerro, como fue el caso de Los 400, que posteriormente sería el camino de comunicación entre el Campamento Americano y el obrero.

En la parte baja del campamento obrero, la compañía mandó construir “Los Hundidos”, un tipo de casa con las mismas características que las Latas, pero cubiertas en la planta baja con latones y en la alta con madera. Una corrida estaba formada por nueve casas, las que quedaban en las esquinas eran más pequeñas.

Cada corrida llevaba una letra. El lote empezaba en la “A” y terminaba en la “I”. La numeración iba de oeste a este, así se encontraban los 10, 20, 30, 40, 50, 60, 70 y 80, hasta llegar al 1099.

Frente a la letra “A”, se levantaron unos juegos infantiles, los que contaban con moderna infraestructura. Detrás de este complejo se ubicaban los “Tipos C”, una construcción que destacaba al entrar un pequeño hall, living, comedor, dos o tres dormitorios y el característico patio cerrado con esterilla.

Cada dos corridas existía un pilón, lugar desde donde se extraía el agua. Constaba de una gruesa cañería de más de 15 centímetros de diámetro. Dentro de éste había una llave. El pilón estaba dentro de un círculo de cemento que tenía una esterilla, la que a su vez se conectaba con el desagüe, es decir, en el mismo lugar donde se botaban los desperdicios se sacaba el vital elemento.

En una gran explanada debajo de las “Latas” quedó el sector que ocuparía la futura escuela, la iglesia y un campo de patinaje.

En el lado oeste fueron construidos los “Tipo Adobes”, pequeñas construcciones hechas en Calama, cuya materia prima (adobes) llegaban al mineral en carretones tirados por mulas. Resultó común que los adobes se partieran en el camino, por lo que los ingenieros decidieron traer la tierra y la paja para hacer el adobe en el mismo lugar donde se estaba construyendo.

Las corridas se numeran desde el 10 hasta el 40 y, desde la letra “C” hasta la “W”.

Retirado del campamento, en el mismo lugar que ocupa hasta hoy, quedaron los terrenos para el cementerio. Al parecer antes hubo otro cementerio en Chuquicamata en el ya mencionado Placilla.

Un sistema paternalista

Con el crecimiento del campamento, se estableció un comercio incipiente gracias a la concesión de terrenos que hizo la compañía, previa investigación del solicitante, luego cada uno se encargaba de construir su vivienda.

Para el resto de los funcionarios existía un sistema instalado por la administración en donde continuamente se vigilaban las casas y si es que sus moradores realmente las habitaban. Lo que sancionaban era el abandono y como castigo la empresa quitaba la vivienda.

Fue costumbre vigilar el comportamiento de los empleados en el campamento, preocupándose de que no se efectuaran robos considerables de materiales y que no se abusara del consumo de alcohol en las residencias.

A medida que se produce el aumento de producción de cobre, ingresó un mayor contingente de empleados y obreros, por tal razón se levantaron en la década del 60, poblaciones como “El Bosque” y “Los Lagos”, en ambos casos las construcciones son de dos pisos, con grandes patios y con estacionamiento para vehículos.

En aquella época quien quisiera cambiarse debía acercarse a la oficina de casas (Departamento de Bienestar). Para los sesenta, ya habitaban en el campamento 24 mil personas, de las cuales 5.600 eran trabajadores y el resto correspondía a familiares, carabineros, funcionarios públicos, profesores y comerciantes.

La condición habitacional inicial de Chuquicamata

Es interesante hojear las condiciones de Chuquicamata en sus inicios. El informe de una comisión gubernamental que visitó el mineral en 1920, resulta útil para formarse una impresión de la vida de estos primeros chuquicamatinos.

“En este establecimiento, en la quebrada, frente a la fundición de cobre, está el pequeño campamento para solteros, cuyos cuartos son miserables covachas donde duermen en camastros hasta 16 individuos. Como aquí no hay servicio de alcantarillado, las aguas servidas y otros desperdicios se arrojan al suelo, provocando una fetidez que se hace insoportable por la caída del calor. Su ubicación en el fondo de la quebrada hace de este campamento una verdadera toldería indígena por lo insalubre y antihigiénico de sus condiciones”.

“Al lado de este campamento para solteros está el denominado los 500. Este es para familias. Viven aquí matrimonios en casas de una sola pieza. Este campamento no tiene luz eléctrica, ni alcantarillado, ni baños”.

“El campamento nuevo (New Camp), que es el más popular, es el más antihigiénico, insalubre e inadecuado de ver. Comprende dos secciones de casas: la de latas y la de adobes. El campamento de latas no tiene alcantarillado, luz artificial, patio ni desagüe. La promiscuidad es completa, hasta el perro y el gato viven y duermen allí junto a los niños y a los padres en una o dos camas”.

