Alicante
Plantilla:Infobox Ciudad España Alicante (Alacant en valenciano) es la segunda ciudad de la Comunidad Valenciana, España, capital de la provincia de Alicante y de la comarca del Alacantí.
Territorio
La ciudad se halla a orillas del Mediterráneo, en una planicie sorteada por una serie de colinas y elevaciones. El monte Benacantil, con 169 metros de altura domina la fachada urbana en la que encontramos también el monte Tossal (donde se asienta el castillo de San Fernando), la Sierra de San Julián o Serra Grossa, las lomas del Garbinet y el Tossal de Manises. Entre estas discurren barrancos y vaguadas, algunos completamente ocultos por el crecimiento urbano como las ramblas de Canicia, Bonivern o San Blas-Benalúa, otras, de más envergadura, se hayan canalizadas como la Rambla de las Ovejas o la del Juncaret. Al sur de la ciudad hay una zona pantanosa, el Saladar de Agua Amarga.
En la línea de costa cabe señalar las playas que son de norte a sur San Juan, Albufereta, Postiguet y Agua Amarga (también conocida como Urbanova), todas dentro de la malla urbana. Entre las playas de la Albufereta y San Juan está el Cabo de las Huertas, con numerosas calas: Calabarda, Cantalares, los Judíos, la Palmera.
Hay un gran desnivel dentro de la misma ciudad: mientras que el Ayuntamiento está a 0 m. y se toma como referencia para medir la altura de cualquier punto de España hay barrios al mismo nivel, como Playa San Juan, otros a más altura como Pla del Bon Repós y San Blas a 30 m. Los Ángeles a 75 m. o Ciudad Jardín y Virgen del Remedio a más de 80 m.
El término municipal abarca poco más de 200 km² y destaca como máxima elevación los 1.208 m. del Cabezón de Oro. También hay montes de menor altura como las sierras de las Águilas, Alcoraya, Mediana, Fontcalent (426 m.), Sancho y los Tajos, que separan Alicante de las comarcas del Vinalopó. Estas elevaciones son formaciones compuestas por materiales calizos, margas y areniscas. En cuanto a la hidrografía cabe señalar las cuencas del río Montnegre o Seco y de la Rambla de las Ovejas. Destaca también la isla de Tabarca, frente al cabo de Santa Pola y que forma parte del municipio.
Historia
Orígenes
Los origenes de Alicante se remontan probablemente a poblados íberos. Colonos griegos de Focea, en Asia Menor, fundaron un asentamiento llamado Akra Leuke (Pico blanco) en el 324 AC. En el 201 AC los romanos capturan la ciudad y la llaman Lucentum.
Entre el 718 y 1247 la ciudad estuvo gobernada por los musulmanes.
En virtud del tratado de Cazola (Soria 1179) entre Alfonso VII de Castilla y Alfonso II de Aragón, la frontera meridional de Aragón se fijaba en la línea que une Biar, Castalla, Jijona y Calpe. Por lo tanto Alicante pertenecía a la zona de expansión castellana. En el año 1243, el gobernante de la Taifa de Murcia, Muhamas ben Hud, firmó el Pacto de Alcaraz con el infante Alfonso --que después se convertiría en el rey Alfonso X el Sabio-- por el cual el reino musulmán de Murcia se ponia bajo protectorado castellano. Sin embargo, el gobernador de Alicante, Zayyan ben Mardanis, no aceptó el pacto y fue obligado a partir en 1247 fecha en la que comienza la soberanía castellana de Alicante. En 1244 el Tratado de Almizra había fijado los límites de la expansión aragonesa y castellana en la línea de Biar a Villajoyosa y Alicante permaneció bajo soberanía castellana. Aunque en principio se procedió a repoblar la ciudad, la carencia de suficientes pobladores cristianos unido a razones económicas aconsejó la permanencia de la población musulmana.
