Racismo
El racismo es una forma de discriminación de las personas recurriendo a motivos raciales, tono de piel u otras características físicas de las personas, de tal modo que unas se consideran superiores a otras. El racismo tiene como fin intencional o como resultado, la disminución o anulación de los derechos humanos de las personas discriminadas.[1] Apareció en Europa en el siglo XIX con el fin de justificar la supremacía de una supuesta "raza blanca" sobre el resto de la Humanidad.[2][3]
La discriminación racial es un concepto que suele identificarse con el de racismo y que lo abarca, aunque se trata de conceptos que no coinciden exactamente. Mientras que el racismo es una ideología basada en la superioridad de una razas o etnias sobre otras, la discriminación racial es un acto que, aunque suele estar fundado en una ideología racista, no siempre lo está. En este sentido hay que tener en cuenta que la discriminación racial positiva (cuando se establecen discriminaciones con el fin de garantizar la igualdad de las personas afectadas), constituye una forma de discriminación destinada a combatir el racismo.
El racismo suele estar estrechamente relacionado y ser confundido con la xenofobia, es decir el "odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros".[4] Sin embargo existen algunas diferencias entre ambos conceptos, ya que el racismo es una ideología de superioridad, mientras que la xenofobia es un sentimiento de rechazo; por otra parte la xenofobia está dirigida sólo contra los extranjeros, a diferencia del racismo. El racismo también está relacionado con otros conceptos con los que a veces suele ser confundido, como el etnocentrismo, los sistemas de castas, el clasismo, el colonialismo, e incluso la homofobia.
Las actitudes, valores y sistemas racistas establecen, abierta o veladamente, un orden jerárquico entre los grupos étnicos o raciales, utilizado para justificar los privilegios o ventajas de las que goza el grupo dominante.
Para combatir el racismo, las Organización de Naciones Unidas adoptó en 1965 la Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial y estableció el día 21 de marzo como Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial.
Si bien era habitual que las culturas antiguas manifestaran rechazo y desprecio hacia otros pueblos y hacia los extranjeros, el racismo, como concepto moderno, tiene sus primeras manifestaciones en Europa y las colonias españolas en América, durante la Edad Moderna.
En la Grecia clásica estaba vigente la discriminación al extranjero pero no por su aspecto "racial" o fenotípico. Los grandes filósofos griegos reconocían en los egipcios (a los que describían como negros) a representantes dignos de la civilización. En la Edad Media las personas negras estaban asociadas a la riqueza del mundo islámico y numerosos santos fueron negros, mientras que, hasta la Edad Moderna, los cristianos persiguieron a los judíos por su religión, y no por atribuirles una condición étnica o "racial".
La ideología española de la "limpieza de sangre"
Se ha sostenido que el primer antecedente del racismo moderno apareció en el siglo XV en España, con la ideología o doctrina de la "limpieza de sangre".[5][6][7] Después de la orden de expulsion de los judíos sefardíes, muchos judíos se convirtieron al catolicismo para gozar de los mismos derechos que los cristianos. Fue entonces que aparecieron los "estatutos de limpieza de sangre", que establecían la investigación genealógica de las personas, con el fin de determinar si las mismas tenían "sangre" judía, "mora" o hereje, impidiendo en estos casos el ingreso a los colegios, posiciones militares, monasterios, cabildos y a la Inquisición. Por primera vez en la historia se utilizaban los conceptos de "raza" y "sangre" como estrategia de marginación.[8]
La ideología española de la limpieza de sangre se aplicó también en las colonias en América, aplicándola como justificación de dominación de los españoles sobre los indígenas encomendados, los esclavos secuestrados en el África negra y los mestizos, estableciendo una detallada jerarquía entre grandes grupos étnicos y los mestizajes entre ellos, denominadas "castas". El historiador peruano Alberto Flores Galindo, con su obra Buscando un Inca: identidad y utopía en los Andes, fue uno de los primeros en revelar los procesos racistas en América Latina y sus raíces en el orden colonial, particularmente en el Perú.[9] Dentro de la ideología de la limpieza de sangre tal como se desarrolló en las colonias españolas en América, el mestizaje fue un proceso paradójico, prohibido y al mismo tiempo masivo. Los varones españoles solían mantener relaciones sexuales irregulares con las indias encomendadas y las esclavas africanas, a la vez que varones y mujeres indígenas, afroamericanos y mestizos, mantenían relaciones sexuales entre sí. La Corona comenzó entonces a clasificar detalladamente esos mestizajes, "cruzas" o "castas", denominando a cada uno con términos que aún en el presente constituyen fuertes denominaciones racistas: mestizo, mulato, ladino, zambo, cholo, cuarterón, etc.[10] Los derechos que le correspondían a cada persona estaban estrictamente determinados por su clasificación en una "raza" o una "casta", considerándose superior al español peninsular (nacido en la península ibérica) y en el lugar más "bajo", al esclavo secuestrado en África.
