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José Miguel Carrera

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Plantilla:Infobox mandatario José Miguel de la Carrera y Verdugo (Santiago de Chile, ¿15 de octubre de 1785?[1]​ - Mendoza, 4 de septiembre de 1821) fue un destacado político y militar chileno. Prócer de la emancipación de Chile y Latinoamérica, jefe de gobierno y Primer General en Jefe del Ejército.

Hijo de una familia aristocrática, tras servir a las armas del rey en contra del ejército de Napoleón, llegó a Chile en julio de 1811. Tras sucesivos golpes de Estado, el 15 de noviembre se hace nombrar Presidente de la Junta Provisional de Gobierno, y el 2 de diciembre, tras disolver el Congreso Nacional, asumió plenos poderes. Su gobierno, abiertamente separatista con respecto a la Corona española, tuvo que hacer frente a la invasión que el Virrey Abascal mandó a realizar desde Talcahuano, desencadenando así la Guerra por la Independencia de Chile. Tras una serie de fracasos, coronados en el Desastre de Rancagua, Carrera se vio obligado a escapar del país, país al cual nunca más volvería a ver. Su posterior vida política y militar desde 1815 en adelante fue decayendo progresivamente, hasta que en 1821, tras ser arrestado como un montonero, fue fusilado en Mendoza.

Visión General

José Miguel Carrera es uno de los personajes mas controversiales de la historia chilena. A pesar que es considerado como uno de los padres de la patria en Chile, durante su vida misma fue acusado por algunos patriotas de traición a la causa independentista y de buscar instaurarse como dictador, caso que refleja por ejemplo en las acusaciones que se le hicieron por tratar de convertirse en un Napoleón en tierra chilena[2]​.

Algunos historiadores, como Diego Barros Arana, suponen que gran parte de estas controversias derivan del carácter impetuoso y apasionado de Carrera, pues a menudo él no habría considerado las posibles consecuencias de sus actos, lo que en ocasiones produjo resultados nefastos al fin último que buscaba[3]​. Sin embargo es posible también entender sus actos como motivados por una finalidad diferente a la de otros independentistas, lo que habría producido desacuerdos y problemas.

En efecto, a pesar que Carrera era claramente independentista, existen autores que dudan del republicanismo del caudillo[4]​, y al contrario, otros lo consideran el fundador de la república. Existen también algunos historiadores que simplemente lo ven como uno de los primeros caudillos que, basados en el poder militar y la demagogia, dominaron mucho de la vida politica de América Latina[5]​.

Otra rama historiográfica reconoce a Carrera como el primer líder republicano y decididamente separatista. Reconocen en él a un revolucionario que en base al poder político que pudo acumular dotó al país de una constitución política, de una nueva institucionalidad (como el Senado de 1812), de nuevos símbolos patrios, de una nueva educación, más acorde con los nuevos tiempos, y más extendida al incluir a las niñas, entre otros avances que harían de él el verdadero constructor de la república. Dentro de esta corriente se puede catalogar a los hermanos Amunátegui y a Julio Alemparte.

Infancia y juventud

Hijo del Coronel de Milicias Reales, Ignacio de la Carrera y Cuevas, y Francisca de Paula Verdugo Fernández de Valdivieso y Herrera. Fue el tercero de cuatro hermanos: Javiera, Juan José y Luis.

A los 9 años ingresó como cadete al Regimiento de Caballería del Príncipe y en 1797 ya era Alférez. Luego en 1805 era Teniente. Hizo sus primeros estudios en el Convictorio Carolino, donde fue compañero de Manuel Rodríguez Erdoíza. Abandonó rápidamente el establecimiento, dejando establecida su fuerte personalidad, apasionada y llena de ideales, vehemente y arrebatada que lo caracterizaría como caudillo chileno.

Casado con Mercedes Fontecilla Valdivieso, tuvo cinco hijos: cuatro mujeres y un hombre, José Miguel Carrera Fontecilla, padre del héroe del combate de la Concepción, capitán Ignacio Carrera Pinto.

