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Diferencia entre revisiones de «Ateísmo»

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Este ateísmo no niega explícitamente la existencia de los dioses, sino que niega únicamente el conocimiento de su existencia, y la considera posible. Los ateos agnósticos a menudo argumentan que la [[carga de la prueba]] recae sobre quién afirma algo, y no sobre quién deja de creerlo. En consiguiente, la negación de la existencia de dioses requiere de una prueba tanto como lo requiere la afirmación de su existencia.
Este ateísmo no niega explícitamente la existencia de los dioses, sino que niega únicamente el conocimiento de su existencia, y la considera posible. Los ateos agnósticos a menudo argumentan que la [[carga de la prueba]] recae sobre quién afirma algo, y no sobre quién deja de creerlo. Por consiguiente, la negación de la existencia de dioses requiere de una prueba tanto como lo requiere la afirmación de su existencia.


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Revisión del 14:54 27 feb 2007

Baron d'Holbach
Karl Marx

El término ateísmo, en su noción etimológica se refiere a la falta de creencia en la existencia de cualquier dios, que es la definición más aceptada en el ámbito filosófico. Sin embargo existen otras definiciones más o menos amplias del término, en su mayoría surgidas de la cultura popular.

El término proviene del adjetivo griego αθεος (azeós), que significaba ‘sin dios’ (en cualquiera de los dos sentidos, de no creer en uno o más dioses o de no venerarlos debidamente); siendo a la partícula negativa ‘no’ o ‘sin’ y theós: ‘dios’ (literalmente Zeus).

Dentro de esta definición son ateas tanto las personas que niegan la existencia de dioses, como las que sin creer en dios alguno, no niegan su existencia. Sin embargo una noción frecuente de la palabra excluye a éstos últimos, diferenciándolos como agnósticos, y considerando ateos sólo a quienes niegan explícitamente la existencia de todo dios. Muchos autodenominados agnósticos se niegan a reconocerse como ateos.

En su sentido filosófico más estricto, el ateísmo incluye a aquellas personas que declaran no creer en ningún dios determinado (como Brahma o Alá) pero cree en lo sobrenatural, como el Ki japonés o la astrología. Es importante distinguir el ateísmo de la falta de religión, ya que existen religiones que niegan o no mencionan la existencia de dios alguno, y que por consiguiente, son ateas. Sin embargo, en el uso popular de la palabra estas personas estan excluidas, ya que la cultura popular considera a veces al ateísmo como sinónimo de escepticismo científico.

A pesar del surgimiento de elementos religiosos en la conducta de los ateos, y de las comunidades ateas, es importante resaltar que el ateísmo no es una religión por sí mismo, sino una postura filosófica respecto a la existencia de dioses.

Historia del término

El término ateo tuvo su primer uso en la Roma antigua, para designar a todo aquel que no creyera en los dioses del panteón romano, en particular a los cristianos.

A raíz de la confluencia de las religiones en el mundo el sentido etimológico de la palabra tomó todo su significado para aplicarse a todos los dioses, ya que parecía injusto designar ateos a quienes creían en cierto dios, razón por la cual el término se limitó a las personas que no creyesen en ningún dios. Actualmente ya no se usa el adjetivo ateo para designar a los que no creen en unos dioses aunque crean en otros.

Tipos de ateísmo

El ateísmo se distingue claramente del teísmo por la no creencia en la existencia de dioses. Sin embargo, la variedad y la mezcla de corrientes filosóficas ateas hace difícil una categorización efectiva. A continuación, una categorización según criterios mutuamente excluyentes. A menudo los adjetivos que se adjuntan a la palabra ateísmo tienen una connotación filosófica que convalida o perjudica la validez de la postura en cuestión, y distintos adjetivos son usados a menudo por distintas personas para dar una ventaja teórica a su propia postura. Aquí se mencionan todos los nombres que se dan a las distintas posturas.

Ateísmo fuerte o positivo

Este ateísmo se caracteriza por la negación categórica de la existencia de dioses. Muchas veces argumenta en contra de la existencia de dioses, encontrando explicaciones, sociológicas, psicológicas, y/o históricas para el teísmo, distintas de la existencia de dioses. Este es el caso del marxismo. A menudo también parte del supuesto de que no se debe conceder visos de posibilidad a una proposición arbitraria como la existencia de un dios.

Ateísmo agnóstico, débil o escéptico

Este ateísmo no niega explícitamente la existencia de los dioses, sino que niega únicamente el conocimiento de su existencia, y la considera posible. Los ateos agnósticos a menudo argumentan que la carga de la prueba recae sobre quién afirma algo, y no sobre quién deja de creerlo. Por consiguiente, la negación de la existencia de dioses requiere de una prueba tanto como lo requiere la afirmación de su existencia.

Esta forma de ateísmo agnóstico afirma que no sólo es desconocida la existencia de Dioses, sino que es imposible de conocer, debido a lo sobrenatural e inalcanzable de la idea de éstos.

