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Diferencia entre revisiones de «Bilingüismo»

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Hull et al. estudiaron la lateralización cerebral de dos lenguas y plantearon que está influida por la edad de adquisición de la L2. Los bilingües que adquieren su L2 antes de los seis años, muestran una mayor participación de ambos hemisferios, mientras el hemisferio izquierdo es dominante para las dos lenguas en aquellos que la adquieren posteriormente.<ref>Hull R, Vaid J. «Bilingual language lateralization: a metaanalytic tale of two hemispheres». ''Neuropsychologia''. 2007;45:1987—2008.</ref>
Hull et al. estudiaron la lateralización cerebral de dos lenguas y plantearon que está influida por la edad de adquisición de la L2. Los bilingües que adquieren su L2 antes de los seis años, muestran una mayor participación de ambos hemisferios, mientras el hemisferio izquierdo es dominante para las dos lenguas en aquellos que la adquieren posteriormente.<ref>Hull R, Vaid J. «Bilingual language lateralization: a metaanalytic tale of two hemispheres». ''Neuropsychologia''. 2007;45:1987—2008.</ref>


Gómez-Ruiz concluye que la más probable explicación es que las lenguas estén representadas como subsistemas microanatómicos distintos dentro de las mismas regiones cerebrales y que son independientes tanto en el campo estructural como funcional.<ref>Gómez-Ruiz, MI. «Bilinguismo y cerebro: mito y realidad». ''Neurologia'' 2010, 25(7): 443-452.</ref>
Gómez-Ruiz concluye que la más probable explicación es que las lenguas estén representadas como subsistemas microanatómicos distintos dentro de las mismas regiones cerebrales y que son independientes tanto en el campo estructural como funcional.<ref>Gómez-Ruiz, MI. «Bilingüismo y cerebro: mito y realidad». ''Neurologia'' 2010, 25(7): 443-452.</ref>


Además, traduciendo, comparado con lectura, se activa la cingulada anterior y bilateral estructuras subcorticales. Price et al. afirma que este activación está debido al más coordinación de las operaciones mentales cuando se traduce. Cuando se cambia la lengua, se observa más activación en el área de Broca y la circunvolución bilateral supramarginal. Estos áreas han estado implicados en la navegación de la ortografía a la fonología así que el procesamiento fonológico podría ser un fuente de dificultad cuando se cambia lenguas.<ref>Price CJ, Green DW, von Studnitz R. «A functional imaging study of translation and language switching». ''Brain'' 1999, 122: 2221-35.</ref>
Además, traduciendo, comparado con lectura, se activa la cingulada anterior y bilateral estructuras subcorticales. Price et al. afirma que este activación está debido al más coordinación de las operaciones mentales cuando se traduce. Cuando se cambia la lengua, se observa más activación en el área de Broca y la circunvolución bilateral supramarginal. Estos áreas han estado implicados en la navegación de la ortografía a la fonología así que el procesamiento fonológico podría ser un fuente de dificultad cuando se cambia lenguas.<ref>Price CJ, Green DW, von Studnitz R. «A functional imaging study of translation and language switching». ''Brain'' 1999, 122: 2221-35.</ref>

Revisión del 17:32 25 nov 2013

Señal bilingüe en árabe y español en Tetuán.

El bilingüismo es la capacidad de una persona para utilizar indistintamente dos lenguas en cualquier situación comunicativa y con la misma eficacia comunicativa.[1]​ Existen concepciones discrepantes sobre qué condiciones exactas deben darse para que un ser o un grupo humano, una institución o una sociedad pueda considerarse bilingüe.

En la última década el concepto de bilingüismo se enmarca en el de multilingüismo, que es la capacidad que tiene todo ser humano de aprender más de una lengua y como éstas actúan entre sí y se apoyan unas a otras en los procesos de adquisición y/o aprendizaje de las mismas.

