Diferencia entre revisiones de «Iglesia católica en Chile»
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Revisión del 02:03 18 ene 2010
La Iglesia católica está presente en Chile desde 1540, fecha en que se inició el descubrimiento y la conquista del territorio nacional por parte de las huestes del españoles que llegaron en busca de un mejor futuro. Durante muchos años ha ejercido una gran influencia en la vida política y espiritual del país.
La religión católica es el credo más extendido en la población chilena, abarcando aproximadamente a 7.853.428 personas (69,9%) que se declararon católicos en el último censo de población del año 2002. En una encuesta realizada el año 2005 por la empresa Adimark, reveló que el porcentaje de católicos respecto del total de la población chilena era del 62,8%.[1]
La iglesia católica presente en Chile se encuentra en total comunión con los dictámenes del Papa, y desde que se promulgó Constitución Política de la República de Chile de 1925 no representa la religión oficial del Estado de Chile.
La iglesia católica en la sociedad chilena
La iglesia en la educación chilena
Desde la conquista de Chile hasta la actualidad, la iglesia católica ha jugado un importante rol en la educación chilena. Durante los primeros años fueron principalmente los jesuitas y dominicos los mayores impulsores de la educación. En 1595, a pocos años de la fundación de Santiago, los dominicos fundaron una escuela de enseñanza de gramática latina, a la que, al parecer el mismo año se sumaron cursos de filosofía y teología. Esta misma escuela posteriormente se convertiría en la primera universidad de Chile, y no la Universidad Pencopolitana, como se cree erróneamente. La universidad tomaría el nombre de Universidad de Santo Tomás de Aquino. Posteriormente la Compañía de Jesús pudo convertir su propia academia, el Colegio Máximo de San Miguel, en la segunda Universidad Pontificia santiaguina. En rigor eran estas órdenes principalmente las encargadas de la educación en la pobre colonia de Chile, hasta que en 1767 la orden jesuita fue expulsada de todos los dominios del Imperio español, cayendo la educación chilena en un largo período de depresión y letargo. Durante los años que vinieron, la iglesia siguió jugando un papel más o menos importante, manteniendo instituciones de educación primaria y secundaria, éstas sostenidas por órdenes como los mercedarios, agustinos, dominicos, etcétera.
Durante el periodo de emancipación nacional, las relaciones Estado-Iglesia alejaron a esta última de algunos aspectos de la sociedad. Las nuevas autoridades republicanas crearon la Universidad de Chile, heredera de la Real Universidad de San Felipe, y la concibieron como un plantel laico, alejado de las enseñanzas de la Iglesia, a pesar de que ésta contaba con una facultad de Teología. Las reformas secularizadoras del Estado de Chile privaron a la iglesia católica del monopolio exclusivo que ejercía en diversos ámbitos de la vida pública nacional. Asimismo, el crecimiento de la educación laica fiscal era otra preocupación para los grupos conservadores, quienes intentaron impulsar la educación privada de corte católico y limitar los alcances del Estado docente. Así, en 1888, y liderados por el ex ministro de Culto e Instrucción Pública (Ministro de Educación), Abdón Cifuentes, un grupo de católicos junto a monseñor Mariano Casanova, Arzobispo de Santiago, fundan el día 21 de junio de 1888 la Pontificia Universidad Católica de Chile, reiniciando así un periodo en el que la iglesia nuevamente tendría una buena dosis de injerencia en el ámbito educacional. Sus primeras escuelas serían las de Derecho e Ingeniería y su primer rector fue Monseñor Joaquín Larraín Gandarillas.
Desde aquel entonces la Iglesia Católica ha desarrollado una permanente misión educacional. El principio del siglo XX fue testigo de un gran número de fundaciones de colegios y liceos católicos. Órdenes como la Compañía de Jesús, Agustinos, Salesianos, Maristas, Mercedarios, Marianistas y Compañía de Santa Teresa de Jesús, por sólo nombrar algunas, poseen y controlan un cierto número de colegios a lo largo de todo el país, en muchos de los cuales incluso se han educado algunos de los líderes actuales de Chile. Aparte de las órdenes, las diócesis locales mantienen instituciones de educación primaria y secundaria de manera privada o subvencionada, como lo es el Seminario Pontificio Menor de Santiago, colegio de carácter privado perteneciente al Arzobispado de Santiago. Sin lugar a dudas, la iglesia católica es la principal sostenedora de la educación privada en Chile.
