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Euskal Herria

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El término Euskal Herria significa literalmente «pueblo vasco» o «pueblo del euskera». Es la denominación empleada secularmente en euskera para la totalidad de los territorios y del pueblo vasco. Se trataría de la unión de los siete territorios, de los cuales en algunos se habló históricamente euskera y en otros actualmente se habla; es decir, Álava, Baja Navarra, Guipúzcoa, Labort (Lapurdi), Navarra (con la Baja Navarra al otro lado de los Pirineos), Vizcaya y Sola (Zuberoa).

Situación de Euskal Herria

Para los nacionalistas vascos, estos territorios constituirían la nación vasca, que debe ser soberana.

También se le denomina Euskalerria, Euskalerría o Vasconia.

El territorio ocupa una superficie de 20.664 km² en el vértice occidental de los Pirineos en el Golfo de Vizcaya. Tiene su propio idioma (el euskera o vascuence), aparte del español y el francés, y una población de aproximadamente 3.000.000 de personas, de los cuales alrededor de 2.500.000 tienen ciudadanía española y el resto, francesa. Euskal Herria se divide en siete territorios (a veces denominados con el término vasco herrialdes):

Territorios que constituirían Euskal Herria

El concepto de Euskal Herria como nación es polémico, debido a que el sentimiento "nacional" vasco tiene un grado muy diverso de apoyo en cada uno de los territorios que se proclama pertenecen a Euskal Herría. Por los resultados electorales de los distintos partidos políticos en estos territorios, se puede inferir, con las debidas cautelas, que el sentimiento de pertenencia en exclusiva a esta nación podría ser sólo mayoritario en Vizcaya y Guipúzcoa (que suman más del 60% de la población total de Euskal Herria y cuyo territorio es algo mayor del 20% del total). La inclusión de Navarra como parte de Euskal Herria también es polémica. El vascuence es lengua cooficial solo en el tercio septentrional de Navarra. Finalmente en el País Vasco Francés, el euskera no es oficial y la cifra de vascoparlantes va disminuyendo poco a poco debido a la poca presencia del euskera en la enseñanza de este territorio.

El territorio que pertenecería a Euskal Herria no ha gozado en toda la historia de unidad política; su máxima unión la obtuvo durante el Reino de Navarra.

Historia

De acuerdo con los historiadores romanos como Estrabón, Plinio, Mela, Lucio Floro o Silio Itálico la zona estaba habitada en tiempos prerromanos por diversas tribus cuyo idioma nos es en general desconocido:

Los últimos estudios dentro del campo de la paleogenética (estudios basados en el ADN microcondrial) realizados por Peter Forster [1] junto con los realizados por Theo Vennemann[2] (catedrático de Lingüística Teórica en la Universidad Ludwig-Maximilian de Munich) en torno al origen de los topónimos europeos, apuntan a que la lengua vasca actual esta realacionada con la de los habitantes, en tiempos prehistoricos, de los territorios que, hoy en día, integran Euska Herria, anteriores a la llegada de los pueblos indoeuropeos. Estos estudios vienen a respaldar las tésis que ya a principios del siglo XIX exponía Juan Antonio Moguel en referencia a una lengua común, o familias de lenguas con un tronco común, eran las que se hablaban en toda la peninsula Iberica y en parte de Europa y que estaban emparentadas con el euskera.

La romanización fue fuerte en estas tierras. Hay testimonios de esta romanización en ciudades importantes como Calagurris Iulia (la actual Calahorra en La Rioja), Iruña de Oca en Álava, Easo en lo que hoy es Oarsoaldea (alrededores de Oyarzunen (Guipúzcoa) (según los últimos descubrimientos arqueológicos realizados en Irún es muy probable que que Easo estuviera ubicada en los terrenos actuales de esta ciudad) o la propia Pamplona, "la ciudad de Pompeyo" . Así como restos de importantes minas de hierro u otras industrias.

La caída del Imperio Romano dio paso a los asentamientos y posteriores reinos visigodos y francos y la implantación del Ducado de Vasconia que pronto sería desplazado por la invasión musulmana, sobre el siglo VIII, que concentró a la población cristiana en la cornisa norte, la cual, debido a su difícil orografía, siempre ha sido muy impermeable a cualquier influencia exterior. El año 778 tiene lugar la Batalla de Roncesvalles donde algunas teorias sostienen que fueron los vascones los que derrotaron a la retaguardia del ejército de Carlomagno frustrando su proyecto de constituir una zona de influencia carolingia en el valle del Ebro, similar a la Marca Hispánica de Cataluña y dando lugar al famoso «Cantar de Roldán».

