Ir al contenido

Diferencia entre revisiones de «Usuario:Marcos Okseniuk/Taller14»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Sin resumen de edición
Línea 153: Línea 153:
* Una sección de recetas, compuesta de 300 párrafos cortos acompañados, en su mayor parte, por una pequeña estrella a modo de viñeta.
* Una sección de recetas, compuesta de 300 párrafos cortos acompañados, en su mayor parte, por una pequeña estrella a modo de viñeta.


No hay duda de que el contorno de cada ilustración se dibujó antes de la fase de escritura, ya que el texto evita cuidadosamente los dibujos,<ref name="ilustraciones" /> y para investigadores como A. H. Carter, William Friedman o [[John Tiltman]] es muy probable que ambas tareas hayan recaído en la misma persona.{{harvnp|D'Imperio|1978|p=11}} Respecto a la pintura, Stolfi sugiere que se realizó en varias etapas e involucró a un «pintor claro», más prolijo, y un «pintor pesado», más descuidado.<ref name="origen" /> Si en esta etapa no participaron los compositores originales del manuscrito, los colores pudieron agregarse más o menos arbitrariamente y dificultar o engañar a quienes buscan identificar las plantas de la sección herbaria.<ref name="foliación" />
No hay duda de que el contorno de cada ilustración se dibujó antes de la fase de escritura, ya que el texto evita cuidadosamente los dibujos,<ref name="ilustraciones" /> y para investigadores como A. H. Carter, William Friedman o [[John Tiltman]] es muy probable que ambas tareas hayan recaído en la misma persona.{{harvnp|D'Imperio|1978|p=11}} Respecto a la pintura, Stolfi sugiere que se realizó en varias etapas e involucró a un «pintor claro», más prolijo, y un «pintor pesado», más descuidado.<ref name="origen" /> Si en esta etapa no participaron los compositores originales del manuscrito, entonces los colores pudieron agregarse más o menos arbitrariamente y dificultar o engañar a quienes buscan identificar las plantas de la sección herbaria.<ref name="foliación" />


Muchos autores han calificado las ilustraciones como «torpes», «toscas» e «infantiles», hechas por una persona carente de habilidad artística, en cualquier caso de baja calidad comparado con otras producciones medievales.{{harvnp|D'Imperio|1978|p=12}} Wilfrid Voynich admitió que esta característica lo hacía un «patito feo» entre los demás manuscritos, lo cual aumentó su interés por él, y en 1957 el historiador británico Charles Singer sentenciaba que «las figuras de las plantas no son botánicas en absoluto, sino del tipo que uno hace al garabatear o cuando los niños dibujan plantas».{{harvnp|D'Imperio|1978|p=12}} Por el contrario, para el investigador Albert Howard Carter las ilustraciones «están hechas con gran cuidado, no con la atención de proporcionar una imagen agradable, sino más bien con atención a la precisión de los detalles».{{harvnp|D'Imperio|1978|p=12}}
Muchos autores han calificado las ilustraciones como «torpes», «toscas» e «infantiles», hechas por una persona carente de habilidad artística, en cualquier caso de baja calidad comparado con otras producciones medievales.{{harvnp|D'Imperio|1978|p=12}} Wilfrid Voynich admitió que esta característica lo hacía un «patito feo» entre los demás manuscritos, lo cual aumentó su interés por él, y en 1957 el historiador británico Charles Singer sentenciaba que «las figuras de las plantas no son botánicas en absoluto, sino del tipo que uno hace al garabatear o cuando los niños dibujan plantas».{{harvnp|D'Imperio|1978|p=12}} Por el contrario, para el investigador Albert Howard Carter las ilustraciones «están hechas con gran cuidado, no con la atención de proporcionar una imagen agradable, sino más bien con atención a la precisión de los detalles».{{harvnp|D'Imperio|1978|p=12}}
Línea 239: Línea 239:


== Hipótesis e intentos de solución ==
== Hipótesis e intentos de solución ==

=== Taquigrafía griega ===
El profesor norteamericano William Newbold fue uno de los primeros eruditos en recibir copias del manuscrito por parte de su descubridor. Trabajó en él y en otros textos alquímicos atribuidos a Roger Bacon durante varios años más antes de su repentina muerte, en 1926. El proceso de descifrado que ideó consistía en examinar cada glifo individual bajo una lupa potente e identificar unos supuestos carácteres taquigráficos, aparentemente basados en un sistema griego de abreviaturas. Este arreglo se transformaba en subsiguientes etapas hasta llegar a una [[anagrama]] que, resuelto, devolvía el texto plano en latín.

Newbold concluyó que el manuscrito había sido escrito por Roger Bacon utilizando un microscopio de extraordinaria potencia. Su contenido incluía descubrimientos tan sensacionales como la descripción de un eclipse solar anular, el descubrimiento de los gametos humanos o la forma espiral de la galaxia de Andrómeda, que vio representada en el diagrama circular del f68r.

A pesar del éxito inicial de su teoría, que encontró la aceptación en Wilfrid Voynich y un abanico de especialistas en Bacon y filosofía medieval, en 1931 John Manfred Manly publicó una refutación completa en la revista ''Speculum.''

Sin embargo lo que él creyó que era taquigrafía en "trazos griegos" sólo resultadon ser grietas microscópicas en la tinta, provocadas por el paso del tiempo, por lo que todo su trabajo ha sido desestimado.


