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La temporada 1985-86 se afrontaba, pues, con el anhelado objetivo de la prmanencia en Primera División. Se trataba de dejar de ser el equipo ascensor de los últimos años. Una vez más, se confió en el bloque de la temporada anterior, sazonado con refuerzos como el delantero brasileño Baltazar o el centrocampista Cándido. Estos refuerzos no fueron suficiente para fortalecer un equipo gafado, que empezó a fraguar su desgracia en el encuentro inaugural del campeonato: pese a arrancar un valioso empate a domicilio frente a la Real Sociedad de los [[Arconada]], Satrústegui, Zamora o López Ufarte, en Atocha cayó lesionado de gravedad el portero céltico Javier Maté, una de las grandes estrellas del equipo, que dijo adiós a la temporada. Aquella lesión coincidió con el servicio militar de su sustituto, la gran promesa navarra Patxi Villanueva, por lo que la responsabilidad de cubrir la portería celeste recayó en el tercer portero del equipo, Chuco. Durante bastantes encuentros de la primera vuelta el centrocampista Vicente tuvo que ser el designado para alinearse en el acta como portero suplente. Cuando se reabrió el mercado de fichajes, el Celta se hizo con los servicios del gallego Pereira, procedente del [[Atlético de Madrid]], pero su concurso no pudo contrarrestar la dinámica negativa. Gracía Traid sustituyó al destituido Félix Carnero para tratar de enderezar el rumbo de la nave. Su debú en Balaídos con triunfo frente al Valladolid (3-2) fue un espejismo. El Celta era incapaz de ganar, certificando su descenso con muchísimas jornadas de antelación. Con el equipo ya condenando, García Traid fue sustituido por Pepe Villar poara afrontar las últimas jornadas. El Celta 1985/1986, que terminó colista con 14 puntos, firmó su peor temporada en Primera División. |
La temporada [[1985]]-86 se afrontaba, pues, con el anhelado objetivo de la prmanencia en Primera División. Se trataba de dejar de ser el equipo ascensor de los últimos años. Una vez más, se confió en el bloque de la temporada anterior, sazonado con refuerzos como el delantero brasileño Baltazar o el centrocampista Cándido. Estos refuerzos no fueron suficiente para fortalecer un equipo gafado, que empezó a fraguar su desgracia en el encuentro inaugural del campeonato: pese a arrancar un valioso empate a domicilio frente a la Real Sociedad de los [[Arconada]], Satrústegui, Zamora o López Ufarte, en Atocha cayó lesionado de gravedad el portero céltico Javier Maté, una de las grandes estrellas del equipo, que dijo adiós a la temporada. Aquella lesión coincidió con el servicio militar de su sustituto, la gran promesa navarra Patxi Villanueva, por lo que la responsabilidad de cubrir la portería celeste recayó en el tercer portero del equipo, Chuco. Durante bastantes encuentros de la primera vuelta el centrocampista Vicente tuvo que ser el designado para alinearse en el acta como portero suplente. Cuando se reabrió el mercado de fichajes, el Celta se hizo con los servicios del gallego Pereira, procedente del [[Atlético de Madrid]], pero su concurso no pudo contrarrestar la dinámica negativa. Gracía Traid sustituyó al destituido Félix Carnero para tratar de enderezar el rumbo de la nave. Su debú en Balaídos con triunfo frente al Valladolid (3-2) fue un espejismo. El Celta era incapaz de ganar, certificando su descenso con muchísimas jornadas de antelación. Con el equipo ya condenando, García Traid fue sustituido por Pepe Villar poara afrontar las últimas jornadas. El Celta [[1985]]/1986, que terminó colista con 14 puntos, firmó su peor temporada en Primera División. |
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En la Copa, el Real Madrid eliminó con facilidad a los vigueses. |
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=== Cambios en el sistema de competición === |
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Revisión del 05:34 11 may 2008
Plantilla:Infobox Equipo de fútbol El Real Club Celta de Vigo SAD es un club de fútbol español, de la provincia de Pontevedra, fundado en 1923. El 17 de junio de 2007 el Celta de Vigo ha vuelto a descender a la Segunda división española, tras pasar la anterior temporada 2005-06 en la Primera división española.
Historia
Fundación
El Celta de Vigo nació el 23 de agosto gracias a Manuel de Castro "Handicap" que con la ayuda de Juan Baliño consiguió la fusión de los dos clubes de la ciudad de Vigo (Pontevedra), el Real Vigo Sporting y el Real Fortuna. El Sporting era el más laureado, ya que fue subcampeón de la Copa de España en 1908. Así en 1923 nace el Real Club Celta de Vigo con la presidencia de Manuel de Bárcena y Andrés.
Aquel subcampeonato logrado por uno de sus fundadores debería haberle permitido al Celta participar en la Primera división en el año que se creó la Liga (1928), pues el criterio para integrar la máxima categoría era haber sido campeón o subcampeón de la Copa de España, y en aquella fecha sólo 10 club, incluido el Celta como heredero del Vigo Sporting, cumplían ese requisito; sin embargo, al Celta se le negó ese derecho y se vio relegado a la segunda categoría. A la conclusión de la temporada 1928-29 el Celta decidió retirarse de la competición liguera la temporada siguiente para afrontar una radical reestructuración deportiva.
Reingreso en la liga y ascenso a primera división
El reingreso en la liga se produjo en 3ª división la temporada 1930-1931; un Celta arrollador logró el título de campeón de la categoría y el ascenso a 2ª división, derrotando en la eliminatoria final de la fase de promoción al Recreativo de Huelva por un contundente 7-0 (4-0 en Balaídos y 0-3 en campo onubense).
El ansiado ascenso a 1ª División se consiguió al conquistar el título de campeón de 2ª en la temporada 1935-1936, derrotando por 7-0 al Real Zaragoza en Balaídos. El Celta se convertía así en el primer equipo gallego en alcanzar la división de honor del fútbol español.
Cuarta posición en liga y final de copa
Debido a la suspensión de las actividades deportivas por causa de la Guerra Civil (1936-1939), el debut del Celta en la máxima categoría se vio postergado a la temporada 1939-1940. Se inició así una etapa dorada, con 20 años de presencia casi ininterrumpida en la élite, a excepción de la temporada 1944-45, que purgó en la 2ª división.
Recuperada inmediatamente la categoría, el Celta consolidó un equipo brillante, que alcanzó sus mayores cotas en la temporada 1947-48, bajo la dirección técnica del mítico guardameta internacional Ricardo Zamora: concluyó el campeonato nacional de liga en cuarta posición, a 6 puntos del campeón, F.C. Barcelona, al que derrotó por 3-2 en un Balaídos que convirtió en feudo inexpugnable, en el que también cayeron goleados Athletic Bilbao (5-1), Valencia CF (5-2) y Real Madrid (que cosechó aquella temporada sendas derrotas por 4-1 frente a los celestes, tanto en Vigo como en Chamartín). Pahiño, que con 23 goles se alzó con el título de pichichi del campeonato, y Hermidita, con 14, fueron los máximos anotadores de una plantilla en la que formaron también Simón, Mesa, Cabiño, Gaitos, Gabriel Alonso, Yayo, Roig, Miguel Muñoz, Aretio, Vázquez, Retamar, Zubeldia, Salas, Marzá, Venancio, Bermejo y Montoro.
