Misiones católicas en la Comandancia General de Maynas
La historia de las misiones católicas en la Comandancia General de Maynas se refiere al desarrollo de los proyectos evangelizadores para con los pueblos indígenas de la amazonía occidental dentro de los límites del Imperio español. Empezó con las primeras expediciones de los conquistadores buscando el País de la Canela y descubriendo en lugar de ello el Río Amazonas. Funcionó también como una manera de tomar control sobre estos territorios buscando generar nuevas ciudades. Tuvo su apogeo con la Compañía de Jesús que se asentó en la ciudad de Quito como punto de partida de las misiones a Maynas principalmente, continuó después de la expulsión de los jesuitas y las guerras de la independencia con la creación de los obispados. Culminaría con la definición de los límites entre los países de Ecuador, Perú, Colombia y Brasil, así como con la creación de las nuevas provincias dentro de cada país.
Primeras expediciones y fundaciones
El Río Amazonas y el viaje al País de la Canela
Las mejores fuentes sobre la expedición son la historia del Inca Garcilaso de la Vega y la narración del capellán de Francisco de Orellana, Gaspar de Carvajal, que participó en la navegación del Amazonas. En 1541, Gonzalo Pizarro dirigió una expedición al este de Quito con Francisco de Orellana en busca del "País de la Canela". La razón por la que tomaron esta ruta no se explicaba en los primeros relatos (en aquella época la existencia de La Canela aún se daba por un hecho, por lo que no parecía necesaria ninguna explicación). La razón no quedó clara hasta la publicación de la historia de Pedro Cieza de León, que permaneció manuscrita hasta 1871. Según Cieza de León, Gonzalo Díaz de Pineda acababa de regresar de una exploración de los altos Andes. Había encontrado algunos árboles con aroma de canela, y había entendido a sus informantes que había más y mejores árboles de este tipo en cultivo no muy lejos hacia el este. Gonzalo esperaba encontrar esas "plantaciones de canela". En Quito, Gonzalo reclutó a 220 españoles y 4.000 nativos americanos. El segundo al mando, Francisco de Orellana, fue enviado a Guayaquil para reclutar más tropas y caballos. Gonzalo Pizarro y sus seguidores salieron de Quito en febrero de 1541, un mes antes que Orellana, que pudo traer 23 hombres y varios caballos. En marzo, ambos se reunieron en el valle de Zumaco y emprendieron la marcha hacia el cruce de los Andes. Tras seguir los cursos de los ríos Coca y Napo, la expedición empezó a quedarse sin provisiones. Para entonces habían muerto unos 140 de los 220 españoles y 3.000 de los 4.000 nativos. Construyeron un barco, y en febrero de 1542 decidieron que Orellana, junto con 50 hombres, siguiera navegando por el Napo en busca de alimentos para toda la partida. Tras esperar en vano su regreso, Gonzalo acabó admitiendo que la expedición había sido un fracaso. Decidió buscar una ruta más septentrional para regresar a Quito. Llegó allí, dos años después de su partida, con sólo 80 compañeros supervivientes. Orellana, que nunca encontró grandes reservas de alimentos y no había podido regresar río arriba para reunirse con el grupo principal, continuó río abajo por el Napo hasta el Amazonas y se convirtió en el primer europeo en seguir el gran río hasta su delta.[1]
Expediciones a la Amazonía de Ecuador
Después de la fundación de las principales ciudades en la Costa y la Sierra, empezarían las expediciones hacia la amazonía por varios exploradores y conquistadores entre los que destacan:
- En 1539, Gonzalo Díaz de Pineda entró a Baños y fundó el asiento de Sevilla de Oro, ciudad de Macas.
- En 1541, Gonzalo Pizarro y Francisco de Orellana se volcaron hacia la Amazonía y terminaron descubriendo el Río Amazonas.
- En 1541 Pedro de Vergara, conquistó el oriente de la provincia de Azuay. Los territorios de Yaguarzongo, Paltas, Huancabamba y Bracamoros.
- En 1548 Hernando de Benavente y Nuñez de Bobadilla, exploran la región de Santiago-Méndez, habitada por los jíbaros.
- En 1548, Gil Ramírez Dávalos funda las villas de Maspa, Baeza y Ávila.
- En 1552, Egidio Ramírez Dávalos llevó a cabo la fundación de Quijos.
- Entre 1557 y 1559, Juan de Salinas Loyola salió de Loja y fundó las ciudades de Logroño, Valladolid y Loyola. Bajó por el río Amazonas hasta la confluencia con el Ucayali.
- En 1558, Francisco Pérez de Quezada, conquistó las regiones de Apoporis y del Vaupés, y fundó después las villas de Mocoa y Esija.
- En 1560, Gil Ramírez Dávalos fundó la ciudad de Archidona, y la villa de San Juan de Tena.
- En 1563, Melchor Vásquez de Ávila, Andrés de Contero, fundó la ciudad de Alcalá del Río e hizo una nueva fundación de Archidona y de Ávila.
