Sitio de Víborg
Sitio de Víborg | ||||
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Parte de Gran Guerra del Norte | ||||
Los últimos días del sitio, por Alexei Rostovtsev | ||||
Fecha | Marzo de 1710 – 12 de junio de 1710 | |||
Lugar | Víborg, Imperio Sueco, posteriormente Zarato ruso | |||
Coordenadas | 60°42′33″N 28°44′39″E / 60.7092, 28.7442 | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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El sitio de Víborg se desarrolló durante la primavera de 1710 en el marco de la Gran Guerra del Norte. Ocurrió porque Pedro I de Rusia quería garantizar la seguridad de la cercana San Petersburgo y tras el estallido de la guerra las tropas suecas se habían hecho fuertes en Víborg. El sitio comenzó el 22 de marzo, con trece mil soldados rusos bajo el mando de Fiódor Apraksin. En abril, el zar llevó una flota de 250 barcos, armas y suministros para el asalto final. La guarnición sueca se rindió el 12 de junio y la ciudad pasó a manos rusas.
Contexto
Tras la victoria a la batalla de Poltava, el ejército ruso estaba preparado para emprender nuevas acciones al nordeste del teatro de operaciones. El 1710, emprendió una ofensiva en dos direcciones: sobre la costa del Báltico (donde, en otoño de 1710, Riga fue asediada) y sobre Finlandia, con ataques a Víborg y Kexholm.[2] El sitio fue comandado por el almirante general Fiódor Apraksin, asistido por los generales mayores Robert Bruce y Wilhelm Bergholtz. Antes del sitio, Bruce y Bergholtz habían comandado operaciones de carácter defensivo, principalmente en San Petersburgo. Posteriormente, encabezaron la ofensiva sobre Finlandia. Fueron escogidos porque los mandos más experimentados en la guerra de asedio (incluyendo Boris Sheremetev, Jacob Bruce y Anikita Repnin) estaban concentrados en torno a Riga. Consecuentemente, se consideró que el zar Pedro comandara en persona las operaciones a Víborg, para no tener que reasignar los generales más experimentados y arriesgarse a una derrota en Riga.[3]
El 1709, la principal defensa de Víborg eran cinco baluartes llamados Holtz, Neuport, Klein-Platform, Wasserport y Eleonora, conectados por una muralla de piedra, en la zona este de la ciudad. La parte oeste, conectada con el sector principal, tenía tres baluartes llamados Valport, Panzerlachs, y Evrop. Al oeste de la muralla entre Panzerlachs y Evrop existían un revellínes y dos caponeras, y entre Evrop y Eleonora había otro revellín. Los revellines eran de tierra, pero las principales defensas orientales eran de piedra. La mayoría de las fortificaciones a la parte oeste eran de madera, con la excepción de la torre de guarda de piedra, llamada torre de Petersburgo. Separada de estas fortificaciones, en la pequeña isla al este de la ciudad (actualmente la isla Zamochnyy), había la schloss (castillo) de Víborg. El castillo disponía de 151 bocas de artillería.[4]
En aquel momento, las fortificaciones estaban en mal estado porque el alto mando sueco no había centrado sus esfuerzos en la zona, y los fondos asignados a su mantenimiento eran insignificantes. Además, los fuertes de Nöteborg y Nyenschantz eran considerados suficientes para la defensa de la región. El 1702, aún así, se llevaron a cabo algunas reparaciones bajo la supervisión del capitán L. Stobecks.[5]
Según el historiador Yuri Moshnik, en 1710 la guarnición de Víborg tenía unos 6.000 hombres; otros historiadores, como B. Adamovich y A. I. Dubravin, hablan de 4.000 hombres.[1] Desde 1702, el mando de la plaza estaba en manos de Zacharias Animoff, un anciano con la salud delicada.[6][7][8] Por este motivo, en febrero de 1710, el coronel Magnus Stiernstråle lo reemplazó oficialmente; este había encabezado de facto la mejora de las defensas de la ciudad.[6]
Ataques previos