La magnífica campaña de los olívicos tuvo su rúbrica con el subcampeonato de Copa del Generalísimo. El Celta alcanzó la final, que se disputó en el estadio madrileño de Estadio Chamartín el 4 de julio de 1948, tras superar una agónica eliminatoria de semifinales frente al RCD Español de Barcelona, que precisó de dos partidos de desempate, con sus respectivas prórrogas, que se celebraron en Madrid en la misma semana de la final.
Las gestiones de la directiva céltica para lograr un aplazamiento resultaron infructuosas y el equipo, agotado, saltó al césped del coliseo madridista para enfrentarse al Sevilla FC. A los 6 minutos de juego un gran disparo de Miguel Muñoz adelantó al Celta en el marcador. Sin embargo, el Sevilla reaccionó con rapidez y en el minuto 19 lograba empatar. El Celta mantuvo el tipo tres cuartos de hora más, pero tras el descanso, en un fatídico minuto 14, los sevillistas marcaron su segundo gol, en una jugada que significó además la lesión del portero vigués Simón, obligado a retirarse del terreno de juego. En aquel entonces el reglamento no permitía sustituciones, de manera que el equipo se quedó con 10 jugadores y su puesto bajo palos tuvo que ser cubierto por Gabriel Alonso, quien en los siguientes 15 minutos encajó dos goles más, que dejaron el marcador en el definitivo 4-1 a favor de los andaluces.
Descenso a segunda división
El final de esas dos décadas de esplendor céltico llegó con el descenso en la temporada 1958-59. El purgatorio de la 2ª se prolongó durante la práctica totalidad de la década de 1960, pues pese a contar con varias oportunidades de ascenso (promociones contra Real Valladolid en 1960, Real Oviedo en 1961 y Sabadell en 1966), la fortuna le resultó esquiva hasta la temporada 1968-69, en que consiguió por fin el regreso a la categoría de oro.
Ascenso y clasificación para la Copa de la UEFA
El Celta de los años 70 volvió a marcar hitos en el fútbol gallego. Después de una primera temporada 69-70 de reencuentro con la categoría, el Celta de la 70-71, dirigido por Juanito Arza, uno de sus verdugos sevillistas en la final del 48, mantuvo Balaídos invicto. El conjunto de los Quique Costas, Manolo, Lezcano, Doblas, etc. concluyó la liga clasificado en un sexto lugar que le permitió clasificarse para la primera edición de la Copa de la UEFA, en lo que representó la primera participación de un equipo gallego en las competiciones europeas. La experiencia, sin embargo, fue efímera, al no poder superar la primera eliminatoria frente al Aberdeen FC escocés.
Época de ascensos y descensos
A partir de la temporada 1974-75 el Celta se instaló en el ascensor, encadenando descensos y ascensos entre primera y segunda. Así, al descenso de la 74-75 siguieron un ascenso en la 75-76, un nuevo descenso en la 76-77 y otro ascenso en la 77-78. Tanta inestabilidad acabó por pasar factura, y al descenso a 2ª de la temporada 78-79 le sucedió la mayor calamidad en la historia del club: un descenso a 2ª B.
Vuelta a primera
La nefasta temporada 1979-1980 se cerró con un descenso a 2ª B consumado en la última jornada.
La siguiente campaña (1980-1981), la primera en Segunda División B de toda la historia del club, se contrató a un técnico yugoslavo, Milorad Pavic. El Celta terminó primero del grupo I de la categoría y retornó a Segunda División A. El periplo fue poco menos que un paseo para los vigueses, que fueron acompañados en el ascenso por el Deportivo, segundo clasificado.
Para la temporada 1981-1982 la directiva decidió conservar a la práctica totalidad del grupo que había logrado de manera brillante el retorno a Segunda A, incluido el entrenador Milorad Pavic. La decisión se reveló sabia, pues el Celta se proclamó campeón y logró de nuevo el ansiado retorno a Primera División. El equipo completó una muy buena campaña con sonadas goleadas a domicilio en Linares (0-5), Oviedo (1-5) o Sabadell (3-5). El ascenso se certificó en la penúltima jornada en el Helmántico frente al Salamanca (0-1), que también acabaría ascendiendo a Primera. El último partido de Liga frente al Getafe (6-0), con el remozado Balaídos a rebosar, sirvió como homenaje a una plantilla que en dos años devolvió al Celta a la elite desde las cavernas de Segunda B. Los Capó, Maté, Lemos, Gómez, Mercader, Mori, Ademir, Lucas, Del Cura, etc. recibieron los vítores del celtismo en una tarde histórica que dio nacimiento, con el grupo A Roda en directo en Balaídos, al que se convertiría en himno oficioso del Celta: la "Foliada do Celta". Pichi Lucas fue el pichichi de aquella temporada en Segunda con 26 goles. El colofón a aquel magnífico año fue la disputa de tres partidos del Mundial 82 en el estadio de Balaídos, con la selección de Italia como protagonista. Sus rivales fueron Polonia, Perú y Camerún. Los tres partidos terminaron en empate.
1982: el retorno a Primera División
La temporada 1982/1983 fue acogida con gran ilusión por parte del celtismo. Las altas de socios fueron mayores que nunca. El equipo había resurgido de las catacumbas en un tiempo récord. Milorad Pavic seguía al frente de la nave celeste para asumir el reto de la permanencia en Primera, gran objetivo de la temporada. Para ello se mantuvo de nuevo el bloque del año anterior. Llegaron pocos refuerzos, entre ellos el centrocampista Andrés, procedente del Sporting de Gijón y el extremo derecho Amorós, del Real Murcia.
El cuadro celeste sufrió enseguida las dificultades de la Primera División. Un inicio de Liga discreto con seis partidos consecutivos sin ganar situaron pronto al Celta en la parte baja de la clasificación. Los celestes experimentaron, sin embargo, una notable mejora al final de la primera vuelta con cuatro victorias consecutivas, tres de ellas en Balaídos y una en Valencia, que lo situaron cerca de la zona media de la tabla. El equipo, sin embargo, volvió a encadenar una racha negativa y llegó a las últimas jornadas inmerso en los puestos de descenso. Una victoria agónica en Balaídos en la penúltima jornada frente al Valencia (2-1), rival directo por la permanencia, colocó a los celestes en una inmejorable posición para afrontar la última jornada de Liga. Visitaban el José Zorrilla de Valladolid frente a un rival que sólo se jugaba la honra. Sólo una derrota viguesa y una victoria del Valencia frente al Real Madrid, que sería campeón de Liga ganando, condenarían al Celta a Segunda. En una de las imágenes más bochornosas que se recuerdan del equipo, el Celta cayó en por 3-1 en Valladolid, a donde fue acompañado por varios millares de seguidores. El Valencia derrotó por 1-0 al Madrid, dando el título de Liga al Athletic de Bilbao y condenando al Celta de nuevo a la Segunda División. Fue una de las mayores desilusiones del celtismo.
