Abuso psicológico
El abuso psicológico es una forma de maltrato que sustituye los medios físicos por los emocionales, verbales y mentales. Se le denomina a cualquier acción dirigida a controlar, aislar socialmente, desvalorizar, denigrar, humillar o hacer sentir mal con uno mismo, acusar o culpar.[1]
Se puede presentar en contextos de grupo (sectas y coaching coercitivo) como en relaciones de dos (fraude moral, abuso emocional en la pareja, manipulación interpersonal, abuso terapéutico), o incluso en contextos familiares (violencia doméstica), escolares (acoso escolar), laborales (acoso laboral) o virtuales (ciberacoso, grooming).
Descripción
Es el maltrato de una persona hacia otra, sin la necesidad de que exista violencia física entre ellas, una manera en que se invade el espacio personal y se manipula, la violencia verbal ya que las palabras, y especialmente, la forma en la que se comunican dichas palabras también puede transmitir agresividad, se pueden mostrar a través de insultos, des-calificativos personales y palabras hirientes. Cabe hacer énfasis en que la agresión es solamente por la vía verbal sin intervención de los golpes físicos. [2]
No siempre consiste en gritos, o maltratos y amenazas, en ciertas ocasiones, consiste en una manera de impedir que la víctima crezca o desarrolle su propia identidad, por medio de la manipulación, miedo e inseguridad. [3]
Relación con el maltrato.
Existen muchas similitudes con el maltrato psicológico, incluso son llegadas a ser usadas como sinónimos, pero cuentan con una serie de diferencias como:[4]
- Nivel de especificidad; El abuso es un concepto más específico que el concepto de maltrato, por ejemplo, en el abuso media una inequidad entre el maltratador y el maltratado, mientras que maltrato es todo acto perjudicial voluntario o involuntario causado a una persona, ser o propiedad por parte de un sujeto. En otras palabras, el abuso es un tipo particular de maltrato.
- Relación de poder; Al momento de nombrarle abuso, se hace referencia a la noción de que existe desigualdad entre maltratado y maltratador, lo que provoca que la parte abusador tome esta desigualdad como ventaja.
- Intencionalidad; Tanto en el abuso como en el maltrato puede existir intencionalidad, sin embargo, es más frecuente que el abuso sea realizado de manera totalmente consciente y voluntaria por parte del perpetrador.
- Uso habitual del término; Cuando se habla de abuso, normalmente se piensa en la existencia de violencia sexual (aunque ésta no es la única causal para la existencia de abuso). Esto se debe a que el perpetrador hace uso de su mayor fuerza física, edad, poder, existencia de un vínculo afectivo, el miedo, el temor o simplemente la sorpresa para usarlo en beneficio propio y someter a la parte afectada. Pero también se usa normalmente para referirse al caso de abuso de autoridad.
Relaciones de contexto
Independientemente de los casos, lo que se persigue generalmente es el sometimiento de la víctima por parte del abusador. Con regularidad predomina la fijación de un vínculo intrínseco entre las dos partes.[5] También, con la sola existencia de grupos sociales, surge la probabilidad de producir acoso, independientemente del tipo que sea el grupo.
En pareja.
En las relaciones de noviazgo, también llamada "dating violence"
“dating violence” (Chung, 2005), ha sido definida como cualquier intento por controlar o dominar a una persona física, sexual o psicológicamente, generando algún tipo de daño sobre ella (Wolfe et al. 1996).” (p. 28).
En este caso, las agresiones al perjudicado pueden preceder a otros tipos de violencia, por ejemplo los ataques físicos. Esto es debido a la interacción entre los miembros de manera activa. El objetivo de ganar cierto dominio o control de la otra parte empiezan a desarrollar tácticas de manipulación como la persuasión o la influencia utilizando los puntos débiles emocionalmente hablando del individuo para fortificar el impacto. Poco a poco, el desarrollo de estos métodos va en aumento, evolucionando en situaciones de carácter más crítico. Dando lugar a ser una de estas variables la relación de codependencia de sadomasoquismo.
Este tipo de violencia, por su naturaleza privada, es complicada su detección.
Los factores que influyen en el tipo de maltrato, nivel de gravedad y la prevalencia, independientemente de si es físico, psicológico, emocional, sexual y económico, es la correlación entre el tiempo de relación y la frecuencia de los tratos.[1]
Existen maneras de detectar el abuso, una de ellas es contestando la siguiente encuesta...[6]
- ¿Su compañero/a aparece irritado o furioso varias veces durante la semana y cuando usted pregunta lo que le sucede lo niega o le echa la culpa?
- Cuando usted se siente ofendida y trata de hablarlo con él, ¿se rehúsa a hablar o pretende que no sabe a qué se refiere?
- ¿Con frecuencia usted se siente frustrada porque no puede hacer que él entienda sus intenciones y sus sentimientos?
- ¿Usted siente que hay problemas en la comunicación?
