Ir al contenido

Cerro Machín

Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 19:12 25 abr 2016 por Juandiegosanta (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Cerro Machín
Localización geográfica
Continente América del Sur
Cordillera Cordillera Central, Andes
Coordenadas 4°29′00″N 75°23′30″O / 4.4833333333333, -75.391666666667
Localización administrativa
País Colombia
División Tolima
Localización ColombiaBandera de Colombia Colombia
Características generales
Tipo Estratovolcán
Altitud 2750 msnm
Geología
Tipo de rocas dacita
Observatorio Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales
Última erupción 1180
Mapa de localización
Cerro Machín ubicada en Colombia
Cerro Machín
Cerro Machín
Ubicación en Colombia.
Cerro Machín ubicada en Tolima
Cerro Machín
Cerro Machín
Ubicación en Tolima.

Cerro Machín es un estratovolcán ubicado sobre la cordillera central de los Andes colombianos, en la ciudad de Cajamarca, Tolima, Colombia. A 7 km, a 17 km se encuentra el casco urbano de Ibagué y a 35 km está Armenia.

Consiste en varios anillos que se intersecan, además de tres domos con alturas hasta de 2750 msnm. Es considerado uno de los volcanes más peligroso del planeta, debido a la gran cantidad de población ubicada en ciudades y pueblos dentro de su área de influencia. Se encuentra drenado por el río Coello, afluente del río Magdalena.

Según estudios geológicos realizados en la zona se ha determinado una ciclicidad en eventos de aproximadamente cada 800 años y caracterizados por su explosividad y abundancia de flujos piroclásticos, siendo la parte más afectada la cuenca del río Coello.Su última erupción fue en torno al año 1200. Existe la creencia que este volcán es el responsable del evento presentado en 1687 conocido como el Año del Ruido, el 9 de marzo de ese año en horas de la noche, con una presunta erupción con emanación de gases azufrados por un corto lapso de tiempo. Desde entonces no había registrado actividad alguna hasta 2000, cuando comenzó a registrar actividad sísmica. Ésta se fue intensificando con el paso de los meses: en 2004 se registraron 96 sismos, en 2005 la cifra aumentó a 316, en 2006 llegó a 787 y en 2007 la cifra ascendió a los 1014 sismos; el más fuerte se registró el 28 de diciembre, sobre los 3 grados en la escala de Richter, junto a otros 139 sismos que también se registraron ese mismo día. En 2008 el momento de mayor tensión ocurrió en noviembre, cuando se detectaron algunos sismos fuertes, sobre todo el del 9 de noviembre que causó pánico en Cajamarca, Ibagué y otras poblaciones y sectores aledaños al volcán. Esto ocasionó el desplazamiento de cerca de 450 familias residentes en el sector de la zona de influencia del volcán y en centros poblados como Toche, principalmente hacia las cabeceras de Cajamarca e Ibagué. El 23 de diciembre de 2015 se reportaron sismos por lo habitantes cercanos al volcán, información confirmada por el Servicio Geológico Colombiano (SGC)[1]​.

Se estima que, de haber erupción, el material arrojado por el volcán alcanzaría entre 20 y 40 kilómetros de altura, llegando a ser visto incluso en Bogotá.[cita requerida] También bajaría por sus laderas material caliente que represaría afluentes y ocasionaría una gran avalancha en el río Coello, afluente del río Magdalena. Todo esto podría llegar a afectar a cerca de un millón de personas en los departamentos de Tolima, Valle del Cauca, Quindío, Risaralda y Cundinamarca.

Los posibles efectos de una erupción del Volcán Machín podrían ser incendios forestales, arrasamiento y destrucción de vegetación, cultivos, puentes y casas en las orillas de los ríos (principalmente el Coello) y daños en la electricidad, entre otros. Incluso se prevé que, de alcanzar la ceniza el río Combeima, podría quedar Ibagué sin abastecimiento de agua potable.

Características

No todos los volcanes son iguales y este es de lo más singular. Es un volcán activo y altamente explosivo. Es el de menor altura en Colombia (2.750 m.s.n.m.); se confunde con la topografía del sector debido a que el centro del cráter está ocupado por varios domos con actividad fumarólica, y "es tan grande que no se ve", pues el diámetro del cráter es de 2,4 km. Estas características lo hacen prácticamente invisible para quienes no lo conocen pues no corresponde con la imagen común que tenemos de un volcán.

Es bueno aclarar que se considera como un volcán activo aquel que ha tenido, al menos, una erupción en los últimos 10.000 años. Existe registro geológico de seis erupciones, en El Machín, en los últimos 5.000 años, que "se han caracterizado por producir columnas eruptivas de varias decenas de kilómetros de altura que depositaron capas de ceniza de varias decenas de centímetros en zonas como Armenia, flujos piroclásticos de centenares de metros de espesor que rellenaron los valles de los ríos que drenan el volcán y flujos de lodo volcánico (también llamados 'lahares') que alcanzaron a llegar hasta el río Magdalena formando enormes abanicos aluviales en las zonas de Chicoral, Espinal, Guamo y Saldaña". La última erupción ocurrió hace, aproximadamente, 850 años y de ello quedó memoria en una leyenda indígena de la región. Un cálculo fácil indica que, en términos geológicos, estamos cerca de una nueva erupción, podría suceder en cualquier momento. Otras manifestaciones de la actividad volcánica son: la presencia de fumarolas, microsismisidad permanente, aguas termales dentro y en las cercanías del cráter, geoformas del edificio volcánico bien conservadas y mayor presencia de gas Radón en el sector.

