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Vinapú

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La base del Ahu Vinapu, mostrando su esculpido similar al inca[1]

Ahu Vinapu es un sitio arqueológico en Rapa Nui (Isla de Pascua) en la Polinesia Chilena.

Descripción

El centro ceremonial de Vinapu incluye uno de los más grandes ahu de Rapa Nui. Esta centro ceremonial posee una extraordinaria plataforma, cuya estructura está compuesta de grandes losas de basalto hechas calzar cuidadosamente, de manera similar al de algunas construcciones incas. El arqueólogo norteamericano, William Mulloy investigó el sitio en 1958. Vinapu es parte del Parque Nacional Rapa Nui, que la UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad.

Nexos con otras culturas

Las culturas y las civilizaciones de Polinesia y las islas del Pacífico fueron conocidas por Asia, África continental y Europa después de la colonización de América. Anteriormente, en el caso americano, es probable que los incas navegaran y comerciaran intercontinentalmente con los polinesios de las Marquesas u otras islas de Oceanía,[2]​ lo que puede explicar que el camote (Ipomoea batatas), planta americana, llegara tempranamente hasta Nueva Zelanda. También es posible que hayan habido contactos marítimos precolombinos entre Rapa Nui y la costa sur del actual Chile.[3]

Teoría de una visita inca a la Polinesia

A partir de las crónicas realizadas por cronistas españoles Pedro Sarmiento de Gamboa,[4]Martín de Murúa y Miguel Cabello Valboa durante la conquista recogieron un relato sobre que, Túpac Yupanqui, estando en la costa norte (En las islas Puná) habría tenido conocimiento de unas islas lejanas, decidiendo ir en pos de ellas. Alistado una gran flota de balsas,[5]​ habría zarpado con 20.000 hombres, llegando a unas islas llamadas Ninachumbi[6]​ y Auachumbi;[7]​ algunos historiadores postularían como hipótesis de que estas islas serían verdaderas y estarían ubicadas en la Polinesia.[8]

Esta crónica dio pie, al historiador José Antonio del Busto, para la formulación de una teoría sobre que esas dos islas serían Mangareva y Rapa Nui, basándose en treinta pruebas que considera haber descubierto, entre ellas el hecho que en Mangareva existe una leyenda sobre un rey Tupa, que vino del este en balsas con velas, trayendo orfebrería, cerámica y textilería y del que hasta hoy existe una danza. Un relato similar existiría en las islas Marquesas. Según la tesis de Jean Hervé Daude: Île de Pâques - L'empreinte des Incas,la construcción de los Ahu Vinapu es idéntica a la de un Chullpas de Sillustani, cerca del Lago Titicaca en los Andes, hasta las pequeñas piedras en el centro es el mismo. Según la tesis de Jean Hervé Daude, el acompañamiento de Orejón Tupac Inca Yupanqui son la causa de los monumentos y los ritos religiosos del hombre-pájaro y en makemake "Isla de Pascua.Île de Pâques - L'empreinte des Incas Además, agrega que el Ahu Vinapu, en Rapa Nui, está construido en forma similar a las construcciones incaicas del Cusco, y que el rey Tupa en Rapa Nui habría tomado el nombre de Mahuna-te Ra'á, traducido como "hijo del sol" en base a una leyenda rapa nui.[9]​ Retornó a los dos años trayendo consigo gente negra, sillas de latón, pellejos y quijadas de caballos que fueron conservadas en la fortaleza de Sacsayhuamán. Esta hipótesis es apoyada por la travesía que hizo el explorador noruego Thor Heyerdahl, denominada Kon-tiki en honor al dios de los incas, Wiracocha, el creador del universo, pues Kon-tiki es una advocación del mismo.

"andando Topa Inga Yupanqui conquistando la costa de Manta y la isla de la Puná y Túmbez, aportaron allí unos mercaderes que habían venido por la mar de hacia el poniente en balsas, navegando a la vela. De los cuales se informó de la tierra de donde venían, que eran unas islas, llamadas una Auachumbi y otra Niñachumbi, adonde había mucha gente y oro. Y como Topa Inga era de ánimos y pensamientos altos y no se contentaba con lo que en tierra había conquistado, determinó tentar la feliz ventura que le ayudaba por la mar... y... se determinó ir allá. Y para esto hizo una numerosísima cantidad de balsas, en que embarcó más de veinte mil soldados escogidos". Y concluye la crónica: "Navegó Topa Inga y fue y descubrió las islas Auachumbi y Niñachumbi, y volvió de allá, de donde trajo gente negra y mucho oro y una silla de latón y un pellejo y quijadas de caballo...". El hecho es tan inusitado que Sarmiento se ve obligado a explicar: "Hago instancia en esto, porque a los que supieren algo de Indias les parecerá una caso extraño y dificultoso de creer".

