María Rodríguez de Monroy
Doña María Rodríguez de Monroy, conocida como doña María la Brava fue una mujer española del siglo XV, perteneciente a la aristocracia. Nació en el palacio de los Monroy en la ciudad española de Plasencia (España). Vivió en Salamanca.
En el año 1465 ocurrió en Salamanca un trágico suceso. En el juego de pelota hubo una disputa de tal magnitud que combatieron a muerte los Manzano (del Bando de San Benito) contra los Monroy (del Bando de Santo Tomé). Vencieron los Manzano que mataron a los miembros del otro bando. Al enterarse del desenlace, doña María persiguió a los asesinos de sus hijos hasta llegar a una posada en la ciudad de Viseu en Portugal; allí sus hombres les prendieron y después les ejecutaron. Doña María mandó que les decapitasen después de muertos y regresó a su casa con las cabezas, y una vez allí ordenó que las colgasen de los garfios de la puerta de su casa (en otras narraciones se dice que dejó las cabezas decapitadas sobre las tumbas de sus hijos). Este hecho generó más violencia y más combates, hasta que intervino el padre Sahagún (confesor de la Orden de Ermitaños de San Agustín) y consiguió apaciguar los ánimos y terminar con aquella guerra de los bandos.