Diferencia entre revisiones de «Carlos II de Navarra»
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<div style="background: #ccddcc; text-align: center; border: 1px solid #667766" class="NavHead">'''Ancestros de Carlos II de Navarra''' |
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Revisión del 21:43 23 dic 2010
Carlos II, el malo | ||
---|---|---|
Rey de Navarra | ||
Reinado | ||
1349 a 1387 | ||
Información personal | ||
Otros títulos | Conde de Évreux | |
Nacimiento |
10 de octubre de 1332 Évreux | |
Fallecimiento |
1 de enero de 1387 Pamplona | |
Familia | ||
Consorte | Juana de Valois (1343–1373) | |
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Firma | ||
Carlos II de Navarra (Évreux; 10 de octubre de 1332 – Pamplona; 1 de enero de 1387[1]), conocido como Carlos el Malo fue rey de Navarra entre 1349 y 1387, y conde de Évreux entre 1343 y 1378. Nacido del matrimonio entre Felipe III y Juana II, era por vía materna nieto del rey de Francia Luis X.
La exclusión de Juana - única descendiente directa de Luis X - de la sucesión real a causa de la ley sálica[2] le cerró las puertas del trono de Francia, que será ocupado por sus tíos Felipe V y Carlos IV. El tardío nacimiento de Carlos (1332) le impidió reclamar un trono que a la muerte de Carlos IV (1328) pasará a Felipe de Valois, primo del monarca. No obstante, los primeros Valois reinarán en una etapa marcada por crisis económicas, políticas y sociales, agravadas por el estallido de la Guerra de los Cien Años en la que la superioridad táctica inglesa conducirá a graves derrotas[nota 1] que desacreditarán enormemente a la nueva dinastía. Carlos aprovechará el descontento popular para reclamar sus derechos al trono, ambición a la que no renunciará en vida, alimentando de manera constante la inestabilidad de la monarquía.
La política de alianzas navarra varió considerablemente durante su reinado: aliado en un principio con el delfín Carlos - Carlos V - se asociaría con los ingleses y con Étienne Marcel para acabar combatiendo a los jaques.
En 1361 fracasará en su intento de obtener el ducado de Borgoña, confiado a Felipe II, cuyo padre era Juan II. Resentido, aprovechará la muerte de Juan (1364) para reclutar tropas con las que impedir la coronación de Carlos V, pero tras la derrota navarra en Cocherel[3] volverá a centrarse en los asuntos españoles. Conspiró con Juan de Gante, pero al ser descubierto iniciará una etapa marcada por el aislamiento político y diplomático que continuará hasta su muerte.
Genealogía
Pretendiente al trono de Francia
Carlos de Navarra era nieto de Luis X, muerto (1316) sólo dos años después del fallecimiento de su padre Felipe IV (1314), poniendo término al «milagro capetiano»: en el periodo comprendido entre 987 y 1316 los reyes capetos siempre habían tenido un heredero al que transmitir la corona a su muerte.
De su primera esposa Margarita de Borgoña, condenada por adulterio,[4] Luis X no había tenido más que una niña, Juana de Navarra. A su muerte, su segunda esposa esperaba un niño, Juan I, que únicamente viviría cinco días. Fallecido Juan, el heredero directo del reino de Francia pasaba a ser Juana de Navarra, una niña de cinco años.[5] En ese momento se tomará una decisión cuya importancia reside en que volverá a aplicarse cuando vuelva a plantearse la cuestión dinástica en 1328; el adulterio de la madre de Juana suponía el riesgo de que cualquier noble se rebelara con el pretexto de que la reina era bastarda,[6] por lo que se consideró que el hermano del rey, Felipe de Poitiers, un caballero aguerrido e instruido en materia real por su padre, era el más adecuado para asumir la regencia. La situación terminará con la muerte de Juan el Póstumo, momento en el que Felipe accederá al trono, completando la exclusión de Juana.[5]
La ley sálica no había sido invocada nunca en la elección de un nuevo rey de Francia.[7] En révisant, la veille de sa mort, le statut de l’apanage de Poitou qui, « faute d’héritier mâle, reviendrait à la couronne de France »,[8], Philippe le Bel avait bien introduit la « clause de la masculinité »[6] pour renforcer les possessions des Capétiens en rattachant à la couronne les fiefs de leurs vassaux sans héritiers mâles. No obstante, no será hasta 1356, cuarenta años después de la controversia dinástica de 1316, que un benedictino de la abadía de Saint-Denis que estaba en posesión de la crónica oficial del reino, invocó esta ley para reforzar la posición del rey de Francia en el duelo propagandístico que libró con Eduardo III de Inglaterra.[9] La ley sálica databa de los tiempos de los francos y estipulaba que las mujeres debían ser excluidas de la «tierra sálica».