Definiciones de bilingüismo

No es sencillo precisar y delimitar el concepto de bilingüismo. En primer lugar, con el bilingüismo se entremezclan variables de tipo geográfico, histórico, lingüístico, sociológico, político, psicológico y pedagógico (situación geográfica e histórica de la comunidad lingüística, políticas aplicadas, identidad cultural de sus miembros, modelos de enseñanza, nivel de competencia, necesidades educativas, etc.). En segundo lugar, cuando hablamos de bilingüismo nos podemos referir a una situación individual, esto es, a la forma peculiar de relación de un sujeto con y en dos lenguas o al grupo social que se relaciona utilizando o no lenguas distintas. Además, por bilingüe se puede denominar a la persona que domina a la perfección dos o más idiomas, al emigrante que se comunica en una lengua distinta a la propia (independientemente del nivel que posea) o al estudiante que realiza un curso. Cabe señalar que a lo largo del tiempo, se han usado otros términos como sinónimos: diglosia, biculturalismo, multilingüismo, que, sin embargo, poseen significados distintos, pues mientras los dos últimos conceptos hacen referencia al conocimiento y utilización de más de dos lenguas, la acepción biculturalismo lleva implícitos sentimientos de pertenencia cultural. En el caso de la diglosia, la distinción radica en la funcionalidad social que asume cada una de las dos lenguas en una comunidad.

Algunas propuestas para definir bilingüismo son las siguientes:

  • Según Yohansem: el hablante bilingüe es aquel que tiene un control nativo de dos o más lenguas.
  • Según Mackey: en una postura intermedia, define el bilingüismo como el uso alternante de dos o más lenguas por parte del mismo individuo.
  • Según M. Romero (1965): el ámbito de referencia de la lingüística como una teoría que se ocupa de "un hablante u oyente ideal, en una comunidad lingüística homogénea, que conoce su lengua a la perfección".
  • En este sentido, también coincide la definición de Bloomfield: "un dominio de dos lenguas igual que un nativo". (1933, p. 56)
  • En el otro extremo estaría la definición de Macnamara (1969): una persona puede ser calificada de bilingüe si además de las habilidades en su primera lengua tiene habilidades en una de las cuatro modalidades de la segunda lengua (hablar, entender, escribir, leer).
  • Para Weinreich (1953): "la práctica de utilizar dos lenguas de forma alternativa se denominará bilingüismo y las personas implicadas bilingües".

El nivel de competencia del bilingüe se llama el grado.

Tipos de bilingüismo

Para categorizar al bilingüe, Etxebarría Arostegui (1995: 15-18) considera tres rasgos básicos: la autonomía de los códigos, la alternancia sin problemas de los códigos y la capacidad de expresar los mismos contenidos en ambos sistemas lingüísticos.[2]

Distingue los siguientes tipos de blingüismo:[3]

Según la relación entre lenguaje y pensamiento:

  • bilingües compuestos: personas criadas desde la infancia en un entorno doméstico bilingüe.
  • bilingües coordinados: personas que aprenden el segundo idioma algo más tarde.

Según la competencia lingüística:

  • bilingües equilibrados: dominio similar de las dos lenguas.
  • bilingües dominantes: predominio de una lengua sobre la otra en cuanto a su dominio.

Según la edad de adquisición:

  • bilingües de infancia: adquisición simultánea de las dos lenguas (entorno doméstico bilingüe) o adquisición de las dos lenguas de forma consecutiva. Ejemplo de causa de esto último sería el traslado de la familia del niño a otro país.
  • bilingües de adolescencia: cuando se adquiere después de la pubertad.
  • bilingües de edad adulta: cuando se adquiere a partir de los veinte años.

Según las relaciones de estatus sociocultural de las dos lenguas:

  • bilingües aditivos: cuando las dos lenguas tienen un mismo estatus sociocultural.
  • bilingües sustractivos: cuando una de las dos lenguas posee un mayor estatus sociocultural que otra, es decir, está mejor valorada. (ver diglosia)

Según la pertenencia y la identidad culturales:

  • bilingües aculturados: aquellas personas que renuncian a su cultura de origen y adoptan la cultura de la segunda lengua.
  • bilingües monoculturales: aquellas personas que se identifican únicamente con un grupo cultural a pesar de hablar las dos lenguas.
  • bilingües biculturales: aquellas personas que se identifican positivamente con los dos grupos culturales de ambas lenguas, siendo reconocidas en dichos grupos como miembro.

Según el uso lingüístico:

  • En función de en qué ámbitos usa las lenguas (familiar, profesional, escolar, comunidades concretas, etc.).

