Masoquismo sexual
El masoquismo sexual es una parafilia que consiste en una manifestación de la sexualidad en la cual una persona obtiene placer o satisfacción sexual al experimentar dolor, humillación o sufrimiento. Las actividades sexuales masoquistas pueden efectuarse a solas (mediante el onanismo) o en compañía de un partenaire sexual.[1]
Definición
El masoquismo sexual puede ser definido como una manifestación de la sexualidad en la cual una persona obtiene placer o satisfacción sexual al experimentar dolor, humillación o sufrimiento. Está catalogado como una parafilia. Las actividades sexuales masoquistas pueden efectuarse a solas (mediante el onanismo) o en compañía de un partenaire sexual
El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM V cataloga el masoquismo como una parafilia con el código F65.5 [302.83].[1]
La característica esencial del masoquismo sexual consiste en el acto real, no simulado ni fantaseado, de ser golpeado, lastimado, quemado, vendado, atado, humillado o de querer recibir cualquier otro tipo de sufrimiento físico y emocional para poder excitarse y disfrutar de activiades sexuales.[1]
Entre los actos sexuales que realiza la persona masoquista están la sumisión física (estar atado), la sumisión sensorial (estar vendado), el recibir golpes, palizas, palos, latigazos,cortaduras, descargas eléctricas, cortes, pinchazos, laceraciones y perforaciones. También disfrutan sexualmente con ser orinados o defecados, ser forzados a arrastrarse y a comportarse y ladrar como un perro o ser insultados y agredidos físicamente de cualquier forma.[1]
Autores
El término masoquismo proviene del autor Leopold von Sacher-Masoch, quien describía situaciones de sumisión y dolor sexual que le producían placer en su obra.
Para Richard von Krafft-Ebing, uno de los primeros psiquiatras en estudiar el masoquismo sexual en su obra "Psychopathia Sexualis", de 1886, el masoquismo es una perversión sexual en la que el individuo experimenta placer sexual al ser humillado y maltratado por otros.[2]
Para Sigmund Freud, el masoquismo sexual está vinculado a experiencias tempranas de vida, conflictos internos y dinámicas psicológicas inconscientes.[3] El creía que en el masoquismo hay una inversión de la agresión o el sadismo y que la agresión que normalmente estaría dirigida hacia otros se redirige hacia uno mismo. Lo definía como masoquismo erógeno cuando el dolor físico y el sufrimiento o la humillación se asocian directamente con la excitación sexual.[4][5][6]
Theodor Reik, en su libro "Masochism in Modern Man", exploró la dimensión psicológica y cultural del masoquismo, distinguiendo entre el masoquismo sexual y lo que llamó masoquismo moral, una tendencia a buscar sufrimiento o humillación más allá del contexto sexual.[7]
Para el filósofo Gilles Deleuze, el masoquismo sexual no debe ser entendido como una búsqueda de dolor, sino como una dinámica compleja donde el deseo de sumisión y el contrato de dolor son fundamentales, en contraposición con el sadismo, que busca el control y la dominación. Su libro "Presentación de Sacher-Masoch analizó el masoquismo desde una perspectiva literaria y filosófica.[8]
Para Robert Stoller, el masoquismo sexual es una forma de perversión en la que el odio se convierte en erotismo y una manera de reenactuar traumas pasados en un contexto controlado para obtener placer erótico. Stoller escribió "Perversion: The Erotic Form of Hatred".[9]
Jessica Benjamin escribió "The Bonds of Love: Psychoanalysis, Feminism, and the Problem of Domination" , libro en el cual explora las dinámicas de poder y dominación en las relaciones, incluyendo las prácticas masoquistas sexuales y propone que estas dinámicas pueden ser una forma de lidiar con tensiones internas relacionadas con la autonomía y la sumisión.[10]
Rosemary Gordon, en su artículo Masochism: the shadow side of the archetypal need to venerate and worship, postula una necesidad arquetípica de venerar y adorar que puede estar oculta en la sombra y distorsionada en prácticas como el masoquismo sexual.[11] Su artículo también ofrece varias vías de exploración para estudios posteriores en conexión con el fenómeno del masoquismo, incluyendo la perversión sexual parafílica del masoquismo sexual.[12]
Riesgos de esta práctica
El masoquismo sexual con conductas incontrolables y recurrentes reviste significación clínica psiquiátrica y es potencialmente lesivo. La psicoterapia y el psicoanálisis pueden ayudar a poder disminuir los riesgos y conductas.[13]
Algunas prácticas masoquistas son extremadamente peligrosas porque incluso pueden llegar a la muerte. Por ejemplo, la «hipoxifilia» o asfixia erótica, que implica ecitarse mediante la privación de oxígeno, que se puede dar mediante compresión torácica, nudos, ligaduras, bolsas de plástico, máscaras o productos químicos que pueden desmayar a la persona.[1]
Algunos individuos que padecen este trastorno se encuentran obsesionados por sus fantasías masoquistas, las cuales deben evocar durante las relaciones sexuales o la masturbación, pero no las llevan a cabo. En estos casos, las fantasías masoquistas suponen por lo general el hecho de ser violado o de estar atado y obligado a servir a los demás, de forma que no existan posibilidades de escapar. Otras personas llevan a cabo sus fantasías ellos mismos (p. ej., atándose ellos mismos, pinchándose con agujas, administrándose descargas eléctricas o autolesiones) o con un compañero.