Vida social en el campamento

La vida pública del mineral transcurrió en lugares como la Recova, las pulperías, los restaurante y la iglesia parroquial. En la cúspide estuvo siempre el Chilex Club, ubicado en el campamento americano, centro obligado para los ratos libres después del trabajo. En su interior se albergaban salones, bares, comedores, cocinas, restaurantes, billares, cancha de bolos, piscina y una cancha de básquetbol.

Un resumen de los edificios con valor histórico de Chuquicamata es el siguiente:

Chílex Club

Data de los primeros años del campamento, ya que se hizo necesario un lugar de esparcimiento para los estadounidenses que vivan en el campamento americano, luego entre 1970 y 1980 fue cerrado por la expansión del campamento y se construyo uno nuevo en el sector de la villa Auka-Huasi, siendo inaugurado en 1985, este solo otorgaba atención a los supervisores de la mina, hasta 1990 año en que todos podian hacer uso de las instalaciones. A pesar que este edificio sólo tiene los elementos importados del club original, este no tiene un estilo arquitectónico definido, pues consiste en la adopción de canchas y piscinas en forma posterior a su construcción. El traslado significó la creación de un nuevo club que mantiene la idea original.

Teatro Variedades

Edificio que tomó el patrimonio salitrero, construido casi íntegramente de calamina. Poseía galerías en forma circular y a los costados. Ahí se ofrecieron espectáculos teatrales y de juergas, conocidas son las presentaciones del teatro de revistas de Daniel Vilches. Actualmente es un restaurante conocido como el Arcoiris Cénter, con servicio a la mesa y de autoservicio. Concurren a él, casi exclusivamente, personal de las empresas contratistas de Codelco

Cine Chile

Teatro Chile

Sin duda, éste es uno de los íconos de Chuquicamata, que en el futuro evocará los recuerdos del mineral. Fundado en 1943, el Chile abrió sus puertas con el estreno de la película “Aquella Noche en Río”. Sus protagonistas estelares fueron Carmen Miranda, César Romero y Alicia Fai.

Esta sala de teatro fue copia fiel de un cine de Virginia, Estados Unidos. Los lugares estaban determinados de acuerdo a la clase social. La platea alta, lado izquierdo era exclusivo para los norteamericanos, al lado derecho los ejecutivos, en platea baja los supervisores y empleados chilenos. La galería fue el lugar para el resto de la comunidad.

Con una capacidad para dos mil personas, hace sesenta años apenas si alcanzaba a satisfacer la demanda de diversión. Entre 2002 y 2005 el edificio era utilizado como sede del Sindicato N°3 de la División y sus condiciones exteriores eran deplorables (por rayados y graffitis, y el techo muy deteriorado por uso de las palomas por no ser mantenido), hoy está siendo remodelado.

Club Chuqui

La explanada donde hoy esta la plaza de Chuquicamata, fue un gran terreno baldío, en parte llenado con la creación de un paseo y un kiosco para orquestas. Para completar el sector, ejecutivos deciden levantar un gran salón de baile, en donde además se pudiera practicar el deporte favorito de los yanquis; el básquetbol. Así en 1925 partió la construcción de lo que más tarde se llamaría “Club Chuqui”.

Todo un coloso para la época, pues era el primer estadio techado de Sudamérica. El edificio mostraba dos pisos, grandes oficinas, graderías, camarines y un piso de madera que fue remodelado varias veces entre 1980 y el 2000. Es un icono representativo de la vida social chuquicamatina, un lujo para el mineral, su inauguración fue el 21 de mayo de 1926. Hasta hace poco era usado por el deporte, Lisodech y las Copas Mineras que cada agosto se hacían y en donde se estacionaba un camión de la mina y el conocido Ferrilo (estatua con semejanza de hombre hecha principalmente de chatarra y una gran rueda).

Auditorio sindical

Archivo:AuditorioChuqui.jpg
Auditorio Sindical

De corte netamente modernista, este edificio es la principal manifestación del movimiento sindical de entre 1920 y 1940, con amplias fachadas y una especie de techo en forma de ola, es un estilo representativo de la post guerra. Fue usado como escenario principal de varios actos y licenciaturas. Hoy es sede de las instalaciones del sindicato N°1 y N°2 de Trabajadores de la división.

Ex maternidad

Esta casa esquina cumplió en algún momento la función de maternidad del campamento, en esa época se contaba con elementos precarios para la construcción siendo de uso común la calamina, el pino oregón y el material desplegado, una especie de esterilla sobre la cual se colocaba cemento granulado. después fue una escuela y hoy es la Comisaria de Carabineros trasladada desde el campamento americano (hoy demolido).