=== Ucraniano sin vocales ===
=== Ucraniano sin vocales ===
Línea 247: Línea 256:


=== Anagramas de Leonardo da Vinci ===
=== Anagramas de Leonardo da Vinci ===
La doctora en química Edith Sherwood sostiene que el manuscrito fue escrito por [[Leonardo da Vinci]] cuando era niño utilizando un italiano medieval y codificación por [[Anagrama|anagramas]].<ref name="investigaciones" /><ref>{{cita web|url=http://www.edithsherwood.com/voynich_decoded/|fecha=2008|autor=Edith Sherwood|título=The Voynich Manuscript Decoded?|idioma=inglés|fechaacceso=27 de octubre de 2021|sitioweb=www.edithsherwood.com}}</ref> Ha elaborado su propio alfabeto de transcripción, basado en el EVA, con el que ha «descifrado» los nombres de las plantas de la sección herbaria.
La doctora en química Edith Sherwood sostiene que el manuscrito fue escrito por [[Leonardo da Vinci]] cuando era niño utilizando un italiano medieval y codificación por anagramas.<ref name="investigaciones" /><ref>{{cita web|url=http://www.edithsherwood.com/voynich_decoded/|fecha=2008|autor=Edith Sherwood|título=The Voynich Manuscript Decoded?|idioma=inglés|fechaacceso=27 de octubre de 2021|sitioweb=www.edithsherwood.com}}</ref> Ha elaborado su propio alfabeto de transcripción, basado en el EVA, con el que ha «descifrado» los nombres de las plantas de la sección herbaria.


== Referencias ==
== Referencias ==

Revisión del 18:28 27 oct 2021

Codicología

Descripción general

El manuscrito Voynich es un códice de vitela de 225 x 160 mm y 5 cm de grosor.[1]​ Tiene una portada hecha de pergamino de piel de cabra que data de los siglos XVIII-XIX, muy probablemente colocada por los jesuitas del Collegium Romanum de Roma en reemplazo de una cubierta anterior.[1][2]​ Ciertos indicios hacen creer que la encuadernación original estaba hecha de madera y cubierta con un cuero curtido.[3]​ Las correas de cuero se agregaron en la década de 1960 para estabilizar la unión y se pegaron encima de las viejas, tal vez originales, fabricadas con algún tipo de fibra.[1]

El amanuense escribió sobre una vitela preparada cuidosamente, aunque ciertos defectos como contornos concávos, agujeros (algunos de ellos cosidos) y marcas de estiramiento son visibles.[3]​ Los análisis realizados bajo microscopio en 2009 y las imágenes multiespectrales tomadas en 2014 concluyeron que no hay signos de borrado de escritura anterior, por lo que el manuscrito no puede tratarse de un palimpsesto.[3]

El manuscrito actualmente consta de 102 folios organizados en 18 quires.[1]​ Varios bifolios son más grandes de lo habitual, con pliegues adicionales y, por tanto, más de las cuatro páginas usuales, y se los conoce como «desplegables». Estos desplegables tienen diferentes dimensiones, con anchos de los bifolios correspondientes que van de tres a cinco páginas (en lugar de dos). Además, hay un bifolio de cerca de 45 x 45 cm que tiene un pliegue horizontal adicional.

Cada folio tiene un número de folio en la esquina superior derecha, con la numeración del 1 al 116, mientras que las marcas de quire están numeradas siempre en la esquina inferior derecha del reverso del último folio de cada cuadernillo, excepto en los quires 9 y 20, y se indican con un número arábigo seguido de un 9 para el latín -us y, a veces, una 'm' entre ellos.[1][4]​ Es seguro que los números de folio y los números de quire fueron agregados por diferentes personas, entre los siglos XV y XVI-XVII, y antes de que varios folios y quires se extraviasen.

Folios faltantes

Faltan un total de 14 folios en el manuscrito: tres bifolios (ff. 59-64) que deberían haber estado en el centro del quire 8, dos (ff. 109-110) que estaban en el centro del quire 20, dos más (ff. 91-92 y 97-98) que constituían, respectivamente, los quires 16 y 18 y, por últimos, dos folios individuales que fueron arrancados después de la encuadernación (ff. 12 y 74).[1][4]​ Los huecos en la numeración de los folios y quires indican que la misma se agregó cuando los folios faltantes aún estaban disponibles.

El orden actual del manuscrito

Folio 32r del manuscrito, sección herbaria. El número de folio es visible en la esquina superior derecha.

Hay razones fuertes para creer que el orden actual de folios y quires es diferente al orden original, entre ellas:[3][4]

  • Folios correspondientes a diferentes secciones del manuscrito parecen mezclados. Por ejemplo, los tres bifolios de la sección farmacéutica se distribuyen en dos quires separados (15 y 19).
  • Bifolios de la sección herbaria con una caligrafía diferente y diferente estadísticas de texto están distribuidos arbitrariamente, como si no fuera intencional.
  • En la sección biológica, el bifolio que consta de los folios 78v y 81r juntos forman un diseño integrado con agua fluyendo de un folio al otro, pero esto solo podría ser visible si la foliación original fuese distinta a la actual.
  • Glen Claston ha notado que la sección biológica podría constar de dos temas diferentes y, por ende, debería haber formado dos quires separados en lugar de uno.
  • La marca de numeración del quire 9 no está en el lugar usual y parece haber espacios de costura de una encuadernación anterior en uno de los pliegues desplegables. Suponiendo que este debería haber sido el pliegue de encuadernación original, el número de quire caería en su lugar correcto.

Reconstrucción de su historia codicológica

René Zandbergen ha sugerido una reconstrucción tentativa de la historia codicológica del manuscrito:[4]

  1. Se prepararon todos los bifolios, primero dibujando los contornos de las ilustraciones y luego agregando el texto.
  2. El orden planeado de los bifolios se alteró de alguna manera.
  3. Primero se enumeraron los cuadernos y luego los folios. Aquí pudo haber una primera encuadernación.
  4. El manuscrito fue desmontado de su encuadernación y se agregó la pintura. En este proceso seis bifolios se perdieron.
  5. Algún tiempo después, los folios 12 y 74 fueron recortados.

