Golpe de Estado en Venezuela de 2002
golpe de Estado del 11 de abril de 2002 (llamado también sucesos del 11 de abril) fue un intento de derrocamiento contra el presidente venezolano Hugo Chávez.
Enmarcado en fuertes protestas y una huelga general que duró más de tres días, el alto mando militar anunció a través del general Lucas Rincón Romero la renuncia de Chávez. Luego, los sublevados ejecutaron un golpe de Estado que colocó en la Presidencia al jefe de Fedecámaras Pedro Carmona Estanga. Luego de protestas de los simpatizantes de Chávez y algunas presiones internacionales, los militares leales al Gobierno retomaron el poder y Chávez reasumió la Presidencia en la madrugada del 14 de abril de 2002.
La oposición y medios de comunicación venezolanos argumentaron fervientemente que lo ocurrido no fue un golpe de Estado sino un vacío de poder, originado por la renuncia de Chávez, de su vicepresidente Diosdado Cabello y por el desconocimiento de algunos militares. El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela les dio la razón dando el veredicto de vacío de poder como lo sucedido el 11 de abril; sin embargo, según la opinión internacional, este hecho es considerado como un golpe de Estado, dándole la razón a Chávez. Esto se ampara en la Constitución venezolana, la cual afirma que la renuncia debe ser voluntaria y es nula si es bajo presión o coacción, además, la Asamblea Nacional debía aceptarla para ser válida.
Chávez y sus seguidores lo llaman un «golpe mediático», argumentando que los medios de comunicación venezolanos, en especial de los canales privados, tuvieron una gran cuota de responsabilidad en el golpe de Estado, autocensurando información comprometida con los golpistas e incluso de ser ellos los principales promotores. Los chavistas también mencionan que fue un golpe empresarial, pues el efímero presidente Carmona era empresario; igualmente, el golpe fue apoyado por la iglesia católica y los sectores oligárquicos.
Antecedentes
El motivo principal de la crisis del Gobierno con la oposición, en especial con el empresariado, fue un paquete de 49 decretos ley. Chávez se aprovechó de su mayoría de más de dos tercios del legislativo, que le dio la facultad de Legislar y gobernar por decreto durante un año. A finales de 2001, debido al vencimiento de dicha facultad, Chávez decretó todas las leyes, lo cual enfureció a la oposición. La más criticada fue la ley de tierras (que permitía expropiar latifundios) y la ley de hidrocarburos. Inmediatamente tras esto, los empresarios agrupados en la patronal Fedecámaras, apoyándose de su enorme poder en el país, realizaron una huelga general, que no logró doblegar a Chávez.
En febrero de 2002 Chávez cambió la plana mayor de PDVSA, la empresa petrolera del Estado, por gerentes leales al Gobierno. En la opinión de la oposición, de los empresarios y de parte de los empleados de la petrolera, Chávez violentó con estos cambios una larga tradición meritocrática, nombrando en puestos directivos a personas que provenian de fuera de la empresa, comprometiendo su eficacia.
Este acto, percibido por los cuadros gerenciales de PDVSA y los sindicatos opositores como una agresión contra el sistema meritocrático en la empresa más importante del país y los paquetes legislativos decretados por Chávez, junto a la persistencia (real o alegada) de la crisis económica y social, indujo a un grupo de organizaciones sindicales (CTV), empresarios, la iglesia católica, algunos partidos políticos y las televisoras privadas de Venezuela, a que el 9 de abril la patronal convocara otra huelga general, esta vez de carácter indefinido, para forzar la renuncia de Chávez. Al tercer día de la huelga, las protestas se convirtieron en disturbios, una marcha contra el Gobierno fue desviada de su recorrido ilegalmente hacia el palacio presidencial de Miraflores, donde también había una concentración de apoyo al Gobierno. Ocurrieron enfrentamientos armados que produjeron varios muertos y heridos. La presencia de francotiradores y la violenta represión de la Policía Metropolitana dejó decenas de muertos y cientos de heridos, tanto opositores como partidarios al Gobierno.
Dado que para el momento la policía de la Alcaldía Metropolitana de Caracas estaba bajo el control del Golpista Alfredo Peña, y que existen numerosas pruebas que asocian a los cuerpo de seguridad (Policía Metropolitana) con el golpe de Estado, algunos consideran que Peña era uno de los golpistas y las personas que apoyan al Gobierno lo catalogaron de «radical» y miembro de CIA.
Entre otros hechos hubo una cadena nacional de radio y televisión, que el presidente llamó a la calma, los medios de comunicación decidieron dividir la pantalla, considerada por ellos como un acto de respuesta periodística a los hechos. Para el oficialismo esta actitud muestra la planificación de los hechos por parte de los medios de comunicación, quienes utilizaron la estrategia como parte de su «juego político».