No obstante, Juana no estaba completamente aislada. Su tío, el poderoso duque de Borgoña, lideró la coalición de descontentos, dispuestos a conspirar con los rebeldes de Flandes. Para calmar a los sediciosos se concedió a Juana una renta de 15.000 libras, con la condición de que renunciara a Navarra y a Champaña cuando cumpliera doce años.[10]
Tras el corto reinado de Felipe V, muerto sin heredero varón, será su hermano menor Carlos IV quien, aprovechándose del precedente que había sentado Felipe, obtendrá la corona. No obstante, este reinado también terminará pronto con la prematura muerte de Carlos, reapareciendo la cuestión dinástica: Juana de Navarra no tenía heredero varón - Carlos de Navarra no nacería hasta cuatro años después (1332) - pero del matrimonio de Isabel de Francia con Eduardo II de Inglaterra nació Eduardo III. Isabel intentó hacer valer los derechos de Eduardo, pero será Felipe de Valois - cuyo padre era Carlos de Valois, hermano de Felipe IV - el que acceda al trono.[8] Esta decisión era tanto una decisión geopolítica como una expresión de la naciente conciencia nacional: el rechazo a ver a un extraño casado con la reina y administrando el reino.[11] Los pares de Francia eran reticentes a dar la corona a un rey de otro país.[12]
En 1328 la elección de Felipe VI era la más lógica si se quería evitar que Eduardo III obtuviera la corona de Francia. No obstante, en retrospectiva, el heredero más directo por vía materna era Carlos de Navarra, pero no nacería hasta 1332. Descontento con la decisión, Carlos tratará de hacer valer sus derechos durante toda su vida, convirtiéndose en un implacable rival para los Valois.
Derechos sobre Angulema, Champaña, Brie y el ducado de Borgoña
Cuando alcanzó la mayoría de edad, Juana tuvo que haber renunciado a Navarra, Champaña y Brie, pero Felipe IV había adquirido estas tierras de su esposa Juana I de Navarra y Juana era su heredera más directa - en el caso de Navarra la ley sálica no tenía vigencia - por lo que no podía excluirse a Juana de la sucesión real. Juana estaba casada con Felipe de Évreux y pudo contar con el apoyo incondicional de los barones navarros, que rechazaron que el reino se convirtiera en una mera provincia administrada a distancia por el rey de Francia. Felipe VI tuvo que transigir: en abril de 1328 Navarra será concedida a Juana, pero no Champaña y Brie, pues la posesión de dichos territorio convertiría a los navarros en unos contendientes demasiado poderosos. En compensación los Évreux aceptaron un trato: obtuvieron el condado de Mortain, una parte de Cotentin y, en Vexin, Pontoise, Beaumont-sur-Oise y Asnières-sur-Oise. La promesa de ceder el condado de Angulema[13] no será cumplida y Carlos II pudo hacer valer sus derechos para reivindicar Champaña y Brie.
Por otro lado Eudes IV de Borgoña no tenía heredero, y, en caso de muerte, este ducado debería pasar a Carlos de Navarra en virtud de las leyes de primogenitura, pues éste era nieto de Margarita de Borgoña, cuyo padre era el duque Roberto II.
En resumen, Carlos de Navarra era heredero de la corona de Navarra y de las posesiones normandas de los Évreux, pero también podía reclamar la corona de Francia, el ducado de Borgoña en el caso de que Felipe de Rouvre muriera sin descendencia, y Champaña y Brie si no se le reestableciera el condado de Angulema.