Vez Jeremías (1988:194), a su vez, distingue tres tipos de bilingüismo:[4]

  • Bilingüismo horizontal: situaciones en que dos lenguas diferentes poseen un mismo estatus, tanto a nivel familiar como oficial.
  • Bilingüismo oficial: conocido como diglosia
  • Bilingüismo diagonal: situación en que además de la lengua oficial se utiliza un dialecto o lengua no emparentado directamente con aquella.

Bilingüismo y diglosia

  • Diferencia entre bilingüismo y diglosia:[5]​ La principal diferencia que existe entre ambos términos es a nivel de estatus sociocultural, considerando bilingüismo como la convivencia de dos lenguas en un mismo territorio, sin existencia de predominio de una sobre la otra, siendo ambas igualmente valoradas.

En contraposición, el término diglosia sería la convivencia de dos lenguas en un mismo territorio pero, en este caso, siendo una de ellas predominante sobre la otra, adquiriendo mayor prestigio y rango para asuntos de carácter oficial, quedando relegada la otra lengua a un uso familiar y cotidiano.

  • Situaciones entre bilingüismo y diglosia:

Fishman (1972:102) establece tres tipos de situaciones comunes entre el bilingüismo y la diglosia:

  1. Situaciones de bilingüismo y diglosia de forma estable: puede verse en países con varias lenguas oficiales, como Suiza, donde la situación lingüística es muy estable.
  2. Situaciones donde hay bilingüismo pero sin diglosia: cuando no hay una clara separación funcional del uso de las lenguas y la situación no es estable; entonces se tiende al monolingüismo. Ejemplo de estas situaciones sería el de inmigrantes en países ricos, provenientes de países pobres, donde pueden llegar a dejar de hablar su lengua materna.
  3. Situaciones de diglosia sin bilingüismo: cuando dos grupos sin conexión social mantienen separadas las lenguas propias. Es el caso del inglés en la India durante la época colonial, que no llegó a extenderse a las castas bajas.

Bilingüismo y educación

En contextos donde encontramos lenguas y culturas diferentes, los sistemas educativos realizan programas de educación bilingüe. Entendemos por educación bilingüe como aquella enseñanza que es impartida en dos o más lenguas, de las cuales una es la lengua materna del alumno (L1). Los programas bilingües deberán garantizar la enseñanza/aprendizaje de una lengua en otras materias del currículum escolar como lengua vehicular de contenidos. El objetivo fundamental de la educación bilingüe es el mantenimiento de la L1, fomentando su dominio, y la adquisición de un alto nivel de competencia de la L2.[6]

Tipos de programas bilingües

Según Joaquín Arnau (1992), la combinación de las variables lengua y cultura, medio de educación y objetivos lingüísticos y sociales que persiguen da lugar a cuatro tipos específicos de programas:[7]

  • Programas de segregación: En estos programas, se utiliza la L1 como lengua de instrucción, quedando relegada la L2 como materia del currículum, lengua extranjera, siendo impartida durante un determinado número de horas a la semana.
  • Programas de submersión:[8]​ En estos programas, los alumnos, cuya L1 es diferente al resto, tienen como lengua de instrucción y de contenidos otra lengua, L2, alejando, al cabo del tiempo, a los alumnos de su entorno cultural y de su propia lengua.
  • Programas de inmersión:[9]​ Son programas de enseñanza en los que la L2 es impartida en todas o la mayoría de las materias escolares durante cierto tiempo. Estos programas están dirigidos a alumnos que que tienen una L1 considerada mayoritaria. El objetivo que persigue estos programas es el bilingüismo y biculturalismo ya que al conocimiento de su propia lengua y cultura se le añade el conocimiento de otra lengua de forma natural.
  • Programas de mantenimiento: Estos programas están enfocados en conseguir el aprendizaje de la L2 con el mantenimiento de la propia (L1) para garantizar su supervivencia. Para ello utilizan como lengua de instrucción la L1 y, progresivamente, se va introduciendo la L2 de tal forma que se logre impartir el Currículum en las dos lenguas hasta finalizar el periodo escolar. Al igual que con los programas de inmersión, estos también están encaminados a conseguir el bilingüismo y la biculturalidad.