En 1807 es enviado por su padre a España, donde logra una formación militar solida, luchando por la causa española durante la Guerra de la Independencia española. Se enrolo en los Voluntarios de Madrid y los Husares de Farnesio, participando en más de veinte batallas, siendo las principales la ocupación de la ciudad de Mora, retirada de Consuegra, combates de Yébenes, río Guadiana, batalla de Talavera y la batalla de Ocaña, en donde fue herido el 19 de noviembre de 1809.

Producto de la herida fue transferido a Cádiz, donde es condecorado con la Cruz de Talavera y ascendido a Sargento Mayor del Regimiento de Husares de Galicia. En esos momentos Cadiz era centro de gran agitacion politica, en la medida que ahi se encontraba el gobierno efectivo de la peninsula y se discutia la futura constitucion. Es ahi donde conocio por primera vez a José de San Martín

Años despues, San Martin recuerda -en una carta- que mientras estaba en España conocio a varios “jovenes americanos”, y que decidieron volver a sus paises para participar en la lucha por la independencia, que se agudizaba. En la carta, San Martin no menciona quienes fueros aquellas personas. Sin embargo, coincidencia o no, tanto Jose Miguel Carrera como Jose Francisco de San Martin presentaron sus pedidos para volver a sus respectivos paises en 1811. Ambos tuvieron problemas para empezar, pero a poco tiempo la Regencia se los concedio.

Sin embargo, San Martin viajo primero a Londres, donde conocio -entre otros- a los venezolanos Luis López Méndez y Andrés Bello, el mexicano Servando Teresa de Mier, los argentinos Carlos María de Alvear -quien ya conocia a Jose Miguel- y José Matías Zapiola, y crucialmente, se unio a la Logia Lautaro

Mientras tanto, Jose Miguel Carrera se embarcaba - El 17 de abril de 1811- en el navío de guerra inglés "Standard" y arribaba a Santiago el 26 de julio, adentrándose inmediatamente en los vericuetos de la política local.

Desde ese momento y con sólo 25 años, José Miguel Carrera cambió la orientación del proceso independentista chileno. Hasta el momento habían predominado los moderados, cuya idea era más bien obtener grados de autonomía dentro del Imperio Español, sin llegar a la independencia plena. José Miguel Carrera era un revolucionario, que buscaba la independencia plena de Chile con respecto a España.

Carrera, director de la Revolución

Obras de su Gobierno

Primer escudo chileno

Entre las obras del gobierno de Carrera se cuenta el Reglamento Constitucional de 1812, que constaba de 27 artículos, en ella se reconoció a Fernando VII de España como Rey, pero declaró como nula cualquier orden o disposición proveniente de fuera del territorio de la república (el artículo 5° contenía el siguiente texto: "ningún decreto, providencia u orden, que emane de cualquier autoridad o tribunales de fuera del territorio de Chile, tendrá efecto alguno; y los que intentaren darles valor, serán castigados como reos del Estado".).

También publicó la Aurora de Chile, cuyo editor era fray Camilo Henríquez , primer periódico Chileno, en el que se proclamaron los ideales independentistas. También fundó el Instituto Nacional y la Biblioteca Nacional. Diseñó en conjunto con su hermana Javiera los primeros símbolos nacionales: la primera bandera (tres franjas iguales horizontales, en el orden de: azul, blanca y amarilla), el primer escudo, muy diferente al actual y con dos sentencias latinas: Post Tenebras Lux (después de tinieblas, la luz) y Aut Consilio Aut Ense (por la razón o la espada). Como el proceso de independencia fue obra de criollos burgueses (terratenientes, aristocratas, militares de profesión y la iglesia), y no una revolución popular propiamente tal (el pueblo, en ese entonces, sufría de un analfabetismo casi absoluto, y de constantes maltratos y discriminaciones por parte de los dueños de la tierra y el dinero), una de las razones principales por las que Carrera creó los primeros símbolos nacionales fue su deseo de despertar el interés de los sectores populares, hasta ese punto totalmente indiferentes, en la causa independentista.