- En 1572, Pedro de Vergara, siguiendo el río Zamora y el Santiago bajó hasta el río Marañón y buscando el río Pastaza llegó al río Rimachuca.
Las primeras misiones
Jodoco Ricke y el inicio de las misiones
Después de haber ganado el control del territorio con la conquista de Diego de Almagro y Sebastián de Belalcázar empezarían el proceso de evangelización de los pobladores. Además de los dos conquistadores, Pedro de Alvarado también tuvo intenciones de tomar control sobre el territorio y llegaría a las costas de Ecuador con un ejército, municiones y misioneros, dentro de este último grupo estaría Fray Jodoco Ricke. Alvarado vió rápidamente las huellas de los caballos y se percató que llegaba tarde a la conquista, se encontró con Almagro y llegaron al famoso acuerdo en Santiago de Quito, ciudad fundada por el segundo anticipando su llegada. Regresaría el conquistador de Centroamérica con algunos de sus hombres pero Ricke se quedaría en estos nuevos territorios y se convertiría en el "protectores de indígenas", título que haría famoso a Bartolomé de las Casas. Específicamente Ricke que tenía procedencia nobiliaria se encargaría de educar a Francisco de Atahualpa, hijo del último Inca. Lograría que se convierta en un súbdito del Rey y lo apoyaría incluso en la pacificación de algunos levantamientos indígenas que ocurrirían al poco tiempo de terminada la conquista. Su trabajo civilizatorio sería un ejemplo de integración de los indígenas al Virreinato del Perú. Se enfocó en la agricultura, trayendo el trigo a América y enseñando a los indígenas técnicas agrícolas (complementarias a las que ya tenían), lo que después sirvió para reducir su territorio y empezar a formar una sociedad sedentaria de mayor magnitud. Aunque estas prácticas ya estaban desarrolladas por los señoríos étnicos, existieron muchas innovaciones como el uso del arado con bueyes, y la construcción de arcos sobre las quebradas de la ciudad para sobre eso construir nuevas edificaciones. Además empezaría la producción de cerveza en el convento siguiendo las prácticas que había aprendido en Bélgica. Aprendería quichua y empezaría el catecismo en el idioma nativo, para lo cual escribiría un libro. Empezaría la construcción de la Iglesia de San Francisco y después seguiría con el resto del convento franciscano, uno de los más grandes del virreinato. Construyó un órgano para celebrar la misa e importaría varios instrumentos de Europa para empezar a enseñarlos a los indígenas. Además iniciaría la escuela quiteña de arte junto a Pedro Gosseal y pocos años después Pedro Bedón. Este sería el modelo exitoso de misiones que empezarían a replicarse sobre el resto de la Audiencia de Quito, empezando con las fundaciones de las primeras ciudades como en los Andes como Cuenca, Loja o Ibarra, y continuando prontamente con las misiones a la Amazonía. [2]
Los primeros misioneros en la Amazonía
Misión de Baeza: ocurrió al final del siglo xvi, en 1576 empezó la misión de Baeza con el objetivo de la evangelización de los indígenas que vivían en esa región. Dentro de esto es destacable la obra de los Dominicos y los Mercedarios. Los fundadores de este convento incluyeron a los padres Francisco Cárdenas, Juan Argote y Francisco Carrera. En esta misión que tenía como objetivo el cuidado de los Quijos, se llevó a cabo además a través de clérigos seculares y religiosos dominicanos.
Misión de Canelos: Cuatro años después de la misión de Baeza empezó la misión de Canelos que llegaba hasta la provincia de Pastaza. Varios de estos misioneros murieron martirizados durante el levantamiento indígena de 1599. El mantenimiento de estas misiones requirió constante renovación y un siglo más tarde el Padre Santiago Riofrío destacó su labor misional, arriesgando su vida muchas veces para fundar San Jacinto del Copataza, con el objetivo de educar a los niños Shuar e impulsar el cultivo de la canela.
Misión de Putumayo: Después del siglo xvi y a inicios del siglo xvii los Padres Francisco Delgado, Manuel Arias (quien murió en la misión) e Ignacio Soto, empezaron su labor de evangelización en Putumayo. Posteriormente estas misiones se retomarían en el siglo XIX a través de la orden de los capuchinos en la famosa "Mision Capuchina en el Caquetá y el Putumayo que se desarrolló en los años 1893 hasta 1929. Esto sería, sin embargo impulsada por el que para ese entonces ya era el estado colombiano.
