Batalla de Pichincha
Batalla del Pichincha | ||||
---|---|---|---|---|
Campañas del Sur Parte de guerras de independencia hispanoamericanas | ||||
Fecha | 24 de mayo de 1822 | |||
Lugar | Faldas del volcán Pichincha, Quito, Ecuador. | |||
Coordenadas | 0°13′09″S 78°31′38″O / -0.21908888888889, -78.527261111111 | |||
Resultado | Victoria patriota decisiva, toma de Quito. | |||
Beligerantes | ||||
| ||||
Comandantes | ||||
| ||||
Unidades militares | ||||
| ||||
Fuerzas en combate | ||||
| ||||
Bajas | ||||
| ||||
La batalla del Pichincha ocurrió el 24 de mayo de 1822 en las faldas del volcán Pichincha, a más de 3000 metros sobre el nivel del mar, cerca de la ciudad de Quito.
El encuentro, que ocurrió en el contexto de las guerras de independencia hispanoamericanas, enfrentó al ejército independentista bajo el mando del mariscal venezolano Antonio José de Sucre y al ejército realista comandado por el comandante Melchor Aymerich. La derrota de las fuerzas españolas condujo a la liberación de Quito y aseguró la independencia de las provincias que pertenecían a la Real Audiencia de Quito, también conocida como la Presidencia de Quito, la jurisdicción administrativa colonial española de la que finalmente emergió la que hoy conocemos como República del Ecuador.
Antecedentes
Podría afirmarse que la campaña militar por la independencia de Quito se inició el 9 de agosto de 1820, cuando la ciudad costanera de Esmeraldas proclamó su independencia de España después de una rápida y casi incruenta revuelta contra la guarnición local. Los líderes de la revuelta, una combinación de oficiales peruanos y venezolanos del Ejército colonial junto con intelectuales locales y patriotas, formaron un consejo de gobierno y un ejército con el propósito de defender la ciudad y extender el movimiento independentista a otras provincias de la Presidencia. Para entonces, el curso de las guerras de independencia en América del Sur había cambiado en contra de España; la victoria de Simón Bolívar en la Batalla de Boyacá selló la independencia del Virreinato de Nueva Granada, mientras que en el Sur José de San Martín, tras haber desembarcado con su ejército en la costa peruana en septiembre de 1820, preparaba la campaña para la independencia del virreinato del Perú.
Primeras campañas en la Real Audiencia de Quito
Los primeros movimientos empezaron en 1809 con la rebelión de los Criollos contra el dominio español conocida como El Primer Grito de Independencia Americana. Aunque hay otros precursores como Eugenio Espejo, sabio criollo de origen mestizo que lanzó las primeras proclamas por escrito en la publicación «El Nuevo Luciano de Quito». Los sublevados formaron una Junta de Gobierno provisional el 10 de agosto de
1809 en Quito,sublevando el poder Español y gobernándose autónomamente; sin embargo los participantes acabaron siendo encarcelados y asesinados en la Matanza del 2 de agosto de 1810. Este capítulo de la historia ecuatoriana fue tomado como ejemplo en el inicio de varios procesos libertarios en América Latina. En esa fecha los sublevados propugnaban el liderazgo de una junta autónoma de gobierno, cambiar las autoridades en Quito, manteniendo su autonomía utilizando la estrategia de las máscaras de Fernando VII ; que consistía en jurar una falsa lealtad al cautivo rey Fernando VII con el fin de mantener la autonomía.[10] La historiografía del Ecuador considera este suceso como el Primer Grito de Independencia Hispanoamericana y el inicio del proceso de emancipación de la región.Terminado el dominio francés y con la negativa del rey de España, Fernando VII, de acatar la Constitución de Cádiz, se desencadenaron una oleada de movimientos independentistas en la América Española.
En 1820 tras la independencia de Guayaquil. El gobierno independiente de Guayaquil formó un ejército de hombres locales, de tal vez 1800 soldados, y en noviembre lo envió hacia la región sierra, con el propósito de sumar adeptos a la causa independentista. Tras algunos éxitos iniciales, como la declaración de independencia de Cuenca el 3 de noviembre de 1820, los independentistas sufrieron una grave derrota ante el ejército realista en la Batalla de Huachi, cerca de Ambato, que les obligó a regresar a las regiones costeras.