Descendencia
De su matrimonio con Juana de Francia - cuyos padres eran Juan II y Bona de Luxemburgo - con la que se casó en 1352 nacieron:
- María de Navarra (1355-c.1420), casada en 1393 con Alfonso de Aragón
- Carlos III el Noble
- Felipe de Navarra (1364-muerto joven por accidente)
- Pedro de Navarra (1366-1412), conde de Mortain, casado en 1411 con Catalina de Alençon; sin descendencia legítima
- Juana de Navarra (1370-1437), casada en primeras nupcias con su primo Juan IV de Bretaña, y esposada después (1403) con Enrique IV de Inglaterra
- Blanca de Navarra (1372-1385)
- Bona de Navarra, muerta antes que su padre
- Isabel de Navarra, educada en el monasterio de Santa Clara (Estella)
Fuera del matrimonio tendría:
Con Catalina de Lizaso:
- Leonel, bastardo de Navarra (1378-1413), caballero, vizconde de Muruzabal, sin matrimonio, tuvo cinco niños con Epifania de Luna.
Con Catalina de Esparza :
- Johanna, bastarda de Navarra (?-1413), casada en 1378 con Johan de Béarn, escudero, capitan del castillo de Lourdes en Bigorre; era, en 1381, vasallo de su padrastro por su feudo de Murillo el Fruto.
Ancestros
Biografía
Inicios del reinado
Carlos de Navarra nace el 10 de octubre de 1332. En ese momento Felipe VI llevaba ya cuatro años en el trono de Francia y era demasiado tarde para disputarle la corona. A la muerte de su madre Juana II (1349), Carlos se convertía en rey de Navarra, y en 1350 es coronado en Pamplona. Navarra era un reino de 200.000 habitantes, que basaba su riqueza en la producción de metales (cobre, plomo)[14] Instruido en el arte de gobernar por los señores navarros de Pamplona, su dominio del castellano le permitió demostrar su talento oratorio en las disputas verbales de las Cortes - cuyo creciente poder permitió a Navarra adelantar a Francia en términos de representación parlamentaria. Habituado a estas instituciones, se convertirá en uno de los más importantes valedores de la reforma de la monarquía francesa. Tras la muerte de Felipe VI (1350) delegó los asuntos de gobierno en su hermano Luis y se consagró plenamente a las intrigas cortesanas en defensa de los intereses navarros.
Navarra contra Melun-Tancarville
Disputa de la corona de Francia
La guerra de los cien años conoció un periodo de paz tras la peste de 1349. La primera parte de la guerra respondió en gran medida a los intereses ingleses merced a las victorias de Eduardo III en L'Écluse y Crécy y a la posterior toma de Calais. En este contexto el poder de los Valois era ampliamente cuestionado: Eduardo III y Carlos, ambos descendientes de Felipe IV por vía materna, podían reclamar la corona que corona que la madre de Carlos - Juana II de Navarra - había debido heredar tras la muerte de su padre Luis X. Como se ha dicho anteriormente, tras la desapatición de la rama masculina de los capetos (1328) Felipe VI, el primer Valois, accedió al trono en vez de Juana II, la heredera directa, que recibió en compensación el reino de Navarra; cuando Juana dio a luz a Carlos (1332) se rechazó concederle el título real de príncipe haciendo valer la ley sálica. Tras la muerte de Felipe VI, Juan II convocó a las Cortes para que le coronaran rápidamente y evitar así una nueva lucha dinástica. Una semana después de la coronación una escuadra comandada por Carlos de la Cerda interceptó a Eduardo III - sospechoso de querer ir a Reims para ser coronado rey de Francia - en Winchelsea. La batalla naval desembocó en una pírrica victoria inglesa cuyas pérdidas le impideron oponerse a la coronación de Juan II.[15]
El partido navarro
Tras la coronación de Juan II (1350) ya nadie pudo reivindicar el reino de Francia. A partir de ese momento Carlos dedicará todo su empeño en recuperar los territorios de Brie y Champaña, que le correspondían por derecho.
Carlos encontrará a sus más leales partidarios en el seno de su propia familia: era el líder de los poderosos Évreux, propietarios de ricos territorios en Normandía y en el valle del Sena. Su tía materna, la reina Juana de Évreux, viuda del último capeto directo - Carlos IV - será uno de sus principales apoyos y durante toda su vida hará de diplomática apaciguando a Juan II y Carlos V, irritados por los repetidos complots de su sobrino. Su hermano Felipe, un hombre colérico e impulsivo, será el responsable de las negociaciones con los ingleses, mientras que su otro hermano, Luis, estará al mando de la administración navarra. Sus padres llevaran una activa política matrimonial casando a sus hermanas con poderosos partidos: Blanca contraerá matrimonio con el rey de Francia Felipe VI, María con el rey de Aragón, y Agnès con el conde de Foix, Gastón Febo.
