Polonización
La Polonización (en polaco: polonizacja) es la adquisición o imposición de elementos de la cultura de Polonia, en particular, el idioma polaco, por poblaciones no polacas en territorios controlados por Polonia o bajo su influencia.[1]
Historia de la Polonización
Entre el siglo XII y el sigllo XIV muchas ciudades de Polonia adoptaron el llamado Derecho de Magdeburgo que promovía el desarrollo de las ciudades y gremios. Los derechos eran otorgados normalmente otorgados por el rey con la ocasión de la llegada de inmigrantes. Algunos de ellos, integrados en una comunidad mayor, como los mercaderes que se asentaron allí, especialmente griegos y armenios. Adopataron muchos de los aspectos de la cultura polaca pero conservaron su fe ortodoxa. Desde la Edad Media, la cultura polaca, influenciada por el oeste, irradiaba hacia el este, empezando un largo y complejo procesos de asimilación cultural.[2]
Mancomunidad de Polonia-Lituania (1569–1795)
En la Mancomunidad de Polonia-Lituania, los grupos étnicos no polacos, especialmente los rutenos y lituanos, se encontraron bajo la fuerte presión de la cultura polaca[3][4].
El gobierno polaco del territorio empezó en la Unión de Lublin de 1569, cuando muchos de los territoros que formaban parte del "rutenizado" Gran Ducado de Lituania[5][6] fueron transferidos a la Corona polaca, mientras en realidad siguieron hasta el siglo XIX como campesinos en régimen de servidumbre y dejaron grandes terrrenos en los Imperios Ruso y Austro-Húngaro bajo el control de magnates polacos o polonizados, virtualmente indistinguibles.
En el clima de la colonización de las tierras rutenas por la nobleza polaca o polonizada,[7] la persecución[8][9] e incluso una tentativa de prohibición[10] de la Iglesia Ortodoxa en los territorios controlados por los polacos después del infructuoso intento de convertir al campesinado ruteno[10] al catolicismo, las presiones y atracciones de la polonización sobre la nobleza de Rutenia y la élite cultural, resultó en un casi complto abandono de la cultura rutena, tradiciones y de la Iglesia Ortodoxa por parte de la clase alta de Rutenia..[11]
Al Gran Duque de Lituania Jogaila le ofrecieron la corona polaca y se convirtiço en Ladislao II Jagellón (reinó de 1386 a 1434). Esto marcó el comienzo de la polonización gradual de la nobleza lituana. Construyó mucahas iglesias católicas romanas en tierras lituanas paganas y las proveyó con tierras, les presentó a los católicos tierras y posiciones, colonizó las ciudades y pueblos y les otorgó los Derechos de Magdeburgo que consistían en varias permisiones. Estos derechos se le daban a los asentamientos dominados por los polacos o alemanes pero no a los asentamientos rutenos, a quienes se les cargaban todos los impuestos. Los nobles rutenos también se vieron liberados del pago de algunos impuestos y sus derechos se igualaron con los de la nobleza polaca pero sólo cuando se convirtieran al catolicismo. Entonces serían provistos con compensaciones por las oligaciones militares, mientras que los que hubieran permanecido ortodoxos no recibían ninguno. Como consecuencia, la completa totalidad de a población de Rutenia se vio dividida entre los privilegiados y los que no lo eran, y estos últimos fueron los ortodoxos de Rutenia.[3]
Bajo el sucesor de Jogaila, Ladislao III de Varna (reinó de 1434-1444), los esfuerzos para la polonización que se habían llevado a cabo más por la fuerza que por otros medios[12], alcanzaron un cierto grado de sutileza. Ladislao III introdujo algunas reformas más liberales. Incrementó los privilegios de todos los nobles rutenos, independientemente de su religión, y en 1443 firmó una bula que ponía al mismo nivel a la Iglesia Ortodoxa y al Catolicismo Romano, suavizando sus relaciones con el clero ortodoxo. Estas políticas continuaron bajo el siguiente rey Casimiro IV Jagellón. La expansión de la influencia cultural polaca continuó entre los nobles rutenos casa vez más atraídos por el glamour de la cultura occidental y el sistema político polaco en el que los magnates se convertían en gobernadores sin restricciones de las tierras y siervos de sus vastas fincas.
Algunos magnates rutenos como Sanguszko, Wiśniowiecki y Kisiel, resistieron la polonización cultural durante varias generaciones, siendo la familia Ostrogski uno de los más notables ejemplos. Permaneciendo generalmente leales al estado polaco, lso magnates, como los Ostrogski, se quedaron con la religión de sus antepasados, y apoyaron a la Iglesia Ortodoxa generosamente abriendo escuelas, imprimiendo libros en lengua rutena (los primeros cuatro libros imprimidos en alfabeto cirílico en el mundo se publicaron en Cracovia en 1491[2]), y contribuyendo generosamente a la contrucción de iglesias ortodoxas. De todos modos, su resitencia fue gradualmente menguando con cada generación según la élite rutena iba abrazando cada vez más el idioma polaco y el catolicismo.
