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Relevo de Douglas MacArthur

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La destitución del general Douglas MacArthur fue ordenada por el presidente Harry S. Truman, en el año 1951, debido a las las intenciones del primero de emplear bomba atómica durante la guerra de Corea sobre el territorio de China o Corea del Norte.

MacArthur retornó a su país abandonando Corea del Norte. Pronuncio su último discurso ante el Congreso de los Estados Unidos.

MacArthur hasta la Guerra de Corea

MacArthur con el emperador japonés Hiro Hito.

MacArthur nació en Little Rock (Arkansas) en 1880. Su padre, Arthur MacArthur, fue un general que había luchado en numerosas guerras. Douglas, tras graduarse en la academia militar de West Point y conseguir un 98,14 de media de calificaciones, emprendió la carrera militar. Durante la Primera Guerra Mundial, MacArthur llegó a ser el oficial más condecorado del Ejército estadounidense y el jefe de brigada más joven.

Durante la Segunda Guerra Mundial, MacArthur se encargó de la campaña del Pacífico, destacando su actuación en Filipinas. El 15 de agosto de 1945, fue la persona que recibió la rendición de Japón, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.

Luego, fue enviado a Japón para tratar de ocuparlo y recomponerlo para así obtener un aliado en Asia contra la Unión Soviética.

La Guerra de Corea

Introducción

Evolución de la guerra de Corea (1950-1953).

Tras la rendición de Japón en 1945, las potencias aliadas tuvieron que decidir el destino de Corea, hasta ahora bajo control japonés. Finalmente se decidió dividir a Corea en dos, y que los japoneses por encima del paralelo 38 se rindieran a los soviéticos, mientras que al sur del paralelo, los estadounidenses tomarían el poder.

En Corea del Norte, se decidió instaló un Estado socialista de corte estalinista, al mando de Kim Il-sung, mientras que los estadounidenses imponían a Syngman Rhee en Corea del Sur.

Con el fin de la guerra, las fuerzas apostadas en Corea del Sur fueron gradualmente reducidas, por lo que MacArthur recomendó al Gobierno retirarlas o aumentarlas. El Gobierno decidió entrenar al Ejército surcoreano, pero retiró sus fuerzas en 1949.

Corea del Norte contaba con el apoyo de la URSS y la República Popular China. Estas últimas habían estado infiltrando soldados en Corea del Norte desde hacía tiempo, pero hasta la visita de Mao Zedong a la Unión Soviética el Gobierno chino no apoyó directamente a Corea, parece ser que para conseguir equipamiento y tecnología soviéticas[1]

Comienzo de la guerra

El 25 de junio de 1950 el Inmun Gun, el ejército norcoreano, traspasaba el paralelo 38 en busca de la conquista de Corea del Sur. Este ejército estaba muy bien entrenado y en buenas condiciones, a diferencia del pésimo ejército de Corea del Sur.

Corea del Sur contaba con unos cientos de miles de hombres, pero sin fuerza aérea, artillería, tanques ni buen entrenamiento. Eran como milicias. En cambio, el Inmun Gun, de 150 000, habría sido muy ayudado por los soviéticos, con buen entrenamiento, tanques, artillería y fuerza aérea.[2][3]

MacArthur no se alarmó mucho porque Corea no parecía estratégicamente importante. Su destino era de poca importancia. Pero pronto se encendió la alarma considerando que Corea estaba demasiado cerca de Japón. Si los Estados Unidos deseaban obtener y preservar la seguridad de Japón, tenían que dar resguardo a Corea. Mas los ocupantes de Japón desconocían la situación real.

El presidente estadounidense, Harry S. Truman ordenó a MacArthur apoyar a los surcoreanos con algunos refuerzos. Para el 26 de junio, Seúl había caído y el avance norcoreano era imparable. MacArthur se enteró del hecho y pudo abrir los ojos. Mientras, Truman se reunía con sus principales generales en Washington y ordenaba defender Corea, para sorpresa de MacArthur.[4]

Rhee tuvo que huir al puerto de Busán con los restos del Ejército surcoreano. Los estadounidenses se atrincheraron en Busán a la espera del Inmun Gun. El VIII Ejército, bajo las órdenes del teniente general Walton H. Walker, tuvo que sostener Busán. Los norcoreanos atacaron reciamente las posiciones en Busán, pero los estadounidenses resistieron.

El contraataque

El general Douglas MacArthur, jefe de las tropas de las Naciones Unidas (1950 - 1951) en la guerra de Corea.

MacArthur decidió que debía penetrar en la retaguardia enemiga, para así atrapar al Inmun Gun entre el VIII Ejército y otra posición en retaguardia. MacArthur eligió la bahía de Incheon. Si bien Incheon era muy arriesgada y muchos se opusieron a ella, MacArthur permaneció incólume.

Finalmente, el 15 de septiembre de 1950, se realizó el legendario desembarco de Incheon, que según muchos, entre ellos el mismo MacArthur, fue una obra maestra y la mejor de su vida.[5]​ Con el desembarco, en septiembre ya Seúl fue recuperada, el Inmun Gun destruido, el VIII Ejército avanzaba y la reputación de MacArthur estaba salvada.

