Pleonasmo
Un pleonasmo (del griego πλεονασμός pleonasmós; de πλέον, pléon más, demasiado) es una expresión en la que aparecen uno o más términos redundantes (por ejemplo: sal afuera). El Diccionario de la Real Academia Española también recoge el término datismo que deriva de Datis, sátrapa medo que luchó en Maratón, y quien caía frecuentemente en esta construcción gramatical.[1]
Es el uso de palabras innecesarias para intensificar el significado en una oración.
La palabra pleonasmo, se utiliza en nuestra lengua para nombrar a una clase de figura retórica. Esta consiste en el uso de términos que refuercen lo dicho en una oración o expresión, pero que no añaden información valiosa, ya que sin ellos la frase se entendería de la misma forma.
Ejemplos
Algunos ejemplos típicos de pleonasmo son:
El sustantivo contiene toda la información:
El verbo contiene toda la información:
El primer adjetivo contiene toda la información:
- Nexo de unión
- Lava volcánica
- Sorpresa inesperada
- Regalos gratis
- Un viejo anciano
- Ambos dos
- Pared divisoria
- Parte integrante
- Accidente fortuito
- Cita previa
- Mentira falsa
- Protagonista principal
- Hecho real
- Supuesto hipotético
- Testigo presencial
- Querella criminal
- Funcionario público
- Lapso de tiempo
- Antecedentes previos
- Base fundamental
- Una sonrisa en los labios
- Réplica exacta
- Puño cerrado
- Peluca postiza
- Falso pretexto
- Desenlace final
- Destino final
- Resultado final
- Meter adentro
- Entrar adentro
- Subir arriba
- Bajar abajo
- Salir afuera
- Sacar afuera
- Avanzar adelante
- Venir aquí
- Deambular sin rumbo
- Ver con ojos propios
- Callar la boca
- Beber líquidos
- Volar por los aires
- Soler hacer algo a menudo
- Volver a repetir
- Reservar exclusivamente
- Prever con antelación
- Perdurar en el tiempo
- Conocer por primera vez
- Blanco claro
- Negro oscuro
- Interrelacionados entre sí
- Mi propia opinión personal
Uso del pleonasmo
En algunos casos el pleonasmo tiene valor expresivo y se utiliza como recurso estilístico, como sucede en estos ejemplos, tomados de sendos romances tradicionales:
- [...] Y, yendo más adelante,
- hay un verde naranjuez *
- de naranjas y limones
- que más no podía tener.
- El labrador que lo guarda
- es un ciego que no ve. [...]
(Romance de la huida a Egipto)[2]
* naranjal
- Te echaré cordón de seda
- para que subas arriba;
- y si el cordón no alcanzare,
- mis trenzas añadiría.
(Romance del enamorado y la muerte)[3]
Figura opuesta
Lo contrario del pleonasmo es la elipsis, pues dicha figura retórica consiste en quitar elementos que se sobreentienden en una oración. Sin embargo, ha tenerse en cuenta que el pleonasmo, en algunas ocasiones, es necesario, por ejemplo "es útil cuando ciertos vocablos, al parecer superfluos, se emplean para dar más fuerza y colorido a la expresión, y para que a las personas que nos oyen no les quede duda alguna de lo que les queremos referir o asegurar". Lo anterior la Gramática de 1917 lo señalaba en el apartado titulado «Del pleonasmo» (p. 442)[4].
Referencias
- ↑ Real Academia Española. «datismo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 20 de febrero de 2018.
- ↑ Romance de la huida a Egipto, en La Casa del Árbol.
- ↑ Romance del enamorado y la muerte, en www.poesi.as
- ↑ «Pleonasmo».