Supo reunir en torno a él a todos los descontentos con el reinado de los primeros Valois. Contaba con el apoyo de sus parientes y aliados: los condes de Boulogne - el conde, el cardenal, sus dos hermanos, y su pariente de Auvernia, que, en 1350, serán expulsados de la administración de Borgoña por el matrimonio de su hermana con Juan II[16] - los barones de Champaña leales a Juana II - madre de Carlos y última condesa de Champaña[17] - y los partidarios de Roberto de Artois, desterrado por Felipe VI. Contaba además con el apoyo de la poderosa Universidad de París y con el de los comerciantes de la parte nororiental del reino para los que el comercio a través del Canal de la Mancha era de vital importancia.[18]
Cabe destacar que una notable parte de la nobleza normanda se inclinaba por apoyar a los ingleses. Económicamente, Normandía dependía tanto de los intercambios marítimos a través de la Mancha que de los realizados por el Sena. De hecho, únicamente hacía aproximadamente 150 años que el ducado había pasado a pertenecer a Francia y muchos de los nobles del territorio tenían tierras a ambos lados del Canal.[19] Dès lors, se ranger derrière l'un ou l'autre souverain entraînerait confiscation d'une partie des terres. En consecuencia, la nobleza normanda se unió en clanes solidarios cuyo poder les permitió obtener y mantener las cartas que concedían al ducado considerable autonomía. Raúl de Brienne es un indicio de esta autonomía: llevó a cabo una política exterior independiente y lideró las tropas reales en Escocia (1335) en calidad de capitán general contratado, no teniendo que responder ante el rey. La nobleza normanda estaba dividida en dos desde hacía mucho tiempo, pues los condes de Tancarville y Harcourt libraban una guerra sin cuartel desde hacía varias generaciones.[20] Los reyes de Francia apoyaron durante mucho tiempo a los condes de Tancarville, a los que nombraron chambelanes de Hacienda. Este cargo impartía justicia de manera independiente, por lo que equivalía prácticamente a ser duque de Normandía.
No obstante, Felipe VI tendrá que tratar con los Harcourt, pues una posible declaración de lealtad por parte de los señores normandos a Eduardo III constituiría una notable amenaza para los Valois. El monarca incluso nombró a Godofredo de Harcourt capitan soberano en Normandía.[21] Por esa época el vizconde Juan II de Melun desposó a Juana, única heredera del condado de Tancarville - con los que Juan II creó estrechos vínculos durante su ducado.[22] En este contexto los Melun-Tancarville pasaron a constituir la columna vertebral del partido realista, mientras que Harcourt se convertirá en el defensor histórico de las libertades normandas y uno de los hombres más importantes del partido reformador. El ambiente político comportará un aproximamiento entre éste último y Carlos de Navarra, líder de los reformistas.