- A veces se pregunta: "¿qué tengo yo de malo, cual es mi problema.? Por qué me siento tan mal?
- El parece siempre tener una opinión opuesta a la suya y dice "yo estoy en lo correcto y usted está equivocada"
- ¿Siente temor de sus reacciones?
- ¿El miedo y la desesperanza la invaden?
- ¿Duda de sus capacidades y percepciones?
- Usted no puede decir: ¡Basta! ¡No más!
En la adolescencia y los noviazgos
Durante las relaciones cuando estas en la etapa de la adolescencia entre rangos de 17-23, se toman diferentes comportamientos, y las cosas o lo que se dicen tienen diferentes impactos, y esta comprobado que componentes como; descalificaciones, trivializaciones, conductas des- tructivas, aislamiento social. Pero le afectan de esta sección en especial, de manera distinta a rangos entre los 17-18 y 21-22.[7]
Hacia la mujer.
En los casos en los que la pareja es de este género, hay estudios que indagan el abuso dirigido a estos, excluyéndolos de los otros casos en pareja. Además, no se ha expandido en gran medida su estudio por la atención dada a la violencia física (de naturaleza empírica), llevando a minimizar su importancia y consecuentes daños.[8]
Este puede adoptar una gran variedad de modalidades, por ejemplo las formas sutiles de abuso.
Entre las acciones, podemos encontrar:
- Abuso verbal
- Intimidación
- Amenazas
- Destrucción de la propiedad
- Aislamiento
- Control del tiempo
- Control del trabajo
- Control de la educación
- Control de las relaciones sociales
- Control de las amistades
- Control de las finanzas
- Denigración
- Minusvalorar
- Crítica destructiva
- Falta de respeto
Familiar.
En el aspecto familiar, se pueden encontrar relaciones en las que predomine la violencia doméstica, teniendo como uno de los factores característicos de estos entornos, es la prevalencia del maltrato a los miembros familiares, comúnmente los menores de edad, (sin excluir la probabilidad de que sea al varón).
Dentro de esta categoría, entre al abuso infantil, un claro ejemplo de que el poder, la edad y la fuerza hacen que el abusador ofenda a la víctima incluso sin darse cuenta. [9]
"La violencia emocional contra los niños es habitualmente perpetrada por personas con las que estos tienen una relación o vínculo personal estrecho."[10]
En sí, “El maltrato psicológico a los niños, niñas y adolescentes en la familia es una de las tipologías principales y potencialmente más dañinas de desprotección infantil y a la vez una de las que presenta mayores dificultades para su identificación, evaluación y abordaje.”[11] También, se le suma a las consideraciones de ciertos casos que el abandono físico o negligencia infantil destaca respecto al resto de tipologías de maltrato infantil.[12]
En el ámbito penal, entra en la tutela jurídica de la salud mental, por causa de violencia doméstica y lesiones de género, justificada por patrones culturales y la socialización.[13]
En el proceso de violación a los derechos e integridad del individuo, podemos encontrar el hostigamiento verbal, ya sea por medio de insultos, críticas negativas que afectan de manera permanente, descréditos, la humillación, destrucción con el gesto o el acto, etcétera. A diferencia de la violencia física, esta no tiene resultados inmediatos, más bien, son el resultado de una rutina de maltrato que, con el paso del tiempo, empieza a ganar visibilidad.[14]
Consecuencias generales
El abuso psicológico provoca intencionalmente en la víctima una reacción de ansiedad, temor o miedo y depende las circunstancias en las que se esté llevando a cabo es cómo va a afectar a las víctimas; por ejemplo, en el área laboral, está comprobado que el abuso o acoso psicológico crea estrés sobre las víctimas, lo cual puede derivar en problemas organizacionales de trabajo.[15]
Por otro lado, cuando se habla de abuso psicológico de padres hacia hijos en el ambiente familiar, las consecuencias muchas veces se ven reflejadas en el desarrollo de los niños ya sea a escala social o personal y aunque muchas veces estos casos no suelen ser intervenidos a menos que se pueda demostrar abuso físico o sexual en los niños, el estudio de Claussen y Crittenden demuestra que un 90% de los niños que presentaban evidencias de abuso físico, habían sido maltratados psicológicamente.[16]
Formas de detección
A diferencia del maltrato físico, el abuso psicológico no siempre presenta secuelas que se pueden apreciar a simple vista, razón por la cual la detección del abuso psicológico es difícil de identificar por órganos externos. La profesora M. Gómez de Terreros Guardiola señala que cuando no se entiende una descripción comprensible del abuso o maltrato psicológico, es más complejo lograr tener un diagnóstico temprano del caso y por ende cualquier medida que se tome para efectuar un cambio en la situación es difícil de ejecutar. En el tema del hogar, dónde se trata con menores, es importante tener en claro qué conductas pueden ser permisibles y qué otras pueden ser perjudiciales para los niños para poder identificar que existe algún tipo de maltrato. Por otro lado, cuando se trata de un pareja ya sea noviazgo o matrimonio, se debe entender en qué momento el maltrato de una parte de la relación está afectando a la otra o incluso a ambas.