En febrero de 1821 Guayaquil ya había recibido refuerzos, armas y provisiones de parte de Bolívar, quien para entonces era Presidente de la República de Colombia, coadyuvado desde Santafé por el Vicepresidente Francisco de Paula Santander. En mayo del mismo año, el general de brigada Antonio José de Sucre, Comandante en jefe de la División Sur del ejército colombiano y el subordinado de mayor confianza de Bolívar, arribó a Guayaquil. El debía asumir la dirección del ejército Patriota, y empezar las operaciones con miras a la liberación de la ciudad de Quito y todo el territorio de la Real Audiencia de Quito. El objetivo político de Bolívar era incorporar todas las provincias de la Real Audiencia, incluyendo Guayaquil, a Colombia. Guayaquil, por su parte, no había decidido si incorporarse a Perú o Colombia, y muchos de sus ciudadanos querían establecer su propia República. El avance de Sucre a través de los Andes empezó en julio de 1821. Al igual que en la primera campaña, tras tener algunos éxitos iniciales, Sucre fue vencido por el ejército Realista el 12 de septiembre, coincidentemente en el mismo lugar donde ocurrió la anterior Batalla de Huachi. Esta segunda campaña terminó con un armisticio entre los independentistas y los realistas el 18 de noviembre de 1821.
Orden de batalla patriota
Ejército Libertador de Colombia
|
Orden de batalla realista
Ejército Realista
- Comandante supremo:
- Mariscal de campo Melchor Aymerich, Ejército español
- Capitán General , Reino de Santa Fé
- 1er Batallón Aragón (español): Coronel Valdez
- Tiradores de Cádiz Batallón: Col de Albal
- Cazadores Ligeros de Constitución : Col Toscano
- Dragones de Su Majestad la Reina Isabel , 1er Escuadrón: Col Moles
- Dragones de Granada , 1er Escuadrón: Coronel Vizcarra
- Dragones de la Guardia Presidencial , 1er Escuadrón: Lt Col Mercadillo
- Húsares Propios de SM el Rey Ferdinand VII , 1er Escuadrón: Col Allimeda
- Batería de artillería : Col Ovalle
Planificación
De vuelta en Guayaquil, el General Sucre concluyó que la mejor estrategia para la próxima campaña sería evitar cualquier intento de avanzar directamente hacia Quito vía Gua-randa, en favor de un avance indirecto, marchando primero hasta Cuenca antes de redirigirse hacia el Norte, a través de los Andes, en dirección a Quito. Este plan ofrecía numerosas ventajas: al recapturar Cuenca se podría impedir las comunicaciones entre Quito y Lima, y le permitiría a Sucre esperar por los refuerzos que entonces San Martín le había prometido enviar desde el Perú. Además, un progresivo avance desde la costa y ascensión a través de las montañas le permitiría a su ejército una gradual adaptación a los efectos fisiológicos del cambio altitud. Pero fundamentalmente, era la única forma de evitar un combate directo en condiciones desfavorables con las fuerzas Realistas que venían de Quito.
La campaña
Para enero de 1822 Sucre ya había organizado la nueva campaña. Su ejército constaba de aproximadamente 1700 hombres, entre veteranos de sus campañas anteriores y nuevos reclutas. Había hombres de las tierras llanas de la Provincia de Guayaquil y voluntarios que provenían de la Sierra, como el héroe cuencano Abdón Calderón, cuyo padre había muerto heroicamente en 1812, defendiendo al Estado de Quito. Los dos contingentes pronto fueron organizados como el Batallón Yaguachi; también había soldados neogranadinos y venezolanos enviados por Bolívar, unos cuantos oficiales y soldados españoles que habían cambiado de bando, un batallón entero de voluntarios británicos e incluso unos cuantos irlandeses y franceses. El 18 de enero el ejército Patriota se dirigió a Machala, en el llano. El 9 de febrero, tras haber cruzado los Andes, Sucre entró en el pueblo de Saraguro, donde su ejército se juntó con los 1200 hombres de la División peruana, el contingente que San Martín había prometido. Esta fuerza (Expedición Auxiliar de Santa Cruz a Quito) estaba conformada en su mayoría por reclutas peruanos, existían también chilenos, argentinos y alto-peruanos (bolivianos), tenía también oficiales argentinos, entre los que destacaban Félix Olazábal, ambos de Infantería y Antonio Sánchez de Caballería y un escuadrón del Regimiento de Granaderos a Caballo de los Andes (argentino) al mando de Juan Lavalle. Al enfrentar esta fuerza multinacional de alrededor de 3000 hombres, el destacamento Realista de caballería, de unos 900 hombres, que defendía Cuenca se retiró hacia el Norte, siendo perseguido a la distancia por la caballería Patriota. Cuenca fue entonces recapturada el 21 de febrero de 1822, sin que se disparara un solo tiro. Durante marzo y abril, los Realistas continuaron marchando hacia el Norte, logrando con éxito evitar enfrentarse con la caballería Patriota. Sin embargo, el 21 de abril se produjo un feroz encuentro entre las fuerzas de caballería en Tapi, cerca de Riobamba. Al final del día los Realistas nuevamente se retiraron, mientras que el ejército principal de Sucre procedió a capturar Riobamba, quedándose ahí hasta el 28 antes de reanudar su viaje hacia Quito.