Bilingüismo y psicología

El bilingüismo es un tema de pertinente actualidad en el ámbito de la psicología y de la educación desde hace más de veinte años, aunque la competencia lingüística de los bilingües ha sido a través del tiempo, y muy especialmente en el siglo XX, un tema de preocupación, interés y estudio por parte de lingüistas, pedagogos, maestros, sociólogos, psicólogos y políticos. Por otro lado, se trata de un fenómeno predominante en todo el mundo, siendo fundamentalmente tres, los hechos que han contribuido a esta realidad:

El propio desarrollo de la investigación psicológica en este campo, preferentemente de los modelos psicolingüísticos y de la preocupación por el desarrollo de los procesos cognitivos.

Bilingüismo y el cerebro

La ciencia de bilingüismo ha sido estudiada por muchos investigadores, especialmente por Bialystok y colegas,[10]​ para entender los circuitos neurológicos involucrados en el control y producción de las lenguas. Los resultados presentan diferentes explicaciones e indican que muchos factores contribuyen a las diferencias en cada persona. Al contrario de lo que muchos pensaban, que las dos lenguas están procesadas en diferentes partes del cerebro, la evidencia actual presenta que la primera lengua (L1) y la segunda lengua (L2) están procesadas por las mismas partes del cerebro. Las diferencias en la representación entre las lenguas tienen origen en factores como la edad de adquisición y el nivel de exposición a la lengua.

Una teoría de la adquisición de la L2 afirma que la adquisición depende de diferentes mecanismos y estructuras cerebrales que los usados en la adquisición de la L1. El conocimiento gramatical de la L2 es declarativo mientras que el de la L1 es implícito. Sin embargo, el conocimiento léxico está representado en el sistema de memoria declarativo para ambas lenguas. Los dos tipos de conocimiento están procesados en diferentes partes del cerebro (un circuito del ganglio basal frontal del hemisferio izquierdo para conocimiento implícito y áreas para lenguas en el lóbulo temporal del hemisferio izquierdo para conocimiento declarativo). Entonces, esta hipótesis de Ullman afirma que la adquisición de L2 depende de estructuras y mecanismos diferentes que la L1.[11]

Investigaciones con técnicas de diagnóstico por imagen para el estudio del cerebro bilingüe ofrecen la oportunidad para evaluar las estructuras que representan la L2. Los resultados han contradicho la hipótesis de Ullman porque las estructuras cerebrales usadas en el procesamiento gramatical, incluyendo el área de Broca y el ganglio basal, son las mismas para L1 y L2. La activación adicional se ha visto en los bilingües con menos competencia o adquisición posterior.[12]

Se puede adquirir la segunda lengua en cualquier edad, pero el nivel de competencia cuando se adquiere posteriormente (después de seis años) es reducido. En pruebas de gramática, no se observa ninguna diferencia entre la L1 y la L2 en bilingües con un buen nivel de competencia, pero en bilingües con posterior adquisición con igual nivel de competencia, se observa que necesitan activar adicionalmente recursos neurales. Para el grupo con posterior adquisición, la diferencia estaba en el área de Broca. Sin embargo, en los dos grupos, las pruebas de semántica muestran igual activación para L1 y L2. En otra investigación de Sakai y cols., usando resonancia magnética funcional (fMRI), encontraron que la adquisición de competencia gramática en gemelos bilingües con adquisición posterior está realizada por el mismo sistema neural que se usa para la competencia gramática de L1.[13]

Ojemann y Whitaker estudiaron el rendimiento de denominación de lenguas en dos pacientes bilingües. Los autores aplicaron la estimulación eléctrica cortical y encontraron que las áreas cerebrales dentro del hemisferio izquierdo (HI) (área de Broca y lóbulo parietal inferior) afectaban de manera similar a ambas lenguas. En los dos casos, la representación de la L2 fue mayor que la primera. Concluyeron que los resultados dependen del grado de dominio de cada lengua. Con un menor conocimiento de una lengua, mayor será el espacio que requiera en el cerebro.[14]​ Esta observación se ha visto en estudios posteriores. Se atribuyen los resultados al grado de automatización de cada lengua. Necesitará mayor superficie cerebral para la representación de la lengua con menos automatización.