En la segunda mitad del siglo IX y siglo X se establece el Reino de Pamplona que al igual que los de Aragón y Asturias se configura como elemento de oposición frente al Islam instalado en el territorio de la monarquía visigoda, si bien las relaciones con la familia muladí de los Banu Qasi fueron estrechas durante los primeros años de existencia del reino. Sancho Garcés junto con Ordoño II de León conquistan Nájera y en el año 924, su hijo, García Sánchez crea el reino de Nájera-Pamplona desarrollando una labor de repoblación y favorecimiento de las nuevas tierras y de los monasteríos allí existentes. Sin embargo, Sancho Garcés II, su sucesor, y García Sánchez II el Temblón se ven obligados a capitular ante Almanzor y a pagar tributos al Califato de Cordoba.

Con Sancho III el Mayor (1004-1035) el reino de Nájera-Pamplona alcanza su mayor extensión territorial, abarcando todo el tercio norte peninsular, desde Cataluña a Galicia, desde el Mediterránio al Atlántico. Se puede decir que Sancho III realizo el primer Imperio Hispánico y fue denominado Rex Íberícus y Rex Navarrae Híspaníarum.

Tras la muerte de Sancho III (año 1035) se reparte su reino entre sus hijos: Ramiro, García, Gonzalo y Fernando. Los problemas familiares sobre la herencia del reino y sus territorios originan la desmembración territorial de la unidad política lograda por el rey. De esta desmenbración surge la nueva estructura política del siglo XII con los reinos de Navarra, Aragón y Castilla.

Entre 1076 y 1134 el reino de Nájera-Pamplona está incorporado en la corona aragonesa de la que se separa en el reinado de García Ramírez. En el de Sancho el Sabio (1150-1194) pasa a llamarse Reino de Navarra y sigue la pérdida territorial: en el año 1200, bajo el reinado de Sancho el Fuerte (1194-1234), pierde los actuales territorios de Álava, Guipúzcoa y el Duranguesado, que son anexionados por el monarca castellano Alfonso VIII, ayudado por gran parte de la baja nobleza alavesa (toman Vitoria con un ejército compuesto en su mayoría por alaveses). En Guipúzcoa aprovecha las ligeras desavenencias del pueblo con la nobleza (el rey castellano fundará numerosas villas como compensación), el Duranguesado que una vez anexionado es entregado al Señor de Vizcaya como recompensa por los servicios prestados en la Batalla de Las Navas de Tolosa.

Navarra, separada ya de los otros territorios peninsulares de Euskal Herria, se ve obligada a orientar su política de expanción hacia el norte y este, territorios franceses de Ultrapuertos, y la franja fronteriza con Aragón.

La presión de Castilla y Aragón hacen que, buscando la supervivencia del reino, a la muerte de Sancho VII el Fuerte en 1234 sin descendencia, esté entre en la órbita de Francia con la instalación de la casa de Champaña (1234-1274) y, posteriormente, de los Capetos (1274-1328). La casa de Evreux (1328-1425) inagura una etapa de interesantes relaciones peninsulares y europeas, sobre todo con Carlos II. Carlos III el Noble (1387-1425) destaca por la prosperidad material y cultural que se desarrollo.

En 1512, la mayor parte del Reino de Navarra cambia de dinastía al nombrar a Fernando de Aragón rey de Navarra, tras la proclamación de una bula que excomulgaba a los reyes de la casa de Albret. Según algunos historiadores esta bula era falsa. Muchos historiadores sostienen la veracidad de la bula pontificia, como el historiador navarro Víctor Pradera en su libro "Fernando el Católico y los falsarios de la historia". Su versión ha sido luego corroborada por varios historiadores como José Mª Lacarra, Boissonade, Jaime Del Burgo o Luis Suárez siendo en la actualidad el historiador Arturo Campión (considerado casi como un precursor del nacionalismo vasco) desprestigiado por su teoría de la falsa bula.

En 1513 las Cortes de Navarra acuerdan unirse a Castilla. En 1515 por el Tratado de Burgos, Navarra se anexiona a la Corona de Castilla como resultado de la conclusión de la guerra entre bandos navarros -con participación de las tropas de Fernando y de Foix- ganada por los beamotenses. Al parecer, sólo se necesitaron tres días para ocupar Pamplona, lo cual podría indicar una gran sintonía de la población con el rey aragonés Fernando el Católico, debida al prestigio que tenia Fernando de Aragón como rey y politico; a que era hijo de Juan II rey de Navarra, que había conseguido mantener algo de estabilidad en el reino de Navarra en el siglo anterior cuando ya empezaban las luchas entre agromonteses y beamonteses; y a que Pamplona fuera en su mayoria beamontesa.

Años después, Foix intentó apoderarse de Navarra pero no le fue posible por la ayuda prestada por la población local al ejército de Castilla. Así en 1521, Navarra quedó consolidada en la corona de Castilla. El Reino de Navarra bajo dominio de la casa de Foix se redujo a los territorios al norte del Pirineo (Baja Navarra). En 1594 Enrique de Navarra fue coronado rey de Francia , siendo el primer Borbón que accedía al trono francés.