Rusia había intentado tomar previamente Víborg; en octubre de 1706, un grupo fue enviado bajo el mando de Robert (Permanece) Bruce. El 22 de octubre, se emplazaron los morteros y se inició el bombardeo, que se alargó durante cuatro días y causó cinco incendios a las fortificaciones de Víborg. A finales del bombardeo, las fuerzas rusas se retiraron a San Petersburgo, puesto que los comandantes rusos se dieron cuenta que no se podía completar el sitio sin apoyo naval y artillería apropiada.[9][10][11] Además, el otoño no era considerado una época adecuada para las operaciones de sitio. La idea de volver a intentar capturar Víborg fue propuesta por Pedro el 1708, pero fue rechazada por el alto mando debido a una ofensiva sueca.[9]
Ataque ruso
El plan de Pedro incluía una combinación de fuerzas terrestres y navales, y someter la fortaleza a un largo sitio. En febrero de 1710, fuerzas rusas especialistas en sitios se reunieron en la isla de Kotlin.[12] Esta vez, el ataque ruso se produjo en dos etapas. El 2 de marzo de 1710, el general Apraksin recibió órdenes de atacar Víborg, y planeó avanzar el 15 de marzo.[13] Aun así, el 16 de marzo, seguía en Kotlin, desde donde informó a Bruce que partiría “el día siguiente”.[14] De hecho, salió el 21 de marzo y llegó con la caballería el mismo día a Víborg; la infantería y la artillería llegaron el día siguiente.[15]
Llegada de las fuerzas rusas
Cuando el cuerpo de sitio llegó a Víborg el 22, ocupó los arrabales y su cercanía, cosa que forzó los suecos a reagruparse detrás los muros de la ciudad. Los suecos intentaron quemar los arrabales para evitar que cayeran en manos rusas pero fracasaron, puesto que se tuvieron que retirar apresuradamente detrás las murallas.[16]
Los trabajos de aproximación se hicieron bajo el fuego de la artillería sueca. Desde el 21 de marzo hasta el 29 de marzo (cuando, según Aleksander Myshlayevsky, los rusos empezaron a disparar su artillería), 66 bombas y 1.200 balas de cañón fueron disparadas por la artillería sueca.[17] Los suecos realizaron una salida para frenar los trabajos de aproximación, pero fueron rechazados.[18][15]
Número de piezas de artillería
Las estimaciones sobre el número de piezas de artillería que tomaron parto en el sitio de Víborg difiere en función de las fuentes consultadas. En algunas fuentes, incluyendo Diario… del emperador Pedro el Grande desde 1698 al Tratado de Nystad, Informe de la captura de Víborg, La Vida y los Asuntos del Gran Soberano y La Fortaleza de Víborg: Crónicas desde 1710 a 1872, se afirma que intervinieron 10 cañones de 12 libras y 3 morteros.[19][20][18][21] N. G. Ustryalov considera que había 10 cañones de 12 libras y cinco morteros, M. M. Borodkin contabiliza 24 cañones y cuatro morteros, y M. V. Vasiliev 12 cañones y cuatro morteros, aunque ninguno de estos historiadores da sus fuentes.[22][23][24] En una carta a Pedro de Fiódor Apraksin, datada el 2 de abril de 1710, dice: "el enemigo ha emplazado tres baterías contra nosotros; nos dispara de forma eficiente y precisa: han desmontado uno de nuestros cañones, otro ha estallado por el exceso de uso; quedándonos 10 cañones en nuestras baterías" (esta es la única ocasión en la cual la artillería sueca destruyó elementos de la rusa).[25] De este modo, Myshlaevsky concluyó que originalmente los rusos desplazaron 12 cañones contra Víborg, pero solo debe de de ellos fueron usados en el sitio , puesto que dos de ellos estaban inoperatius.[26] Probablemente se empraren tres morteros, pero no hay fuentes primarias para validarlo.[3]
En todo caso, no había suficiente artillería, puesto que no se pudo llevar más debido al hecho que era muy difícil desplazar la artillería por tierra, y el hielo impedía el transporte por mar.[27]
Bombardeo inicial