Así, con la mayor parte de su sistema educacional polonizado y con la amyoría de la inversión destinándose a las instituciones del occidente de Rutenia, la cultura indígena rutena pronto se vería bastante deteriorada. En la Rutenia polaca el lenguaje de los documentos de la administración empezó a cambiar al polaco. Hacia mediados del siglo XVI en estos documetnos encontramos una mezcla peculiar del antiguo eslavo eclesiástico, con el idioma ruteno de los plebeyos y el polaco. Al incrementarse la influencia del polaco en la mezcla pronto esta resultara mayormente polaco impuesto en fonética rutena.[13]
La Iglesa Católica Griega de Rito Oriental, creada originalmente para acoger a los nobles rutenos inicialmente ortodoxos, quedó como una institución sin utilidad, ya que los nobles se convertían directamente al catolicismo de rito latino en masa, de modo que esta iglesia no era más que una jerarquía sin felgreses. La Iglesia Católica Griega se utilizó entonces como una herramienta enfocada a separar al campesinado de sus raíces rutenas, aunque con poco éxito.[10] Los plebeyos, privados de sus protectores nativos, buscaron la protección de los cosacos,[10] quienes eran devotamente ortodoxos, que tendían con facilidad a volverse con violencia contra aquél al que percibieran como enemigo, particularmente el estado polaco y a aquellos que vieran como sus representantes, los polacos y en general los católicos, así como los judíos.[14]
Después de varias revueltas cosacas, especialmente la Rebelión de Jmelnytsky, e invasiones extranjeras (como "el Diluvio"), la Mancomunidad, con cada vez menos poder y cayendo bajo el control de sus vecinos,[15][16] empezó a declinar, un proceso que finalmente culminará con la eliminación del estado polaco a finales del siglo XVIII por los isguientes 123 años.
Mientras la Confederación de Varsovia de la Mancomunidad es considerada ampliamente un ejemplo de tolerancia religiosa sin precedentes para su tiempo,[17] las políticas opresivas de Polonia hacia sus súbditos pertenencientes a la Ortodoxia es a menudo citado como una de las principales razones responsables del fin del estado.[18]
Durante todo el tiempo de existencia de la Mancomunidad, la polonización en las regiones occidentales de la misma se tradujo sólo en esfuerzos con pequeños grupos de colonos como los Bambrzy en la Gran Polonia.
Particiones (1795-1918)
La polonización también se dio en momentos en los que el estado polaco no existía, a pesar de que los imperios que se repartieron Polonia aplicaron políticas en contra de las ganancias pasadas de la polonización o enfocadas a reemplazar la identidad polaca y erradicar el grupo nacional polaco.[19][20][21][22]
La polonización tuvo lugar en los primeros años de la partición prusiana, donde, como reacción a la persecución del Catolicismo Romano durante el Kulturkampf, los católicos alemanes que vivían en áreas con una mayoría polaca se integraron voluntariamente en la sociedad polaca (se calcula que fueron unos 100.000 alemanes de las provincias orientales de Prusia).[19]
Según algunos estudiosos, los mayores éxitos de polonización de las tierras no-polacas de la antigua Mancomunidad se consiguieron tars las particiones, en tiempos de persecución de la condición polaca (argumentado por Leon Wasilewski (1917[23]), Mitrofan Dovnar-Zapolsky (1926[24])). Paradójicamente, el sustancial movimiento hacia el este del territorio étnico polaco y el crecimiento de las regiones étnicas polacas, se dieron en el momento del más fuerte ataque de Rusia sobre todo lo polaco que hubiera en Lituania y Bielorrusia.[25]
El perfil general de causas que se dan para esto incluye las actividades de la Iglesia Católica Romana[26] y la influencia cultural que representaban en ese momento y sobre esas tierras las grandes ciudades como Vilna y Kovno,[27] las actividades del distrito educacional de Vilna entre 1800 y la década de 1820,[28] las actividades de la administración local, aún controlada por los polacos locales o nobleza polonizada antes del Levantamiento de Enero,[29] escuelas secretas polacas desde la segunda mitad del siglo XIX a principios del XX (tajne komplety)[29] y la influencia de las posesiones y fincas de tierra.[29]