Escuelas

Liceo América (B-10)

Muchas escuelas se encontraban en el sector centro del mineral como la la escuela de mujeres y posteriormente la escuela D-54 "República de Chile" (reducida a escombro y ceniza por un incendio), la escuela de hombres, Liceo América o como se conoció finalmente Liceo B-10 (que en el futuro puede ser un museo de la minería), la E-34 (O John F. Kennedy), el Colegio Chuquicamata (antes Chilex School), la Escuela Industrial San José y muchas otras.

Iglesia Parroquial

Iglesia de Chuquicamata

Construida según leyendas de una iglesia de Estados Unidos, la parroquia ha ido evolucionando en su exterior e interior. Fue un punto de encuentro muy especial, donde se juntaban norteamericanos y chilenos. Unos de los desastres de esta iglesia fue un incendio ocurrido entre 1940 y 1950. Algunas fechas importantes:

  • Fecha de firma de decreto de creación: 30 de Octubre de 1917.
  • Fecha de publicación: 20 de Nov. de 1917, sin embargo se celebró el 6 de agosto de 1917.

En noviembre esta iglesia es una de los últimos edificios que sigue en Chuquicamata, aún cuando se hagan misas unas 3 veces por semana.

Club Social Obrero

El Club Social Obrero fue el último en levantarse, mostrándose ante los chuquicamatinos el 17 de abril de 1967. Dedicado exclusivamente a los obreros del campamento, fue pensado y construido para reunir en un solo edificio las más variadas comodidades. Al igual que sus antecesores (el conocido "Club Social"), tuvo canchas de palitroques (6 Canchas), en las cuales sus competencias fueron durante años las más comentadas de la zona. Pool, salones de baile, restaurante y bar, completaban la infraestructura.

Dirigido a los obreros, fue la gran respuesta para aquellos que durante años no tuvieron un lugar propio y de privilegio como el de sus compañeros, que por posición social eran “distintos” (como ejemplo el Chilex Club).

Las Pulperías

La necesidad de mercaderías, al comenzar el campamento, eran cubiertas comprando en Punta de Rieles. Esto era problemático para la administración, por ser común que los obreros terminaran bebiendo en este “antro de la perdición”, con el posterior fallo en el trabajo.

El otro problema eran los asaltos que ocurrían en este trayecto. Pero no sólo había asaltos en el camino, los vendedores que llegaban el día de pago para “desplumar” a los empleados era otro dolor de cabeza para los patrones.

La jefatura tomó cartas y levantó un edificio que haría las veces de faenadora, lugar hasta donde llegaban directamente desde Argentina los animales. Los chinos fueron los encargados de atender el recinto.

El término “pulpería” se adaptó de Estados Unidos, significa “pulp” lugar donde se venden varios géneros. Muy conocidas en las salitreras se extendieron hasta los campamentos mineros, incluyendo todo tipo de productos.

Las pulperías fueron otro de los beneficios que entregaba la empresa a sus trabajadores, permitiéndoles contar con alimentos de primera necesidad en forma gratuita, gracias a un subsidio otorgado por trabajar en la empresa.

En los albores del siglo XX el costo de vida de los empleados era extremadamente alto debido a la especulación y los fletes. Sin embargo, cuando se instaló la administración norteamericana, se congelaron los precios de los artículos de primera necesidad, primero con precios bajos en nueve comestibles, extendiéndose en 1932 a todos los productos, puesto que la crisis financiera desvalorizó el peso chileno.

Racionamiento en las pulperías

Los artículos de pulpería se clasificaban en “racionados” y “no racionados”. Los primeros estaban específicamente determinados en tarjetas de racionamiento y sólo podían ser adquiridas en las cantidades que en ellas se expresaban.

El derecho a esta ración se extendía al obrero o empleado, además de su esposa legítima, los hijos e hijas ilegítimas, naturales o hijastros hasta los 18 años y, los padres del trabajador cuando el soporte económico de la familia sufría algún accidente que le impidiera seguir prestando servicios a la compañía.

Las pulperías eran grandes galpones, similares a un supermercado. Estaban ubicadas en puntos estratégicos del campamento. La N°1 funcionaba a la entrada del Campamento Americano. Ahí compraban tanto los empleados como los gerentes de la empresa, adquiriendo productos de mejor calidad que en el resto de las pulperías.

Junto a ella se construyó una panadería que era exclusiva de la compañía, al igual que la planta de leche. En el Campamento Obrero, en tanto, se encontraban la N°2 (Junto a escuela parvularia "El Principito" (o Pinocho por una gran figura que se parece al títere de madera)) y N°3 (entrada a lo que es hoy la segunda entrada a la mina) que eran grandes bodegas donde compraba la mayoría de los obreros. Esta distribución obedecía a la cercanía que tenían estos negocios con las viviendas. Finalmente, la recova americana, que fue construida especialmente para los norteamericanos.

