Quinta columna
«Quinta columna» es una expresión utilizada para designar, en una situación de confrontación bélica, a un sector de la población que mantiene ciertas lealtades (reales o percibidas) hacia el bando enemigo, debido a motivos religiosos, económicos, ideológicos o étnicos. Tal característica hace que se vea a la quinta columna como un conjunto de personas potencialmente desleales a la comunidad en la que viven y susceptibles de colaborar de distintas formas con el enemigo.
La expresión se atribuye al general Emilio Mola, al referirse en una locución radiofónica de 1936 al avance de las tropas sublevadas en la Guerra Civil Española hacia Madrid. El general mencionó que, mientras bajo su mando cuatro columnas se dirigían hacia la capital (una que avanzaba desde Toledo; otra, por la carretera de Extremadura; otra por la Sierra; y la de Sigüenza), había una quinta formada por los simpatizantes del golpe de Estado que, dentro de la capital, trabajaban clandestinamente en pro de la victoria del bando golpista.[1] Según otros autores, como Mijail Koltsov, corresponsal del diario moscovita Pravda y enviado personal de Stalin a España, fue el general José Enrique Varela quien pronunció la frase.[2] La expresión se popularizó durante la guerra como demuestra su presencia en diferentes crónicas de la misma.[3]
Esa idea y expresión pasó seguidamente a todas las guerras posteriores, como en la Segunda Guerra Mundial, y se llamó así a los franceses que, residiendo dentro de Francia, esperaban en 1940 el triunfo de la Alemania nazi. Dicho término se extendió en Holanda y Noruega para sus ciudadanos que mostraban más simpatía y lealtad hacia el Tercer Reich que hacia sus dirigentes, apoyando la invasión de sus países de origen. Del mismo modo, simpatizantes del Eje consideraban a los partisanos que combatían clandestinamente al fascismo en sus propios países como una quinta columna.
Los miembros de la quinta columna reciben el apelativo de quintacolumnistas.
Historia
La quinta columna somos los buenos.
Durante otras guerras
Durante la Segunda Guerra Mundial, tras el ataque a Pearl Harbor, el internamiento de ciudadanos de origen japonés de la Costa Oeste de los Estados Unidos se justificó con el argumento de que estos ciudadanos, por ser de origen nipón, podrían actuar como una quinta columna. En Reino Unido, se repitió esta operación con numerosos residentes alemanes, detenidos en la isla de Man hasta el fin del conflicto. Poco después del ataque nazi a la Unión Soviética en 1941, el gobierno de Stalin arrestó y deportó al Asia Central a la totalidad de soviéticos de origen alemán residentes en la República Autónoma de los Alemanes del Volga, temiendo que pudiesen formar una quinta columna en apoyo del ejército invasor.
En ese mismo conflicto, organizaciones de la minoría alemana en Polonia y Checoslovaquia formaron las Selbstschutz (autodefensa), que colaboraron activamente con el Tercer Reich.
Los residentes católicos irlandeses en el Reino Unido también han sido considerados quintacolumnistas por los unionistas debido a los disturbios ocurridos durante el siglo XX (véanse los Cuatro de Guildford y los Seis de Birmingham).
Referencias
- ↑ James Holland. The Battle of Britain: Five Months That Changed History. May-October 1940, pp. 126-127
- ↑ Mijail Koltsov (2009). Diario de la guerra de España, Barcelona: Ed. Planeta, pág. 208 ISBN 9788408088707
- ↑ Grieg, Nordhal (2017). Ainhoa Zufriategui Capurro, ed. Verano Español. arqueología de imágenes. p. 102. ISBN 9788469726907.
Bibliografía
- PRESTON, Paul; DE ANDRÉS Jesús; CUÉLLAR, Jesús (2005). Atlas ilustrado de la guerra civil española. Madrid: Susaeta. ISBN 9788430551934.