Batalla de Mutina (193 a. C.)
Batalla de Mutina | ||||
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Parte de Guerra entre celtas y romanos (200-191 a. C.)[1] | ||||
Pueblos del valle del Po. Con letras azules las tribus celtas. | ||||
Fecha | 193 a. C. | |||
Lugar | Cercanías de la actual Módena, Italia | |||
Coordenadas | 44°39′00″N 10°56′00″E / 44.65, 10.933333 | |||
Resultado | Victoria romana | |||
Combatientes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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La batalla de Mutina fue un enfrentamiento militar librado en el 193 a. C., cerca de Mutina (Módena), entre las legiones de la República romana y la tribu gala de los boyos. Resultó en una completa pero costosa victoria de las primeras.
Antecedentes
Mientras su colega, Quinto Minucio Termo, se dedicaba a aplastar una rebelión en la Liguria, el cónsul Lucio Cornelio Mérula atravesó dicha región para atacar las tierras de los boyos.[4] Mérula deseaba una batalla campal, pero como los celtas se retiraron ante su avance, ordenó a sus soldados dispersarse para saquear sus pueblos. Sin embargo, los galos no cayeron ante tal provocación.[5] Así, cuando consideró el país pacificado, el cónsul ordenó a sus soldados reagruparse y marchar a Mutina sin tomar muchas precauciones.[6] Fue entonces que los boyos empezaron a seguirlo, buscando un lugar donde emboscar a las legiones. Finalmente, una noche se adelantaron para ocupar un desfiladero donde los romanos debían transitar al día siguiente.[7]
Sin embargo, los romanos notaron el movimiento y el cónsul mandó a las tropas vigilar el campamento para evitar un ataque sorpresa. Al amanecer, envió un contingente de caballería a explorar el camino.[8] Cuando supo del número y posición del enemigo, Mérula hizo apilar en retaguardia al bagaje vigilado por los triarios y avanzó con el resto de los hombres en formación de batalla.[9] Por su parte, los galos se dieron cuenta que habían sido descubiertos y tendrían que entablar batalla campal.[10]
Combate
La élite de los socii itálicos y el ala izquierda de los auxiliares formaron la primera línea a cargo de los legados (y ex cónsules) Marco Claudio Marcelo y Tiberio Sempronio Longo.[3] Mérulo se quedo con las legiones haciendo una segunda línea para impedir que atacaran sin recibir sus órdenes.[11] Por último, la caballería en ambas alas quedó a cargo de los tribunos militares Quinto y Publio Minucio, quienes tuvieron que sacar a sus jinetes de la formación y llevarlos a un lugar abierto desde donde esperaban la orden de cargar.[12]
Mientras eso se producía, un mensajero del legado Sempronio le avisó al cónsul que muchos socii había muerto y los sobrevivientes esperaban desesperados refuerzos, por lo que solicitaba el envío de una legión.[2] En respuesta, la II legión avanzó y relevó a los socii,[13] mientras el ala izquierda de los auxiliares eran relevada por la derecha, provocando la reanudación del combate. Entre tanto, el calor del sol agotaba a los celtas, que tenían poca resistencia a ese clima, pero se apoyaban entre sí con sus escudos, lograron rechazar los envites romanos.[14]
Entonces Mérula ordenó al jefe de la caballería auxiliar, Cayo Livio Salinator, cargar a máxima velocidad apoyado por los jinetes romanos,[15] causando caos y temor entre las filas galas. La línea de los boyos empezó a retirarse y dispersarse,[16] pero sus jefes empezaron a golpear a los que huían con palos, haciéndolos retroceder en orden. La caballería del cónsul se dio cuenta y no les permitió tal acción.[17] Mérula también lo vio y le dijo: «la victoria ahora está a su alcance; debían seguir adelante mientras veían al enemigo desordenado y aterrorizado; si permitían que se reformaran las filas, volverían a librar una nueva y dudosa batalla». Empezó el avance de las legiones.[18]