Historia y propietarios del manuscrito

Historia temprana: época y lugar de composición

Castillo del folio desplegable de los rosetones. Su estilo de construcción podría indicar que el manuscrito fue producido en el norte de Italia.

En 2009, el análisis de datación por radiocarbono de cuatro muestras del manuscrito (de los folios 8, 26, 47 y 68) reveló que el pergamino en que fue escrito data de entre 1404 y 1438 con un 95% de probabilidad.[5]​ Esto invalida definitivamente la teoría, sostenida por los primeros investigadores de Voynich y luego deshechada, de que su autor fuera el científico inglés Roger Bacon, muerto en 1294. Su procedencia de la primera mitad del siglo XV ya había sido señalada por el reconocido historiador del arte Erwin Panofsky en 1932 en base a un análisis de las ilustraciones.[6]​ Panofsky también concluyó que había sido escrito en la «esquina suroeste de Europa: España, Portugal, Cataluña o Provenza; pero muy probablemente en España», detectando ciertas influencias judeo-árabes y holandesas. Sin embargo, cuando en 1954 se le volvió a preguntar sobre la cuestión, su respuesta fue que el manuscrito se produjo en Alemania. A favor de la teoría de procedencia alemana está la representación del ciclo del zodíaco, con ilustraciones similares que pueden rastrearse en manuscritos alemanes del siglo XV, y la denominada «escritura extraña» (anotaciones realizadas con carácteres latinos, aunque es muy probable que pertenezcan a un propietario posterior).[3]​ Por otro lado, un historiador moderno de la botánica, Sergio Toresella, reconoce un estilo italiano en la caligrafía y los dibujos de hierbas, opinión también compartida por el historiador Alain Touwaide. A favor de la influencia italiana se esgrime el castillo de almenas de golondrina, o gibelinas, dibujado en la llamada «página de rosetas» del manuscrito. Este estilo arquitectónico domina el norte de Italia y está asociado con la familia Scaliger, en la región alrededor de Verona, desde el siglo XIV en adelante. Ambas teorías de procedencia no son necesariamente excluyentes. Para René Zandbergen, el origen del manuscrito bien podría ser calificado de «alpino», con una mezcla de influencias italianas y alemanas.[3]​ El catálogo de Beinecke se limita a señalar que fue escrito en Europa Central.[7]

La compra por Rodolfo II

El científico Johannes Marcus Marci, en una carta fechada en 1665 y de la que luego se hablará, indica que el emperador Rodolfo II de Habsburgo compró el manuscrito por una suma de 600 ducados.[8]​ Esta información la había obtenido de Raphael Mnišovský, un personaje interesado en la alquimia y en la escritura secreta que fue maestro del futuro emperador Fernando de Habsburgo. No se ha encontrado registro de esta transacción en los libros de contabilidad resumidos de las cuentas de la corte de Rodolfo II. Las afirmaciones que hacen a John Dee o a su socio Edward Kelley los vendedores del manuscrito deben descartarse como una ocurrencia imaginativa de Wilfrid Voynich, sin ningún fundamento real.[8]​ En cualquier caso, es posible que la suma monetaria mencionada por Marci se haya pagado por un conjunto más grande de libros, entre los que el manuscrito Voynich pudo estar incluido.

Jacobus de Tepenec

Grabado de 1722 que representa a Jacobus Horčický de Tepenec, primer propietario seguro del manuscrito.

El primer propietario seguro del manuscrito es el químico y farmacéutico Jacobus Horčický de Tepenec.[8]​ Según la tradición, en 1608 Horčický curó de una grave enfermedad a Rodolfo II y éste, en recompensa, lo elevó a la nobleza menor y le permitió llamarse a sí mismo «de Tepenec». Su firma en el margen inferior del primer folio se ha desvanecido y solo es visible bajo luz ultravioleta, pero debe ser posterior a su ennoblecimiento. Quizás el manuscrito le fue concedido con la esperanza de que pudiera descifrarlo o bien decidió tomarlo por su cuenta en concepto de pago de la sustanciosa deuda que el emperador tenía con él. A su muerte, en 1622, Horčický dejó todas sus pertencias a los jesuitas en Praga y Melnik, pero para entonces parece que el manuscrito ya no estaba en sus manos.

George Barschius

Una carta de George Barschius, del 21 de abril de 1639, revela que él era de hecho el propietario del manuscrito.[8][9]​ Año y medio antes le había enviado al jesuita Athanasius Kircher una transcripción parcial del mismo, confiando en que él podría traducirlo.[8]​ Su descripción del manuscrito es muy breve:

Por las imágenes de hierbas, de las cuales hay muchas en el códice, y de imágenes variadas, estrellas y otras cosas que tienen la apariencia de simbolismo químico, supongo que todo es médico.

Carta de George Barschius a Athanasius Kircher, 21 de abril de 1639.[9]

Barschius trabajó como relator de la corte hasta 1646 y, a su muerte, dejó a su amigo Marci toda su colección alquímica y biblioteca, incluyendo el manuscrito.

Johannes Marcus Marci

Johannes Marci Marci (1595-1667) estuvo interesado por el manuscrito muchos años antes de que cayese en sus manos, cuando Mnišovský todavía estaba vivo y Barschius era su propietario.[8]​ El 19 de agosto de 1665 lo envió a su amigo Athanasius Kircher para que lo descifrara, junto con un carta para él y las notas de sus propios intentos de traducción (que no se han conservado).[9]​ Murió en abril de 1667.

Athanasius Kircher

Athanasius Kircher a los 53 años de edad. Grabado de Cornelis Bloemaert, 1655.