Entre 1264 y 1266 Alicante estuvo inmersa en la rebelión mudéjar que se extendió por el Reino de Murcia, lo que obligó al rey de Aragón Jaime I el Conquistador a intervenir militarmente en ayuda de su yerno, Alfonso X el Sabio rey de Castilla. Desde el principio, Alfonso X el Sabio intentó establecer en Alicante un grupo de cristianos numeroso dada la importancia militar y mercantil de la villa, pero el proceso repoblador fue lento y se prolongó a lo largo de todo el siglo XIII, aunque esta poco documentado a causa de la desaparición de los Libros de Reparto. Los repobladores castellanos, catalanes y aragoneses recibieron todo tipo de privilegios y franquicias para facilitar su asentamiento. Comenzando por el Fuero Real (Agosto de 1252), la organización del gobierno municipal (bala; juez; mostaza, el encargado de contratar los pesos y medidas y la calidad de los alimentos; reparto de heredades; dotación de un extenso rabal; exenciones fiscales; fijación de los aranceles de almojarifazgo) así como el impulso del puerto, al que se le concedió en 1271 la exclusiva para el embarque hacia ultramar junto con el puerto de Cartagena.
A pesar de todo el proceso repoblador era lento y el rey se vio forzado a obligar la residencia de los beneficiarios de la intervención militar de Jaume II en el Reino de Murcia aprovechando los problemas sucesorios castellanos. Alicante fue conquistada en abril de 1296, después de una heroica resistencia del alcaide del castillo Nicolás Pérez. Jaime II respetó los privilegios e instituciones anteriores aunque adaptándolas a la nueva situación política, particularmente después de la incorporación de Alicante, y el resto de comarcas al norte del rio Segura al reino de Valencia mediante la modificación de lo fijado en el Tratado de Almizra (Sentencia Arbitral de Torrellas, 1304 y Tratado de Elche, 1305).
El siglo XIV fue una etapa de crecimiento hasta los años cuarenta, aunque ya en 1333, el hambre se dejó sentir en Alicante, primera señal de la crisis que se acercaba: la guerra de la Unión (1348), la peste negra (1348) y la guerra de los dos Pedros (Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón) entre 1356 y 1366 que tuvo en Alicante uno de sus principales escenarios. La villa estuvo en manos castellanas y la población emigró, murió o cayó cautiva. Con la paz se inicia la reconstrucción social y económica aunque los mudéjares prácticamente desaparecieron y los judios fueron una minoria. Pedro IV el Ceremonioso dictó numerosas medidas para reactivar la economía y la paz social, aunque esto no evitó el ataque contra los judios de 1391 que acabó con la presencia de esta comunidad en la sociedad alicantina.
Edad Moderna
Durante el siglo XV Alicante continuó creciendo y una próspera agricultura orientada hacia la exportación (vino, frutos secos, esparto) impulsó un notable desarrollo del puerto y una clase media que controlaba el gobierno municipal. El único conflicto bélico fue la guerra con Castilla de 1430 que no tuvo excesivas consecuencias.La población continuó creciendo y en 1510 Alicante era la quinta ciudad del reino. Este progreso sirvió de justificación a Fernando el Católico para otorgarle el título de ciudad en 1490.
Desde la obtención del título de ciudad el desarrollo institucional, económico y demográfico de Alicante fue palpable. El puerto se convirtió durante la Edad Moderna en el más importante del antiguo Reino de Valencia y propició el asentamiento de colonias de comerciantes extranjeros que imprimieron un gran dinamismo al tráfico mercantil. La construcción del embalse de Tibi a finales del siglo XVI permitió asegurar la producción de la huerta cercana a la ciudad, cuyo producto principal era la uva -y por consiguiente el vino- junto con la barrilla, el esparto y los frutos secos. El puerto además se convirtió en punto de salida de los productos de la Mancha y en un eficaz redistribuidor de algunos productos coloniales y de salazones llegados del norte de Europa. El desarrollo económico permitió a Alicante arrebatar a Orihuela, en 1647, la capital de la Batlia meridional valenciana y posteriormente, en 1785, la creación de un Consulado del Mar independiente del de Valencia.
