Diferencia entre revisiones de «Hasekura Tsunenaga»
m scn |
|||
Línea 119: | Línea 119: | ||
[[ja:支倉常長]] |
[[ja:支倉常長]] |
||
[[la:Faxecura Rocuyemon]] |
[[la:Faxecura Rocuyemon]] |
||
[[scn:Hasekura Tsunenaga]] |
Revisión del 02:47 2 mar 2006
Hasekura Rokuemon Tsunenaga (支倉六右衛門常長?) (1571 – 7 de agosto de 1622) fue un samurai japonés que prestó servicios al daimyō de Sendai, Date Masamune. Dirigió una misión diplomática a México y después a Europa entre 1613 y 1620, regresando después a Japón. Fue el primer oficial japonés enviado a América, y el primer caso registrado de las relaciones franco-japonesas.
Poco se sabe de su juventud, excepto el hecho de que fue un samurai veterano de la invasión japonesa de Corea bajo el taiko Toyotomi Hideyoshi entre 1592 y 1597.
El acercamiento español
Los españoles comenzaron los viajes a través del Océano Pacífico entre Nueva España (actual México) y China, a través de su base territorial en Filipinas, siguiendo los viajes de Andrés de Urdaneta en el siglo XVI. Manila se convertiría en la base principal de la región asiática en 1571.
España estableció contactos con Japón debido a que las naves españolas naufragaban periódicamente en las costas japonesas a causa del mal tiempo. Los españoles deseaban expandir la fe cristiana en Japón, pero los portugueses y los holandeses querían hacerse con el comercio japonés dejando fuera a los españoles, sin embargo se encontraron con una gran resistencia por parte de los jesuitas, que empezaron la evangelización del país en 1549.
En 1609, el galeón español San Francisco, debido a una tormenta, naufragó en la costa japonesa de Chiba, cerca de Tokyo, mientras navegaba de Manila a Acapulco. Los marinos fueron rescatados y atendidos, y el capitán de la nave, Rodrigo de Vivero, se reunió con Tokugawa Ieyasu. El 29 de noviembre del mismo año se firmó un tratado, en el que se autorizaba a los españoles a establecer una fábrica en el este de Japón, podrían trasladar a especialistas en minería desde Nueva España, se permitiría a las naves españoles visitar Japón en caso de necesidad, y se enviaría una misión diplomática japonesa a la Corte Española.
El proyecto de la misión
Un monje franciscano llamado Luis Sotelo que realizaba conversiones religiosas en el área de Tokio, convenció al shogun para que fuera enviado como embajador a Nueva España. Sotelo viajó con los marinos españoles del San Francisco y 22 japoneses a bordo del San Buena Ventura, un barco hecho por el aventurero inglés William Adams para el shogun. En Nueva España, Sotelo conversa con el Virrey Luis de Velasco, quien acepta enviar un embajador a Japón en la persona del famoso explorador Sebastián Vizcaíno, con la misión de además explorar las "Islas del Oro y de la Plata" que se creían que estaban al este de las islas japonesas.
Vizcaíno llegó a Japón en 1611, y tuvo muchos encuentros con el Shogun y con los señores feudales. Estos encuentros fueron empañados con el poco respeto que tuvo Vizcaíno con las costumbres japonesas, la fuerte resistencia de los japoneses contra las conversiones católicas y las intrigas de los holandeses contra las ambiciones españoles. Vizcaíno finalmente parte en busca de la "isla de la Plata", durante su búsqueda el encontró mal tiempo, forzándolo a regresar a Japón con severos daños.
El shogun decidió construir un galeón en Japón para permitir el regreso de Vizcaíno a Nueva España junto con una misión japonesa.
El daimyō de Sendai, Date Masamune, se encargó del proyecto. Llamó a uno de sus servidores, Hasekura Tsunenaga, a liderar la misión. El galéon, llamado Date Maru por los japoneses y posteriormente San Juan Bautista por los españoles, tomó 45 días en construirlo, con la participaciones de expertos técnicos desde el Bakufu, 800 constructores navales, 700 herreros y 3,000 carpinteros.
Viaje por el Pacífico
Después de terminado, el galeón partió el 28 de octubre de 1613, hacia Acapulco, México con 180 personas a bordo, incluyendo diez samurai del shogun (enviados por el Ministro de la Marina, Mukai Shōgen), doce samurai de Sendai, 120 comerciantes, marinos y sirvientes japoneses y alrededor de cuarenta españoles y portugueses.