El racismo bíblico
En el siglo XIX se desarrolló en Europa una interpretación racista del texto de la Biblia cristiana, a partir de algunas elaboraciones sobre el diluvio universal y los hijos de Noé, sobre todo de la maldición de Canaan, presentes ya en la Edad Media.[11]
Según esta interpretación, la Biblia indicaría que hay tres razas humanas, provenientes de los tres hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet. De Sem descenderían los judíos y árabes; de Cam, los negros; y de Jafet, los blancos. Esta visión bíblica de la humanidad dividida en razas se complementaba con la llamada maldición de Canaan, hijo de Cam, al que Dios condenó: "maldito sea Canaán, siervo de siervos será a sus hermanos" (Gén. 9:18-29). La interpretación racista de la Biblia, sostuvo que la maldición de Canaan fue una maldición de Dios a la "raza negra", por la cual ésta era condenada a servir a los blancos.[11]
Esta interpretación fue ampliamente difundida, e incluso enseñada a los jóvenes africanos por las autoridades coloniales y los misioneros católicos y protestantes, a través de los libros escolares belgas durante la primera mitad del siglo XX.[11]
El racismo biológico seudocientífico
A partir del siglo XIX y de la mano con la generalización del colonialismo europeo en todo el mundo, la cultura occidental desarrolló una ideología abiertamente racista y ampliamente aceptada, a la que Ernst Nolte llegó a definir como una «rama del pensamiento europeo»,[12] y George Mosse como "el lado oscuro de la Ilustración".[13] A mediados del siglo XX, L’Encyclopedia Universalis incluyó un artículo denominado "Razas", escrito por De Coppet que finaliza con la siguiente conclusión:
A fines del siglo XIX, la Europa ilustrada es conciente que el género humano se divide en razas superiores e inferiores.[11]
El racismo europeo recurrió a la ciencia y en especial a la biología para justificar la superioridad de los propios europeos, o de algunas de sus etnias (germanos, anglosajones, celtas, etc.) sobre el resto de los seres humanos, así como la necesidad de que éstos fueran gobernados por aquellos. Este modelo de racismo seudocientífico fue luego repetido también en algunos países extraeuropeos como Estados Unidos para imponer el dominio anglosajón,[14] Japón para colonizar Corea, China y otros pueblos del sudeste asiático,[15] Australia para impedir la inmigración asiática,[16] y en América Latina con las políticas implementadas para "reducir el factor negro", a través del mestizaje y otros mecanismos de "limpieza" étnica.[17]
Gobineau y la aparición de la filosofía racista
El filósofo francés Joseph Arthur de Gobineau ha sido considerado como el fundador de la filosofía racista, con su obra Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas (1853-1855).[18] Gobineau comienza su libro destacando el hecho de que las civilizaciones mueren y preguntándose por las causas, para concluir que las diez que se destacaron, lo hicieron debido a la presencia homogénea y dominante de la raza blanca,[19] mientras que su "degeneración" provino de las mezclas raciales («melanges»). Para Gobineau, las razas negra y amarilla son "variedades inferiores de nuestra especie",[20] sobre las que se impone "la superioridad del tipo blanco y, dentro de este tipo, de la familia aria",[21] poseedora del "monopolio de la belleza, de la inteligencia y de la fuerza".[22] Termina sosteniendo que si la civilización occidental pretende subsistir, resulta esencial evitar a los extranjeros y en especial la mezcla racial de sus habitantes, preservando pura la sangre aria, algo que, a su criterio, solo los germanos habían logrado.[23]
Las ideas de Gobineau y la de otros pensadores racistas del siglo XIX y XX, provienen a su vez de las obras antropológicas de clasificación del género humano a partir de los conceptos biológicos de "especie" y "raza", desarrollados por los científicos desde el siglo XVIII.[24] También tuvieron gran influencia los estudios que afirmaron la existencia de una supuesta raza aria. La teoría proviene de los descubrimientos realizados por la linguística del siglo XIX, al identificar los idiomas asiáticos avéstico de la antigua Persia y sánscrito del Valle del Indo, como antecesores de las principales lenguas europeas incluyendo el latín, el griego, todas las lenguas germánicas y célticas. Sin mayor rigor, el lingüista alemán Friedrich Schlegel, dedujo que si había un lenguaje originario común, debió haber también un antiguo pueblo originario, al que denominó "ario" y le atribuyó ser el origen de todos los pueblos europeos.[25]
En 1885 el antropólogo haitiano Anténor Firmin publicó su tratado De la igualdad de las razas humanas, en respuesta al famoso libro de Gobineau y al colonialismo, en momentos en que los europeos se repartían África en la Conferencia de Berlín, ignorando a sus habitantes. Precursor del pensamiento antirracista y de la antropología moderna, la obra de Firmin sería ignorada por los académicos europeos durante décadas, hasta que el colapso moral del Holocausto, obligara a las potencias del mundo a asumir una posición pública contraria al racismo.[17]
A toda esa falange altanera que proclama que el hombre negro está destinado a servir de estribo a la potencia del hombre blanco, a esta antropología mentirosa, yo tendré derecho a decirle: ¡"No, no eres una ciencia"!Anténor Firmin.[17]
