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Iván Tovar

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Iván Tovar
Información personal
Nacimiento 28 de marzo de 1942
San Francisco de Macorís, República Dominicana
Fallecimiento 12 de abril de 2020 (78 años)
Santo Domingo, República Dominicana
Nacionalidad Dominicano
Familia
Cónyuge Emely Tueni Brinz (matr. 1979; div. 1987)[1]
María Castillo (matr. 1989; div. 2017)[2]
Educación
Educación Escuela Nacional de Bellas Artes, Santo Domingo, República Dominicana
Información profesional
Área Pintura, dibujo
Movimientos Surrealismo, Neosurrealismo
Sitio web

Iván Tovar (San Francisco de Macorís, 12 de abril de 1942- Santo Domingo, 28 de marzo de 2020) fue un pintor dominicano considerado como el máximo representante del surrealismo en República Dominicana, Centroamérica y el Caribe[3]​. Es el artista visual dominicano de mayor cotización a nivel internacional de todos los tiempos.[4][5]

Biografía

Nació en la provincia San Francisco de Macorís en la parte norcentral de la República Dominicana el 28 de marzo de 1942 en el seno de una familia de clase media. Desde temprana edad mostró inclinación hacia las artes visuales, especialmente la pintura. Se graduó en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo en 1959. Poco tiempo después en el 1963 emigró a París, Francia tras haber conseguido una beca gracias a la Alianza Francesa de Santo Domingo, y luego de perfeccionar sus estudios en ese país, vivió allí durante más de veinte años.

Retornó a su país natal en la década de los años 80's del siglo XX, y murió en la ciudad de Santo Domingo en abril del 2020 a la edad de 78 años aquejado de distintos problemas de salud.[6]​ Poco tiempo después la prestiogiosa casa de subastas Sothebys subastó la obra "La Menance" de 1974 alcanzando un máximo histórico de US$250,000[7]​.

Primeros Años

Nació el 28 de marzo de 1942, a las 5:00 a.m. según los registros oficiales, aunque en su poema biográfico menciona las 5:30 a.m. Este detalle, más allá de precisar el momento exacto, refleja su inclinación por jugar con el tiempo. Su infancia temprana transcurrió en San Francisco de Macorís, su ciudad natal, trasladándose luego con su familia a Santo Domingo.

Es importante tener en cuenta que Iván Tovar creció al cuidado de su madre, ya que su progenitor falleció poco después de su concepción. Su padre, José Francisco Tovar, era de ascendencia española, mientras que su madre, Francisca Ynoa (doña Fella), era hija natural de Juan Llabaly, un palestino de Nazaret dedicado a la producción de cacao en San Francisco de Macorís.

Doña Fella enviudó muy joven, quedando desamparada con sus tres primeros hijos: Francisco, Franklin y el pequeño Iván. El padre de sus vástagos desapareció camino Haití. Este hecho ha quedado poco refrendado, pero lo cierto es que marcó la vida de Iván Tovar, persiguiéndole como una sombra tormentosa hasta el final de sus días.

El arte se convirtió en el epicentro de la vida de Tovar y su consecuente deseo por formarse en este campo, lo motivaron a permanecer en la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA), al tiempo de asistir a la academia, a los 15 años -empezó- a trabajar en una fábrica de cerámica. Ahí decoraba platos, tazas y cosas.

En 1959, alcanzó el segundo premio de pintura por su óleo sobre lienzo “Negritas en el balcón”, además de recibir una mención de honor por su obra “Lluvia” realizada en cemento [8]

Óleo sobre lienzo, S/m. Curso ENBA 1958/1959
Lluvia, 1959 escultura en cemento vaciado, 39 x 36 x 18 cm Colección Ivan García Curso ENBA 1958 1959

Revisar la etapa académica de Tovar, deja claro que no siempre fue surrealista; ensayó con varios modelos representacionales, asumiendo con el tiempo diversos estilos. En un momento fue, tal vez, el más figurativo de su generación, lo que se aprecia en la obra Composición (1960). Sin embargo, al constatar su vitalidad para construir un universo paralelo y desenfadado, se puede confirmar que fue creando un espacio sin límites, determinado por las emociones y el pragmatismo estético del drama humano respecto a la existencia.  [9]

File:Composición, Óleo sobre lienzo, 92 x 141 cm., 1960,.jpg
Composición, Óleo sobre lienzo, 92 x 141 cm., 1960,

Iván mostró una inclinación natural por los tonos tierras que se mantuvo presente en su paleta con algunas variaciones. Estas tonalidades que abarcan desde el amarillo pálido hasta el marrón rojizo, poseen una calidez y una naturalidad que aportan a las piezas una dimensión simbólica y emocional, invitando al espectador a una reflexión introspectiva. En sus obras hay fragmentos figurativos que aluden a la sexualidad, delineando más de una vez los pechos femeninos. Y es que sus líneas curvas, punzantes y definidas, presentan universos bestiales cargados de mito y fascinación. [10]