Tras el desmembramiento de la Mancomunidad de Polonia-Lituania a finales del siglo XVIII, las dinámicas de polonización continuaron en un primer momento en Lituania, Bielorrusia y las partes de dominación polaca de Ucrania, ya que las inicialmente políticas liberales del Imperio otorgaban a la élite polaca concesiones significativas en los asuntos locales. Dovnar-Zapolsky observa [30] que la Polonización realmente se intensificó bajo el gobierno liberal de Alejandro I de Rusia, particularmente debido a los esfuerzos de los intelectuales polacos que se encargaban de la Universidad de Vilna, organizada en 1802-3 desde la Academia de Vilna (Schola Princeps Vilnensis), a la que se agrandó y se le dio el estatus de "Imperial" bajo el nuevo nombre de Universidad Imperial de Vilna (Imperatoria Universitas Vilnensis).[31] Por orden del Emperador, el distrito educacional de Vilna supervisado Adam Czartoryski (amigo personal de Alejandro), se agrandó para incluir vastos territorios en el oeste del Imperio Ruso llegando a Kiev en el sudeste y al territorio polaco, y se proveyó el desarrollo de la Universidad, sin rival en el distrito, que se convirtió en una prioridad para las autoridades imperiales que le otorgaron una libertad y autonomía significativa.[31] Con el esfuerzo de los intelectuales polacos al servicio de los rectores de la Universidad, Hieronim Strojnowski, Jan Śniadecki y Szymon Malewski, así como Czartoryski que los supervisaba, la Universidad se convirtió en el centro del patriotismo y cultura polaca, siendo como era la única Universidad del distrito, el centro atrajo a la joven nobleza de todas las etnias de esta extensa región.[31][32]
Con el tiempo, el tradiconalmente usado latín fue eliminado de la Universidad y hacia 1816, totalmente reemplazado por el polaco y el ruso. Este cambio afectó y reflejó un profundo cambio en el sistema de escuela secundaria lituano y bielorruso en las que el latín también se utilizaba tradicionalmente, ya que la Universidad de Vilna era la principal fuente de maestros para estas escuelas. Del mismo modo, la Universidad era responsable de la selección de los libros de texto, y sñolo se aprovaron para su impresión y uso los libros de texto polacos.[32]
Dovnar-Zapolsky afirma que "las décadas de 1800 y 1810 fueron testimonio de una prosperidad sin precedentes de la cultura e idioma polacos en las tierras del antiguo Gran Ducado de Lituania had seen the unprecedented prosperity of the Polish culture and language in the former Great" y que "esta era ha visto la conclusión efectiva de la polonización de la pequeña nobleza, con una reducción significativa del área de uso del contemporáneo idioma bielorruso"[33], explicando asímismo que la dinámica de polonización había sido complementada con los esfuerzos (encubiertos) antirusos y antiortodoxos.[34] La oposición lituana a este desarrollo fue acallada por varios medios, alguna vez incluso de forma violenta.[32] Los resultados de estas tendencias se ven bien reflejados en los censos étnicos de territorios previamente no-polacos.
Las tendencias continuaron con la llegada de Napoleón en 1812. Los polacos continuaron ocupando los más importantes cargos del gobierno litunao de Vilna, y, tras la restauración del gobierno ruso, las políticas del gobierno central apenas cambiaron. Jan Śniadecki, que fue promovido en los tiempos de Napoleón al rango de Ministro de Educación y Cultos, salvó su rectorado gracias a la protección de Czartoryski. Como el plan de Alejandro de separar definitivamente a Lituania de Polonia mediante la restauración del Gran Ducado se hizo evidente, Sniadecki, respaldado por Czartoryski, que fingía ser leal al zar, hizo el esfuerzo en última instancia de polonizar a la joven generación de lituanos educándoles como polacos que se unirían a los rangos de la lucha por una Polonia independiente y homogénea.[32]
A continuación del Levantamiento de Noviembre, dirigido a independizarse de Rusia, las políticas imperiales finalmente cambiaron considerablemente. La Universidad fue cerrada forzosamente en 1832 y los siguientes años se ven caracterizados por políticas que apuntan a la solución asimilatoria de la "Cuestión polaca", tendencia que continuaría, fortalecida, tras el infructuoso levantamiento de Enero (1863).
En el siglo XIX, la casi sin rival tendencia a la polonización de los siglos anteriores, chocó frontalmente con la política de Rusificación antipolaca, con éxitos temporales para ambas facciones, ya que la polonización tiene sus puntos fuertes a mediados de la década de 1850 y en la de 1880, mientras que la rusificación se da con mayor vigor en la de 1830 y 1860.[35] La polonización de los territorios del este y del oeste (partciones rusa y alemana, respectivamente) ocurrió en lugares donde la influencia en el gobierno de los polacos había disminuido constantemente. La partición de Polonia supuso una amenaza genuina a la continuidad de la cultura y el idioma polacos en esas regiones.[21] Al centrarse la polonización en la cultura polaca, las políticas dirigidas a destruirla o debilitarla tuvieron un impacto significativo en debilitar la polonización de aquellas regiones. Esto es particualrmente visible en la Polonia ocupada por Rusia, donde a la cultura polaca le fue peor, ya que la administración rusa gradualmente se fue haciendo antipolaca.[21]
Después de un breve periodo relativamente liberal a principios del siglo XIX, donde a Polonia se le permitió retener alguna autonomía como el estado títere del Zarato de Polonia (dependiente del imperio Ruso),[36] la situación de la cultura polaca fue empeorando continuamente.