El galéon llegó a Acapulco el 25 de enero de 1614 después de tres meses en el océano, y fue recibida con una gran ceremonia. La misión diplomática permaneció un tiempo en México, y luego fueron a Veracruz a abordar la flota de Don Antonio Oquendo en la nave San José el 10 de junio del mismo año. Hasekura dejó gran parte de la misión japonesa en Acapulco para aguardar el regreso de la misión.
Viaje a Europa
España
La siguiente escala para la misión diplomática era Europa, en la que cruzaron el Océano Atlántico en un galeón español desde México, llegando el 20 de diciembre de 1614
.
La misión japonesa conversó con Felipe III, Rey de España el 30 de enero de 1615. Hasekura envió al Rey una carta de Date Masamune ofreciendo un tratado. El Rey respondió que haría lo posible para cumplir sus peticiones.
Hasekura fue bautizado el 17 de febrero por personal de la capellanía real, y renombrado como Felipe Francisco Hasekura.
Francia
Después del viaje a España, la misión se embarcó hacia el Mediterráneo a bordo de tres fragatas hacia Italia. Pero el mal tiempo hizo que se establecieran en el puerto francés de Saint Tropez, donde fueron recibidos por la nobleza local, y llamaron la atención en el pueblo.
La visita de la misión japonesa fue recopilada en la historia de la ciudad como "Felipe Francisco Faxicura, Embajador al Papa, de Date Masamunni, Rey de Woxu en Japón".
Algunos detalles pintorescos de estos movimientos fueron recopilados
:
"Nunca tocaban la comida con sus dedos, sino que usaban dos pequeñas varas que ellos sujetaban con tres dedos".
"Soplaban sus narices en papeles de seda suave del tamaño de una mano, que nunca lo usaban dos veces, así que ellos los arrojaban al suelo después de usarlos, y ellos estaban contentos de ver a nuestra gente alrededor precipitándose a recogerlos".
"Sus espadas cortan tanto que que ellos pueden cortar un papel suave poniéndolos sobre el filo y que el viento soplara sobre ellos."
Relaciones de Madame de Saint Tropez, octubre de 1615, Bibliotheque Inguimbertine, Carpentras
La visita de Hasekura a Saint Tropez supuso el primer contacto entre Japón y Francia.
Italia
La misión japonesa llegó a Italia donde ellos podrían conocer al Papa Pablo V en Roma en noviembre de 1615. Hasekura envió al Papa una atractiva carta conteniendo una solicitud para un tratado de comercio entre Japón y México y el envío de misioneros cristianos a Japón.
El Papa accedió al envío de misioneros, pero dejó la decisión para el intercambio comercial al Rey de España. El Papa escribió una carta a Date Masamune, en la que una copia es actualmente exhibida en el Vaticano.
El Senado Romano también honró a Hasekura con el título de Ciudadano Romano, en un documento que él llevo a Japón y que está preservado actualmente en Sendai.
El escritor italiano Scipione Amati, que acompañó a la misión entre 1615 y 1616, publicó en Roma un libro titulado "Historia del reino de Voxu".
En 1616, el editor francés Abraham Savgarin publicó un relato de la visita de Hasekura a Roma: Récit de l'entrée solemnelle et remarquable faite à Rome, par Dom Phillipe Francois Faxicura ("Relato de la solemne y remarcable entrada a Roma de Dom Philippe Francois Faxicura").
Segunda visita a España
De vuelta a España, Hasekura se encontró de nuevo con el Rey, que declinó firmar el acuerdo comercial, basado en que la misión japonesa ya no aparentaba ser una misión oficial del gobernante japonés Tokugawa Ieyasu; que había promulgado un edicto en enero de 1614 ordenando la expulsión de todos los misioneros en Japón, y que había empezado la persecusión de la fe cristiana en Japón.
La misión partió de Sevilla hacia México en junio de 1617 después de un período de dos años en Europa, pero algunos japoneses decidieron quedarse en España, en una ciudad cerca a Sevilla (Coria del Río), donde sus descendientes todavía conservan el apellido Japón.
Regreso a Japón
En abril de 1618 el San Juan Bautista llegó a las Filipinas desde México, con Hasekura y Luis Sotelo a bordo. La nave fue adquirida por los españoles, con el objetivo de construir defensas contra los holandeses. Hasekura regresó a Japón en agosto de 1620.