Estas personas afirman que a pesar de la falta de conocimiento sobre la existencia de Dioses, no hay razón para pensar que éste conocimiento sea inalcanzable. Este tipo de ateísmo se divide a su vez según se considere que el conocimiento sobre la existencia de Dioses sea interesante:

  • Ateísmo Agnóstico débil e interesado, es aquel que considera que el conocimiento sobre la existencia de dios es interesante y relevante.
  • Ateísmo Agnóstico débil y apático, que considera que el conocimiento de la existencia de Dios no es interesante ni relevante. Esta forma de agnosticismo puede derivarse de razones filosóficas o de la mera indiferencia del individuo por lo sobrenatural.

Discusión teística

La discusión en torno a la existencia de deidades, ha sido siempre en torno a argumentos a favor o en contra de la misma. En el contexto contemporáneo, y en Occidente ésta discusión suele centrarse en torno al Dios judeo-cristiano. Sobre quien tratan la mayoría de las argumentaciones en el contexto antes mencionado:

Historia del ateísmo

No ha existido ningún periodo cultural donde todas las personas compartieran su creencia en dioses o fuerzas sobrenaturales (su modelo del mundo). Las opiniones religiosas han tenido generalmente una posición fuerte en sus sociedades y sus oponentes no han tenido siempre la oportunidad de expresar sus puntos de vista en público. Por ello es raro encontrar puntos de vista ateos en la historia oficial.

Tiene relevancia la escuela Charvaka, por el nombre de su fundador, una escuela surgida en la India en torno al siglo VI a. e. c., que defendía una interpretación filosóficamente atea y materialista del mundo, y cuya interpretación del origen de la religión y del papel del clero se parece a la del ateísmo occidental moderno, igualmente enfrentado con iglesias poderosas y fuertemente organizadas. Sus escritos fueron destruidos de manera sistemática y sólo han sobrevivido fragmentos enmarcados en textos hostiles.

En la antigua Grecia vivieron muchos filósofos ateos que no aprobaban la religión que dominaba su propia sociedad. La mayoría tenía un modelo materialista, según el cual todas las cosas en su origen son materiales, e incluso los fenómenos «espirituales» tienen base material, por lo que no es necesario ningún dios.

En el siglo V a. e. c., el término «ateo» adquirió un significado adicional, expresando una falta total de relación con los dioses, esto es ‘negador de los dioses, incrédulo, irreligioso, antirreligioso, sacrílego’, con una connotación más parecida a nuestro término actual ‘impío’. Un término menos peyorativo en esa época (que equivaldría a nuestro actual ‘ateo’) era asebēs.

Los primeros pensadores que negaron la existencia de los dioses («ateísmo teórico»), fueron algunos sofistas griegos, siendo el primero Protágoras (quien fue exiliado de Atenas por ateo), también Diágoras de Melos y Crizias.

Se puede hablar de «ateísmo práctico» en filósofos como Demócrito (460-370 a. e. c., que fue el primero en pensar que la realidad estaba compuesta por átomos y vacío) y conocidos materialistas como Epicuro (341-270 a. e. c.) y su seguidor romano Lucrecio (98-55 a. e. c.), que aunque no negaban explícitamente la existencia de las divinidades, sostenían que no tendrían ninguna interacción con las actividades humanas.

Como sustantivo abstracto, existía también atheotēs (‘ateísmo’). El escritor y político romano Cicerón (106-43 a. e. c.) transcribió azeós al latín atheus. En las discusiones entre cristianos y «paganos» (desde el siglo II e. c.), cada grupo atribuía el término azéoi a su enemigo.

Persecución

La Edad Media fue bastante negativa a las opiniones ateas, y la crítica a la religión dominante se castigaba duramente, muchas veces con la muerte. (Véase Santa Inquisición.) Por ello no se han documentado casos significativos de ateísmo en esa época.

En la Europa medieval e incluso hasta el siglo XVIII, el ateísmo fue considerado inmoral y generalmente criminal. Los ateos podían ser condenados a la hoguera especialmente en los países donde operaba la Inquisición católica.

Mientras que los protestantes y muchos otros sufrían discriminación y persecución por parte de la Iglesia Católica dominante, Juan Calvino (1509-1564, creador del calvinismo) estaba a favor de quemar a los ateos y herejes.

Los cazadores de brujas y la Inquisición estaban más que dispuestos a torturar y ejecutar a los que consideraban ateos, herejes o brujas.

En algunas culturas, promocionar el ateísmo ha sido criminalizado, e incluso hoy en día muchos países europeos occidentales como Alemania y España tienen leyes que persiguen las blasfemias, aunque rara vez se llevan a la práctica. Muchos teístas consideran que los que no creen en un dios son inmorales, amorales o no aptos como dignos miembros de la sociedad o incluso no merecedores de la existencia.

Las escrituras de muchas religiones contienen denuncias contra los no creyentes, como ocurre en Segunda Epístola a los Tesalonicenses 1:6-9 (en el Nuevo Testamento de la Biblia).

Del Renacimiento a la actualidad

El materialismo y la resistencia a la iglesia fue la marca del humanismo renacentista (1400-1500). La visión atea reaparece recién en algunos filósofos renacentistas, como Pietro Pomponazzi.

En el idioma inglés, el término ateísmo (atheism) fue el resultado de la adopción del francés athéisme en 1587 aproximadamente), la cual a su vez proviene de athée. Luego de la palabra ateísmo se crearon las palabras deísta (1621, en inglés) y teísta (1662, en inglés).