Dos años en segunda y nuevo ascenso en 1985
La temporada 1983-84 dio lugar a una profunda remodelación de la plantilla. Muchos de los hombres que habían llevado al Celta de Segunda B a Primera abandonaron el club tras el nuevo descenso a Segunda. Fue el caso, entre otros, de Gómez, Ademir, Mori o Del Cura. También Milorad Pavic abandonó el club con el borrón del descenso en su gran trayectoria como entrenador céltico. Asumió el mando de la nave Cid Carriega, que contó con numerosos refuerzos. Entre ellos, Arteaga, procedente de la cantera del Athletic; Cortés, del Pontevedra; Marian, del Atlético de Madrid o el líbero hondureño Gilberto. La afición celeste afrontaba la campaña en un ambiente de pesimismo y deilusión tras los acontecimientos del descenso consumado en Valladolid. Ello se tradujo en una notable reducción en la asistencia de espectadores al estadio de Balaídos.
La trayectoria del equipo fue muy irregular. Los filiales Castilla y Bilbao Athletic, que contaban con jugadores como Butragueño, Míchel o Julio Salinas, fueron los grandes dominadores de la categoría. Ello dio lugar a que el ascenso a Primera alcanzara hasta al quinto clasificado. El Celta terminó la Liga de sexto por detrás de Hércules, Racing de Santander y Elche. Los numerosos empates cedidos en Balaídos ante rivales menores como el Algeciras, el Linares o el Granada supusieron un lastre demasiado grande que, finalmente, imposibilitó la consecución de un ascenso que estaba más barato que nunca.
En la siguiente, el equipo entrenado por Félix Carnero, jugador fundamental en los 70 y Director Técnico imprescindible del gran Celta de principios de siglo XXI, sí lograría su objetivo en una liga que pudo haberse malogrado por los convulsos acontecimientos de las primeras jornadas, cuando una huelga de jugadores a nivel nacional obligó a los clubs a alinear a jugadores juveniles en las primeras jornadas. Superadas todas las dificultades, aquel Celta de Félix, comandado por los Maté, Lemos, Atilano, Alvelo, Cortés, Lucas y la solvencia del líbero mundialista hondureño Gilberto, recuperó una vez más la plaza en la máxima categoría. Pese al mal comienzo de la Liga, el Celta 84/85 terminó la Liga de tercero. Hay que destacar el 5-0 logrado frente al Deportivo en Balaídos. Con el equipo ya ascendido, el último partido frente al Lorca (2-1) fue una celebración del ascenso similar a la de tres años atrás frente al Getafe.
Nuevo descenso en 1986
La temporada 1985-86 se afrontaba, pues, con el anhelado objetivo de la prmanencia en Primera División. Se trataba de dejar de ser el equipo ascensor de los últimos años. Una vez más, se confió en el bloque de la temporada anterior, sazonado con refuerzos como el delantero brasileño Baltazar o el centrocampista Cándido. Estos refuerzos no fueron suficiente para fortalecer un equipo gafado, que empezó a fraguar su desgracia en el encuentro inaugural del campeonato: pese a arrancar un valioso empate a domicilio frente a la Real Sociedad de los Arconada, Satrústegui, Zamora o López Ufarte, en Atocha cayó lesionado de gravedad el portero céltico Javier Maté, una de las grandes estrellas del equipo, que dijo adiós a la temporada. Aquella lesión coincidió con el servicio militar de su sustituto, la gran promesa navarra Patxi Villanueva, por lo que la responsabilidad de cubrir la portería celeste recayó en el tercer portero del equipo, Chuco. Durante bastantes encuentros de la primera vuelta el centrocampista Vicente tuvo que ser el designado para alinearse en el acta como portero suplente. Cuando se reabrió el mercado de fichajes, el Celta se hizo con los servicios del gallego Pereira, procedente del Atlético de Madrid, pero su concurso no pudo contrarrestar la dinámica negativa. Gracía Traid sustituyó al destituido Félix Carnero para tratar de enderezar el rumbo de la nave. Su debú en Balaídos con triunfo frente al Valladolid (3-2) fue un espejismo. El Celta era incapaz de ganar, certificando su descenso con muchísimas jornadas de antelación. Con el equipo ya condenando, García Traid fue sustituido por Pepe Villar poara afrontar las últimas jornadas. El Celta 1985/1986, que terminó colista con 14 puntos, firmó su peor temporada en Primera División.
En la Copa, el Real Madrid eliminó con facilidad a los vigueses.
Cambios en el sistema de competición
En 1986, alarmada por el declive de la audiencia y repercusión del fútbol, castigado por el público por episodios como el de la huelga de jugadores de campañas anteriores, la federación decidió innovar en el sistema de competición para el campeonato de 1986-87 en primera y segunda división, de modo que tras una fase regular en la que se enfrentaron todos los equipos entre sí a doble vuelta, se conformaron 3 grupos que pelearían por distintos objetivos.
El Celta conservó el bloque de jugadores de la temporada anterior, que se puso a las órdenes del británico Collin Addison. La incorporación más destacada a la plantilla fue la del central irlandés Jimmy Hagan, fichado para reforzar al equipo con vistas al tramo decisivo de la competición. Concluida la fase regular del campeonato en la 4º plaza, el Celta quedó encuadrado en el grupo par, junto al Deportivo, Castellón, Málaga, Rayo Vallecano y Sestao.
Las victorias sobre los coruñeses, permitieron al cuadro celeste llegar a la última jornada dependiendo de sí mismo para conquistar el ascenso: debido a los complejos "goal-average" un triunfo de los coruñeses significaba el ascenso directo de los vigueses con independencia de su resultado en el campo de Las Llanas en Sestao, a donde acudieron cientos de seguidores celestes. El Sestao necesitaba un triunfo por dos goles de diferencia para ascender a Primera en lugar del Celta y que el Deportivo no derrotase al Castellón en el destierro del Anxo Carro de Lugo, donde se jugaba el partido tras la clausura de Riazor por los graves incidentes acaecidos quince días antes en el derby contra el Celta (0-1).
Los desterrados herculinos entrenados por Eusebio Ríos alinearon un equipo formado por jugadores juveniles y del filial; el Castellón ganó 0-2. Sin embargo, este resultado no impidió el ascenso del Celta que, arropado por cientos de aficionados desplazados en un convoy ferroviario especial a Sestao, logró mantener el empate a cero que le servía para ascender a primera junto a Valencia CF y Logroñés, vencedores del grupo impar.