Sueldo en dinero y raciones

Junto con su sueldo (dinero en efectivo), el obrero recibía una tarjeta de racionamiento, en donde se expresaba el número de raciones a que tenía derecho el trabajador de acuerdo con su estado civil y, el número de personas que componían su grupo familiar. Los menores de 12 años estaban sujetos a una escala de racionamiento que variaba según las edades.

Esta tarjeta era de cartulina y llevaba el nombre del empleado, su número de archivo, su sueldo y la lista de artículos que podía adquirir. Se recibía el primer día de cada mes y con ella la dueña de casa acudía a la pulpería después de determinar cuáles eran las necesidades mensuales del grupo familiar.

Una vez en el local, se colocaban en la fila correspondiente; había una de abarrotes, otra de verduras y frutas y, otra para la carne. Luego, la fila para pagar, allí se entregaba la tarjeta y se tarjaban las mercaderías que se habían retirado.

Otro beneficio para los trabajadores fueron los precios de las mercaderías, mucho más bajo que en el comercio establecido en los alrededores (incluyendo Calama). Esto fue motivo de grandes colas y aglomeraciones. También resultó corriente que familiares o amigos de los trabajadores pidieran el favor de adquirir artículos no racionados. .


Pérdidas “razonables”

El robo en las pulperías fue práctica común y hasta aceptada por la administración en proporciones “razonables”. Cada pulpería contaba con superintendentes y jefes de pulpería, además de los jefes de cada área que se encargaban del normal funcionamiento del local.

En la pulpería N°1 estaba la bodega de Valparaíso, lugar donde llegaba toda la mercadería que debía repartirse a las diferentes sucursales. Cada tres meses debía hacerse un inventario, asunto que no resultaba muy fácil, por las acostumbradas pérdidas.

La desaparición de las pulperías fue paulatina, siendo reemplazadas en la década de los noventa por el supermercado Ekono y Tiendas Falabella. La gran pérdida en este nuevo sistema fueron los bajos precios.

Los espacios físicos que ocuparon por tantos años estas pulperías se redistribuyeron de la siguiente manera: pulpería número uno, Auditórium de la Gerencia (dentro de la mina); pulpería número dos, Imprenta Emserc; pulpería número tres, Protección Industrial; pulpería número cuatro, desapareció; pulpería número cinco, Sala de Eventos; y pulpería número seis, desapareció. (Estas dos últimas, se ubicaban en Villa Ayquina y Exótica en Calama, respectivamente).

Nacimiento de plaza "Los Héroes"

Plaza "Los Heroes" de Chuquicamata

Abajo del recién levantado barrio “Las Latas” se creó la Escuela Mixta Nª10, sin duda todo un regalo para los hijos de los obreros. Sin embargo, su construcción creó más de algún problema para los ingenieros de la época. Frente al establecimiento había quedado una explanada, la que un principio fue pensada para erigir otros edificios, idea que con el tiempo fue quedando en el olvido.

Corría 1923 y el lugar se había convertido en el punto de encuentro de los chuquicamatinos que todos los domingo se reunían a disfrutar de la música que tocaban las pequeñas sinfónicas compuestas por trabajadores y aficionados al arte musical. Como la conocida "Chilex".

Estos grupos eran característicos de las salitreras y su calidad obviamente había trascendido las épocas, por cuanto algunos jefes los contrataban para que amenizaran también sus fiestas particulares.

Así las damas y los varones que paseaban por aquella explanada lucían sus elegantes trajes, como una muestra de su última adquisición en Antofagasta, en la importadora Pinnau y Cía., que se encargaba de traer además de ropa, artículos para el hogar, herramientas y maquinarias.

Los fines de semana habían adquirido gran importancia para la población, tanto que algunos norteamericanos entusiasmados con las orquestas y grupos musicales se aventuraron a crear su propia agrupación de jazz, estilo que por aquellos años hacía furor en Estados Unidos. Al compás de swing y el blue demuestran a los asistentes que son buenos bailarines.

Con el viento tan característico del lugar, levantaba polvo y ensuciaba zapatos, trajes y sombreros. Por tal razón, la administración decidió rellenar la explanada con gradilla y trazar lo que más tarde sería la Plaza de Armas de Chuquicamata, que contaría con jardines, piletas y en el centro una "torre" con bancas para que la gente y la banda pudiera estar cómoda, pero entre el 2000 y 2006, el lugar era acechado por inescrupulosos que destrozaban y provocaban contaminación visual al lugar con graffitis, hoy fue totalmente restaurado.