La obligación de vestirse con ropas del otro sexo también puede utilizarse como forma de humillación. El individuo puede tener el deseo de ser tratado como un niño pequeño y ser vestido con pañales («infantilismo»).
A causa de fallos en el utillaje, de errores en la colocación del nudo o de las ligaduras o a otras equivocaciones, con alguna frecuencia hay muertes accidentales. Los datos referentes a Estados Unidos, Inglaterra, Australia y Canadá indican que estas prácticas producen 1-2 muertes por millón de habitantes cada año. Algunos individuos con masoquismo sexual presentan también fetichismo, fetichismo transvestista o sadismo sexual. Las fantasías masoquistas probablemente se dan desde la infancia. La edad en la que empiezan las actividades masoquistas con la pareja es variable, pero con frecuencia es el principio de la edad adulta. El trastorno tiene generalmente un curso crónico, y el individuo tiende a repetir una y otra vez el mismo acto masoquista. Algunas personas con masoquismo sexual pueden llevar a cabo actos masoquistas durante muchos años sin aumentar su potencial lesivo. Sin embargo, en otros casos aumenta la gravedad de los actos masoquistas con el paso del tiempo o durante períodos de estrés, lo cual eventualmente puede producir lesiones o incluso la muerte del individuo.[14]
Criterios diagnosticos:
A. Durante un período de al menos 6 meses, fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican el hecho (real, no simulado) de ser humillado, pegado, atado o cualquier otra forma de sufrimiento.
B. Las fantasías, los impulsos sexuales o los comportamientos provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
Título de la segunda sección
DSM V página 535 La característica esencial de la parafilia es la presencia de repetidas e intensas fantasías sexuales
de tipo excitatorio, de impulsos o de comportamientos sexuales que por lo general engloban:
1) objetos no humanos, 2) el sufrimiento o la humillación de uno mismo o de la pareja, o 3)
niños u otras personas que no consienten, y que se presentan durante un período de al menos
6 meses (Criterio A). Para algunos individuos, las fantasías o los estímulos de tipo parafílico son
obligatorios para obtener excitación y se incluyen invariablemente en la actividad sexual. En otros
casos las preferencias de tipo parafílico se presentan sólo episódicamente (p. ej., durante períodos
Parafilias
de estrés), mientras que otras veces el individuo es capaz de funcionar sexualmente sin fantasías
ni estímulos de este tipo. El comportamiento, los impulsos sexuales o las fantasías provocan malestar
clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad
del individuo (Criterio B).
Los parafílicos pueden intentar la representación de sus fantasías en contra de la voluntad de
la pareja, con resultados peligrosos para ella (como en el sadismo sexual o en la pedofilia). Como
consecuencia de lo anterior, el individuo puede ser detenido y encarcelado. Las ofensas sexuales
hacia los niños constituyen una proporción significativa de todos los actos sexuales criminales documentados,
y los individuos que padecen exhibiciones, pedofilia y voyeurismo comprenden la
mayoría de los procesados por delitos sexuales. En algunas situaciones la representación de fantasías
de tipo parafílico puede conducir a autolesiones (como el masoquismo sexual). Las relaciones
sociales y sexuales pueden verse afectadas si la gente encuentra que el comportamiento sexual del
individuo es vergonzoso o repugnante o si la pareja se niega a participar en sus preferencias sexuales.
En algunos casos, el comportamiento raro (p. ej., actos de exhibicionismo, colección de fetiches)
constituye la actividad sexual principal del individuo. Estos individuos rara vez acuden espontáneamente
a los profesionales de la salud mental. Cuando lo hacen es porque su comportamiento
les ha ocasionado problemas con su pareja sexual o con la sociedad.
Las parafilias que se describen son trastornos que se han identificado de manera
específica en clasificaciones anteriores. el masoquismo sexual (recibir
humillaciones o sufrimientos),
Procedimiento de tipificación
Las parafilias individuales se diferencian según las características del centro de interés parafílico.
Sin embargo, si las preferencias sexuales del individuo cumplen criterios para más de una parafilia,
deben diagnosticarse todas.