Entre sus otras obras se incluyen el haber traído al primer fabricante de tejidos, [cita requerida] (en Chile ya se producian tejidos, al punto que la primeras declaraciones del congreso nacional, que Jose Miguel Carrera derroco, habia decretado una exepcion al libre comercio especificamente a favor de los tejidos producidos en Chile) la iluminación nocturna y reparación de calles, además de fundar una biblioteca pública y establecer escuelas gratuitas en los conventos, tanto para hombres como para mujeres. También fundó la Escuela de Granaderos, base para la futura Escuela Militar. Estableció relaciones comerciales con los Estados Unidos e incluso recibió al primer embajador estadounidense en Chile Joel Robert Poinsett, quien fuera gran amigo de los Carrera.

Otra de las obras de Carrera, en la que los historiadores usualmente no han reparado, es que fue él quien impuso el 18 de septiembre como festividad, no sólo en reconocimiento del primer paso en el proceso de independencia, sino como forma de realzar el espíritu nacionalista de los ciudadanos chilenos.

Batalla de El Roble

La lucha por la Independencia

En marzo de 1813, desembarcan las tropas de expedición enviadas por el Virreinato del Perú, a cargo del Brigadier Antonio Pareja, con el objetivo de sofocar la emancipación de Chile. Carrera asumió como General en Jefe del Ejército y combatió en Yerbas Buenas, San Carlos y Talcahuano. Las primeras batallas aunque celebradas como victorias en la capital, resultaban ser de incierto resultado; el gran grueso del ejercito carecia de la misma experiencia que Carrera en batalla, siendo las deserciones y errores tacticos (y hasta vergonzosos) mas comunes de lo que se podrian esperar.

Luego de la llegada de las tropas de Gabino Gaínza, Carrera puso en sitio la ciudad de Chillán, de la cual se tuvo que retirar por no contar con los medios adecuados.

En enero de 1814 le sucede en el mando del Ejército el Brigadier Bernardo O'Higgins, victorioso en las batallas de El Roble, el Quilo y Membrillar. Una vez entregado el mando en Concepción, al dirigirse a Santiago es hecho prisionero por los españoles, pero logra fugarse.

El 23 de julio de 1814 encabeza una revuelta que depone al Director Supremo, Francisco de la Lastra de la Sotta e instala una junta de gobierno con él como presidente. Desconocido como jefe de gobierno por las tropas del sur, su hermano Luis enfrenta a O'Higgins en el combate de Las Tres Acequias, derrotando a O'Higgins con una hábil estratagema defensiva. El desembarco del Brigadier Mariano Osorio enviado por el Virrey del Perú para sofocar nuevamente la independencia de Chile, los obliga a unir fuerzas, pero la falta de materiales de guerra y la celeridad de Osorio, desembocan en el Desastre de Rancagua, donde son batidas las fuerzas patriotas encabezadas por O'Higgins. José Miguel Carrera y sus hermanos emigraron a Mendoza junto a muchas familias patriotas de Santiago. Él se encontraba en la retaguardia para proteger a la multitud que huía, enfrentándose con las tropas realistas en plena cordillera, en la denominada Batalla de los Papeles (el 11 de octubre de 1814). Llega a Argentina donde sólo logra enemistarse con el gobernador, siendo luego aprisionado.

Carrera en el exilio

Argentina

Allí, mientras O'Higgins obtenía apoyo en José de San Martín, quien era hermano masónico de O'Higgins, ya que ambos estaban unidos por la secreta Logia Lautarina para la liberación de America, de hecho, San Martín no tenia confianza en Los Carrera, por una variedad de motivos, incluyendo una seria de actitudes por parte de los hermanos que fueron consideradas por San Martin como una tentativa de desconocer su autoridad. Al mismo tiempo, los hermanos habian sufrido mucho desprestigio a consecuencia del desastre de Rancagua y entre los refugiados en Mendoza se los acusaba, falsamente, de haberse robado el erario nacional y de traicion. Asi se vieron librados a su suerte, siendo enviados José Miguel y Juan José a Buenos Aires, donde los esperaba Luis, que se encontraba prisionero por haber matado en duelo a Juan Mackenna, miembro de la Logia Lautarina que insidiaba sobre los Carrera.

