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Diferencia entre revisiones de «Magdalena penitente del espejo»

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== Contexto ==
== Contexto ==
[[María Magdalena]] es una de las santas más reconocidas del cristianismo y una de las mujeres más representadas en la pintura a lo largo de los siglos. Su clasificación dentro de la [[iconografía cristiana]] es compleja, pues no pertenece a las vírgenes o mártires, tampoco se le relación con un varón o con una familia, pues no es esposa ni madre.<ref name=":1">{{Cita publicación|url=https://idus.us.es/handle/11441/24415|título=María Magdalena, de testigo presencial a icono de penitencia en la pintura de los siglos XIV-XVII|apellidos=Sánchez Morillas|nombre=Beatriz|fecha=2014-09-19|publicación=|fechaacceso=2021-04-09}}</ref>
[[María Magdalena]] es una de las santas más reconocidas del cristianismo y una de las mujeres más representadas en la pintura a lo largo de los siglos. Su clasificación dentro de la [[iconografía cristiana]] es compleja, pues no pertenece a las vírgenes o mártires, tampoco se le relación con un varón o con una familia, pues no es esposa ni madre.<ref name=":1">{{Cita publicación|url=https://idus.us.es/handle/11441/24415|título=María Magdalena, de testigo presencial a icono de penitencia en la pintura de los siglos XIV-XVII|apellidos=Sánchez Morillas|nombre=Beatriz|fecha=2014-09-19|publicación=Depósito de Investigación de la Universidad de Sevilla.|fechaacceso=2021-04-09|página=13-15, 91, 102, 105, 108 y 115.}}</ref>


Es un personaje aislado, por lo que con frecuencia se le atribuyen historias o participaciones de variados textos bíblicos. Se le considera, principalmente, como un ejemplo de pecadora redimida. De acuerdo con ''[[Leyenda áurea|La Leyenda Dorada]]'' (compilación de vidas de santos) de [[Santiago de la Vorágine|Vorágine]], María Magdalena era una mujer aplicada en la prostitución, hermana de Lázaro y Marta, apegada a la vida disoluta tras la muerte de sus padres. Abandona su estilo de vida después de su conversión a [[Cristo|Jesucristo]] y el perdón recibido en casa de Simón el fariseo. Finaliza su vida como ermita, dedicando treinta años a la contemplación. Vorágine ubica a Magdalena con diferentes personajes bíblicos, siendo la pecadora arrepentida, la hermana de Betania, discípula de Cristo, la abandonada del camino de Marsella y la ermita de la cueva.<ref name=":1" />
Es un personaje aislado, por lo que con frecuencia se le atribuyen historias o participaciones de variados textos bíblicos. Se le considera, principalmente, como un ejemplo de pecadora redimida. De acuerdo con ''[[Leyenda áurea|La Leyenda Dorada]]'' (compilación de vidas de santos) de [[Santiago de la Vorágine|Vorágine]], María Magdalena era una mujer aplicada en la prostitución, hermana de Lázaro y Marta, apegada a la vida disoluta tras la muerte de sus padres. Abandona su estilo de vida después de su conversión a [[Cristo|Jesucristo]] y el perdón recibido en casa de Simón el fariseo. Finaliza su vida como ermita, dedicando treinta años a la contemplación. Vorágine ubica a Magdalena con diferentes personajes bíblicos, siendo la pecadora arrepentida, la hermana de Betania, discípula de Cristo, la abandonada del camino de Marsella y la ermita de la cueva.<ref name=":1" />
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A pesar de sus diferentes facetas a lo largo de los años, en el siglo XVII se le atribuye el arrepentimiento y se interpreta en las artes como un símbolo sacramental de penitencia.<ref name=":0" /> Funcionaba como un modelo para aquellos pecadores que desearan alcanzar el cielo.
A pesar de sus diferentes facetas a lo largo de los años, en el siglo XVII se le atribuye el arrepentimiento y se interpreta en las artes como un símbolo sacramental de penitencia.<ref name=":0" /> Funcionaba como un modelo para aquellos pecadores que desearan alcanzar el cielo.