El primer hospital de Chuquicamata

El primer hospital de Chuqui era una construcción de tipo colonial americana, a una distancia considerable del campamento, aunque estaba junto al campamento americano.

Grandes pabellones formaban ordenadamente las distintas salas, siendo la más grande la “D”. Un hermoso jardín rodeaba esta construcción, las ventanas se abrían hacia arriba por un sistema de piolas y lienzas similares a las que había en el campamento americano. El único error de distribución, cometido los ingenieros norteamericanos, fue el pabellón quirúrgico, que quedó en medio de un patio.

Este recinto, “abuelo” del Hospital Roy H. Glover, era de madera y contaba con todos los servicios necesarios, excepto el de maternidad que estaba cerca de la plaza, más exactamente en los Carabineros.

Cerca de la plaza funcionaba la maternidad y un policlínico que también cumplía la función de pediatría. Los servicios médicos y de farmacia eran gratuitos, los trabajadores acudían a los diferentes edificios para recibir sus medicamentos. La dotación era de trece médicos, cuatro matronas, 26 enfermeras y 66 auxiliares.

El comercio particular

El comercio particular se estableció en la avenida Bernardo O’Higgins. La mayoría de estos establecimientos desaparecieron, si embargo, para el 2002 aún existían como verdaderas “instituciones” del recuerdo chuquicamatino, el Emporio la “Verbena” y la sastrería “Arenas”. Hoy las únicas que continúan en el campamento son el emporio "La Verbena" atendido por don Alcides Lira y sus familiares y "La Reina". Los comerciantes se establecieron en esta calle luego que debieran abandonar la estación de Punta Rieles a fines de la década de 1920.

En 1923 se instaló la fábrica de bebidas gaseosas de propiedad de Nicolás Pápic y Francisco Alessandri, con un capital de 150 mil pesos. El edificio ubicado en el campamento nuevo también cumplía la función de frigorífico, donde se vendía hielo y pescado congelado.

El 5 de diciembre de 1923 se instaló el empresario Víctor Farías con una pulpería, de hecho Farías era funcionario de una de ellas, perteneciente a la empresa cuando decidió establecerse con un negocio.

También ubicada en el Campamento Nuevo, se dedicó a prestar servicios de tienda, sombrerería, zapatería, sastrería y contaba con una sección Recova, con una carnicería y verdulería.

También en esa época, consistente en la segunda década de existencia del campamento, se desarrollaron importantes empresas comerciales en los más variados rubros.

En 1917, Rufino Vargas se instala con una modesta sastrería a un costado de la calle principal, fue la primera que se instaló en el mineral y de la cual surgieron tantas casas conforme aumentaba la demanda por ternos. “El Progreso”, como fue bautizada, ocupaba en la confección de trajes a 13 operarios, y con orgullo ostentaba el uso de telas importadas que ingresaban al país por Antofagasta. Tanto fue el progreso alcanzado con este negocio que Rufino Vargas instaló una sucursal en calle Vivar 182, en Calama, y una peluquería contigua a su negocio.

En 1921 se instaló el negociante yugoslavo Andrés Marínovic, con una pulpería que emulaba a sus negocios que funcionaban en Antofagasta.

En esa época también funcionaba el único negocio de pastelería y heladería que llevaba por nombre “El Sol” y cuyo dueño era Roberto Kawashima, los japoneses que vivían en el campamento fueron expulsados en 1942 a raíz de la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, ademas durante este enfrentamiento belico, Chuquicamata se vio obligado a apagar sus luces para no ser bomberdeado por "el eje". La conflagración marcó las relaciones de ahí en adelante y los asiáticos jamás volvieron al yacimiento, reinstalándose en Antofagasta y Calama.

En 1919 se abrió una droguería, de propiedad del empresario español Juan Francisco Freiría. El europeo comenzó su destino andariego enseñando el idioma en el Berlitz School of Languages, donde fue director en Santiago. Posteriormente, trabajó en la Braden Copper Company y después fue trasladado a la Chile Exploration Company llegando de esa manera a Chuquicamata para dedicarse a la enseñanza del idioma inglés a los mineros. Su dedicación al trabajo fue premiada por los americanos, que le permitieron construir un gran edificio de hormigón donde instaló la botica “Chilex”. Ademas es muy recordada "La Reina", una de las últimas que sigue en Chuquicamata.

Tambien son muy recordadas las farmacias como: Cotorás y Síglic.

Ademas las casas Dissi, Anita, Choliux, Carmona, Milla, otras como la Riojana. Los hoteles Washington, Yoma, el Cobre. Las fuentes de soda "el nuevo Gallo" y "La Anaconda".

