Ir al contenido

Historia de Susana

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 02:14 24 jun 2009 por Ανθρωπιστής (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Susana y los viejos por Artemisia Gentileschi

En los Códices Griegos de la Biblia Septuaginta, del Siglo III a.C., la Historia de Susana (hebreo: שׁוֹשַׁנָּה, griego: σουσαννα), así como la Historia de Bel y el Dragón, nos es presentada como un breve cuerpo de texto independiente comúnmente asociado al Libro de Daniel.

En su propia Versión de la Biblia, del Siglo II, el judío Teodoción incorpora de lleno ambos textos al Libro de Daniel; al que ambos documentos han sido asociados a través de los Siglos entre las tradiciones cristianas ortodoxas, cristianas orientales, y católica romana. Se trata, no obstante, de dos cuerpos de texto independientes entre sí, así como del resto de los textos del Libro de Daniel.

Canonicidad

La canonicidad de las Historias de Susana y de Bel y el Dragón ha sido debatida porque no se encuentran en el Tanaj judío, así como tampoco en el llamado Texto Masorético, y los judíos actuales, aunque ven en ellas relatos que invisten valores morales, no las consideran escritos sagrados.

Entre los cristianos, Orígenes[1]​ defendió la canonicidad de la Historia de Susana y fue citada como Escritura por Ireneo de Lyon,[2]Hipólito de Roma[3]​ y Cipriano de Cartago,[4]Cirilo de Jerusalén.[5]San Jerónimo incluyó la Historia de Susana al final de su traducción al latín del Libro de Daniel, pero le colocó una nota advirtiendo que no la había encontrado en las versiones hebreas.

Las iglesias cristianas ortodoxas, cristianas orientales, así como la iglesia católica romana, incluyen este texto entre los Deuterocanónicos, y lo reivindican parte integrante de la Biblia, y lo adicionan, con distintos números, como un capítulo del libro de Daniel. Todas las iglesias y sectas protestantes y paraprotestantes, lo han rechazado de forma sistemática junto con los otros deuterocanónicos; a los cuáles ellos han llamado apócrifos.

El artículo VI de la declaración de 39 artículos de la de la iglesia anglicana, lo considera uno de los libros que "la iglesia debe leer como ejemplo de vida e instrucción de comportamiento, pero sin embargo, no deben utilizarse para establecer doctrina alguna", y que se publican entre los apéndices de algunas de sus Biblias, práctica seguida por algunas otras versiones y ediciones protestantes.

Manuscritos

La versión de Daniel de la Septuanginta se ha encontrado en muy pocos manuscritos: el Codex Chisianus 88,[6]​ el Codex Syro-hexaplaris Ambrosianus[7]​ y el Papyrus 967[8]​ (de comienzos del siglo III). Las traducciones contemporáneas se basan en la versión de Teodoción.

Los manuscritos presentan un orden diferente. Teodoción colocó la Historia de Susana al comienzo del Libro de Daniel, de manera que la culminación de esta historia sirve de apertura para el resto del libro: "Daniel se hizo grande ante el pueblo a partir de aquel día". El orden en que la Historia de Susana aparece en las Biblias actuales, capítulo 13, fue el usado por Orígenes en la Hexapla. El Papyrus 967organiza todo el Libro de Daniel con un orden diferente al que leemos actualmente: 1-4, 7-8,5-6, 9-12, a continuación coloca Bel y el Dragón y al final la Historia de Susana.[9]

Contenido

Susana y los Viejos, Guercino

Susana, una bella mujer, esposa de Joaquim, un rico e influyente judío en el exilio babilónico, es vista y deseada por dos ancianos que habían sido nombrados jueces entre los judíos en el exilio en Babilonia. Los dos viejecillos se ponen de acuerdo para sorprender a solas a Susana, y así abusar de ella.

En su versión tardía de este documento, el judío Teodoción agrega unos detalles referentes a un baño con aceites y esencias aromáticas al que supuestamente Susana se estaba preparando al momento de ser interceptada por los dos viejecillos. Los detalles del baño, que enuncia Teodoción en su Versión, causaron gran impacto a través de los Siglos en la mentalidad de múltiples artistas del Mundo Occidental, que siguieron de cerca la saga del relato de acuerdo a la Versión de Teodoción.