Primera división en la temporada 1987/1988
Tras el éxito en la liga más larga de la historia, culminada con el ascenso y el pichichi para Baltazar, la temporada 1987-88 se presentaba como la oportunidad de Collin Addison de lucirse en la élite del fútbol español. Sin embargo, sorprendentemente el técnico fue destituido al inicio de la pretemporada por el presidente José Luis Rivadulla. La dirección de los Maté, Nacho, Hagan, Atilano, Alvelo, Vicente, Lucas, Baltazar, Julio Prieto, Zambrano, Rodolfo, Maraver, Mosquera, Camilo etc. fue encomendada a José María Maguregui, quien subió a Jorge Otero al primer equipo y consiguió mantener al equipo en la zona alta de la clasificación toda la temporada, acariciando la posibilidad de retornar a las competiciones europeas. Todo ello a pesar de las graves lesiones de Baltazar y de Lucas que los mantuvieron fuera del equipo durante una gran parte de la temporada. Ello obligó a contratar al yugoslavo Zoran Maric a mitad de temporada.
Como resultados más sobresalientes hay que destacar la victoria en Sarriá ante el Espanyol de Clemente, subcampeón de la Copa de la UEFA el año anterior, y el triunfo inapelable contra el Barcelona (3-1) en Balaídos con golazo en parábola incluido de Camilo a Zubizarreta desde casi el centro del campo. En la Copa del Rey el Celta sería eliminado por el Osasuna en octavos de final.
Dimisión de Maguregui
Finalmente el equipo bajó su rendimiento en las últimas jornadas y concluyó el campeonato en 7º puesto. Maguregui presentó su dimisión varias jornadas antes de la conclusión, debido al malestar que provocó entre los aficionados la confirmación de su compromiso para liderar la temporada siguiente el Proyecto II de Jesús Gil en el Atlético de Madrid, precisamente uno de los equipos contra los que el Celta estaba peleando por una plaza para la Copa de la UEFA.
Maguregui se llevó consigo al goleador Baltazar, que en el Atlético consiguió procalamarse pichichi. Sin embargo el Celta no los echó de menos. Sustituido el vasco por el asturiano Novoa, antiguo jugador céltico, y el brasileño por su compatriota Amarildo, el Celta 1988-89, con las incorporaciones de Espinosa y Pedro Herrera, registró números muy similares a los de la campaña anterior. El equipo se mantuvo entre los cinco primeros durante toda la competición hasta las seis últimas jornadas, cuando dos tropiezos en Balaídos ante el Murcia y el Oviedo lo relegaron hasta la 8ª posición en la clasificación final. El equipo volvía a quedarse a las puertas de Europa.
Inolvidable en la memoria de los celtistas queda el 2-0 al Real Madrid en Balaídos (ambos tantos de Amarildo), única derrota de los blancos, campeones de Liga, a lo largo de toda la temporada. Los merengues perderían también por 1-0 en Vigo en los cuartos de final de la Copa del Rey, si bien ese resultado resultó insuficiente para remontar el 4-1 en contra del partido de ida.
Marcha de Amarildo y fichaje de Nilson
Pero este periodo caracterizado por el juego brillante fue breve. La sensacional campaña de Amarildo no pasó desapercibida para los grandes de Europa y la lluvia de ofertas se concretó en un traspaso, estratosférico para la época, al Lazio de Roma, que pagó entonces 250 millones de pesetas por el jugador.
Para la temporada 1989-90 el Celta fichó a otro delantero brasileño, Nilson, confiando en repetir el éxito de las contrataciones anteriores. Sin embargo, su rendimiento fue muy inferior al esperado. Se incorporó también otro brasileño, Fabiano, mediocentro que, aunque con el tiempo llegaría a ser una de las estrellas del fútbol español, no contó demasiado para Novoa, lo cual le granjeó numerosas protestas de la grada. Llegó también una de las estrellas del Deportivo, el delantero Vicente Celeiro, que apenas contó con oportunidades en el equipo titular.
El equipo entró desde el principio en una espiral negativa de resultados que lo condenaron a la parte baja de la clasificación. Novoa fue destituido en la jornada 15, siendo su sucesor Delfín Álvarez, un orensano con notable experiencia en los banquillos. A pesar de una espectacular goleada en Balaídos ante el Cádiz (5-1) en su debut el Celta no consiguió remontar el vuelo. En un intento desesperado por resurgir el presidente Rivadulla olvidó los acontecimientos de dos años antes y repescó a Maguregui para intentar el milagro de la permanencia. A pesar de los triunfos en casa ante el Atlético de Madrid (2-0) y el Tenerife (1-0) el Celta acabó la temporada de penúltimo clasificado, lo cual significaba una nueva caída en Segunda División.
En la Copa del Rey, el Celta fue eliminado por el Valencia en los octavos de final.
Ascenso en 1992
El equipo directivo decidió mantener a Maguregui para intentar la vuelta a Primera en la temporada 90/91. Aunque la base fue similar a la del año anterior abandonaron el equipo jugadores importantes de temporadas anteriores como Julio Prieto, Zambrano o Rodolfo. El equipo, que apenas se había reforzado, notó estas bajas. El Celta se movió durante la mayor parte de la temporada en las posiciones de la mitad de la clasificación, muy lejos de la lucha por el ascenso. Por esta razón, Maguregui fue destituido y sustituido por el vasco Txetxu Rojo, que mantuvo al equipo en la Segunda División. A mitad de temporada el Celta fichó a Goran Juric, centrocampista reconvertido en defensa que sería una pieza fundamental en las dos temporadas siguientes. En Copa, el Celta sería aliminado por la U.D. Las Palmas en la segunda eliminatoria.
Hubo que esperar a la temporada 1991-1992 para recuperar el lugar en Primera. El ex-jugador internacional del Athletic de Bilbao Chechu Rojo construyó un equipo sólido que se alzó con solvencia con el título de campeón de la Segunda División varias jornadas antes de la conclusión de la liga. El partido del ascenso matemático se celebró en Balaídos contra el Sestao en una calurosa tarde del mes de mayo de 1992. El inapelable 4-0 que certificaba el ascenso destaba la euforia entre la afición celeste, que inauguraba su ya mítico lugar para las celebraciones: la remozada Praza de América.