Misiones de los Cofanes: Además de esto es importante mencionar la vida del Padre Rafael Ferrer, jesuita, y su sacrificio por la evangelización de los Cofanes en el año 1610. Debido a los excesos de parte de los encomenderos, en esa época hubo un alzamiento de los Cofanes que ponía en peligro la reducción. Para evitar eso, el Padre Ferrer emprendió viaje a la zona con el fin de levantar la casi destruida reducción y continuar con las misiones. Su vida de servicio de casi diez años se vio interrumpida cuando al intentar cruzar un puente que formaba parte del camino hacia la reducción, este fue retirado por los indígenas Cofanes, cayendo Ferrer al río. De esta manera terminaría la obra y vida del padre Ferrer, siendo uno de los mártires más destacados de las misiones que se llevaron a cabo en el Oriente ecuatoriano. Como consecuencia de esto, la Real Audiencia quitó la misión a la Compañía de Jesús y la dio a los Franciscanos para que continúen con la labor.
Las misiones jesuitas
Misiones en el Marañón y Amazonas
Aunque son menos conocidas que las Reducciones del Paraguay o también de Canadá, las misiones al Marañón tuvieron importancia histórica por el desarrollo civil y religioso que llegaron a tener, además de todos los sufrimientos que tuvieron que sufrir los misioneros, en total se registraron nueve de ellos que llegaron al martirio por un total de 130 años. Esto se llevó a cabo en el territorio que se extiende desde Borja hasta el Río Negro a lo largo del Amazonas y también desde Andoas en el Río Pastaza y desde el Río Napo hasta las vertientes del Río Huallaga. Es decir desde la línea ecuatorial al norte hasta el grado 8 de latitud meridional. Empezó con la fundación de la población de Borja, en total llegaron a ser veintiún encomiendas de los españoles que se debían visitar y se encontraban dispersas en el Río Marañón. Empezaron con las misiones evangelizadoras saliendo de Quito en 1641 el padre Gaspar Cugía con cuatro indígenas catecúmenos que habían sido anteriormente bautizados en Cuenca. Llegó a Borja con los padres Bartolomé Pérez y Francisco Figueroa en julio de 1642. Con este comienzo empezaría la labor religiosa no sin varios contratiempos. Uno de ellos fue la peste de viruelas que duró siete meses en 1680 y disminuyó mucho la población de la reducción. Para este entonces las reducciones ya conformaban veinte en total de esta misión. Los gastos para sostener estas reducciones salieron inicialmente de los bienes de la compañía de Jesús que habían en Quito. Por ejemplo, el cura de Borja tenía asignada la cantidad de 183 pesos con seis reales al año, para lo cual se había solicitado el aumento a 625 y que fueran pagados en la ciudad de Quito preferentemente que tenía una caja con mayor liquidez que la de Loja.[3]
El apogeo de las misiones en Maynas
Cuando se empezó a dificultar el envío de religiosos al Marañon y habían personas que presionaban para llevarlos a Europa, se tuvo que tomar decisiones al respecto. Conseguir religiosos para estos fines necesitaba la intervención de la Corte de Madrid con un Padre Procurador que buscaba personas con vocación, les dotaba de algunos recursos materiales y las facultades Ministeriales que obtenian del Obispado. Era común sin embargo que tanto españoles como americanos enfermen en el Oriente. Las condiciones fueron siempre adversas: un lugar aislado, vivir en un medio desconocido, el clima tropical y palúdico con gente muchas veces hostil y peligrosa. Esto requería una vocación convencida que era difícil de conseguir. Sería en septiembre de 1684 que el Procurador en Madrid, el padre Manuel Rodríguez destinó a Quito a siete jesuitas que serían importantes para la historia. Entre ellos destacaron Juan Gastel de austria, Samuel Fritz y Enrique Richter de Bohemia. Cuando llegaron a San Francisco de Quito en agosto de 1685 se dirigieron al Marañón con José de Cases para realizar conquistas misionales que "aventajen a las anteriores". Gastel fue enviado a Borja, Fritz al inicio a la misión de Omaguas en el Amazonas y por último Richter iría a las Reducciones del Alto Ucayali. Se dedicaron a la catequesis y a la protección de los indígenas de cada población con sus dificultades particulares. Richter por ejemplo luchó contra los hábitos de los Cunivos que tendían a la embriaguez, amenazándoles con irse si no cambiaban, y logrando de esa manera que mejoren las costumbres. Fritz por otro lado fungió como Cura-Doctrinero de los Omaguas, una tribu numerosa que en 1686 decidieron