Sin embargo, a su llegada a Buenos Aires, Carrera se encuentra con Carlos María Alvear, amigo suyo desde los tiempos de Cádiz, victorioso general argentino que en ese momento era el gran orgullo de todo Buenos Aires. Los dos Generales se encontraron y estrecharon nuevamente su amistad. Aunque Alvear era miembro de la Logia Lautarina, el no confiaba en San Martín, por lo que renegó de ella. Gracias a esta amistad, Carrera consigue la liberación de su hermano Luis. Poco después, Alvear se tomó el poder, con lo cual Carrera habría obtenido lo necesario para la liberación de Chile; sin embargo, la logia intentó enemistarlos.

José Miguel Carrera

No fue esto, en definitiva, lo que terminó su relación, sino el Cabildo de Buenos Aires, compuesto por los patricios, quien se tomó el poder y tomó de rehén a la familia de Alvear, ante lo cual Alvear abdicó y con él, la esperanza de Carrera de liberar Chile.

Estados Unidos

Sin más recursos en la Argentina, Carrera decidió apelar a sus conocidos en Estados Unidos, principalmente Poinsett, quien fuera amigo suyo cuando fue gobernante. Así fue como se embarcó a bordo del Expedition hacia los Estados Unidos, sin un peso en sus bolsillos y sin siquiera hablar el inglés, que logró dominar en los tres meses que duró el viaje en barco.

Fue recibido por un amigo suyo, el comodoro David Porter, quien más lo ayudaría en su estadía. Logró entrevistarse con el presidente estadounidense James Madison, quien se excusó de no poder hacer nada por la liberación de América del Sur, ya que en ese tiempo Estados Unidos se encontraba en negociaciones de la compra de la Florida a España. No obstante, en Nueva York, José Miguel logró relacionarse con varios militares europeos de importancia, quienes lo aconsejaron respecto a cómo debía proceder, y hasta logró entrar a la logia estadounidense San Juan de Jerusalén n°1, la cual le sirvió para lograr contactos que le serían vitales en su misión.

Muchos norteamericanos fueron deslumbrados por Carrera y lo ayudaron, tanto en términos económicos, como prestándose a servir al lado del General. Gracias a su estampa, figura y finura de sus modales, José Miguel resultaba ser muy convincente y digno de admiración. Tardíamente Robert Poinsett entró en la escena, ya que, al principio, éste le dio la espalda a Carrera mientras estaba en los Estados Unidos. Mientras tanto en Chile, su padre era desterrado a Juan Fernández y los bienes de la familia Carrera requisados por los españoles.

Al cabo de un año, José Miguel logró reunir cuatro barcos, armamento y soldados en pro de la liberación de Chile, incluso terminó de aprender inglés a la perfección durante su estadía.

Al llegar a Argentina, los barcos que trajo fueron confiscados por el Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, don Juan Martín de Pueyrredón y Carrera fue puesto nuevamente tras barrotes. Las manos invisibles de la Logia Lautarina obraban otra vez en su contra.

Luego de la Batalla de Chacabuco, que abrió nuevamente la posibilidad de la independencia chilena, la buena estrella de José Miguel Carrera se apagó para siempre.