Pese a las voces aisladas, como la de Firmin, que denunciaban la naturaleza anticientífica y violatoria de los derechos humanos de las teorías racistas, el pensamiento occidental profundizó el desarrollo de la filosofía racista en las últimas décadas del siglo XIX. Para ello jugó un papel decisivo la antropología social, realizando una aplicación simplista de las teorías de la «lucha por la vida» y «supervivencia del más apto» de Charles Darwin al campo de las ciencias sociales, dando origen al darwinismo social.[26] En este sentido se ha sostenido que "el racismo fue una ideología fruto de la biologización de las teorías sociológicas".[26]
El racismo también arraigó en el arte europeo del siglo XIX, especialmente en las ideas antisemitas[27] de Richard Wagner y su adhesión entusiasta al racismo de Gobineau, del que fue difusor en Alemania, que se manifestó en varias de su obras, como la ópera El anillo del nibelungo.[26]
Varios autores han señalado también la relación entre el positivismo y el racismo, al punto de considerar que sin esa corriente filosófica, que gozó de gran predicamento en la segunda mitad del sigo XIX, los pensadores racistas hubieran resultado expresiones aisladas. De este modo, el positivismo proporcionó al racismo un sistema de pensamiento que favoreció su aceptación general.[26]
Rafa negro XIX y XX
El racismo fue intensamente utilizado a partir de las últimas décadas del siglo XIX por los países europeos para justificar la legalidad de acciones de dominación colonial, jingoísmo y genocidio, en varias partes del mundo. Entre ellas puede mencionarse el "reparto de África" legalizado en la Conferencia de Berlín de 1884-1885, en la que doce países europeos,[28] el Imperio Otomano y Estados Unidos se consideraron a sí mismos con derechos territoriales exclusivos sobre el continente africano, ignorando a los pueblos que lo habitaban. Entre otros muchos actos inspirados y legitimados por la filosofía racista pueden mencionarse, la apropiación en 1885 como propiedad privada de Leopoldo II de Bélgica del Estado Libre del Congo, en el que impuso un régimen esclavista y genocida; la conquista de la notable ciudad de Tombuctú por Francia en 1893 y la destrucción de su cultura varias veces centenaria; la conquista y destrucción del Reino de Dahomey en 1894 por Francia; la conquista de Madagascar por Francia en 1895; la conquista y destrucción del Reino de Benín en 1897 por Gran Bretaña; la apropiación por parte del empresario y mercenario británico Cecil Rhodes de lo que a su muerte se llamaría Rhodesia; la Conferencia de Algeciras de 1906, en la que las potencias europeas consideraron que Marruecos debía ser un "protectorado" de España y Francia; la matanza por inanición y envenenamiento del agua de las poblaciones Herero y Namaqua en el Desierto del Namib, entre 1904 y 1907, por parte de los colonizadores alemanes, considerado el primer genocidio de siglo XX; etc.
Las "Ligas Nacionales" y la esclavitud en España
En la sociedad española había imperado durante siglos la ideología basada en la limpieza de sangre[29] que servía para imponer su «raza» frente a moriscos, judíos o indígenas americanos y fue fundamento de la colonización y requisito indispensable tanto en la carrera militar como en el funcionariado público.
No fue hasta 1868 que se derogaron las leyes segregacionistas que limitaban los derechos civiles de los afrocubanos bajo las antiguas "Leyes de Indias", hasta entonces el código legal vigente en Cuba, con la abolición de los Estatutos de limpieza de sangre ([2]). Las ideas antisemitas, término que fue acuñado en 1879 por el periodista socialista Wilhelm Marr en su libro "Zwanglose Antisemitische Hefte", estuvieron muy presentes en la sociedad española de la época, constituyendo un tema de Estado de frecuente discusión entre los políticos de aquel tiempo, de la cual es muestra el famoso debate entre Castelar y Manterola de 1868. Los judíos sólo fueron oficialmente readmitidos en la península a finales del siglo XIX ([3]).
También el concepto de raza latina o raza ibérica, como conjunción de todas las bondades y opuesta a las otras «razas», estaba muy en boga en la época, conforme a los autores europeos antes expuestos. Así, en 1871, uno de los temas de debate del Ateneo de Madrid fueron: « Los caracteres distintivos de las razas latina y germánica. Causas de su oposición histórica. ¿Es de tal manera inherente la idea católica a la raza latina, que la actual decadencia de ésta pueda explicarse por la de aquélla?» ([4]).
En el mismo contexto se expresa Menéndez Pelayo[30][31] y Miguel de Unamuno.[32] Dichos autores europeos y españoles fueron ensalzados por los gobiernos totalitarios del siglo XX.
En España no se abolió totalmente la esclavitud hasta el 7 de octubre de 1886. Si bien en el territorio peninsular se abolió en 1837, persistió y se toleró legalmente en las colonias amparada por la presión de las "Ligas Nacionales" que la defendían con argumentos patrióticos, hasta la creación de la figura transitoria del patronato y su definitiva abolición en 1886.
Antonio Cánovas del Castillo, integrante de una de esas Ligas y entonces presidente del Gobierno de España, en el periódico francés "Le Journal" manifiesta poco después en noviembre de 1896:[33]
"(...) creo que la esclavitud era para ellos (los negros de Cuba) mucho mejor que esta libertad que sólo han aprovechado para no hacer nada y formar masas de desocupados. Todos los que conocen a los negros le dirán que en Madagascar, como en el Congo y en Cuba, son perezosos, salvajes, inclinados a obrar mal, y que es preciso manejarlos con autoridad y firmeza para obtener algo de ellos. Estos salvajes no tienen otros dueños que sus instintos, sus apetitos primitivos".