El ateísmo tuvo una relevante difusión durante la era de la Ilustración (1688-1789), con el barón Paul d’Holbach y Julien Offray de La Mettrie.

También es importante la figura de Jean Meslier, sacerdote católico de la parroquia de Etrèpigny (cerca de Mézières, Ardenne, Francia). Después de haber trabajado durante unos 40 años con diligencia e insospechable apariencia de fe, al morir en 1729 dejó dos sorprendentes cartas y una gran obra de cerca de 3500 páginas impresas con argumentos contra la existencia de Dios.

Los desarrollos de la física y de la matemática condujeron también a abrir un debate acerca del determinismo (Laplace, 1749-1827).

La situación empezó a liberalizarse hacia 1700. Entre otros, Denis Diderot observó que el mundo se podía explicar sin ninguna hipótesis divina.

En el siglo XIX la popularidad del ateísmo aumentó muchísimo debido a la ausencia de pena de muerte por ateísmo y también a los descubrimientos científicos de la biología (especialmente de la teoría de la evolución de Charles Darwin), de la antropología y de la idea de la posibilidad de dominar la naturaleza, que derivó de la revolución industrial.

El ateísmo fue desarrollado por filósofos de la izquierda hegeliana como Ludwig Feuerbach y se volvió el aspecto básico del materialismo dialéctico de los filósofos alemanes Karl Marx y Friedrich Engels (quienes fundaron su opinión materialista en Demócrito y Epicuro), así como del positivismo de Auguste Comte y Félix Le Dantec.

Max Stirner (seudónimo de Johann Kaspar Schmidt, contemporáneo de Marx) publica en 1844 El único y su propiedad, obra que será idolatrada y odiada, en la cual con un ateísmo sin medias tintas critica a Feuerbach, Bauer y a los comunistas, hace tabla rasa de toda la filosofía precedente y de los fantasmas de la irracionalidad, propugnando un extremo individualismo y adoptando incluso el propio término egoísmo. El mismo Friedrich Nietzsche estaba atraído a la obra de Stirner, tanto que temía ser acusado de plagio. También se recuerda el ateísmo de Arthur Schopenhauer (1788-1860), que algunos definen como «el ateísmo de la desesperación». En el siglo XX, el ateísmo se volvió la posición ideológica más común entre científicos, racionalistas y humanistas.

Después las opiniones ateas han tenido el apoyo en filósofos y científicos. Famosos ateos del siglo XX fueron el novelista Albert Camús, la filósofa y novelista Ayn Rand, el filósofo Jean-Paul Sartre y el matemático y filósofo Bertrand Russell.

El ateísmo del siglo XX introduce una novedad sustancial con respecto a los siglos anteriores, no se constituye solamente como principio intelectual o método filosófico, sino que pasa a tener extraordinario valor político y se introduce expresamente en las constituciones de los estados que asumen el comunismo, así como es parte ineludible en la doctrina de la transformación política y militar del mundo.

Pero la nota sustancial de la modernidad es el silenciamiento de la cuestión de Dios. Incluso la posición atea es por su dimensión contradictoria, todavía demasiado indicativa de esa cuestión de Dios.

En consecuencia, las formas del ateísmo más actual han preferido tratar la cuestión de Dios como una no cuestión, y por tanto ni siquiera debatirla, sino ignorarla de plano en el debate social, cultural y desde luego político. Eso no obstante, ha surgido una variable imprevista, y es la reaparición política y social del islamismo, que trata a la cultura occidental como si fuera cristiana, bajo el marco de los antiguos combates entre cristianismo e islamismo. Y sin dejar de reconocer la existencia del ateísmo en la cultura occidental, introduce una dialéctica de que en el fondo sigue siendo cristiana, a pesar de todo cuanto hayan dicho sus filósofos.

Sin embargo, recientemente Michel Onfray, filósofo francés propone una nueva visión del ateísmo en su obra Tratado de ateología de fuerte impacto en varios países europeos. Realiza una revisión del ateísmo a lo largo de la historia, de su gestación y génesis y aboga por la superación del ateísmo concebido o visto como “negación”, es decir, en oposición a la creencia y sí como afirmación de la vida (real), del pensamiento racional y estímulo para el desarrollo de una moral posrreligiosa que supere la moral laica, la cual considera una moral religiosa, pero sin Dios, deudora en el caso de Occidente de los principios de la cosmovisión judeocristiana.

Bases del pensamiento ateo

El ateísmo es apoyado tanto por hechos comprobados científicamente como por las incongruencias de la fe religiosa. En su crítica a las creencias, los ateos por ejemplo señalan la antropomorfía de los dioses, es decir a sus características humanas, como ser la capacidad de pensar y comunicarse. También el hecho de que el hombre es el punto central de la creación divina, demuestra ser un signo del egocentrismo humano.

Un ateo no cree en fenómenos sobrenaturales y tampoco en ninguna fuerza inexplicable que gobierne el mundo. Dice que el mundo se puede explicar con ayuda de la investigación científica y el razonamiento lógico. La escasez en la capacidad de observación y de la inteligencia colocan límites al entendimiento de la realidad, pero eso no es ninguna prueba de que lo sobrenatural exista.