En el ámbito de la educación superior, existen seis universidades católicas tradicionales pertenecientes al CRUCH. Estas son la Pontificia Universidad Católica de Chile, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Universidad Católica del Norte, Universidad Católica de la Santísima Concepción, Universidad Católica del Maule y Universidad Católica de Temuco. Las tres últimas fueron formadas sobre la base de las ex sedes regionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y que son denominadas actualmente universidades regionales, pertenecientes a la diócesis respectiva de su lugar.
Otras órdenes, como la Compañía de Jesús, mantienen también instituciones de educación superior como lo es la Universidad Alberto Hurtado, al igual que los salesianos que tienen la Universidad Católica Silva Henríquez, los Legionarios de Cristo que poseen la Universidad Finis Terrae y por último el movimiento Opus Dei quien mantiene la Universidad de Los Andes; además de la Universidad Santo Tomas que no pertenece a la iglesia, ni a alguna agrupación catolica, pero esta inspirada en el pensamiento tomista. De igual manera la Iglesia es sostenedora de algunos institutos de carácter técnico.
Organizaciones de ayuda social
En Chile, la iglesia católica mantiene una gran cantidad de entidades de ayuda social en los más diversos rubros. De esta manera existen instituciones de ayuda social para las sectores más marginados de la sociedad, como puede ser el Hogar de Cristo, institución fundada por San Alberto Hurtado, y que tiene como misión preferentemente atender a niños y ancianos en condiciones sociales vulnerables. De igual manera hay instituciones como María Ayuda y Fundación Las Rosas, que también se dedican a la ayuda social en ese contexto. Entre las acciones llevadas a cabo por estas instituciones destacan los asilos para ancianos, hogares de niños en condiciones vulnerables o en riesgo social, comedores y casas de acogida. De igual manera cuando ocurren situaciones de desastre en el país, como por ejemplo temporales y terremotos, estas entidades se dedican a encauzar la ayuda para las víctimas.
Sin embargo las instituciones de ayuda social católicas no sólo se dedican a la ayuda material para los más pobres, sino que también participan en otras actividades, tales como la educación y la implementación de programas de ayuda social, entre los que está el impartir capacitación para empleos, etcétera. En este sector destacan las organizaciones Belén Educa y Cáritas Chile.
La gran mayoría de las instituciones de ayuda social pertenecen a congregaciones religiosas o fundaciones sin fines de lucro integradas por religiosos y laicos comprometidos. Sin embargo, muchas diócesis tienen sus propias instituciones de ayuda social.
La iglesia y la política
Desde los primeros lustros de vida independiente del país, la iglesia católica jugó un papel de cierta significación en la vida política y social de la nación. Lo anteriormente señalado se refleja de muy buena manera en la constitución de la Primera Junta Nacional de Gobierno, de la cual su vicepresidente era el Obispo de Santiago. De igual manera en los primeros años tuvo un rol considerable, tanto en la defensa de los intereses de España como en las ideas independentistas que finalmente triunfaron. El ejemplo de Fray Camilo Henríquez también es ilustrativo de lo anteriormente señalado.
Durante lo que fue la primera etapa de vida independiente, la iglesia al estar unida con el Estado, también desarrolló un papel activo en la política. Sin embargo, los primeros años de gobierno repúblicano, influidos por el liberalismo, fueron de tensas relaciones entre los políticos, que en su mayoría eran masones, y el clero. No obstante, esta tensión fue superada parcialmente durante la república conservadora. La Constitución Política de 1833 consagró a la Iglesia Católica bajo el estatus de religión oficial del estado. Sin embargo, su papel en la política chilena nuevamente iba a ser cuestionado, principalmente debido al surgimiento de corrientes laicas que deseaban transformar al país en una república laica. La primera gran tensión, surgió tras el hecho conocido como la Cuestión del Sacristán, el cual significó como consecuencia el fin de la república conservadora. A ello se sumó además los problemas surgidos por el Patronato los cuales significaron una creciente tensión entre la iglesia y los diferentes grupos políticos.
Finalmente esto se vio resuelto con la separación del Estado y la iglesia católica, materializada oficialmente en la Constitución Política de la República de Chile de 1925. Por aquella razón, la Iglesia se volcó más que a conseguir poder político, a intentar ser un actor activo en las cuestiones sociales del país. A pesar que mantuvo sus estrechos vínculos con el Partido Conservador y posteriormente con el Partido Demócrata Cristiano de Chile, la Iglesia se convirtió en un actor relevante en el tratamiento del problema social de la primera mitad del siglo XX. De esta manera, encabezada por el Cardenal Raúl Silva Henríquez, la Iglesia es la primera en impulsar la realización de la reforma agraria en Chile.