Pronto otra preocupación invadió a MacArthur: en 1949 la revolución roja de Mao Zedong dio sus frutos y derrocó al opresor y corrupto régimen del Kuomintang, dirigido por Chiang Kai-Shek, para implantar otro régimen opresor, pero esta vez bajo el comunismo. Chiang Kai-Shek huyó a la isla china de Formosa, en donde montó una pequeña resistencia. Truman no estaba dispuesto a cooperar con nacionalistas chinos contra comunistas chinos, pero MacArthur creía que si es cierto que «el enemigo de mi enemigo es mi amigo», entonces había que abogar por frenar la expansión comunista. Los 2 000 000 de tropas de Chiang estaban en Formosa. MacArthur apoyó más a Chiang cuando le ofreció ayuda.

Mientras, las tropas estadounidenses siguieron avanzando hasta pasar el paralelo 38, tomar Pionyang y acorralar a Kim Il-sung contra la frontera septentrional de Corea. Tras el éxito en Incheon, y con las elecciones parlamentarias acercándose, Truman quiso reunirse con MacArthur para obtener algún provecho político.

Acordaron una reunión en la isla Wake, el 15 de octubre de 1950, que pasaría a ser histórica, aunque no se habló de nada importante por el odio recíproco.[6][7]

Lo único importante que declaró MacArthur fue que los chinos no intervendrían en la guerra, ya que solo podían transportar muy pocas tropas a través del río Yalu(Amnok en coreano). Además, argumentó que no tenían fuerza aérea.[8]​ Error que pronto tendría que lamentar.

Con los norcoreanos casi borrados del mapa, MacArthur pudo restablecer a Rhee en el poder. En total, los EE. UU. tenían 300 000 hombres en Corea. Pronto China reaccionó y dijo que si sus fronteras eran violadas, China entraría en guerra, y que en Corea del Norte habría, al menos, resistencia china. Pero MacArthur decidió ir más allá y acercarse peligrosamente a las fronteras china y soviética. Esto fue un obvio error estratégico y una de las causas de su destitución. Lo que este no sabía era que los chinos ya habían infiltrado 100 000 hombres, aunque MacArthur aseguraba que eran 16 000.[9]​ Esto se debió a la táctica de Mao Zedong de hacer pasar a los soldados chinos por fuerzas coreanas, dada la similitud entre estos. Según Mao: "Si es necesario, podemos introducir subrepticiamente soldados entre ustedes". Además dijo "No se darán ni cuenta".[10]

La retirada

Los chinos, que eran veteranos, aprovecharon la brecha entre el VIII Ejército y el X Cuerpo, dos fuerzas en Corea del Norte, para destruirlos. Después los chinos se retiraron, confiados en que su movimiento había servido como advertencia. No obstante MacArthur continuó el avance al Yalu (Amnok en coreano), desafiando a los chinos. El 25 de noviembre de 1950 los chinos contraatacaron, esta vez con 300 000 hombres. Derrotaron a las fuerzas estadounidenses, que pronto estuvieron en total retirada, revirtiendo las victorias de MacArthur desde Incheon. MacArthur se puso pesimista, ordenó la retirada hasta la misma Busán y aseguró que sin otros 200 000 hombres de refuerzo, no se podrían sostener las posiciones en Corea.[11][12]

Las pérdidas estadounidenses durante la retirada fueron cuantiosas, ya fuera por la lucha o el invierno. Si bien las Naciones Unidas poseían una aplastante superioridad de fuego que acabó con miles de chinos, estos siguieron avanzando de manera imparable.[13]

Además, el Partido Demócrata, al que pertenecía Truman, sufrió una humillante derrota, lo que contribuyó al malestar del presidente. El comandante del VIII Ejército, Walton Walker, murió durante la batalla y fue reemplazado por el intrépido teniente general Matthew Ridgway.

La despedida de MacArthur

A comienzos de 1951 los chinos ya recapturaban Seúl. La situación era desesperada. Pero una excelente maniobra de Ridgway en contra de los chinos, no solo permitió la recuperación de Seúl, sino que además expulsó a los chinos, muy desgastados por los bombardeos, de Corea del Sur. La excelente victoria de Ridgway contrastaba con la exageración de MacArthur, quien aseguraba que, con las tropas que disponía en ese momento, la victoria era imposible. Tras esto, Truman por fin pudo iniciar las negociaciones de paz, que fueron abruptamente aniquiladas por MacArthur tras emitir un comunicado en el que amenazaba a los chinos y los conminaba a rendirse. Este fue el momento. Truman lo tomó por insubordinación lisa y llana. La hora le había llegado a MacArthur.[14]​ Más encima, MacArthur escribió a un congresista republicano una furibunda carta criticando la política exterior de los Estados Unidos, carta que fue publicada.[15]

Para poner un broche de oro al fin de MacArthur, había dado entrevistas a diarios derechistas en las que arremetía contra las restricciones que le habían impuesto los altos mandos en Washington. Según MacArthur, fue ridícula y sin sentido la estrategia seguida por los Estados Unidos, estrategia que él no obedeció.[16]

Finalmente, el 10 de abril de 1951 Truman lo removió de todos los mandos, siendo confirmada oficialmente el 12. Truman lo reemplazó por el intrépido Matthew Ridgway, quien llegaría a ser jefe de Estado Mayor.

