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Apoxiómeno del Vaticano

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'Apoxiómeno'

El Apoxiómeno del Vaticano, por Lisipo, en el Museo Pío-Clementino, encontrado en el Trastevere, 1849.
Autor Lisipo
Creación 330 a. C.
Ubicación Museo Pío-Clementino
Bandera de Ciudad del Vaticano Ciudad del Vaticano
Estilo Barroco
Material Mármol
Dimensiones 205 cm
Coordenadas 41°54′23″N 12°27′16″E / 41.906388888889, 12.454444444444

El Apoxiómeno (en griego antiguo, «el que se raspa») es una estatua erguida, esculpida en mármol de época romana que se encuentra en los museos Vaticanos. La mayoría de los historiadores de arte sostienen que se trata de una copia de otra estatua de bronce perdida de la antigua Grecia realizada por Lisipo en el siglo IV a. C. Pero algunos autores han cuestionado que esta copia sea similar a la estatua realizada por Lisipo. Pertenece a la época helenística del arte griego.

El Apoxiómeno en sí es uno de los temas convencionales de la antigua escultura votiva griega; representa a una atleta, captado en el momento familiar de raspar el sudor y el polvo de su cuerpo con un pequeño instrumento curvado que los romanos llamado estrígil. Este es el Apoxiomenos más conocidos de la Antigüedad clásica, y se atribuye a Lisipo de Sición, el escultor de corte de Alejandro Magno, realizado hacia el año 330 a. C.

Descubrimiento

Fue descubierto en 1849 en el barrio romano del Trastévere, y al año siguiente el arqueólogo alemán August Braun reconoció en la estatua una copia de un bronce de Lisipo citado por Plinio el Viejo en su obra Historia Natural:

Lisipo realizó, como hemos dicho, el mayor número de estatuas de todos, con un arte muy fecundo, y entre ellas, un atleta que está limpiándose con un estrígil.

El bronce original se ha perdido, pero se conoce por esta descripción de Plinio el Viejo. Esta copia de mármol pentélico se muestra en el Museo Pío-Clementino. A las colecciones académicas nacionales llegaron pronto modelos en yeso de esta escultura, y es la versión estándar de los libros de texto.

Este tipo fue famoso desde la antigüedad; según Plinio, la estatua fue consagrada por Agripa ante las termas que llevan su nombre que él erigió en Roma, alrededor del año 20 a. C. Más tarde, el emperador Tiberio, gran admirador de la estatua, la hizo transportar a su habitación.[1]​ Sin embargo, después de un alboroto en el teatro «Devolvednos nuestro Apoxiómeno», avergonzó al emperador y lo devolvió. Pertenece a la época helenística.

Temática y rasgos de estilo

La escultura, un poco más grande que tamaño real, pues mide 2,05 metros de altura.

Se trata de una figura masculina desnuda que representa a un atleta que se limpia de aceite y arena con el estrígil, un tema cotidiano, en el cual se limpia el sudor. Es una obra para ser vista totalmente circular, es decir, se puede observar desde todos los ángulos. Utiliza el contraposto: se apoya en una pierna mientras la otra está desplazada hacia un lado, recibiendo parte del peso. Un brazo se estira para crear una sensación de movimiento y crea vistas interesantes desde diferentes ángulos. La cabeza es pequeña y está girada de forma parecida a la del Doríforo de Policleto, obra que debió de tener influencia en la realización de esta estatua.

Lisipo realiza esta obra estableciendo su propio canon de belleza, en el cual estiliza la figura con ocho cabezas, dándole así un carácter más realista al retrato, aunque para algunos autores no aumenta a ocho cabezas, sino a siete y media. Es característica del nuevo canon de proporciones establecido por Lisipo, con una cabeza ligeramente más pequeña (1:8 de la altura total, en vez del 1:7 de Policleto) y más larga y de miembros más delgados. Según Plinio, Lisipo «solía decir» que mientras otros artistas «hacían a los hombres como eran en realidad, él los hacía como parecen serlo». Una de las manos es restauración moderna.

Bibliografía

Notas
  1. Así lo señala Plinio. Comparad el mito de Pigmalión y la anécdota que circulaba en Roma sobre un admirador de la Afrodita de Cnido de Praxíteles. Tiberio al menos se llevó la estatua a su palacio privado.
  • J.J. Pollitt. El arte helenístico. Editorial Nerea, 1989.
  • Martin Robertson. El arte griego. Capítulo 7. Alianza Editorial, 1993.

Enlaces externos