Durante la dictadura militar de Augusto Pinochet la Iglesia jugó un papel importantísimo en la defensa de los derechos humanos de los perseguidos. Así, creó una serie de organismos dedicados a esta labor, como por ejemplo la Vicaría de la Solidaridad. De esta manera el gobierno militar de Augusto Pinochet la consideró parte de la oposición.
Sin embargo, una vez acabada la dictadura, la Iglesia ha retomado su rol social y solo ha incursionado en la arena política en lo referente a temas de la agenda social, cuestión que se pudo observar últimamente en la propuesta del Sueldo ético que impulsó el Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Monseñor Alejandro Goic.
Estadísticas
Población total | Población católica | % de católicos | Nº de diócesis | Sacerdotes diocesanos | Sacerdotes religiosos | Total de sacerdotes |
---|---|---|---|---|---|---|
16.324.642[2] | 7.853.428 | 69.9 | 27 | 1.177 | 1.115 | 2.332 |
Diáconos permanentes | Nº de religiosos | Nº de religiosas | Nº de parroquias |
---|---|---|---|
685 | 1.984 | 5.086 | 931 |
La cantidad total de católicos en Chile corresponde al 69,9 % de la población mayor de 15 años. Dicha estadística proviene del censo nacional efectuado el año 2002. Desde entonces no se dispone de cifras exactas respecto del número de católicos, por lo que su porcentaje, en relación con el total de la población, solamente se puede estimar teniendo en consideración al análisis estadístico comparativo basado en el censo de 2002 y los anteriores, estableciendo así cuál ha sido la variación promedio que ha habido cada año. Al hacer dicha operación, se puede obtener lo que sería una estimación aproximada del porcentaje actual de católicos en la población. Solamente el próximo censo revelará en toda su magnitud qué proporción de la población de Chile profesa la fe católica.
Jurisdicciones eclesiásticas y Episcopado Chileno
El sistema diocesano de la Iglesia Católica en Chile se organiza en una serie de 28 jurisdicciones eclesiásticas, las que a su vez comprenden (5 Arquidiócesis, 18 Diócesis, 2 Prelaturas, 1 Vicariato apostólico, 1 obispado castrense y 1 prelatura personal Opus Dei). Estas jurisdicciones generalmente coinciden con la división civil territorial del país. El Obispado castrense y la prelatura Opus Dei ejercen su jurisdicción en todo el territorio nacional. Cada una de estas jurisdicciones eclesiásticas está a cargo de un obispo o arzobispo. Estas jurisdicciones, a su vez, se reúnen en 5 provincias eclesiásticas, cada cual a cargo de su respectivo arzobispo. Todos los obispos desarrollan labores pastorales de manera colegiada en la Conferencia Episcopal de Chile, órgano que los reúne a todos y cada uno de ellos.
- Provincia eclesiástica de Antofagasta
- Arquidiócesis de Antofagasta- Arzobispo Monseñor Pablo Lizama Riquelme.
- Diócesis de Arica- Obispo Monseñor Hector Vargas Bastidas.
- Diócesis de Iquique- Obispo Monseñor Marco Órdenes Fernández.
- Prelatura de Calama- Obispo Prelado Monseñor Guillermo Vera Soto.
- Provincia eclesiástica de La Serena
- Arquidiócesis de La Serena- Arzobispo Monseñor Manuel Donoso Donoso.
- Diócesis de Copiapó- Obispo Monseñor Gaspar Quintana Jorquera.
- Prelatura de Illapel- Obispo Prelado Monseñor Rafael de la Barra Tagle.
- Provincia eclesiástica de Santiago
- Arquidiócesis de Santiago- Arzobispo Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa.
- Diócesis de San Felipe- Obispo Monseñor Cristián Contreras Molina.
- Diócesis de Valparaíso- Obispo Monseñor Gonzalo Duarte García de Cortazar.
- Diócesis de San Bernardo- Obispo Monseñor Juan Ignacio González Errázuriz.
- Diócesis de Melipilla- Obispo Monseñor Enrique Troncoso Troncoso.
- Diócesis de Rancagua- Obispo Monseñor Alejandro Goic Karmelic.