No está claro qué día los rusos iniciaron el bombardeo. Según los informes de Apraksin a Pedro y el diario del mismo zar, la artillería rusa abrió fuego el 1 de abril.[20][28] Apraksin, pero, informó al zar que él "empezó a bombardear Víborg y el castillo el 30 de marzo, y el primer día se lanzaron 130 bombas, y 90 el segundo." Además, Aleksander Myshlayevsky publicó la lista de cuántos sacados hicieron los morteros y cañones sobre Víborg del 21 de marzo al 9 de abril, y cuántos de ellos golpearon la ciudad en el bombardeo empezó el 29 de marzo, cuando se dispararon 150 salvas de mortero y 60 de cañón, y que durante los tres días siguientes solo dispararon los morteros que causaron 100 salvas al día. En total, durante el primer periodo del sitio, los atacantes dispararon 2.975 salvas de mortero y 1.531 de cañón, y los suecos dispararon 399 salvas de mortero y 7.464 de cañón. Las proporciones entre lss salvas de cañón y mortero indican claramente los objetivos de asediados y asaltantes; los morteros eran utilizados mayoritariamente para batir las fortificaciones, mientras que los cañones eran utilizados para hacer fuego de contrabateria y silenciar la artillería contraria. El 5 de abril, Apraksin anotó que "nuestros cañones son de poca ayuda, puesto que son bastante pequeños y ligeros" Los morteros, sin embargo, infligieron daños importantes a Víborg y el castillo, cosa que forzó los ciudadanos a refugiarse en las bodegas.[25] Aún así, los soldados tuvieron que permanecer en sus posiciones y sufrieron importantes bajas.[29]
Pronto, los generales mayores Bruce y Bergholtz se dirigieron a Apraksin con una propuesta para asaltar la fortaleza, sin esperar "la apertura de una brecha ". Su razonamiento era que podían acabar perdiendo más soldados por las dolencias y heridas derivadas del sitio que en un asalto directo. Pedro se enteró por una carta de Apraksin, y afirmó que podía ser una acción “muy relevante, pero también muy peligrosa". Finalmente delegó la decisión sobre el general Apraksin el cual, para no asumir la responsabilidad de un fracaso, decidió esperar la llegada de los refuerzos un golpe el mar deshelara.[30]
La pequeña guarnición sueca centró sus esperanzas en el apoyo de la marina sueca un golpe el hielo permitiera la navegación. Los rusos, por otro lado, sufrieron la carencia de municiones y comer, puesto que, con los caminos entre Víborg y San Petersburgo bloqueados por el deshielo, la única ruta de aprovisionamiento era la marítima. Ninguno de los dos bandos fue capaz de imponerse al otro y restaron esperando la llegada de refuerzos de las marinas respectivas. La marina que primero llegara a la zona proporcionaría una gran ventaja estratégica y táctico al bando respectivo.[1]
La llegada de los refuerzos
Mientras tanto, en San Petersburgo, ya estaban en marcha los preparativos por un ataque anfibio contra Víborg. Las herramientas necesarias para el sitio fueron preparadas en la fortaleza de San Pedro y San Pablo. El 4 de abril, Cyril Naryshkin, el primer comandante de San Petersburgo, recibió órdenes para enviar 18 cañones de veinte libras a Víborg desde Narva (a través de San Petersburgo), "por tierra o por mar, por el camino que sea lo más conveniente ", y 9.000 balas de cañón junto con ellos. Sin embargo, Naryshkin no pudo reunir la artillería rápidamente, y hasta el 25 de abril no envió los cañones a Kotlin, donde Solovoy los recibió.[31]
Pedro no esperó la llegada del tren de artillería y el 30 de abril hizo zarpar su flota. No pudo demorar su partida debido a la escasez de municiones y provisiones que sufrían sus fuerzas a Víborg. Cómo que el hielo no estaba completamente deshecho, el viaje fue extremadamente llevar. Cuando el hielo era particularmente grueso, las tripulaciones se veían obligadas a "transportar un pequeño cañón hasta el bauprés y dejarlo caer sobre el hielo" para romperlo. Muchos barcos de transporte se desviaron de su rumbo por el viento o el hielo y apenas pudieron ser rescatados. Cuando la flota de Pedro finalmente llegó el 9 de mayo, las tropas rusas solo tenían provisiones por tres días más. Las fuerzas rusas también fortificaron Trångsund (ruso: Vysotsk, finlandés: Uuras) para bloquear la ciudad desde el mar.[35][32][33][34]
