Guerra de la Independencia de Chile
La Guerra de la Independencia de Chile es un periodo que abarca desde el año 1810 y hasta 1823. Durante años los criollos, grupo mayoritario de la colonia, mostraban un gran descontento, y más que una revolución buscaban una evolución, reformas, pero la invasión de Napoleón a la Peninsula Ibérica tuvo importantes repercusiones en en universo de Latinoamérica entre las que se encuentran las masivas emenacipaciones de las colonis españolas y la creación del Imperio del Brasil.
Comienzo
Siguiendo el ejemplo de las provincias españolas y de las otras colonias americanas, como el Virreinato del Río de la Plata que creó una Junta de Gobierno, el 18 de septiembre de 1810, en la ciudad de Santiago, capital de la Capitanía General de Chile se llama a cabildo abierto, donde este delegó su poder en la Primera Junta Nacional de Gobierno de Chile, constituida por:
- Presidente: Mateo de Toro y Zambrano, Conde la Conquista
- Vicepresidente: Monseñor José Antonio Martínez de Aldunate, Arzobispo de Santiago
- Vocal: Juan Enrique Rosales
- Vocal: Juan Martínez de Rozas
- Vocal: Ignacio de la Carrera
- Vocal: Fernando Márquez de la Plata
- Vocal: Francisco Javier de Reyna
- Secretarios: Gaspar Marín y Gregorio Argomedo
Quienes guardarían el poder de Su Majestad Fernando VII hasta que fuese restituido en su puesto. Las juntas españolas trataron de imponer su superioridad sobre las americanas, pero las americanas apelaron perfectamente al Tratado de Tordesillas y a la Bula Intercaetera en la que Su Santidad entregaba lso territorios de América a la Monarquía Española, no a su pueblo, por lo que las juntas de Nuevo Mundo y las Ibéricas tenía las msimas capacidades y todas estaban sujetas al Consejo de Regencia de Cádiz.
Primer Congreso Nacional
La Junta Nacional de Gobierno creó nuevos cuerpos militares y estableció la libertad de comercio y el contacto con la Junta de Buenos Aires. Tras la muerte del anciano conde la Conquista asumió la presidencia de la Junta Juan Martínez de Rozas quien llamó a elecciones para un congreso nacional, compuesto por 42 diputados. Llegado el 1 de abril de 1811, día de las elecciones, el teniente coronel Tomás de Figueroa sublevó un cuerpo del ejército exigiendo la disolución de la junta. El motín no tuvo éxito, y Figueroa huyó a refugiarse al convento de Santo Domingo, desde donde fue sacado, sometido a juicio y condenado a muerte. El congreso sesionó por primera vez el 4 de julio de 1811, y pronto se dividió en dos bandos: los exaltados, que buscaban una independencia completa y rápida, y los moderados que deseaban algunas reformas y un buen gobierno. Aburrido de las divisiones del congreso y de su ineptitud, el 4 de septiembre los hijos de Ignacio de la Carrera: José Miguel, Luis y Juan José dan un golpe militar con el objetivo de que se conforme una nueva junta de gobierno más comprometida con los ideales de la independencia, bajo la presión de las armas el Congreso accede y la nueva junta queda compuesta por:
- Juan Enrique Rosales
- Juan Martínez de Rozas
- Martín Calvo Encalada
- Juan Mackenna
- Gaspar Marín
Gobierno de Carrera
Los hermanos Carrera siguen descontentos por la lentitud de las reformas del congreso, así que el 15 de noviembre las tropas de Juan José y Luis se atrincheran en la plaza de La Moneda y obligaron al congreso al convocar el cabildo abierto. Así se reune el día siguiente y se crea otra Junta de Gobierno, esta vez compuesta por tres representantes uno de cada provincia principal del país:
- José Miguel Carrera por Santiago
- Juan Martínez de Rozas por Concepción
- Gaspar Marín por Coquimbo
Más tarde Rozas fue sustituido por Bernardo O'Higgins, días despúes el 3 de diciembre los representantes de Concepción y Coquimbio renuncian, así Carrera en un 3º golpe de estado disuelve el congreso justificando un complot y gobierna en nombre de la Junta. A pesar de que durante el mandato de José Miguel el Reglamento Constitucional respetó la soberanía del rey Fernando VII, se estipuló que el monarca debía de acatar dicha constitución y que “ningún decreto, providencia u orden de cualquier autoridad o tribunales fuera del territorio de Chile tendría efecto alguno”.
Reacción del Perú
De todas las Capitanias y Virreinatos americanos, Chile era el que más independencia tenía por su constante guerra que sostenía (Guerra de Arauco) y la lentitud que tendría el tomar cada decisión desde el Perú, virreinato del cual se suponía debía depender Chile. Tras la Liberación del monarca de Borbón, este no aceptó las reformas realizadas en su ausencia y derogó la Constitución de Cádiz gobernando en el más completo absolutismo. De este modo, dispuso el envio de tropas a América para la lucha contra los criollos. El Virrey José Fernando de Abascal y Sousa envió un gran fuerza militar a cargo del Brigadier Antonio Parejas, contaba con 2.400 hombres. Llegaron al sur de Chile. En la isla de Chiloé encontraron un gran numero de homvbre que se les unieron, los mismo en la ciudad de Valdivia, San Vicente y Talcacahuano. Esta zona del sur era conocida por no encontrarse comprometida con los ideales patriotas, posteriormente entraron en la ciudad de Concepción, cuya guarnición militar, amnistiada, se incorporó a las tropas realistas. Así, pudo conformar una fuerza de alrededor de 4.000 efectivos y partió rumbo a Chillán, ciudad que se rindió sin resistencia y en la cual incorporó 2.000 hombres más a sus filas.