Hedonismo
El Hedonismo es la doctrina filosófica basada en la búsqueda del placer y la supresión del dolor como objetivo o razón de ser de la vida. Las dos escuelas clásicas del hedonismo son la escuela cirenaica y los epicúreos.
Conceptos básicos
El Hedonismo es una teoría moral que constituye al placer (hedoné) en bien último o supremo fin de la vida humana. Un grupo de teorías morales, tanto en la Antigüedad como en la Edad Moderna, han supuesto que el fin último o bien supremo del hombre se identifica con el placer y la felicidad. Según estos estudios, todo cuanto el hombre hace o intenta, tiene siempre valor de medio para otra cosa: solo el placer es buscado por sí mismo, y a la obtención del placer se encaminan, en definitiva, todos los demás esfuerzos.
Bajo el término general de hedonismo se ha tendido a agrupar a diversos pensadores separados, en realidad, por notables diferencias. En sentido estricto se define como hedonismo toda doctrina que considera el placer (hedoné en griego) como fin supremo de la vida.
Sin embargo, la propia ambigüedad del concepto de placer hace que tal afirmación pueda realizarse desde muy distintas perspectivas. Se distinguen básicamente dos formas de hedonismo, el ético y el psicológico. Una acertada definición del primero la ofreció Richard Brant, uno de los filósofos modernos que mayor atención dedicaron a este tema, quien afirmó que una cosa es intrínsecamente deseable (indeseable) si y sólo si es placentera (no placentera).
Las escuelas clásicas del hedonismo
Las dos escuelas convergen en el detestar la superstición y la religión y basar la conducta y el juicio mediante la experiencia y la razón. Así anticipan las posiciones del humanismo y del iluminismo posteriores. De todas formas difieren en lo siguiente:
La escuela cirenaica (cuarto y tercer siglos A.C.) fue fundada por Aristipo de Cirene, fue una de las más antiguas escuelas socráticas y enfatizaba solo un lado de las enseñanzas de Sócrates. Tomando la afirmación de Sócrates de que la felicidad es uno de los fines de la acción moral, Aristipo mantenía que el placer era el bien superior. El decía que las gratificaciones corpóreas , las cuales el consideraba intensas, eran preferibles a las mentales. Ellos también negaban que debamos posponer la gratificación inmediata para la ganancia a largo plazo. En este respecto ellos difieren de los epicureistas.
El epicureismo identificaba al placer con la tranquilidad y enfatizaba la reducción del deseo sobre la adquisición inmediata del placer. En esta forma, el epicureismo escapa a la objeción precedente: mientras el placer y el bien mayor son de hecho lo mismo, Epicuro argumentaba que el placer más alto consiste de una vida simple, moderada que se vive con amigos en discusión filosófica. El enfatizaba que no era bueno hacer algo que a uno le haga sentir bien si, cuando se lo experimentaba, uno después denigraría las experiencias posteriores y estas le harían sentirse bien. Así mismo afirmaba que a veces por tener placeres momentáneos intensos se sacrifica el bienestar posterior. En tanto el entendía por placer la ausencia de dolor.
Hedonismos
Dentro del hedonismo en sentido estricto se pueden distinguir dos formas del mismo, de acuerdo con los dos significados que tiene el término placer. Éste designa, ya el placer sensible o inferior, ya el placer espiritual o superior. En consecuencia, habrá dos formas de hedonismo, llamadas hedonismo absoluto y hedonismo mitigado, o eudemonismo.
Por lo que se refiere al hedonismo psicológico, son varias las doctrinas existentes según la determinación temporal del placer. La teoría del placer de los fines o ´´hedonismo psicológico del futuro´´ sostiene que el placer personal es el único fin último de una persona.
El hedonismo no consiste en afirmar que el placer es un bien, ya que dicha afirmación ha sido admitida por otras muchas doctrinas éticas muy alejadas del hedonismo, sino en considerar que el placer es el único y supremo bien.
El término hedonismo puede tomarse en dos sentidos, lato y estricto. En el primero, hedonismo sería una teoría ética de gran amplitud en la que la palabra placer tendría un significado muy extenso, abarcando tanto el placer como la utilidad; en este sentido se encuadraría dentro del hedonismo el utilitarismo. En un sentido más restringido, el hedonismo se diferencia del utilitarismo, fundamentalmente, porque el primero cifra el bien en el placer individual, mientras que el segundo afirma como bien sumo el placer, el bienestar y la utilidad sociales; el hedonismo tiene carácter individualista, el utilitarismo es de índole socialista (en el sentido etimológico de la palabra). El punto de vista que sostiene que la satisfacción humana se encuentra en la búsqueda y posesión del placer material y físico.
El hedonismo radical sostiene que todos los placeres físicos deben ser satisfechos sin ninguna restricción, mientras que el hedonismo moderado afirma que las actividades placenteras deben ser moderadas, para que así aumente el placer. En ambos casos el placer es la principal motivación del comportamiento.
Hedonismo contemporaneo
Dentro de la filosofía contemporanea se destaca la figura de Michel Onfray como abierto proponente del hedonismo. Él manifiesta en una entrevista que "Se cree que el hedonista es aquel que hace el elogio de la propiedad, de la riqueza, del tener, que es un consumidor. Eso es un hedonismo vulgar que propicia la sociedad. Yo propongo un hedonismo filosófico que es en gran medida lo contrario, del ser en vez del tener, que no pasa por el dinero, pero sí por una modificación del comportamiento. Lograr una presencia real en el mundo, y disfrutar jubilosamente de la existencia: oler mejor, gustar, escuchar mejor, no estar enojado con el cuerpo y considerar las pasiones y pulsiones como amigos y no como adversarios."[1]
Opositores y sus puntos de vista
La fe católica se opone al hedonismo porque mina los valores y virtudes de sus dogmas precursores del eudemonismo espiritual.
El hedonismo es considerado por muchas religiones una actitud carente de moral (), no porque aprecie algún placer, sino porque lo antepone a las exigencias del amor a Dios y al prójimo. Para ellos es una actitud egocéntrica que incapacita al sujeto para relacionarse con otros a menos que sea para explotarlos y satisfacer su afán de placer.
La Psicología Positiva (1998-), basada en investigaciones científicas de psicológica cognoscitiva, ha revelado que sustentar la felicidad en la búsqueda del placer, "la vida placentera", conlleva a un mayor índice de insatisfacción. La búsqueda de una Felicidad Auténtica, como indica el psicólogo Martin E. P. Seligman, implica poner un mayor enfoque en el compromiso y el significado. La vida comprometida está basada en gratificaciones que no pueden ser adquiridas por atajos, como aprender un oficio, deporte, etc.; se busca el flujo, que es el balance del reto con la habilidad. Por otra parte, la vida significativa son las acciones y creencias basadas en algo mayor a nuestro ego, acciones motivadas por un bien común, etc. Se ha comprobado que aquellos que basan su felicidad en la vida comprometida y la vida significativa cuentan con un índice de mayor satisfacción en la vida. La "felicidad auténtica" es un concepto superior al simple hecho de estar fuera de dolor, sentir placer, o no sufrir enfermedades psicológicas.
Referencias
Enlaces externos
- Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre hedonismo.
- Hedonismo no es consumismo, entrevista a Michel Onfray
- Manifesto de la Internacional Hedonista. Página con fotos de sus acciones politicas
- El estilo de vida hedonista
- Hedominio, el Dominio de los Placeres acerca del Hedonismo