- Diócesis de Talca- Obispo Monseñor Horacio Valenzuela Abarca.
- Diócesis de Linares- Obispo Monseñor Tomislav Koljatic Maroevic.
- Provincia eclesiástica de Concepción
- Arquidiócesis de Concepción- Arzobispo Monseñor Ricardo Ezzati Andrello.
- Diócesis de Chillán- Obispo Monseñor Carlos Pellegrin Barrera.
- Diócesis de Los Angeles- Obispo Monseñor Felipe Bacarreza Rodríguez.
- Diócesis de Temuco- Obispo Monseñor Camilo Vial Risopatrón.
- Diócesis de Villarrica- Obispo Monseñor Sixto Parzinger Foidl.
- Diócesis de Valdivia- Obispo Monseñor Ignacio Ducasse Medina.
- Provincia eclesiástica de Puerto Montt
- Arquidiócesis de Puerto Montt- Arzobispo Monseñor Cristián Caro Cordero.
- Diócesis de Osorno- Obispo Monseñor René Rebolledo Salinas.
- Diócesis de Ancud- Obispo Monseñor Juan María Agurto Muñoz.
- Vicariato Apostólico de Aysén- Obispo Vicario Monseñor Luis Infanti della Mora.
- Diócesis de Punta Arenas- Obispo Monseñor Bernardo Bastres Florence.
- Obispado Castrense de Chile (con sede en Santiago y jurisdicción sobre todo el personal católico de las FF.AA y de Orden de Chile y de sus familias)- Obispo Castrense de Chile Monseñor Juan Barros Madrid.
- Prelatura Personal Opus Dei en Chile- Obispo Prelado Monseñor Alejandro González G.
Religiosidad católica en Chile
Santos chilenos
Los creyentes católicos de Chile manifiestan admiración por los santos que son originarios de su tierra. Variadas son las demostraciones de fervor popular registradas a lo largo de la historia para éstos. A esto es necesario añadir, que los únicos en ser reconocidos como santos por la iglesia católica son: la carmelita Sor Teresa de los Andes y el sacerdote jesuita Alberto Hurtado.
Santa Teresa de Los Andes
Primera santa de Chile. Su verdadero nombre fue Juanita Fernández Solar y fue una monja carmelita que vivió entre 1900 y 1919. Es acreedora de un gran entusiasmo popular por los múltiples milagros que se le atribuyen. Su santuario, ubicado en el sector de Auco, comuna de Rinconada, cerca de Los Andes es un gran centro de peregrinación para muchos chilenos. Es considerada Patrona de los Bomberos de Chile dado que uno de los milagros por la cual fue canonizada consistió en salvar la vida de un voluntario bomberil. En su honor se realiza uno de los más importantes evento que realiza la comunidad católica en Chile que es la peregrinación juvenil De Chacabuco al Carmelo, el tercer sábado de octubre de cada año.
San Alberto Hurtado
Figura central de la iglesia chilena del siglo XX es San Alberto Hurtado, padre jesuita nacido en 1901 en Viña del Mar. Su principal labor fue la fundación del Hogar de Cristo y de la revista Mensaje. Gran orador y prolífico autor de libros y cartas, interpeló al seno de la sociedad que, a mediados de los años 50 se proclama fervientemente católica, y les mostró cómo su religiosidad no se expresaba en una mejor sociedad. Trabajó junto a las organizaciones sindicales y los trabajadores. Fue un servidor de los pobres y de los niños más postergados del país. Su labor sacerdotal siempre estuvo dedicada a los sectores más marginados de la sociedad, por lo cual muchos detractores lo tildaron equivocadamente de cura comunista. Alberto Hurtado despierta una gran admiración, sobre todo en las clases más modestas de la sociedad chilena y en muchas personas del ambiente político, debido a su gran rol en la defensa de los derechos de numerosos chilenos. Falleció, siendo todavía relativamente joven, en 1952, y es considerado como el Patrono de los Trabajadores y del Sindicalismo.