Acercamiento a Quito
El 2 de mayo de 1822, la fuerza principal de Sucre había alcanzado la ciudad de Latacunga, 90 km al sur de Quito. Ahí Sucre procedió a reorganizar sus tropas, sumando voluntarios de los pueblos cercanos, mientras esperaba refuerzos, en especial el Batallón Alto Magdalena (de Colombia) y nuevos informes de inteligencia sobre el paradero del ejército Realista.
Mientras tanto, Aymerich alistó los puntos de resistencia y posiciones de artillería en los principales pasos montañosos que dirigían a Quito. Sucre, empeñado en evitar un enfrentamiento frontal en terreno desfavorable, decidió avanzar paralelamente a los flancos de las posiciones Realistas, marchando por las laderas del volcán Cotopaxi para así poder llegar al Valle de los Chillos, en la retaguardia de las posiciones defensivas Realistas. El 14 de mayo el ejército Realista, intuyendo las intenciones de Sucre, comenzó a replegarse, llegando a Quito el 16. Dos días después, y tras una muy difícil marcha, el ejército de Sucre ocupó Sangolquí, siendo recibidos por Rosa de Montúfar en la hacienda Chillo-Compañía, misma que había heredado de su padre el marqués de Selva Alegre.[14][15]
Maniobras finales
En la madrugada del 23 de mayo de 1822, el ejército patriota, conformado por 2971 hombres , empezó a ascender por las laderas del volcán Pichincha. En la vanguardia estaban 200 colombianos del Alto Magdalena, seguidos por el ejército principal de Sucre; en la retaguardia estaban los británicos del Albión, protegiendo el tren de municiones. A pesar del enorme esfuerzo de las tropas, el avance por las laderas del volcán fue más lento de lo que se esperaba, y la llovizna que cayó durante la noche convirtió los senderos en ciénagas.
Cuando amaneció, para consternación de Sucre, el ejército no había logrado un avance significativo, hallándose literalmente a mitad del camino, a 3500 metros sobre el nivel del mar y a la vista de los centinelas Realistas en Quito. A las ocho en punto, ansioso por el lento avance del Albión, y con sus tropas exhaustas y afectadas por la altitud, Sucre ordenó a su ejército detener el avance para descansar, pidiendo a sus oficiales ocultar sus batallones como mejor pudieran. Envió parte del batallón Cazadores del Paya en una labor de reconocimiento, seguidos por el Trujillo, un batallón peruano. Una hora y media después, repentinamente, los hombres del Paya fueron golpeados por una descarga, bien apuntada, de mosquetes. Esta acción dio inicio a la batalla.
Desarrollo de la batalla
Cuando amaneció, los centinelas posicionados cerca de Quito avistaron a las tropas patriotas ascendiendo por las laderas del Pichincha. Aymerich, entonces consciente de la intención de Sucre de flanquearlo por medio del ascenso al volcán, ordenó a su ejército de 1894 hombres ascender la montaña lo más pronto posible, para enfrentar ahí a Sucre. Al haberse encontrado en un campo de batalla tan improbable, los dos comandantes no tuvieron otra opción más que enviar gradualmente sus tropas a la batalla. Existía poco espacio para maniobrar en las empinadas laderas del Pichincha, entre profundos barrancos y densos matorrales.
