Gustavo Espina

Gustavo Adolfo Espina Salguero
Retrato oficial
42.° Presidente de la República de Guatemala interino
1-5 de junio de 1993
Predecesor	Jorge Serrano Elías
Sucesor	Ramiro de León Carpio
7.° Vicepresidente de la República de Guatemala
14 de enero de 1991-5 de junio de 1993
Presidente	Jorge Serrano Elías
Predecesor	Roberto Carpio Nicolle
Sucesor	Arturo Herbruger
Información personal
Nacimiento	26 de noviembre de 1946 Santa Catarina Mita (Guatemala)
Fallecimiento	23 de octubre de 2024 (77 años)
Nacionalidad	Guatemalteca
Información profesional
Ocupación	Político y empresario
Partido político	Movimiento de Acción Solidaria

Gustavo Adolfo Espina Salguero (Asunción Mita, 26 de noviembre de 1946–23 de octubre de 2024)​ fue un empresario, pastor evangélico y político guatemalteco que se desempeñó como vicepresidente de Guatemala del 14 de enero de 1991 hasta el 1 de junio de 1993 e interinamente Presidente de la República de Guatemala del 1 al 5 de junio de 1993, aunque la historiografía no lo considera como presidente.

Biografía

A raíz del denominado "Serranazo", en el que Jorge Serrano Elías se vio obligado a huir del país, el estamento militar trató de instaurar a Espina en el poder, pero el Congreso guatemalteco votó el 3 de junio contra su nombramiento y la renuncia fue presentada dos días después.​ Fue relevado por Ramiro De León Carpio, entonces procurador de Derechos Humanos quien le acusó de los delitos de violación de la Constitución, rebelión y usurpación de funciones por su complicidad en el auto golpe de Estado. El 1 de junio, luego de la salida de Serrano Elías, Espina llegó al hemiciclo parlamentario a tomar posesión como presidente, pero debido a la presión social, no pudo tomar posesión debido a la falta de diputados, pero asumió la jefatura del estado bajo el título de Vicepresidente.

En efecto, la Corte de Constitucionalidad mediante dictamen de 4 de junio de 1993, declaró que el vicepresidente Gustavo Espina Salguero, al igual que el presidente Jorge Serrano Elías, se encontraban inhabilitados para el ejercicio de la presidencia de la república, por lo cual el Congreso declaró la vacancia de ésta. Atendido los graves acontecimientos políticos, el 5 de junio de 1993, Gustavo Espina Salguero presentó su renuncia irrevocable al cargo de "Vicepresidente de la República de Guatemala".

Espina salió al exilio y retornó al país en 1997. Fue juzgado y declarado culpable por violación a la Constitución,​ pero su sentencia fue cambiada por una pequeña multa.​​

Carrera empresarial

Antes de ingresar a la política, Espina desarrolló una carrera sólida en el mundo empresarial. Fundó y dirigió varias empresas, centrándose en el desarrollo de proyectos que no solo generaran ganancias, sino que también tuvieran un impacto positivo en la sociedad guatemalteca. Espina siempre se destacó por su enfoque colaborativo, formando equipos sólidos y buscando siempre el bienestar de los trabajadores que lo acompañaban.

Durante sus años como empresario, Espina promovió la creación de empleos y el desarrollo económico en diversas áreas del país, y siempre fue conocido por su trato justo y respetuoso hacia quienes trabajaban a su lado.

Vicepresidencia de Guatemala (1991-1993)

En 1991, Gustavo Espina fue elegido vicepresidente de Guatemala, como parte del gobierno de Jorge Serrano Elías. Su mandato se desarrolló en un contexto de creciente tensión política, con desafíos significativos tanto en el ámbito económico como en el social.

Durante su tiempo como vicepresidente, Espina se enfocó en promover el diálogo y la paz, abogando por soluciones pacíficas a los conflictos y la estabilidad del país. En 1993, tras la crisis conocida como el “Serranazo”, Serrano Elías intentó disolver el Congreso y la Corte Suprema de Justicia, lo que desató una grave crisis política en el país. Tras la renuncia de Serrano Elías, Espina asumió brevemente la presidencia interina de Guatemala, con el objetivo de mantener la estabilidad política.

Presidencia interina y renuncia

El 1 de junio de 1993, Gustavo Espina asumió la presidencia de Guatemala de forma interina, tras la renuncia de Jorge Serrano Elías. Su breve periodo como presidente estuvo marcado por su intento de estabilizar la situación política del país y restaurar el orden democrático. Sin embargo, ante la presión política y para evitar que la crisis se agravara, Espina decidió renunciar a la presidencia poco después, el 5 de junio de 1993.

Su renuncia fue vista como un acto de integridad y un compromiso con la restauración del orden democrático, evitando una confrontación mayor en un momento crítico para Guatemala.

Compromiso con la familia y valores cristianos

A lo largo de su vida, Gustavo Espina ha sido reconocido por su compromiso con los valores familiares y cristianos. Junto a su esposa, Thelma Judith Pinto, ha formado una familia unida, basada en los principios de la fe, la solidaridad y el servicio a los demás. Espina ha sido un firme defensor de la importancia de la familia como base de la sociedad, y ha promovido estos valores en todas las facetas de su vida.

Una de las facetas más destacadas de su vida personal ha sido su labor solidaria. Gustavo y su esposa han abierto las puertas de su hogar a niños huérfanos, brindándoles un entorno seguro y amoroso donde puedan crecer y desarrollarse. A través de su proyecto conocido como “Nuestro Hogar”, Espina y su familia han demostrado su compromiso con la protección y el bienestar de los más vulnerables.

Vida posterior

Tenía tres hijos, Gustavo, Manuel Alfredo y Thelma Espina Pinto. Tras su retiro de la política, Gustavo Espina continuó su labor en el ámbito empresarial y social. Mantiene un perfil público bajo, pero sigue siendo una figura respetada en Guatemala, conocida por su integridad y su contribución al desarrollo económico y social del país.

Espina continúo involucrado en actividades empresariales, filantrópicas y religiosas, promoviendo valores cristianos y participando en iniciativas orientadas al bienestar de las comunidades más necesitadas en Guatemala.

El 23 de octubre de 2024, la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad anunció la muerte de Espina.​

Legado

El legado de Gustavo Espina Salguero está marcado por su compromiso con la paz, el diálogo y la integridad. Tanto en su rol como vicepresidente como en su presidencia interina, Espina fue un defensor de la estabilidad y el orden democrático en un momento de profunda crisis política. Su vida es un ejemplo de cómo el liderazgo puede basarse en principios sólidos, y su influencia ha dejado una huella duradera en las personas que lo rodean.

A lo largo de su carrera, ha sido un líder empresarial y político, pero también un padre de familia comprometido y un filántropo, cuya labor solidaria ha transformado la vida de muchos. Espina es una figura que ha sabido equilibrar el éxito profesional con los valores personales, y su legado sigue presente en Guatemala.

Referencias

• Datos: Q887440