Advocaciones Marianas
Vírgen del Carmen
Celebraciones populares
Cuasimodo
Cuasimodo es una fiesta que combina lo religioso con lo popular. Se celebra en el valle central de Chile el fin de semana siguiente a Semana Santa. La tradición dice que esta festividad apareció en tiempos coloniales producto de que, cuando los sacerdotes iban a entregar la unción de los enfermos a los que estaban en esa condición y no podían comulgar durante la Semana Santa, éstos eran asaltados por bandidos y bandoleros. De esta manera, el sacerdote y su comitiva necesitaban de protección efectiva durante su viaje a través de los solitarios caminos rurales. La comunidad, entonces adquirió la tradición de acompañar a este grupo, que también cumplía con la misión de recordar la resurrección de Cristo, que es el milagro central de la fe cristiana. En los primeros tiempos eran los huasos quienes acompañaban, montados sobre sus caballos, y con atuendos criollos y religiosos, al sacerdote a entregar el sacramento a los enfermos o inválidos.
La palabra "Cuasimodo" proviene de las primeras palabras del introito del segundo domingo de Pascua, "Quasi modo géniti infantes...", (del latín, "Así como niños recién nacidos..."), fecha en la que se realiza el Cuasimodo.
En la actualidad Cuasimodo tiene una gran cantidad de participantes, siendo muchos los clubes de cuasimodistas que participan. Con el tiempo, los huasos a caballo fueron dando lugar también a niños y jóvenes sobre bicicletas adornadas con motivos religiosos. En la comuna de Colina se realiza el cuasimodo más grande de Chile.
Festividad de la Vírgen De Andacollo
La historia de Andacollo es la de su Virgen y de sus yacimientos de cobre y oro. Situado en el fondo de una quebrada, a 55 km al sudeste de Coquimbo y con una altura de 1.053 msnm, su origen es anterior a la llegada de los conquistadores. A mediados del siglo XV, los incas dominaron el territorio chileno hasta el río Bío-Bío y explotaron, entre otros, los ricos minerales de la zona coquimbana, Andacollo y Marga-Marga.
Por orden de Pedro de Valdivia, el capitán Juan Bohón fundó la ciudad de La Serena en 1544. Cuatro años más tarde se sublevaron los indios de Copiapó y destruyeron la ciudad matando a todos los españoles con excepción de dos. El prolífico capitán Francisco de Aguirre reconstruyó la ciudad y pacificó los valles vecinos.La voz Andacollo deriva del quechua Anta-Coya, que significa "cobre-reina".
El hallazgo de la imagen de la Virgen de Andacollo
El presbítero Juan Ramón Ramirez recoge la tradición popular que asigna a un minero indio el encuentro da la imagen de la Virgen: En compañía de algunos familiares, el indio andacollino buscaba leña en la montaña cuando al desgajarse un gran pedazo movedizo apareció, medio oculta, una pequeña estatua de madera toscamente labrada, de tez morena de gracioso rostro.
Manuel Concha en su libro "Tradiciones Serenenses" escribe sobre el hallazgo: "Cierta noche, un indio viejo dormía, con aquel sueño pesado del que ha trabajado sin descanso durante el día, en una de las catas de su amo, cuando notó que la mina se había iluminado súbitamente, y que la luz aumentaba en intensidad ... A poco, un punto más luminoso, que parecía el foco de aquella clara y dulce luz, principió a cambiar de forma, a tomar consistencia material, a delinearse algo que parecía un objeto flotante, unacosa impalpable. En seguida, oyó clara y distintamente, una vaga pero comprensible voz que le dijo:
"Existe una gran riqueza a pocos pasos de ti; busca entre los peñascos más altos que se encuentran en la planicie que se extiende sobre tu cabeza. ¡Anda Collo!"
Cesó la voz y la luz se extinguió.
A la noche siguiente, se volvió a renovar la visión, y la misma voz dijo:
"Tuyas serán las riquezas. ¡Anda, anda, Collo!!"
"Preocupado en exceso, dio cuenta a su amo de lo que había visto y oído. El español, en relación al indio, no vio otra cosa que el logro providencial de sus deseos: "Anda y descubre esa riqueza, pero como te vengas con las manos vacías te he de cortar las orejas!".
El indio Collo partió, y a poco regresó trayendo entre sus brazos el busto de madera de una virgen groseramente esculpida.
"Este es, pues, según la tradición que no se apoya en documento alguno, el origen de la Virgen de Andacollo".
La actual imagen de la Virgen de Andacollo
La primera imagen de la Virgen que se menciona en los relatos anteriores, no es la que se venera actualmente en Andacollo. Desapareció misteriosamente. Debido a que la capilla se encontraba sin imagen, perdió su advocación a la Virgen del Rosario y pasó a llamarse parroquia de San Miguel. Para recuperar su título, el párroco Bernardino Alvarez del Tobar inició una colecta entre los indios y vecinos de Andacollo. Reunieron la suma de 24 pesos y encargaron una imagen de bulto a Lima. La imagen llegó a comienzos de 1676, y después de conseguir con la autoridad eclasiástica que el Arcángel San Miguel abandonara su puesto en honor de la Virge del Rosario, la imagen fue bendecida el primer domingo de octubre de 1676.