Hull et al. estudiaron la lateralización cerebral de dos lenguas y plantearon que está influida por la edad de adquisición de la L2. Los bilingües que adquieren su L2 antes de los seis años, muestran una mayor participación de ambos hemisferios, mientras el hemisferio izquierdo es dominante para las dos lenguas en aquellos que la adquieren posteriormente.[15]

Gómez-Ruiz concluye que la más probable explicación es que las lenguas estén representadas como subsistemas microanatómicos distintos dentro de las mismas regiones cerebrales y que son independientes tanto en el campo estructural como funcional.[16]

Además, traduciendo, comparado con lectura, se activa la cingulada anterior y bilateral estructuras subcorticales. Price et al. afirma que este activación está debido al más coordinación de las operaciones mentales cuando se traduce. Cuando se cambia la lengua, se observa más activación en el área de Broca y la circunvolución bilateral supramarginal. Estos áreas han estado implicados en la navegación de la ortografía a la fonología así que el procesamiento fonológico podría ser un fuente de dificultad cuando se cambia lenguas.[17]

Bilingüismo y control ejecutivo

Estudios realizados a finales siglo XX señalaban al bilingüismo como un factor responsable de un menor desempeño cognoscitivo, académico y sobre todo lingüístico. Hasta la primera mitad del siglo XX, numerosos lingüistas realizaron estudios con hablantes cuya edad no superaba la franja en la que se sitúa la pubertad (esto es debido a que a partir de la adolescencia, la capacidad de adquisición de una lengua disminuye). La conclusión compartida por la gran mayoría residia en que la agilidad mental y capacidad intelectual de los hablantes monolingües estaba más desarrollada que la de los bilingües; sin embargo, investigaciones más actualizadas han encontrado que el bilingüismo supone más bien una razón de mejora cognitiva y académica.[10]

En 1962, un estudio publicado por los autores Peal y Lambert supuso una crítica tenaz sobre todas las teorías que los lingüistas anteriores habían elaborado sobre el bilingüismo. En su trabajo, no sólo negaron la idea de que el bilingüismo supusiese un degeneramiento en la capacidad intelectual del hablante -atribuyéndolo a una gran cantidad de errores en la metodología de los estudios realizados-, sino que ellos mismos realizaron un experimento sobre niños bilingues de inglés y francés en los que demostraban que uno de los pocos factores negativos que eran ciertos de los trabajos anteriores estaba relacionado con una mayor agilidad con la relación de conceptos y procesamiento de información. Esto es debido a que al poseer más de una lengua, la mente del bilingüe abarca una mayor cantidad de palabras asociadas a un mismo concepto que un monolingüe, por lo que el tiempo de la asociación cognitiva entre la idea y la palabra que lo representa es un poco mayor.

Hay una gran cantidad de autores que plantearon diversas teorías para intentar demostrar que, en última instancia, el bilingüismo supone un factor más beneficioso para el desarrollo intelectual que el hablar una sola lengua. Por ejemplo, Arsenian (1937) establece que el dominar una lengua supone disponer de una realidad individual; por lo tanto, según nuestro cerebro vaya adquiriendo un mayor número de lenguas, el número de realidades de las que dispongamos en nuestro cerebro será también superior. Por otro lado, Leopold (1949), argumenta que la ventaja de un hablante bilingüe reside en que, al tener una gran cantidad de palabras para un mismo concepto, aprenderá a centrar su atención en el contenido del mensaje, restando menos importancia al significante que lo represente. Este es un claro ejemplo de la ruptura de la teoría que sostiene que el lenguaje y el pensamiento están directamente ligados.

Si bien es un hecho comprobado que los niños bilingües tienen competencias más pobres en áreas relacionadas al lenguaje que los monolingües,[18]​ esto pierde validez al combinar los resultados del desempeño en las L1 y L2 que manejan los bilingües. Los trabajos de Bialystok y colegas han dado evidencia de que la necesidad de controlar interferencias en los dos idiomas a un tiempo (puesto que en tanto L1 y L2 son activadas al unísono en la corteza) resulta en un aumento de las capacidades de control inhibitorio de la atención ejecutiva[19][20]​ Esta mejora de las capacidades cognocitivas se extiende hasta la adultez y se ha relacionado como un factor de reserva cognitiva en la vejez, con pruebas de demora de la edad de inicio de la Enfermedad de Alzheimer de entre cuatro y cinco años.[21][22]

Esto es debido al constructo del control bilingüe de la interferencia entre L1 y L2, que es un mecanismo hipotético de control constante que resuelve la competición de la activación de una lengua sobre la otra y permitir el uso de una sólo lengua en el contexto correcto.[23]

Bilingüismo y política

El resurgir político de los nacionalismos y, con ellos, de la reivindicación de las lenguas nacionales a menudo “ahogadas” por la fuerza de las lenguas de los Estados; así como las resistencias de los poderes centralistas al ver desplazada una lengua de un territorio en el que había conseguido una fuerte implantación.