Segunda República Polaca (1918-1939)
En los tiempos de la Segunda República Polaca (1918-1939) la mayoría del territorio previamente polaco, que había tenido históricamente una mezcla de población rutena y polaca, tenían mayorías de población bielorrusa y ucraniana.[38] Después del renacer del estado polaco después de la Primera Guerra Mundial, estas tierras volvieron a estar en disputa, aunque los polacos tuvieron éxito sobre la naciente República Nacional de Ucrania Occidental en la Guerra Polaco-Ucraniana de 1918-19. Así, con el nacimiento de Polonia, y su intento de eliminación del estado ucraniano en Galitzia y Volynia, seguido por su ofensiva en el oeste de Bielorrusia -que la RFSS de Rusia consiguió contener a duras penas, estos territorios acabaron en manos de Polonia. Aproximadamente un tercio de la población del nuevo estado no era católica,[39] incluyendo un gran número de judíos rusos que habían inmigrado a Polonia siguiendo una ola de progromos en Ucrania que continuaron hasta 1921.[40] A los judíos se les dio a elegir en un tratado de paz en Riga entre los dos países y carios cientos de miles se unieron a la ya numerosa minoría judía de la Segunda República Polaca.[41]
El trato a las minorías no-polacas se convirtió en un asunto de intenso debate entre los líderes polacos. En un mismo momento se enfrentaron dos teorías sobre la política que se debía acometer: una aproximación más tolerante y posiblemente menos asimilacionista que era abogada por Józef Piłsudski,[42] cuyo proyecto de crear una federación Międzymorze con otros estados fallidos tras la Guerra Polaco-Soviética se enfrentó con la estrategia finalmente prevaledora abogada por Roman Dmowski (ministro de asuntos exteriores) y Stanisław Grabski (ministro de religión y educación). Dmowski y Grabski vio la solución del problema de las minorías en la imposición de los valores polacos (la lengua polaca y la iglesia católica) a las minorías para alcanzar la asimilación nacional que los haría polacos en la siguiente generación.[43] Sin embargo, Józef Piłsudski, que a parte de Jefe de Estado controlaba también el ejército, apoyaba una asimilación estatal antes que nacional como un medio más práctico.
Como la mayor parte del gobierno polaco estaba inicialmente controlado por Roman Dmowski, líder de la Democracia Nacional y fuerte propulsor de la polonización,[44] se implementaron políticas basadas en sus puntos de vista.[45] Dmowski dijo: Allá donde podamos multiplicar nuestras fuerzas y nuestros esfuerzos civilizadores, absorbiendo a otros elementos, no hay ley que nos pueda prohibir hacerlo, ya que actuar así es nuestro deber. [46] La asimilación lingüística fue considerada por los demócratas nacionales como un factor principal para unificar el estado. Por ejemplo, Stanisław Grabski, ministro polaco para la religión y la educación pública en 1923 y entre 1925 y 1926, escribió que Polonia debe preservarse como un estado de gente polaca. Si fuera un estado de polacos, judíos, alemanes, rusinos, bielorrusos, lituanos, rusos, perdería otra vez su independencia; y que es imposible hacer una nación de aquéllas que no tienen 'autoidentificación nacional', que se llaman a sí mismos 'locales' (tutejszy). Grabski también dijo que el objetivo de las políticas polacas debería de ser la transformación de la Mancomunidad en un territorio étnico polaco.[47][48] Algunos cargos negaban totalmente la existencia de las naciones ucraniana y bielorrusa.