Referencias y notas de pie

  1. Allí existe, caso oculto, el templo de Vinapú, de innegable arquitectura incaica, la imperante en la época de Túpac Inca. Es la prueba irrefutable de la presencia incaica en la isla. Nos recuerda, en pequeño, Ollantaytambo y Sacsahuamán. No es lo único. También está la evidencia de un filón de raza andino entre la población nativa de la ínsula. Es un bolsón ándido que, si atendemos escritos posteriores, hablaba el quechua o runa simi. Finalmente, como nota romántica y nostálgica, se recuerda la leyenda de la dulce Uho, doncella raptada por una mancha de quelonios marinos que la llevó, navegando, al país donde nace el astro rey. Este país, cosa notable, estaba protegido por un banco de neblina. Por eso la doncella Uho se alarma, se asusta y teme adentrarse en una creciente oscuridad. Y le dice a su amado, un "príncipe" amo de la tortuga mayor, entiéndase de la balsa real con su caseta, pues las tortugas viajan como las balsas, con su casa a cuestas: "Es oscura como la noche esta tierra, esposo mío, Mahuna-te-Ra’a. Mi tierra es luminosa y clara, por eso mis ojos la buscan con anhelo, esposo mío, Mahuna-te-Ra’a..." El "príncipe", quien está llamado a ser monarca en su país, no se llama Tupa o Túpac, pero se nombra Mahuna-te-Ra’a, nombre exótico que para sorpresa nuestra se traduce Hijo del Sol. La leyenda hace a Uho reina al lado de su regio esposo, pero es del caso entender que nunca llegó a Coya, pues se destino sería ser Pihui, esposa secundaria, si no Shipacoya, concubina... Hoy en la isla de Pascua, acaso desde entonces, se denomina "tupa" a las torrecillas de piedra desde las cuales se espera y avista la llegada anual de las tortugas. El príncipe regresó a su país con los vientos sures, en otras palabras, por la ruta del noreste primero y del noroeste después. De este modo atravesó la Corriente Peruana o de Humboldt –verdadero río antártico que produce, por evaporación, la "camanchaca" o gran neblina que asustó a la bella Uho- y siguió por una costa orillada de pinnípedos hasta el reino del Gran Chimú. Allí reparó en un trono de metal, "una silla de latón" a decir de los cronistas. También recogió oro, mucho oro. Luego, siempre dejándose llevar por los vientos y las corrientes, arribó a su punto de partida, Manta, en la región manabita. El gran periplo, el mayor y más importante viaje marítimo de la antigüedad peruana, había terminado. Lo último fue el desfile de la victoria, el ingreso triunfal de los expedicionarios al Cusco. La crónica es parca, explicará que hubo fiestas y sólo nos va a decir que el príncipe entró a la Ciudad Sagrada llevando a su padre –aparte de oro, mucho oro- tres trofeos, verdaderas novedades: hombres negros (melanesios de Mangareva y Pascua), huesos y pellejos de unos animales que parecían caballos (los pinnípedos o lobos marinos del litoral) y un trono de reluciente metal (la gran silla de "tumbaga", logro de la metalistería chimú). El pueblo se admiraría, el Hatun Auqui estaría feliz, se decrépito padre felicísimo. Sin embargo, para todos regía una verdad oculta, incluso para el afortunado príncipe cusqueño. En efecto, nunca supo Túpac Yupanqui –igual que Colón respecto a América- que había descubierto Oceanía.
  2. Los cronistas españoles Sarmiento de Gamboa, Martín de Murúa y Miguel Cabello Valboa durante la conquista recogieron un relato sobre que, Túpac Yupanqui, estando en la costa habría tenido conocimiento de unas islas lejanas, decidiendo ir en pos de ellas. Alistado una gran flota de balsas, habría zarpado hacia unas islas llamadas Ninachumbi y Auachumbi que estarían ubicadas en la Polinesia, posiblemente en las islas Marquesas o incluso Mangareva. Ver: Peruredes Tupac Yupanqui. El Inca que descubrió Oceanía
  3. Investigadores de la Universidad de Auckland y la Universidad de Chile, dirigidos por Elizabeth Matisoo-Smith, encontraron en la costa chilena -provincia de Arauco- huesos de pollo precolombinos, que según pruebas de carbono radioactivo datan del siglo XIV, y comprobaron que las secuencias de ADN de los huesos coinciden con las de gallinas polinesias de Tonga, de hace 2000 años. Cuando el conquistador Pizarro llegó a Perú en 1532 informó que los incas usaban gallinas como parte de sus ceremonias religiosas. Ver: Los polinesios llegaron primero