Los hombres del Paya, tras recuperarse de la conmoción inicial, se reposicionaron bajo el fuego enemigo, esperando la llegada del batallón Trujillo. Sucre, esperando que los españoles estén más cansados que sus propias tropas, envió al batallón Yaguachi, conformado por ecuatorianos. El batallón Alto Magdalena trató de hacer un movimiento de flanqueo, pero sin éxito, pues el terreno no se lo permitió. Pronto, los batallones Paya, Trujillo y Yaguachi (batallones patriotas), sufriendo muchas bajas y con pocas municiones, comenzaron a replegarse.
Para entonces el destino de la batalla para los Patriotas parecía depender del Albión, que transportaba las municiones tan necesitadas; y sin embargo se desconocía su paradero. A medida que el tiempo pasaba, los Realistas parecían ganar el control de la batalla. El Trujillo fue obligado a retroceder, mientras que el batallón peruano Piura se dispersó antes de enfrentar al enemigo. En medio de la desesperación, a los hombres de reserva del batallón Paya se les ordenó cargar contra el enemigo con sus bayonetas. Ambos bandos sufrieron grandes bajas, pero la situación más o menos se estabilizó para los Patriotas. A pesar de esto, Aymerich, como parte de su estrategia, durante el ascenso al Pichincha separó de su fuerza principal al batallón Aragón, ordenándole avanzar hasta la cúspide del volcán, para así luego atacar a los Patriotas por la retaguarda, rompiendo sus líneas en el momento indicado.[16] El Aragón era el mejor batallón del ejército realista; estaba conformado por veteranos españoles que habían actuado tanto en Guerra de la Independencia Española como en otras batallas en América del Sur, y en ese momento se hallaba sobre los Patriotas y listo para atacar.
Afortunadamente para los Patriotas, cuando el Aragón estaba por cargar sobre la alicaída línea Patriota, fue detenido en seco por el Albión, que entró inesperadamente en la batalla. Resulta que el Albión consiguió avanzar a una posición más alta que la de los españoles. Pronto, el Magdalena se unió a la batalla, y el Aragón tras sufrir fuertes bajas, se desintegró. Entonces el Magdalena avanzó hasta la línea Patriota para reemplazar al Paya, y cargó contra la línea Realista, que terminó por romperse.[17]
El sacrificio de Abdón Calderón
La Batalla de Pichincha fue el escenario del sacrificio por la patria de uno de los más destacados héroes ecuatorianos, el cuencano de 18 años Abdón Calderón. Calderón, quien fue hijo del coronel cubano Francisco Calderón, defensor del Estado de Quito de 1812, vivía en Guayaquil y se enlistó en las tropas de origen ecuatoriano que combatieron en la Batalla.
Calderón, a pesar de haber recibido 4 heridas de bala, prefirió permanecer inamovible en la línea de fuego, alentando a todo su batallón y levantando incansablemente la que es ahora la bandera celeste y blanco de la ciudad de Guayaquil. Al terminar el feroz combate fue trasladado a la ciudad de Quito, donde murió al cabo de catorce días, el 7 de junio de 1822. Antonio José de Sucre en su escueto parte de la Batalla de Pichincha, fechado el 28 de mayo del aquel año dice: " [...] hago una particular memoria de la conducta del Teniente Calderón, que habiendo recibido sucesivamente cuatro heridas, no quiso retirarse del combate. Probablemente morirá, pero el Gobierno de la República sabrá compensar a la familia los servicios de este oficial heroico".[18]
Cuando Simón Bolívar llegó a la ciudad de Quito y se enteró de estos hechos, ascendió póstumamente a Calderón al grado de capitán y decretó que su sueldo fuera entregado a su madre. La compañía del Batallón Yaguachi a la que perteneció Calderón no tendría capitán y en las revistas, al mencionarse su nombre, la tropa habría de contestar: "Murió gloriosamente en Pichincha, pero vive en nuestros corazones". La tradición se mantiene hasta la actualidad en el Ejército ecuatoriano, pues al pasar lista a los batallones de caballería se nombra a Calderón tal como dispuso Bolívar.
En la obra Leyendas del Tiempo Heroico del escritor Manuel J. Calle se narra la muerte de Calderón con una serie de hipérboles, destacando que pese a las graves heridas sufridas en las cuatro extremidades, se negó a abandonar el campo de batalla.