No existe constancia de los favores concedidos por la primera imagen. Todos los milagros, algunos canónicamnete probados, son obra de la venerada imagen adquirida en 1676.
Templos
Además de la simple ramada que cobijó a la primera imagen, el culto a la Virgen María ha originado la construcción sucesiva de cuatro templos. Afines del siglo XVI le erigió una capilla el cura doctrinero Juan Gaytán de Mendoza. En 1676, con motivo de la llegada de la segunda imagen, el párroco Bernardino Alvarez de Tobar le levantó otra Iglesia. Un tercer templo de hizo por orden deMahuel Alday, obispo de Santiago. Por último, la gran basílica, asombro de visitantes y devotos, inuaugurada el 25 de diciembre de 1893, fue obra de los obispos José Manuel Orrego y Florencio Fontecilla. Los planos fueron ejecutados por el célebre arquitecto italiano Eusabio Chelli.
Fiesta de la Tirana
La Fiesta de la Tirana es una festividad católica en honor a la Virgen del Carmen. Se celebra cada 16 de julio en el poblado de La Tirana, en la Región de Tarapacá, en el norte de Chile. Es el festival folclórico más grande de Chile, si de la cantidad de participantes se trata, reuniéndose alrededor de 100.000 a 200.000 personas en un pequeño poblado de apenas 560 habitantes permanentes. Es famosa por sus múltiples bailes, de entre los cuales cuenta la famosa Diablada, y sus trajes pintorescos. La fiesta es de notable valor cultural pues mezcla elementos de la cultura hispana, incaica y hasta de indígenas norteamericanos, todo efectuado bajo un profundo fervor católico.
El origen de "La Tirana" nace de una curiosa historia de amor entre el soldado español Vasco de Almeida y la joven aborigen incaica Ñusta Huillac. Junto a su padre, Ñusta Huillac organiza una rebelión para restablecer el poder del Imperio inca, por lo cual fue llamada por los españoles La Tirana del Tamarugal. Cuando ella conoce al soldado español, mantienen un romance que perdurará hasta que éstos fueran condenados a muerte. Antes de morir, Vasco de Almeida convence a su novia para que se bautice en la fe católica y así tras la muerte, renacerían en el más allá y vivirían unidos para siempre. Ambos son descubiertos en la ceremonia y son cruelmente asesinados por los nativos.
Años después, y como forma de homenajear a estos jóvenes, fue fundado un templo que se conserva en la actualidad bajo el nombre de "Nuestra Señora del Carmen de La Tirana".
La fiesta tiene origen andino está relacionada con la pachamama vinculada a la Virgen de Copacabana, ya que el obrero salitrero tuvo raíces campesinas. Su origen como fiesta es minero, creado por los obreros aimarás que trabajaban en las minas de cobre y plata en Huantajaya, Santa Rosa y Collahuasi y que llegaron a Tarapacá como obreros del salitre; pero en el siglo XIX la fiesta fue redefinida con el auge salitrero. A inicios del siglo XIX la fiesta se celebraba en diversas fechas como el 6 de agosto para los bolivianos, 28 de julio para los peruanos y 16 de julio para los chilenos.[3] A partir de 1910, como parte del proceso de chilenización, se normaliza su celebración en un único día, el 16 de julio evocando a la Virgen del Carmen patrona del Ejército de Chile. Sin embargo, su celebración dura toda una semana en el pequeño poblado de La Tirana.
Historia
La iglesia y la conquista de Chile
Mientras el Imperio español se propagaba a través del Nuevo Mundo, conjuntamente la Iglesia Católica realizó la evangelización de las nuevas tierras y la conversión a la fuerza al catolicismo de muchos aborígenes de América. De otra manera no se explica que prácticamente todos hayan terminado siendo católicos por esos años, hegemonía que duró casi hasta fines del siglo XIX. Es por eso que la Expedición de Conquista de Chile, comandada por Pedro de Valdivia, trajo consigo a tres sacerdotes: el bachiller Rodrigo González Marmolejo y los presbíteros Juan Lobo y Diego Pérez. Así, cuando el 13 de diciembre de 1540 la expedición llegó al valle del Mapocho, se constituyó la primera presencia formal del catolicismo en tierras chilenas
Cuando Pedro de Valdivia funda la ciudad de Santiago de la Nueva Extremadura, el 12 de febrero de 1541, éste ordenó que el costado norponiente de la Plaza Mayor sería destinado para la construcción de una iglesia. De igual manera doña Inés de Suárez hizo construir, en honor a la Virgen de Monserrat, una ermita que estaba ubicada en la cima del cerro del mismo nombre, hoy denominado Cerro Blanco.