Una ley promulgada en 1924 prohibía el uso de cualquier idioma excepto el polaco en los documentos gubernamentales y municipales. En el área de la educación pública se postuló que las escuelas estatales sólo podrían usar la lengua polaca.[43] La población local podría tener escuelas privadas en el idioma local, pero sólo en los territorios leales al estado polaco. Específicamente con respecto a las regiones orientales (conocidas comoKresy Wschodnie, o "Tierras de frontera oriental") se reconoció que las escuelas pueden convertirse en un instrumento de desarrollo cultural en las tierras orientales sólo si trabajan en ellas profesores polacos. Esto resultó ser irrealizable y, en casos particulares, se propusieron escuelas bilingües ("escuelas utraquistas", szkoły utrakwistyczne), mientras que en realidad las escuelas funcionales eran en las que se usaba el polaco.[43]
En cuanto a la política interna, el gobierno de Piłsudski marcó una necesitada estabilización y mejora de la situación de las minorías étnicas, que formaban casi un tercio de la población de la Segunda República. Piłsudski reemplazó la asimilación étnica demócrata nacional por una política de asimilación estatal: los ciudadanos eran juzgados por su lealtad al estado, no por su nacionalidad. [43] Los años entre 1926 y 1935 fueron vistos favorablemente por muchos judíos polacos, cuya situación mejoró especialmente bajo el gabinete del delegado de Piłsudski Kazimierz Bartel.[49] Sin embargo, una combinación de varias razones, desde la Gran Depresión,[43] la necesidad de apoyo de los partidos a Pisłudski para la elección en el parlamento[43] a la espiral de ataques terroristas de la Organización de Nacionalistas Ucranianos y las pacificaciones del gobierno[43][50] forzaron que la situación continuara degenerando a pesar de los esfuerzos de Piłsudski.
Polonization of the economy was advanced by Polish statism. Lack of private capital in the country after the First World War, and later state interventions and takeovers of politically important sectors in the aftermath of the Great Depression, increasingly expanded the government economic sector. From 1931 on, the state industrial sector grew more rapidly than the private sector, however the Jewish minority was excluded from this sector of the economy. Even facing acute shortage of engineers, the responsible authorities preferred to leave positions vacant than fill them with Jewish experts [51] Jews were also excluded from local administrations. In Lublin, where Jews made up about 40% of the population, only 2.6% of municipal workers were Jews; in Warsaw 16% of the Poles, and only 0.8% of Jews, were employed in the state or public sectors [52]. Efforts to Polonize the economy also affected Jews employed in the private sector. Boycotts of Jewish businesses were instigated by National-Democratic groups such as the League of the Green Band (Liga Zielonej Wstążki). The Catholic Church and Polish government condoned this Polonization of the economy especially after the National Democrats gained control of the government in 1937.[53].
However, Polonization also created a new educated class among the non-Polish minorities, a class of intellectuals aware of the importance of schooling, press, literature and theatre, who became instrumental in the development of their own ethnic identities.[54]
Some scholars emphasize the importance of the interwar government's Polonization policies for the preservation of Polish statehood in the long term.[55]
Controversia sobre la etnia de algunas figuras notables
Como consecuencias del proceso de polonización cultural, se dieron disputas sobre la etnicidad de algunas personas notables como Tadeusz Kościuszko, Adam Mickiewicz e Ignacy Domeyko, quienes son celebrados como próceres nacionales tanto por los polacos, como por los bielorusos y lituanos.
Referencias
- ↑ En la historiografía polaca, particularmente antes de la Segunda Guerra Mundial (p.e., L. Wasilewski. Citado en Смалянчук А. Ф. (Smalyanchuk 2001) Паміж краёвасцю і нацыянальнай ідэяй. Польскі рух на беларускіх і літоўскіх землях. 1864—1917 г. / Пад рэд. С. Куль-Сяльверставай. — Гродна: ГрДУ, 2001. — 322 с. ISBN 985-417-345-1. Pp.24, 28.), se ha llegado convencionalmente a una división entre Polonización y Autopolonización (en polaco: polszczenie się), aunque de todos modos la mayoría de los investigadores modernos no usan el término polszczenie się.
