Cúcuta
El pueblo de Cúcuta fue un asentamiento precolombino que Pedro de Ursúa lo dio en encomienda en 1550 a Sebastián Lorenzo por dejación de Miguel Tiebal y es el origen remoto de la fundación de Cúcuta, aunque se sabe por las leyes de indias que esos pueblos no tenían la organización de la vida municipal con gobierno propio y representación ?del común? o de la ?cosa pública?. Las riendas de esos pueblos estaban en manos del cacique, del clérigo doctrinero y del administrador o protector español. Esas agrupaciones humanas recibían el nombre de ?reducciones?, en las cuales los naturales debían congregarse en pueblos nuevos, con comunidad de aguas, tierras y montes, entradas y salidas, y labranzas, y un ejido de una legua de largo, donde podían tener sus ganados, sin que se confundieran con otros españoles.
La conducta hostil y reprimida de los indios motilones del pueblo de Cúcuta (hoy San Luis) para con los blancos habitantes del valle y los intereses económicos de estos fueron factores determinantes para que los últimos pidieran la erección de una parroquia que llevaría el nombre del patriarca San José.
Uno de aquellos pobladores o fundadores, fue la dama pamplonesa Doña Juana Rangel de Cuéllar, quien donó solemne-mente media estancia de ganado mayor (782 hectáreas), en el sitio GUASIMAL, para lo cual se dispuso todo de tal manera hasta hacerse una escritura pública en su casa del sitio de Tonchalá, ante el alcalde ordinario de Pamplona, don Juan Antonio de Villamizar y Pinedo, el 17 de junio de 1733.
Un grupo de esos vecinos estuvo presente en aquel sencillo y trascendente acto, y aceptaron la escritura de donación ?por sí y en nombre de los demás vecinos, y le dieron las gracias a la señora otorgante y lo firmaron?.
Después de aquella escena de Tonchalá sucedieron otros actos tendientes a la erección de la parroquia: Se otorgó poder a un abogado de la Real Audiencia de Santa Fe para solicitar dicha erección y se le dieron instrucciones; se obligaron los vecinos con sus bienes para la fundación y donación, edificación de la iglesia y congrua del cura. El cabildo de Pamplona hizo manifestación de aprobación y de reconocimiento sobre la conveniencia de erigir la nueva parroquia. Los trámites concluyeron con la licencia que otorgó el Arzobispo de Santa Fe, monseñor Antonio Claudio Alvarez de Quiñónez, el 13 de noviembre de 1734 y se le dio el nombre de PARROQUIA DE SAN JOSÉ DEL GUASIMAL.