Para acrecentar la presencia católica en los nuevos territorios conquistados, el Papa Pío IV creó, el 27 de junio de 1561, la Diócesis de Santiago. La creación de la Diócesis supuso la separación de la actividad de la iglesia desde la Diócesis de Lima. El territorio de la nueva división eclesiástica abarcó, en un principio, la totalidad del territorio de la Gobernación de Chile. Su primer Obispo fue el mismo sacerdote que acompañó a Valdivia en su expedición, el bachiller González Marmolejo, quien no pudo ser consagrado por enfermedad y tomó posesión de la diócesis por medio de un apoderado. En los primeros años le sucedieron en el cargo los franciscanos Fernando de Barrionuevo, Diego de Medellín y Pedro de Azuaga. Sin embargo el gran organizador de la actividad y administración de la división eclesiástica fue el fraile Diego de Medellín. Éste dividió la diócesis en cuatro parroquias, fundó el Seminario conciliar y ordenó los primeros sacerdotes. También erigió el primer monasterio femenino en Chile, el de las Clarisas de Osorno.
Pero la Conquista de Chile no sólo se reduciría a los territorios de la zona central, por lo cual Valdivia continuó su conquista hacia las tierras australes. Así cuando Pedro de Valdivia fundó la antigua ciudad chilena de La Imperial, el Papa Pío IV vio la necesidad de crear una diócesis en aquel territorio. Así el 22 de mayo de 1563 fue creada la Diócesis de la Santísima Concepción con sede en La Imperial. Su primer obispo fue Fray Antonio de San Miguel Avendaño y Paz.
Periodo Colonial
Durante la Colonia, se desarrolló una fuerte actividad misionera por parte de ordenes como los Mercedarios, Dominicos, Franciscanos, Jesuitas y Agustinos. Serían precisamente los Jesuitas los responsables de la educación en Chile durante los tiempos de la colonia, por lo cual, cuando la Compañía de Jesús es expulsada de todos los territorios del Imperio español, la actividad educacional de la Gobernación de Chile caerá en una profunda depresión.
Por otro lado, la mayor parte de la población mostró una devoción forzada e impuesta por los credos católicos, guardando gran semejanza con los practicados en la madre patria, España. En este periodo sobresalen las numerosas procesiones que recorrían las ciudades durante ciertas fechas. Las devociones se centraron en Cristo paciente y la veneración a la Purísima y a los santos.
La Iglesia durante el proceso de emancipación nacional
Siglo XIX y el papel de la Iglesia durante la república conservadora
La expansión del catolicismo durante el siglo XX
La iglesia durante los años convulsionados
Personajes destacados
Laura Vicuña
Joven beata chilena que nació en 1891. Desde muy joven vivió en Argentina, donde realizó sus estudios secundarios en el colegio Las Hijas de María Auxiliadora de la congregación salesiana. En 1901 manifiesta su gran vocación y amor a Cristo. Soportó una larga serie de problemas familiares, sobre todo con su madre quien estaba muy alejada de Dios. Es así como, y siguiendo lo que dice la palabra de No hay muestra de amor más grande que dar la vida por sus amigos, Laura opta por entregar su vida a cambio de la salvación de su madre. Sus deseos se cumplen y así, el 22 de enero de 1904, murió Laura Vicuña Pino, quien entregó su vida para la conversión de su madre. Su ejemplo de vida y varios milagros que se le atribuyen a su intercesión, le valió para ser declarada beata en 1988 por S.S. Juan Pablo II. En las faldas del cerro Renca y ocupando unas 30 hectáreas de terreno, en la ciudad de Santiago, se encuentra emplazado el santuario de Laura Vicuña.