Su iconografía sufrió cambios principalmente durante la [[Contrarreforma]], a partir de la asamblea conciliar no. 245 del [[Concilio de Trento]] (1545-1563). En cuanto a María Magdalena le serían retirados vestidos suntuosos, ornamentos y lazos, dejando de lado retratos donde se viera demasiado arreglada.<ref>{{Cita libro|apellidos=Busquets Grabulosa, Lluís|título=La historia oculta: María, madre de Jesús, y María Magdalena.|año=2009|editorial=Destino|ubicación=Barcelona.|página=248-249.}}</ref> Por ello, a partir del siglo XVI corresponde una imagen de Magdalena meditativa, centrada en las lecturas y la oración, acercada a la penitencia. La veremos acompañada de [[Vanitas]], como recuerdo de su muerte y de la fugacidad de la vida, del crucifijo y de otros símbolos de la [[Pasión de Cristo|Pasión]] aludiendo a su redención.<ref name=":1" />
Su iconografía sufrió cambios principalmente durante la [[Contrarreforma]], a partir de la asamblea conciliar no. 245 del [[Concilio de Trento]] (1545-1563). En cuanto a María Magdalena le serían retirados vestidos suntuosos, ornamentos y lazos, dejando de lado retratos donde se viera demasiado arreglada.<ref>{{Cita libro|apellidos=Busquets Grabulosa, Lluís|título=La historia oculta: María, madre de Jesús, y María Magdalena.|año=2009|editorial=Destino|ubicación=Barcelona.|página=248-249.}}</ref> Por ello, a partir del siglo XVI corresponde una imagen de Magdalena meditativa, centrada en las lecturas y la oración, acercada a la penitencia. La veremos acompañada de [[vanitas]], como recuerdo de su muerte y de la fugacidad de la vida, del crucifijo y de otros símbolos de la [[Pasión de Cristo|Pasión]] aludiendo a su redención.<ref name=":1" />


En el siglo XVII comienza a abordarse su imagen con desnudos, principalmente con sus pechos descubiertos. Ubicada en el Barroco, María Magdalena será representada en un éxtasis místico, siendo recompensada por su penitencia con una cercanía divina.<ref name=":1" />
En el siglo XVII comienza a abordarse su imagen con desnudos, principalmente con sus pechos descubiertos. Ubicada en el Barroco, María Magdalena será representada en un éxtasis místico, siendo recompensada por su penitencia con una cercanía divina.<ref name=":1" />


La “Magdalena penitente del espejo” aborda el [[tenebrismo]] y estado de ánimo contemplativo de los nocturnos devocionales características de Georges de La Tour, conocidos como nuicts. Donde el autor plasma principalmente ambientes nocturnos iluminados por una luz artificial, por lo general producida por velas.<ref>{{Cita libro|título=Georges de La Tour and the Enigma of the Visible|url=https://muse.jhu.edu/book/56213|editorial=Fordham University Press|fecha=2017|fechaacceso=2021-04-09|isbn=978-0-8232-7746-9|nombre=Dalia|apellidos=Judovitz}}</ref>
La ''Magdalena penitente del espejo'' aborda el [[tenebrismo]] y estado de ánimo contemplativo de los nocturnos devocionales características de Georges de La Tour, conocidos como ''[[Nocturno (pintura)|nuits]], d''onde el autor plasma principalmente ambientes nocturnos iluminados por una luz artificial, por lo general producida por velas.<ref name=":2">{{Cita libro|título=Georges de La Tour and the Enigma of the Visible|url=https://muse.jhu.edu/book/56213|editorial=Fordham University Press|fecha=2017|fechaacceso=2021-04-09|isbn=978-0-8232-7746-9|nombre=Dalia|apellidos=Judovitz|página=20.}}</ref>


== Descripción ==
== Descripción ==
La obra de Georges de La Tour incluye cuatro obras diferentes dedicadas a María Magdalena, en todas ellas alude a la iconografía del siglo XVI, mostrándola en tono de penitencia. Estas se relacionan naturalmente pues se tratan del mismo motivo y escena, pero con encuadres, perspectivas e iluminaciones variadas.[1]
La obra de Georges de La Tour incluye cuatro obras diferentes dedicadas a María Magdalena, en todas ellas alude a la iconografía del siglo XVI, mostrándola en tono de penitencia. Estas se relacionan naturalmente pues se tratan del mismo motivo y escena, pero con encuadres, perspectivas e iluminaciones variadas.<ref>{{Cita web|url=https://www.nuevarevista.net/arte/el-sorprendente-caso-de-la-tour/|título=El sorprendente caso de La Tour|fechaacceso=2021-04-10|apellido=Yuste|nombre=Jesús|fecha=2016-05-26|sitioweb=Nueva Revista|página=165 y 166.|idioma=es-ES}}</ref>