llevarle a las islas del Amazonas en 1686 que se encuentra entre Napo y Putumayo. Fritz fundó además San Joaquín por haber recibido de la Duquesa de Arcos una imagen de este santo cuando se destinaba a la reducción. Le siguieron más reducciones como la de Nuestra Señora de Guadalupe y la reducción de San Pablo. En cada una de ellas construyó una iglesia pues Fritz era muy hábil para la ingeniería y las ciencias. A todas estas reducciones visitó el padre Zárate con el fin de construir un informe que presentaría al Rey Felipe V. Visitó muchos lugares y organizó un gran reporte que decía "El número de almas que viven en los pueblos de la misión, serán cosa de deiz mil personas y los padres que las cuidan son dieciocho, y con el sacerdote seglar, Don José Bahamonde, son diecinueve los misioneros". Esta visita era de control pues no faltaban las controversias y rumores de que los padres se dedican al comercio y contrabando con los indígenas en las reducciones. En su apogeo, a finales del siglo XVII e inicios del siglo XVIII las reducciones de las misiones jesuitas en Maynas llegaron a superar las mil personas y en en caso de San Miguel y Anejos las dos mil. Los censos no fueron simultáneos y se registran los datos de acuerdo a las visitas de los informantes del Rey en el que se llegó a contabilizar a un total de 13.674 personas. Esto pone en contexto las misiones de la Amazonía con las misiones jesuiticas guaraníes que en su punto más bajo tuvieron 36 mil personas en el año 1643 y en el más alto 141 mil en 1732, por lo que la dificultad del clima, las constantes enfermedades que diezmaban la población, el relativo aislamiento, los peligros de los animales y la hostilidad de los indígenas dificultó su desarrollo a pesar de todos los esfuerzos invertidos de los misioneros que zarpaban de Quito, Cuenca y Loja principalmente. [4]
Reducción | Misionero | Personas |
La Concepción de Archidona y Anejos | Javier Crespo | 997 |
San Miguel y Anejos | Francisco de Real | 2063 |
San José | Joaquin Pietragrassi | 376 |
San Javier | Hermano Salvador Sánchez | 638 |
San Francisco de Borja y Anejos | Juan Magnin | 223 |
La Concepción de Cahuapanes | Francisco Reen | 485 |
La Concepción de Jeveros y Anejos | Ignacio Mikel | 1302 |
San Javier de Chamicuros y Anejos | J. Bahamonde | 336 |
Santo Tomás de Andoas de Pinches y Gayes | Enr. Franzen | 555 |
La Presentación de Chayavitas | Ignacio Falcón | 672 |
La Laguna | Adan Schaeigen y Guill | 1109 |
Las Nieves de Yurimahuas | Leonardo Deubler | 534 |
San Juan de Urainas | Francisco Pérez | 563 |
San Regis de Yameos | Sancho Araujo | 1064 |
San Felipe de Amaonos | Juan Herrais de Vallecas | 205 |
San Simón de Nahuapó | Sancho Araujo | 506 |
San Joaquín de Omaguas | Adán Widman | 896 |
San Paglo de Napeanos | Martín Iriarte | 545 |
San Ignacio de Pebas y Anejos | Franc. Falconvelli | 605 |
Los jesuitas en Napo y Pastaza
La Compañía de Jesús empezaría su apostolado en esta región, la hoya Amazónica en el año 1656 al lograr pacificar a los indígenas Romainas y Záparos gracias a una expedición que había salido de la reducción de Borja con un capitán y 25 soldados españoles, así como algunos indígenas ahora amigos. La forma en la que se pensó diseñar la reducción fue dos parcialidades que tengan el mismo idioma pero que estén separados por cierta distancia. El primer poblado tomó el nombre de los Santos Angeles Custodios de Romains. De ahí saldría el padre Conversor a visitar las rancherías de los indígenas. Apoyó de forma sustancial el padre Lucas Majano, de Guayaquil a inicios del año 1658 aunque fallecería solo dos años después mientras organizaba dos pueblos: San Salvador de Záparos y Jesús de coronados que se encuentran sobre el Río Pastaza. Se buscó un reemplazo de algún otro padre de las reducciones aledañas. Además también se aprovechó para recorrer el territorio de manera genera, para ello el padre Lucas quien saldría de otra reducción y recorrería río arriba toda la zona del Curaray, donde fundaría una nueva reducción llamada San Miguel de Avijiras en abril de 1665. Dejaría encargado de todo al padre Esteban Caicedo. Recorrió toda la región y después informaría a Francisco de Figueroa, Superior de Maynas, en mayo de 1665 sobre todo el recorrido y catequización del río Curaray y sus afluentes. Para entonces la misión del Marañón ya tenía cerca de 28 años desde su inicio. Empezó la catequesis pero lo que más impedía en estos casos la conversión era la poligamia de los caciques que era practicada en gran escala y que era imitado por el resto de personas. [4]