En esta temporada del ascenso, el veterano Maté cedió la titularidad bajo los palos al prometedor Patxi Villanueva, que cuajó una temporada muy buena. Además, el cuerpo técnico reforzó notablemente el equipo, destacando entre todos los fichajes el del delantero serbio Vladimir Gudelj, un corpulento goleador de 25 años que se proclamó pichichi de la categoría. Gudelj pasó a convertirse en uno de los jugadores más queridos de la afición del Celta, donde permanecería ocho temporadas como gran referencia del ataque vigués. La felicidad que le proporcionaba su éxito futbolítico contrastaba con el desasosiego que manifestaba por los acontecimientos que se vivían en su país, donde estallaba una cruenta guerra que atrapaba a su familia. Entre los refuerzos de aquella temporada hay que destacar también los de Paco Salillas, delantero procedente del Zaragoza que constituyó la dupla de ataque con Gudelj, y el interior derecho "Flaco" Gil, procedente del Deportivo. La aportación de estos jugadores junto a la consolidación de otros ya pertenecientes a la plantilla como Fabiano y Vicente, directores del juego; Otero, consolidado en el lateral derecho; Juric y Mandiá, unos muros en defensa; o el canterano Mosquera, que cuajó una temporada excelente dieron como resultado el liderato indiscutible en la clasificación final y, por tanto, un nuevo ascenso a Primera. En la Copa el equipo fue eliminado en primera ronda por un Segunda B, esta vez el Tomelloso.
Una nueva etapa en Primera División
Conseguido el ascenso, el Celta se enfrentó en aquellas fechas a otro reto transcendental para su futuro: la conversión en S.A.D. Era preciso cubrir el capital social establecido por el Consejo Superior de Deportes para mantenerse en las competiciones profesionales. Finalmente, el celtismo respondió a los llamamientos de la directiva presidida por Ignacio Núñez y se pudo solventar ese trámite.
Reintegrado de nuevo en la Primera División, para la temporada 1992-93 Txetxu Rojo se mantuvo al frente de la dirección técnica del equipo. El entrenador vasco consiguió dotar al equipo de una solidez defensiva que proporcionó a su portero el trofeo Zamora al menos goleado empatado con Paco Liaño. Santiago Cañizares, que se reveló como el mejor refuerzo del equipo para el regreso a Primera, empezaba a recorrer el camino que le llevaría a la internacionalidad y a defender la portería española en el siguiente mundial (de hecho, suya fue la responsabilidad de, con un hombre menos, mantener el marco imbatido en el partido que significó la clasificación de la selección para Estados Unidos 1994, la victoria por 1-0 sobre Dinamarca en Sevilla).
Además, el eje de la defensa de Rojo se reforzó con un central internacional que el preparador bilbaíno conocía bien: su paisano Patxi Salinas, que fue el complemento a la solvencia y clase de Goran Juric. La línea de centrales se completó con la llegada de Alejo Indias, procedente del Figueres. Para el medio campo, Vicente Engonga, procedente del Valladolid, cubrió la baja de Fabiano, fichado por el Compostela tras una notable polémica. El interior izquierdo se convirtió en propiedad de un exquisito aunque irregular jugador campeón de Europa, Milorad Ratkovic. El Celta se balcanizaba y se vulcanizaba, se convertía en un equipo correoso y demoledor. Estos mimbres dieron buenas tardes de fútbol a Balaídos y fueron más que suficientes para conquistar plácidamente la permanencia en esa primera temporada de regreso a la élite.
De esta temporada cabe destacar la primera victoria del Celta en San Mamés en toda su historia con un gol de Gudelj (0-1) y un excepcional triunfo al Barcelona de Johann Cruyff por 3-2 (Vicente, Ferrer pp y Salva) a cuatro jornadas del final del campeonato que a punto estuvo de costarle la Liga de no haber mediado el favor del Tenerife en la última jornada derrotando al Real Madrid.
Sin embargo, en la Copa el equipo volvió a sufrir una vergonzante eliminación en el destierro de Lalín a manos del Benidorm (3-4). Este encuentro fue uno de los tres de clausura que sufrió el estadio de Balaídos en partido oficial como consecuencia de la invasión de campo por parte del público de Balaídos tras el encuentro contra el Sevilla de Maradona (1-2). Curiosamente, esta invasión ya prevista para hacer la llamada "foto del celtismo" coincidió con el escandaloso arbitraje de Díaz Vega en aquel partido, en el que expulsó a cuatro jugadores del equipo vigués (Juric, Ratkiovic, Engonga y Gudelj). La invasión fue interpretada por los comités como un intento de agresión al colegiado. Los dos partidos ligueros en el destierro contra la Real Sociedad (2-1) y el Albacete (1-1) se jugaron en el campo de Pasarón de Pontevedra, que registró dos llenos históricos.
Final de Copa de 1994
En 1994 se vivió la mayor movilización de la historia del celtismo, con el desplazamiento a Madrid de casi 20.000 aficionados con motivo de la final de la Copa del Rey disputada el miércoles 20 de abril de 1994 contra el Zaragoza.
El Celta de Txetxu Rojo alcanzó la final tras superar en las semifinales al alabado Tenerife de Jorge Valdano, que se presentaba en esa cita como el gran favorito. El equipo canario jugaba entonces la Copa de la UEFA y era considerado uno de los equipos que practicaban mejor fútbol de la Liga española. El partido de ida se celebró en el estadio de Balaídos en una noche de carnaval de febrero de 1994. Un genial caracoleo de Ratkovic en la banda izquierda, en una jugada que parecía condenada a diluirse en la nada, sirvió al serbio para colocar un centro magistral a Gudelj, que remató poderoso a la red tinerfeñista, abriendo la senda de la victoria en el partido de ida. Otro gol de Gudelj puso el 2-0 en el marcador antes del descanso. El serbio fue expulsado por López Nieto justo antes de terminar la primera parte y el Celta tuvo que afrontar toda la segunda parte con diez jugadores. Los celestes controlaron sin embargo el encuentro sin demasiadas dificultades y lo lograron incluso aumentar su renta con un último gol del pillo Paco Salillas, que ponía la eliminatoria muy favorable.
El partido de vuelta, jugado tres semanas después en el Heliodoro Rodríguez López, se puso muy cuesta arriba cuando los canarios marcaron el 2-0 a falta de media hora para la conclusión. Afortunadamente, en cinco minutos de inspiración, Gudelj consiguió empatar el partido con dos goles. El segundo gol fue magistral: pase en profundidad de un genial Andrijasevic (internacional croata fichado en el mercado de invierno) y galopada para resolver en el uno contra uno ante el portero.
Tras superar las semifinales, el rival que esperaba en la final era el Real Zaragoza, entrenado por Víctor Fernández, equipo que empezaba a despuntar con su buen fútbol y que era el tercer clasificado del campeonato de Liga. El partido concluyó con empate a cero. Las oportunidades habían sido escasas, si bien Cedrún salvó con una mano prodigiosa un remate del céltico Salva en el útlimo minuto que habría llevado la Copa para Vigo. La prórroga tampoco movió el marcador. Se llegó por tanto a la tanda de penalties. Ambos equipos lograron marcar en sus cuatro primeros lanzamientos. El lanzamiento del quinto penalty de los celestes correspondió a Alejo. El portero de los maños Andoni Cedrún detuvo ese penalty, muy mal ejecutado por el defensa del Celta. Higuera marcó el penalty definitivo que llevó la Copa del Rey a la ciudad de Zaragoza, dejando con la miel en los labios a los aficionados vigueses, tan desolados como orgullosos de su equipo.
