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Imperio austrohúngaro

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Die im Reichsrat vertretenen Königreiche und Länder und die Länder der heiligen ungarischen Stephanskrone
A birodalmi tanácsban képviselt királyságok és országok és a magyar Szent Korona országai
Entidad desaparecida
1867-1919


Bandera


Himno: Gott erhalte Franz den Kaiser
Archivo:Location-Austria-Hungary-01.png
Coordenadas 48°12′27″N 16°21′54″E / 48.2075, 16.365
Capital Viena
Entidad Estado soberano, Estado desaparecido, Imperio, Unión real y País
Idioma oficial Alemán, Húngaro y Latín
Superficie  
 • Total 676 615 km² y 622 269,55 km² Ver y modificar los datos en Wikidata
Población (1914)  
 • Total 52 800 000 hab.
 • Densidad 78,04 hab/km²
Religión Católica Romana
Moneda Rhine guilder;
Corona (desde 1892)
Período histórico Nuevo Imperialismo
 • 8 de junio
de 1867
Compromiso Austrohúngaro
 • octubre y noviembre
de 1919
Desmembramiento
Forma de gobierno Monarquía
Miembro de Potencias Centrales
Precedido por
Sucedido por
Imperio Austríaco
Austria Germana
República Soviética Húngara
República de Checoslovaquia (1918–1939)
República Nacional de Ucrania Occidental
Estado de los Eslovenos, Croatas y Serbios
Segunda República Polaca
Reino de Italia (1861-1946)
Estado libre de Fiume
Reino de Rumania

El Imperio austrohúngaro (Österreichisch-Ungarische Monarchie en alemán, Osztrák-Magyar Monarchia en húngaro) fue un estado europeo nacido en 1867, tras el Compromiso Austrohúngaro que reconocía al Reino de Hungría como una entidad autónoma dentro del Imperio austríaco, a partir de ese momento, austrohúngaro. En 1914 tenía una extensión de 676.615 km² y contaba con 52.799.000 habitantes y era considerada como una de las grandes potencias en el marco internacional, ocupando el 6º puesto por su potencia económica.

Lo que era el Imperio austrohúngaro se reparte actualmente en trece estados europeos: Austria, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina y las regiones de Voivodina en Serbia, Bocas de Kotor en Montenegro, Trentino-Alto Adigio y Trieste en Italia, Transilvania y parte del Banato en Rumanía, Galitzia en Polonia y la Rutenia Transcarpática en Ucrania.

Antecedentes del Compromiso

El Reino de Hungría creado en el 1000, se convirtió pronto en una potencia en Europa, sin embargo, los constantes ataques de los turcos otomanos lo debilitaron a lo largo de los Siglos XIV y XV. Tras la muerte, en 1526, de Luis II de Hungría en la batalla de Mohács contra los turcos otomanos, el trono del reino de Hungría quedó vacante y una serie de disputas se sucedieron. El emperador germánico Fernando I de Habsburgo trataría de pactar con el voivoda húngaro Juan I Szapolyai de Transilvania, quien también era anti-rey de Hungría, coronado luego de la batalla de Mohács. Dicho acuerdo no lograría a mantenerse a través del tiempo y eventualmente Hungría quedaría separada en tres partes: una como el reino húngaro, gobernado por los Habsburgo; otra como el Vilayato de Buda luego de la ocupación otomana en 1541, gobernado por los turcos; y desde 1570, la tercera como el Principado húngaro de Transilvania, que era vasallo de los otomanos.

Dicha separación del reino de Hungría se mantuvo entonces a lo largo de casi siglo y medio de constantes de batallas entre germános, húngaros y turcos. En el Principado de Transilvania se protegió y se cultuvó la cultura húngara, mientras que en los territorios húngaros ocupados por los turcos, a penas y existían pobladores. La mayoría había emigrado buscando un sitio más apropiado para cultivar y vivir, que no estuviese bajo influencia turca. Los territorios húngaros bajo el control de los Habsburgo continuaron poblados y manteniendo su cultura, aunque con el tiempo fueron adoptando ciertos rasgos germánicos. Esta división también definió la confesión religiosa de los pobladores de dichas zonas. Los húngaros de Transilvania eran en su gran mayoría protestantes, los de los territorios turcos católicos y protestantes, más no adoptaron la religión musulmana, y los de los territorios bajo control germánico eran fervientemente católicos. Esta pugna religiosa resultó un arma perfecta para los Principes húngaros de Transilvania como Esteban Bocskai y Gabriel Bethlen, quienes buscaban reunificar el reino, conduciendo así varias guerras de independencia contra los emperadores germánicos. Sin embargo, todos sus intentos resultaron en fracaso y luego del intento de los turcos en 1683 de invadir Viena, la Santa Alianza católica se dispuso a expulsar definitivamente a los otomanos de los territorios húngaros.