La Capitulación de Pichincha
- A las doce del día bajo un sol resplandeciente, los soldados de la libertad en la cima del Pichincha a más de 3000 metros de altura dieron el grito de victoria. La victoria fue de Sucre, la cual fue completada con la capitulación que el jefe patriota concedió al mariscal Aymerich el 25 de mayo del mismo año.
- El fortín de El Panecillo sirvió de puesto de mando de los españoles, quienes inclusive hicieron fuego de artillería contra los patriotas, que habían ascendido la falda del cercano volcán Pichincha. Al ser derrotados, los españoles se refugiaron en el fortín.[19] Sucre, para evitar el sangriento asalto al emblemático cerro, envió un emisario a Aymerich para que capitulara, cosa que el capitán general español aceptó.
Según el acta de Capitulación del 25 de mayo de 1822,[20] los españoles, a las 14:00 de ese día, arriaron su bandera y entregaron sus armas al Ejército de la Gran Colombia, en una ceremonia especial que tuvo lugar en un puente del fortín colonial. De esta manera, en la cima del Panecillo tuvo lugar el acto final del Imperio español en Ecuador.
La fortaleza permitía vigilar el norte y el sur, por lo que estaba provista de cañones. Al caer el fuerte en manos del Ejército libertador de la Gran Colombia, en 1822, se tomaron a los españoles catorce piezas de artillería.[19]
Con las operaciones cuyas acciones finales se produjeron en las faldas del Pichincha y en la ciudad de Quito, Sucre decidió a su favor la vacilante y delicada situación de Guayaquil; dio libertad al territorio que conforma hoy la República de Ecuador, y facilitó su incorporación a la Gran Colombia.
El 18 de junio de ese año, Bolívar le asciende a general de división y lo nombra intendente del departamento de Quito. Ese día, durante la entrada triunfal del Libertador a la Plaza de la Independencia de Quito, una mujer le arroja desde su balcón una corona de laurel al rostro, lo que llama vivamente la atención de Bolívar. Esta mujer fue Manuela Sáenz, quien participó también en las luchas de la independencia y sería nombrada coronela por Bolívar, que la convirtió en su amante y la llamó "La Libertadora del Libertador".
Al frente de los destinos de Ecuador desarrolla una positiva obra de progreso: funda la Corte de Justicia de Cuenca y en Quito el primer periódico republicano de la época, El Monitor. Instala en esa ciudad la Sociedad Económica. De su actividad personal es buena prueba que, el 6 de septiembre de 1822 expidió y firmó en Quito 52 comunicaciones. Interesado por la educación, se puede afirmar que en Cuenca halló 7 escuelas y dejó 20.
Resultado
A pesar de que en el contexto de las Guerras de Independencia de Hispanoamérica la batalla de Pichincha figura como un conflicto menor, tanto en términos de su duración como del número de combatientes, sus consecuencias fueron bastante significativas. El 24 de mayo de 1822 Sucre entró con su ejército en la ciudad de Quito, donde aceptó la rendición de todas las tropas españolas establecidas en el territorio que el gobierno de Colombia llamaba "Departamento de Quito", al considerarlo como parte integral de la República de Colombia desde su creación el 17 de diciembre de 1819. Asimismo, cuando Sucre recapturó Cuenca el 21 de febrero, obtuvo de su Consejo local un decreto en el cual se proclamaba la integración de su ciudad y provincia a la República de Colombia. Entonces, con la rendición de Quito, que a su vez puso fin a la resistencia realista en la provincia norteña de Pasto, Bolívar pudo entrar en la ciudad, como finalmente lo hizo el 16 de junio de 1822. Entre el entusiasmo general de la población, la antigua Provincia de Quito fue incorporada a la República de Colombia. Por su parte Guayaquil, que aún no decidía su futuro, con la presencia tanto de Bolívar como del victorioso ejército Grancolombiano en su territorio, proclamó forzosamente bajo presión la incorporación de Guayaquil a la Gran Colombia el 13 de julio de 1822.[21]
El Templo de la Patria y otros monumentos conmemorativos
En la ladera del monte Pichincha en donde tuvo lugar el combate, se levantó en 1922 un obelisco conmemorativo del primer centenario de la Batalla. El Obelisco, ubicado en un paraje andino a 3000 metros de altura, recuerda los nombres de los comandantes patriotas y también tiene una placa dedicada al valor del soldado español.