París

Para comprender la dimensión de este creador, debemos seguir su línea de tiempo, sin perder de vista que la década de 1960 fue clave en el posicionamiento de su carrera artística y la definición de su estilo. Sobre todo, luego de fijar domicilio en París en 1963, a través de un crédito educativo. [11]

Llegué a París con el cabal de influencias de Hernández Ortega, Wifredo Lam y con muchos deseos y entusiasmo de enfrentar París, que es una ciudad dura pero te ofrece toda su cultura y la posibilidad de encontrar nuevas dimensiones de la vida. El primer pintor que me cautivó con la atmósfera que envuelven sus cuadros de luz y color fue Johannes Vermeer –(1632-1675)-. En él encontré la poesía del silencio .
Ivàn tovar

En su constante búsqueda de nuevas influencias y perspectiva, quedó hechizado al contemplar La jungla (1943) del reconocido artista cubano Wifredo Lam (1902-1982). Esta obra maestra, con su mezcla de surrealismo y afrocubanismo, no solo capturó la imaginación de Tovar, sino que también resonó profundamente con su propio enfoque en la integración de elementos oníricos y culturales en el arte. La conexión entre Tovar y Lam se fortaleció cuando, tiempo después, ambos artistas se conocieron en París. Este encuentro fue propiciado por la estrecha relación de Tovar con el escultor cubano Agustín Cárdenas (1927-2001), otra figura destacada del arte moderno. La interacción con estos influyentes creadores no solo enriqueció su visión artística, sino que también consolidó su lugar dentro del movimiento surrealista internacional.[12]

De la obsesión de Tovar por La jungla, se desprende un conjunto de obras donde el artista repasará insistentemente fondo y figura, desarrollando una influencia muy marcada con relación a la producción de Wifredo Lam que, al mismo tiempo, encuentra un símil en las obras de Hernández Ortega y Gausachs. De esta etapa, se conservan registros de la pieza “Antillas” (1963), presentada en la III Bienal de París. Se trata de una composición sugerente donde Tovar ensaya con figuras antropomorfas dando mayor relevancia al dibujo y relegando el fondo a las figuras para ofrecer “una interesante visión del mundo de los trópicos”. Digamos que es una alegoría a ese Caribe idealizado visto desde París.[13]

Una vez en París, Iván Tovar experimentó una amalgama de influencias. Enfrentar la ciudad suponía un desafío, pero la promesa de desvelar nuevas facetas de la existencia a través de su vasta cultura lo motivaba. En medio de ese torbellino, se encontró con la obra de Johannes Vermeer, cuyos lienzos saturados de luz y color lo cautivó profundamente, marcando así un hito significativo en su exploración artística.

Este asomo fortuito con Vermeer, se complementó con su viaje a Grecia en 1965, permaneciendo por espacio de tres meses en Corfú donde pintó varios cuadros. En esta etapa empezó a explorar en la escala de grises influenciado por la obra del artista italiano Giorgio Morandi (1890-1964). A partir de entonces, pintó cuadros monocromos experimentando con los grises que es donde se encuentra el equilibrio de los tonos que luego se van agregando hasta crear la gama que emocionalmente define cada obra.

Estas nuevas conquistas a nivel compositivo le prepararon para futuros reconocimientos en el ámbito del arte, pues residenciado en París, en 1968, decidió participar en la IV edición del Concurso de Arte Eduardo León Jimenes con su dibujo "El tercer escalón" (1967), el cual  alcanzó el segundo lugar. Este prestigioso premio no solo confirmó su habilidad artística, sino que también lo posicionó como una figura prominente en el contexto dominicano y le abrió las puertas a nuevas oportunidades para su desarrollo profesional.

El jurado de selección estuvo integrado por Rafael Squirru, crítico de arte argentino y director del Departamento de Asuntos Culturales de la Unión Panamericana, también formó parte José Luis Cuevas, afamado escritor y artista mexicano, así como el periodista dominicano Pedro René Contín Aybar, quien además fungió como organizador del evento. Actualmente, la obra “El tercer escalón” es parte de la colección del Centro Cultural Eduardo León Jimenes en Santiago de los Caballeros.[14]

La obra de referencia revela la inclinación de Tovar hacia la técnica de la tinta china, conocida por su exigencia y precisión, ya que requiere un dominio completo del trazo y una atención meticulosa a los detalles. Una vez más demostró su destreza al trabajar con esta técnica, utilizando sutiles variaciones de tono y línea para crear composiciones visualmente impactantes.