También dentro del ateísmo hay diferencias de opinión. Entre los principales sectores tenemos al ateísmo científico y al ateísmo filosófico. El primero se basa en el método científico. Muchos de los representantes del ateísmo-filosófico pueden llamarse agnósticos, ya que dicen que las personas no tienen ningún motivo para creer en dios, ya que no existe información válida que apoye ese pensamiento.

La naturaleza sociopolítica del ateísmo se refleja en la ideología marxista. Según esta, la religión es dañina, porque mantiene una imagen del mundo equivocada, y las estructuras sociales están construidas en esa imagen equivocada. Ateos que no pertenecen a ninguna de esas ideas representan el ateísmo personal (ateísmo psíquico) y se declaran neutrales a la creencia de dios, dicen que no es una necesidad para el desarrollo psíquico de las personas. Este ateísmo práctico es el que empieza a ser el más común en la cultura occidental.

Moralidad y filosofía

El ateísmo no prescribe ningún código ético concreto: se limita a ser la no creencia en dioses. Muchos ateos, sin embargo, están involucrados en escuelas de pensamiento como el humanismo secular, el relativismo cultural, la teoría queer, el universismo, el hedonismo, el reduccionismo, el anarquismo o la filosofía objetivista.

Ser ateo no es ser inmoral. Para un ateo la moralidad no se basa en preceptos axiomáticos, derivados de la revelación divina. Los ateos que aspiran a una vida moral pueden basar su conducta en principios como la búsqueda del bienestar humano, individual y social, o de la equidad en las relaciones humanas. La mayoría de las religiones incluyen un código ético (por ejemplo, los Diez Mandamientos) y enseñan que la moral proviene en última instancia de sus dioses. Muchos creyentes, por lo tanto, opinan que el no creer como lo hacen ellos implica no tener moral; incluso, si creen en dioses protectores, opinan que los no creyentes estarán desprotegidos y a merced de la influencia corrompedora de los agentes del mal (como Satán)

Todos los ateos niegan categóricamente la acusación de que son amorales: sostienen que seguir la moral de su propia conciencia es más moral que lo que ha ocurrido históricamente como resultado del seguimiento de dictámenes religiosos. Existen numerosos ejemplos de códigos éticos ateos, como el código ético del humanismo secular o el objetivismo. Muchas ONGs son ampliamente consideradas morales, aunque no sean religiosas, como Oxfam y Médicos Sin Fronteras.

Algunos ateos (y también algunos teístas) consideran que la moral no requiere una religión y que ser religioso es intrínsecamente inmoral.

El ateo piensa que el hombre creó a Dios en lugar de que Dios haya creado al hombre.

Algunos filósofos como Thomas Hobbes y Baruch de Spinoza han argumentado que el creer en Dios se origina del temor y la superstición. Y los simpatizantes de Sigmund Freud y Karl Marx han argüido que la ilusión persiste porque creer en Dios satisface el deseo de tener un padre protector e inmortalidad, o actua como analgésico contra la miseria y sufrimiento de la existencia humana.

Los creyentes piensan que hay evidencia para soportar su creencia o que no hay razón para no creer. Las personas de mente conservadora ven la argumentación de los ateos como inepta, fraudulenta, engañosa, floja, insustancial o ridícula. Los de mentetalidad más relajada ven a los ateos como necios y reacios a arriesgarse por una posible y sublime verdad. Pero ninguno de ellos aplica el mismo escrutinio a sus propios argumentos y creencias.

Ambos tipos de creyentes tienen algo en común: quieren creer en su ilusión, con tantas ganas que se engañan a ellos mismos al creer que están siendo perfectamente racionales al defenderla o al creer que los ateos son ilógicos e irracionales al rechazarla. Además, varios comparten un motivo en común: su fe les da un sentimiento de poder y superioridad, frecuentemente llevándolos a destruir cualquier cosa que se les oponga y a arrojar bendiciones sobre las miserias del mundo, incluyendo las que ellos mismos han causado. Estos creyentes sienten que tienen el poder del conocimiento esotérico, lo cual al ateo le parece lo más lejos a lo que puede llegar el ego. Ser tan especial no sólo le da sabor a la vida, le da un sentido y un significado que de otra manera no tendría.

Muchos creyentes simplemente dan por supuesta la existencia de Dios. Creer en él les da orden y significado a sus vidas; los liga a una comunidad de creyentes dándoles seguridad a ellos y a sus creencias. La fe del creyente es confirmada por toda la gente importante en su vida. Si creces escuchando de hadas serás un candidato para creer en ellas. Si creces escuchando de Dios, si todos tus seres queridos refuerzan tu fe en él, verás pruebas en todas partes de que lo que sabes en tu corazón es cierto. El reforzamiento comunal puede ser la principal causa de que a los creyentes les parezca tan razonable creer en Dios. No sólo es reforzada la propia fe, sino también los argumentos que uno se hace para apoyarla.

El reforzamiento de una creencia es culminado por la autoridad de unas pocas personas respetables, inteligentes y afines. La gente no va a creer en Dios sólo porque algún santo, científico o ganador del Premio Nobel de literatura de su sello de aprobación, no, las personas se sienten más a gusto creyendo si sienten que están en buena compañía.