Hannah Arendt en su libro Orígenes del totalitarismo, afirma que el imperialismo europeo necesitó inventar el racismo como "la única explicación posible y la única excusa para su comportamiento criminal".[34]
La colonización de gran parte del mundo por parte de Europa fue acompañada por una intensa propaganda racista, así como de obras artísticas que tenían como finalidad instalar el racismo como componente natural de la cultura humana.
Zoológicos humanos
La conquista de territorios fue inevitablemente seguida por exhibiciones públicas de los indígenas por motivos científicas y de ocio. Karl Hagenbeck, un comerciante alemán de animales salvajes y futuro empresario de muchos zoológicos de Europa, decidió exhibir en 1874 a personas esclavizadas de Samoa y Saamis como poblaciones "puramente naturales". En 1876, mandó a uno de sus colaboradores al recientemente conquistado Sudán Egipcio para que capturaran algunas bestias salvajes, entre ellas personas nubas. Presentados en París, Londres y Berlín, estos nubas fueron un éxito. Tales "zoológicos humanos" podían encontrarse en Hamburgo, Amberes, Barcelona, Londres, Milán, Nueva York, Varsovia, etc., a los que asistían entre 200.000 y 300.000 visitantes a cada exhibición. Los tuaregs fueron exhibidos después de la conquista francesa de Tombuctú; los malgache después de la ocupación de Madagascar; las mujeres amazonas de Abomey después de la derrota mediática de Behanzin contra los franceses en 1894. Muchos de los indígenas exhibidos en estas condiciones murieron, como un grupo de galibis en París en 1892.[35]
Por su parte, Geoffroy de Saint-Hilaire, director del Jardín Parisino de Aclimatación, decidió en 1877 organizar dos "exhibiciones etnológicas", mostrando personas nubas e inuit. El público de Jardín Parisino se duplicó, con un millón de entradas pagadas en ese año. Entre 1877 y 1912, aproximadamente treinta "exhibiciones etnológicas" fueron presentadas en el Jardin Zoologique D'acclimatation.[36] En la Feria Mundial de París de 1878 y 1879 se exhibieron las "villas de negros". En las Exhibiciones Coloniales de Marsella (1906 y 1922) y París (1907 y 1931) también se exhibieron seres humanos en jaulas, frecuentemente desnudo o semidesnudos.[37]
En los Estados Unidos, Madison Grant, director de la Sociedad Zoológica de Nueva York, expuso en el Zoológico de Bronx a Ota Benga, una persona pigmea traída de África, junto con simios y otros animales en 1906. A instancias de Grant, un prominente científico racista y eugenecista, el director Hornaday, puso a Ota Benga en una jaula con un orangután y le colocó un cartel señalándolo como "el eslabón perdido", dando a entender que africanos como Ota Benga eran una especie animal intermedia entre los monos y los europeos.
Racismo en los círculos intelectuales coloniales
En 1899 apareció el poema La carga del Hombre Blanco del escritor indo-inglés Rudyard Kipling, quien recibiera el premio Nobel ocho años después, en donde convoca al "Hombre Blanco" a conquistar y asumir el gobierno del mundo, como un servicio a las personas "no blancas", aún sabiendo que ello traería "el odio de aquellos que custodiáis".[38]
En 1911 la 14ª edición de la Enciclopedia Británica adoptó la ideología racista al sostener que "el Negro es intelectualmente inferior al caucáusico".[39]
Ya en la década de 1930, apareció en Francia la popular tira cómica Las aventuras de Tintín, de Hergé, obviamente portadora del pensamiento racista que había encarnado en el pensamiento occidental, especialmente notable en historias como Tintín en el Congo (1930-1931) o La oreja rota (1935).
Las guerras contra "el indio" en América
El racismo también jugó un importante papel para legitimar las "guerras contra el indio" que llevaron adelante Argentina ("Conquista del Desierto"), Chile ("Pacificación de la Araucanía") y Estados Unidos ("Conquista del Oeste"), en la segunda mitad del sigo XIX.
Discriminación racial "de respuesta" hacia los blancos o criollos
Así como en América los indígenas, mestizos y afroamericanos o mulatos son discriminados, pues también los blancos pueden ser discriminados.
Bolivia cuenta con numerosos ejemplos de opresión servilismo y casi esclavitud a la que estuvieron sometidos todos los que no eran blancos, esto es, el 95% de la población. Con el paso del tiempo la nación amerindia boliviana desarrollo su identidad y muchos reaccionaron contra sus opresores de siglos. Hoy por hoy ya se ha rechazado al racismo de los blancos y se llega a la xenofobia y sobre todo el resentimiento de algunos grupos indígenas en el país, como también algunos mestizos, por los insultos raciales de las personas de "etnia" o más bien de apariencia blanca, que los llamaban "cholo inmundo" o indio, hacia un grupo indígena o amerindio, y con los términos de cholo ochola, mozo, Camba, K'ara y Virlocha dependiendo a la clase social a la que pertenecen, pues ellos ahora en reverso hacia las personas de etnia blanca o mestiza, utilizan el término de blancoide, también como un insulto o forma de denigración racial hacia los blancos.