El texto original de la Biblia LXX, bastante más temprano, sin embargo, no dice nada acerca de este supuesto baño. Y dice simplemente que un día en que Susana pasea por el jardín[10]​ de su marido, los viles viejecillos la sorprenden, y entonces la presionan, e intentan abusarla sexualmente. Susana los enfrenta, y les responde:

«Sé que, si hiciere esto, muerte es para mí; y que, si no lo hago, no escaparé de vuestras manos. Más bello, sin embargo, para mí, caer en vuestras manos, no habiendo hecho esto, que pecar ante el rostro de SEÑOR...» —Historia de Susana [Daniel 13], Versos 22-23.

Los dos ancianos jueces, al verse rechazados, acusan a Susana de adulterio, y ésta es llevada a juicio, en donde los ancianos testifican falsamente en su contra haberla visto reposando con algún jovenzuelo en un cierto paraje del jardín de su esposo. Susana clama a Dios en su interior. Mas, ante la importancia y la "credibilidad" de sus acusadores, Susana es condenada a morir apedreada.

Y, cuando es llevada por la congregación para ser lapidada, el profeta Daniel, que por aquel entonces, es sólo un tierno niño, aprendiz de las artes de la consejería, con miras a ejercerla al servicio del rey Nabucodonosor, detiene el cortejo del pueblo que lleva a Susana hacia el sitio de su lapidación, reprende a la gente por estar actuando sin conocimiento pleno de la causa, y pide interrogar por separado a los dos viejecillos.

Éstos se contradicen cuando el jovencito les pregunta bajo qué árbol vieron a Susana recostada con su supuesto amante. Uno de ellos dice: "Debajo de un lentisco." Y el otro de ellos dice: "Debajo de una encina." Ante la evidencia del falso testimonio de los jueces, la bella y noble dama es exonerada de todos los cargos que habían sido afincados en su contra, y los dos viejecillos mueren ejecutados en lugar de Susana.

La enseñanza moral de esta historia se centra en la elección de Susana de respetar a Dios antes que acomodarse al influjo de los malos por temor a perder todos sus privilegios como una dama noble, rica y acomodada. Y busca contrastar, por otra parte, la conducta perversa y corrupta de dos ancianos jueces prestigiados, con la sabiduría e inteligencia, candor e ingenuidad de un tierno jovencito, hacer un gran elogio a las virtudes de los más jovencitos, e ilustrar la idea de que Dios socorre a los justos que prefieren sufrir a manos de los malos antes que ofenderlo a él.

Lengua original

Los manuscritos griegos de la Historia de Susana son la fuente de las traducciones a otros idiomas. Los expertos discuten si el griego fue el idioma original, o si los manuscritos griegos, tanto de los "LXX", como de Teodoción, son traducciones del hebreo o del arameo. Canton ha estimado que fue escrito en la primera mitad del siglo I a. C.[11]

En favor del origen griego, se argumenta por ejemplo, que el uso de parónimos griegos para construir un juego de palabras entre él árbol que escoge cada falso testigo y la sentencia que pronuncia Daniel para cada uno: el primero responde que fue bajo un σχινον, "skhinón", el cuál es traducido como acacia o lentisco, y Daniel le responde que un ángel "σχισει σε μεσον", "skhiséi se meson", "te partirá por en medio"; el segundo responde que fue bajo un "πρινον", "prinón", el cuál es traducido como roble o encina, y Daniel le responde que un ángel "πρισαι σε μεσον", "prisái se meson", "te trozará por en medio".[12]

Sin embargo es posible que una traducción se esfuerce en mantener figuras literarias encontradas en un original, tal como en este caso hace la traducción inglesa de The Anchor Bible contrasta "yew" (tejo) con "hew" (tajar) y "clove" (clavero) and "cleave" (quebrar). Algunos estudiosos sugieren que los juegos de parónimos habrían sido un aporte del traductor al griego.