El creyente siente que la vida tiene más sentido si Dios existe. Entonces ¿por qué para el ateo es tan obvio que todo tiene más sentido si no hay Dios? ¿Por qué para el ateo el universo es más inteligible como un mecanismo no diseñado gobernando solamente por fuerzas naturales e impersonales?

El ateo mira al universo y a lo que se sabe de él y ve que su alegado orden perfecto es bastante imperfecto. Observa detalles individuales que son maravillosos en funcionamiento pero ridículos en diseño lo cual lo lleva a pensar que ningún ser omnisciente los habría diseñado así. Por ejemplo, el ojo humano, el cerebro y la red de nervios, neuronas, tejidos, etc., todo ese conjunto que produce la visión es una maravilla, pero cualquier humano que quisiera diseñar, digamos, un “ojo” electrónico para un robot imitando el diseño del ojo humano estaría tomando el camino largo. Nadie querría un ojo robótico que pudiera quedar miope, ciego, etc., y necesitara lentes, operaciones, etc. Un ser omnisciente y omnipotente habría anticipado tales problemas y hubiera usado un diseño mucho más simple y efectivo tanto para el ojo como para el universo. La mera complejidad y defectos inherentes de las estructuras indican, como lo hace notar Clarence Darrow, la falta de planeamiento (diseño inteligente o Creacionismo) y el resultado de las fuerzas naturales trabajando sin ningún propósito en particular. Puedes usar un complicado sujetador para sujetar unas cuantas hojas de papel, pero un clip es un dispositivo mucho más elegante para tal propósito. La órbita de los planetas alrededor del Sol es una maravilla para observar, pero el cinturón de asteroides es una extraña huella para un Creador omnipotente y toda bondad.

Cuando un ateo escucha de gente que tiene visiones o que escucha voces que piensan que son divinas, o de gente realizando mágicas o milagrosas proezas, se pregunta, siguiendo a David Hume, ¿qué es más probable, que Dios le habló a esta persona o que está alucinando o perpetrando un fraude? ¿Qué es más probable, que las leyes de la Naturaleza hayan sido violadas por poderes especiales o que ha habido alucinación, fraude o error? Hume sostuvo que cualquier persona sensata, con los principios más básicos de racionalidad, no podía creer en visiones y voces divinas o milagros en base a un testimonio, aún y se tratara de un testimonio de primera mano, sin abandonar tales principios. Este razonamiento de Hume es visto como elegante y correcto por los ateos. (Ver la navaja de Occam)

De acuerdo a los ateos, Dios no fue inventado una vez, sino muchas en muchas culturas. Las similitudes en tal invención pueden ser debidas a las similitudes de la naturaleza y experiencia humanas: el nacimiento, el sexo, el sufrimiento y la muerte son universales. Las imágenes de Dios y las experiencias divinas así como la utilidad del invento, son reflejadas en tales experiencias compartidas como la necesidad de protección contra la Naturaleza y los propios enemigos, y el miedo a la muerte.

Ateísmo y lenguaje

El lenguaje coloquial español está muy permeado por expresiones teístas, lo que los filólogos atribuyen, sobre todo en cuestión de saludos y despedidas, al calco de fórmulas de saludo y despedida muy corrientes en árabe:

  • «Adiós» es apócope de «A Dios te confío»,
  • «Ojalá» proviene del árabe hispano law shá alláh, ‘Si Alá quiere’).
  • «Pordiosero» se le dice al mendigo que pide «por Dios».
  • «¡Dios mío!» (denota extrañeza, dolor, sobresalto o admiración)
  • «Dios le/te bendiga» (como agradecimiento a una persona por un favor recibido)
  • «Dios mediante», «Dios delante», «Con la ayuda de Dios», «Si Dios quiere» o «Quiera Dios»
  • «Dios se lo pague». En dialecto rioplatense, un «pagadiós» es una treta que consiste en marcharse de algún establecimiento sin pagar la cuenta.
  • «Gracias a Dios»
  • «Vaya con Dios» (para despedir a una persona, especialmente si se le corta abruptamente la conversación)
  • «Ver a Dios» o «Verle la cara a Dios» (experimentar un orgasmo; por extensión, marcar un gol en el fútbol y otros deportes)

Estadísticas

Porcentaje por países de ciudadanos de la Unión Europea que marcaron en 2005 la casilla «creo que existe un Dios».

En 1914, James H. Leuba publicó que el 58% de 1.000 científicos estadounidenses expresaron «escepticismo o duda en la existencia del dios judeo-cristiano». El estudio se repitió en 1996, y produjo un porcentaje similar de 61 %. En cambio entre los científicos de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. ese número es de 93 % (según la revista Nature, n.º 386, pág. 435-436).

Según el Britannica Book of Year, en 1994 en el mundo había 1.154 millones de ateos y agnósticos. La World Christian Encyclopedia anunció que en el año 2000 había 262 millones de ateos y 1071 millones de agnósticos.

Según la obra de J. Baubérot (dir.), Religion et laïcité dans l'Europe ('religión y lacismo en Europa') un cuarto de la población europea sería «no religiosa». El 5% de los europeos serían ateos convencidos.