Otros Lugares en Chuquicamata

"La Verbena"
"Ferretería Rossi"
"Souvenir"
"Club de Empleados"

Son recordados lugares como:

  • Emporio "La Verbena": Esta tienda ha ayudado y servido a los chuquicamatinos por mas de 70 años, hoy es una de las tiendas mas recordadas del mineral, atendida por Don Alcides Lira y familia.
  • Club Social: Se ubicaba cerca del campamento americano, contaba con 6 canchas de palitroque y varios lugares de entretención.
  • Radio "El loa": Se ubicaba debajo de una explanada junto a la población O'Higgins ("Las Nórmac"), para luego ser ocupada por una oficina de Codelco.
  • Botillería "El Minero": Funcionó durante varios años debajo del teatro Chile.
  • Ferretería Rossi: Se ubicaba en pleno centro, junto a la farmacia "Cotoras".
  • Casa Ruiz: Se ubicaba en la conocida "Plazoleta Ruiz", que se ubicaba frente a los Departamentos "Diego Portales".
  • Librerias "Chilex" y "La Union": La primera es hoy la sede de un museo que da recorridos por la mina y la segunda por varios años fue un restaurant.
  • Club De Empleados: Data de entre 1920 y 1950, era un lugar muy común para los obreros que buscaban distracción.
  • Gran Tienda "La Vicuña": Data de 1926, se ubica en la calle principal del centro, hoy esta remodelada.

Chuquicamata cambia de dueños

En 1922, Anaconda Co. compró American Brass con su enorme capacidad productiva. Esta producción necesitaba una gran cantidad de cobre, la cual excedía de la que producían las minas Anaconda ubicadas en Montana, aún cuando éstas producían alrededor de un millón de libras de cobre al día.

Los ejecutivos de la firma consideraron que era fundamental asegurar recursos adicionales de cobre. Primero iniciaron negociaciones con Utah Copper Company, las que fracasaron debido a que uno de los accionistas mayoritarios, Kennecott Copper, no llegó a un acuerdo. Ninguna otra alternativa explorada en los Estados Unidos tuvo éxito.

La empresa entonces dirigió su mirada a la operación a tajo abierto de Katanga en el Congo Belga. Aquí no se pudo llegar a un acuerdo de compra debido a la estrecha relación entre Katanga y el gobierno belga.

Se sostuvieron conversaciones en Bruselas con Fernand Pisart, ejecutivo de Katanga, para ver las posibilidad de una operación de venta conjunta, acción que tampoco se concretó. A la larga el fracaso de estas negociaciones concluyó con el intento de comprar Chuquicamata. En marzo de 1923 Anaconda adquirió Chile Copper en 77 millones de dólares, la transacción más grande conocida en Wall Street hasta ese momento. Se vendió el 51 por ciento de Chile Copper a 35 dólares la acción. La capitalización de Chile Copper era de 5 millones 400 mil acciones a un valor nominal de 25 dólares por acción. Sothward, la estrella del imperio Anaconda, había fijado su rumbo.

En otoño de 1928 el mercado del cobre se empinaba y continuaban las negociaciones con los hermanos Guggenheim. Las acciones de Anaconda estaban en alto y parecía un buen momento para adquirir el resto de las acciones de la Chile.

Finalmente en enero de 1929 y después de unas semanas de discusión, se anunció una base de conversión para la adquisición de las 2 millones 200 mil acciones restantes de Chile Copper Company a 73/100 de una acción de Anaconda por una de la Chile.

Esta conversión fue acordada con Daniel Guggenheim, mientras que otros miembros de la familia pretendían una conversión de 80%.

En tanto, las acciones de Anaconda estaban a alrededor de 150 dólares. En seguida se ofrecieron derechos de suscripción a los accionistas a 55 dólares por la nueva emisión de Anaconda. Finalmente la familia de Guggenheim aceptó la conversión y la oferta fue formulada en forma oficial el 23 de enero de 1929. Para ello se entregaron dos millones 73 mil tres acciones de Chile para su conversión, otorgando a Anaconda el 98,41 por ciento de la propiedad. El 30 de junio de 1940 ésta había aumentado a 98,50 y, luego llegó al 99,50 por ciento. Así concluyó la gigante transacción.

Hospital Roy H. Glover

La construcción del Roy H. Glover se debió principalmente a las numerosas deficiencias que presentaba el hospital del mineral. Si bien, logró controlar por años las enfermedades y los índices de mortalidad del campamento, su reducido espacio físico y su poca capacidad para atender diferentes especialidades, sumado a la gran población que existía en la zona, pronto lo hicieron incompetente.

El medico en jefe del recinto, el doctor John Bradford planteó la inquietud al gerente de la época (1957), Charles Brinckerhoff, y con su aprobación y ayuda partió a Nueva York a presentar su proyecto al directorio de The Anaconda Company, la empresa propietaria del mineral a través de Chile Exploration Company.