La “Magdalena penitente del espejo” es la más oscura de las cuatro Magdalenas de La Tour. Se representa vestida, de perfil apoyando su codo sobre la mesa y con su rostro contemplativo reposando en su mano. Mientras con la otra toca un cráneo posado sobre libros, este se refleja en un espejo girado hacia el espectador. El cráneo se ilumina por la llama de una lampara de aceite detrás de él, apenas visible la punta de la llama ligeramente doblada como si fuera tocada por la exhalación de la respiración de María.[2]
La ''Magdalena penitente del espejo'' es la más oscura de las cuatro Magdalenas de La Tour. Se representa vestida, de perfil apoyando su codo sobre la mesa y con su rostro contemplativo reposando en su mano. Mientras con la otra toca un cráneo posado sobre libros, este se refleja en un espejo girado hacia el espectador. El cráneo se ilumina por la llama de una lampara de aceite detrás de él, apenas visible la punta de la llama ligeramente doblada como si fuera tocada por la exhalación de la respiración de María.<ref name=":2" />


Las ''vanitas'', el cráneo y el libro, reflejan el pasar de la vida y la presencia de la muerte; acompañaron a María Magdalena en sus retratos a partir del siglo XVI. Con símbolos de penitencia se omitieron elementos como el tarro de ungüento o el velo, con los que llego a retratársele antes del siglo XVII.[3]
Las ''vanitas'', el cráneo y el libro, reflejan el pasar de la vida y la presencia de la muerte; acompañaron a María Magdalena en sus retratos a partir del siglo XVI. Con símbolos de penitencia se omitieron elementos como el tarro de ungüento o el velo, con los que llego a retratársele antes del siglo XVII.<ref name=":1" />


A pesar de que en la “Magdalena penitente del espejo” apenas se puede apreciar más allá de su perfil, apoyados de sus otras versiones vemos como la longitud de su cabello se ha permanecido conforme los años. Éste siempre largo como símbolo de estímulo sexual, manteniendo la relación de María Magdalena como una mujer pecadora. El color del cabello con el que se le presenta ha sido por lo general rubio, pero tanto el tono como sus peinados tienden a ser adaptados por los diferentes autores de acuerdo con la zona geográfica en la que se encuentre. En este caso la vemos con un tono oscuro, aún más por la ausencia de luz.[4]
A pesar de que en la ''Magdalena penitente del espejo'' apenas se puede apreciar más allá de su perfil, apoyados de sus otras versiones vemos como la longitud de su cabello se ha permanecido conforme los años. Éste siempre largo como símbolo de estímulo sexual, manteniendo la relación de María Magdalena como una mujer pecadora. El color del cabello con el que se le presenta ha sido por lo general rubio, pero tanto el tono como sus peinados tienden a ser adaptados por los diferentes autores de acuerdo con la zona geográfica en la que se encuentre. En este caso la vemos con un tono oscuro, aún más por la ausencia de luz.<ref name=":1" />


El color rojo se presentaba en sus vestiduras, usualmente con una capa roja. La Tour viste a sus Magdalenas con una falda roja sostenida por una cuerda, esta solo es visible en la “Magdalena penitente de la lamparilla” donde la iluminación es mayor.[5]
El color rojo se presentaba en sus vestiduras, usualmente con una capa roja. La Tour viste a sus Magdalenas con una falda roja sostenida por una cuerda, esta solo es visible en la ''[[Magdalena penitente de la lamparilla]]'' donde la iluminación es mayor.<ref name=":1" />


Margaret Starbid señala los retratos de María Magdalena de La Tour el vientre hinchado de María, como posible indicativo de un embarazo[6]
Margaret Starbid señala en los retratos de María Magdalena de La Tour el vientre hinchado de María, como posible indicativo de un embarazo.<ref>{{Cita libro|apellidos=Starbird|nombre=Margaret|título=The woman with the alabaster jar: Mary Magdalen and the Holy Grail.|url=https://books.google.com.mx/books/about/The_Woman_with_the_Alabaster_Jar.html?id=TFkoDwAAQBAJ&redir_esc=y|año=1993|isbn=1591438128, 9781591438120|editor=Simon and Schuster|página=95.}}</ref>

Interpretación


== Interpretación ==
Según la Leyenda dorada de Jacobo de Voragine, que continuó siendo influyente a lo largo del siglo XVII, María Magdalena era "conocida por la forma en que dio su cuerpo al placer, tanto que su nombre propio fue olvidado y comúnmente fue llamada la pecadora". Señala que sus pecados fueron perdonados debido a la pureza de su amor. Habiendo elegido el camino de la contemplación interna se la llama la "iluminadora". "Como eligió la mejor parte de la contemplación interna, se la llama iluminadora, porque en la contemplación dibujó corrientes de luz tan profundas que a su vez derramó luz en abundancia".[7]
Según la Leyenda dorada de Jacobo de Voragine, que continuó siendo influyente a lo largo del siglo XVII, María Magdalena era "conocida por la forma en que dio su cuerpo al placer, tanto que su nombre propio fue olvidado y comúnmente fue llamada la pecadora". Señala que sus pecados fueron perdonados debido a la pureza de su amor. Habiendo elegido el camino de la contemplación interna se la llama la "iluminadora". "Como eligió la mejor parte de la contemplación interna, se la llama iluminadora, porque en la contemplación dibujó corrientes de luz tan profundas que a su vez derramó luz en abundancia".[7]