En los años 70 del siglo XX, la dictadura militar que gobernaba Ecuador decidió construir en el lugar un monumento de mayores proporciones que el modesto obelisco original.
En el sitio se levantó el llamado "Templo de la Patria" una estructura de hormigón armado con varios salones cavados en la montaña. El Templo de la Patria, visible desde varias partes de la ciudad de Quito, está decorado en el exterior con una torre y con un mural en mosaico de Eduardo Kingman, que evoca los distintos episodios de la lucha por la independencia del Ecuador, desde los tiempos de Eugenio Espejo, pasando por el Diez de Agosto.
El Templo tiene varios salones en los que se pueden apreciar algunas armas antiguas, que, si bien no son en su mayoría de 1822, son de mediados y finales del siglo XIX. Otro salón muestra los trajes de época de todas las guardias presidenciales y de honor de Sudamérica, y un diorama que permite seguir las incidencias de la Batalla del Pichincha.
En sendos salones se encuentran estatuas en bronce del Libertador Simón Bolívar y del Mariscal Antonio José de Sucre, así como un homenaje simbólico a la heroína ecuatoriana Manuela Sáenz, amante de Bolívar que, aunque no participó en el combate, está enterrada simbólicamente en el lugar. Otra sala contiene los restos de un soldado desconocido.
El Templo de la Patria integra en su conjunto el antiguo obelisco de 1922 y permite una vista panorámica del Centro Histórico de Quito.
En el Centro Histórico, se levanta el Monumento a los Héroes Ignotos del Pichincha, una columna con un cóndor de bronce, en el paseo "24 de Mayo" construido también al pie de la montaña con ocasión del primer centenario del combate.
Notas y referencias
- ↑ a b c Cuando Sucre tomo Guayaquil el 9 de octubre de 1820 lo hizo con 700 hombres pero la aristocracia de la ciudad le negó su apoyo (Carlos Lasso Cuevas, La batalla de Pichincha, pp. 1), aun así logro juntar en la ciudad unos 2000 reclutas (La Guía 2000: La batalla de Pichincha). El 9 de febrero de 1821 llegaron 1200 refuerzos enviados por San Martín al mando de Santa Cruz. Posteriormente se les unieron batallones de colombianos (Lasso, pp. 2). En total alrededor de unos 2971 hombres pelearon por el bando patriota en la batalla de Pichincha (Ibíd.)
- ↑ a b El historiador chileno Gonzalo Bulnes en su obra "Historia de la Expedición Libertadora del Perú: 1817-1822", pág. 401, basándose en la nota muy reservada que el general chileno Francisco Antonio Pinto, dirigió a su gobierno con fecha 28 de febrero de 1823, señala la presencia de elementos de tropa chilena que habrían sido enrolados en el batallón N° 2 del Perú y la caballería de Trujillo para completar sus efectivos. Asimismo refiere la existencia de soldados chilenos en el Regimiento de Granaderos de los Andes desde la campaña de Chile en 1818
- ↑ Emancipación de la Presidencia de Quito, del Virreinato de Lima y del Alto Perú. Francisco Antonio Encina, Editorial Nascimento, 1954.
En julio de 1822 no disponía de los 5000 a 6000 hombres que, aún contando con el concurso de San Martín, (...) Sucre libró la batalla de Pichincha con 2000 soldados de infantería y 400 jinetes. Deducidos los 200 muertos y los 140 heridos (...)
- ↑ José Manuel Restrepo. Diario político y militar. Impr. Nacional, Bogotá, 1954, pp. 154. Entre San Juan de Pasto y Riobamba sólo había 3500 a 4000 soldados realistas.
- ↑ Gaetano Cestari, originario de Italia, arribó a Venezuela en el año 1816 para participar diferentes campañas, fue nombrado en 1818 teniente coronel Ayudante general en Angostura. Murió en combate en la campaña del Sur de Colombia. Italia y los italianos en la historia y en la cultura de Venezuela, por Marisa Vannini de Gerulewicz
- ↑ Formado por peruanos y completado con soldados chilenos del Batallón N° 2 de Chile, según Bulnes.
- ↑ Formado por peruanos y completado con soldados chilenos del Batallón N° 2 de Chile, según Bulnes.