Athanasius Kircher nació en 1601 o 1602 en Alemania y, después de algunos viajes aventureros, llegó a Roma en 1635, donde permanecería hasta su muerte en el Colegio Romano.[8]​ Se conserva una carta suya del 12 de marzo de 1639 dirigida a Theodor Moretus, agente de quien por entonces era propietario del manuscrito, George Barschius.[9]​ Kircher comenta que no había tenido éxito en descifrar el «libro lleno de esteganografía misteriosa» que había recibido, pero tal vez podría hacerlo más adelante. Esta es la referencia del manuscrito Voynich más antigua que se conoce:[6]

En cuanto al libro lleno de algún tipo de esteganografía misteriosa que adjuntaste a tu carta, lo he mirado y he llegado a la conclusión de que requiere aplicación en lugar de comprensión en su solucionador. Puedo recordar haber resuelto muchos escritos de este tipo cuando se presentó la ocasión, y el picor de mi mente trabajando habría probado algunas ideas si tan solo muchas tareas muy urgentes no me alejaran de un trabajo inadecuado de este tipo. Sin embargo, cuando tenga más tiempo libre y pueda aprovechar un momento más adecuado, espero intentar solucionarlo cuando el estado de ánimo y la inspiración me lleven.

Finalmente, puedo hacerle saber que la otra hoja que parecía estar escrita en la misma escritura desconocida está impresa en el idioma ilirio en la escritura comúnmente llamada San Jerónimo, y usan la misma escritura aquí en Roma para imprimir misales y otros textos sagrados. libros en lengua iliria.
Carta de Athanasius Kircher a Theodor Moretus, 12 de marzo de 1639.[9]

El Collegium Romanum y su museo

En 1651 se donó a los jesuitas del Collegium Romanum una colección de artículos varios y Kircher fue elegido para regentarla.[8][10]​ Después de 1702 el nuevo custodio de la colección, Filippo Buonannise, se refería a una de las habitaciones del museo como «una sala llena de manuscritos, en parte antiguos y en pergamino, libros en varios idiomas, [etc.]». Todo indica que el manuscrito Voynich debió estar entre los libros de Kircher que se trasladaron a este incipiente museo y que, algún momento entre 1824 y 1870, los jesuitas reemplazaron su cubierta de madera por estar infestada con gusanos, tal como se hizo con un gran número de manuscritos de la biblioteca.[10]

Al menos tres colecciones de la parte principal de la biblioteca del Collegium Romanum se salvaron de la confiscación de Víctor Manuel II de Italia, el 20 de octubre de 1873, y es casi seguro que el manuscrito Voynich estuvo entre la segunda colección, más pequeña, de manuscritos clásicos y humanistas bastante antiguos.[8][10]​ Muchos ejemplares de esta y otra colección llevaban etiquetas mecanografiadas que las identificaban como parte de la biblioteca privada de Petrus Beckx, quien como superior general de la Compañía de Jesús había obtenido autorización del rey para conservar una gran cantidad de libros del Collegium Romanum. En 1903 los jesuitas decidieron vender esta colección al Vaticano, pero la transacción no se completó hasta 1912, cuando Wilfrid Voynich entró en escena.

Redescubrimiento por Wilfrid Voynich

Wilfrid Voynich hacia 1885.

Wilfrid Michael Voynich, nacido el 31 de octubre de 1865 en la actual Lituania, se había convertido en un anticuario comerciante de libros después de dejar atrás su pasado revolucionario en el circulo de exiliados rusos.[11]​ Publicó su primer catálogo en 1898 y dos años después abrió una librería en Londres. A partir de entonces se despertó su interés por los libros «desconocidos, perdidos o no descritos». En 1908 adquirió una importante librería de anticuario en Florencia, ciudad donde también estuvo trabajando el padre jesuita Joseph Strickland, ex alumno del Collegio Mondragone. Gracias a la recomendación de Strickland, en 1911 o 1912 Voynich tuvo la oportunidad de adquirir una valiosa colección de alrededor de 30 libros impresos y 380 manuscritos, almacenados muy probablemente en la villa Mondragone de Frascati (Italia), pero con la única condición de mantener absoluto secreto sobre este acuerdo.[8][12]​ Ello obligó a Wilfrid Voynich a inventar otra historia sobre la fuente de los manuscritos y afirmar, en repetidas ocasiones, que él mismo los había descubierto en unos cofres de un «antiguo castillo del sur de Europa» o en Austria. La historia verdadera de la adquisición de esta importante colección, en la cual estaba incluido el manuscrito Voynich, salió a la luz después de la muerte de Voynich.

Después de vender algunos ejemplares, Voynich se llevó toda la colección a Londres para mostrarla a potenciales compradores interesados. Se mudó a Estados Unidos después de la Primera Guerra Mundial y organizó varias exposiciones mostrando unos 280 de sus libros y manuscritos más valiosos. El «manuscrito cifrado de Roger Bacon», como se lo conocía, fue presentado en 1921 en el Colegio de Médicos de Filadelfia.

Después de la muerte de Voynich

Interior de la Biblioteca Beinecke, lugar que actualmente conserva el manuscrito Voynich.

Voynich murió en 1930 y, aproximadamente un año después, su esposa Ethel llevó fotografías del manuscrito a Henri Hyvernat, profesor de la Universidad Católica de Washington.[8]​ Tanto él como su asistente Theodore Petersen se sintieron intrigados por él. Petersen guardó la copia durante un tiempo e hizo una transcripción completa a mano. El manuscrito fue heredado por la amiga de Ethel y secretaria de Voynich, Anne M. Nill, quien el 12 de julio de 1961 lo vendió al librero neoyorquino Hans P. Kraus por una suma de 24.500 dólares. Sus intentos para revenderlo por 160.000 dólares no prosperaron y, en 1969, Kraus donó el manuscrito a la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de la Univesidad de Yale. En 1976 se realizó una primera copia en microfilm a pedido de Stephen Skinner. El manuscrito fue digitalizado en color en 2004 y 2014 y las imágenes puestas a disposición de forma gratuita en el sitio web de la Biblioteca Beinecke. Estuvo en exhibición pública por primera vez desde la vida de Voynich entre el 10 de noviembre de 2014 hasta el 26 de febrero de 2015, en la Biblioteca Folger Shakespeare de Washington DC.