Alicante fue objetivo militar en prácticamente todos los conflictos bélicos. Así fue casi destruida en 1692 por la escuadra francesa que dirigía el almirante D'Estreés y durante la Guerra de Sucesión fue ocupada alternativamente por austracistas y borbónicos. La voladura parcial del Castillo de Santa Bárbara por parte del caballero d'Asfelt determinó la salida de los aliados de la ciudad y el triunfo borbónico en esta parte del reino de Valencia. La guerra de Independencia dejó también sus secuelas como consecuencia de la crisis de subsistencia y de los gastos militares -se construyeron nuevas murallas y el Castillo de San Fernando- aunque las tropas francesas no llegaron a ocupar la ciudad.
Época Contemporánea
El talante abierto y liberal de los alicantinos se manifestó a lo largo del siglo XIX. Muestras de ello son el gozo popular por la Constitución española de 1812 y la desaparición de la Inquisición, las grandes dificultades para formar un batallón de voluntarios realistas en 1824 para reprimir a los liberales, la rebelión de Pantaleón Boné en 1844, el apoyo a la Vicalvarada (1854) y al pronunciamiento de septiembre de 1868 que dio paso al sexenio revolucionario. El primer club republicano se abrió en Alicante alrededor de noviembre de 1868, y esta tendencia política triunfó en las elecciones municipales de 1870.
La provincia de Alicante nació como tal en las Cortes liberales de 1822. En 1847 comienza la ampliación del puerto, y en 1858 finaliza la construcción del ferrocarril entre Alicante y Madrid con el enlace Alicante-Almansa. Entre 1854 y 1878 de derrulleron las murallas de la ciudad.
Siglo XX
Durante el periodo 1920-1935 la economía alicantina se decantó por la industria mientras la agricultura se sumía en una segunda crisis. Las elecciones generales de febrero de 1936 dieron el triunfo en Alicante al Frente Popular.
En el inicio de la Guerra Civil española, el bando sublevado fracasó en un intento de poner sitio a la ciudad desde Orihuela y otras poblaciones del Bajo Segura. Otro suceso importante fue el fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera que se encontraba preso en Alicante.
La ciudad sufrió durante la guerra 71 bombardeos que causaron la muerte a 481 personas y el derrumbe de 705 edificios. El peor ataque fue realizado por aviones italianos Savoia el medio día del domingo 25 de mayo de 1938 cuando murieron más de 300 personas, en gran parte mujeres y niños que se encontraban en el Mercado Central. Muchos historiadores actuales sobre la Guerra Civil española coinciden en equipararlo con el bombardeo de Guernica.
A pesar de los bombardeos la ciudad permaneció fiel a la República hasta el final de la guerra y por ello fue objeto de técnicas de debilitamiento psicológico como por ejemplo el lanzamiento de pan blanco envuelto en lemas fascistas en epoca de hambre. Puesto que Alicante fue la última ciudad en caer en manos de las tropas franquistas, en el puerto se vivieron escenas dramáticas entre los que esperaban buques para partir al exilio. En la tarde del 30 de marzo de 1939 entraban en la ciudad las unidades de la División Littorio, comandada por el general Gambará, con un desfile delante del ayuntamiento y las principales calles de la ciudad. La represión consecuente fue considerable al considerarse la ciudad y la provincia como "rojas".
La década de los sesenta trajo el desarrollo económico y el crecimiento demográfico que continuó en las decadas siguientes. La economía evolucionó hacia el sector servicios, especialmente hacia el turismo.
Clima
Alicante cuenta con un clima mediterráneo árido, con temperaturas suaves a lo largo del año y lluvias escasas, concentradas en los periodos equinocciales. Las temperaturas oscilan entre los 16,8º y 6,2º de enero y los 30,6º y 20,4º de agosto, siendo la temperatura media anual de 17,8º, contándose como excepcionales tanto las heladas como las temperaturas por encima de los 40º. Las precipitaciones son de 336 mm. anuales siendo septiembre y octubre los meses más lluviosos debido a las lluvias torrenciales causadas por la gota fría, que pueden alcanzar más de 200 mm. en 24 horas. causando severas inundaciones. Esta irregularidad es lo que explica que al año sólo haya 37 días lluviosos mientras que las horas de sol son 2.864.