- ↑ a b Michael J. Mikoś, Polish Literature from the Middle Ages to the End of the Eighteenth Century. A Bilingual Anthology, Varsovia: Constans, 1999. Primeros capítulos en línea Error en la cita: Etiqueta
<ref>
no válida; el nombre «Mikos» está definido varias veces con contenidos diferentes - ↑ a b Nataliia Polonska-Vasylenko, History of Ukraine, "Lybid", (1993), ISBN 5325004255, v.I, Section: "Ukraine under Poland"
- ↑ Natalia Iakovenko, Narys istorii Ukrainy s zaidavnishyh chasic do kincia XVIII stolittia, Kiev, 1997, Sección: 'Ukraine-Rus, the "odd man out" in Rzeczpospolita Obojga Narodow
- ↑ "Dentro del Gran Ducado de Lituania, las tierras rutenas inicialmente retuvieron una considerable autonomía. Los paganos lituanos se estaban convirtiendo a la ortodoxia y asimilándose a la cultura rutena. Las prácticas administrativas del Gran Ducado y su sistema legal derivavan de las costumbres eslavas, y el idioma ruteno pasó a ser el idioma oficial del estado. El gobierno directo de Poonia sobre Uvrania era desde 1340 y estaba limitado a Galitzia. Así los cambios en áreas como la administración, la ley, y la posesión de tierra se hicieron más rápidamente en Ucrania que en las tierras bajo control lituano. De todos modos, Lituania misma pronto caería en la órbita de Polonia." de Ukraine. (2006). En Encyclopædia Britannica.[1]
- ↑ Polonska-Vasylenko, Sección: Evolution of Ukrainian lands in the 15th-16th centuries
- ↑ "Transferida como resultado de la Unión de Lublin del Gran Ducado de Lituania a la más homogénea étnicamente Corona, Ucrania fue colonizada por grandes nobles tanto ucranianos como polacos. Muchos de ellos gradualmente abandonaron la prtodoxia para abrazar el catolicismo romano y polaco. Estos "pequeños reyes" de Ucrania controlaban cientos de miles de individuos." de Wladyslaw IV Vasa en "Poland, history of". (2006). En Encyclopædia Britannica. [2]
- ↑ "Ucrania había florecido bajo el gobierno lituano, y su idioma llegó a ser el del estado; pero después de la unión orgánica de Polonia y Lituania en 1569, Ucrania quedó bajo gobierno polaco, los campesinos ucranianos sometidos a servidumbre rápidamente, y la Iglesia Ortodoxa Ucraniana sufrió persecución." de "Ukraine". Columbia Encyclopedia, Secta Edición. 2001-05.[3]
- ↑ " La iglesia de la Unia no tenía éxito en lograr la igualdad legal con la iglesia latina prevista por el acuerdo. Tampcoo era capaz de potenciar el proceso de polonización y latinización de la nobleza. Al mismo tiempo la Unión de Brest causó una profundad división en la iglesia de Rutenia y su sociedad. Esto se vio refeljado en una importante literatura polémica, luchas por el control de los obispados y las propiedades de la iglesia que se intensificaron tras la restauración de una jerarquía ortodoxa en 1620, y en numerosos actos de violencia. Los esfuerzos para sanar la herida en las décadas de 1620 y 1630 fueron infructuosos." de Ukraine. (2006). En Encyclopædia Britannica.[4]
- ↑ a b c d En 1596 la Unión de Brest-Litovsk subordinó la Iglesia Ortodoxa de la Mancomunidad al papado creando la iglesia de rito oriental (Unia). Políticamente, se hizo con miras a cimentar la cohesión del estado ante Moscú; sin embargo llevó a divisiones internas entre los ortodoxos. La nueva iglesia de rito oriental se convirtió en una jerarquía sin fieles mientras que la prohibida Iglesia ortodoxa quedó en la clandestinidad. El reconocimiento de Ladislao de la existencia de la última en mayo de 1632 llegó demasiado tarde. Las masas otodoxas fueron privadas de sus protectores nativos, que se habían polonizado y catolicizado y buscaban la alianza cosaca." de Wladyslaw IV Vasa en "Poland, history of". (2006). En Encyclopædia Britannica. [5]
- ↑ Orest Subtelny, Ukraine: A History, Second Edition, 1994, University of Toronto Press, pp. 89
- ↑ "El nuevo rey polaco, el hijo de Jogaila, Ladislao conocido en la historia como "de Varna", debido a su muerte en batalla contra los turcos en Varna en 1444) contuvo significativamente las aspiraciones de Svidrigellón (Švitrigaila) por sus actitudes respecto al pueblo ruteno y a su religión. Hasta entonces (bajo Jagellón) los polacos obtenían el poder en Rutenia por la fuerza [...] El sucesor de Jagellón, Ladislao (reinando desde 1434), actuó de un modo diverso que su padre, aunque con los mismos objetivos en mente. Aumentó los privilegios y libertades ,que anteriormente sólo habían disfrutado los nobles de religión latina, a todos los nobles rutenos sin excepción. Esto marcó el comienzo de la reconciliación entre Rutenia y Polonia..."
- ↑ Kostomarov, "Ostrozhski"
- ↑ "Little Russian Hetman Zinoviy-Bogdan Jmelnytsky" (Bohdan Jmelnytsky) en "Nikolay Kostomárov's, "RHistoria rusa en biografías de sus principales figuras", [6]
- ↑ William Bullitt, The Great Globe Itself: A Preface to World Affairs, Transaction Publishers, 2005, ISBN 1-4128-0490-6, Google Print, p.42-43
- ↑ John Adams, The Political Writings of John Adams, Regnery Gateway, 2001, ISBN 0-89526-292-4, Google Print, p.242
- ↑ La Conferación de Varsovia del 28 de enero de 1573: tolerancia religiosa garantizada, parte delPrograma Memoria del Mundo de la UNESCO.