Tras esto, empaca sus cosas y retorna a los EE. UU. por avión, en su afán de llegar lo más pronto posible, ya que se le había asegurado que el Partido Demócrata perdería las elecciones, y por lo menos en dos ocasiones (1944 y 1948) MacArthur soñó con la Casa Blanca. Si lograba obtener la nominación republicana, podría ganar. Para esto, era crucial que regresara lo antes posible, para que así Truman no pudiera desprestigiarlo ante la opinión pública.

Así terminaban 52 años de carrera en el Ejército de los Estados Unidos. Douglas MacArthur, general de cinco estrellas, se retiraba.

MacArthur en EE. UU.

Llegada a Chicago

De nuevo, se ordenó la presencia de Douglas MacArthur en Estados Unidos con la intención de someterlo a juicio ante el Congreso. Aterrizó a las 16:20 UTC en el Aeropuerto Internacional Midway (Chicago) junto con su esposa, Jean Faircloth, y su hijo, Arthur MacArthur IV. Una multitud se congregó en el aeropuerto y en la carretera que conecta el aeropuerto y la ciudad. Se calcula que hayan sido varios millares. Posteriormente, el alcalde de la ciudad, Martin Kennelly recibió públicamente a sus invitados. Tras ello, los MacArthur continuaron su viaje hasta Washington D.C.[17]

El general ante el Congreso

MacArthur pronunció su último discurso en el Congreso de los Estados Unidos. Allí leyó un ánfora de recuerdos y pensamientos, interrumpidos en treinta ocasiones: «El mundo ha cambiado mucho desde que presté juramento en West Point y las esperanzas y los sueños desaparecieron, pero aún recuerdo una de las baladas de cuarteles más populares de aquel entonces que proclamó con el mayor orgullo que "Los viejos soldados nunca mueren; solo se desvanecen". Y como los viejos soldados de la balada, ahora cierro mi carrera militar, y simplemente me desvanezco - un viejo soldado que tan solo intentó cumplir con su deber como Dios le dio a entender. Adiós".»

Discurso de MacArthur ante el congreso.
Estatua de MacArthur, prueba de la buena imagen de los estadounidenses con respecto al militar.

La gente se mostró muy favorable hacia MacArthur. Gozó de gran apoyo popular. Esto es atestiguado por acontecimientos como el ya descrito de Chicago. Muy probablemente, esto se debía al gran éxito de sus campañas en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial (de hecho, se le solía llamar «el Procónsul del Pacífico») y la guerra de Corea. Además, un acto que catapultó su figura fue el hecho de ser el que recibió la rendición japonesa en la cubierta del USS Missouri.

Esto trató de ser aprovechado por el Partido Republicano. Dicha agrupación política intentó que el general retirado fuera su próximo candidato en las elecciones legislativas del partido. Sin embargo, la investigación de un Comité del Senado del asunto MacArthur relajó la coyuntura e impidió a los republicanos tener a MacArthur entre sus filas.

Referencias

  1. Chang, Jung y Halliday, Jhon. "Mao, la historia desconocida" Pag. 443
  2. Roy E. Appleman, South to the Naktong, North to the Yalu, (Washington D.C., 1961), 17 – 18.
  3. Geoffrey Perret, Los Viejos Soldados Nunca Mueren, (Londres, 1996), 667.
  4. Geoffrey Perret, Los viejos soldados nunca mueren, (Londres, 1996), 668.
  5. Geoffrey Perret, Los Viejos Soldados Nunca Mueren, (Londres, 1996), 676.
  6. Geoffrey Perret, Los Viejos Soldados Nunca Mueren, (Londres, 1996), 684 – 685.
  7. Memorias de Truman, II, 365, MacArthur, 361.
  8. Geoffrey Perret, Los Viejos Soldados Nunca Mueren, (Londres, 1996), 685.
  9. James III, 519.
  10. Chang, Jung y Halliday, John. "Mao, la verdadera historia" Página 443
  11. Collins, 232.
  12. Geoffrey Perret, Los Viejos Soldados Nunca Mueren, (Londres, 1996), 694.
  13. Robert F. Futrell, The U.S. Air Force in Korea 1950 – 1953 (Washington D.C., 1983), 271, passim.
  14. Memorándum para registro, “The MacArthur Dismissal”, 28 – 1951, HSTL.
  15. Geoffrey Perret, Los Viejos Soldados Nunca Mueren, (Londres, 1996), 698.
  16. James, III, 591 – 592.
  17. http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1951/04/27/008.html

Bibliografía

Véase también