La edición del Eurobarómetro de febrero de 2005 revela que para el conjunto de la Unión Europea (incluidos países en trámite de incorporación) es un 18% el que elige la opción «no creo que exista ningún espíritu, Dios o fuerza vital», frente al 52% que cree que existe un Dios (ver mapa). La mayoría de los restantes creen que existe «alguna clase de espíritu o fuerza vital». En un extremo se sitúan los franceses, con un 33% de ateos, los checos, con un 30% o belgas y holandeses con un 27%. En el opuesto están Polonia, Irlanda o Rumania, además de Turquía. Se muestran además diferencias por sexos, clases de edad, orientación política y nivel cultural, siendo las mujeres, los mayores, los que se consideran de derechas y los formalmente menos instruidos los que en mayor porcentaje declaran creer en Dios. Por otra parte, los resultados de una encuesta de la Fundación Santa María, vinculada a una orden católica, indican que un 28% de los jóvenes españoles niegan la existencia de Dios.

Ateos célebres

Ver lista de ateos (más de 230 ateos y agnósticos célebres).

Ateos clásicos

Ateos activistas muertos

Ateos activistas vivos

  • Ingmar Bergman (1918), director de cine y guionista sueco.
  • Barbara Smoker (1923), humanista, activista y defensora del librepensamiento británica. Escribió el libro Freethoughts: Atheism, Secularism, Humanism - Selected Egotistically from the journal “The Freethinker”.
  • Karlheinz Deschner (1924), crítico de la Iglesia e historiador alemán.
  • Gonzalo Puente Ojea (1925), embajador de España nacido en Cuba.
  • Paul Kurtz (1926), filósofo escéptico estadounidense, fundador del CSICOP (Comité para la Investigación Científica de las Afirmaciones Paranormales) y del Concilio para el Humanismo Secular.
  • Bob Hawke (1929), primer ministro australiano desde 1983 a 1991.
  • Milan Kundera (1929), escritor checo.
  • James D. Watson (1929), premio nóbel de Medicina, codescubridor de la estructura del ADN.
  • Michael Kinsley, médico, entomólogo, sexólogo e investigador estadounidense (autor del Informe Kinsey).
  • Richard Rorty (1931), filósofo estadounidense, cuyas ideas combinan el pragmatismo con una ontología Wittgensteiniana que declara que el significado es un producto social y lingüístico del diálogo. Actualmente rechaza la dicotomía entre teísmo y ateísmo, y prefiere llamarse anticlerical.
  • Jonathan Miller (1934), médico, director de teatro, y periodista británico. Recientemente realizó un programa de televisión (Atheism: A Rough History of Disbelief, El ateísmo, una brutal historia de escepticismo).
  • Woody Allen (1935), actor, escritor y director de cine estadounidense.
  • George Carlin (1937), comediante, actor y escritor estadounidense. Escribió muchos monólogos acerca de la inexistencia de Dios.
  • Ulises Casas (1938), escritor colombiano, director de la [Escuela Ideológica de Filosofía, Historia y Economía Politica].
  • Phillip Adams (1939), escritor, cineasta, pensador de izquierda, iconoclasta, “Humanista australiano del año 1987”.
  • Desmond Morris filósofo conductista británico (códigos de señas entre personas y el origen animal de la conducta humana).
  • George Soros, multimillonario de origen húngaro.
  • Peter William Atkins, dietólogo estadounidense.
  • Richard Dawkins (1941), zoólogo y biólogo británico, creador del concepto del gen egoísta y del meme.
  • Daniel Dennett (1942), filósofo estadounidense, figura principal en la biología evolutiva y las ciencias cognitivas, reconocido por su libro (Darwin’s dangerous idea: la peligrosa idea de Darwin).
  • David Cronenberg (1943), cineasta estadounidense.
  • Diane Keaton (1946), actriz, directora y productora estadounidense de cine.
  • Barry Manilow (1946), músico y cantante estadounidense.
  • Philip Pullman (1946) CBE, escritor británico de una trilogía fantástica para jóvenes: His Dark Materials (Sus oscuros materiales).
  • Peter Singer (1946), filósofo y maestro australiano, que trabaja sobre los principios éticos desde una perspectiva utilitaria, controvertido por sus opiniones acerca del aborto y la eutanasia.
  • Camille Paglia (1947), crítica cultural y postfeminista literaria estadounidense.
  • Salman Rushdie (Mumbai, 1947), novelista británico de origen indio, amenazado de muerte por fanáticos religiosos musulmanes.