Cardenal José María Caro
José María Caro Rodríguez fue Cardenal y el séptimo Arzobispo de Santiago. Su importancia radica en que fue el primer prelado chileno en convertirse en Cardenal de la Iglesia Católica. Como pastor fue muy querido por los feligreses dado su paternal carisma y supo mantener una buena relación con los gobiernos radicales no creyentes que se dieron en Chile durante los años 1938-1952. Caro participó en los Funerales del Papa Pío XII y posteriormente, en el Cónclave que en octubre de 1958, eligió al Cardenal Ángelo Roncalli, como el Papa Juan XXIII. Falleció en diciembre de 1958, siendo sucedido por Raúl Silva Henríquez
Cardenal Raúl Silva Henríquez
Una de las principales figuras de la Iglesia Católica en Chile, durante el siglo XX, fue el Cardenal Raúl Silva Henríquez, quien fuera Arzobispo de Santiago durante un largo periodo (1961-1983). A Silva Henríquez le tocó presidir la principal Arquidiócesis del país durante los años más convulsionados de la Historia de Chile, etapa que comprende los gobiernos de Salvador Allende y Augusto Pinochet. Durante la dictadura de este último, Silva Henríquez fue un decidido y tenaz defensor de los derechos humanos, tanto así que creó la Vicaría de la Solidaridad, ente de la iglesia dedicado principalmente a auxiliar a las víctimas de la dictadura. Su labor lo hizo acreedor del Premio Príncipe de Asturias. Cabe destacar que como pastor ejerció un notable ministerio episcopal al crear la Academia de Humanismo Cristiano, la Vicaría de la Pastoral Obrera, y reorganizar la administración del arzobispado. Falleció en 1999.
Mario Hiriart
Mario Hiriart fue un ingeniero y laico schoenstattiano chileno, destacado por su labor como profesional y laico comprometido. Desde muy joven profesó un profundo amor por Cristo y en especial por la Virgen María. En 1954 ingresó a trabajar a la CORFO, donde se destacó por ser un excelente profesional y mantener buenísimas relaciones humanas con su entorno de trabajo. En 1955 ingresa al Instituto Secular de los Hermanos de María de Schoenstatt. También se desempeñó como profesor de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Su ejemplo de santidad radica en su diario vivir y en alguno de sus escritos. Falleció a causa de un cáncer terminal el 15 de julio de 1964, a la edad de 33 años. Está actualmente en causa de beatificación.
La Iglesia Católica de Chile en la actualidad
Auge del protestantismo
Durante las últimas dos décadas el catolicismo en Chile ha sufrido una fuerte baja, en especial en los sectores más marginados donde en el pasado gozaba de gran popularidad. Esto se debe al gran auge que han experimentado las creencias protestantes, como por ejemplo algunos credos evangélicos.
Los credos evangélicos gozan cada día de una influencia mayor en la sociedad chilena. De esta manera, al igual como lo hizo la Iglesia Católica en el pasado, han constituido colegios e incluso universidades. La muestra más ejemplificadora de lo anteriormente señalado es la institucionalización de un Te Deum Evangélico de Fiestas Patrias, al cual asisten las máximas autoridades del país y donde el pueblo evangélico ora por Chile.
Críticas
Durante los últimos tiempos la Iglesia católica en Chile ha sufrido una serie de críticas por su postura conservadora en temas valóricos. La jerarquía eclesiástica se ha opuesto al aborto, al matrimonio homosexual, a la eutanasia y al uso de métodos anticonceptivos.
De esta manera, durante el último tiempo la jerarquía eclesiástica se opuso al uso de la píldora del día después, ganándo fuertes críticas.
Referencias
- ↑ «Teonomía: Católicos en rebeldía (*)».
- ↑ INE (2003). «Censo 2002 - Síntesis de Resultados».
- ↑ González Miranda, Sergio (2006). «La presencia indígena en el enclave salitrero de Tarapacá. Una reflexión en torno a la fiesta de la Tirana». Instituto de Estudios Internacionales, Centro de Investigaciones del Hombre en el Desierto. Universidad Arturo Prat. Iquique: Chungara, Revista de Antropología Chilena. Consultado el 2007.
- Salinas Araneda, Carlos (2004). Lecciones de Derecho Eclesiástico del Estado de Chile. Valparaíso: Ediciones Universitarias de Valparaíso. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. pp. 474 págs. ISBN 956-17-0354-8.
- Silva Cotapos, Carlos, Obispo de La Serena (1925). Historia Eclesiástica de Chile. Santiago de Chile: Imprenta San José. pp. 385 págs.