La escuadra sueca estaba formada por siete barcos de línea y tres fragatas, junto con sus naves auxiliares, bajo el mando del almirante Gustav Wattrang. Los suecos se retrasaron debido a los vientos desfavorables y llegaron cuando la flota rusa ya había partido hacia San Petersburgo. Cómo que no pudo acercarse en la ciudad debido a las defensas rusas, la escuadra sueca decidió bloquear los pocos barcos rusos destinados a Trångsund. Sin embargo, la llegada tardía de la escuadra sentenció la ciudad y su rendición solo fue cuestión de tiempo.[36]
Al llegar a Víborg, Pedro inmediatamente inspeccionó las fortificaciones suecas y elaboró las instrucciones por los preparativos del asalto a Víborg.[35] En ellas había órdenes de construir dos baterías de cañones y tres de morteros, con un total de 60 cañones y 18 morteros para batir las defensas de Víborg. También ordenó que fueran emplazados 140 morteros ligeros para desalojar las tropas enemigas de los muros durante el asalto final y para realizar bombardeos nocturnos. Pedro ordenó dejar 20 cañones, diez morteros y 50 morteros ligeros en reserva, que podían ser utilizados en un bombardeo masivo de las defensas. También propuso el uso de brulotes, pero no fueran nunca utilizados.[36]
La construcción de las baterías empezó el 17 de mayo, y algunas fueron acabadas el 24 de mayo.[36] A La fortaleza de Víborg: Crónicas desde 1710 a 1872 se menciona que durante la construcción se envió un heraldo a pedir a los rusos el paso de un correo para entregar cartas del general sueco Georg Lübecker, pero el requerimiento fue rechazado. También hay registros que muestran la llegada de una flota sueca Víborg que fue rechazada por los rusos.[37] Otras fuentes, pero, no mencionen el heraldo o la batalla naval; Fiódor Apraksin incluso escribió al zar que él “no podía imaginar” como una flota sueca podía ser enviada a Víborg, aunque tomó precauciones.[38] Durante este tiempo, Ivan Botsis fue enviado con una flota de galeras para cerrar el acceso a la bahía, lo cual bloqueó completamente la ciudad y la fortaleza de Víborg.[22]
Últimas andanadas y rendición sueca
En una carta del 29 de mayo, Fiódor Apraksin escribió que los trabajos de construcción de las baterías bajo su responsabilidad habían finalizado, y que todavía había que seguir trabajando en las baterías bajo la responsabilidad de Bergholtz (aunque ya se habían emplazado diez morteros), debido de a los "grandes pantanos y el suelo rocoso". Apraksin preguntó a Pedro si había que esperar que Bergholtz acabara la construcción de sus baterías o bien tenían que asaltar la ciudad sin esperarlo; Apraksin se fue decantando por la segunda opción para no perder más tiempo ni recursos, y porque la artillería de Bergholtz no tenía suficiente calibre para dañar seriamente las defensas suecas.[38] El zar estaba de acuerdo que no había razones para esperar, y ordenó que el bombardeo empezara inmediatamente.[39] Ahora bien, surgió otro problema: era imposible trasladar silenciosamente la artillería por el terreno rocoso. Además, había más luz de día en esta época del año, y debido a la latitud de Víborg, el sol empezaba a ponerse en torno las 21 horas.[40] Esto significa que el crepúsculo se alargaba casi toda la noche, y el fuego defensivo sueco se podía alargar infligiendo severas pérdidas.[41]
Sin embargo, el segundo bombardeo empezó el 1 de junio; en aquellos momentos, Bergholtz disponía de 13 cañones adicionales a su disposición.[38] El bombardeo se alargó hasta el 6 de junio, momento en el cual "se abrió una gran brecha por la cual podían avanzar dos batallones para tomar la ciudad".[42][43] Durante estos seis días se hicieron un total de 2.975 salvas de mortero y 1.539 de cañón. Los suecos dispararon 7.464 salvas de cañón y 394 de mortero.[44] En ambos bombardeos se efectuaron un número similar de salvas, pero el segundo bombardeo fue mucho más devastador por los suecos. Esto se debió de a varios factores: en los salvas del segundo bombardeo se utilizó munición de mayor calibre e hicieron más mal en cada impacto. La frecuencia de fuego fue también mucho más intensa, el primer bombardeo se alargó un mes, mientras que el segundo seis días.[3]