Revisión del 21:45 10 abr 2021

La Magdalena penitente del espejo
Año 1635-1640
Autor Georges de La Tour
Técnica Óleo sobre lienzo
Estilo Barroco francés
Tamaño 113 cm × 92.7 cm
Localización Galería Nacional de Arte de Washington D.C.

La Magdalena penitente del espejo, también conocida como Magdalena arrepentida, es un óleo sobre lienzo del artista francés Georges de La Tour, reconocido por su trabajo durante la etapa barroca. El cuadro es una de las cuatro diferentes representaciones de La Tour sobre el mismo motivo, fue pintado entre 1635 y 1640, y mide 113x92.7 cm. Actualmente se encuentra en la Galería Nacional de Arte de Washington D.C. [1]

Contexto

María Magdalena es una de las santas más reconocidas del cristianismo y una de las mujeres más representadas en la pintura a lo largo de los siglos. Su clasificación dentro de la iconografía cristiana es compleja, pues no pertenece a las vírgenes o mártires, tampoco se le relación con un varón o con una familia, pues no es esposa ni madre.[2]

Es un personaje aislado, por lo que con frecuencia se le atribuyen historias o participaciones de variados textos bíblicos. Se le considera, principalmente, como un ejemplo de pecadora redimida. De acuerdo con La Leyenda Dorada (compilación de vidas de santos) de Vorágine, María Magdalena era una mujer aplicada en la prostitución, hermana de Lázaro y Marta, apegada a la vida disoluta tras la muerte de sus padres. Abandona su estilo de vida después de su conversión a Jesucristo y el perdón recibido en casa de Simón el fariseo. Finaliza su vida como ermita, dedicando treinta años a la contemplación. Vorágine ubica a Magdalena con diferentes personajes bíblicos, siendo la pecadora arrepentida, la hermana de Betania, discípula de Cristo, la abandonada del camino de Marsella y la ermita de la cueva.[2]

A pesar de sus diferentes facetas a lo largo de los años, en el siglo XVII se le atribuye el arrepentimiento y se interpreta en las artes como un símbolo sacramental de penitencia.[1]​ Funcionaba como un modelo para aquellos pecadores que desearan alcanzar el cielo.

Su iconografía sufrió cambios principalmente durante la Contrarreforma, a partir de la asamblea conciliar no. 245 del Concilio de Trento (1545-1563). En cuanto a María Magdalena le serían retirados vestidos suntuosos, ornamentos y lazos, dejando de lado retratos donde se viera demasiado arreglada.[3]​ Por ello, a partir del siglo XVI corresponde una imagen de Magdalena meditativa, centrada en las lecturas y la oración, acercada a la penitencia. La veremos acompañada de vanitas, como recuerdo de su muerte y de la fugacidad de la vida, del crucifijo y de otros símbolos de la Pasión aludiendo a su redención.[2]

En el siglo XVII comienza a abordarse su imagen con desnudos, principalmente con sus pechos descubiertos. Ubicada en el Barroco, María Magdalena será representada en un éxtasis místico, siendo recompensada por su penitencia con una cercanía divina.[2]

La Magdalena penitente del espejo aborda el tenebrismo y estado de ánimo contemplativo de los nocturnos devocionales características de Georges de La Tour, conocidos como nuits, donde el autor plasma principalmente ambientes nocturnos iluminados por una luz artificial, por lo general producida por velas.[4]

Descripción

La obra de Georges de La Tour incluye cuatro obras diferentes dedicadas a María Magdalena, en todas ellas alude a la iconografía del siglo XVI, mostrándola en tono de penitencia. Estas se relacionan naturalmente pues se tratan del mismo motivo y escena, pero con encuadres, perspectivas e iluminaciones variadas.[5]

La Magdalena penitente del espejo es la más oscura de las cuatro Magdalenas de La Tour. Se representa vestida, de perfil apoyando su codo sobre la mesa y con su rostro contemplativo reposando en su mano. Mientras con la otra toca un cráneo posado sobre libros, este se refleja en un espejo girado hacia el espectador. El cráneo se ilumina por la llama de una lampara de aceite detrás de él, apenas visible la punta de la llama ligeramente doblada como si fuera tocada por la exhalación de la respiración de María.[4]