Toda la infantería se comprometió en el esfuerzo, logrando hacer huir a sus rivales, quienes se dispersaron y resultaron presas fáciles para la caballería romana.[19]
Consecuencias
Los boyos sufrieron 14.000 muertos y fueron capturados 1.092 infantes, 721 guerreros, 3 generales, 212 insignias y 73 carros.[20] Pero la victoria también fue costosa para las legiones, que perdieron más de 5.000 soldados romanos y aliados, 23 centuriones, 4 comandantes aliados y los tribunos de la II legión Marco Genucio y Quinto y Marco Marcio.[21]
Las cartas de ambos cónsules llegaron a Roma más o menos al mismo tiempo anunciando victorias contra ligures y boyos.[22] Le correspondía a Minucio preceder las elecciones, pero la Liguria seguía siendo tan inestable que no se atrevía a marcharse por saber que probablemente se perdería todo lo conseguido.[23] Se le ordenó a Mérula hacer de su reemplazo por haber terminado su campaña.[24] El general solicitó una carta del Senado, pues él no había sido sorteado para tal acción.[25] El Senado encomendó a Gayo Escribonio enviar a dos comisionados con la orden e informarle que de no obedecer[26] sería destituido (interregno). La respuesta del cónsul fue que obedecería.[27]
También estalló una controversia sobre el informe del cónsul,[28] pues el legado de Mérula, Marco Claudio Marcelo, envió cartas privadas a varios senadores donde acusaba a su superior de haber vencido sólo por el valor de los soldados,[29] pues sufrieron grandes pérdidas y los boyos escaparon aunque tuvieron la oportunidad de destruirlos. Lo primero sucedió porque el cónsul se demoró mucho en hacer intervenir a la reserva,[30] y lo segundo porque impidió por largo tiempo a la caballería perseguirlos.[31]
Mérula dejó al legado Marcelo a cargo del ejército y volvió a Roma,[32] Dio un discurso ante los senadores sobre su campaña y cómo subyugó a la provincia.[33] Luego exigió días festivos y un triunfo por su victoria.[34] Sin embargo, Quinto Cecilio Metelo presentó una moción formal porque su versión era contradicha por el legado Marcelo y que no habían decretado nada pues esperaban que cónsul y legado debatieran ante ellos,[35] pero curiosamente Mérula había dejado a Marcelo con el ejército, impidiendo tal evento.[36] Lo peor era que el legado Sempronio tenía un imperium y por tanto un mayor rango que Marcelo, así que él debió quedarse con las legiones.[37] Por eso Metelo proponía negar todo lo exigido al cónsul[38] pero el cónsul insistió.[39] Al final, cuando se votó por conceder un triunfo, los tribunos de la plebe Marco y Cayo Titinio vetaron tal medida.[40]
Referencias
- ↑ Bandelli, 2017: 374
- ↑ a b Livio XXXV.5.5
- ↑ a b Livio XXXV.5.1
- ↑ Livio XXXV.4.1
- ↑ Livio XXXV.4.2
- ↑ Livio XXXV.4.3
- ↑ Livio XXXV.4.4
- ↑ Livio XXXV.4.5
- ↑ Livio XXXV.4.6
- ↑ Livio XXXV.4.7
- ↑ Livio XXXV.5.2
- ↑ Livio XXXV.5.3
- ↑ Livio XXXV.5.6
- ↑ Livio XXXV.5.7
- ↑ Livio XXXV.5.8
- ↑ Livio XXXV.5.9
- ↑ Livio XXXV.5.10
- ↑ Livio XXXV.5.11
- ↑ Livio XXXV.5.12
- ↑ Livio XXXV.5.13
- ↑ Livio XXXV.5.14
- ↑ Livio XXXV.6.1
- ↑ Livio XXXV.6.2
- ↑ Livio XXXV.6.3
- ↑ Livio XXXV.6.4
- ↑ Livio XXXV.6.5
- ↑ Livio XXXV.6.6
- ↑ Livio XXXV.6.7
- ↑ Livio XXXV.6.8
- ↑ Livio XXXV.6.9
- ↑ Livio XXXV.6.10
- ↑ Livio XXXV.8.1
- ↑ Livio XXXV.8.2
- ↑ Livio XXXV.8.3
- ↑ Livio XXXV.8.4
- ↑ Livio XXXV.8.5
- ↑ Livio XXXV.8.6
- ↑ Livio XXXV.8.7
- ↑ Livio XXXV.8.8
- ↑ Livio XXXV.8.9
Bibliografía
Antigua
- Tito Livio. Historia de Roma. Libro XXXV. Digitalizado por Perseus. Basado en traducción latín-inglés de William Heinemann, Cambridge: Harvard University Press, 1935.
Moderna
- Bandelli, Gino (2017). "Le comunità della Transpadana dalla guerra gallica del 225-222 a.C. alla "Lex Pompeia" dell’89 a.C.: Dati recenti e problemi aperti su alcuni aspetti di ordine istituzionale". Gerión. Vol. 35, Nº 2, pp. 373-400. ISSN 0213-0181.