Diferencia entre revisiones de «Zagal (pastor)»
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“''La categoría de zagal era la más baja de la profesión pastoril. Se solía acceder al cargo después de haber superado durante tres o cuatro veranos las pruebas de motril, como aprendiz de pastor,… y eran sus obligaciones las tareas que nadie quería, las más fastidosas''.”<ref>Álvarez Rodríguez, Bonifacio (2008). Memoria de la trashumancia. Edilesa y Diario de León. ISBN 978-84-8012-637-3</ref> |
“''La categoría de zagal era la más baja de la profesión pastoril. Se solía acceder al cargo después de haber superado durante tres o cuatro veranos las pruebas de [[motril (pastor)|motril]], como aprendiz de pastor,… y eran sus obligaciones las tareas que nadie quería, las más fastidosas''.”<ref>Álvarez Rodríguez, Bonifacio (2008). Memoria de la trashumancia. Edilesa y Diario de León. ISBN 978-84-8012-637-3</ref> |
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Los zagales estuvieron exentos del servicio militar −sólo uno por rebaño− por entenderse que estaban sirviendo al país en la cabaña real -conjunto de todos los rebaños de [[oveja merina|ovejas merinas]] de [[España]]-. |
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Revisión del 09:14 1 mar 2014
El zagal era el pastor de la categoría profesional pastoril de menor rango en las cabañas de ovejas merinas trashumantes.
Descripción
Pastor en los rebaños de ovejas merinas trashumantes perteneciente a la categoría más baja.
“La categoría de zagal era la más baja de la profesión pastoril. Se solía acceder al cargo después de haber superado durante tres o cuatro veranos las pruebas de motril, como aprendiz de pastor,… y eran sus obligaciones las tareas que nadie quería, las más fastidosas.”[1]
Los zagales estuvieron exentos del servicio militar −sólo uno por rebaño− por entenderse que estaban sirviendo al país en la cabaña real -conjunto de todos los rebaños de ovejas merinas de España-.
Funciones
En los viajes por las vías pecuarias arreaba al rebaño, habitualmente desde la cola.
En invierno cuidaba de las borras –corderas de un año– y durante la paridera tenía que amamantar, a media noche, a los corderos.
En verano atendía, en turnos, la cabeza del rebaño −parte mayor de un rebaño cuando se divide, unas 800 ovejas−, formando parejas con el rabadán, ayudador y sobrado.
Le correspondían, además, las tareas más penosas, como acarrear el agua y la leña, hacer las sopas, hacer las pellas –bollos de pan para los perros–, etc.
Salario
Su sueldo en la cabaña de Perales en 1940 era de 260 pesetas/año, frente a las 3000 pesetas del mayoral, las 730 del rabadán, las 587,50 del compañero, las 500 del ayudador, o las 422,50 del persona.
Además, como a los otros pastores, se le permitía tener un cierto número de ovejas y cabras propias, llamado escusa, en los rebaños del propietario de la cabaña. La escusa del zagal eran 18 ovejas y 6 cabras.[2]
Referencias
- ↑ Álvarez Rodríguez, Bonifacio (2008). Memoria de la trashumancia. Edilesa y Diario de León. ISBN 978-84-8012-637-3
- ↑ Antonio Gómez Sal y Manuel Rodríguez Pascual (1992). Cuadernos de la trashumancia- nº 3. Montaña de León. Publicaciones del ICONA. ISBN 84-8014-024-0
Enlaces externos
- Una antigua tradición pastoril. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Ecosistemas y conectividad. 3. http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/temas/ecosistemas-y-conectividad/03_montana_leon_03_tcm7-45528.pdf
- Manuel Rodríguez Pacual. De los pueblos de León a las dehesas de Extremadura: siete siglos por un camino de ida y vuelta. IV Encuentros de estudios comarcales. Federación SISEVA. Siruela 2011. http://www.siseva.es/ACTAS%20IV%20ENCUENTRO%202011.pdf