De esta manera, en 1686 el emperador germánico y rey húngaro Leopoldo I de Habsburgo, junto a su comandante el Príncipe Eugenio de Saboya reconquistaron la ciudad de Buda. Luego de esta victoria continuaron presionando a los ejércitos turcos fuera del reino, hasta que finalmente lo abandonaron en 1691. A partir de este momento todo el territorio húngaro, incluyendo Transilvania, estuvo bajo control del Sacro Imperio Romano Germánico, lo cual generó una serie de guerras de carácter independentista en dicho territorio.

El Príncipe húngaro Emérico Thököly condujo una revuelta a gran escala en contra del emperador germánico y rey húngaro Leopoldo I, la cual fue sofocada alrededor de 1690 y lo obligaría a emigrar a territorio otomano donde falleció en 1705. Posteriormente su hijastro, Francisco II Rákóczi también Príncipe húngaro de Transilvania, condujo una guerra entre 1703 y 1711, que se vería sofocada por Leopoldo I, y tras su muerte en 1705 por su hijo José I de Habsburgo.

Tras dichos intentos independentistas Hungría se mantendría sin conflictos durante más de un siglo, permaneciendo como parte del nuevo Imperio austríaco que surgió tras la caída del Sacro Imperio Romano Germánico en 1805. Hungría se alzó nuevamente durante la revolución en los Estados alemanes en 1848, surgiendo la llamada Revolución húngara de 1848, en al cual se enalteció el nacionalismo y la independencia de los Estados europeos y el rechazo al poder austríaco de los Habsburgo. De esta forma, el 25 de marzo de 1848 las calles de Buda se llenaron de gente, poetas e intelectuales, políticos y militares que protestaron contra el emperador austríaco Francisco José I. Las revueltas húngaras fueron sofocadas gracias a la intervención del Zar ruso, que acudió en ayuda del emperador austríaco, llevando nuevamente orden a la nación húngara.

El fracaso de la revolución desencadenó una serie de ejecuciones de generales y dignatarios húngaros que se habían sublevado contra los austríacos. Tras la Guerra Austro-Prusiana de (1866), donde el Imperio fue derrotada junto a Baviera por Prusia, Austria perdió la posibilidad de convertirse en el eje que articulase la unificación alemana y su papel central lo ocupó definitivamente el Reino prusiano. Fue este un momento de debilidad idóneo para las aspiraciones autonomistas húngaras y los dignatarios de aquel Reino lo aprovecharon enviando una comitiva encabezada por Francisco Deák, la cual le exigiría a Francisco José el establecimiento de un Parlamento en Hungría, junto a más facilidades, libertades y autonomía. De esta forma, en 1867, ante la amenaza de una nueva sublevación húngara, el emperador austríaco firmó el tratado conocido como el "acuerdo" y con ello surgiría la monarquía dual austrohúngara. Fue también el asentamiento definitivo de la política de los Habsburgo que ya desde el siglo XVIII tendió a prestar más atención e importancia a sus dominios directos, que se extendían por Hungría, Bohemia, Moravia y otras regiones del este de Europa en lugar de los distintos estados alemanes.

Cronología

Escudo del Imperio entre 1867 y 1915.

Gobierno y política

El jefe del estado era el Emperador, de la familia de los Habsburgo, que era a su vez jefe de los dos estados, como Emperador de Austria y Rey de Hungría; esto motivaba que en territorios de la corona de Austria el gobierno fuese denominado como "real imperial" (abreviado como "K.K." del alemán Kaiserliche Königliche) en señal de la identificación del monarca austriaco como rey y emperador en simultáneo. En Hungría esta denominación no fue fácilmente aceptada, requiriendo el gobierno de Budapest que el monarca sea designado separadamente como "emperador" y "rey" atendiendo a que Hungría tenía oficialmente el rango de un reino; ante ello la administración utilizaba el término "K.u.K." (del alemán Kaiserliche und Königliche) para designar los asuntos de todo el imperio

En los 51 años que duró la monarquía dual tuvo dos soberanos.

La esposa del Emperador recibía el título de Emperatriz y ostentaba la representación del estado del mismo modo que una Reina o Primera Dama. Las dos emperatrices que tuvo Austria-Hungría fueron:

El heredero al trono era el Archiduque de Austria. Los herederos fueron:

Austria y Hungría mantenían dos parlamentos separados, con sede en Viena y Budapest respectivamente, cada uno con su propio primer ministro.[1]​ De la coordinación entre estos dos gobiernos se encargaba el Gobierno del Emperador, dotado en teoría de un poder absoluto, pero limitado en la práctica. En ambos territorios algunas regiones, como Galitzia-Lodomeria, en Austria, o Croacia-Eslavonia, en Hungría, tenían un régimen autónomo de autogobierno.

Había un Consejo de Ministros Común, formado por los dos primeros ministros, el ministro imperial de Asuntos Exteriores, el Jefe del Estado Mayor Imperial, el ministro de Finanzas, algunos archiduques y el emperador, que se encargaba del gobierno de las responsabilidades comunes (finanzas, defensa y política exterior). A su vez, dos delegaciones representantes de cada uno de los dos parlamentos se reunían por separado y votaban las propuestas del Consejo de Ministros Común.[2]​ En cualquier caso, el emperador tenía la decisión final en temas de defensa y relaciones exteriores.