El golpe
Un grupo de militares Golpistas (En este Grupo participaron los Comandantes Generales de los Componentes Militares) quienes reaccionaron y pidieron la renuncia del presidente, quien fue detenido el 12 de abril de 2002 y trasladado fuera de Caracas. Ese mismo día fue juramentado Pedro Carmona como presidente interino. Su primer acto oficial fue la disolución del Parlamento (Asamblea Nacional), el Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral, y la remoción del fiscal general, del contralor, y del defensor del pueblo, lo cual fue duramente criticado nacional e internacionalmente.
El llamado «decreto Carmona» no sólo fue criticado por el chavismo, también por dirigentes e intelectuales de centro y centro-izquierda, entre ellos los editores Rafael Poleo y Teodoro Petkoff, sumandose además la crítica tácita del sindicato nacional CTV, cuyos miembros no acudieron a la firma del documento. Todo esto le restó capacidad de movilización al Gobierno de facto.
El nuevo Gobierno tuvo que enfrentarse inmediatamente con protestas populares que se mantenían firmes a favor de Chávez. Militares aliados a éste se sublevaron en Maracay (dirigidos por el general Raúl Isaias Baduel) y las protestas forzaron la salida de Carmona y del resto de personas ligadas al nuevo Gobierno, que tuvieron que escapar del país. El 14 de abril de 2002 Chávez fue liberado de su prisión militar y repuesto como jefe de Estado.
Sucesos de Puente Llaguno
La cadena de televisión Venevisión, de tendencia oposicionista, grabó unas imágenes que se difundieron y se repitieron muchas veces en la televisión nacional e internacional. La noticia que difundieron los medios de comunicación narraba los hechos de esta forma: ambas marchas se habían encontrado en el puente Llaguno (puente elevado, situado cerca del centro histórico de Caracas) y la marcha chavista disparó a sangre fría contra la marcha opositora; todos los muertos serían de la oposición.
Estas imágenes causaron un gran impacto en la opinión internacional, el mismo gobierno de España, a través de la agencia EFE y la Agencia Española de Cooperación Internacional, otorgó el 28 de noviembre de 2002 el premio Internacional de Periodismo Rey de España al reportero Luis Alfonso Fernández, quien realizó el reportaje.
El documental Puente Llaguno: claves de una masacre mostró otra versión de los hechos. Mediante una serie de grabaciones, comparación de imágenes tomadas desde diferentes ángulos, posición del sol en cada una de las tomas y otras pruebas, planteó que la noticia transmitida fue manipulada y los hechos fueron los siguientes: las dos marchas no se encontraron. Antes de que la marcha opositora llegara al puente Llaguno, varias personas fueron heridas, algunas gravemente; los disparos se originaron desde lugares desconocidos, pero se sospechó que fueron hechos por francotiradores desde los edificios que rodeaban la zona.
La Policía Metropolitana abrió fuego contra un grupo de personas que apoyaba al Gobierno y veía lo que sucedía desde el puente Llaguno, mucho después de que cayeran heridas las personas de la oposición; no había razón aparente para iniciar los disparos. Algunas personas que se encontraban en el puente dispararon contra la policía para defenderse de los disparos. Testigos ubicados en el puente dijeron que algunos disparos provenían desde los edificios que rodean el puente.
Algunas personas de la oposición, basándose en análisis técnicos de las filmaciones, sostuvieron que el documental no era neutral, fue realizado y financiado por personas ligadas al Gobierno y fue un montaje. Algunos simpatizantes al gobierno sostuvieron que las televisoras hicieron una manipulación de la información para ofrecer otra versión de los hechos, para justificar el golpe de Estado.
En julio de 2003, Fernández afirmó en un juicio que el vídeo transmitido por Venevisión el 11 de abril no era veraz, que fue manipulado para dar a entender que así habían ocurrido los hechos. En diciembre de ese mismo año, se dictó una sentencia que absolvió de toda responsabilidad a las personas oficialistas que estaban en el puente Llaguno y habían sido acusadas de disparar contra la oposición. En esa misma sentencia se afirmó que el vídeo de Venevisión había sido manipulado. Algunos sectores de la oposición acusan a la Fiscalía General y la Defensoría del Pueblo de actuar con negligencia en el caso.