Al igual que las misiones jesuiticas en Japón y Canadá, existieron muchos mártires en la Real Audiencia de Quito, especialmente en la misión de Maynas. Sin embargo, después de 130 años de misiones en total, existieron 80 reducciones cristianas. Muchas de ellas se perdieron fruto de la expulsión de los jesuitas en 1767. [4]
Las misiones antes de la expulsión de los jesuitas
En el siglo XVIII continuaron con el desarrollo de las misiones pero ahora tenían también que enfrentar la ocupación portuguesa de la amazonía. Para ello el padre Samuel Fritz viajaría a Lima con el objetivo de denunciar ante el Virrey la ocupación de portugueses de Yurimaguas y Omaguas. Era tan profundo el conocimiento de este misionero del lugar que presentó un mapa de las misiones y explicó la situación a las autoridades. Sin embargo, no se envió ninguna defensa. En sus últimos días el padre Fritz viviría en jeveros donde enfermaría y moriría finalmente el 20 de enero de 1727 con 75 años habiendo dedicado 42 de ellos a las misiones. Después en julio de 1762 recibió como nombramiento de Superior de la Misión de Mainas, Francisco Javier Weigel. Buscó que lleguen mas misioneros jesuitas desde Madrid. Diez años antes Fernando VI había solicitado enviar a Quito 90 jesuitas para repartirse en cada misión así como otros territorios de la Real Audiencia. Fue así que desde Cádiz saldrían 14 jesuitas en 1754 primeramente, y después seguirían en partidas de ocho en promedio. El costo de estos viajes estaba alrededor de 60 mil pesos y les asignaba el Rey una pensión de 200 pesos por año y 90 al sacristán que los acompañaba. Los otros gastos los cubria la Procura llamada de Mainas. Incluía delegados, donativos de particulares que estaban vinculadas a la Compañía (como en su momento fue la familia de Santa Mariana de Jesús). Además de ello las haciendas que lograron comprar los jesuitas fueron importantes en la Audiencia y las administraron con mucha prudencia. El legado de ello es la Iglesia de la Compañía para Quito, y las Misiones de Mainas para la Iglesia. [4]
Además de la violencia y los mártires, las enfermedades también cobraron vidas. Las epidemias de viruelas importantes de las que se tiene registro sucedieron en 1680, 1749, 1756 y en 1762. Para ello el Colegio de Quito buscaba siempre mantener un inventario suficiente de medicinas. Se sabe que el padre Martínez Rubio empezó la primera farmacia "botica" en 1684. Esto sería el inicio de la medicina en la Audiencia que unas décadas más tarde vería abierta su primera facultad de medicina en la universidad gracias a Fray Ignacio de Quezada y Bartolomé García. Se usaga el "Florilegio Medicinal" del jesuita alemán Juan Steyneffer que había sido misionero en México por 35 años. Fue enviado una copia por parte de Juan Castañeda a "los muy reverendos. padres misioneros de la Compañía de Jesús de las provincias del Gran Río Marañón y Amazonas". Se sabe además que Eugenio de Santa Cruz y Espejo tuvo uno como parte de sus estudios. [4]
Origen de los misioneros | Número |
Americanos | 63 |
Españoles | 43 |
Alemanes, Suizos y Checos | 32 |
Italianos | 20 |
Portugueses | 1 |
Franceses | 1 |
Total | 161 |
Lista de principales historiadores y cronistas de las misiones
- Francisco Ponce de León
- Ignacio de Quesada
- José de Maldonado
- Bartolomé Ochoa de Alácano
- Pablo Maroni
- Francisco de Figueroa
- Manuel Rodríguez
- Samuel Fritz
- Rodrigo Barnuevo
- Juan Magnin
- Pedro Mercado S.J.
- José Chantre y Herrera
- Manuel J. Uriarte
- Toribio Medina
- Gaspar de Carvajal
- Gonzalo Pizarro
- Francisco de Orellana
- Alonso de Rojas Bujalance
Resumen de las misiones durante la Real Audiencia de Quito
Misión alta del Marañón
Reducción | Fundación | Personas | Misionero | Referencia actual |
---|---|---|---|---|
Ciudad de Borja | 1619 | 28 | Franciosco Javier Weigel | Borja (Datem del Marañón) |
San Ignacio de Mainas | 1645 | 300 | Provincia de Maynas | |
Santiago de La Laguna | 1670 | 1600 | Adán Widman | Cocamas |
San Juan Evangelista de Mainas | 1759 | 100 | Provincia de Maynas | |
La Limpia Concepción de Jeveros | 1638 | 1500 | Francisco Javier Pindedorler | Distrito de Jéberos |
San Javier de Chamicuros | 1671 | 1000 | Carlos Abrizzi | Chamicuros |
Nuestra Señora de las Nieves de Yurimaguas | 1689 | 300 | Leonardo Deubler | Yurimaguas |
San Regis de Lamistas | 1718 | 200 | Lamas (Perú) | |
Presentación de Chayavitas | 1679 | 700 | Dionicio Ibañes | |