Para llegar a la final el Celta había dejado en la cuneta a dos equipos de Segunda B (Gramanet y Talavera) y a cuatro Primeras (Albacete, Logroñés, Oviedo y Tenerife).
En la Liga, el equipo de Txetxu Rojo se movió por la mitad media-baja de la tabla de clasificación. Los celestes combinaron excelentes encuentros en Balaídos, donde derrotaron a equipos como el Real Madrid (3-2) o el Atlético de Madrid (3-2), con fiascos contra equipos menores como el Valladolid (1-2) o el Albacete (1-4). El notable apoyo de la grada de Balaídos, entusiasmada por la aventura copera, contribuyó a que finalmente el equipo mantuviera la categoría con un decimocuarto puesto final. La 93-94 fue una de las temporadas más intensas del celtismo hasta ese momento. Entre los refuerzos llegados aquel año hay que destacar al campeón olímpico Rafael Berges, procedente del Tenerife; Sebastián Losada, ex-delantero del Real Madrid; y Andrijasevic, llegado en el mercado de invierno y pieza muy importante en los dos partidos de semifinales contra el Tenerife que codujeron al Celta a su segunda final de Copa.
El Celta de Carlos Aimar
Para la temporada 1994/1995 el Celta contó con una plantilla notablemente remozada en relación con la temporada anterior. Txetxu Rojo abandonó el club para fichar por el Osasuna, recién descendido a Segunda, y fue sustitutido por el argentino Carlos Aimar, hasta entonces entrenador del Logroñés. Jugadores claves de la temporada anterior abandonaron el Celta, como fue el caso de Cañizares (Real Madrid) o Andrijasevic (Rayo Vallecano) o fueron traspasados, como fueron los casos de Otero y Vicente Engonga (Valencia). Para suplir estas bajas la directiva contrató a jugadores de escaso nombre como Tárraga, Merino, Desio o Uribarrena o jóvenes promesas como Juan Sánchez o Toril.
La trayectoria del equipo se correspondió con el menor nivel de calidad en relación a la temporada anterior. Eliminado pronto en Copa por el Mallorca, entonces en Segunda, el Celta fue perdiendo fuelle a medida que avanzaba la competición de Liga, especialmente en el inicio de segunda vuelta. El cénit de la temporada se alcanzó en el mes de diciembre, a las puertas de la Navidad, con la inesperada victoria en Riazor por 1-2 (Gudelj y Losada) frente al Deportivo de los Bebeto, Mauro Silva, Aldana, etc. Tras este triunfo el Celta entró en barrena y descendió progresivamente a la zona baja de la clasificación, por donde se movió hasta el final de la Liga. Cuatro puntos logrados en dos salidas consecutivas a la ciudad de Sevilla (1-1 ante el Betis y 2-3 ante el Sevilla) fueron el balón de oxígeno que permitió al equipo ratificar la permanencia en la última jornada con un "hat-trick" de Gudelj en el campo de Las Gaunas frente al descendido Logroñés (0-3). Hay que destacar que en esta temporada debutó en el primer equipo Míchel Salgado, que años después se convertiría en una de las perlas de la cantera celeste.
El verano de 1995
Concluida la temporada, Ignacio Núñez dejó paso en la Presidencia a Horacio Gómez. La Ley del Deporte obligaba a los equipos a presentar antes del 1 de agosto de 1995 unos avales como previsión de deudas a los clubes que se habían convertido en Sociedades Anónimas Deportivas en 1992. Por causas diversas, el Sevilla y el Celta de Vigo no pudieron cumplir tales plazos, y fueron descendidos administrativamente a la Segunda División B. Decenas de miles de aficionados de ambos clubes se echaron a la calle repetidas veces para defender los intereses de su equipo. Pese a que se solicitó un tiempo de espera para la constatación de la ausencia de estos avales, la Federación desde un primer momento entregó las plazas a Valladolid y Albacete, que tenían que descender ese año.
Al final, la presión de las aficiones consiguió hacer retractarse a la Federación y ésta terminó admitiendo a los 4 clubes en Primera División, formando una liga de 22 equipos que tuvo dos años de vida.
Castro Santos sustituye a Carlos Aimar
Así pues, la temporada 1995/1996 fue la primera de las dos que contó con 22 equipos en la categoría. Con el fin de no pasar los apuros de la temporada anterior, la nueva directiva decidió la contratación de hombres de calidad y contrastados, entre los que destacaba el centrocampista Eusebio, procedente del F.C. Barcelona de Johan Cruyff. Además, llegaron el portero Prats, que se hizo con la titularidad en detrimento de Villanueva; el interior izquierdo Geli, procedente del Zaragoza; y el serbio Milojevic, contrastado goleador procedente del Mallorca.
A pesar de los refuerzos, los inicios del equipo fueron titubeantes hasta situarse como colista al terminar la jornada 8 tras la derrota en Gijón por 1-0. La directiva presidida por Horacio Gómez decide entonces destituir a Carlos Aimar y contrata al pontevedrés Fernando Castro Santos como entrenador, que había logrado llevar al Compostela de Tercera a Primera en sólo cinco temporadas. El cambio de entrenador dio sus frutos desde el primer partido de Castro Santos al frente del equipo, que goleó al Sevilla en Balaídos por 4-0. El Celta se hizo muy sólido en Balaídos y pronto se situó en la zona media de la clasificación, en la que se mantuvo hasta el final de la temporada. Como hechos más sobresalientes de este ejercicio hay que destacar el progreso de Juan Sánchez, que se convirtió en el acompañante habitual de Gudelj en la delantera. Como partidos más destacados hay que señalar la goleadas en el campo del Betis (0-3) y la victoria en Balaídos ante el Barcelona (1-0) con gol de Sánchez. Además, el Valencia visitó Balaídos en la última jornada con posibilidades de ser campeón, esfumadas por el 1-1 final (gol de Milojevic) y la victoria en casa del Atlético de Madrid, que se proclamaría campeón.
Sería precisamente el Valencia el verdugo del Celta en la Copa, eliminado en octavos de final.
La mejor etapa
Durante estos años el Celta se caracterizó por practicar un fútbol atractivo y alegre, gracias a la clase y liderazgo de jugadores como Mostovoi, Karpin, Gustavo López, Mazinho o Haim Revivo, comandados por la dirección técnica de Víctor Fernández. El Celta se mantuvo en los primeros puestos de la clasificación, con memorables actuaciones en la Copa de la UEFA ante reconocidos equipos europeos, como la Juventus, el Liverpool FC, el Aston Villa o el Benfica.