Ciertas conductas son;
- Burlas. Cuando comienzan a ridiculizarte en público, te rebajan, o te humilla, es un buen momento de detectarlo, comienzan a reírse de ti y no contigo.
- No se pone en tu lugar. Regularmente en parejas, esta rehusado a conversar contigo, te manipula a grado que consideras que tu punto de vista no es válido.
- Usa cosas hechas en tu contra. Chantajearte con secretos, normalmente cosas intimas de las que no quieres que la gente se entere.
- Te compara desfavorablemente. Una manera de hacerte sentir menos, es poniéndote en comparación física y mentalmente con alguien más. Siempre afirmando que la otra persona es mejor. [17]
Véase también
Referencias
- ↑ a b Rey-Anacona, César Armando (2009). «Maltrato De Tipo Físico, Psicológico, Emocional, Sexual Y Económico En El Noviazgo: Un Estudio Exploratorio». Acta Colombiana de Psicología 12 (2): 27-36. ISSN 0123-9155. Consultado el 8 de octubre de 2018.
- ↑ «Abuso, violencia, maltrato, psicologico».
- ↑ Guerra, Teresa (13 de noviembre de 2017). «Señales para reconocer el maltrato psicológico». 1. Consultado el 10 de octubre de 2017.
- ↑ Castillero Mimenza, Oscar (2018). «Las 4 diferencias entre abuso y maltrato». 1. Consultado el 1 de septiembre de 2018.
- ↑ Rodríguez-Carballeira, Álvaro (diciembre de 2005). «Un estudio comparativo de las estrategias de abuso psicológico: en pareja, en el lugar de trabajo y en grupos manipulativos». Anuario de Psicología. Consultado el 17 de septiembre de 2018.
- ↑ Marchand de Pombo., Maria Victoria (2012). «Maltrato-Abuso verbal y psicológico: Como detectarlo y cómo enfrentarlo». 310 235 0798. 1. Archivado desde el original el 28 de septiembre de 2018. Consultado el 10 de septiembre de 2018.
- ↑ Blázquez Alonso, Macarena (1696-2095). «Estudio del maltrato psicológico, en las relaciones de pareja, en jóvenes universitarios». Pdf. Consultado el 10 de octubre de 2018.
- ↑ Buesa, Sara; Calvete, Esther (2011). «Adaptación de la escala de abuso psicológico sutil y manifiesto a las mujeres en muestra clínica y de la comunidad». Anales de Psicología 27 (3): 774-782. ISSN 0212-9728. Consultado el 8 de octubre de 2018.
- ↑ ROYAL COLLEGE, OF PSYCHIATRISTS (2009). «Maltrato y abuso infantil. Los efectos emocionales». 1. Archivado desde el original el 15 de diciembre de 2017. Consultado el 10 de octubre de 2018.
- ↑ «Eliminar la Violencia Contra los Niños y Niñas: Seis Estrategias Para la Acción #ENDviolence». Sección de Protección de la Infancia de UNICEF. septiembre de 2014. Archivado desde el original el 19 de noviembre de 2017.
- ↑ Arrabuarrena, Ignacia (2011). «Maltrato Psicológico a los Niños, Niñas y Adolescentes en la Familia: Definición y Valoración de su Gravedad». Psychosocial Intervention. Consultado el 20 de septiembre de 2018.
- ↑ Manuel., Moreno Manso, Juan ([2002]). Maltrato infantil : teoría e investigación. Editorial Eos. ISBN 8497270258. OCLC 51667239. Consultado el 10 de octubre de 2018.
- ↑ CHING C., Ronald Lin (Septiembre. 2003). «Propuesta de valoración del daño psicológico en materia de violencia doméstica. Med. leg. Costa Rica». Medicina Legal de Costa Rica. Consultado el 3 de septiembre de 2018.
- ↑ «Comportamiento de la violencia intrafamiliar». Revista Cubana de Medicina General Integral 15 (3): 285-292. 1999-6. ISSN 0864-2125. Consultado el 8 de octubre de 2018.
- ↑ Rodríguez Muñoz, Alfredo. «Abuso psicológico en el trabajo: revisión de la literatura y nuevas líneas de investigación». 2011. Consultado el Octubre, 2018.
- ↑ Gómez de Terreros Guardiola, Montserrat. «Maltrato psicológico». Abril, 2006. ISSN 1135-7606. Consultado el Octubre, 2018.
- ↑ BBC, Redacción. «Cinco señales de que eres víctima de abuso emocional». BBC News Mundo. Consultado el 10 de octubre de 2018.
- AIIAP - Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico
- TRAS|PASOS - Revista de Investigación Sobre Abuso Psicológico Archivado el 7 de septiembre de 2015 en Wayback Machine.