- ↑ Unidad no incorporada al ejército del Perú que portaba estandarte propio según se indica: Tenemos el honor de haber recibido los restos del Ejercito de los Andes, conducidos desde el Perú por el coronel de granaderos a caballo D. Félix Bogado (...) si, a esos que han conducido en triunfo el pabellón argentino hasta Quito y que han sabido derramar su sangre por la libertad de la patria en Junín y Ayacucho (...) Gaceta Mercantil de Buenos Aires, 17 de enero de 1826.
Referencias
- ↑ Batallas de Venezuela, 1810-1824. Edgar Esteves González. El Nacional, 2021, pp. 169-170.
(...) antes de coronar la meseta, las tropas de 3200 efectivos hacen alto para poder descansar y tomar el rancho
- ↑ a b Campaña de Atahualpa contra el Cuzco. Luis Andrade Reimers, Edit. Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1985, pp. 7.
Sin embargo, bien sabemos todos que la batalla de Pichincha se dio sólo entre 3500 combatientes de parte y parte, siendo la inmensa mayoría de los soldados a órdenes de Sucre oriundos del Perú, Colombia, Venezuela y hasta de la (...)
- ↑ La iniciación de la República: contribución al estudio de la evolución política y social del Perú. Jorge Basadre, UNMSM, Lima, edición de 2002 (original de 1929-1930), pp. 153.
Santa Cruz al mando de 1300 a 1500 soldados llevó a esta campaña, que culminó con el triunfo libertador de Pichincha, (...)
- ↑ Documentos referentes a la creación de Bolivia: con un resumen de las guerras de Bolívar. Volumen 1. Vicente Lecuna, Comisión Nacional del Bicentenario del Gran Mariscal Sucre (1795-1995), 1995, pp. xci.
En la acción se distinguió por su extraordinario heroísmo, sorprendiendo a los más aguerridos soldados, (...) incorporaron en dos divisiones el 23 de mayo, víspera de la batalla de Pichincha, 1500 hombres, casi todos cundinamarqueses.
- ↑ Cartas apócrifas sobre la Conferencia de Guayaquil. Vicente Lecuna, Academia Nacional de la Historia, 1945, pp. 184.
A los dos días de recibir la noticia de la batalla de Pichincha, es decir el 24 de junio, el Protector dirigió un despacho al general Sucre "pidiéndole que regresara la división Santa Cruz con otra de 1500 o 2000 bravos colombianos, para terminar la guerra de América ".1 5o - También se equivoca el (...)
- ↑ Boletín de la Academia Puertorriqueña de la Historia, Números 27-28. Academia Puertorriqueña de la Historia, 1982.
En las batallas decisivas de la independencia, la llegada de unos centenares de hombres podían ser decisivos al reforzar (...) En Carabobo fueron alrededor de 5000 los combatientes españoles, en Pichincha menos de 2000, en Ayacucho 9000 y (...)
- ↑ Academia Nacional de la Historia (Venezuela). Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Volumen 56, Números 221-224. 1973
Y el 24 de Mayo de 1822, en las laderas del imponente volcán Pichincha, frente a Quito, Sucre derrotó a 3000 (...)
- ↑ Colombia: siendo una relación geográfica, topográfica, agricultural, comercial, politca, &c. de aquel pays, adaptada para todo lector en general, y para el comerciante y colono en particular. Alexander Walker, Baldwin, Cradock, y Joy, 1822, pp. 554.
Los resultados de la batalla de Pichincha son, la ocupación de esta ciudad y de sus fortificaciones por la tarde del 25, la tranquilización de todo el departamento, y la captura de 1100 soldados, 160 oficiales, 14 piezas de artilleria, (...)
- ↑ Bolívar y el arte militar formada sobre documentos: sin utilizar consejas ni versiones impropias ; conclusiones de acuerdo con hechos probados, y la naturaleza de las cosas. Vicente Lecuna, Colonial Press, 1955, pp. 159.
La batalla de Pichincha. Los españoles subieron rápidamente a impedir el movimiento de Sucre. (...) la posesión de todo el departamento y la toma de 1100 soldados y 100 oficiales no heridos, y 190 heridos de los españoles con todas sus (...)
- ↑ Diputados de Quito (1809). «Acta del 10 de agosto de 1809». Archivado desde el original el 13 de agosto de 2009. Consultado el 2007.
