Calentador de agua
Calentador de agua, calefont o boiler, es un dispositivo termodinámico que utiliza energía para elevar la temperatura del agua. Entre los usos domésticos y comerciales del agua caliente están la limpieza, las duchas, para cocinar o la calefacción. A nivel industrial los usos son muy variados tanto para el agua caliente como para el vapor de agua.
Entre los combustibles utilizados se encuentran en gas natural, gas propano (GLP), querosén, carbón, electricidad y fisión nuclear. Alternativamente también se emplea la energía solar, bombas de calor (compresor) de refrigeradores o de acondicionadores de aire, calor reciclado de aguas residuales (no aguas negras) y hasta energía geotérmica. En el caso de las aguas calentadas con energías alternativas o recicladas, éstas usualmente se combinan con energías tradicionales.
Los tipos de calentadores de agua más conocidos son: calentador de punto, calentador de paso (sin tanque), calentador de acumulación y las calderas (para recirculación).
El tipo de calentador y el tipo de combustible a seleccionar depende de muchos factores como la cantidad de grados que deseamos aumentar al agua, disponibilidad local del combustible, costo de mantenimiento, costo del combustible, espacio físico utilizable, cantidad de litros por minuto requeridos, clima local, y costo del calentador.
Tipos de calentadores de agua
Calentadores de punto
Estos calentadores son unidades muy pequeñas instaladas a pocos centímetros del lugar donde se requiere el agua caliente. Son alimentados con electricidad y se activan automáticamente por flujo o manualmente con un interruptor. Su uso se reduce a unas pocas aplicaciones comerciales o domésticas.
Tienen un reducido consumo eléctrico van desde 1500 vatios a 5000 W. Solo tienen un uso práctico en países de clima templado, dada su baja capacidad de calentamiento.
Podemos encontrar ejemplos de su uso instalados directamente a lavamanos o como las famosas duchas (regaderas) de punto, muy utilizadas en viviendas económicas en países de clima templado.
Calentadores de paso
También llamados calentadores sin tanque o calentadores de flujo son también de reducido tamaño en los modelos eléctricos y algo más grandes en los modelos de gas natural o GLP. Son unidades que están apagadas, sin consumir energía, un sensor de flujo se activa cuando detectan circulación de agua e inician su procedimiento de calentamiento. Los modelos eléctricos van desde los 8.000 W (1,91 kcalorías/s) hasta los 22.000 W (5,26 kcalorías/s). Los modelos a gas pueden alcanzar las 8 kcal/s como es el caso de un calentador de 18 L/min. Los modelos eléctricos están equipados con resistencias calentadoras de inmersión y los de gas encienden una llama que calienta un intercambiador de calor por donde circula el agua.
Los modelos más avanzados están equipados con controles electrónicos de temperatura y caudalímetros. De esta manera el usuario puede seleccionar la temperatura que desea en grados. El controlador electrónico mide el flujo de agua que está circulando, la temperatura de entrada, y gradúa la potencia que aplicarán la resistencias de calentamiento en el caso de los modelos eléctricos o el tamaño de la llama en los modelos a gas.
Los modelos eléctricos pueden aplicar el 99% de la energía consumida al agua, mientras que los modelos a gas alcanzan entre un 80% y un 90% de eficiencia. En el caso de los de calentadores a gas la energía no utilizada se libera en forma de aire caliente y CO2.
Los modelos eléctricos pueden ser instalados en lugares cerrados pues no requieren ventilación, en cambio los de gas deben ser instalados en lugares ventilados o de ser instalados en lugares cerrados deben dirigir los gases que expelen a través de un ducto de ventilación al exterior.
Estos calentadores tienen ventajas de ahorro de espacio, ahorro de energía y agua caliente ilimitada pero solo son prácticos en países de clima templado o caliente dada su baja capacidad de calentamiento a grandes flujos de agua, o si la temperatura inicial del agua es muy baja.
Para seleccionar la potencia de un calentador de paso debemos conocer que cantidad de agua necesitamos calentar y a que temperatura deseamos elevarla.
Un ejemplo práctico: deseamos alimentar dos duchas de manera simultánea y nuestra temperatura de entrada es de 18 ºC. Una ducha promedio puede consumir alrededor de 8 L/min y una ducha confortable está alrededor de los 45 ºC.