El 6 de junio se decidió realizar el asalto final. Los dos días siguientes se destinaron a los preparativos y se escogieron las unidades que encabezarían el asalto. Aun así, el 9 de junio, los suecos enviaron otro heraldo que comunicó a los rusos que estaban listos para rendirse. El 13 de junio, la guarnición de Víborg se rindió oficialmente antes de ningún asalto directo. Se rindieron 3.880 hombres, incluyendo 156 oficiales y 3.274 militares de bajo rango. Los suecos perdieron unos 2.500 hombres. Contrariamente al acordado en las capitulaciones, los rusos hicieron prisioneros todos los hombres aptos de la guarnición, mientras que 877 soldados heridos, 169 mujeres y un grupo de niños fueron transportados en Helsinki a bordo de los barcos del almirante Wattrang.[36][45][46][47]
Consecuencias
En sus cartas, donde anunciaba la captura de Víborg, Pedro escribió que desde aquel momento "se había conseguido la seguridad total de San Petersburgo". El zar dijo que Víborg tenía que ser un "colchón firme" para la nueva capital. Mediante la captura de Víborg, se consiguieron varios objetivos estratégicos importantes. El Imperio Ruso había conseguido mejorar considerablemente su acceso al mar Báltico, desde el cual podían lanzar más ataques contra Finlandia, y una poderosa fortaleza que defendía su nueva capital, San Petersburgo. El zar ordenó la modernización de la fortaleza con la ayuda de una división especial del ejército y los campesinos locales.[48]
Se realizó un intento de recuperar la ciudad bajo el liderazgo del nuevo gobernador general de Finlandia Carl Nieroth con 10.000 hombres y con el apoyo naval de la escuadra del almirante Olof Wernfelt, formada por 6 barcos de línea, 3 fragatas y 3 bergantines. La infantería ligera sueca inició las operaciones de bloqueo la primavera de 1711, y el bloqueo naval se extendió durante gran parte del verano. A su vez, los suecos fueron diezmados por una plaga que golpeó Finlandia a finales de 1710, que mató, entre otros, un millar de personas en Helsinki (la mitad de la población de la ciudad). La misma plaga afectó Karlskrona y dificultó en extremo la preparación de la escuadra sueca de Finlandia, que hasta finales de junio no pudo zarpar y retrasó todas las operaciones suecas. No se estableció un sitio terrestre efectivo hasta el otoño. Carles XII se negó a destinar más tropas y material bélico, cosa que condenó el sitio al fracaso. El 2 de diciembre de 1711 las aguas y las condiciones climáticas adversas obligaron las fuerzas navales a retirarse, el mismo que tuvieran que hacer las tropas terrestres en Navidad. Nieroth murió repentinamente el 25 de enero de 1712 y fue sustituido por Georg Henrik Lybecker.[51]
Consecuencias estratégicas
Con la pérdida de Víborg, los suecos perdieron una importante base naval y terrestre, y sus actividades en el golf de Finlandia se restringieron. La ocupación rusa permitió la creación de una base de suministro por las tropas y la construcción de barcos, y expandieron la zona de acción de la Flota del Báltico. Víborg demostró su importancia como una base militar clave de 1712 a 1714 en forma de base logística por las operaciones rusas sobre Finlandia. La captura de Víborg y Carelia sirvió para determinar el futuro de la Gran Guerra del Norte en cuanto que punto de salida por nuevas operaciones militares.[49]
Durante las conversaciones de paz con los suecos “la cuestión de Víborg” fue debatida, y Pedro ordenó a su representante, Andrey Osterman, que presionara Suecia porque cediera Víborg y Riga. Después del Tratado de Nystad, Víborg se incorporó oficialmente al Imperio Ruso. Este fue el inicio de un nuevo periodo en una ciudad con una historia multicultural con marcadas influencias culturales rusas, suecas, finesas y alemanas.[48]
Referencias
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