El 19 de noviembre de 1350 Juan II ordenó eliminar a Raúl de Brienne, que acababa de volver de su cautiverio en Inglaterra. Desconocemos las causas de la orden del monarca, pero parece ser que le condenaron por alta traición. Raúl era un caballero cuyos dominios estaban repartidos en varios reinos - Francia, Inglaterra e Irlanda.[23] Al igual que todos los señores con posesiones en la costa occidental - excepto aquellos con territorios a orillas del Sena, que podía comerciar cómodamente con París - le interesaba apoyar a Inglaterra por motivos económicos, pues el transporte marítimo era superior al terrestre, por lo que el Canal de la Mancha era una importante zona de intercambios.[24] Raúl obtuvo su libertad después de reconocer a Eduardo III como rey de Francia, de lo que Juan II era consciente por la interceptación de correos destinados al soberano británico.[25] Le roi ne souhaite pas que cela s'ébruite car cela remettrait en avant le problème des droits d'Édouard à la couronne de France.[25] En un solo día Raúl es detenido, sentenciado y decapitado, procediéndose a la incautación de sus bienes.[25] El desconocimiento de las razones que llevaron a esta rápida condena alimentaron los rumores: se decía que el condestable había sido sentenciado por mantener una relación con Bona de Luxemburgo - lo que permitió desacreditar a los próximos Valois mediante la insinuación de dudas sobre su herencia y legitimidad.[26] En ese momento numerosos partidarios de Raúl se pasaron al campo navarro:[27] en particular los señores normados y la nobleza del noroeste - Picardía, Artois, Vermandois, Beauvaisis y Flandes, dónde la economía dependía de la importación de lana inglesa - que podían aliarse con los ingleses, se sintieron amenazados y se unieron a Carlos de Navarra o a los hermanos Picquigny, leales aliados del condestable.[17] A raíz de la muerte de Raúl, Carlos escribió al duque de Lancaster: «Tous les nobles de Normandie sont passés avec moi à mort à vie».[17]
El partido del rey
Durante el reinado de Juan II los parientes del monarca detentaban el poder real, en detrimento del partido del navarro. El partido realista estaba estructurado en torno a los Melun-Tancarville : Juan II, vizconde de Melun, casado con Juana, única heredera del condado de Tancarville y líder de uno de los dos más importantes clanes normandos,[22]Benjamin Adam, qui a récupèré la charge de chambellan de Normandie, habituellement donnée aux Tancarville, y su hermano menor Guillaume, arzobispo de Sens.
En 1350 Juan el Bueno recuperó el apoyo de los herederos de Roberto III de Artois al ceder el condado de Eu a Juan de Artois, privado de los territorios paternos y encarcelado en Château-Gaillard con dos hermanos y su madre por la traición de Roberto. El rey había recuperado Eu tras la muerte del condestable Raul de Brienne.[25] Les Artois entrent de plain-pied dans le clan des Meulun-Tancarville quand Jean épouse Isabelle de Melun, fille de Jean de Melun. Celui-ci est soutenu par ses cousins Bourbons. Mais l'incarnation de son parti est son favori, Charles de La Cerda. En 1352, ce dernier épouse Marguerite de Blois, fille de Charles de Blois (le candidat à la succession de Bretagne soutenu par le roi de France), ce qui lui vaut le soutien de seigneurs bretons tels que Bertrand du Guesclin. Il reçoit également le soutien de sa famille : le vicomte Jean de Melun, son beau-père, et la comtesse d'Alençon, Marie de la Cerda[28], sa cousine, veuve des comtes Charles d'Étampes et Charles II d'Alençon [29]. Il a ses fidèles dans l'armée royale, comme le maréchal Arnoul d'Audrehem. Il joue un jeu habile, attire à lui des membres de familles liées depuis des années aux Évreux-Navarre pour affaiblir l'influence du puissant parti navarrais qui menace le roi[29].
Matrimonio con Juana de Francia
Su reinado osciló entre una ambiciosa proyección sobre el conflicto anglo-francés y un proceso de organización y centralización interior en un contexto de crisis económica. Pretendió recuperar los condados de Champaña y Brie que, hasta 1274, habían pertenecido a los reyes de Navarra. Se alió con Inglaterra y apoyó la rebelión de Étienne Marcel (1358) para obtener el trono de Francia. Residió en Francia durante diez años, volviendo a Navarra en 1361.
Abordó un programa de reformas que incluyó el saneamiento de la administración, el reforzamiento de la nobleza como principal soporte de la monarquía y la reorganización de los recursos fiscales mediante la creación de la Cámara de Comptos (1364) como órgano financiero.
En el exterior, fue protagonista de una desmedida política internacional que desbordó los limitados recursos del reino.
Actuó como mediador en las luchas entre el Rey Pedro I de Castilla y el Rey Pedro IV de Aragón, luchas que tenían por objeto determinar cuál de los dos reinos se alzaba con la supremacía en la Península. El panorama se complicó al verse envuelta Castilla en una guerra civil por el enfrentamiento de Pedro I con sus hermanos bastardos, dirigidos por Enrique de Trastámara. Mercenarios ingleses y franceses acudieron en apoyo de ambos contendientes. Carlos II intentó sacar provecho de la situación aliándose sucesivamente con ambos bandos mediante complejas maniobras diplomáticas que terminaron por enemistarle con todos. En 1369 Pedro fue apuñalado en Montiel por su hermano Enrique, quien, reconocido como Enrique II, inicia la dinastía de Trastámara en Castilla.