En Nueva York, Bradford se encontró con Mr. Roy H. Glover, vicepresidente del directorio de Anaconda, quien hizo suyo el proyecto. Ante los convincentes argumentos de Bradford, Glover convenció al resto del directorio con mucha ayuda presento maquetas y fue aprobado el plan, en 1955, comenzó su construcción entre 1956 y 1957 terminándose la obra el 21 de agosto de 1960.

La inversión fue de 28 millones de dólares y para la construcción del recinto se utilizaron los mejores materiales de la época, pensando en un hospital que debía durar muchos años. Llegado el momento de funcionar, el nombre de Roy H. Glover surgió como el más adecuado, en señal de agradecimiento al hombre que tanto hizo por conseguir su construcción, aún cuando él nunca viajó a Chuquicamata.

Características del Roy H. Glover

El hospital se levantó con cinco pisos de altura y dos subterráneos, teniendo una especialidad básica por piso, más un pensionado. Junto a ellos, un pabellón de operaciones, salas de parto, laboratorio, rayos X, entre otras tantas dependencias, que rápidamente lo convirtieron en el mejor y más moderno centro del país, equipado para ser autosuficiente, dada la lejanía de los otros recintos médicos de Chile.

Los jardines y revestimientos de mármol en su acceso principal fueron la característica especial del recinto, sumado a un muro perimetral de bloques de sulfato de cobre que otorgaba un original decorado, ademas de una extrañeza, una escultura de la torre eiffel a escala.

Al momento de su inauguración trabajaban 18 médicos.

Funcionó durante 41 años, los cuales entregó un trabajo único, llegando a ser, en algún instante, reconocido como el mejor hospital de Sudamérica, hoy descansa bajo toneladas de ripio, luego de una cruel agonia, en la cual estuvo involucrada, varias demoliciones y tala de árboles, los cuales fueron echados abajo y quedaron enterrados junto al coloso de color verde.

Paulatinamente se fueron creando Neonatología, la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de esa área, UCI de adultos, Hemodiálisis, Oftalmología, Traumatología, Otorrinolaringología, Siquiatría, Anatomía Patológica, Ecografías, Scanner (el primero del país), Dermatología, Kinesiología, Laboratorio Clínico Automatizado, entre otros.

Nuevas Construcciones

A comienzos de los 70, con el cobre nacionalizado, Chuquicamata en manos de Codelco Chile y la consiguiente partida de los norteamericanos, comenzaron las demoliciones. Fue el caso de los Latas, Los 600, Adobes y Hundidos, que dieron paso a nuevas urbanizaciones. Para reemplazar las casas, se construyó El Abra en el lugar de Los Latas, con un total de 56 viviendas para los empleados de la compañía.

En 1974 partió el proyecto de 312 departamentos para solteros, mientras que Los Adobes tendría 8 bloques de departamentos para casados, divididos en cuatro bloques de cuatro pisos y cuatro de tres.

Otro plan fue la primera partida de 408 casas, de las cuales 178 corresponden al sector de los 600s, las restantes estarían ubicadas al costado norte de la Población Descubridores de América. Las nuevas viviendas son de dos plantas y con cocina equipada totalmente.

Entre 1975 y 1995 partió la existencia de la nueva población John Bradford. La ejecución del proyecto abarcó una superficie de 15 mil metros cuadrados y representó una remodelación completa a la vista del hospital con 2 sectores, en los cuales se encontraba el Hotel John Bradford y como dato el último grupo que estuvo y se sacó una fotografía al frente de este hotel fue Lucybell cuando visitó la zona el 2000.

El levantamiento de otras villas siguió su curso normal, como la villa Auka-Huasi, Atacama, ademas se reconstruyeron varias, solucionando prácticamente todos los problemas habitacionales del mineral, demostrando además un crecimiento sostenido que le dio sin duda un aspecto más de cuidado al antiguo campamento.

Pob. Actuales y Otros Lugares

  • Departamentos César Aguilar
  • Departamentos de Carabineros
  • Departamentos Los Hundidos
  • Departamentos Diego Portales
  • Población Arauco
  • Población Bellavista
  • Población El Bosque
  • Población Los Adobes
  • Población Los 600s
  • Población Los Dúplex
  • Población Los Descubridores de América
  • Población Los Hundidos Reformados
  • Población Las Flores
  • Población Los Lagos
  • Población Los Tipos C
  • Población O'Higgins ("Las Nórmac")
  • Villa Florencia
  • Villa Atacama
  • Villa Auka-Huasi
  • Villa El Abra
  • Villa John Bradford
  • Villa Turi

El traslado

En 1992 Chuquicamata fue declarada zona saturada de material particulado respirable y anhídrido sulfúrico. El año siguiente, se detectó que la zona tenía altos niveles de arsénico. Estos problemas ambientales, sumado a dificultades con la expansión de la mina (debido al alto precio de los terrenos adyacentes, con excepción del campamento), motivaron que Codelco tomara la decisión entre 1992 y 1997 de trasladar a la población de Chuquicamata, construyéndoles casas en Calama las cuales estarían totalmente equipadas y no serían dadas en comodato como las de Chuquicamata, sino que serían suyas de por vida. El traslado de las familias en gran mayoría no ocurriría hasta 2004.