Los movimientos migratorios y las sociedades multiculturales, que como consecuencia de ello emergen en Estados Unidos y Europa principalmente. Los grupos sociales, a medida que crecen en número y en tiempo de asentamiento reivindican cada vez más, el respeto a su propia lengua y cultura por parte de los países acogedores.

Además de estos tres, existe una interrelación geográfica que se debe al desarrollo de los transportes y medios de comunicación, que hace que los contactos interculturales sean cada vez más frecuentes. Grandes masas de población, por motivos laborales o turísticos, se desplazan de una zona a otra conservando su propia lengua y entran en contacto con otra cultura de lengua distinta. Unas veces por tiempos muy limitados, otras de forma casi permanente. Aparecen factores económicos mundiales que han puesto de relieve la importancia que tiene el conocimiento de algunas lenguas, (que resultan imprescindibles para la comunicación), hasta tal punto que en estos momentos, en muchos ámbitos laborales, se hace necesario. Todos estos hechos convierten el tema del bilingüismo en uno de los ámbitos de investigación más controvertidos de la psicología, la sociología y la educación.

Precisiones del concepto

Asimismo, el concepto de bilingüismo, además de ser un término poco unívoco, no es algo estático, sino que ha evolucionado y evoluciona a través del tiempo con gran dinamismo. Por esta razón, las definiciones están continuamente transformándose o remodelándose desde las perspectivas diferentes según sea el campo de estudio o la especialización desde la que se aborde.

He aquí algunas definiciones:

  • “El bilingüismo es el uso habitual de dos lenguas en una misma región o por una misma persona."
  • “Capacidad de un individuo de expresarse en una segunda lengua respetando los conceptos y las estructuras propias de la misma”. (Titone, R. 1976).
  • “Bilingüe es aquella persona que es capaz de codificar y decodificar en cualquier grado, señales lingüísticas provenientes de dos idiomas diferentes”. (Blanco, A. 1981, p.51)
  • “Aptitud del hablante para utilizar indistintivamente dos lenguas. Por extensión, dícese de la condición sociolingüística por la que una comunidad emplea dos lenguas distintas para cubrir exactamente los mismos cometidos comunicativos colectivos y privados”. (Cerdá Massó, R. 1986).

Desde una vertiente sociológica, el concepto de bilingüismo se fundamenta en la relación que se establece entre grupo social y lenguaje, que es la adoptada por Van Overbeke en su definición.

Desde una concepción más psicológica del concepto, encontramos las definiciones de Blanco y Titone, y desde un ámbito interdisciplinario, se encontraría la definición de Cerdá Massó, ya que de la definición extraída de su diccionario se desprenden tres vertientes: la psicológica (aptitud del hablante para expresarse de una manera fácil), la socióloga (el empleo de dos lenguas distintas por una comunidad o conjunto de problemas lingüísticos, psicológicos y sociales que se plantean a esos habitantes), y la lingüística ( expresarse correctamente).

¿Cuántos niveles de bilingüismo se pueden distinguir? Dos, según se analice desde una dimensión personal o desde una vertiente social, o sea, el bilingüismo individual y bilingüismo social. Esta dimensión designa coexistencia de dos lenguas habladas por dos grupos sociales, o la cualidad que un individuo tiene para hablarlas con fluidez. Esta diferenciación se encuentra en la definición que realiza Van Overbeke.

Cuando se habla de bilingüismo individual, nos referimos al conocimiento y dominio que una persona tiene de dos lenguas; al uso que un individuo hace de las mismas; a los factores que intervienen en el proceso de adquisición, y a las variables entre individuo, medio y lengua.