Este hecho marca el retroceso de Carlos II en todos los frentes. Tuvo que renunciar a algunas posesiones en el norte de Francia a cambio de un fugaz señorío sobre Montpellier (1372), así como devolver las plazas ocupadas en Castilla, obteniendo solo la entrega del Monasterio de Fitero (1373). Cuando intentó reaccionar en Francia, su hijo Carlos fue apresado y le fueron confiscadas todas sus posesiones (1378). El ejército castellano cerca Pamplona viéndose Carlos obligado a firmar el Tratado de Briones (1373 y 1379) que permite a Castilla retener durante casi una década una quincena de plazas navarras que había conquistado en la guerra, lo que supuso el final de las ambiciones políticas de Carlos.
Esta política oscilante e incoherente se explica por la necesidad de mantener un precario equilibrio con las potencias que rodeaban Navarra —Castilla, Gascuña inglesa (salidas al mar), Aragón y Francia—, todas y cada una capaces por sí mismas de anexionarse el pequeño reino de Navarra.
El sobrenombre de «el Malo» le fue puesto por cronistas franceses. A pesar de tener que convivir con sucesivas oleadas de la peste negra, extrajo abundantes recursos del reino para financiar sus campañas militares, fortaleció la administración y modernizó el sistema fiscal. Durante su reinado emergió una nueva nobleza, en la que los linajes de Ultrapuertos tuvieron un protagonismo especial.
Mandó erigir la iglesia gótica de Ujué y rodear la iglesia de pasos de ronda y torres almenadas. También pensó en dotar a Ujué de una universidad o Estudio General. Con este fin se iniciaron las obras que posteriormente se abandonarían por falta de recursos económicos.
Su muerte se produjo en el palacio de San Pedro o del Obispo, en Pamplona, estando ensombrecida por legendarias circunstancias dramáticas. Al parecer, para paliar la aflicción que padecía el rey, su doctor le recetó ser vendado de cuerpo entero en sudarios o gasas inmersas en vino de Cognac. La doncella encargada de hacerlo, al llegar al cuello y fijar la venda, en vez de rematar el hilo con sus tijeras lo hizo con la vela prendiéndole fuego a todo de inmediato, y asustada por todo huyó, abandonando al rey que ardió vivo en su cámara. El infante se encontraba en Castilla, quedando de gobernadores el obispo de Bayona, García de Eugui y el alférez de Navarra, Carlos de Beaumont.
Cumpliendo su voluntad, su cadáver fue confiado a Samuel Trigo, judío de Zaragoza, quien extrajo su corazón e intestinos y embalsamó su cuerpo. Las vísceras fueron puestas en dos picheles de estaño soldados por Juan el Estañero. Su cuerpo recibió sepultura en la catedral de Pamplona, las entrañas en Roncesvalles, y el pichel con el corazón fue llevado a Ujué, donde se celebraron solemnes exequias en mayo. Mirando al altar, en una oquedad de la pared de la izquierda se encuentra en una pequeña arqueta con el corazón de este rey.
Predecesor: Felipe |
Conde de Évreux 1343 – 1387 |
Sucesor: Carlos III |
Predecesor: Juana II |
Rey de Navarra 1349 – 1387 |
Sucesor: Carlos III |
Véase también
Bibliografía
- José Mª Lacarra, Historia política del reino de Navarra, desde sus orígenes hasta su incorporación a Castilla, CAN, Pamplona, 1973 [tomo III].
- Luis Miguel Villar García, Carlos II, el Malo. Editorial Mintzoa, S.L. Pamplona, 1987. (ISBN 84-85891-36-8) [Parte de obra completa: T. 14]
- María Teresa Ruiz San Pedro, Archivo General de Navarra (1349–1387) I: Documentación Real de Carlos II (1349–1361). Editorial Eusko Ikaskuntza, S.A. Sociedad de Estudios Vascos. San Sebastián, 1997 (ISBN 84-89516-37-5).
- María Teresa Ruiz San Pedro, Archivo General de Navarra (1349–1387) II: Documentación Real de Carlos II (1362–1363). Editorial Eusko Ikaskuntza, S.A. Sociedad de Estudios Vascos. San Sebastián, 1998 (ISBN 84-89516-70-7).