El texto

Descripción general

El manuscrito fue escrito de arriba a abajo y de izquierda a derecha, generalmente línea por línea, en un alfabeto incomprensible que no se ha encontrado en ningún otro documento sobreviviente de la época. El autor no parece haber aplicado ninguna técnica para crear renglones rectos, pero los márgenes a la izquierda tienden a estar bastante alineados. La mayor parte del texto se encuentra estructurado en párrafos cortos, formados a su vez por grupos de carácteres separados mediante espacios, posiblemente palabras. En la sección herbaria las escritura evita cuidadosamente las ilustraciones, mientras que en las secciones astronómica / cosmológica el texto llega a integrarse en ellas, siguiendo la circunferencia de los diagramas circulares.

En varias ocasiones estas palabras simples se escriben al lado de ilustraciones, acompañando los dibujos de hierbas, las estrellas de las secciones astronómicas y cosmológicas o los elementos de la sección farmacéutica. Han recibido el nombre de «etiquetas» y se cree que pueden proporcionar el nombre del objeto en cuestión. Las «secuencias de tipo clave», en cambio, no están ligadas a ninguna ilustración. Los investigadores también han llamado la atención sobre secuencias de palabras centradas o justificadas hacia la derecha al final de un párrafo, principalmente en la sección herbaria, y se las llamó «títulos».

Otra característica llamativa es la baja cantidad de correcciones y enmiendas realizadas en el texto, lo cual ha sido esgrimido por algunos investigadores como evidencia de que el manuscrito no tiene sentido o que el amanuense no entendió lo que escribía.

Sistema de glifos y caligrafía

Los diversos investigadores todavía no están de acuerdo sobre lo que constituye un solo carácter en el texto voynichés. El alfabeto de transcripción más difundido actualmente, el EVA o Alfabeto Europeo de Voynich, distingue entre veintiséis glifos básicos y casi una centena de carácteres extraños de aparición muy infrecuente. Estos «bichos raros», como se les ha denominado, suelen ser resultado de adornos y errores de trazado en glifos conocidos o de ligaduras entre ellos.

Un examen más atento de la escritura revela que:

  • Algunos son muy similares a carácteres latinos conocidos, como 'a', 'c', 'i', 'm', 'n' u 'o'.
  • Otros parecen números, como '2', '4', '8' y '9'.
  • Varios recuerdan a las abreviaturas de amanuense de los manuscritos medievales.
  • Unos pocos se han asociado a símbolos alquímicos, pero no se descarta que el parecido sea una mera coincidencia.

Contra la opinión generalizada de la época, en la década de 1970 el estadounidense Prescott Currier señaló que el manuscrito se escribió principalmente en dos manos diferentes, a las que llamó 1 y 2, y cada una lo hizo en un dialecto distinto, que denominó A y B. Un análisis más riguroso, realizado por la medievalista Lisa Fagin Davis en 2020, habría confirmado la existencia de otras tres manos.

Análisis de los glifos

A nivel de glifo individual, la estadística ha encontrado una serie de patrones en el texto voynichés. Algunos de ellos son:

  • Los párrafos casi siempre comienzan con un glifo de horca ('k', 'f' o 'p') y, aparte, estos aparecen profusamente en las líneas superiores, donde hay espacio adicional.
  • El glifo 'm' casi siempre aparece al final de una línea y la mayoría de las veces precedida por 'a' u 'o'.
  • El glifo 'y' suele aparecer como glifo inicial de una línea.
  • El glifo 'l' por lo general está precedido de 'a' u 'o' y seguido comunmente por 'd'.
  • El glifo 'q' casi siempre precede a 'o' y la combinación generalmente se encuentra al comienzo de una palabra.
  • Las ligaduras 'cKh' 'cTh' 'cFh' 'cPh' nunca aparecen como el glifo inicial de un párrafo y casi nunca como inicial de una línea.
  • Ciertos glifos aparecen de forma característica al principio, en la mitad o al final de las palabras, y en ciertas secuencias preferidas.
  • Otros glifos aparecen muy raramente y solo en ciertas páginas.

La distribución de frecuencia de un solo carácter en los alfabetos de transliteración más importantes no difiere sustantivamente de la que exhiben idiomas europeos corrientes, aunque la caída en la frecuencia parece ser un poco más pronunciada. Por el contrario, los análisis de entropía realizados por William Ralph Bennett en 1976 revelaron que la escritura exhibe valores fantásticamente bajos de entropía por glifo sobre los encontrados en textos de idiomas conocidos. Investigaciones posteriores confirmaron el estudio de Benett y encontraron que los niveles de entropía voynichés solo eran similares a los encontrados en ciertas lenguas asiáticas, como el hawaiano y el filipino.

Según René Zandbergen, la entropía anormalmente baja del voynichés implica que si un texto plano se codificó mediante un sistema de sustitución simple, dicho texto debía tener el mismo nivel de entropía, lo cual excluye los lenguajes típicos que podrían asumirse para un manuscrito europeo del siglo XV. Si este no fuese el caso, entonces algún texto escrito en un idioma europeo pudo transformarse mediante algún proceso complicado que alterase la entropía de manera drástica, o bien el voynichés es resultado de algún proceso de generación de texto sin sentido.