- ↑ Biografía José Mires
- ↑ Historia de San Martín y de la emancipación sud-americana. pp. 22-23. Autor: Bartolomé Mitre. Editado en 1907
- ↑ Los Granaderos a Caballo al igual que los Cazadores del Perú habían completado sus vacantes con tropas chilenos.
- ↑ Costales Samaniego, Alfredo; Costales Peñaherrera, Dolores (2008). Insurgentes y Realistas, la revolución y la contrarevolución quiteñas (1809-1812) (Primera edición). Quito: FONSAL. pp. 158-166. ISBN 978-9978-300-99-2. Consultado el 3 de junio de 2015.
- ↑ «El camino hacia la libertad: la ruta hacia la batalla del 24 de mayo.». Diario El Comercio. Consultado el 3 de junio de 2015.
- ↑ «Batalla de Pichincha». Archivado desde el original el 13 de julio de 2008.
- ↑ «La Batalla de Pichincha». Archivado desde el original el 1 de octubre de 2012.
- ↑ EL UNIVERSO. «La muerte del héroe Abdón Calderón». El Universo.
- ↑ a b «Resumen de la historia del Ecuador desde su orijen hasta 1845».
- ↑ «Melchor Aymerich - coterraneus - el blog de Francisco Núñez del Arco Proaño».
- ↑ Irama Iglesias. «Error». efemeridevenezolana. Archivado desde el original el 14 de julio de 2008. Consultado el 26 de diciembre de 2007.
Bibliografía
- Salvat Editores (Eds.), Historia del Ecuador, Vol. 5. Salvat Editores, Quito, 1980. ISBN 84-345-4065-7.
- Enrique Ayala Mora (Ed.), Nueva Historia del Ecuador, Vol. 6. Corporación Editora Nacional, Quito, 1983/1989. ISBN 9978-84-008-7.
- BENCOMO BARRIS, HECTOR (1995). «Batalla de Ayacucho». Diccionario Multimedia de Historia de Venezuela. Caracas, Fundación Polar.
- BIBLIOTECA NACIONAL DE VENEZUELA, UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA Y SENADO DE LA REPUBLICA (1995). Sucre época épica 1795 – 1995. Biblioteca Nacional de Venezuela, Caracas.
- PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA Y BANCO PROVINCIAL. 1995: Documentos en honor del Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre. Marvin Klein Editor. Caracas - Venezuela.
- LARREA ALBA, L. 1995: Sucre alto conductor político militar. Homenaje de la Presidencia de la República. Caracas - Venezuela.
- LECUNA, VICENTE. 1995: Documentos referentes a la creación de Bolivia. Comisión Nacional del Bicentenario del Gran Mariscal Sucre. (1795-1995). Caracas – Venezuela.
- MANGIN, CHARLES. 1982: La independencia de la América del Sur y la batalla de Ayacucho. Revista Bolívar. 1(1):29-45.
- OROPESA, JUAN. 1995: Sucre. Homenaje de la Presidencia de la República. Caracas - Venezuela.
- PINILLA, SABINO. 1995: La cremación de Bolivia. Comisión Nacional Bicentenario del Gran mariscal Sucre. Caracas - Venezuela.
- ROMERO MARTÍNEZ, VINICIO. 1987: Mis mejores amigos 110 biografías de venezolanos ilustres. Editorial Larense, C. A. Caracas-Venezuela.
- RUMAZO GONZÁLEZ, ALFONSO. 1995: Sucre biografía del Gran Mariscal. Homenaje de la Presidencia de la República. Caracas - Venezuela.
- MANGIN, CHARLES. 1982: La independencia de la América del Sur y la batalla de Ayacucho. Revista Bolívar. 1(1):29-45.
- SALCEDO, JOSÉ LUIS. 1995: Antonio José de Sucre. En: Diccionario Multimedia de Historia de Venezuela. Fundación Polar. Caracas – Venezuela.
- SUCRE, ANTONIO JOSÉ. 1981: De mi propia mano. Fundación Biblioteca Ayacucho. Caracas – Venezuela.
Enlaces externos
- Batalla de Pichincha - Orden de batalla (en inglés) - enlace roto
- Poema La Batalla del Pichincha por la poetisa ecuatoriana Karina Gálvez.
- 24 de mayo de 1822 los ejércitos libertarios de Sucre lucharon contra la dominación española (video)