La muerte de sus hermanos

O'Higgins fue nombrado director supremo en Chile, como había sido ya planeado por la Logia Lautarina [cita requerida] y su gobierno fue notorio tanto por depender directamente de la Logia [cita requerida] como por su carácter totalitario. Durante el mandato de O'Higgins se reprimió a todo aquel que fuera contrario a su gobierno y a la Logia, principalmente a los carreristas. [cita requerida] Es generalmente mas aceptado que O'Higgins fue nombrado en su cargo en un cabildo abierto por los ciudadanos de Santiago (ver, por ejemplo, Patria Nueva)

Los Hermanos Carrera, según Arturo Gordon. Luis se encuentra representado de pie, vestido de azul, a izquierda del cuadro - Museo Histórico y Militar de Chile

Carrera, quien seguía prisionero en Buenos Aires, a bordo del bergantín Belén se fuga gracias a la ayuda del oficial estadounidense William Kennedy, y es dirigido en un bergantin portugués a Montevideo donde recibe la protección del General portugués Carlos Federico Lecor y desde donde publica su "Manifesto al Pueblo de Chile" (fechada y publicada en Montevideo el 4 de Marzo de 1818) dirigida a los "Pueblos generosos, camaradas y companeros de armas" y en la cual acusa a San Martin, O'Higgins de numerosos deshonestidades, incluyendo el estar en colusion con y ser la vanguardia de los monarquistas, etc, con el fin de "sustituir en su restauracion al yugo extranjero el de sus pretendidos libertadores"

Jose Miguel declara que su afan en publicar ese Manifesto es no solo la defensa de su honor pero que ademas busca "por lo menos avisar a los Pueblos de los peligos que los circundan, y prevenirlos contra Ias redes que arma cautelosamente la ambicion detestable de un enemigo domestico encubierto con el Paladin de las Libertad Publica" agregando que "No seria prudente callar por delicadeza lo que es presiso publicar por deber. "Nosotros hemos peleado, hemos derramado nuestra sangre para destruir la tirania, no para cambiar de tiranos."

Juan José Carrera, quien también habia estado prisionero, pero en el bergantin 25 de Mayo fue puesto en libertad poco después de la fuga de José MIguel. Luis Carrera no fue aprisionado gracias a que estaba en casa de doña Quintanilla de Alvear y vivió como prófugo durante ese tiempo, hasta que fue puesto en libertad su hermano mayor. Juan José y Luis se decidieron a volver a Chile sin claro objetivo pero disfrazados y por separado, lo que dio motivo. cuando se los descubrio, de que se los considerases parte de una conspiracion contra el gobierno de Chile, hecho jamás comprobado [cita requerida] Los supuestamente conjurados, entre los cuales estaban Juan Jose y Luis, fueron descubiertos antes de que pudieran cruzar la cordillera, Luis fue apresado en Mendoza y Juan Jose en San Luis, siendo llevado después junto a su hermano en Mendoza.

En Mendoza fueron adicionalmente acusados de querer escapar con la ayuda de prisioneros realistas, a quienes intentaron armar y organizar para derrocar las autoridades provinciales e invadir Chile (cargos que Luis Carrera reconocio implicitamente) Como consecuencia de esta tentativa fuero encontrados culpables de los delitos de "lesa patria" y "actos contra la plaza" y condenados a muerte por el gobernador de Mendoza, Toribio Luzuriaga. (ver Barros Arana)

En Montevideo, José Miguel recibe la noticia de la ejecucion que tuvo lugar el (8 de abril de 1818), tres dias después de la Batalla de Maipú, que selló el triunfo patriota en Chile. A pesar de que San Martín indultó tardíamente y sin real fuerza a los hermanos Carrera, algunos consideran que fue Monteagudo quien hizo oídos sordos a esto y ordeno la ejecución, siendo él un importante miembro de la Logia Lautarina y apelando a que los fines de la Logia venían primero [cita requerida] Sin embargo, tal percepcion no parece corresponder a los hechos (ver Barros Arana)

Poco después de esto, Manuel Rodríguez Erdoíza, quien había creado un cuerpo de caballería de 200 hombres, compuesto principalmente por carreristas [cita requerida], Los Húsares de la Muerte, supo de la noticia de la muerte de los hermanos Carrera, y entró a galope al Palacio de Gobierno chileno, exigiendo justicia y la abdicación de O´Higgins, ante lo cual fue tomado prisionero. [cita requerida] Se le siguió un juicio que no llevó a conocer datos concretos. [cita requerida] Al tiempo, fue asesinado en Til Til, el 26 de mayo de 1818 según historiadores, es un hecho que la orden fue dada por la Logia Lautarina, [cita requerida] pero no esta comprobado que Ó'Higgins estuviese informado.