La aplicación de un algoritmo de detección de vocales y consonantes, en la década de 1990, indicó que los carácteres que parecen vocales ('a', 'o', 'y') también aparecieron estadísticamente como tales.

Estructura de las palabras

Varios investigadores han detectado la existencia de estructuras de composición en las palabras del texto. Jorge Stolfi emprendió uno de los estudios más detallados en este campo. Agrupó los carácteres en «suaves» y «duros» y encontró que la gran mayoría de las palabras se compone de alguna de tres capas, denominadas como «corteza» (prefijo), «manto» (raíz) y «núcleo» (sufijo), de las cuales la primera y la última están formadas por carácteres suaves, mientras que el manto solo de carácteres duros. De esta forma, casi la totalidad de las palabras pueden descomponerse como prefijo + sufijo, prefijo + raíz, raíz + sufijo o prefijo + raíz + sufijo. Stolfi señala que la existencia de una gramática refinada en el lenguaje voynichés es incompatible con un engaño o texto hecho a base de galimatías, pero puede abrir la puerta a una gama de hipótesis: que las palabras del voynich sean en realidad sílabas compuestas por vocales (letras suaves) y consonantes (letras duras), que el voynichés sea un idioma tonal como el chino o el vietnamita, uno aglutinante como el turco, el nahuatl o el quechua o bien una lengua semítica como el árabe y el hebreo.

Análisis de oraciones y secciones

Las ilustraciones

Descripción general

Con excepcion de los folios 1r, 76r, 85r1, 86v6 y 86v5, todas las páginas del manuscrito están ilustradas.[13]​ Aunque ciertos autores han especulado con la posibilidad de que las ilustraciones se hayan introducido para despistar al posible descifrador y no guarden relación con el texto adjunto, generalmente se admite que ambos elementos deben formar un todo relacionado, habilitando la división del manuscrito en seis secciones temáticas:[14][1]

  • Una sección botánica, con ilustraciones de distintas hierbas.
  • Una sección astronómica, con dibujos del Sol, la Luna, las estrellas y los símbolos del Zodíaco.
  • Una sección cosmológica, con dibujos de diagramas circulares.
  • Una sección biológica, con dibujos de pequeñas figuras femeninas poblando unos sistemas de tubos que transportan y almacenan líquidos.
  • Una sección farmacéutica, repleta de dibujos de recipientes junto a partes de hierbas (hojas, raíces).
  • Una sección de recetas, compuesta de 300 párrafos cortos acompañados, en su mayor parte, por una pequeña estrella a modo de viñeta.

No hay duda de que el contorno de cada ilustración se dibujó antes de la fase de escritura, ya que el texto evita cuidadosamente los dibujos,[13]​ y para investigadores como A. H. Carter, William Friedman o John Tiltman es muy probable que ambas tareas hayan recaído en la misma persona.[14]​ Respecto a la pintura, Stolfi sugiere que se realizó en varias etapas e involucró a un «pintor claro», más prolijo, y un «pintor pesado», más descuidado.[3]​ Si en esta etapa no participaron los compositores originales del manuscrito, entonces los colores pudieron agregarse más o menos arbitrariamente y dificultar o engañar a quienes buscan identificar las plantas de la sección herbaria.[4]

Muchos autores han calificado las ilustraciones como «torpes», «toscas» e «infantiles», hechas por una persona carente de habilidad artística, en cualquier caso de baja calidad comparado con otras producciones medievales.[15]​ Wilfrid Voynich admitió que esta característica lo hacía un «patito feo» entre los demás manuscritos, lo cual aumentó su interés por él, y en 1957 el historiador británico Charles Singer sentenciaba que «las figuras de las plantas no son botánicas en absoluto, sino del tipo que uno hace al garabatear o cuando los niños dibujan plantas».[15]​ Por el contrario, para el investigador Albert Howard Carter las ilustraciones «están hechas con gran cuidado, no con la atención de proporcionar una imagen agradable, sino más bien con atención a la precisión de los detalles».[15]

El análisis químico realizado en 2009 por el laboratorio de investigación McCrone Associates, contratado por la Universidad de Yale, reveló que la tinta utilizada en el cuerpo principal y los dibujos estaba hecha a base de óxido de hierro, el pigmento azul se componía principalmente de azurita molida, con pequeñas trazas de cuprita, el verde era un complejo orgánico de cobre con compuestos de estaño y hierro, además de sulfato y carbonato de calcio y pigmento azul, y para el marrón rojizo se utilizó óxido de plomo con compuestos de potasio, sulfuro de hierro y palmierita.[16]

Ilustraciones del herbario

Las páginas de la sección herbaria contienen una, excepcionalmente dos, ilustraciones de plantas y hierbas junto a párrafos de texto que las evitan cuidadosamente.[13][17]​ En este sentido, la composición texto-imagen no difiere mucho a la de otros manuscritos de hierbas producidos entre la Antigüedad tardía y el Renacimiento temprano.[13]

Los botánicos O'Neill y Holm llevaron a cabo las primeras identificaciones tentativas de las hierbas en la década de 1940.[13][18]​ Numerosos especialistas y aficionados se han sumado a esta tarea comparando las ilustraciones con ejemplares de la naturaleza o bien con dibujos de herbarios medievales.[13]

Cabe destacar que algunas plantas exhiben estructuras que son imposibles en la naturaleza, como tallos que se bifurcan y luevo vuelven a unirse o que nacen directamente de raíces cortadas transversalmente, a similitud del tocón de un árbol. Otras están adornadas por elementos que podrían ser mnemotécnicos o simbólicos (asociados al nombre o uso medicinal de la hierba en cuestión): un pequeño animal similar a un dragón acompañando a la ilustración del f25v, dos serpientes debajo de la planta del f49v o raíces que recuerdan a unas garras (f1v), unas alas desplegadas (f46v) o un león (f90v), a veces con rostros humanos adjuntos a ellas (f33r, 89r1).[19]​ Existen paralelismos conocidos de esta práctica en varios herbarios antiguos. D' Imperio también detecta un interés por la simetría en la diposición de los tallos, hojas y raíces.[20]

Ilustraciones astronómicas y zodiacales

Una parte de la sección astronómica se compone por dibujos circulares cargados de estrellas dispersas o agrupadas en patrones radiales, generalmente con sus respectivas etiquetas.[13][21]​ En el centro de estos diagramas se han incluido los rostros del sol o la luna, o bien alguna figura parecida a una flor, una estrella o un espiral. El texto fluye concentricamente alrededor de la circunferencia exterior y, dentro del circulo, de manera radial, aunque varios folios también presentan algún párrafo por fuera del dibujo.