Nuestra Señora de Loreto de Paranapuras | 1652 | 300 | Pedro Berroeta | Río Paranapura |
San Estanistlao de Muniches | 1652 | 200 | Muniche | |
Concepción de Cahuapanes | 1726 | 750 | Pedro Esquini | Distrito de Cahuapanas |
Misiones del Pastaza
Reducción | Fundación | Personas | Misionero | Referencia actual |
---|---|---|---|---|
Santo Tomé de Andoas | 1707 | 400 | Martín Schewna | Distrito de Andoas |
San José de Pinches | 1698 | 200 | Juan Cenitagoga | Taushiro |
Nuestra Señora de los Dolores de Muratas | 1755 | 800 | Andrés Camacho | Candoshis |
Corazón de Jesús de Jívaros | 1767 | 200 | Shuar |
Misión baja del Marañón
Reducción | Fundación | Personas | Misionero | Referencia actual |
---|---|---|---|---|
San Joaquín de Omaguas | 1689 | 600 | José Palme | Iglesia de San Joaquín de Omaguas |
San Fernando de Mayorunas | 1744 | 200 | Mayoruna | |
San Regis de Yameos | 1730 | 500 | Manuel Uriarte | San Pablo de Nuevo Napeanos |
San Javier de Urarinas | 1737 | 600 | Nauricio Caligari | Distrito de Urarinas |
San Pablo de Napeanos | 1737 | 300 | José Montes | San Pablo de Nuevo Napeanos |
San Ignacio de Pebas | 1733 | 700 | José Bahamonde | Distrito de Pebas |
Nuestra Señora del Carmen de Mayorunas | 1761 | 100 | Mayoruna | |
Nuestra Señora de Loreto de Ticunas | 1760 | 700 | Segundo del Castillo | Tikunas |
Santa Bárbara de Iquitos | 1740 | 500 | Iquitos | |
Nuestra Señora de la Luz de Iquitos | 1741 | 400 | Juan del Salto y H. Pedro | Iquitos |
San José de Iquitos | 1741 | 100 | Schoenerman | Iquitos |
Misión del Napo y Aguarico
Reducción | Fundación | Personas | Misionero | Referencia actual |
---|---|---|---|---|
Nombre de Jesús de Tiputini | 1737 | 300 | Tiputini | |
Santísima Trinidad de Capocuy | 1752 | 350 | ||
San Miguel de Ciecoya | 1737 | 200 | José Romei y Juan Iburti | Aido pai |
Nombre de María de Guayoya | 1742 | 100 | ||
San Javier de Icahuates | 1725 | 100 | Icahuates | |
San Pedro de Payaguas | 1732 | 200 | Maijuna |
De misioneros a clérigos: la primera transición
Clérigos, diocesanos y religiosos sustituyen a los misioneros jesuitas
Una vez expulsados los jesuitas, surgió el problema de mantener el control sobre el territorio amazónico ante los bandeirantes portugueses. Para esta razón el Prelado Diocesano de Quito Pedro Ponce y Carrasco siguiendo Órdenes de Madrid buscó una forma de proveer de sacerdotes que sustituyan a los de la Compañía de Jesús. Por esta razón, en febrero de 1770 entraría el primer grupo de franciscanos con Joaquín Barritieta siendo su Comisario de un total de 13 religiosos. Al año siguiente fueron enviados 21 sacerdotes. Sin embargo no se logró contener la decadencia de las Misiones. Ya lo describe González Suárez:[4]
Considerados, dice, los pueblos de Misiones como Parroquias de montaña, no entraban a servirlos como Curas sino aquellos indiviudos que, a fuer de pobres y necesitados, se comprometían a pasar en las Misiones unos cuantos años, labrando merecimientos para obtener después un Beneficio pingue con que poder mejorar de condición social, redimiéndose de la penuria y de la escesez en que antes habían vivido.
Para ello Blas Sobrino y Minaño al darse cuenta de la situación solicitó enviaran más personas a través de una comunicación al Real Consejo de Indias. Logró que se envíen mas misioneros franciscanos por lo que la orden religiosa solicitó que se nombren Procuradores de la Misión. Llegar a los sitios era difícil: saliendo desde Quito son 13 días que se recorren a voluntad de los "indios guías". Por ejemplo se subía por el río Pastaza que desemboca en el Marañón y se llegaba al pueblo de Santander en 14 horas y media. En cambio para llegar a Guasaga tomaba 63 horas o al pueblo de San José de Pinches un total de 39 horas. La contribución de San Francisco de Quito para la continuación de las misiones fue importante y se sabe que hubo muchos presbíteros que respondieron al llamado para convertirse en misioneros, por nombrar algunos:
- Juan de la Rúa
- Tomás Fernández Arenas de corrales
- Manuel Miranda
- Tomás de la Barrera
- Pedro José López
- Antonio Bernardino Peñafiel
- José Ayllón
- Juan Suasti
- Mariano Jácome de Estrada y Montero
- Pedro Vicente Albán
- Tomás de la Bárcena
Esta transición ocurrió sobre todo bajo el Gobierno Episcopal de Blas Sobrino y Minayo a partir de lo cual quedaba encaminada la atención y servicio misionero que prestó el Clero de Quito enfocado principalmente a las tres grandes zonas de la Hoya Amazónica: Quijos, Jaén y Maynas.