Asalto a la Embajada de Cuba en Caracas
El 12 de abril, el gobierno «de facto» de Carmona, algunos dirigentes y seguidores del partido Primero Justicia, asaltaron la Embajada cubana en Caracas, en el municipio Baruta en jurisdicción del alcalde Henrique Capriles Radonski, que junto a su compañero de partido y también alcalde del municipio Chacao (igualmente perteneciente al área metropolitana de Caracas), Leopoldo López alegadamente mandaron a sus seguidores entrar en la Embajada, violando las leyes diplomáticas internacionales. Estos dos últimos sostuvieron que estaban negociando entre los reunidos y los funcionarios de la embajada. Radonski fue detenido por varios meses bajo cargos relacionados al incidente, pero fue absuelto en su juicio.
Repercusiones legales
El 18 de agosto de 2002, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sentenció que no se podía procesar a los militares involucrados por rebelión militar, porque el fiscal no sustentó suficientemente la acusación (véase noticia en el diario Panorama). El 14 de marzo de 2005 el mismo TSJ anula dicha sentencia (véase noticia de Radio Nacional de Venezuela).
En opinión de la oposición, esta revocatoria se debió a los cambios ejecutados en el tribunal por un cambio en la legislación aprobada por parlamentarios oficialistas (el Parlamento se encontraba dominado por el chavismo). Por esto, la sentencia era predecible y política (véase un análisis más detallado en Analítica). En opinión de los chavistas, la primera sentencia era política ya que sobraban razones para iniciar un juicio (véase un análisis sobre la primera sentencia en La insignia).
Reacción internacional
De manera casi unánime, todos los países mostraron su preocupación porque Venezuela normalizara su situación rápidamente. Muchos países fueron cautelosos y no juzgaron si lo ocurrido había sido o no un golpe de Estado, lo cual habría tenido otras implicaciones diplomáticas, ya que las leyes internacionales impiden reconocer un Gobierno que sea producto de un golpe de Estado.
Los que expresaron más claramente su opinión fueron los países del Grupo de Río, que se reunieron en San José (Costa Rica), el 12 de abril y la Unión Europea. En cambio Colombia, El Salvador, España y Estados Unidos apoyaron abiertamente al nuevo gobierno. Este último país rectificó su postura cuando se conoció que Chávez aún permanecía en el país y tenía intención de regresar al poder. Los gobiernos de Argentina y Cuba sentaron una posición de rechazo desde el primer momento al gobierno de facto de Carmona. El presidente mexicano Vicente Fox no reconoció al nuevo Gobierno, pero instó a Chávez que renunciara.
Medios de comunicación internacionales
Los medios de comunicación internacionales fueron menos unánimes, primero destacando la noticia difundida sobre la masacre en el puente Llaguno y luego saludando al nuevo presidente. La posición más criticada fue la de los medios de comunicación españoles y estadounidenses, incluso diarios de tendencia izquierdista como El País, publicaron editoriales o noticias en favor del gobierno de Carmona. CNN en Español le concedió una entrevista a Carmona, apoyando su Gobierno de facto e igualmente editoriales del Washington Post dieron su apoyo al golpe.
Los medios de comunicación alternativos, como Indymedia, ofrecieron información más imparcial, debido que podían ser utilizados por los chavistas para difundir los acontecimientos vividos luego del golpe de Estado. Algunas cadenas de noticias internacionales como Euronews, calificaron inmediatamente el derrocamiento de Chávez como un golpe de Estado.
Intervención de España y Estados Unidos
En 2004 España vivió un grave incidente político, cuando el entonces ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en un programa de televisión, aseguró que el gobierno de José María Aznar era responsable de haber apoyado el golpe.
Además, Chávez ha acusado al presidente estadounidense George Bush como el principal responsable del golpe. Según él, Bush envió lanchas patrulleras del ejército estadounidense a las costas venezolanas, como refuerzo a los golpistas. También acusa a los agregados militares estadounidense en tener conversaciones con militares venezolanos insurrectos y dar apoyo logístico a estos.
Documental
Un equipo de televisión de Irlanda (Radio Telefís Éireann) el cual tenía varios meses registrando un documental acerca de Chávez, en el momento (y después de que se diera el “golpe de estado” en el palacio de Gobierno con los miembros del Gabinete de Chávez y los partidarios de Carmona) las imágenes registradas contradijeron las explicaciones de los opositores a Chávez, además salen imágenes incriminando a elementos de oposición controlados por los medios, por el Departamento de estado de los EE.UU. y por el vocero de la Casablanca entre otros.
Enlaces externos
- Decreto Presidencial del 12 de abril de 2002 (Decreto de Carmona).
- (en inglés) La revolución no será televisada Documental sobre el golpe de Estado de 2002.
- (en inglés) Veinte mentiras sobre La revolución no será televisada
- Documental Puente Llaguno: claves de una masacre
- Asociación de víctimas del golpe de Estado