La otra parte de esta sección contiene diagramas circulares con un emblema de un signo del zodíaco en el centro y dos o tres secciones concéntricas cargadas con pequeñas figuras de ninfas o mujeres, casi siempre desnudas o bien con ropa visible que incluye velos, sombreros, coronas y vestidos de considerable elaboración, sosteniendo una estrella y a veces saliendo de unos objetos que parecen ser latas o canastos.[13][22]​ El zodíaco no comienza con Aries, sino con Piscis, lo cual es muy inusual.[13]​ Además, faltan las ilustraciones de Capricornio y Acuario, pero al parecer el folio donde deberían haber aparecido está perdido. El nombre del mes correspondiente a cada signo está escrito en una letra diferente al voynichés y probablemente posterior.[23]

Ilustraciones cosmológicas

La sección cosmológica comprende un conjunto de diagramas geométricos, en su mayoría circulares, que no pueden clasificarse fácilmente como ilustraciones astronómicas o zodiacales.[13][24]​ El uso del término «cosmológico» para calificar estas páginas proviene de William Newbold, en su obra El cifrado de Roger Bacon (1928).[13]​ La más imponente de ellas se conoce como la «página de rosetas» (f85v-86r), un desplegable de seis páginas con un gran e intrincado dibujo circular en el centro, que incluye seis estructuras en forma de torre sosteniendo un plano lleno de estrellas, rodeado de ocho dibujos circulares algo más pequeños, todos conectados entre sí por lo que parecen caminos, tubos y columnas parciales.[25][26]​ Cabe destacar que el círculo superior derecho y algunos de los caminos de conexión tienen dibujos de pequeños edificios y murallas, incluido un castillo con almenas gibelinas que ha servido para ubicar el origen geográfico del manuscrito al norte de Italia y Europa Central.[25]​ Otros diagramas de esta sección (f68v3, f86v3 y f85v-86r) también parecen contener mapas de T en O.[13]

Ilustraciones biológicas

La sección biológica contiene secuencias de figuras femeninas desnudas, de abdomen distentido y caderas albutadas, con el pelo suelto o recogido con un tocado, ejecutando diversas poses dentro de lo que parece ser un complejo de tuberías, vasijas y bañeras que transportan líquidos, y en ocasiones sosteniendo algún objeto, como una cruz, una flor, un anillo o un artefacto circular.[13][27]

La investigadora Mary D' Imperio ha calificado a los dibujos de esta sección como de «los más misteriosos y extraños de todos los grandes enigmas con los que nos enfrenta el manuscrito Voynich».[28]​ Se han relacionado con las doctrinas de la medicina humoral galénica, las propiedades curativas de ciertas plantas, los baños terapéuticos e incluso con órganos de la anatomía humana.[28]

Ilustraciones farmacéuticas

La sección farmacéutica se compone por un total de cincuenta y siete filas de pequeñas partes de hierbas, como raíces y hojas u ocasionalmente plantas completas, alineadas respectivamente a unos objetos que recuerdan a contenedores o recipientes farmacéuticos, dibujados en el margen izquierdo del folio.[13][23]​ Estos envases presentan un diseño geométrico y ornamentado, con varias secciones cilíndricas que se estrechan hacia arriba o en una forma más complicada, a veces con soportes o pies. Mientras algunos de ellos parecen vacíos o tienen una tapa, otros almacenan algún líquido que se ha pintado de verde o azul. Los recipientes más simples también han sido comparados con los primeros microscopios.

Recetas

La última sección del manuscrito consta únicamente de texto con estrellas dibujadas al margen.[13]​ La mayoría de ellas tiene una cola y de siete a ocho puntas, están pintadas enteramente de rojo o bien llevan un centro rojo, amarillo desteñido o un punto de tinta negra. Casi siempre hay una acompañando el inicio de un nuevo párrafo, a modo de viñeta.

Hipótesis e intentos de solución

Taquigrafía griega

El profesor norteamericano William Newbold fue uno de los primeros eruditos en recibir copias del manuscrito por parte de su descubridor. Trabajó en él y en otros textos alquímicos atribuidos a Roger Bacon durante varios años más antes de su repentina muerte, en 1926. El proceso de descifrado que ideó consistía en examinar cada glifo individual bajo una lupa potente e identificar unos supuestos carácteres taquigráficos, aparentemente basados en un sistema griego de abreviaturas. Este arreglo se transformaba en subsiguientes etapas hasta llegar a una anagrama que, resuelto, devolvía el texto plano en latín.

Newbold concluyó que el manuscrito había sido escrito por Roger Bacon utilizando un microscopio de extraordinaria potencia. Su contenido incluía descubrimientos tan sensacionales como la descripción de un eclipse solar anular, el descubrimiento de los gametos humanos o la forma espiral de la galaxia de Andrómeda, que vio representada en el diagrama circular del f68r.