Su Yo Acuso y "El Hurón"

En 1819 un enfervorecido Carrera juró venganza por la muerte de sus hermanos, de Rodríguez y por todas las penurias que tuvo que soportar su familia. Desde Montevideo enviaba panfletos a Buenos Aires y a las Provincias Unidas, que propiciaban el estado federativo y denunciaban los intentos de José de San Martín y Juan Martín de Pueyrredón de establecer una monarquía.

Mientras en Chile, el antiguo patricio don Ignacio de la Carrera, ya muy debilitado, era hostigado por O'Higgins, primero obligándole a pagar la deuda que contrajo Jose Miguel en Estados Unidos para armar su flota, no importando que hubiera sido requisada por Argentina, y después forzándole a pagar los gastos de la ejecución de sus hijos Juan Jose y Luis, último golpe que le destrozaría el corazón. Don Ignacio, de 86 años, ya sin fuerzas se echó a morir, y dos meses después de este incidente fallecería el 22 de junio de 1819.

Esto no hizo más que enfurecer aún más a Carrera, quien siguió publicando sus textos incendiarios contrarios a la voluntad de la Logia, entre ellos su Yo Acuso. Frente a esto, Isarri creo la gaceta El Duende, mientras que en las Provincias Unidas del Río de la Plata se publicaba la Gaceta de Buenos Aires, dirigida por Julíán Álvarez. En ambas se desprestigiaba a Carrera.

Frente a la creación de El Duende, Carrera creó El Hurón, periódico el cual exhibía los crímenes y desvergüenzas de los políticos bonaerenses y que promovía el federalismo. Distribuido por Carlos Rodríguez (hermano de Manuel Rodriguez), los hermanos Zamudio, el capitán Bustamante y un cura franciscano de nombre Solano Garcia.

Lucha por la Federación Argentina

Estatua de José Miguel Carrera en Santiago de Chile

Debido a la fuerte influencia del gobierno argentino sobre la Corte Real de Río de Janeiro, José Miguel Carrera debió abandonar Montevideo. Así, partió rumbo a Argentina, para alentar el enfrentamiento entre unitarios y federalistas. Formando alianza con Francisco Ramírez, de Entre Ríos, y Estanislao López, de Santa Fe, planificaron el ataque contra los unitarios, triunfando en la batalla de la Cañada de Cepeda, el 1 de febrero de 1820.

Carrera atacaría cuatro veces distintas Buenos Aires, tomándosela dos veces. En la segunda ocasión le fue ofrecido el cargo de Director Supremo, el cual Carrera rechazó, dejando en el cargo a Manuel Sarratea, quien fuera depuesto del cargo poco después de ser puesto en el poder. El nuevo Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el general Martín Rodríguez logró llegar a un entendimiento con Estanislao López, derribando otra vez los ideales de Carrera.

Su muerte

Carrera quedó prácticamente solo, por lo que formó una montonera con soldados chilenos que lo acompañaban y varios indígenas, para internarse en las pampas, con la esperanza de poder cruzar la cordillera, hacia Chile. Fue ganando adeptos entre los indios, quienes llegaron a nombrarle "Pichi-Rey" ("pequeño rey").

Junto con 2.000 indígenas del cacique Yanquetruz, el 3 de diciembre de 1820 atacó el pueblo de Salto destruyendolo completamente, cautivando a las mujeres y asesinando a los hombres. Los pueblos de Rojas, Lobos y Chascomús también fueron asaltados.[6]

En febrero de 1821 abandona las tolderías de los ranqueles y se dirige a Chile solicitando libre paso a los gobernadores de Córdoba y de San Luis, pero estos lo enfrentan militarmente. Venció al gobernador cordobés general Juan Bautista Bustos en Chajá y al gobernador de San Luis, coronel Luis Videla en Ensenada de las Pulgas, ocupando la ciudad de San Luis. Intentó luego unirse a las fuerzas del gobernador de Entre Ríos general Francisco Ramírez, pero al no querer acompañarlo éste a Chile, retornó a San Luis después de vencer a fuerzas mendocinas en Río Cuarto, mientras que Ramírez es derrotado y muerto en Río Seco el 10 de julio de 1821.