El Celta tuvo de nuevo una oportunidad para estrenar su palmarés en una final de Copa del Rey en la que partía como favorito. Tras el optimismo inicial con el golazo de Alexander Mostovoi, la desesperación se apoderó de los incansables aficionados celestes que vieron, impotentes, como el Zaragoza remontaba y volvía a repetir el éxito de 1994. Una temporada más tarde, Víctor Fernández asumió el final de un exitoso ciclo en el que logró que el Celta practicase un gran fútbol y se clasificase siempre para disputar las competiciones europeas, incluyendo la conquista de la Copa Intertoto en el año 2000 que le otorgó al Celta una plaza para la Copa de la UEFA.
El relevo lo tomó Miguel Ángel Lotina, un entrenador que apostó desde el principio por un fútbol mucho más defensivo, tosco y a la larga práctico. Aunque la afición disfrutó mucho menos en cuanto a espectáculo, si pudo celebrar la consecución de un sueño, la clasificación para disputar la Liga de Campeones, tras una temporada histórica en la que el Celta finalizó en el cuarto puesto en la Liga, complementada más si cabe, con la conquista del prestigioso trofeo Zamora para el portero argentino, Pablo Cavallero.
Tanto afición como directiva y jugadores eran muy optimistas. El equipo era sólido, ordenado y compacto y estaba formado por jugadores de gran calidad y experiencia. El Celta tenía al alcance de su mano abrir un nuevo periodo en su historia, en el que lucharía por crecer y equipararse a los grandes equipos nacionales y europeos.
Por desgracia el exceso de euforia y confianza se comenzó a hacer patente en las primeras jornadas de la temporada 2003-2004 con unos nefastos resultados que hicieron tambalearse todo el proyecto. Mientras la situación en la tabla era cada vez más preocupante, el equipo respondía en la Liga de Campeones, clasificándose como segundo de su grupo por detrás del AC Milán y por encima del Club Brujas y el Ajax Amsterdam.
El descenso a segunda división
A pesar de este éxito, las humillantes goleadas ante el eterno rival, el Deportivo de La Coruña(0-5) y ante la Real Sociedad (2-5) provocaron una situación insostenible que le costó el puesto a Miguel Ángel Lotina. El experimentado Radomir Antic fue su sustituto, y a pesar de sus buenos resultados iniciales, que auguraban el resurgir del equipo, el Celta quedó eliminado de la Liga de Campeones ante el Arsenal FC en octavos de final. Derrota tras derrota, el Celta se encaminaba hacia el pozo de la Segunda División sin freno. Sobrepasado por la situación y sin el escaparate de la Champions, Radomir Antic dimitió y dejó al Celta desamparado en el peor momento. El club, a la desesperada, hizo recaer la responsabilidad en dos hombres de la casa, Ramón Carnero y Rafael Sáez. Este tándem obtuvo muy buenos resultados, que pese a todo fueron insuficientes para evitar un inesperado descenso. Con este fracaso, el equipo que durante un lustro asombró a media europa se desintegraba. Como único aspecto positivo, durante la temporada se vislumbró a la última perla de la cantera viguesa, Borja Oubiña, que comenzaría desde la segunda división una trayectoria meteórica que lo catapultaría a la internacionalidad.
Ascenso y clasificación para la UEFA
Muchos jugadores que fueron piezas clave en anteriores proyectos causaron baja en la plantilla. De la mano de Fernando Vázquez y con un equipo renovado con jugadores con experiencia e incorporaciones del equipo filial, el Celta se dispuso a intentar retornar a la máxima categoría lo antes posible. A pesar de los altibajos iniciales, el equipo le tomó el pulso a la categoría y tras una segunda vuelta apabullante, logró un ascenso que se antojaba imprescindible, con suspense incluido debido al polémico caso Toni Moral que demoró el ascenso algunas semanas.
En su retorno a Primera división española, el Celta confeccionó una plantilla interesante con un presupuesto muy bajo. El equipo dio la talla y desde las primeras jornadas ocupó los primeros puestos de la clasificación, logrando la permanencia matemática sin sufrimiento alguno y consiguiendo el inesperado regreso a Europa gracias a la 6º plaza final obetenida a la conclusión del campeonato. El éxito es aún mayor si se tiene en cuenta que en la temporada del retorno, el Celta venció en campos como el Santiago Bernabéu, Riazor, Vicente Calderón o Ruiz de Lopera. En el plano individual, jugadores como Fernando Baiano, David Silva, Borja Oubiña o José Manuel Pinto tuvieron una actuación muy destacada. En el caso de este último, logró el Trofeo Zamora como portero menos goleado.
Temporada 2006/2007 : El descenso
El Celta no modificó excesivamente su plantel para la temporada del retorno a Europa. A pesar de que la afición estaba ilusionada con el premio europeo, era consciente de que el equipo había estado por encima de sus posibilidades y de que sería difícil repetir la gesta. Se apostó de nuevo por la continuidad de Fernando Vázquez y se contrató a Gabriel Tamas y a Nené para suplir las sensibles bajas de Sergio Fernández y de David Silva, respectivamente. El Celta comenzó de forma muy irregular la temporada, ya que a pesar de mostrar unos registros buenos fuera de casa, como local mostraba una inseguridad que provocó la pérdida de muchos puntos esenciales. Por el contrario, en la Copa de la UEFA mostró un buen nivel, derrotando a rivales como el Fenerbahçe turco o el Spartak de Moscú ruso. A pesar de la gran actuación ante el poderoso Werder Bremen, el Celta no logró derrotar al campeón alemán y puso fin a la competición en 1/16 de final.
Mientras tanto, la situación en la Liga era delicada, ya que el equipo llevaba varias jornadas en puestos de descenso. La continuidad de Fernando Vázquez se puso en entredicho varias veces, lo que provocó una fractura en la afición celeste entre partidarios y detractores. El consejo de administración buscó un revulsivo mediático e inesperado con la contratación del ex jugador del F.C. Barcelona, miembro ilustre del célebre "Dream Team" y Balón de Oro, Hristo Stoichkov. El búlgaro contaba con escasa experiencia como entrenador, habiendo sido únicamente técnico de la selección de Bulgaria hasta ese momento. Stoichkov debutó con un triunfo ante el Deportivo que ilusionó a la afición con la salvación. Sin embargo tras esta inyección de optimismo, se sucedieron varias derrotas consecutivas que hundieron al equipo hasta la penúltima posición de la tabla a falta de tres partidos. Cuando todo parecía perdido, el Celta reaccionó tarde y venció en sus tres últimos encuentros, pero fue insuficiente para mantener la categoría.
El 8 de octubre de 2007 Hristo Stoichkov fue destituido como entrenador del Celta tras los malos resultados cosechados por el equipo en el comienzo de la temporada 2007-2008.