A pesar del éxito inicial de su teoría, que encontró la aceptación en Wilfrid Voynich y un abanico de especialistas en Bacon y filosofía medieval, en 1931 John Manfred Manly publicó una refutación completa en la revista Speculum.

Sin embargo lo que él creyó que era taquigrafía en "trazos griegos" sólo resultadon ser grietas microscópicas en la tinta, provocadas por el paso del tiempo, por lo que todo su trabajo ha sido desestimado.

Ucraniano sin vocales

En su libro de 1978, Letters to God's Eye: The Voynich Manuscript for the first time deciphered and translated into English, John Stojko propuso que el manuscrito es una copia de una serie de cartas en ucraniano cuyo contenido se cifró eliminando las vocales y escribiendo las consonantes en un alfabeto secreto.[6]​ Pero la arbitrariedad con que Stojko reintrodujo las vocales y alteró los espacios de palabra para forzar el descifrado, el hecho de que el texto plano no guarde ninguna relación con las ilustraciones y que la historia de fondo tampoco coincida con la historia generalmente aceptada de Ucrania contribuyeron a que su teoría no haya tenido una acepción positiva entre los especialistas.

Culto cátaro

En 1987, Leo Levitov tradujo el manuscrito desde un «criollo basado principalmente en flamenco» y reveló que su contenido trataría sobre un culto cátaro de seguidores de Isis y ritos ligados con la eutanasia.[6]​ La faceta lingüística de esta solución fue atacada en 1991 por Jacques Guy; siete años después, en 1998, el especialista Dennis Stallings concluyó que «la evidencia histórica disponible sobre el catarismo contradice su reclamo de desciframiento del manuscrito Voynich».[29]

Anagramas de Leonardo da Vinci

La doctora en química Edith Sherwood sostiene que el manuscrito fue escrito por Leonardo da Vinci cuando era niño utilizando un italiano medieval y codificación por anagramas.[6][30]​ Ha elaborado su propio alfabeto de transcripción, basado en el EVA, con el que ha «descifrado» los nombres de las plantas de la sección herbaria.

Referencias

  1. a b c d e f g René Zandbergen (2018). «Description of the Voynich MS». voynich.nu (en inglés). Consultado el 25 de octubre de 2021. 
  2. René Zandbergen (2021). «The Cover and Binding of the Voynich MS». voynich.nu (en inglés). Consultado el 25 de octubre de 2021. 
  3. a b c d e f g René Zandbergen (2017). «The origin of the Voynich MS». voynich.nu (en inglés). Consultado el 25 de octubre de 2021. 
  4. a b c d e René Zandbergen (2017). «Special Topics: Related to the origin of the MS». voynich.nu (en inglés). Consultado el 25 de octubre de 2021. 
  5. René Zandbergen (2020). «The Radio-Carbon Dating of the Voynich MS». voynich.nu (en inglés). Consultado el 26 de octubre de 2021. 
  6. a b c d e Edith Sherwood (2008). «The Voynich Manuscript Decoded?». www.edithsherwood.com (en inglés). Consultado el 27 de octubre de 2021. 
  7. «Cipher Manuscript». Yale University Library - Digital Collections. Consultado el 27 de octubre de 2021. 
  8. a b c d e f g h i j k René Zandbergen (2018). «The history of the Voynich MS». voynich.nu (en inglés). Consultado el 26 de octubre de 2021. 
  9. a b c d e René Zandbergen (2019). «Voynich MS - 17th Century letters related to the MS». voynich.nu (en inglés). Consultado el 26 de octubre de 2021. 
  10. a b c René Zandbergen (2021). «The vicissitudes of the Society of Jesus in Rome». voynich.nu (en inglés). Consultado el 26 de octubre de 2021. 
  11. René Zandbergen (2021). «The Voynich MS - Biographies: Wilfrid Michael Voynich». voynich.nu (en inglés). Consultado el 26 de octubre de 2021. 
  12. René Zandbergen (2020). «The 'discovery' of the Voynich MS by Wilfrid Voynich». voynich.nu (en inglés). Consultado el 26 de octubre de 2021. 
  13. a b c d e f g h i j k l m n ñ o René Zandbergen (2018). «Analysis of the illustrations». voynich.nu (en inglés). Consultado el 24 de octubre de 2021. 
  14. a b D'Imperio, 1978, p. 11.
  15. a b c D'Imperio, 1978, p. 12.
  16. «Detailed chemical analysis of the Voynich Manuscript» (PDF). beinecke.library.yale.edu (en inglés). 1 de abril de 2009. Consultado el 24 de octubre de 2021. 
  17. D'Imperio, 1978, pp. 14-16.
  18. René Zandbergen (2016). «Pre-1960's tentative herb identifications». voynich.nu (en inglés). Consultado el 24 de octubre de 2021. 
  19. D'Imperio, 1978, p. 15.
  20. D'Imperio, 1978, pp. 15-16.
  21. D'Imperio, 1978, p. 17.
  22. D'Imperio, 1978, pp. 16-17.
  23. a b D'Imperio, 1978, p. 16.
  24. D'Imperio, 1978, pp. 17-20.
  25. a b René Zandbergen (2016). «Rosettes folio». voynich.nu (en inglés). Consultado el 24 de octubre de 2021. 
  26. D'Imperio, 1978, p. 21.
  27. D'Imperio, 1978, pp. 20-21.
  28. a b D'Imperio, 1978, p. 20.
  29. Dennis J. Stallings (10 de octubre de 1998). «Catharism, Levitov, and the Voynich Manuscript». www.bibliotecapleyades.net (en inglés). Consultado el 27 de octubre de 2021. 
  30. Edith Sherwood (2008). «The Voynich Manuscript Decoded?». www.edithsherwood.com (en inglés). Consultado el 27 de octubre de 2021. 

Bibliografía