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Diferencia entre revisiones de «Usuario:Manimor/Leyes heráldicas»

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Algunas han recibido mayoritariamente el calificativo de ley. Otras han sido nombradas con menor frecuencia o son discutidas en parte, así como su rigidez o flexibilidad. Aquí, se llamará '''ley''' a las que gozan de amplio consenso en su totalidad, para las demás se usará '''regla''' y en general normas, usados por diversos tratadistas.
Algunas han recibido mayoritariamente el calificativo de ley. Otras han sido nombradas con menor frecuencia o son discutidas en parte, así como su rigidez o flexibilidad. Aquí, se llamará '''ley''' a las que gozan de amplio consenso en su totalidad, para las demás se usará '''regla''' y en general normas, usados por diversos tratadistas.


Cada autor las ordena a su manera, o cita algunas entre sus exposiciones. La única coincidencia es la llamada ‘primera ley’. El orden que se dará aquí sigue un criterio de claridad y simplificación, no es rígido en absoluto. Lo mismo se ha hecho con las locuciones de encabezado, procurando usar las halladas en los escritos.
Cada autor las ordena a su manera, o cita algunas entre sus exposiciones. La única coincidencia es la llamada “primera ley”. El orden que se dará aquí sigue un criterio de claridad y simplificación, no es rígido en absoluto. Lo mismo se ha hecho con las locuciones de encabezado, procurando usar las halladas en los escritos.

===Referidas a esmaltes===

Esmaltes: <ref>El término genérico en español es ‘esmaltes’. Ya lo explica y referencia De Avilés (1725) ampliamente. En la era moderna, cito a la máxima autoridad en nuestro idioma, tanto por su cargo como por reconocimiento internacional, don Vicente de Cadenas y Vicent (2002, primera edición 1954) p. 88: «'''Esmalte.- '''Nombre que comprende los dos metales y los cinco colores. » Los tres siguientes manuales, en prestigio y aceptación, abundan en lo mismo: Pardo de Guevara (1987) Messía de la Cerda (1990) y FALTA UNO. </ref> Colores, los comunes a todas las heráldicas son gules, azur, sinople y sable. Metales, son el oro y la plata.<ref>En distintas heráldicas se aceptan algunos de los siguientes colores: púrpura, naranjado (De Avilés, pág. 188), leonado, sanguíneo, morado y cenizo, la mayoría tenidos como manchas o colores no ordinarios. El acero es metal ocasionalmente aceptado en los escudos. Marginalmente hay otros esmaltes adoptados oficialmente por algunas heráldicas, como el metal buff (gamuza o beige) que coincidiría en matiz con el “oro viejo” español. </ref>

====Contraste====

La primera ley de la heráldica, dice: “No poner color sobre color, ni metal sobre metal.” Es primordial para cumplir el propósito inicial de la heráldica.
*El '''púrpura''' es color de algunas heráldicas. En armerías reales tiene la doble consideración de color y metal, haciendo imposible que infrinja la norma.
*La heráldica española abusa de los esmaltes llamados '''en su color''',<ref>De Cadenas (1985) p. 9: «Por otra parte la heráldica española mantiene y se permite especiales licencias que no son admitidas ni toleradas por otras Heráldicas y principalmente esas representaciones de “al natural”, totalmente eliminadas en los blasones en las diferentes especialidades de la Heráldica de que se compone la Ciencia del Blasón.»</ref> incluidas las carnaciones, que tampoco están afectados por esta ley, como los tanados.
*Los '''forros''' son armiños, veros y sus variaciones. <ref>Variaciones: contrarmiños, armiñados, contrarmiñados; contraveros, veros en punta, veros ondados, veros potenzados; verados, contraverados, verados en punta, ondados y potenzados. </ref>Cada uno es de un color y un metal, por lo que sería imposible incluirlos en la norma si no tuvieran categoría propia.
*Del mismo modo, puede fácilmente quedar un detalle o una figura '''sobre espacios distintos''' que deban contrastar. No es infracción si una coincide en tipo de esmalte con otra. Especialmente la de menos categoría, como sucede con detalles exteriores de los muebles tales como el armado, lampasado, picado, membrado, lorrado, frutado y un largo etcétera.
*Sobre es encima; no junto o al lado. Las '''particiones''' delimitan espacios, unos junto a otros. Es frecuente usarlas para mezclar armerías ya existentes.