Los primeros pasos

Luego de sacar a las familias que quedaban en la población "Los Dúplex", se empezó a desocupar lenta y agonizantemente el hospital Roy H. Glover, la villa John Bradford y población Bellavista (desocupada y cerrada en 2003), poblaciones que quedaran cerca de los botaderos, especialmente el conocido botadero 95, el que enterraria a el Hospital. Luego se translada en 2003 el regimiento N°1 de Chuquicamata y en 2004 comienza el traslado en mayoría de comercio y familias.

Consecuencias para Calama

Variadas son las consecuencias que el traslado tuvo en Calama, como la construcción del Hospital del Cobre Doctor Salvador Allende Gossens, el Mall Calama, y nuevas poblaciones como Túcnar Huasi, Villa Los Volcanes, Las Leyendas. Los Salares, etc. Además de varios proyectos para hermosear Calama, incluyendo las escuelas y colegios trasladados desde Chuquicamata como escuela E-34 John Fitzgerald Kennedy, D-54 República de Chile, Liceo B-10 y el Colegio Chuquicamata.

Cierre del campamento

Escenario en el cierre oficial del campamento

El 31 de agosto y el 1 de septiembre de 2007 se realizó la ceremonia oficial de cierre del campamento, tras 92 años de existencia, se tiene pensado guardar la memoria chuquicamatina preservando el casco histórico del campamento el cual ha sido remodelado para ser visitado.

De todas partes de Chile y del extranjero, miles de ex habitantes de Chuquicamata asistieron al evento final del cierre de este campamento minero, que albergó a varias generaciones de compatriotas desde 1915.

Fueron más de 30 mil personas las que repletaron las calles y la explanada a un costado de la Plaza de Los Héroes. Frente al Club Chuqui se montó un escenario monumental, por el que desfilaron grupos locales, para finalizar con la presentación de La Sonora Palacios y Los Jaivas.

El solo de batería de Juanita Parra acompañada con los integrantes de Los Jaivas y de La Sonora Palacios dio el inicio al espectacular festival pirotécnico que maravilló al multitudinario público asistente.

Este festival, que iluminó los cielos de Chuquicamata, duró más de 20 minutos, mientras que en fondo se escuchaba la canción de "Los Pampinos" (grupo de la zona) "Minero De Cobre" junto con el ruido que emitían camiones de la mina, junto con las sirenas de carros de bomberos para después dar paso al tema, "Chuquicamata" de Antonio Prieto seguido por “Todos Juntos“ de Los Jaivas, momentos en que las familias, los amigos y los compañeros de trabajo se abrazaron y lloraron, en medio de una emoción que removió los cimientos de esta histórica ciudad.

Durante la tarde, la Ministra de Minería, Karen Poniachik, junto al Vicepresidente Corporativo de Codelco Norte, Sergio Jarpa, y autoridades locales, descubrieron una placa conmemorativa, que marca esta fecha histórica como el cierre final de un campamento minero lleno de recuerdos.

Hoy Chuquicamata, entrega tranquilidad y a la vez una completa soledad a las últimas familias que quedan allí, esperando su traslado a la ciudad vecina de Calama, con todas las poblaciones ya cercadas y muchas que hoy están siendo demolidas como "Los Lagos" y "Villa Florencia".

Historias Chuquicamatinas

Gracias al cierre de éste campamento, se han creado una gran variedad de historias tanto de terror como de fantasías relacionadas con lo que varios mineros y obreros les sucedáa en su entorno laboral.

Historias como: La Dama de negro, La metro Ochenta, la Maldición de Placilla, El Capacho Maldito, La falda Del Diablo, El asesinato en el Polla, Fantasmas de las Poblaciones, Fantasmas del Hospital Roy H. Glover (ascensores que subian y bajaban, niños que jugaban en sus corredores), Asesinatos en el Hotel John Bradford, Suicidios en Chuquicamata, Accidentes, Autoestopista fantasma en la subida a Chuquicamata, etc.

Referencias

Véase también

  • Calama, comuna en la que se ubica el mineral de Chuquicamata.

Enlaces externos