Entonces necesitamos elevar 27º C a 16 L/min apliquemos la siguiente fórmula:
Necesitamos 7200 calorias/s (unos 30 kW), un calentador de gas de 18 L debe cumplir con esta labor.
Calentadores de acumulación
Estos calentadores poseen un tanque donde acumulan el agua y la calientan hasta alcanzar una temperatura seleccionada en su termostato. La capacidad de su tanque es muy variable y va desde los 15 litros hasta modelos de 1000 L. Utilizan como energía gas natural, gas propano (GLP), electricidad, carbón, luz solar, madera o kerosén. Para la selección del tamaño debemos considerar la cantidad de agua caliente que se pueda requerir en determinado momento, la temperatura de entrada del agua y el espacio utilizable.
Estos calentadores tienen la ventaja de suministrar agua caliente a temperatura constante por tantos litros como casi la totalidad de tanque. Además la temperatura del agua que surte no se ve afectada si se abren o cierran otras llaves conectadas al mismo calentador. Su desventaja está en el tamaño de su tanque, si llegamos a agotar el agua caliente del mismo pueden pasar largos periodos antes de que se recupere el calor.
Al momento de escoger un modelo de tanque debemos tener en cuenta el tipo y calidad de aislamiento térmico que posee. Si seleccionamos un modelo económico pagaremos ese ahorro después en la cuenta de electricidad o gas, ya que un aislamiento deficiente permite que se escape el calor del agua al ambiente, obligando al calentador a gastar más energía para volver a recuperar la temperatura.
Calderas
Las calderas son sin duda los sistemas más eficientes para calentar y proveer agua caliente, manteniendo una temperatura constante sin importar el uso. Un sistema de caldera bien equilibrado puede proveer agua caliente para calefacción y para uso directo simultáneamente. Las calderas proveen vapor para usos comerciales e industriales de manera segura y eficiente.
Existen varios tipos de calderas pero en su concepto básico son envases de metal (cobre, acero inoxidable o hierro colado) por donde circula el agua. Este envase es atravesado por barras calientes. El combustible para calentar estas barras puede ser gas, combustible fósil, madera, fisión nuclear o incluso resistencias calentadoras si es eléctrico. El agua circula, en algunos casos por medio de una bomba de agua a través de tuberías que recorren los lugares donde se requiera el agua caliente o vapor. El agua no utilizada regresa a la caldera para reiniciar el ciclo. Un sistema de nivel mide el faltante de agua y la agrega en caso de ser necesario.
Para las viviendas solo se justifica el uso de calderas en países de climas con 4 estaciones muy marcadas, donde el invierno requiera calefacción por varios meses al año. En cambio para determinados usos comerciales, por ejemplo en hostelería, son casi indispensables.
Costos
Combustibles
El combustible es a la larga el mayor costo asociado al calentamiento de agua, más que el costo equipo y de su de instalación. El calentador de agua y su instalación lo pagamos una sola vez, mientras que con el combustible lo hacemos todos los meses.
Siendo el gas natural el más económico, es la opción lógica en la mayoría de los países. Pero el gas natural no está siempre disponible, sobre todo en lugares apartados. La segunda opción es el gas propano o GLP. Está de parte de nosotros hacer trabajos de investigación para saber que combustibles hay disponibles en la zona y cuales ofrecen mejores opciones de ahorro.
La energía solar se puede aplicar directamente al calentamiento del agua, existen equipos comerciales que contienen todos los accesorios necesarios para calentar el agua y acumularla para usos posteriores. Si bien este sistema no pueda cubrir todo el requerimiento de agua caliente, es una ayuda que nos permite ahorrar energía. Aunque probablemente en invierno, cuando más necesitemos agua caliente, haya una enorme nube sobre nuestra casa.
El calor que expelen los compresores de aire acondicionado o los compresores de refrigeradoras también puede ser transferido al agua. Que, de igual manera, aunque no cubra todas las necesidades contribuye al ahorro.
Otro sistema empleado para calentar agua consiste en hacerla circular por intercambiadores de calor, los cuales cumplen la función de transmitir esta energía a la cañería de la red de agua corriente que ingresa al domicilio; utilizando el agua que se desecha de duchas, lavado de platos, lavadoras u otras máquinas o electrodomésticos que descarten agua caliente, sacando provecho de esta forma a tales calorías y utlilizándolas para elevar unos cuantos grados la temperatura del agua que está entrado desde la calle. De esta forma se facilita el trabajo del calentador.