Durante el tiempo en que Hasekura regresó, Japón cambió drásticamente: se estaban haciendo esfuerzos para erradicar el cristianismo desde 1614, y Japón ya se estaba acercando al Sakoku, el período de aislamiento. Debido a estas persecuciones, los acuerdos comerciales con México que se iban a establecer fueron negados. Al final, su misión tuvo muy pocos resultados, los relatos de los que viajaron que habían descrito del gran poder español, pudieron haber precipitado al shogun Tokugawa Hidetada en romper las relaciones comerciales con España en 1623 y con las relaciones diplomáticas en 1624.
Lo que le ocurrió a Hasekura en sus últimos años es desconocido. Algunas versiones afirman que abandonó el cristianismo, otros que fue martirizado por su fe, y otros que practicó el cristianismo en secreto. Murió en 1622 y su tumba es visible en el templo budista de Enfukuji (円長山円福寺) en Miyagi.
Véase también
- Mancio Ito, la primera misión japonesa a Europa en 1584.
- Período Nanban
Enlaces externos
- De Japón a Roma pasando por Coria 1614-1620 por Víctor Valencia Japón. Documentación de la misión diplomática y origen del apellido Japón en España.
- Guía de la tumba de Hasekura en Enchōzan (en japonés).
- Exposición de Hasekura en el museo de la ciudad de Sendai (en japonés).
Notas
1. ↑ Esta plantilla está obsoleta, véase el nuevo sistema de referencias.
"Se llegó por fin a salvo, después de algunos peligros y tempestades al puerto de Sanlúcar de Barrameda el 5 de Octubre, donde residiendo el Duque de Medina Sidonia y avisado del arribo, envió carrozas para honrarlos, recibirlos y acomodar en ellas al Embajador y a sus gentiles hombres, habiéndoles preparado un suntuoso alojamiento; y después de haber cumplido con esta obligación como correspondía, y de regalarlos con toda liberalidad, a instancias de la ciudad de Sevilla hizo armar dos galeras, las cuales llevaron a los embajadores a CORIA, donde fueron hospedados por orden de la dicha Ciudad por Don Pedro Galindo, veinticuatro, el cual se ocupó con gran diligencia en tener satisfecho el ánimo del Embajador con todos los placeres y regalos posibles, procurando este entretanto que preparasen ropas nuevas a su séquito y ayudantes para resplandecer con más decoro y pompa a la entrada en Sevilla. Mientras se resolvía esta cuestión, la Ciudad determinó enviar a Coria a Don Diego de Cabrera, hermano del padre Sotelo, a Don Bartolomé López de Mesa, del hábito de Calatraba, a Don Bernardo de Ribera, a Don Pedro Galindo y a multitud de jurados y otros caballeros para que en su nombre besaran la mano al Embajador y lo felicitaron por su llegada a salvo. Sobre esto, quedó el Embajador contentísimo, agradeció mucho a la Ciudad que por su generosidad se complacía en honrarle, y departió con los dichos caballeros mostrando mucha prudencia en su trato". "A veintiuno de Octubre del dicho año la Ciudad hizo otra demostración de la mayor cortesía para el recibimiento del Embajador y del Padre Sotelo mandando carrozas, cabalgaduras y gran número de caballeros y de nobles que lo escoltaron formando una cabalgata de gran solemnidad. Saliendo el Embajador de Coria, vio con sumo placer el honor que se le había preparado, la pompa de los caballeros y la gran cantidad de gente que lo acompañó durante su camino hacia Sevilla". "Cerca de Triana y antes de cruzar el puente, se multiplicó de tal manera el número de carrozas, caballos y gentes de todo género, que no bastaba la diligencia de dos alguaciles y de otros ministros de la justicia para poder atravesarlo. Finalmente compareció el Conde de Salvatierra. Asistente de la Ciudad, con gran número de titulados y con los restantes veinticuatro y caballeros; y el embajador desmontando de la carroza, montó a caballo con el Capitán de su guardia y Caballerizo, vestido sobriamente, a la usanza del Japón, y mostrando al Asistente lo obligado que quedaba de la mucha cortesía y honores que la Ciudad se servía de usar con él, fue puesto en medio del dicho Asistente y Alguaciles Mayores y prosiguiéndose la cabalgata con increíble aplauso y contento de la gente, por la Puerta de Triana se dirigieron al Alcalzar Real."(Scipione Amati, "Historia del regno di Voxu", 1615)
2. ↑ Esta plantilla está obsoleta, véase el nuevo sistema de referencias.