Las vanitas, el cráneo y el libro, reflejan el pasar de la vida y la presencia de la muerte; acompañaron a María Magdalena en sus retratos a partir del siglo XVI. Con símbolos de penitencia se omitieron elementos como el tarro de ungüento o el velo, con los que llego a retratársele antes del siglo XVII.[2]

A pesar de que en la Magdalena penitente del espejo apenas se puede apreciar más allá de su perfil, apoyados de sus otras versiones vemos como la longitud de su cabello se ha permanecido conforme los años. Éste siempre largo como símbolo de estímulo sexual, manteniendo la relación de María Magdalena como una mujer pecadora. El color del cabello con el que se le presenta ha sido por lo general rubio, pero tanto el tono como sus peinados tienden a ser adaptados por los diferentes autores de acuerdo con la zona geográfica en la que se encuentre. En este caso la vemos con un tono oscuro, aún más por la ausencia de luz.[2]

El color rojo se presentaba en sus vestiduras, usualmente con una capa roja. La Tour viste a sus Magdalenas con una falda roja sostenida por una cuerda, esta solo es visible en la Magdalena penitente de la lamparilla donde la iluminación es mayor.[2]

Margaret Starbid señala en los retratos de María Magdalena de La Tour el vientre hinchado de María, como posible indicativo de un embarazo.[6]

Interpretación

Según la Leyenda dorada de Jacobo de Voragine, que continuó siendo influyente a lo largo del siglo XVII, María Magdalena era "conocida por la forma en que dio su cuerpo al placer, tanto que su nombre propio fue olvidado y comúnmente fue llamada la pecadora". Señala que sus pecados fueron perdonados debido a la pureza de su amor. Habiendo elegido el camino de la contemplación interna se la llama la "iluminadora". "Como eligió la mejor parte de la contemplación interna, se la llama iluminadora, porque en la contemplación dibujó corrientes de luz tan profundas que a su vez derramó luz en abundancia".[7]

La imagen evoca una Magdalena absorta en la introspección y melancolía. No se dirige al espectador, emergiendo como testigo de un discurso divino sugerido por la presencia del libro sobre la mesa, como símbolo de las sagradas escrituras.[8]  En los retratos de La Tour María Magdalena se observa como un ser solitario y ensimismado, la vela revela con su iluminación tres elementos clave: el perfil de María, el cráneo y el espejo, entre ellos sucede la reflexión sobre el pecado, la muerte y el arrepentimiento.[9]

Tradicionalmente los espejos son emblemas de la vanidad mundana, en este caso el espectador esperaría encontrara a María visualizando su reflejo, sin embargo, en este solo apreciamos la calavera, símbolo de muerte, revela la faz del pecado y de su consecuencia. Acercándose a un mensaje moral, el juego del espejo que maneja La Tour muestra a María la consecuencia de sus pecados libertinos y en su rostro presenta la realización, contemplación y penitencia.[10]


[1] (Yuste, 2016, págs. 165-166)

[2] (Judovitz, 2018)

[3] (Sánchez, 2014, págs. 91, 101 y 108)

[4] (Íbid, pág. 105 y 115)

[5] (Íbid pág. 105)

[6] (Starbird, 1993, pág.95)

[7] (Voragine, 2011)

[8] (Judovitz, 2018)

[9] (Gutiérrez, 2019, págs. 182-183)

[10] (Grábalos, 2010, págs. 123-124)


Referencias

  1. a b «The Repentant Magdalen». www.nga.gov. Consultado el 9 de abril de 2021. 
  2. a b c d e f g Sánchez Morillas, Beatriz (19 de septiembre de 2014). «María Magdalena, de testigo presencial a icono de penitencia en la pintura de los siglos XIV-XVII». Depósito de Investigación de la Universidad de Sevilla.: 13-15, 91, 102, 105, 108 y 115. Consultado el 9 de abril de 2021. 
  3. Busquets Grabulosa, Lluís (2009). La historia oculta: María, madre de Jesús, y María Magdalena. Barcelona.: Destino. p. 248-249. 
  4. a b Judovitz, Dalia (2017). Georges de La Tour and the Enigma of the Visible. Fordham University Press. p. 20. ISBN 978-0-8232-7746-9. Consultado el 9 de abril de 2021. 
  5. Yuste, Jesús (26 de mayo de 2016). «El sorprendente caso de La Tour». Nueva Revista. p. 165 y 166. Consultado el 10 de abril de 2021. 
  6. Starbird, Margaret (1993). Simon and Schuster, ed. The woman with the alabaster jar: Mary Magdalen and the Holy Grail.. p. 95. ISBN 9781591438120.