En favor de un original hebreo, se ha argumentado la presencia de la Historia de Susana en la versión griega del judío Teodoción, que hizo una traducción docta del Libro de Daniel desde el hebreo. Algunos estudiosos ya han considerado la posibilidad que los fragmentos 4Q551 de Qumrán, hayan correspondido al texto hebreo de Susana,[13]​ aunque otros consdieran que podría tratarse de fragmentos de Jueces.[14]

Historicidad

Los Versos 1-5 dan algunos detalles sobre el contexto histórico, social y cultural de este relato; entre ellos, la riqueza e importancia de Joaquím entre los desterrados, y el que los dos ancianos hayan sido elegidos como jueces, «acerca de los cuáles había dicho SEÑOR que había salido maldad de Babilonia, de los ancianos jueces que parecían gobernar al pueblo».

Estos cinco Versículos no existen en el texto de la Biblia LXX. Teodoción los agrega en su Versión tardía (hacia el Siglo II) recurriendo a los textos del Libro de Jeremías. En efecto, el Versículo 4 relata que, a la casa que Joaquim poseía en Babilonia, solían acudir de forma cotidiana numerosos judíos, por tratarse del "más distinguido de todos"[15]​ los judíos; lo cuál es una clara asociación referencial del Joaquim cuya esposa es Susana con el Joaquim histórico, el rey de los judíos que fuera desterrado a Babilonia por el rey babilonio Nabucodonosor.

No se hace referencia de lleno a su realeza porque el pueblo judío evitaba referirse a cualquier hecho tocante a su teocracia en cualquier contexto ajeno a la comunidad judía avecindada en la llamada Tierra Santa (Cf. Salmos 137:5), así como también, de alguna forma, sucesos cualesquiera tocantes a la historia de la nación judía acontecidos fuera de dicha Tierra Santa. Confróntese, al respecto, la gran laguna histórica existente entre la conclusión de los llamados Libros de las Crónicas y el mucho más temprano reinicio del relato de la historia judía, tal como se presenta al inicio de los Libros de Esdras [y Nehemías] (2 Crónicas 36:20-21).

Por cuanto se refiere a aquella otra expresión que textualmente reza: «acerca de los cuáles había dicho SEÑOR que había salido maldad de Babilonia, de los ancianos jueces que parecían gobernar al pueblo», ciertos escrituristas han hecho observaciones referentes al hecho de que esta expresión no es la cita textual de nungún otro texto bíblico conocido. Mas, cuando se examina de forma cuidadosa, salta a la vista el hecho de que, en realidad, se trata de una forma irónica y sarcástica de referirse al texto en que el profeta Jeremías coloca unas palabras similares en boca de Yahveh: «[...] vosotros habéis dicho: "Yahveh ha suscitádonos profetas en Babilonia"» (Jeremías 29:15). Un poco más abajo, Jeremías denuncia a dos pseudoprofetas amantes de acostarse con esposas de sus conciudadanos (Jeremías 29:21-23).

En su Guía de la Biblia, el célebre erudito judío ruso americano Isaac Asimov, respecto de estos hechos, declara lo siguiente: «Los "ancianos", o viejecillos, probaron ser malvados, y la tradición judía los identificó, por ello, con dos profetas denunciados como falsos por Jeremías. Pero como Susana es generalmente considerada una obra de ficción, una identificación tal necesita no ser tomada seriamente.»[16]

Esta postura escéptica hacia todo presunto carácter histórico de este documento, sin embargo, refleja la postura parcialmente sesgada de un hombre erudito de orígenes judíos; quien, consecuentemente, solía ver al Tanaj, y no a la Septuaginta, como la norma básica del Canon de los libros tenidos por sagrados por el pueblo judío.

Es justo enfatizar, por otra parte, que, fuera de las series de criterios con bases en los cuáles los judíos excluyeron del canon del Tanaj, sistemáticamente, todos los documentos Deuterocanónicos, no hay argumentos sólidos para desestimar o cuestionar tajantemente el valor y el carácter histórico y moral de estos documentos.

Aun cuando queda claro que, a nivel exegético, ha sido ciertamente pobre, laxa y escasa la labor realizada por exégetas bíblicos de todos los contextos; ya que, en pleno Siglo XXI, a más de 20 Siglos de la Era Cristiana, aún no se ha estudiado, de forma concienzuda y ordenada, profunda y detallada, y no comprometida con alguna postura confesional concreta, los hechos asentados en estos documentos (los Deuterocanónicos).