Este último termino según algunos linguistas deriva del intento de los mestizos de piel clara por pasar como "blancos" sin verdaderamente serlo. Un caso típico de los paises andinos como Bolivia donde la pureza racial del "blanco" es más imaginaria que real y donde el termino algo ofensivo de "blancoide" puede ser el más apropiado para referirse a estos mestizos de piel clara. Existen del mismo modo insultos raciales o sociales dirigidos directamente hacia los niños y jóvenes en este país sudamericano, como Llocalla hacia los varones e Imilla hacia las jovencitas.
Ciertamente, estos hechos actuales no pueden compararse con el racismo contra los amerindios o mestizos que estuvieron sumidos en la opresión económica, social y cultural por casi 500 años y aún lo continuan estando gracias a los "blancos" o mestizos pudientes y racialmente más claros. Un caso es el de los "gamonales" de los Andes centrales, descritos en obras de escritores como López Albujar o Ciro Alegría quienes eran usados por sus amos blancos urbanos para mantener el orden social establecido en las zonas rurales más apartadas.
Formas del racismo contemporáneo
Históricamente, el racismo ha servido para justificar crímenes contra la humanidad como el genocidio y diversas formas de dominación de las personas como la esclavitud, la servidumbre, el colonialismo, el neocolonialismo y el imperialismo. El racismo suele estar también relacionado con el etnocentrismo, el chauvinismo y la xenofobia. Por ejemplo, Hannah Arendt, en Los orígenes del totalitarismo, señaló que la ideología racista conocida como "racismo popular", que se desarrolló a fines del siglo XIX, se usó para legitimizar la conquista imperialista de territorios extranjeros y los crímenes que le siguieron, tales como el genocidio de Herero y Namaqua (1904-1907) o el genocidio armenio (1915-1917).
El racismo es hoy definido en todas las instancias y foros internacionales como una afrenta a la dignidad humana básica y una violación de los derechos humanos. Un número de tratados internacionales han tratado de terminar con el racismo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) utiliza una definición de discriminación racial asentada en la Declaración sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial.
En algunos países hoy en día esta penalizado el racismo entre penas menores hasta mayores, considerando esta discriminación como delito lo mismo como sucede por orientación sexual, cultural u otra característica. Algunos la penalizan con sanciones como puede ser el cobro de multas con dinero.
Chamberlain: la puja por ser el grupo superior de la raza superior
En 1899 la ideología racista se consolidó con la publicación del libro Los Fundamentos del Siglo XIX del inglés Houston S. Chamberlain. Profundizando las ideas de Gobineau, Chamberlain acentúa el papel los pueblos germánico-nórdicos, como representantes auténticos de la hipotética "raza aria", y por lo tanto superiores a todos los demás. Chamberlain sostiene que la entrada de los pueblos germanos en la historia, alrededor del año 1200, significó "el ascenso de un nuevo mundo", la civilización europea, y que ese proceso histórico, aún en marcha, consiste en el "ascenso gradual de un mundo teutónico" en el que los elementos extraños no teutónicos serán hundidos como si fueran barcos piratas.[40]
En las grandes potencias de la época aparecieron autores que intentaban demostrar que la "raza superior" eran los sajones (Gran Bretaña y Estados Unidos),[41] los celtas (Francia),[42] y los teutones (Alemania). Varias pensadores británicos de la época utilizaron el racismo para justificar el Imperio Británico, como Thomas Henry Huxley (La Lucha por la Existencia en la Sociedad Humana,[43] 1888), Benjamin Kidd (Evolución Social,[44] 1894), P. Charles Michel (Una visión biológica de nuestra política internacional,[45] 1896), Charles Harvey (La Biología de la Política Británica,[46] 1904).
En 1902, el novelista estadounidense Thomas Dixon, publicó Las manchas del leopardo: un romance sobre la carga del Hombre Blanco - 1865-1900,[47] primera novela de una trilogía racista basada en la ideología de supremacismo blanco, que incluiría también The Clansmen (El hombre del Clan), en la cual se glorifica al Ku Klux Klan. Sobre esa trilogía, D. W. Griffith filmó en 1915 la película El nacimiento de una nación.
El racismo nazi y el Holocausto
La evolución de la ideología racista en la cultura alemana tuvo su máximo desarrollo con el movimiento nacional socialista (nazismo), liderado por Adolf Hitler, que obtuvo la adhesión de una gran parte de la población alemana en las décadas de 1930 y 1940, hasta que colapsó con la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, en 1945.
El nacional socialismo surgió como una ideología de superioridad de la llamada "raza blanca" y dentro de ella supremacía de una hipotética "raza aria", de la cual los alemanes, eran considerados su expresión más pura en el siglo XX. El racismo nazi estuvo dirigido principalmente contra las personas de origen judío y en segundo lugar contra las personas pertenecientes al pueblo gitano. El nazismo obtuvo también fuerte adhesión fuera de Alemania, en países como Estados Unidos, donde confluyó con el fuerte desarrollo del racismo estadounidense dirigido especialmente contra la minoría afroamericana; su principal empresario Henry Ford fue seguidor y ardiente difusor de la ideología nazi entre las personas de habla inglesa.