El 30 de agosto de 1821 fue derrotado en Punta del Médano por las fuerzas del coronel José Albino Gutiérrez.

Pese a que intentó replegarse a Jocolí con sus tropas, es traicionado por el comandante cordobés Manuel Arias y, junto con José María Benavente y Felipe Álvarez, es entregado al coronel mendocino José Gutiérrez. Enjuiciado y condenado a muerte, fue fusilado cerca del mediodía del 4 de septiembre, en la plaza de Mendoza. Carrera habría solicitado dar la orden de fuego, petición que le fue negada, debido a que podría ahondar aún más su carácter de héroe. Pidió entonces que no se le vendaran los ojos, y que se apuntara donde estaba su mano. Carrera habría recibido la descarga fatal de pie, mientras su mano derecha sostenía un pañuelo sobre su corazón, aunque el relato de fray Benito Lamas indica que habría muerto sentado en el banquillo, gritando ¡Muero por la libertad de América![7]​. A su fusilamiento se llevó a niños de las escuelas cercanas para que "vieran lo que ocurría con la gente revolucionaria".

Al morir, su cuerpo fue completamente mutilado, y su cabeza se exhibió en una jaula a las afueras del Cabildo, mientras que su brazo derecho colgó en la bifurcación de los caminos de San Juan y San Luis. El resto de su cuerpo fue arrojado en la huesera abierta bajo el portico del claustro de La Caridad, junto con los restos de sus hermanos.

Legado

Como una expiación por lo sucedido, el Gobierno de Chile hizo grabar sobre su tumba, ubicada en la Catedral Metropolitana de Santiago:

La patria a los Carrera, agradecida de sus servicios y compadecida de sus desgracias.
Cripta de los Hermanos Carrera en la Catedral Metropolitana de Santiago

Pablo Neruda escribió varios versos sobre Carrera, así como también de otros Padres de la Patria. Siempre se ha dicho que Neruda tenía una predilección por los hermanos Carrera. En efecto, el prócer es además visto como una figura romántica de la Historia.

Episodio XXIV, del Canto General (extracto):

"Dijiste Libertad antes que nadie,
cuando el susurro iba de piedra en piedra
escondido en los parios, humillado
Dijiste libertad antes que nadie.
Liberaste al hijo del esclavo.
Iban como las sombras mercaderes
vendiendo sangre de mares extraños.
Liberaste al hijo del esclavo."

Otras piezas de la literatura ahondan sobre el carácter y las hazañas de Carrera; entre ellas se puede contar "Los Húsares Trágicos" de Jorge Inostrosa, así como también los escritos del historiador Benjamín Vicuña Mackenna (nieto de Juan Mackenna, a quien Luis Carrera matara en duelo). También se puede contar la producción chilena "Héroes", la cual en celebración de los 200 años de la independencia de Chile también narra la historia de otros próceres chilenos.

En la ciudad de Mendoza, donde fueron fusilados los hermanos Carrera, pocos tienen conocimiento sobre la figura de Carrera, y muchos ignoran la historia de sus montoneras, y su actuación en las luchas federalistas de la Argentina, y su alianza con los indios de la Patagonia (quienes eran más de cien mil). A las afueras del antiguo cabildo (ahora un museo), y ante turistas que venían a la ciudad a preguntar donde habían fusilado a aquellos tres hermanos borrados por la historia, una pequeña placa fue puesta en la pared donde se les dio muerte. Curiosamente, el apellido está mal escrito y dice "Carreras" en vez de "Carrera". Tal vez como la última estocada a un hombre que no conoció más que penurias en su vida.