Síntomas y trastornos asociados
Características descriptivas y trastornos mentales asociados. El estímulo preferido, incluso
en una parafilia particular, puede ser altamente específico. Las personas que no tienen una
pareja que esté de acuerdo en realizar las fantasías del individuo pueden solicitar los servicios de
prostitutas o incluso pueden obligar a sus víctimas a realizarlas en contra de su voluntad. Los individuos
que padecen este trastorno pueden escoger una profesión, tener como hobby u ofrecerse
como voluntarios para trabajar en oficios que les permiten estar en contacto con el estímulo deseado. Asimismo, de manera selectiva, pueden mirar, leer, comprar
o coleccionar fotografías, películas, o libros cuyo foco principal es el tipo de estímulo preferido
por el individuo. Muchas personas que sufren esta alteración afirman que su comportamiento
no les ocasiona ningún tipo de malestar y que el único problema es el conflicto social.
cuencia de la reacción de la gente frente a su comportamiento. Otros casos manifiestan intensos
sentimientos de culpa, vergüenza y depresión por el hecho de efectuar actividades sexuales inusuales,
que no son aceptadas socialmente o que ellos mismos consideran inmorales. A menudo, les
es difícil desarrollar una actividad sexual recíproca y afectiva, por lo que pueden aparecer diversas
disfunciones sexuales. Asimismo, las alteraciones de la personalidad son frecuentes y pueden
ser lo suficientemente graves como para que se efectúe el diagnóstico de trastorno de la personalidad.
También pueden aparecer síntomas típicos de depresión en estos individuos, lo cual puede
provocar un aumento de la frecuencia e intensidad de la comportamiento parafílico.
Enfermedades médicas asociadas. Las relaciones sexuales sin medidas de protección pueden
comportar infecciones y transmisión de enfermedades venéreas. Los comportamientos de tipo
sádico o masoquista pueden asimismo producir lesiones, cuya importancia oscila entre un mínimo
y un máximo que incluso puede poner en peligro la vida del individuo.
==Véase también==
Referencias
- ↑ a b c d e American Psychiatric Association (2023). DSM-5-TR® Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Texto revisado 2023. Editorial Médica Panamericana. ISBN 9788411060721.
- ↑ Richard von Freiherr Krafft-Ebing (2021). Psychopathia Sexualis. Otbebookpublishing, Chicago. ISBN 9783968658919.
- ↑ Freud, Sigmund (2002). Tres ensayos para una teoría sexual. RBA, Barcelona. ISBN 9788447322763.
- ↑ Freud, Sigmund (1993). Obras completas. Vol. 19. Amorrortu, Buenos Aires. ISBN 9789505185955.
- ↑ Freud, Sigmund. El problema económico del masoquismo. Amorrortu. ISBN 9505185758.
- ↑ Freud, Sigmund (2004). Pegan a un niño. Contribución al conocimiento de la génesis de las perversiones sexuales (Obras completas, Tomo XVII). Amorrortu editores, Buenos Aires. ISBN 9789505185757.
- ↑ Reik, Theodor (2011). Masochism In Modern Man. Read Books. ISBN 9781447481416.
- ↑ Deleuze, Gilles (1974). Presentación de Sacher-Masoch el frio y el cruel. Taurus, Madrid. ISBN 9788430611256.
- ↑ Stoller, Robert (1994). Perversion: the erotic form of hatred. H. Karnac, Londres. ISBN 9780946439201.
- ↑ Benjamin, Jessica (1990). The bonds of love: psychoanalysis, feminism and the problem of domination. Virago, Londres. ISBN 9781853811104.
- ↑ Gordon, Rosemary. «Masochism: the shadow side of the archetypal need to venerate and worship». The Journal of analytical psychology, 32, 198707, 227. ISSN 0021-8774.
- ↑ Stein, Murray (2015-09). «When symptom is symbol: some comments on Rosemary Gordon's, 'Masochism: the shadow side of the archetypal need to venerate and worship'». The Journal of Analytical Psychology 60 (4): 507-519. ISSN 1468-5922. PMID 26274850. doi:10.1111/1468-5922.12167. Consultado el 30 de agosto de 2024.
- ↑ Frías Ibáñez, Álvaro; Palma Sevillano, Carolina; Alonso Fernández, Isabel; Martínez Cirera, Bárbara (2013). «Propósito de un Caso: Masoquismo sexual: controversias etiopatogénicas y nosológicas a propósito de un caso». Cuadernos de medicina psicosomática y psiquiatria de enlace (108): 60-65. ISSN 1695-4238. Consultado el 30 de agosto de 2024.
- ↑ DSM V F65.5 Masoquismo sexual [302.83] página 541
Bibliografía
- título.
- título.
Enlaces externos