Susana en el arte

Archivo:Corinth johanna 01.jpg
Lovis Corinth: Susana bañándose, 1890

Varios pintores han representado a Susana bañándose:

En la música, la Historia de Susana ha inspirado:

Susana ya ha sido, así mismo, un tema recurrido de la literatura popular, citado y asentado, por ejemplo, en el poema Daniel, escrito en 1331 por un autor anónimo. En 1577 se estrenó el drama Susanna de Nicodemus Frischlin. La tragedia de Paul Rebhun Ein Geistlich Spiel von der Gotfürchtigen und keuschen Frauen Susannen se imprimió en 1536. El poeta lírico bohemio, Hugo Salus, publicó Susana en el baño, en 1901.

Notas

  1. Origen, To Africanus 5 (ante A.D. 254), in ANF,IV:387.
  2. Irenaeus, Against Heresies (A.D. 180): ANF,I:497.
  3. Hippolytus Commentary on Daniel (A.D. 204); ANF,V:191,194
  4. Cyprian, Testimonies 20 (ante A.D. 258); ANF,V:540
  5. Cyril of Jerusalem, Catechetical Lectures (A.D. 350); NPNF2,VII:123.
  6. Vaticanus gr. R VII 45, Sigel 88
  7. Tella, Paulus von (1874) Ed. Ceriani, Mailand
  8. Geißen, A. (1968) Daniel 5-12; Susanna, Bel et Draco; Esther: Der Septuaginta-Text des Buches Daniel, Kap. 5-12, zusammen mit Susanna, Bel et Draco, sowie Esther Kap. 1,1a-2,15 nach dem Kölner Teil des Papyrus 967 (PTA 5), Bonn.
  9. Cousin, Hugues (1992) "Daniel"; La Biblia Griega. Los Setenta. Estella: Verbo Divino, p.p. 105-107.
  10. Expresión imprecisa. El texto griego emplea, de forma primigenia, la expresión παραδεισος; que, en un sentido propio, busca hacer referencia a un lote que se encuentra más allá de los muros de una casa. La Vulgata latina transcribe pomarium, es decir, un cultivo de árboles frutales. Versiones castellanas se refieren, de manera indistinta, a un huerto o un jardín. Sin embargo, a partir de los hechos expuestos al final del nudo del relato —a saber, la presencia de encinas y lentiscos, y el hecho de que fuese tan denso y tan extenso que dentro de sus límites pudiese hacerse cosas sin ser vistos por otros—, se infiere que se trata de una vasta extensión de bosquecillos densamente poblados de árboles florales; la cuál, probablemente, haya tenido acceso o colindancia a las márgenes del Éufrates.
  11. Canton, Dan W. (2003) "Dating the Story of Susanna: a proposal; Journal for the Study of Judaism 34(2):121-140."
  12. El texto de la Biblia Septuaginta, siempre menos pulido, primario y primigenio que esta recensión de Teodoción, siempre más sistemática, graciosa, elegante y ordenada, relata que Daniel le dice al primero que el ángel de SEÑOR "σχισει σου την ψυχην", "skhiséi sou ten psukhén", "te partirá el alma"; y al segundo le dice que el ángel de SEÑOR "την ρομφαιαν εστηκεν εχων [...] ινα καταπριση σε", "ten romphaían esteken exón [...] ina kataprisé se", "la espada está teniente [...] para destrozarte".
  13. Milik, Józef Tadeusz (1981) "Daniel et Susanne à Qumrân?";. Dore, P.; M. Grelot et M. Carrez (eds.) De la torá au Messie: 337-359. Paris: Desclee.
  14. Nickelsburg, George W. E. (1997) "4Q551: A Vorlage to Susanna or a Text Related to Judges 19?" Journal of Jewish Studies 48(2): 349-351.
  15. Expresión imprecisa. La Versión Teodoción acuña la voz griga ενδοξοτερον παντων, que puede traducirse como el más glorioso, honrado, honorable, digno o distinguido de todos.
  16. ASIMOV, Isaac; Asimov's Guide To The Bible, Volume One, The Old Testament; Page 620; Random House, USA, 1967-1981.

Véase también