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Trastorno disfórico premenstrual

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Trastorno disfórico premenstrual
Especialidad ginecología
eMedicine article/293257

El trastorno disfórico premenstrual (TDPM) es una enfermedad que se genera en las mujeres una o dos semanas antes del inicio del período menstrual. Dicho trastorno está caracterizado por dos fases que se denominan fase folicular y fase luteínica. La fase folicular ocurre con el comienzo de la menstruación y termina con la ovulación, mientras que la fase luteínica empieza con la ovulación y termina con el sangrado menstrual. El TDPM afecta aproximadamente al 3% de las mujeres.

La causa del TDPM se desconoce, sin embargo, para saber los síntomas y consecuencias del TDPM es necesario realizar una historia clínica del paciente, así como también una secuencia de exámenes físicos, como por ejemplo, el examen pélvico y la evaluación psiquiátrica para descartar otros posibles desórdenes.

Otro criterio que debe tomarse en cuenta es que para una buena evaluación clínica del TDPM el paciente que sufre de esta enfermedad psicológica debe anotar los síntomas más frecuentes, así como también los días y el momento en que esto ocurre para poder ayudar al médico a encontrar las causas y posibles tratamientos.

Cuadro clínico

Cuando se habla del trastorno disfórico premenstrual se habla de depresión mayor, puesto que es el síntoma que más se manifiesta en este desorden; no obstante, existen otros síntomas que influyen, como son:

  • Tensión
  • Irritabilidad extrema
  • Apetito excesivo
  • Fatiga
  • Pérdida del interés por las cosas
  • Sentimiento de tristeza
  • Pensamientos suicidas
  • Ataques de pánico
  • Ansiedad intensa
  • Dificultad para concentrarse
  • Falta de energía
  • Insomnio
  • Desesperación y angustia
  • Hipersensibilidad e hinchazón de las mamas
  • Cefaleas
  • Aumento de peso
  • Dolores musculares, articulares y abdominales
  • Trastornos en la personalidad

Diagnóstico

Un buen diagnóstico del TDPM es la auto evaluación, la mejor manera para que las pacientes se autoevalúen es que sean instruidas por médicos y/o charlas para que realicen anotaciones diarias de los síntomas que puedan persistir durante 2 ciclos menstruales, para así descartar problemas graves que puedan afectar la salud de la paciente.

Causas

No se han encontrado las causas del SPM y del TDPM.

Es posible que los cambios hormonales que ocurren durante el ciclo menstrual de una mujer intervengan en la causa.

Una pequeña cantidad de mujeres se ve afectada por el TDPM durante los años en que tiene periodos menstruales.

Muchas mujeres con esta afección tienen:

  • Ansiedad
  • Depresión mayor
  • Trastorno afectivo estacional (TAE)

Otros factores que pueden intervenir incluyen:

  • Abuso del alcohol o sustancias
  • Trastorno de tiroides
  • Tener sobrepeso
  • Tener una madre con antecedentes de este trastorno
  • Falta de ejercicio

Diagnóstico diferencial

El trastorno disfórico premenstrual se presenta con mayor énfasis que el síndrome premenstrual (SPM), puesto que, además de una mayor depresión tanto física como psíquica, los síntomas son más graves; sin embargo, algunos estudios clínicos han señalado que los factores sociales, culturales, biológicos y psíquicos intervienen en la formación tanto del trastorno disfórico premenstrual como del síndrome premenstrual.

Tratamiento

Las mujeres que tienen el TDPM, poseen una condición de difícil manejo emocional, y al mismo tiempo, un reto consigo mismas para que los síntomas no afecten el desarrollo cotidiano de su vida y a las personas con las que convive diariamente.

Es por esto que para que el tratamiento del TDPM sea efectivo, el médico tratante debe hacer una serie de preguntas y una perfecta evaluación para lograr resultados deseados; además de ser tratadas con el especialista adecuado para evitar problemas más graves.

Por su parte, es importante buscar ayuda psicológica para que los resultados que se desee lograr sean más notorios y que sean tanto físicos como mentales, asimismo la auto-ayuda sirve de mucho en estos casos como: practicar ejercicio 3 veces por semana como mínimo, un descanso adecuado y tener una dieta balanceada.

Además, la importancia de llevar un adecuado registro de los síntomas persistentes, es fundamental para un adecuado tratamiento.

El acetato de clormadinona asociado a etinilestradiol (anticonceptivo vendido comercialmente como Belara o Viora), ha demostrado su eficacia para reducir la intensidad de síndrome disfórico, al igual que los síntomas depresivos. Sin embargo en la literatura se describen efectos paradójicos en algunas pacientes.

Los antidepresivos también resultan ser adecuados para el tratamiento de una paciente con Trastorno Disfórico Premenstrual, sin embargo, dichos antidepresivos no deben ser automedicados. Puesto que las consecuencias podrían llegar a ser mortales, lo ideal es que el médico tratante los recete de una manera adecuada.

Igualmente, las vitaminas y los suplementos nutricionales como el calcio y el magnesio pueden servir de gran ayuda para las mujeres con TDPM, así como también los calmantes como el ibuprofeno, las aspirinas y los diuréticos para contrarrestar los dolores musculares, de espalda, abdominales, de cabeza, cólicos menstruales, los dolores de las mamas, la retención de líquido y el sobrepeso.

Referencias