Décimo Junio Bruto Pera

Junio Bruto Pera fue un político y aristócrata romano, descendiente de uno de los más nobles y antiguos linajes etruscos y de uno de los padres fundadores de la República Romana. En el ámbito político romano, fue elegido para desempeñar el cargo de Cónsul romano en el año 292 a. C.

Sus hijos Décimo Junio Pera y Marco Junio Pera, tomaron sólo uno de sus cognomina, Pera, para distinguirse entre las demás ramas de la antigua gens romana Junia.

Según indica el reconocido historiador romano Tito Livio en su obra "Ab Urbe Condita, XXII.lvii and XXIII.xxiii.", tras la muerte del citado personaje en el año 264 a. C., sus también célebres hijos Décimo Junio Pera y Marco Junio Pera (ambos Cónsules y Censores de Roma), decidieron rendir un homenaje a la memoria de su padre, para lo cual retomaron un antiguo uso etrusco, la Munera, que consistía en la lucha a muerte de gladiadores (se afirma que aquellos primeros luchadores fueron esclavos que fingieron como tales), quienes debían morir peleando con honor en un único combate cuerpo a cuerpo en la arena. Este espectáculo, ofrecido por los hermanos Junio Pera, ha sido históricamente conocido como la primera Munera del Imperio Romano, y el cimiento de los que luego llegarían a ser en Roma con el correr del tiempo, los llamados “juegos romanos", para los cuales se edificó el famoso Coliseo Romano. Dicha primera lucha fue llevada a cabo en el Foro Boario; aquella tarde, Décimo y Marco honraron a su fallecido progenitor con tres pares de gladiadores que pelearon hasta provocar la muerte de su contendedor, dando con ello una ofrenda de sangre en honor de la muerte de su padre, como mandaba la antigua tradición etrusca. Esta costumbre se vio difundida a partir de entonces entre otras familias nobles de la antigua Roma, con lo que se retomó esta práctica etrusca difundiéndose en todos los dominios del Imperio Romano.

Referencias

• Tito Livio, Ab Urbe Condita, XXII.lvii and XXIII.xxiii.