- ↑ Aleksandr Bushkov, Andrey Burovsky. Russia that was not - 2. The Russian Atlantis", ISBN 5-7867-0060-7, 5-224-01318-6
- ↑ a b La situación Prusia-Polonia: Un experimeto de asimilación de W.I. Thomas.
- ↑ Various authors, The Treaty of Versailles: a reassessment after 75 years, Cambridge University Press, 1998, ISBN 0521621321, Google Print, p.314
- ↑ a b c Roland Sussex, Paul Cubberley, The Slavic Languages, Cambridge University Press, 2007, ISBN 0521223156, Google Print, p.92
- ↑ Mikhail Dolbilov, El esteriotipo de los polacos en la política imperial: La despolonización de la región noroccidental en la década de 1860, Estudios Rusos de Historia, Issue: Volume 44, Number 2 / Fall 2005, Pages: 44 - 88
- ↑ Wasilewski L. (Wasilewski 1917) Kresy Wschodnie. — Warszawa: T-wo wydawnicze w Warszawie, 1917. p. VII citado en (Smalyanchuk 2001), p.24.
- ↑ (Dovnar 1926) pp.290—291,298.
- ↑ "En tiempos de Muravyov el Ahorcador", como se argumenta en (Wasilewski 1917), p. VII citado en (Smalyanchuk 2001), p.24. Véase también la nota sobre el tratamiento de la Polonización como Autopolonización.
- ↑ Como se argumenta en (Wasilewski 1917), p.42 citado en (Smalyanchuk 2001), p.24. También argumentado por Halina Turska en la década de 1930 en "O powstaniu polskich obszarów językowych na Wileńszczyźnie", p.487 citado en (Smalyanchuk 2001), p.25.
- ↑ Como argumenta (Wasilewski 1917), p.42 citado en (Smalyanchuk 2001), p.24.
- ↑ (Dovnar 1926) pp.290—291,293—298.
- ↑ a b c (Smalyanchuk 2001), p.28, (Dovnar 1926), pp.303—315,319—320,328—331,388—389.
- ↑ Довнар-Запольский М. В. (Mitrofan Dovnar-Zapolsky) История Белоруссии. — 2-е изд. — Мн.: Беларусь, 2005. — 680 с. ISBN 985-01-0550-X, LCCN 2003500047
- ↑ a b c Tomas Venclova, Cuatro siglos de Iluminación. Una visión histórica de la Universidad de Vilna, 1579-1979, Lituanus, Volumen 27, No.1 - Verano de 1981
- ↑ a b c d Rev. Stasys Yla, La lucha de nacionalidades en la Univesidad de Vilna, Lituanus, Volumen 27, No.1 - Verano de 1981
- ↑ Dovnar-Zapolsky, pp.290-298.
- ↑ Dovnar-Zapolsky, pp.293—296.
- ↑ Dovnar-Zapolsky, pp.303—315,319—320,328—331.
- ↑ Harold Nicolson, The Congress of Vienna: A Study in Allied Unity: 1812-1822 , Grove Press, 2001, ISBN 080213744X, Google Print, p.171
- ↑ Celia Stopnicka Heller, On the Edge of Destruction: Jews of Poland Between the Two World Wars, 1993, Wayne State University Press, 396 pages, ISBN 0814324940, page 43.
- ↑ El renacer de Polonia. University of Kansas, notas a la conferencia por Anna M. Cienciala, 2004. Cita:"había grandes minorías de polacos en los que hoy es el oeste de Bielorrusia y en el oeste y el centro de Ucrania. De acuerdo al censo polaco de 1931, los polacos eran 5.600.000 de individuos del total de la población de la Polonia oriental que era de 13.021.000 habitantes. En Lituania, los polacos eran mayoría en las áreas de Vilna y Suwałki, así como existía un número importante de individuos alrededor de Kaunas (polaco:Kowno)."
- ↑ "Un tercio de la población polaca consistía en no-polacos, la mayoría de los cuáles se sentía levemente alienados que les había incorporado por la fuerza... El gobierno polaco creyó que no tenía razones para negociar términos de autonomía con las minorías hasta que no hubiese impuesto su gobierno."
Roshwald, Aviel (2001). http://books.google.com/books?ie=UTF-8&vid=ISBN0415242290&id=qPyer6Pks0oC&pg=PA164&lpg=PA164&dq=%22Peace+of+Riga%22&vq=%22imposed+its+rule%22&sig=O-9FXzZz2mDsX8Gm9U7QwcCYO2s|chapterurl=
sin título (ayuda). Ethnic Nationalism and the Fall of Empires: Central Europe, the Middle East and Russia, 1914-1923. Routledge (UK). ISBN 0-415-24229-0. - ↑ Arno Joseph Mayer, The Furies: Violence and Terror in the French and Russian Revolutions. Published by Princeton University Press, pg. 516 [7]
- ↑ Historia de los judíos en Rusia.