"Miércoles 23 de octubre de 1614 años entró en Sevilla el embaxador Japon Faxera Recuremon, embiado de Joate Masamune, rey de Boju. Traía treinta hombres japones con cuchillas, con su capitán de la guardia, y doce flecheros y alabarderos con lanças pintadas y sus cuchillas de abara. El capitán era christiano y se llamaba don Thomas, y era hijo de un mártyr Japón. Venía a dar la obediencia a Su Santidad por su rey y reyno, que se avía baptizado. Todos traían rosarios al cuello; y él venía a recibir el baptismo de mano de Su Santidad. Venía en su compañía fray Luis Sotelo, natural de Sevilla, religioso de San Francisco recoleto. Salieron a Coria a recebirlo por la Ciudad, el veinticuatro don Bartolomé Lopez de Mesa, y el veinticuatro don Pedro Galindo; y junto a la puente los recibió la Ciudad. Entró por la puerta de Triana, y fué al Alcázar, donde la Ciudad lo hospedó, y hizo la costa mientras estubo en Sevilla. Vido la Ciudad, y subió a la Torre. Lunes 27 de octubre de dicho año por la tarde, el dicho embaxador, con el dicho padre fray Luis Sotelo, entró en la Ciudad con el presente de su rey con toda la guardia, todos a caballo desde la puente. Dió su embaxada sentado al lado del asistente en su lengua, que interpretó el padre fray Luis Sotelo, y una carta de su rey, y una espada a su usanza, que se puso en el archibo de la Ciudad. Esta espada se conservó hasta la revolución del 68 que la chusma la robó. La embaxada para su magestad el rey don Felipe Tercero, nuestro señor, no trataba de religión, sino de amistad."(Biblioteca Capitular Calombina 84-7-19 .Memorias..., fol.195)
3. ↑ Esta plantilla está obsoleta, véase el nuevo sistema de referencias.
Extraído del francés antiguo original:
"Il y huit jours qu'il passa a St Troppez un grand seigneur Indien, nomme Don Felipe Fransceco Faxicura, Ambassadeur vers le Pape, de la part de Idate Massamuni Roy de Woxu au Jappon, feudataire du grand Roy du Japon et de Meaco. Il avoit plus de trente personnes a sa suite, et entre autre, sept autres pages tous fort bien vetus et tous camuz, en sorte qu'ilz sembloyent presque tous freres. Ils avaient trois fregates fort lestes, lesuqelles portoient tout son attirail. Ils ont la teste rase, execpte une petite bordure sur le derrier faisant une flotte de cheveux sur la cime de la teste retroussee, et nouee a la Chinoise....". "...Ilz se mouchent dans des mouchoirs de papier de soye de Chine, de la grandeur de la main a peu prez, et ne se servent jamais deux fois d'un mouchoir, de sorte que toutes les fois qu'ilz ne mouchoyent, ils jestoyent leurs papiers par terre, et avoyent le plaisir de les voir ramasser a ceux de deca qui les alloyent voir, ou il y avoit grande presse du peuple qui s'entre batoit pour un ramasser principallement de ceux de l'Ambassadeur qui estoyent hystoriez par les bordz, comme les plus riches poulletz des dames de la Cour. Ils en portient quantite dans leur seign, et ils ont apporte provision suffisante pour ce long voyage, qu'ilz sont venus faire du deca....". "... Le ses epees et dagues sont faictes en fasson de simmetterre tres peu courbe, et de moyenne longueur et sont sy fort tranchantz que y mettant un feuillet de papier et soufflant ilz couppent le papier, et encore de leur papier quy est beaucoup plus deslie que le notre et est faict de soye sur lesquels ils escrivent avec un pinceau.". "... Quand ilz mangeoient ils ne touchent jamais leur chair sinon avec deux petits batons qu'ils tiennent avec trois doigts."(Marcouin, Francis y Keiko Omoto. Quand le Japon s'ouvrit au monde. París: Découvertes Gallimard, 1990. ISBN 207053118X. Páginas 114-116)
Referencias
- Boxer, C.R. The Christian Century in Japan, 1549–1650. Berkeley, Calif.: University of California Press, 1951. ISBN 1857540352 (reimpresión de 1993).
- Marcouin, Francis y Keiko Omoto. Quand le Japon s'ouvrit au monde. París: Découvertes Gallimard, 1990. ISBN 207053118X.
- Sotelo, Luis. De Ecclesiæ Iaponicæ Statu Relatio. 1634. [1]