Desde el punto de vista social, es necesario hacer una breve referencia a algunas situaciones políticas que han generado un tratamiento y una consideración específica hacia las lenguas. Entre ellas, cabe señalar las consecuencias sociolingüísticas que tuvo la colonización europea en el continente asiático y africano, ya que en bastantes casos desaparecieron grupos con lenguas y culturas propias al quedar asimiladas por la metrópoli correspondiente.

También es obligado hacer referencias a aquellas otras situaciones generales como consecuencias de la prohibición de uso de lenguas propias en una comunidad o región. Por ejemplo, en 1939 en Cataluña, se prohíbe la utilización del catalán en la vida cultural y administrativa; escuelas, centros oficiales y administrativos. Otra modalidad de bilingüismo social, hoy en auge, es la que deriva de los contactos internacionales de países entre sí, que hacen indispensable el aprendizaje de lenguas para poder comunicarse. Por ello, los países han introducido en sus sistemas educativos el aprendizaje de otras lenguas.

Existen otras situaciones bilingües que se originan a causa de las migraciones a otros países más industrializados en busca de una mejora económico- laboral. Esto provoca un bilingüismo forzoso, aunque el nivel que se adquiera en la lengua del país de acogida sea básico para poder mantener una comunicación elemental.

Características del hablante bilingüe

Las características del bilingüismo son:

  • Función: los usos que da el bilingüe a los idiomas implicados.
  • Alternancia: hasta qué punto el bilingüe alterna entre idiomas.
  • Interferencia: hasta qué punto el bilingüe consigue separar esos idiomas.

Ámbitos

El bilingüismo se puede referir a cuatro fenómenos diferentes:

  • bilingüismo a nivel personal («Juan es bilingüe».)
  • bilingüismo a nivel social, regional o nacional («Canadá es bilingüe».)
  • bilingüismo a nivel de interacciones (un sueco y un noruego que se comunican en dos idiomas)
  • bilingüismo a nivel educativo (programa de bilingüismo, escuela bilingüe, enfoque CLIL)

Teorías

Además, existen diversas teorías sobre la aceptación de este fenómeno mundial:

Grosjean (1982) "más de la mitad de la población mundial es bilingüe".

Mackey (1967) "el bilingüismo, más que algo excepcional, constituye una problemática que afecta a más de la mitad de la población mundial".

Representación mental del bilingüe: (pensamiento)

Weinreich (1953) distinguía tres tipos de bilingüismo:

Bilingüismo coordinado: las palabras equivalentes en dos lenguas se refieren a conceptos diferentes o tienen significados ligeramente diferentes.

Bilingüismo compuesto: las dos formas tienen un significado idéntico.

Bilingüismo subordinado: una lengua es la dominante y las palabras de la lengua no dominante se interpretan a través de las palabras de la lengua dominante.

Bilingüismo a nivel personal

Una persona bilingüe, dentro del sentido más amplio de la definición, es aquella que puede comunicarse en más de una lengua. El bilingüismo puede ser activo (a nivel oral y escrito) o pasivo (a nivel de la comprensión oral y de la lectura). El término trilingüe es empleado para describir las situaciones comparables en donde se ven implicadas tres lenguas.

Una persona bilingüe puede ser definida como alguien que es capaz de expresarse perfectamente en dos idiomas. Por el contrario, el concepto de bilingüismo también puede definirse como aquella persona que puede comunicarse (con errores de los dos idiomas) en dos lenguas.

Los hablantes bilingües competentes, han adquirido y mantenido al menos una lengua durante la infancia, la primera lengua (L1). Las primeras lenguas (conocidas también como lengua materna) son adquiridas sin un aprendizaje convencional, por vía de la adquisición. En muy pocas ocasiones pueden encontrarse niños que hayan tenido dos lenguas maternas en su infancia.

Bilingüismo a nivel de sociedades

Señalización trilingüe en la estación de ferrocarril de Tirusulam (Chennai, Tamil Nadu). La parte superior está en alfabeto tamil, la parte central en alfabeto latino y la parte inferior en devanagari (hindi).

Una sociedad bilingüe es aquella en la que existen dos idiomas en un mismo territorio.

  • Diglosia: cuando hay dos (o más) idiomas en una región y uno de ellos es más prestigioso que el otro.
  • Equilingüismo: cuando ambos idiomas son usados en todas circunstancias y la mayoría de los hablantes son bilingües.