Durante mucho tiempo, las provincias vascas conservaron sus fueros, que no fueron abolidos por los reyes españoles y franceses. Mientras que algunos historiadores consideran que los fueros se respetaron íntegramente, otros, sin embargo, opinan que muchas veces sólo se necesitaba la queja del rey para que ciertas leyes se suprimieran, lo cual confirmaría la autoridad de los reyes absolutistas. Sin embargo, la situación cambió con la Revolución Francesa, que dio al traste con el Antiguo Régimen. En los territorios al norte del Pirineo, los fueros resultaron derogados inmediatamente. En la parte sur se produjeron una serie de sangrientas guerras de civiles donde la población urbana apoyaba a los liberales y una parte de la población rural apoyaba a los carlistas. Estas guerras, conocidas como guerras carlistas, en las que las diputaciones tomaron partido por el bando perdedor, tuvieron como resultado la pérdida de gran parte de los fueros en 1876.

En Navarra, sin embargo, una ley pactada permitió conservar gran parte de los fueros originales. Esto fue debido al entusiasmo de la elite navarra con el liberalismo que creo una doctrima llamada fuerismo liberal donde se abogaba por adaptar los fueros al estado liberal.

Política

Desde hace años, la independencia, o una mayor autonomía, del país o países vascos está en el centro de la política vasca en España:

  • Unión del Pueblo Navarro propone modificar la Constitución para quitar la cuarta disposición en la cual podría Navarra entrar en un proceso de union con el País Vasco. Según ellos, la cuarta disposición esta totalmente obsoleta y el tiempo ha demostrado que hay escasas posibilidades de la unión jurídica de Navarra a la Comunidad Autónoma del País Vasco.
  • Otras posiciones: Zutik, Batzarre y Partido Carlista
  • Unidad Alavesa, partido hoy desaparecido por sus escasos apoyos, proponía que Álava se constituyera como una comunidad autónoma española separada de Euskadi.

En el caso de Ezker Batua, Partido Carlista, Zutik y Batzarre sólo admitirían la independencia en el caso de que esto fuese decidido por una amplia mayoría de la ciudadanía.

La situación política en el País Vasco-Francés es completamente diferente, con un gran predominio electoral de los partidos estatales franceses, como el Partido Socialista Francés, la Unión por un Movimiento Popular y el Frente Nacional, que se oponen a la autodeterminación. Los partidos abertzales, como Abertzaleen Batasuna, Batasuna y el Partido Nacionalista Vasco reclaman la creación de un departamento vasco (en lugar de la actual unión con el Béarn dentro del departamento de Pirineos Atlánticos), y la independencia o cotas de autonomía como las existentes en España se plantean a más largo plazo. El Frente Nacional mantiene una política unionista.

Fauna

Entre las razas de animales de granja propias de Euskal Herria están las citadas a continuación. Dentro de las razas bovinas: la betizu, la monchina, la pirenaica y la terreña; dentro de las razas caprinas: el azpi-gorri; dentro de las razas ovinas: la carranzana, la latxa y la sasi-ardi; dentro de las razas equinas y asnal: el asno, el caballo alavés y el pottoka; dentro de las razas porcinas: el chato vitoriano; dentro de las razas caninas: el pastor vasco, el villano de las Encartaciones, el Pachón de Vitoria y el villanuco de las Encartaciones.

El nombre de Euskal Herria en la Historia

Euskal Herriaes el nombre dado por sus habitantes autóctonos al conjunto de los siete territorios que forman los actuales País Vasco, Navarra y País Vasco Francés. Es un nombre utilizado desde hace cientos de años para designar el territorio habitado por quienes hablan en euskera. Ya se halla en documentos del siglo XVI. Exactamente, el término se halla en el manuscrito del alavés Joan Perez de Lazarraga «Lazarraga» escrito en el 1567. Pedro de Agerre "Axular», en el prólogo de su libro «Guero», publicado en Burdeos en el año 1663, cita a Euskal Herria y sus 7 provincias: «Naffarroa garaya, Naffarroa beherea, Çuberoa, Lappurdi, Bizcaya, Guipuzcoa, Alaba», que son las actuales Vizcaya, Guipúzcoa y Álava en la Comunidad Autónoma Vasca, la Comunidad Foral Navarra (Naffarroa garaya), ambas en España, y la Baja Navarra (Naffarroa beherea), Sola y Labort en Francia.

Más tarde, Wilhelm von Humboldt (1767-1835), diplomático, filósofo y filólogo alemán, que visitó dos veces el País Vasco, hace 200 años, ya cita a los siete territorios y dice que "todos los Vascos constituyen Una Nación" (Alle Vasken Eine Nation ausmachen) Aunque esto puede causar confusión ya que en aquella epoca habia expresion distinta de lo que seria nación (W. von Humboldt, 1799-1800).

Véase también

Enlaces externos