El nazismo llegó al gobierno de Alemania en 1933, cuando el presidente conservador Paul von Hindenburg lo designó canciller, cargo equivalente al de primer ministro. Desde ese momento Hitler siguió una política de avasallamiento de las instituciones democráticas de la llamada República de Weimar, hasta instalar un dictadura, que tuvo al racismo como uno de sus componentes institucionales.
Los nazis hicieron suyo el concepto de "Großdeutschland", o la Gran Alemania, y tuvieron como objetivo concentrar en un solo estado (el Tercer Reich) a todos los individuos de "etnia alemana" de Europa, aún cuando estuvieran dispersos en otros países. El racismo fue un aspecto importante de la sociedad y la política en el Tercer Reich, determinando la persecución y asesinato de los alemanes de origen judío, y luego de otras minorías étnicas como los gitanos. Los nazis también combinaron el antisemitismo con su "lucha contra la ideología comunista" y consideraron que el movimiento de izquierda así como el capitalismo de mercado eran la labor de una "conspiración de los judíos", como justificación al exterminio de dicha etnia. Se refirieron a este así llamado movimiento con la terminología "revolución judío-bolchvique de subhumanos." [7] Esta clase de ideas se manifiesta en el desplazamiento, internamiento, y, más tarde, el exterminio sistemático de un número estimado de 11 millones a 12 millones de personas En medio de la Segunda Guerra Mundial, aproximadamente la mitad de esas víctimas son judíos en lo que es históricamente recordado como el Holocausto (Shoah), y otro grupo enorme de 100,000-1´000,000 de gitanos, que fueron asesinados en el Porraimos o "holocausto de los gitanos". Otras víctimas de la persecución nazi incluían comunistas, socialistas, anarquistas,negros, opositores políticos en general, homosexuales, disidentes religiosos como los Testigos de Jehová, clérigos protestantes o católicos que rechazaban la ideología violenta del régimen, y masones.
El racismo estadounidense y las luchas por los "derechos civiles" (humanos)
El racismo sudafricano durante el Apartheid
Otros sucesos de racismo legal en el mundo
La ilegalización del racismo
La conquista japonesa de Corea. La Australia Blanca. Sacco y Vanzetti y el racismo contra los inmigrantes en Estados Unidos. El nazismo y el Holocausto. El genocidio armenio. La segregación racial en Estados Unidos y Gran Bretaña y las luchas por los derechos civiles. Rodhesia. El apartheid sudafricano. Guerras en la ex Yugoslavia. El genocidio de Ruanda.
Derechos humanos y Convenios internacionales contra el racismo.
Es gracias al avance de las diferentes ciencias y al retroceso progresivo del oscurantismo social, moral y religioso, que desde el último cuarto del Siglo XX, existe un estigma social asociado con los que se describen a sí mismos como racistas. Las causas son varias, incluido el progreso social y tecnológico, pero principalmente la atención generada por los horrendos crímenes cometidos por británicos y españoles contra los habitantes de las Antillas y las Américas, el comercio de las naciones europeas con esclavos africanos -creados y sumistrados por los árabes-, norteamericanos contra las naciones amerindias del continente, los turcos con el exterminio de los armenios, o con Alemania nazi contra judíos, gitanos y otros, y el horror causado por el Japón imperial en Corea, China y oros lugares, y los avances en las conquistas sociopolíticas de los afroamericanos en EEUU.
Así que la identificación de un grupo o persona como racista tiene una carga de valor sumamente negativa. El último país en declararse oficialmente racista ha sido Sudáfrica que en 1990 modificó su sistema de apartheid por presiones internas y externas.
Formas del racismo contemporáneo
Históricamente, el racismo ha servido para justificar crímenes contra la humanidad como el genocidio y diversas formas de dominación de las personas como la esclavitud, la servidumbre, el colonialismo, el neocolonialismo y el imperialismo. El racismo suele estar también relacionado con el etnocentrismo, el chauvinismo y la xenofobia. Por ejemplo, Hannah Arendt, en Los orígenes del totalitarismo, señaló que la ideología racista conocida como "racismo popular", que se desarrolló a fines del siglo XIX, se usó para legitimizar la conquista imperialista de territorios extranjeros y los crímenes que le siguieron, tales como el genocidio de Herero y Namaqua (1904-1907) o el genocidio armenio (1915-1917).
El racismo es hoy definido en todas las instancias y foros internacionales como una afrenta a la dignidad humana básica y una violación de los derechos humanos. Un número de tratados internacionales han tratado de terminar con el racismo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) utiliza una definición de discriminación racial asentada en la Declaración sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial.
En algunos países hoy en día esta penalizado el racismo entre penas menores hasta mayores, considerando esta discriminación como delito lo mismo como sucede por orientación sexual, cultural u otra característica. Algunos la penalizan con sanciones como puede ser el cobro de multas con dinero.