La Real cédula del 15 de julio de 1802. Creación del obispado de Maynas
Francisco de Requena había escrito un informe al Real Consejo de Indias en marzo de 1799 que proponía principalmente tres cosas:
- Que el Gobierno y Comandancia Militar de Mainas se pongan a disposición y dependencia del Virrey del Perú.
- Que las misiones de este Govierno se entreguen al cuidado de la orden franciscana de Ocopa en Perú que tenía un colegio con el fin de formar misioneros. De esta manera se evitaba que sean atendidos por la Diócesis de Quito.
- Que se erija un obispado sin cabildo para el territorio oriental de Mainas, Quijos, Pastaza, Napo y Marañón.
Esto causó una crisis en la Provincia Franciscana de Quito que se veía despojada de un territorio de misiones en las que había invertido mucho. Por esta razón Antonio Huertas, Comisario de su orden en Quito hizo instancias ante el Real Consejo de Indias. Sin embargo, por Real Decreto, el 17 de mayo de 1804 se nombró como Obispo de las Misiones de Maynas a Hipólito Sánchez Rangel, sin embargo su labor se vio dificultada puesto que logísticamente ya no dependían las misiones de su lugar geográficamente más cercano. Pasaron los años y la situación no mejoró. En 1814 se pidió un informe al gobernador de Quijos Manuel Fernández Alvarez que comunicó la situación:
"Pueblos que se hallan sin sacerdotes: Santiago de las Montañas, hace cinco años que no tiene. Ciudad de Borja hace cinco años que no tiene. Pueblo de Urarinas se halla sin padre hace cinco años, Pueblo de Iquitos, hace seis años que murió un lego catequista, Pueblo de Orán nunca ha tenido sacerdote. Pueblo de Santander que hace cuatro años que se fue un lego catequista [...]"
Toribio Montes quien fuera Presidente de la Audiencia de Quito al recibir los informes no soportó la destrucción del esplandor de las misiones por lo cual propuso la restauración de la Compañía en Mainas. Eran años difíciles puesto que las guerras de las independencias estaban sucediendo por lo que las decisiones no se sostenían a largo plazo. Como resultado de los hecho spolíticos, las Misiones del Oriente volvieron a la jurisdicción civil y eclesiástica de Quito, como Departamento del Sur de Colombia ya de manera separada de la Monarquía española.[4]
Memoria y legado
Documentos históricos relacionados a las misiones en la Amazonía de Ecuador
Primeras crónicas sobre la Amazonía:
- Cartas del explorador Francisco de Orellana[5]
- El Descubrimiento del Río Amazonas, "relación" escrita por Fray Gaspar de Carvajal[6]
- Nuevo descubrimiento del Gran Río de las Amazonas escrito por Cristóbal de Acuña
Escritos pastorales en defensa de los indígenas:
- Informe como prior de San Pedro Martir, "relación" escrita por Fray Pedro Bedón
- Itinerario para párrocos de indios por el Obispo de Quito Alonso de la Peña Montenegro
Primeras monografías antropológicas y naturalistas:
- De los matrimonios entre estas naciones que contiene el Gran Para o Marañón por Pedro de Mercado
- Las fiestas de estos indios antiguamente consistían en beber por Pedro de Mercado
- De algunos peces que hay en las aguas de los ríos que cruzan por estas tierras por Pedro de Mercado
- De los animalejos que pueblan el aire y molestan a los que habitan en estas tierra por Pedro de Mercado
- De varios géneros de hormigas (insectos-abejas), unas que causan gusto y otras que dan pesadumbre por Pedro de Mercado
La cosmografía y los primeros mapas de la Amazonía:
- Carta de la provincia de Quito y sus adyacentes por Pedro Vicente Maldonado
- Mapa del Gran Río Marañón o Amazonas con la misión de la Compañía de Jesús por Samuel Fritz
- Mapa de la Provincia de Quito con las Misiones de Sucumbíos de Religiosos de San Francisco y de Maynas de los Padres de la Compañía de Jesús por Juan Mangin
Estudios científicos durante la ilustración:
- Apuntes acerca de la línea de demarcación entre las conquistas de España y Portugal en el río Marañón de Samuel Fritz
- Geografía de las misiones del Marañón. Origen y principio del gran río y su curso hasta el Pará de Samuel Fritz
- Origen, progresos y mutaciones de las N. Reducciones de Napo, de Juan Mangin
- Relación de los Aumentos de la Misión de los Aguaricus este año de 1739, de Juan Mangin
- Breve descripción de la Provincia de Quito, de Juan Mangin
- Descubrimiento del (río) Nucuray por Juan Mangin
- Diccionario geográfico-histórico, Enciclopedia de las Indias, por Antonio de Alcedo
- La Condamine. Viaje por el Río Amazonas y Estudio sobre la Quina por Eduardo Estrella
Investigaciones botánicas y medicinales en el siglo XX:
- Medicina Aborigen por Eduardo Estrella
- Plantas Medicinales Amazónicas por Eduardo Estrella