Las '''figuras''' o '''cargos''' sí se ponen encima, tanto muebles como piezas. También se usan para incluir armerías, aportando un significado determinado. Unas son concesiones reales, de sus armas u otras, o muestran alianzas, aspiraciones u otro tipo de circunstancias personales.<ref>Pueden indicar o reconocer fidelidades: jefes de Francia; los de Anjou, del Imperio o de san Esteban, en Italia; o la bordura real escocesa. <br />La heráldica napoleónica las tiene para indicar la categoría del personaje. Las principales son jefes, luego franco-cuarteles, pero los caballeros usaban cualquiera de las demás. <br />La más conocida en heráldica española es la bordura de Baeza, por la participación en su toma. La banda dragonada, de los Caballeros de la Banda, se encuentra en varios esmaltes. </ref>Todas de diseños específicos.
*En estos casos, determinadas '''expresiones''' muestran que se ha tenido en cuenta la primera ley. Si se conoce la concesión o privilegio, la pieza se blasona al final del escudo o partición que honra, precedida por ‘aumentado de’. Cuando la pieza transgresora no es un aumento de honor se dice que está ‘cosida’, ‘soldada’, valiendo esto último sólo en el caso de metales, o ‘asumida’ si se tomó por un hecho glorioso.
*Las '''brisuras'''. Es una manera de “diferenciar las armas”, cambiando en poco las de origen. Algunas heráldicas y casas reales han señalado formas fijas de brisar, los distintos descendientes. A menudo añade una figura de un esmalte determinado, como un lambel o una bordura de gules, o una merleta de sable.

====Nitidez, uniformidad y planitud====

Los esmaltes deben ser nítidos, uniformes y planos. Muy pocas veces discutida, y nunca en todos sus aspectos, la mayoría de tratadistas marcan la importancia de seguir esta regla.

Se consigue '''nitidez''' cuidando que los esmaltes tengan intensidad cromática, o saturación, y se puedan distinguir fácilmente unos de otros. No es necesario excederse: el oro se suple con amarillo, no amarillo chillón. No en vano la tradición impuso el matiz gualdo, que llegó hasta la bandera española.

Los esmaltes han de tener '''uniformidad'''. Cada uno ha de ser del mismo matiz en todos los escudos de un armorial y en las distintas partes de cada escudo. Las heráldicas locales han ido fijando algunos, que son preferentemente usados en su zona.
*Excepción hecha del '''diapresado''', diapreado o adamascado,<ref>Matizar, del mismo esmalte u otro que se indique, en forma de arabescos o follaje. Está considerado decorativo, poco heráldico y propio de la época de decadencia. Su uso es limitado, casi reducido a heráldica italiana y germana. </ref> que pide expresamente variaciones de matiz.
*Algunas '''armas de dignidad''' e '''insignias''', como mantos, collares y condecoraciones, tienen matices concretos, como azul celeste, carmesí o grana, que son irremplazables y no coinciden con los esmaltes de muchas heráldicas.
*Penachos, bureletes, manteletes, lambrequines y similares se teñían con los esmaltes de las armas del propietario, pero '''determinados timbres''' usan a menudo una codificación que incluye pigmentos no considerados esmaltes en muchas heráldicas, aunque se parezcan a alguno, como el 'acero pulido' en yelmos. (este punto me lo voy a cargar en cuanto ponga bien las leyes de ornamentos).
*Tenantes, soportes, sostenes y otras '''alegorías''', que son aportaciones de la heráldica posterior, pueden necesitar matices distintos a los heráldicos.

No pocos tratadistas insisten en la '''planitud''', añadiendo el término en definiciones, aún cuando alguno lo discuta. En los escudos de batalla se pintaba cada esmalte en un único matiz. No se aplicaban delicados relieves o pesadas decoraciones. Su representación no debe matizar sombras y relieves propios del blasón, aunque sí los pueda mostrar del soporte. [[File:Armorial Wijnbergen.jpg|thumb|Armorial Wijnbergen, s. &nbspXIII.]]
*Exceptuando algunas divisas, los '''ornamentos exteriores''' no representan dibujos plasmados en un escudo. Incluso pueden necesitar, para su correcto entendimiento, que el artista o artesano les provea de relieve o profundidad.
La representación ideal no lleva trazos ni sombras silueteando las figuras ni matizando detalles interiores; solo su sustitución por grabados, o en tallas y demás, por motivos evidebtes. Los esmaltes nítidos contrastan entre sí sin problema, los no requeridos restan contraste y nitidez.
*Cuando son deseados se citan expresamente, para incluirlos respetando la pureza heráldica. De otra forma no tendrían razón de ser, ni diferenciarían blasones, los '''términos que los piden''': mazonado, fileteado, reumplido, resarcetado, etc.
*Tampoco están sujetos a normas de esmaltes las '''cartelas''' con motes, lemas, gritos de guerra, divisas o emblemas escritos, títulos, o nombres propietarios.