- María Teresa Ruiz San Pedro, Archivo General de Navarra (1349–1387) III: Documentación Real de Carlos II (1364–1365). Editorial Eusko Ikaskuntza, S.A. Sociedad de Estudios Vascos. San Sebastián, 1999 (ISBN 84-89516-98-7).
- María Teresa Ruiz San Pedro, Archivo General de Navarra (1349–1387) IV: Documentación Real de Carlos II (1366–1367). Editorial Eusko Ikaskuntza, S.A. Sociedad de Estudios Vascos. San Sebastián, 2001 (ISBN 84-8419-969-X).
- María Teresa Ruiz San Pedro, Archivo General de Navarra (1349–1387) V: Documentación Real de Carlos II (1368–1369). Editorial Eusko Ikaskuntza, S.A. Sociedad de Estudios Vascos. San Sebastián, 2003 (ISBN 84-8419-918-5).
Notas
- ↑ Batallas como Crécy o Poitiers representan el ocaso de la caballería europea, cuyo aura de invencibilidad se vio incapaz de detener un ataque de tropas a pie decidido y bien coordinado. El empleo de los arcos largos (longbows) desempeñará un rol decisivo en ambas batallas, permitiendo a los ingleses superar una considerable inferioridad numérica y demostrando la importancia de la superioridad táctica y armamentística antes señalada.
Referencias
- ↑ Luis Suárez Fernández Historia de España antigua y medieval, Vol I.
- ↑ Charles Dreyss Cronología universal: seguida de la lista de los grandes estados antiguos y modernos, de las dinastías poderosas, y de los principales soberanos de primer orden.
- ↑ Emilio Redondo García Introducción a la historia de la educación.
- ↑ Margarita de Borgoña había sido condenada tras haber sido encontrada culpable (1311) del delito de mantener relaciones adúlteras con el caballero Felipe de Aunay. Jean Favier, La guerre de Cent Ans, Fayard 1980, p. 28-29.
- ↑ a b Jean Favier, La guerre de Cent Ans, Fayard 1980, p. 32
- ↑ Jean Favier, La guerre de Cent Ans, Fayard 1980, p. 29.
- ↑ Alain Demurger, Temps de crises, temps d'espoir (XIVe-XVe siècle) - Nouvelle histoire de la France Médiévale, volumeb 5, Seuil, 1990, p. 11
- ↑ a b Alix Ducret, Cent ans de malheur : les origines de la guerre de Cent Ans, Historia Nostra
- ↑ Jean Favier, La Guerre de Cent Ans, Marabout 1985, p. 37.
- ↑ Jean Favier, La guerre de Cent Ans, Fayard 1980, p. 31
- ↑ Jean Favier, La guerre de Cent Ans, Fayard, 1980, p. 33
- ↑ Comment le père au roi Édouard fut marié à la fille au beau roi Philippe de France. Chroniques de Jean Froissart, Libro I, parte I, capítulo 3 p. 5-6 Bibliothèque Nationale de France
- ↑ Jean Favier, La guerre de Cent Ans, Fayard 1980, p. 41.
- ↑ Georges Minois, La guerre de Cent Ans, Perrin, 2008, p. 126.
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- ↑ a b c Françoise Autrand, Charles V, Fayard 1994, p.107-108
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- ↑ Françoise Autrand, Charles V, Fayard 1994, p.153.
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- ↑ a b Françoise Autrand, Charles V, Fayard 1994, p.109
- ↑ Françoise Autrand, Charles V, Fayard 1994, p.82
- ↑ Françoise Autrand, Charles V, Fayard 1994, p.55-56.
- ↑ a b c d Françoise Autrand, Charles V, Fayard 1994, p. 83 Error en la cita: Etiqueta
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no válida; el nombre «Autrand83» está definido varias veces con contenidos diferentes - ↑ Françoise Autrand, Charles V, Fayard 1994, p. 16
- ↑ Françoise Autrand, Charles V, Fayard 1994, p.82-83
- ↑ petite-fille de l'infant de Castille Ferdinand de La Cerda, 1255 - 1275)
- ↑ a b Françoise Autrand, Charles V, Fayard 1994, p.109-110
Enlaces externos
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