Bilingüismo a nivel educativo

La investigación en lingüística aplicada en los últimos 10 años demuestra que el aprendizaje de lenguas a través de contenidos, el llamado enfoque CLIL, en el seno de la escuela, lleva a más éxito que la mera y aislada enseñanza de los idiomas en currículos funcionales, donde el contexto real de la lengua ha de inventarse. En este sentido son muchas autoridades educativas las que se están planteando la introducción de modelos educativos llamados bilingües, bajo el paraguas del multilingüismo, en los que la lengua se muestra a partir de contenidos (en las materias comunes como historia o ciencias), donde encuentra, por una parte la motivación del alumno de hacer algo práctico, y por otra la lengua es auténtica. El enfoque CLIL también demuestra que la elaboración de un currículum integrado de las lenguas y materias no lingüísticas en la escuela aprovecha las estrategias y destrezas desarrolladas en una lengua o en una materia común para facilitar el aprendizaje de otras.

La interferencia de lenguas: el espanglish

El espanglish,[24][25]​ mezcla de español e inglés, es uno de los ejemplos en la actualidad más representativos de interferencia de dos lenguas en uso en una misma comunidad de hablantes.

Se llama así a la lengua de los hablantes emigrantes de origen hispano en Estados Unidos, particularmente en el sur de este país. Se trata de comunidades numerosas, lo que permite que conserven su lengua materna, usada principalmente con carácter familiar y social. Sin embargo, la lengua dominante, económicamente hablando, es el inglés. Es por eso que, para trabajar e insertarse en la sociedad, deben aprender esta lengua. Las nuevas generaciones aprenden inglés en las escuelas y acaban siendo prácticamente bilingües. Sin embargo, las generaciones anteriores, debido por la edad, aprenden un inglés práctico que les permita comunicarse en situaciones laborales o de emergencia. Es así como nace el spanglish.

La mezcla de idiomas da lugar a un reparto del vocabulario en función del ámbito de referencia, nombrando ciertas cosas con términos ingleses y/o, en otro caso, utilizando las formas españolas.

Regiones multilingües

(La lista que sigue está incompleta)

África

La mayoría de los países utilizan un idioma autóctono y un idioma colonial.

América

Asia

Europa

Oceanía

Véase también

Referencias

  1. Etxebarría Arostegui, Maitena (1995): El bilingüismo en el estado español. Bilbao: FBV: 15-18
  2. Martín Vegas, R. A. (2009). Manual de didáctica de la lengua y la literatura. Madrid Síntesis.
  3. Riley, P. y Harding, E. (2003). La familia Bilingüe. 2ª edición. Ed. Cambridge
  4. Martín Vegas (2009:73)
  5. Martín Vegas, R. A. (2009:70-75)
  6. Marco López, A. Bilingüismo y educación.
  7. Arnau, J. (1992). Educación Bilingüe. Modelos y principios psicopedagógicos en la Educación Bilingüe. Ice, Universitat de Barcelona
  8. Vila, I. (2004). Lengua, escuela e inmigración. Universitat de Girona Departament de Psicología.
  9. Ignasi Vila (2004)
  10. a b Bialystok, E., Craik, F. I. M., & Luk, G. «Bilingualism: consequences for mind and brain». Trends in Cognitive Sciences, (2012) 16(4), 240–250. doi:10.1016/j.tics.2012.03.001.
  11. Ullman MT: A neurocognitive perspective on language: the declarative/procedural model. Nat Rev Neurosci 2001, 2:717-726.
  12. Perani D, Abutalebi J. «The neural basis of first and second language processing». Current Opinion in Neurobiology 2005, 15: 202-206.
  13. Sakai KL, Miura K, Narafu N, Muraishi Y: «Correlated functional changes of the prefrontal cortex in twins induced by classroom education of second language». Cereb Cortex 2004, 14:1233-1239.
  14. Ojemann GA, Whitaker HA. «The bilingual brain». Arch Neurol. 1978;35:409—12.
  15. Hull R, Vaid J. «Bilingual language lateralization: a metaanalytic tale of two hemispheres». Neuropsychologia. 2007;45:1987—2008.
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