Logros históricos
El equipo vigués no cuenta con títulos nacionales, si bien ha sido tres veces subcampeón de la Copa del Rey (1948, 1994 y 2001) y ganador de una Copa Intertoto en 2000, mayor logro en la historia del club vigués. Ha participado 7 veces en la Copa de la UEFA (dejando fuera a equipos como Liverpool, Benfica, Estrella Roja, Juventus o Aston Villa) y una vez en la Liga de Campeones en la que llegó a octavos de final donde cayó ante el Arsenal FC.
A nivel autonómico destaca la consecución en la temporada 2006-07 de la I edición de la Copa Xunta de Galicia.
Uniforme
- Uniforme titular: Camiseta azul celeste, pantalón blanco y medias azul celeste.
- Uniforme alternativo: Camiseta mandarina, pantalón negro y medias mandarina.
Estadio
El Estadio Municipal de Balaídos se inauguró el 30 de diciembre de 1928 con un encuentro entre el Celta de Vigo y el Real Unión de Irún. Como muchos otros estadios españoles, sufrió una gran remodelación en 1982 al ser sede de los mundiales que se disputaron aquel año. Tiene una capacidad de 31.900 espectadores.
En los últimos años, y debido a su deterioro, se está tratando de construir un estadio nuevo.
Himno
- Descarga en formato mp3:
Gallego: [1] Castellano: [2] Letras del himno del Celta de Vigo. Leer aquí: [3]
Otros temas recurrentes del celtismo son A Rianxeira, O Miudiño (canciones populares), o la Foliada celeste (del grupo A Roda).
Datos del club
- Temporadas en 1ª: 45
- Temporadas en 2ª: 25
- Temporadas en 2ªB: 1
- Mejor puesto en la liga: 4º (Primera división española temporadas: 47/48 y 02/03)
- Peor puesto en la liga: 19º (Primera división española temporadas: 89/90 y 03/04)
- Primer gol en Primera División: Nolete en el min 71 del Zaragoza - Celta (3-2) el 03/12/1939
- Primer gol en Segunda División: Ramiro, siendo el primer gol marcado por el Celta en Liga, en el partido Celta-Iberia (1-2) que se jugó en febrero de 1929.
- Gol número 500 en Liga: Segundo gol del Celta en el encuentro Celta - Deportivo de La Coruña (2-3). Obra de Sobrado el 12/03/50.
- Gol número 1000 en Liga: Primer gol (minuto 58) del Zaragoza - Celta (2-0), obra de Lezcano, el 07/02/1971.
- Mayor número de goles en Liga: 69 goles (Temporada 98/99)
- Mayor número de puntos: 64 puntos (Temporada 98/99 y Temporada 2005/06)
- Mejor promedio de goles obtenido en Liga: 2,42 goles por partido (Temporada 49/50)
- Menor número de goles obtenida en Liga: 21 goles (Temporada 58/59)
- Mayor número de goles encajados en Liga: 75 goles (Temporada 43/44 y Temporada 55/56)
- Menor número de goles encajados en Liga: 32 goles (Temporada 70/71 y Temporada 92/93)
- Mayor número de victorias en Liga : 20 (Temporada 2005/06)
Jugadores
Plantilla 2007/08
- Actualizado al 19 de enero de 2008.[1]
Jugadores | Equipo técnico | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Ganadores de los Trofeo Pichichi y Zamora
País | Nombre | Temporada | Goles |
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España | Pahiño | 1947/48 | 23 |
País | Nombre | Temporada | Goles | Partidos | Coeficiente |
---|---|---|---|---|---|
España | Santiago Cañizares | 1992/93 | 30 | 36 | 0.83 |
Argentina | Pablo Oscar Cavallero | 2002/03 | 27 | 34 | 0.79 |
España | José Manuel Pinto | 2005/06 | 28 | 36 | 0.78 |
Máximos goleadores en Primera División
Pos. | País | Nombre | Goles |
---|---|---|---|
1 | España | Hermidita | 105 |
2 | España | Mauro | 69 |
3 | Bosnia y Herzegovina | Vlado Gudelj | 68 |
4 | España | Pahiño | 61 |
5 | Rusia | Alexander Mostovoi | 55 |
6 | España | Roig | 53 |
7 | España | Del Pino | 49 |
8 | España | Atienza | 47 |
9 | España | Olmedo | 46 |
Jugadores con más partidos en Primera División
Pos. | País | Nombre | Partidos |
---|---|---|---|
1 | Rusia | Alexander Mostovoi | 235 |
2 | España | Manolo | 226 |
3 | España | Juan | 219 |
Entrenadores
Cuerpo técnico 2007/08
- Entrenador: Antonio López Habas
- Segundo entrenador: José Luis Mosquera
- Entrenador porteros: Patxi Villanueva
- Preparador físico: Pau Albertí Cabot
- Médico: Benito Hermida Rivas
- Fisioterapeuta: Ernesto Vieito Torres
- Encargado del material: Eduardo Fernández Costas
- Delegado: José Ricardo Fernández
Presidentes
Junta directiva 2007/08
- Presidente: Carlos Mouriño
- Vicepresidentes:
- Ricardo Barros Hermida
- Jesús García García
- Raúl López López
- Director general: Xavier Martínez Cobas
- Director técnico: Ramón Martinez
- Consejeros:
- Carmen Avendaño Otero
- Pedro Posada Martínez
- Antonio Rosendo Martínez
- Julio César Silveira Martín
- Angel Piñeiro Nogueira
- Gabriela Lagos Suárez-Llanos
- María Xesús Sixto Da Silva
Palmarés
Torneos regionales
Torneos nacionales
- Segunda división española (3): 1935-36, 1981-82 y 1991-92
- Segunda división B española (1): 1980-81
Torneos internacionales
Torneos amistosos
- Trofeo Ciudad de Vigo (13)
- Trofeo Memorial Quinocho (8)
- Trofeo Teresa Herrera (1): 1999
- Copa Xunta de Galicia (1): 2007
Celta B
El Real Club Celta de Vigo B es el equipo dependiente del club. Fue fundado en 1989 y juega en el Grupo I de la Segunda división B española. Tradicionalmente se le llama Celta Turista, pues fue el Club Turista (después Celta Turista) su último filial, antes de fundirse con el Celta, pasando a ser su equipo dependiente. Ha sido una cantera prolifera, que ha dado lugar a grandes jugadores, como Borja Oubiña, Michel Salgado o Jorge Otero (los tres internacionales con España).
Jugó dos veces la liguilla de clasificación para la segunda división. Su entrenador es Alejandro Menéndez, y su capitán Goran Maric.
Históricamente, los clubes filiales que ha tenido el Celta fueron el Berbés, el Gran Peña (después Gran Peña Celtista), y el Club Turista (después Celta Turista). Actualmente las SAD's no pueden tener clubs filiales independientes de ellas, por lo que durante la reconversión de los clubs a SAD's los filiales se integraron dentro de la estructura de los clubs "paternales".