Además, el hecho de que haya utilizado el puntillismo en otras obras basadas en su trabajo en tinta china es un testimonio de su versatilidad como artista. [15]

Su residencia en París resultó ser el punto neurálgico para dejar fluir sus inquietudes y dar paso a la imaginación. Las formas que empezaron a poblar sus configuraciones responden a su dominio de las conquistas semánticas y expresivas de la línea en tanto elemento estructural del cuadro. Le atrajo el volumen y la espacialidad develando así un universo referencial.

De hecho, fue el influjo desplegado por sus formas sinuosas, correctamente trazadas y coloridas sobre fondo oscuro, lo que impresionó al crítico de arte francés José Pierre (1927-1999), quien escribió para el catálogo de la primera muestra individual de Tovar en París, celebrada en la Galería 3 + 2 en 1969.[16]

La totalidad de las piezas que integraron la exposición en la Galería 3 + 2 de París fueron vendidas con excepción de una: La chaise adulte (1969). Tovar quiso conservar la pieza, la cual deviene un monumento al propio movimiento surrealista. El rol de la silla en tanto objeto en la pintura, pasó a ser un símbolo cargado de significado. Desde los primeros días del movimiento, las sillas han sido utilizadas como elementos recurrentes en las obras de artistas como Salvador Dalí, René Magritte, Max Ernst, Wifredo Lam, entre otros. Estos artistas exploraron el potencial simbólico de las sillas para representar la psique humana, la dualidad de la realidad y el inconsciente, y la transformación de objetos cotidianos en imágenes de extrañeza y misterio.[17]

Galeria

Referencias

  1. «Tovar Surrealismo Vivo (XII)». https://elcaribe.com.do. Consultado el 19 de junio de 2022. 
  2. «Murió el artista visual Iván Tovar, Premio Nacional de Artes Visuales». www.diariolibre.com. Consultado el 30 de mayo de 2022. 
  3. «Iván Tovar. Más allá del surrealismo». Arquitexto (en inglés). 1 de abril de 2022. Consultado el 31 de mayo de 2022. 
  4. Nacional, El (26 de febrero de 2022). «Como cada Domingo ¿Quién es Iván Tovar?». El Nacional. Consultado el 3 de mayo de 2022. 
  5. «'Iván Tovar, surrealismo vivo', una muestra que fusiona la virtualidad y arte». Revista Mercado. 5 de abril de 2022. Consultado el 31 de mayo de 2022. 
  6. «Iván Tovar, el gran pintor surrealista dominicano, ha muerto». El Nuevo Diario (República Dominicana). 14 de abril de 2020. Consultado el 31 de mayo de 2022. 
  7. «Surrealist Ivan Tovar Hits New Record—with Bidding Still Open—in Sotheby’s Impressionist and Modern Online Day Sale». Art Market Monitor (en inglés estadounidense). 15 de mayo de 2020. Consultado el 31 de mayo de 2022. 
  8. Carrasco, Lilian (28 de marzo de 2024). «Iván Tovar: una mirada a sus primeros años desde El Caribe». www.elcaribe.com.do. Consultado el 3 de junio de 2024. 
  9. «Legado de Iván Tovar como pintor, debe ser valorado por juventud de hoy». Acento. Consultado el 4 de junio de 2024. 
  10. «Iván Tovar, símbolos internos | Avelina Lésper». Voces México. 28 de mayo de 2023. Consultado el 7 de junio de 2024. 
  11. Diario, El Nuevo (23 de febrero de 2022). «Iván Tovar: el artista surrealista dominicano de mayor valoración internacional». El Nuevo Diario (República Dominicana). Consultado el 8 de junio de 2024. 
  12. Diario, El Nuevo (23 de febrero de 2022). «Iván Tovar: el artista surrealista dominicano de mayor valoración internacional». El Nuevo Diario (República Dominicana). Consultado el 8 de junio de 2024. 
  13. Carrasco, Lilian (28 de marzo de 2024). «Iván Tovar: una mirada a sus primeros años desde El Caribe». www.elcaribe.com.do. Consultado el 9 de junio de 2024. 
  14. CL. «El tercer escalón». historico.centroleon.org.do. Consultado el 9 de junio de 2024. 
  15. «El legado de Iván Tovar llega al Museo de Arte de Moderno». Diario Libre. 20 de abril de 2023. Consultado el 9 de junio de 2024. 
  16. Meléndez, Amable López (5 de junio de 2022). «¡Tovar-Surrealismo Vivo! Se prolonga la inmersiva de la Plaza España». Reporte Extra. Consultado el 9 de junio de 2024. 
  17. Meléndez, Amable López (5 de junio de 2022). «¡Tovar-Surrealismo Vivo! Se prolonga la inmersiva de la Plaza España». Reporte Extra. Consultado el 9 de junio de 2024.