Aislamientos
Los aislamientos térmicos de buena calidad son costosos, pero se pagan con el ahorro de energía. Hay dos cosas en las que debemos cuidar el aislamiento: el calentador y las tuberías de agua caliente. Si se trata de un calentador de tanque o caldera el aislamiento evita que se pierda calor con el ambiente. A mayor pérdida de calor mayor será el consumo de combustible. De igual manera las tuberías de agua de caliente pierden calor con el ambiente, siendo las tuberías de cobre las que desperdician mayor cantidad de calorías. En el caso de las calderas el aislamiento de las tuberías es obligatorio.
En referencia a los calentadores de paso, aunque estos no requieren aislamiento térmico, el aislar las tuberías si mejora el ahorro de energía.
En el caso de los calentadores de paso otra opción muy empleada es evitar un solo calentador grande para cubrir todos los usos y en cambio colocar varios calentadores de paso cerca de los puntos de uso. Así se elimina el desperdicio de energía en largos tramos de tubería haciendo más eficiente el consumo de agua caliente.
Mantenimiento
El mantenimiento interno de un calentador esta asociado a la calidad de agua que estemos calentando. Aguas con altos contenidos de sales de calcio o magnesio (aguas duras) tienden a obstruir las tuberías de agua caliente con mayor regularidad que las de agua fría. El mantenimiento preventivo está asociado a descalcificadores o suavizadores de agua. Recientemente aparecieron en el mercando unos suavizadores de agua electrónicos que aseguran evitar la acumulación de sales dentro de la tuberías y hasta logran limpiar la sales ya acumulados por efecto de la erosión.
Los calentadores de tanque o calderas adicionalmente requieren el vaciado y limpieza de los tanques para extraer los sedimentos acumulados en su interior. La frecuencia de esta limpieza depende de la cantidad de sólidos que contenga el agua que calentamos.
Los calentadores de tanque hechos de hierro galvanizado tienden a oxidarse y corroerse. Para evitar esto y alargar la vida de los taques algunos equipos tienen un ánodo de sacrificio de magnesio o aluminio. El estado de este ánodo debe revisarse como parte del mantenimiento anual.
Para el caso de los calentadores de gas, la limpieza y revisión del intercambiador de calor se recomienda una vez al año. Las impurezas del gas natural (aceite o petróleo) pueden obstruir el radiador.
La revisión de los sistemas de seguridad por personal especializado debe estar incluido dentro del mantenimiento que se haga el equipo.
Seguridad
Aunque calentar agua lo vemos como un proceso normal y nada peligroso, en realidad si lo es. El agua al pasar los 100 ºC se convierte en vapor, al pasar del estado líquido al gaseoso se expande y requiere más espacio aumentando la presión del envase donde este contenida.
Si un envase herméticamente cerrado que contenga agua lo calentamos hasta pasar los 100 ºC, este explotará.
Aunque bajo condiciones normales es muy difícil que un calentador de agua explote, es un hecho que ha pasado antes. Para evitar esto, los calentadores tienen un sistema de control de temperatura y otro de seguridad.
El sistema de control consiste en un termostato que apaga y enciende el calentador a determinadas temperaturas del agua. Los sistemas más avanzados tienen un sistema de control electrónico, en lugar del termostato, que regula la potencia aplicada al agua.
El sistema de seguridad consiste en una válvula de alivio de presión y un segundo termostato en algunos casos.
La válvula de alivio libera la presión permitiendo que el agua o el vapor salgan del tanque si la presión interna aumenta de manera peligrosa.
En los calentadores con un segundo termostato de seguridad este está graduado para que se dispare a una temperatura superior al termostato de control. De esta manera si el termostato de control falla entonces se disparará el termostato de seguridad para evitar que la temperatura se eleve por encima de los 100º C. Una vez que se dispara el termostato de seguridad el calentador no volverá a funcionar hasta que se le reinicie de manera manual, de esta manera nos veremos obligados a cambiar o reparar el termostato de control.
Véase también
Referencias
- Ahorro de energía en inmuebles [1].
- U.S. DOE Energy Efficiency and Renewable Energy [2].
- Respuestas a pregunta de Termotronic calentador de paso [3].
- Consejos Para Conservar Energía en Su Hogar [4].
- Consejos de instalación de un calentador de paso a gas [5].
- Reporte de Inspección de Consumo de Energía [6].
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobre calderas y calentadores domésticos.