En la actualidad, existen corrientes de intelectuales chilenos que relevan la figura de O´Higgins como padre de la patria colocando a José Miguel Carrera como tal.

José Miguel fue abuelo del héroe de la Guerra del Pacífico, Ignacio Carrera Pinto.y del Intendente de Arauco. Tuvo cinco hijos, de los cuales solo el último, de nombre José Miguel, fue varón.

En los últimos años los descendientes de la familia Carrera y de sus amigos más cercanos han intentado que se reconozca nuevamente a don José Miguel como uno de los Padres Fundadores de Chile, dentro del contexto de un proceso emancipador que no fue obra de un solo hombre, sino un hecho colectivo, fruto del esfuerzo de muchas personas, entre las que destacan hombres y mujeres como Manuel Rodríguez, Ramón Freire, Javiera Carrera, Juan Martínez de Rozas, entre otros.

Actualmente el Ejército de Chile ha reconocido a don José Miguel Carrera como su primer comandante en jefe y en el último traspaso de mando del general Cheyre al general Izurieta, se ha iniciado la tradición de entregarle la espada del general Carrera al nuevo titular. El 24 de Noviembre del año 2005, la Armada de Chile, bautizó un submarino de la clase Scorpene, con el nombre "General Carrera", lo que constituye otro hito en la reivindicación histórica del prócer al tratarse del primer buque de guerra que lleva su nombre.

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Predecesor:
Juan Enrique Rosales
Presidente de la Junta Provisional de Gobierno
16 de noviembre de 1811 - 8 de abril de 1812
Sucesor:
José Santiago Portales


Predecesor:
Pedro José Prado Jaraquemada
Presidente de la Junta Provisional de Gobierno
6 de diciembre de 1812 - 30 de marzo de 1813
Sucesor:
Juan José Carrera


Predecesor:
Primero en el cargo
General en Jefe del Ejército de Chile
31 de marzo23 de noviembre de 1813
Sucesor:
Bernardo O’Higgins


Predecesor:
Francisco de la Lastra
Presidente de la Junta de Gobierno
23 de julio - 2 de octubre de 1814
Sucesor:
Reconquista Española


Predecesor:
Bernardo O’Higgins
General en Jefe del Ejército de Chile
28 de agosto2 de octubre de 1814
Sucesor:
José de San Martín

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Bibliografía

Referencias y Notas

  1. La fecha tradicional de 15 de octubre de 1785 se fundamenta en un certificado de bautismo de José Marcos del Carmen Carrera Verdugo, que se a interpretado como perteneciente a Jose Miguel, pero podria pertenecer a uno de sus tantos hermanos fallecidos poco después de nacidos. Armando Moreno Martín postula que la fecha real de nacimiento podria se entre octubre de 1783 y octubre de 1784. Archivo del general José Miguel Carrera, Tomo I 1649-1811
  2. Barros Arana, Historia General de Chile, Vol. VIII, Capitulo X: Revolución del 15 de noviembre; elevación de don José Miguel Carrera; disolución del Congreso Nacional (noviembre - diciembre de 1811)
  3. Barros Arana, Historia General de Chile, Vol. VIII, Capitulo IX: Revolución del 4 de septiembre: renovación del Congreso: período de grandes reformas legislativas (septiembre - noviembre de 1811)
  4. Autores como Diego Barros Arana, Simon Collier, y Gabriel Salazar, por poner sólo un ejemplo, sólo ven en Carrera a un dictador con fines personalistas y nepotistas. Simon Collier también asegura en su obra Ideas y política de Chile. 1808-1833 que si Carrera hubiese tenido algún tinte republicano, fue gracias al influjo del Cónsul Joel Robert Poinsett.
  5. Jocelyn-Holt, La Independencia de Chile: tradición, modernización y mito, pp. 187-232
  6. Cronología del Salto
  7. Lamas, B., Últimos momentos del general don José Miguel Carrera, referidos por el mismo eclesiástico doctor don Benito Lamas

Enlaces externos

Véase también