No obstante, suele haber una fuerte recomendación de que se sigan las normas siempre que sea posible, tanto por la armonía del conjunto como por dotarle de la fuerza que tiene el estilo heráldico.

===Referidas a figuras===

Las figuras o cargos son dos clases: Las '''piezas''' son clasificadas de diversas formas por los tratadistas. <ref>Aproximadamente: “de honor” o “de primer orden”; “menos honorables“ o “disminuidas”; “seantes” a veces incluyen a las anteriores, o “de segundo orden”; y repetidas: “diseminadas” y “seantes particiones”. </ref> Su característica común es la forma geométrica y no figurada, aunque el nombre pueda recordar su forma. Por ejemplo faja, banda, palo, tenaza o bezante. Los '''muebles''' son el resto de figuras dentro del escudo. Son figuraciones de lo que nombran, aunque sean producto de la imaginación. Por ejemplo águila, árbol, castillo, estrella, dragón o puig-floré.

====Estilización y expresión====

Cumpliendo con el propósito inicial se desarrolló la '''estilización''' heráldica, convirtiéndola en ley. Simplifica contornos y amplifica los detalles diferenciadores de los muebles. Acentúa cabezas y colas de cuadrúpedos, picos de aves, garras de predadores, frutos y hojas de vegetales y, en general, cualquier detalle característico.

Tratándose de guerreros, no extraña que la rudeza y agresividad en los gestos sea parte del estilo. Son feroces '''expresiones''' de fauces abiertas, dientes acerados con enormes colmillos, y grandes ojos fieros, de pupilas dilatadas. Las posturas tensas y amenazantes, con pechos y extremidades fuertes y abdómenes finos, fijaron estándares como el [[León (heráldica)|león rampante]].

Frecuentemente los machos de mamíferos animales muestran su '''virilidad''', con genitales bien desarrollados y de otro esmalte, sin aportar carga negativa. Por ejemplo el de los reyes de León, que pasó al de España. Incluso puede ser necesario, caso del toro por el buey, y está más relacionado con las virtudes propias de aquella moral que con el sexo en sí.

====Plenitud y simetría====

Ley ligada tanto al propósito original -las figuras pequeñas no se distinguen- como al “hórror vacui”, equilibrio y características del arte de otras épocas.

Por la '''plenitud''', las figuras han de extenderse hasta el límite del espacio que tienen asignado, sin tocarlo, incluso adaptándose al mismo cuando su naturaleza se lo permite. Tampoco han de tocar otras figuras.
*La mayoría de las''' piezas''' sí toca los bordes del escudo o partición donde están, y si no es así hay que especificarlo.
*Los sembrados y las piezas diseminadas, muestran '''partes cortadas''' por los bordes del espacio asignado. Así como todas las que corta un dimidiado o que están debajo de otras, resultado de brochantes, resaltadas, acamadas, o por estar acoladas, etc.
*Los muebles que salen de los laterales del escudo, partición o pieza en la que están como movientes, nacientes o similares quedan excusadas con estos '''términos'''. Así como los que especifican piezas que se tocan, como cimado, sostenido, sumado o acolados.

'''Simetría''' es que aquellas partes del diseño que sean las mismas, han de ser iguales en lo posible. Por ejemplo, en un escudo con dos calderas -Lara, Guzmán, Collado... – las dos deben ser iguales. Las áreas de las piezas han de ser iguales a los espacios que dejan.
*Cuando hay tres figuras '''bien ordenadas''', la tradición impone que la plenitud prevalezca sobre la simetría, permitiendo que la de punta –abajo- sea más grande.

En casos puntuales afecta a la posición habitual, recomendándose que, en parejas de muebles iguales, estos queden afrontados aunque no se especifique.

En cada figura, las partes que sean lo mismo han de ser simétricas. Por ejemplo las alas de un águila.

===Referidas a ornamentos exteriores===

*Propiedad. Regla o ley?, pero ha sido contemplada como ley en la normativa legal de varios países, y nombrada como tal por los profesionales.
*Ropas veras. Regla. Lambrequines, penachos y similares con los mismos esmaltes.

(ya sé que falta mucho, poco a poco)


==Véase también==
==Véase también==

Revisión del 09:25 21 jul 2011

Las leyes heráldicas son preceptos que deben tenerse en cuenta tanto en la composición y representación de armerías como al blasonar.

Desde la antigüedad, muchos son los pueblos cuyos guerreros pintaban signos en sus escudos. Estas representaciones no forman parte de la heráldica, entre otros motivos porque no conocemos la normalización a la que pudieran estar sujetos. Por tanto, estas leyes definen en parte la heráldica y se cumplen en cualquier escuela o nacionalidad donde está presente, desde que fueron fijadas hasta la actualidad.