Ciencia sociedad y racismo
- Se considera en medios científicos que el concepto actual de raza es una creación europea que se desarrolló como respuesta y justificación a su expansion imperial durante los siglos 16 al 20. El concepto de raza como demostración de la superioridad o inferioridad de ciertos grupos humanos evoluciono progresivamente durante ese periodo hasta niveles muy sofisticados y eruditos para convertirse en una verdadera pseudociencia que más recientemente adquirio nombres como "etnografía" o "antropologia fisica." El auge de estas doctrinas ideológicas disfrazadas de ciencia no han sido insignificantes. Han resultado en regimenes destructivos como el Hitlerismo y el apartheid cuando se llevan a sus últimas consecuencias. De ahí la importancia de desmentir tales "teorías."
- Vistos en retrospectiva resultan irrisorios los esfuerzos por subyugar a los grupos no-caucasoides como si fuesen inferiores. Hoy por hoy, la mayoría de los científicos que estudian las características del ser humano niegan la existencia de diferentes razas en la especie humana (véase: raza). Pese a ello el peso de la tradición es muy fuerte en los paises europeos y norteamericanos donde esta intimemente ligada a la política, particularmente anglosajones que arrastran un racismo de siglos y donde aun se debate en círculos sobre estos temas tan obsoletos. En estos paises aun se clasifica a los seres humanos por su origen ya no tanto por "raza' sino más recientemente se usa el eufemismo (termino nuevo para embellecer el concepto antiguo) de "etnia," particularmente el caso de EEUU merece estudio donde los "hispanos" son una etnia susceptible de se subclasificada por "raza" esto es blanco, negro, oriental, amerindio, etc, demostrando así la persistencia del uso de "raza" como criterio de clasificación de los individuos.
Otorgar o retener derechos o privilegios basándose en la raza o rehusar asociarse con personas por su raza se conoce como discriminación racial.
Racismo oculto
El racismo oculto es una forma de racismo no explícita que busca la extensión y legitimación del racismo. Entre las variantes más comunes de racismo oculto se encuentran las seudociencias sociales y médicas mencionadas arriba, la argumentación política en contra de determinados grupos humanos bajo pretextos culturales o étnicos y la manipulación de datos estadísticos con el fin de inferir indirectamente la inferioridad de unos grupos humanos sobre otros. Cabe mencionar que respecto que una de las formas mas ominosas de racismo oculto es la relación post-facto y no causa-efecto entre pertenecer a una "raza" o "etnia" determinada y pertenencia a clase social.
La clasificación de las personas como perteneciente a una u otra raza ha sido ampliamente usada y aun lo es para mantener a grupos humanos en situación de sometimiento, a condiciones de vida de opresión, ignorancia y dependencia, y acusar a estos grupos de ser inferiores cuando solo son víctimas y no causas del problema. Así mismo esta clasificación se usó y se utiliza para mantener la posición de mayor poder de otros grupos dentro de la escala social, estableciéndose un círculo vicioso de retroalimentacion entre estatus socioeconómico y pertenecía a ciertas "razas." Este mecanismo se alimenta a si mismo y se tiende a perpetuar ad infinitum hasta que sobrevengan cambios invitables en la sociedad.
Por lo tanto es indispensable, pensar que este racismo oculto, nace necesariamente de las situaciones sociales. Un ejemplo es el racismo oculto en la penisula iberica. Aunque de acuerdo a panegiricos de la corona espanola el racismo no existe, solo esta esperando una oportunidad para asomar su horrible cara. Oficialmente de acuerdo a la Constitución de 1978, artículo 14, los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Más aún en el artículo 13, indica que los extranjeros gozarán de las mismas libertades, detallando a qué derechos se pueden acoger. En la practica esta por verse si estos enunciados son principios solo en el papel.
Prácticas discriminatorias
Las prácticas discriminatorias son actitudes de rechazo, ofensa, desprecio, exclusión y segregación que algunas personas tienen hacia otras y que son generadas por prejuicios. Por lo general los prejuicios provienen de creencias en una sociedad y perduran de generación en generación. Hay creencias de todo tipo: culturales, religiosas y sociales. Las causas que explican las actitudes discriminatorias se pueden encontrar en el miedo a aceptar las diferencias ya sean físicas, de sexo, étnicas, religiosas, políticas, ideológicas y culturales entre las personas. Las personas que discriminan a otras tienen temor a lo que es distinto pues lo consideran una amenaza. Las actitudes discriminatorias traen como consecuencia la intolerancia frente a las diferencias y generan maltrato, violencia física y emocional hacia los demás y es lo que representa la violación a la dignidad humana y por consiguiente a los derechos humanos.
Véase también
- Racismo en América Latina
- Racismo en Argentina
- Racismo en España
- Racismo en Estados Unidos
- Sionismo
- Racismo oculto
- Xenofobia
- Fascismo
- Nazismo
- Eugenesia
- Holocausto judío
- Sudáfrica en la era del apartheid
- Prejuicio
- Lista de prejuicios cognitivos
- Racialismo
- Sionismo
- Segregacionismo
- Discriminación
Fuentes
Referencias
- ↑ "La expresión «discriminación racial» denotará toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública". Artículo 1 de la Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial, Naciones Unidas, 1965
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no válida; el nombre «Vinck» está definido varias veces con contenidos diferentes - ↑ Nolte, Ernest (1963). «Der Faschismus in seiner Epoche (El fascismo en su época)». Munich, pag. 345. ISBN., citado por Schlette, Antonia Ruth. «Racismo». Mercabá, Seminario Cristiano de Formación e Información. Consultado el 7-may-2008.