- ↑ Zbigniew Brzezinski en su introducción a la obra de Wacław Jędrzejewicz’s “Pilsudski Una vida para Polonia” escribió que la visión de Pilsudski de Polonia, paradójicamente, nunca fue alcanzada. Contribuó inmensamente a la creación de un moderno estado polaco, para preservarlo de la invasión soviéticam aunqué fracasó en sus intentos de crear el tipo de mancomunidad multinacional basada en los principios de justicia social y tolerancia étnica, a los que había aspirado en su juventud. Puede uno imaginarse la relevancia de su imagen de una Polonia así en la época del nacionalismo.... Citado de este sitio web.
- ↑ a b c d e f g Error en la cita: Etiqueta
<ref>
no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadasSnyder
- ↑ Manfred F. Boemeke, Gerald D. Feldman, Elisabeth Glaser, The Treaty of Versailles: A Reassessment After 75 Years, Cambridge University Press, 1998, ISBN 0-521-62132-1, Google Print, p.314
- ↑ Lonnie R. Johnson, Central Europe: Enemies, Neighbors, Friends
- ↑ Tomaszewski J. Kresy Wschodnie w polskiej myśli politycznej XIX i XX w.//Między Polską etniczną a historyczną. Polska myśl polityczna XIX i XX wieku.—T.6.—Warszawa, 1988.—S.101. (Citado en: Oleksandr Derhachov (editor), "Estado ucraniano en el Siglo Veinte: Análisis histórico y político, 1996, Kiev ISBN 966-543-040-8)).
- ↑ Anna Reid, Borderland: A Journey Through the History of Ukraine, Westview Press, 2000, ISBN 0-8133-3792-5, Google Print, p.106
- ↑ Rogers Brubaker, Nationalism Reframed: Nationhood and the National Question in the New Europe, Cambridge University Press, 1996, ISBN 0-521-57649-0, Google Print, p.100
- ↑ Feigue Cieplinski, Poles and Jews: The Quest For Self-Determination 1919-1934, Binghamton Journal of History, Otoño 2002.
- ↑ Davies, God's Playground, op.cit.
- ↑ Herbert Arthur Strauss "Hostages of Modernization: Studies on Modern Antisemitism, 1870-1933/39", Walter de Gruyter, 1993, p. 1084
- ↑ Strauss, p.1050
- ↑ Strauss, p.1083
- ↑ Eugenia Prokop-Janiec, "Polskie dziedzictwo kulturowe w nowej Europie. Humanistyka jako czynnik kształtowania tożsamości europejskiej Polaków." Research group. Subject: The frontier in the context of Polish-Jewish relations. CBR grant: Polish cultural heritage in new Europe. Humanism as a defining factor of European identity of Poles. Pogranicze polsko-żydowskie jako pogranicze kulturowe
- ↑ In an article written in 1968 for the fiftieth anniversary of Polish independence in 1918, and the emergence of the Polish Second Republic, Jan Nowak-Jeziorański wrote: "Even a large amount of staunch criticism of the Polish independence of the interwar period cannot overshadow the fact that the resurgence and rebuilding of the country was the biggest victory achieved by the Polish people in their history... The interwar period, short from the historical perspective, was by no means a finite episode. The twenty years of independence cemented Polish presence on the map of the world with such strength that no Hitler in collusion with Stalin in 1939, nor Stalin alone in 1945 were able to remove it again from among the European states... The biggest achievement of the interwar period for the sovereign Polish state was the making of a new generation of Poles, who proved themselves in a test of fire during World War II." Jan Nowak-Jeziorański , Na Antenie nr 68, dodatek do Wiadomości 47/1182, Londyn 24 listopada 1968. "11 listopada 1918", reprinted by THE SCROLLS, An Internet Cultural Periodical, 1997, ISSN 1496 - 6115
Enlaces externos
- Mancomunidad de Diversas Culturas: La herencia de Polonia
- La polonización de la nobleza ucraniana
- Założenia programowe głównych obozów politycznych wobec szkolnictwa dla ludności białoruskiej w II Rzeczypospolitej (en polaco).
Para saber más
- Subtelny, Orest (1988). Ukraine: A History. Toronto: University of Toronto Press. ISBN 0-8020-5808-6.
- Snyder, Timothy (2004). The reconstruction of nations: Poland, Ukraine, Lithuania, Belarus, 1569-1999. Yale University Press. ISBN 0-3001-0586-X.
- Davies, Norman (2005). God's Playground: A History of Poland, Vol. 1: The Origins to 1795. Columbia University Press. ISBN 0-2311-2817-7.