- Biodiversidad y Salud en las Poblaciones Indígenas de la Amazonía por Eduardo Estrella
- Salud y Población Indígena de la Amazonia por Eduardo Estrella
- Ayahuasca: Etnomedicina y mitología por Plutarco Naranjo
- Vademécum de plantas medicinales del Ecuador por Misael Acosta Solís
Libros relevantes sobre la historia de la región:
- Historia del Reino de Quito (volúmen III) por Juan de Velasco
- Historia eclesiástica del Ecuador desde los tiempos de la conquista hasta nuestros días por Federico González Suárez
- La Iglesia modeladora de la nacionalidad (1953) por Julio Tobar Donoso
- Provincias Orientales por Pío Jaramillo Alvarado
- Historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito, 1570-1774 por José Jouanen
- Historia de las misiones en la Amazonía ecuatoriana por Lorenzo García
Importancia de la amazonia en el Ecuador contemporáneo
La Amazonía de Ecuador que representa el 43% del territorio de ese país ha tenido una importancia cultural que se refleja en las constantes referencias que a ella se hace en la literatura. Empezando por la novela Cumandá de Juan León Mera, considerada la primera escrita (aunque sí existen ejemplos anteriores) y que toma lugar en la Amazonía de Ecuador. Además, las constantes referencias de Juan Montalvo a la ciudad de Baños de Agua Santa en sus escritos y su nostalgia mientras vivía en el exilio quedaron en algunas de sus obras. En esa misma ciudad, otro ejemplo importante es el museo dedicado al pintor Enrique Mideros en el convento de la catedral de la ciudad. Las constantes referencias políticas a esta región durante el conflicto limítrofe con Perú que se pueden ver por ejemplo en la placa de la Catedral Primada de Quito que dice "Es gloria de Quito el descubrimiento del Río Amazonas" o el mural pintado por Guayasamín en el Palacio de Carondelet han sido recurrentes a lo largo de la historia de ese país. Aunque probablemente uno de los ejemplos más antiguos de esto es el escrito de Alonso de Rojas Bujalance titulado "Relación del Descubrimiento del Río Amazonas y hoy San Francisco de Quito". Adicionalmente, en esta región han nacido algunos políticos importantes en la historia reciente de Ecuador, que llegaron también a la presidencia de ese país. Además, a partir del descubrimiento de petróleo en el oriente ecuatoriano, se llevó a cabo una mayor migración y se fundaron ciudades como Nueva Loja gracias al asentamiento de muchas personas que salían de la ciudad de Loja en el sur, por las constantes sequías que en esa época sucedían. También se llevó a cabo una campaña para no explotar el crudo en el Parque Nacional Yasuní que, aunque no logró cumplirse, es un gran ejemplo de la importancia que tiene esta región para las personas de ese país. En la actualidad, el shuar, idioma que se habla en algunas partes de esta región, es considerado como idioma oficial de relación intercultural, al igual que el quichua que es hablado en las tribus amazónicas quichuas. Por otro lado, las investigaciones científicas de esta región continuan y fueron impulsadas con la creación de la Universidad Regional Amazónica Ikiam, en la ciudad de Tena. Por último, el conflicto limítrofe con Perú marcó de manera definitiva la historia de Ecuador y la firma del Protocolo de Río de Janeiro fue un hecho que afectó el curso de su historia, haciendo que algunos intelectuales como Benjamín Carrión y Pío Jaramillo Alvarado reaccionen, dando inicio al proyecto de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
Véase también
- Gobierno de Maynas
- Comandancia General de Maynas
- Guerra de Independencia de Maynas
- Conflicto limítrofe entre el Perú y el Ecuador
- Departamento de Loreto (Perú)
- Región Amazónica (Ecuador)
- Indigenismo en Ecuador
- Ascetismo en Ecuador
Referencias
- ↑ Sinclair, Joseph H. (1929). «In the Land of Cinnamon: A Journey in Eastern Ecuador». Geographical Review 19 (2): 201-217. ISSN 0016-7428. doi:10.2307/208531. Consultado el 11 de abril de 2023.
- ↑ «Jodoco Ricke de Marselaer | Real Academia de la Historia». dbe.rah.es. Consultado el 11 de abril de 2023.
- ↑ González Suárez, Federico (20 de agosto de 2015). Historia eclesiástica del Ecuador desde los tiempos de la conquista hasta nuestros días: 1520-1600.. Quito, Ecuador : Imprenta del Clero, por Isidoro Miranda. Consultado el 11 de abril de 2023.
- ↑ a b c d e f g «Historia de las misiones en la Amazonía ecuatoriana – Editorial Abya Yala». Consultado el 11 de abril de 2023.
- ↑ «Cartas de Francisco de Orellana». pueblosoriginarios.com. Consultado el 11 de abril de 2023.
- ↑ Cervantes, Biblioteca Virtual Miguel de. «Descubrimiento del río de las Amazonas». Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Consultado el 11 de abril de 2023.