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no válida; el nombre «Caballero Jurado» está definido varias veces con contenidos diferentes - ↑ Plantilla:Ref-artículo
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- ↑ "Por la nación española, amazona de la raza latina, de la cual fue escudo y valladar firmísimo contra la barbarie germánica y el espíritu de disgregación y de herejía que separó de nosotros a las razas septentrionales."(Menéndez Pelayo)
- ↑ "Locura es pensar que batallas por la existencia, luchas encarnizadas y seculares de razas terminen de otro modo que con expulsiones o exterminios. La raza inferior sucumbe siempre y acaba por triunfar el principio de nacionalidad más fuerte y vigoroso."(Menéndez Pelayo)
- ↑ "¿Bolívar? Grandísimo español. ¿Sarmiento? Arrogante ejemplar de la raza española. ¿José Martí? Apóstol de la hispanidad quijotesca. ¿Rubén Darío? Profundamente español. ¿Benito Juárez, el indio de Oaxaca? Era de nuestra raza, porque llegó a pensar y sentir en español."(Miguel de Unamuno)
- ↑ "Los negros en Cuba son libres; pueden contratar compromisos, trabajar o no trabajar…y creo que la esclavitud era para ellos mucho mejor que esta libertad que sólo han aprovechado para no hacer nada y formar masas de desocupados. Todos quienes conocen a los negros os dirán que en Madagascar, en el Congo, como en Cuba son perezosos, salvajes, inclinados a actuar mal, y que es preciso conducirlos con autoridad y firmeza para obtener algo de ellos. Estos salvajes no tienen otro dueño que sus propios instintos, sus apetitos primitivos. Los negros de Estados Unidos son mucho más civilizados que los nuestros: son los descendientes de razas implantadas en suelo americano desde hace varias generaciones, se han relativamente transformado, mientras que entre nosotros hay cantidad de negros venidos directamente de África y completamente salvajes. ¡Pues bien! vea incluso en los Estados Unidos como se trata a los negros: tienen unas libertades aparentes que se les permite utilizar dentro de ciertos límites. A partir del momento en que desean beneficiarse de todos sus pretendidos derechos de ciudadano, los blancos salen rápidamente a recordarles su condición y a colocarlos en su lugar. Creo saber que por otra parte, en Estados Unidos no hay un solo hombre de estado serio e influyente que desee realmente la independencia de Cuba, ya que se dan perfectamente cuenta que la isla de Cuba independiente se convertiría en una nueva República Dominicana, una segunda Liberia que se retrogradaría de la civilización a la anarquía. Si el ejército español abandonase Cuba, serían las ideas sensatas, fecundas, liberales, progresistas de Europa las que abandonarían este país que ha sido el más rico, el más próspero de la América española. Lo saben tan bien en Estados Unidos que los espíritus exaltados y “chovinos”, que también los hay allí, cuando reclaman la independencia de Cuba, la reclaman con la condición de colocar inmediatamente esta gran isla bajo el protectorado de la República de Estados Unidos, que ejercería una policía rigurosa… Cuba no habría hecho más que cambiar de dueños."(Antonio Cánovas del Castillo, Presidente de Gobierno, 1896) [1]
- ↑ «Racismo ayer, racismo hoy». Krasnia, Nº 22. Consultado el 25 de mayo de 2008. Parámetro desconocido
|último=
ignorado (se sugiere|apellido=
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) (ayuda) - ↑ De zoológicos humanos a apoteosis coloniales: la era de exhibir el Otro, por Pascal Blanchard, Nicolas Bancel y Sandrine Lemaire.
- ↑ "Estos zoológicos humanos the la República Colonial", Le Monde diplomatique, agosto de 2000.
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- ↑ Homer Lea (1876-1912), The Day of Saxon (1912)
- ↑ En Francia los pensadores racistas recurrieron a los celtas, y no a los francos, debido a que estos últimos eran un pueblo germano, y como tal, la supremacía correspondería a Alemania, antes que a Francia.
- ↑ The Struggle for Existence in Human Society.
- ↑ Social Evolution
- ↑ A Biological View of Our Foreign Policy.
- ↑ The Biology of British Politics.
- ↑ Dixon, Thomas (1902). «The Leopard's Spots: a Romance of the White Man's Burden—1865-1900 (Las manchas del leopardo: un romance sobre la carga del Hombre Blanco - 1865-1900)». New York: Doubleday, Page & Co.
Enlaces externos
- Normativa sobre discriminación racial y xenofobia.
- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Racismo.
- Wikisource en francés alberga un ejemplar del Essai sur l’inégalité des races humaines de Joseph Arthur de Gobineau
- Plantilla:Ref-artículo
- Chamberlain, Houston Stewart (1899). «Die Grundlagen des neunzehnten Jahrhunderts (The Foundations of the Nineteenth Century) [Texto original en alemán y traducción al inglés]». HSChamberlain Net, 2ª ed., publicada por John Lane, The Bodley Head, 1912;.
- Origen del racismo
- Los radicalismos de extrema derecha en jóvenes se originan en los hogares