  • Brian Eno (1948), músico británico del género electrónico.
  • Alfred Sant (1948), político, primer ministro de Malta desde 1996 a 1998.
  • Penn and Teller (Penn Fraser Jillette, 1955, y Raymond Joseph Teller, 1948), magos estadounidenses, presentadores del programa de televisión Bullshit! (¡patrañas!).
  • Billy Joel (1949), cantautor y pianista estadounidense.
  • Paul Verhoeven, cineasta (Instinto básico, 1992)
  • John Carpenter, cineasta estadounidense
  • Harvey Fierstein, activista gay estadounidense
  • Sir Ian McKellen, actor británico (Gandalf en El Señor de los anillos)
  • Frank Miller, escritor y artista de cómic, creador de series como Sin City y Ronin
  • Randy Newman, músico de películas estadounidense
  • Jack Nicholson, actor estadounidense
  • Steven Soderbergh cineasta (Sexo, mentiras y vídeo, 1989)
  • Linus Torvalds creador del núcleo del sistema operativo GNU/Linux.
  • Jesse Ventura (1951) exluchador profesional estadounidense. Como gobernador 38.º de Minesota, apoyó la igualdad de derechos de las personas que no creen en Dios, declarando el 4 de julio de 2002, el Día Indivisible.
  • Clive Barker (1952), escritor, director de cine y artista visual británico.
  • André Comte-Sponville (1952), filósofo materialista francés.
  • John Malkovich (1953), actor, productor y director de cine estadounidense.
  • Captain Sensible (Raymond Burns, 1954) cantante, guitarrista y bajista de rock británico.
  • Bob Geldof (1954) cantautor de rock, actor y activista político irlandés.
  • Bill Gates (1955), el hombre más rico del mundo, creador del sistema operativo Windows.
  • S. T. Joshi (1958), editor y crítico literario estadounidense.
  • Matt Ridley (1958), zoólogo, divulgador científico y periodista, apoyó abiertamente el libertarianismo en la política y el reduccionismo en la biología.
  • Michel Onfray (1959), filósofo, escritor y ensayista francés.
  • Terry Pratchett, novelista británico (Mundodisco y La Bromelíada).
  • Julianne Moore (1960), actriz estadounidense.
  • Todd McFarlane (1961), caricaturista, escritor de historietas (Spawn), artista, empresario de los medios, diseñador y fabricante de juguetes (propietario de McFarlane Toys).
  • Julia Sweeney (1961) actriz y comediante estadounidense. Actuó en el programa Saturday Night Live, donde presentaba un unipersonal medio autobiográfico acerca de una mujer que encuentra el ateísmo: Letting Go of God (cómo dejar ir a Dios).
  • Jodie Foster (1962), actriz y directora de cine estadounidense.
  • Keanu Reeves (1964), actor libanés nacionalizado canadiense.
  • Eddie Vedder (1964), líder de la banda de rock de los años noventa Pearl Jam y anarquista de izquierda.
  • Björk(1965), cantante, compositora y ocasional actriz islandesa( "Cuando me meto en problemas, no hay Dios o Allah que me lo resuelva. Tengo que hacerlo yo misma" )
  • Sam Harris (1967), escritor estadounidense, investigador en neurociencias, autor de un best seller internacional: The End of Faith (el acabamiento de la fe).
  • Kathleen Hanna (1969), líder de la banda de los años noventa Bikini Kill y actualmente de Le Tigre.
  • Ellen Johnson: actual presidenta de American Atheists (ateos de EE. UU.).
  • Janeane Garofalo, actriz estadounidense.
  • Angelina Jolie, actriz estadounidense
  • MiltonAsh, escritor crítico antibíblico (La Biblia ante la Biblia, la historia, la ciencia y la mitología, siete volúmenes. Escribe en español).
  • Gustavo Bueno, filósofo español, creador del materialismo filosófico, y de la teoría de los númenes animales como origen de las religiones con su libro El animal divino.
  • Alan Cumming
  • Greg Graffin, músico, líder de la banda de hardcore melódico Bad Religion.
  • Wim Kok: primer ministro danés entre 1994 y 2002.
  • Michael Newdow, abogado estadounidense, hizo juicio a la escuela de su hija, alegando que el juramento “bajo Dios” (en el juramento jurídico, constituye una ruptura en la separación entre la iglesia y el Estado.
  • Ali Sina: fundador de FaithFreedom International (libertad de fe internacional), un movimiento que denuncia al Islam.
  • Warren Allen Smith: escritor de Quién es quién en el infierno.
  • Leonard Peikoff, heredero intelectual de Ayn Rand
  • Ron Reagan Jr. conductor de programas de televisión estadounidense.