  4. El cronista Pedro Sarmiento de Gamboa es uno de los cuales registra el suceso para lo cual me permito que el mismo nos ilustre “y andando topa ynga Yupanqui conquistando la costa de Manta, la isla de la Puna y tumbez , abordaron ahí unos mercaderes que habían venido por la mar de hacia el poniente en balsas, navegando en vela. De los cuales se informo de la tierra de donde venían , que eran unas islas, llamadas auachumbi y la otra ninachumbi, adonde había mucha gente y oro y como topa ynga era de animo y pensamientos altos y no se contentaba con lo que en tierra Había conquistado, determino tentar la feliz ventura que le andaba por la mar” Después de atisbar de cómo Túpac Yupanqui se entero de la existencia de unas islas auachumbi y ninachumbi, esto avisado y confirmado por un mercader llamado Autarqui.
  5. Agustín de Zárate en su “historia del descubrimiento y conquista del Perú” nos cuenta de cómo se dio la expedición se dio en “balsas construidas de palos largas y livianas atadas sobre dos palos y siempre los de encima son nones comúnmente cinco y algunas veces siete o nueve” eran balsas en donde entraban hasta 50 tripulantes.
  6. Pascua seria ninachumbi, isla de fuego llamada así por las muchas llamas encandiladas que presenta en la noche por sus habitantes y por los volcanes apagados. En la isla de la Pascua como prueba del arribo de Yupanqui existe las construcciones arquitectónicas de carácter religioso como las de Vinapú, esta construcción dice el Busto es similar al de Sacsaywaman, pero esta en menor relevancia. En la isla de Pascua se halla la leyenda de Uho, esta cuenta que existió una doncella de Rapa Nui llamado Uho quien cuenta haber sido “desposada por un príncipe que le ha hecho reina, pero que vive triste por la nostalgia de volver a su isla” el nombre del príncipe soberano es Mahuna – Tera´á el cual significa hijos del sol. “pero el final es dramático el cual cuenta, en que una muchacha regresa a la isla y es amorosamente recogida por sus padres que preparaban una fiesta de bienvenida” Las pruebas son verosímiles, del Busto nos muestra que no solo fue Túpac Yupanqui quien descubrió Oceanía sino que más bien existen otros peruanos quienes llegaron y dieron a conocer al mundo sobre los países que integran Oceanía.
  7. Túpac Yupanqui salio de manta junto con su hueste , el alimento se baso en pescado, charqui, carne seca de auquénido, camote, maíz tostado o cancha y animales marinos los cuales fueron extraídas en pleno viaje, al igual que el agua que fue en gran proporción agua marina mezclada con agua dulce llevadas en mates o cañas huecas y muchas veces asidas de la precipitación. Túpac Yupanqui y sus hombres también chaccharon la coca para poder neutralizar el hambre y la sed. Yupanqui primero llego a Nuku Hiva en donde existen vestigios de la presencia de Yupanqui como la leyenda del caudillo tupa quien llego con su armadilla y muchos hombres, la construcción arquitectónica de Aátupa, posteriormente llega a Mangareva en donde existe una danza conmemorativa al rey tupa, dado esto en alusión a la llegada de Túpac Yupanqui, también existe el gran estrecho de tupa en el atolón de Timoe en Mangareva.
  8. Peruredes, www.peruredes.com (2006). «Túpac Yupanqui. El inca que descubrió Oceanía». Consultado el 2 de marzo de 2007. 
  9. TNP, Televisión Nacional del Perú (2006). «Entrevista a José Antonio del Busto». Consultado el 18 de abril de 2007. 

Bibliografía

  • Jean Hervé Daude, 2009. Île de Pâques - L'empreinte des Incas, Laval, Canada.
  • Mulloy, W.T. 1959. The Ceremonial Center of Vinapu. Actas del XXXIII Congreso Internacional de Americanistas. San José, Costa Rica.
  • Norwegian Archaeological Expedition to Easter Island and the East Pacific, T. Heyerdahl, E.N. Ferdon, W.T. Mulloy, A. Skjølsvold, C.S. Smith. 1961. Archaeology of Easter Island. Stockholm; Santa Fe, N.M.: Forum Pub. House; distributed by The School of American Research.

Enlaces externos