Las primeras referencias a la existencia del volcán Machín se deben al geólogo alemán Friedlaender (1927) quien fue informado de su existencia por el Hermano Amable quien lo descubrió. Desde un principio el volcán fue catalogado como un volcán-somma o pliniano que es el nombre técnico que se da a los volcanes explosivos, precisamente los de mayor peligrosidad por la dimensión y características de sus erupciones. De este mismo tipo han sido el Krakatoa, el Bezymianny, el Vesubio, o el Mont Saint Helen. El registro de anteriores erupciones indica que siempre han sido explosivas, muy fuertes, y han cubierto de material un territorio amplio en los departamentos de Tolima, Quindío, Risaralda, Valle del Cauca y Cundinamarca.

El volcán y el paso de la "Línea"

La cercanía del volcán Machín a la carretera que une al centro con el occidente del país, por el paso de "La Línea", es otro aspecto que nos depara sorpresas. En documento editado por INGEOMINAS en el año de 1999 ( EL VOLCÁN CERRO MACHÍN, LA PREVENCIÓN DE DESASTRES Y EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL) se puede leer lo siguiente: "Las políticas de ordenamiento territorial deberían tener en cuenta la actividad del volcán Machín en temas como densidad de población y localización de obras de infraestructura estratégica para el país, tales como la comunicación entre el centro (Región Andina) y el occidente (el Pacífico)."

En el año 2005 se iniciaron las obras del túnel de "La Línea" y en el Estudio de Impacto Ambiental, elaborado por la firma Gómez Cajiao y Asociados, ni siquiera se nombra al volcán Machín como posible amenaza para el mismo, ni siquiera como algo de importancia en el contexto de la obra. Y el gobierno ha insistido en hacer allí el túnel, a pesar de las oportunas recomendaciones de INGEOMINAS. Esto es inadmisible por varias razones.

En primer lugar porque con la modernización de la carretera y la construcción del túnel se incrementarán las actividades económicas en la región y, en consecuencia, aumentará la población en Ibagué, Cajamarca, Calarcá, Armenia y a todo lo largo del eje de la vía. En otras palabras, estamos invitando a decenas de miles de personas más a vivir en una zona de grave amenaza volcánica y eso contradice el buen criterio de prevenir los desastres.

En segundo lugar porque al insistirse en el paso de la cordillera por ese lugar se cometen varios errores. Una de los problemas más conocidos del desarrollo territorial de Colombia es la excesiva concentración de la población y de la infraestructura económica en una reducida parte del territorio nacional (el antes mencionado "triangulo de oro") mientras que el resto permanece casi despoblado y en completo atraso. Se pudo pensar (aún es necesario hacerlo) en un paso por otro lugar que abra nuevas regiones a la población y a la actividad económica. El paso por "La Línea" sigue siendo el único paso útil de la Cordillera Central para las exportaciones e importaciones del país. En caso de una erupción esa carretera se perdería por lustros, posiblemente por décadas, y el famoso túnel de "La Línea" no quedaría sirviendo más que para criar murciélagos; el país quedaría partido en dos, sin comunicación entre el centro del país y Buenaventura con consecuencias desastrosas para la economía nacional. El desastre sería doble. De un lado el millón de personas afectadas directamente y por el otro el país entero con su economía quebrada.

Actividad volcánica

El volcán Machín ha adquirido notoriedad en los últimos días debido a la inusual actividad sísmica que se presenta en el edificio volcánico y sus alrededores. Esto se está registrando desde finales del año 1998 pero se ha incrementado dramáticamente en los últimos meses. En diciembre de 2007 ocurrieron 381 pequeños temblores, en enero de 2008 fueron 492, en febrero 162, en marzo 80, en abril 747 y en mayo 437. Buena parte de esos microsismos tiene su origen en ruptura o quiebre de estructuras geológicas al interior del volcán y eso es lo preocupante. Hay otros indicios de actividad volcánica como el aumento en la actividad fumarólica, cambios en las emanaciones de gas Radón y posibles deformaciones en uno de los domos que obstruye el cráter del volcán.

Estamos pues en mora de que se tomen medidas efectivas para prepararnos y prevenir un desastre. Es cierto que no hay manera de saber cuándo ocurrirá pero sí sabemos que ocurrirá y dónde. El pasado 21 de enero se creó una comisión especial, al más alto nivel del Estado, para tratar el tema y ya se han visto algunas acciones como la instrucción impartida por el Ministerio de Educación sobre la necesidad dar a conocer la existencia del volcán dentro del currículo educativo, las reuniones que se han convocado para la elaboración de un "Plan de contingencia" (debería ser de "Prevención y contingencia") para el caso de una erupción, en el Quindío, y se ha incrementado el monitoreo del volcán (aún es insuficiente) para conocer más sobre lo que allí está sucediendo y poder avisar con tiempo la ocurrencia de una erupción.

Ya se habla del volcán y eso en un avance, pero no olvidemos que los procesos sociales de asimilación de un aspecto tan problemático de nuestra realidad es algo que toma mucho tiempo, demora muchos años.

Véase también

Enlaces externos

  1. «Alerta de actividad de Volcán Cerro Machín». www.latarde.com. Consultado el 25 de abril de 2016.