Pandemia de gripe de 1918
La Gripe española (también conocida como la Gran pandemia de Gripe, la Epidemia de gripe de 1918, y La Gripe) fue una inusualmente severa y mortal epidemia de gripe, una enfermedad infecciosa viral, que mató entre 25 y 40 millones de personas en todo el mundo entre 1918 y 1919. Se cree que ha sido la más letal pandemia en la historia de la humanidad, con una mortalidad mayor que la Peste negra y el SIDA.
Origen del nombre
Según algunos informes, parece ser que la enfermedad comenzó en el Tíbet en 1917 propagándose por las movilizaciones militares de la I Guerra Mundial. Otras hipótesis colocan su inicio en Kansas Estados Unidos, el 4 de marzo de 1918, entre soldados del ejército norteamericano que esperaban acuartelados su traslado a Europa.
Tras registrarse los primeros casos en Europa, al parecer en Francia ésta pasó a España, un país neutral en la guerra y que no censuró la publicación de los informes sobre la enfermedad y sus consecuencias. España fue uno de los países más afectados con cerca de 8 millones de personas infectadas en mayo de 1918, calculándose alrededor de 300.000 muertes (a pesar de que las cifras oficiales redujeron las víctimas a «sólo» 147.114).
El país más castigado fue la India con 15 millones de fallecimientos, alcanzando una mortalidad del 20% de la población en algunas zonas.
El 6 de febrero de 2004 en Science se publicó un artículo realizado por dos equipos de investigadores, uno dirigido por Sir John Skehel, director del Instituto Nacional de Investigación Médica ( National Institute for Medical Research) de Londres y otro por el profesor Ian Wilson del Scripps Research Institute de San Diego habían obtenido la síntesis de la proteína hemaglutinina responsable de la epidemia de 1918 de Gripe Española juntando ADN procedente del pulmón de una mujer Inuit encontrada en la tundra de Alaska y de muestras preservadas de soldados americanos de la 1ª Guerra Mundial.