Origen

Las explicaciones de los tratadistas sobre los fundamentos de estas leyes muestran un doble origen.

Las primeras nacen con la heráldica, de su eficacia ante el propósito original, que es la identificación en combate. Las defensas cubrían ya la totalidad del guerrero, haciéndolo irreconocible. También dificultaban la visión en un entorno confuso y apresurado. Se necesitaba identificaciones rápidas a cierta distancia, entre el polvo y ajetreo de un enfrentamiento, exigiendo señales inconfundibles.

El éxito de la fórmula pasó prontamente a donde ya se representaban escudos físicos, como sellos, o añadió el guerrero escudo donde existía el signo pre-heráldico, extendiéndolo por toda Europa en el siglo XII. Desciende por los distintos estamentos, multiplicando el número de blasones. Se hace necesario que alguien evite suplantaciones y abusos, responsabilidad que cae en heraldos y reyes de armas. El uso de la heráldica evoluciona con los siglos, pasando a mostrar abolengo y dignidades en casi cualquier soporte, añadiendo y multiplicando elementos.

El resto de la leyes tiene origen en las nuevas necesidades. Primero de las de recopilación y transmisión de los datos. El blasonado se concentra y articula buscando concisión. Luego, las derivadas de la ampliación de elementos en las armerías.

Excepciones y trasgresiones

De plata, cruz potenzada, de oro, cantonada de cuatro crucetas de lo mismo. Tan conocido que pedir explicaciones solo mostraría ignorancia en el heraldista. De hecho, blasonado entre otras armerías simplemente se nombra: “de Jerusalén”.

Como todo código, se crea al constatar su necesidad, no antes. Algunas de sus normas son creadas cuando ya existen singularidades. Otras, cambian con las necesidades heráldicas. Esto ha hecho necesario constatar excepciones,[1]​ y obliga a blasonar aclaraciones y usar expresiones creadas al efecto, propias del lenguaje heráldico.

Las que excepcionan una ley o regla determinada se explican en su apartado, destacadas en puntos. De modo general, existen términos como ‘de enquerre’, ‘a inquirir’ o ‘de averiguar’, que se aplican a las armas o al detalle erróneo. Se resuelven de distintas maneras:

  • No había trasgresión. Indicaba un defecto, a veces importante, que debía solucionarse adecuadamente tras investigarlo. Generalmente es el esmalte -p. ej. “campo de enquerre”- por soporte deficiente o defecto de archivo, en armas frecuentemente legítimas.
  • La trasgresión queda esclarecida. Al blasonar armerías es obligado justificar aquello que contravenga las normas. Suele tratarse de una circunstancia especial en la creación del blasón, hallada tras investigarlo. Las más conocidas se dan por sobrentendidas. Por ejemplo, las armas de Jerusalén.
  • Había una trasgresión injustificable. Quedan en evidencia las llamadas ‘armas falsas’, por su origen fraudulento.

Leyes y reglas

Respetadas internacionalmente por los responsables de su cuidado, tienen principalmente carácter consuetudinario. Han sido citadas por heraldistas de distintos países, generalmente no todas juntas. Son leyes dentro de su propia ciencia o arte. Algunas sí han tenido soporte jurídico y legal, y lo tienen la adjudicación de armerías y sus profesionales, pero esto es secundario en el conjunto de normas.

Es cierto que durante la época decadente se descuidó el estilo heráldico, faltando a leyes, incluso creando complicaciones, categorías y clasificaciones sin fundamento, tanto normativas como simbológicas. Es útil a la datación, como otras características, pero no compete a este artículo. La norma posterior, inmensamente mayoritaria, es de retorno a las buenas costumbres.

Algunas han recibido mayoritariamente el calificativo de ley. Otras han sido nombradas con menor frecuencia o son discutidas en parte, así como su rigidez o flexibilidad. Aquí, se llamará ley a las que gozan de amplio consenso en su totalidad, para las demás se usará regla y en general normas, usados por diversos tratadistas.

Cada autor las ordena a su manera, o cita algunas entre sus exposiciones. La única coincidencia es la llamada “primera ley”. El orden que se dará aquí sigue un criterio de claridad y simplificación, no es rígido en absoluto. Lo mismo se ha hecho con las locuciones de encabezado, procurando usar las halladas en los escritos.

Véase también

Notas y referencias

  1. Messía de la Cerda (1990) p. 11: «Se dice, y es verdad, que la heráldica es la ciencia de las excepciones; »

Bibliografía utilizada

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