1971-2000 | ene | feb | mar | abr | may | jun | jul | ago | sep | oct | nov | dic | TOTAL |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Temp. máxima (ºC) | 16,8 | 17,8 | 19,2 | 20,9 | 23,6 | 27,2 | 30,1 | 30,6 | 28,4 | 24,4 | 20,4 | 17,6 | 23,1 |
Temp. mínima (ºC) | 6,2 | 7,0 | 8,2 | 10,1 | 13,3 | 17,1 | 19,7 | 20,4 | 17,8 | 13,7 | 10,0 | 7,3 | 12,6 |
Precipitaciones (mm) | 22 | 26 | 26 | 30 | 33 | 17 | 6 | 8 | 47 | 52 | 42 | 26 | 336 |
Los récords de temperatura son 41,4º el 4 de julio de 1994 y -4,6º el 12 de febrero de 1956. Los récords de precipitación en 24 horas son los 270,2 mm. del 30 de septiembre de 1997 y los 220,2 mm. del 19 de octubre de 1982.
Población
Según el padrón del 1 de enero de 2004 la ciudad cuenta con 316.178 habitantes, siendo la 13ª de España y 2ª de la Comunidad Valenciana en población. En el núcleo urbano viven 310.171 habitantes y 6.007 en las partidas rurales siendo el barrio más populoso el de Carolinas Altas, con 19.186 habitantes.
En 1900 contaba con 50.142 habitantes que fueron aumentando lentamente hasta 1950, con 104.222. A partir de ese momento el desarrollo urbanístico fue espectacular superando los 250.000 en 1981. Con la democracia el crecimiento fue más lento llegándose a 272.432 en 1998. Desde entonces el incremento de la inmigración ha causado un nuevo auge demográfico que ha hecho que se sobrepasen los 300.000 habitantes, siendo un 10% de la población de otras nacionalidades.
La conurbación que forma con los municipios limítrofes (San Vicente del Raspeig, San Juan de Alicante, Muchamiel y El Campello) sobrepasa los 400.000 habitantes (413.562 en 2004) y cuenta cada vez con más servicios conjuntos. El área metropolitana Alicante-Elche cuenta con 688.351 y es la octava de España.
Fiestas
Las Hogueras de San Juan, son las fiestas mayores de Alicante, declaradas oficialmente de Interés Turístico Internacional, siendo sus orígenes muy remotos ya que la costumbre de quemar objetos, bailando en torno a una hoguera con la llegada del solsticio de verano, se pierde en la noche de los tiempos.
Como tales fiestas organizadas con las peculiaridades actuales datan de 1928, siendo su impulsor José María Py y Ramírez de Cartagena. Con el pregón se dan por iniciados estos festejos, plantándose las hogueras, monumentos artísticos policromados de cartón piedra y madera de profunda carga satírica, en la noche del 20 de junio, quemándose cuatro días después tras lanzarse desde lo alto del monte Benacantil, donde se encuentra el castillo de Santa Bárbara, una monumental palmera de fuegos artificiales que es visible desde gran parte de la ciudad.
A lo largo de los días de fiesta hay una extensísima programación de actos tales como pasacalles, cabalgatas, ofrendas, corridas de toros, actuaciones musicales, campeonatos deportivos y un largo etcétera, viviéndose la fiesta en la calle donde la gente puede comer, cenar y bailar en las 'barracas' y 'racós', degustando la típica 'coca en tonyina' (torta de atún) y 'les bacores' (brevas). La fiesta cuenta con su reina, la Bellea del Foc elegida entre las que fueron 'Bellezas' de cada uno de los 85 distritos y es la representación viva de la fiesta. En los días posteriores a la 'cremá' de las hogueras tiene lugar un concurso de fuegos artificiales y tracas luminosas que se disparan desde la playa del Postiguet.
Destaca también la Semana Santa Alicantina, con más de 30 cofradías que realizan sus desfiles procesionales desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección. Destacan algunas tallas como la Virgen de la Soledad de Salzillo. Las procesiones más conocidas son la del Domingo de Ramos (La burrita) en la que participan todos los ciudadanos y la de Santa Cruz, en miércoles, con más de 1.000 cofrades y cuatro pasos siendo el más valioso el del Descendimiento.
Entradas relacionadas
Enlaces externos
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- Ayuntamiento de Alicante
- Diputación Provincial de Alicante
- Universidad de Alicante
- Hogueras de San Juan