Ateos no activistas

Fallecidos

  • Nikolai Rimski-Kórsakov (1844-1908), compositor nacionalista ruso, miembro del Grupo de los Cinco, conocido por su poema sinfónico Sherezade.
  • Joseph Conrad (1857-1924), escritor inglés nacido en Polonia.
  • Voltairine de Cleyre (1866-1912), feminista y activista estadounidense.
  • Culbert Olson (1876-1962), político estadounidense, gobernador de California, mientras era presidente de los United Secularists of America (Secularistas Unidos de EE. UU.).
  • James Joyce (1882-1941), escritor irlandés.
  • Benito Mussolini (1883-1945), dictador fascista italiano.
  • Margaret Sanger (1883-1966), activista estadounidense del control de natalidad, fundadora de Planned Parenthood (Paternidad Planeada).
  • Bela Kun (1886-1938) líder comunista internacional (soviético, húngaro y alemán).
  • Diego Rivera (1886-1982), pintor muralista comunista mexicano.
  • Ture Nerman (1886-1969), uno de los fundadores del comunismo sueco.
  • Charles Chaplin (1889-1977), actor, director y productor británico.
  • Jawaharlal Nehru (1889-1964), presidente indio.
  • H.P. Lovecraft (1890-1937), escritor de horror estadounidense.
  • Alfred Kinsey (1894-1956), investigador en el campo de la sexualidad humana.
  • Horloogiyn Choybalsan (1895-1952), líder mongol.
  • Abraham Kovoor (1898-1978), profesor y racionalista ceilandés, hizo varias campañas para desenmascarar a varios «místicos» hindúes de su época (entre ellos Prabhupada)
  • Ernest Hemingway (1899-1961), novelista estadounidense que en Adiós a las armas escribió: «Todos los seres humanos pensantes son ateos». La inexistencia de Dios es un tema común en sus novelas.
  • Jacques Lacan: psicoanalista francés.
  • Luis Buñuel (1900-1983), cineasta nacido en España, activista del surrealismo. Es famosa su frase «Gracias a Dios, soy ateo».
  • Katharine Hepburn (1907-2003), actriz agnóstica.
  • Enver Hoxha (1908-1985), líder albanés, declaró a su país “el primer Estado ateo de la historia”.
  • Arthur Miller (1915-2005), guionista, ensayista y escritor estadounidense.
  • Francis Crick (1916-2004), biofísico y premio nóbel inglés, codescubridor de la estructura del ADN.
  • Richard Feynman (1918-1988), físico y conferencista estadounidense, premio Nóbel de Física por su aporte en la electrodinámica cuántica.
  • Isaac Asimov (1920-1992), científico y escritor estadounidense nacido en Rusia.
  • Gene Roddenberry (1921-1991), productor de televisión y creador de Star Trek.
  • Robin Cook (1946-2005), político británico, secretario de Asuntos Exteriores y Comunidad Británica de Naciones (1997-2001).

Ateos no activistas vivos

  • Albert Ellis (1913) psicólogo estadounidense, creador de la Terapia de la Conducta Emotiva Racional.
  • Arthur C. Clarke (1917), científico y escritor de ciencia ficción británico.
  • Mario Bunge (1919), filósofo y físico argentino, humanista de izquierda, autor de un monumental Tratado de filosofía básica.
  • Sir David Attenborough (1926), antropólogo británico, presentador televisivo de historia natural natural.
  • Fidel Castro (1926), presidente de Cuba desde 1959.
  • Noam Chomsky (1928), filósofo, linguista, activista político de izquierda, se describe como un socialista libertario o un anarcosindicalista.
  • James Randi (1928), mago profesional estadounidense; ha puesto en evidencia al curanderismo, la telequinesis, y otros tipos de seudociencias.
  • Harry Harrison (1925), escritor estadounidense de ciencia ficción, antologista y artista, cuyo cuento corto The streets of Ashkelon (Las calles de Askelón) tiene como protagonista a un ateo que trata de evitar que un misionero evangélico contamine a una tribu de seres extraterrestres irreligiosos pero ingenuos.
  • Nathaniel Branden (1930), psicólogo y filósofo canadiense relacionado con el objetivismo.
  • Basava Premanand (1930) mago, escritor racionalista y escéptico de Tamil Nadu, India.
  • David Suzuki (1936) ambientalista y geneticista canadiense.
  • Peter Atkins (1940), químico, profesor de la Universidad de Oxford y exesposo de la baronesa Susan Greenfield.
  • Tariq Ali (1943), escritor, cineasta e historiador británico, uno de los fundadores de la Nueva Izquierda y portavoz del antiimperialismo.
  • Robert Bruce Avakian: activista político estadounidense, líder del Partido Comunista Revolucionario.
  • Ibn Warraq (1946) es un escritor de éxito y un erudito seglar del Islam, que actualmente vive en EE. UU. Es apóstata y crítico del Islam y ha escrito muchos libros acerca de la naturaleza opresiva del islamismo.
  • Dave Barry (1947), escritor estadounidense de súper ventas.
  • Richard M. Stallman (1953), programador estadounidense y fundador de la Free Software Foundation (Fundación Software Libre).
  • Michael Shermer (1954), escritor escéptico estadounidense de divulgación científica, fundador de la The Skeptics Society (Sociedad de Escépticos).
  • Iain Banks (1954), escritor y activista de izquierda escocés.
  • Kamal Haasan (1954), actor, racionalista y activista ateo indio, seguidor de Periyar.
  • Sanal Edamaruku (1955) activist indio, racionalista, fundador y presidente de Rationalist International (racionalista internacional).
  • Jello Biafra (1958), músico punk y activista político.
  • Ron Reagan (1958), periodista estadounidense, miembro del grupo activista Creative Coalition, hijo del difunto presidente Ronald Reagan.
  • Gary Numan (1958), músico británico de New Wave y música industrial. Sus álbumes Sacrifice (1994), Exile (1997) y Pure (2000) difaman las creencias religiosas.
  • Ricky Gervais (1961) actor británico, coescritor de la versión original de The Office.
  • David Cross (1964), actor y comediante estadounidense.
  • Joss Whedon (1964) productor, guionista y director estadounidense, más conocido como creador de Buffyverse.
  • Doug Stanhope (1969) comediante estadounidense.
  • Asia Carrera (1973), estrella del cine adulto.
  • Francisco Ferrer y Guardia

Véase también

Anarquismo

Enlaces externos

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