La invasión de competencias entre los ministerios conjuntos y los gobiernos de cada uno de los dos estados causó fricciones y desgobierno, especialmente entre las fuerzas armadas. Aunque el Consejo de Ministros Común se encargaba de todas las cuestiones militares, el gobierno austríaco y el húngaro se encargaban separadamente de los temas de reclutamiento, legislación del servicio militar, transporte de tropas y de la regulación de las cuestiones civiles de los militares. Por tanto, cada uno de los gobiernos tenía mucha influencia en cuestiones militares y cada uno podía desbaratar operaciones militares si lo juzgaba conveniente a sus intereses.

A menudo se dieron conflictos sobre aranceles exteriores y sobre la contribución de cada uno de los estados a la hacienda común (en la que Austria asumía el 70% del presupuesto[3]​). Según los acuerdos del Compromiso de 1867, cada diez años se tenían que renegociar estos temas,[3]​ y cada renovación comportaba nuevos problemas políticos. En 1905 las relaciones se torcieron con la disputa sobre qué lengua se debía utilizar en el ejército húngaro y por la llegada al poder en Budapest, en 1906, de un gobierno de coalición nacionalista húngara. No obstante, los acuerdos se renovaron en octubre de 1907 y en noviembre de 1917.

Respecto a la participación de la población en el gobierno del imperio, Austria propició un régimen parlamentario a partir de las reformas de 1860, 1862 y 1867, que reconocieron las libertades religiosa, de pensamiento y de asociación. Se creó un parlamento bicameral o Reichsrat (cámara de diputados y cámara de los señores). Entre 1861 y 1897 se mantuvo el sufragio censitario e indirecto a través de cuatro curias de las que eran excluidos los trabajadores. En 1897 el canciller imperial, conde Badeni, creó una 5ª curia para representar a los trabajadores, pero hubo que esperar a 1907 para que se concediera el sufragio universal y directo a los austriacos, lo que redundó en los grandes partidos de masas (socialcristianos, socialdemócratas y pangermanistas).

En Hungría, por el contrario, se mantuvo una rígida y centralista política de magiarización de las minorías (eslovacos, ucranianos, serbios, y rumanos) que quedaban sujetas a la autoridad del gobierno de Budapest (exceptuando de estas políticas a las minorías de croatas y germanos, protegidos expresamente por el Compromiso de 1867). La extensa nobleza húngara consiguió retener en sus manos los poderes ejecutivo y el legislativo gracias a un sufragio censitario muy restrictivo y a un fuerte autoritarismo que mantuvo sumisa a la mayoritaria población rural húngara, mientras restringía la participación política de las minorías a unos cuantos aristócratas rumanos y eslovacos, mientras ucranianos y serbios sólo tenían asegurado su poder político a nivel municipal y local. El poder de la nobleza húngara se basaba en el control de la tierra que, hasta la revolución de 1848, les pertenecía por completo.[4]

El Compromiso de 1867 permitió que el territorio mayormente polaco de Galitzia-Lodomeria alcanzara una amplia autonomía administrativa y cultural. A cambio de su lealtad a los Habsburgo, el control de los asuntos internos fue gradualmente transferido a la nobleza e intelligentsia polacas mediante un limitado sufragio censitario provincial, que beneficiaba a los polacos frente a los ucranianos que residían mayormente en atrasadas áreas rurales vecinas a Rusia. La nobleza polaca participó activa y lealmente en la administración imperial. De hecho Galitzia se convirtió en el «Piamonte» del irredentismo polaco frente al autoritarismo del Imperio Alemán y del Imperio Ruso en sus zonas de ocupación, naciendo la idea de la reconstrucción del Reino de Polonia bajo la corona de los Habsburgo (idea que se intentará llevar a la realidad durante la Gran Guerra en el proyecto de la Regencia de Polonia).

Los croatas consiguieron también autonomía dentro del Reino de Hungría en 1868. Los croatas, mayoritariamente católicos y leales a la dinastía Habsburgo quedaron frustrados por el Compromiso austrohúngaro que los colocaba bajo la autoridad del gobierno húngaro y mantuvieron una lucha constante por la defensa de sus derechos y libertades frente a los gobiernos centralistas de Budapest.

División administrativa

La monarquía dual se dividía en una serie de estados que formaban parte de Austria o de Hungría, excepto Bosnia-Herzegovina que estaba bajo administración conjunta. La frontera quedó fijada en el río Leitha, por lo que Austria recibía el nombre de Cisleitania y Hungría el de Transleitania.

Mapa del Imperio austrohúngaro
Mapa del Imperio austrohúngaro
  • Cisleithania
1. Bohemia
2. Bucovina
3. Carintia
4. Carniola
5. Dalmacia
6. Galitzia y Lodomeria
7. Provincia costera
8. Baja Austria
9. Moravia
10. Salzburgo
11. Silesia austríaca
12. Estiria
13. Tirol
14. Alta Austria
15. Vorarlberg
  • Transleithania
16. Hungría con Vojvodina y Transilvania
17. Croacia y Eslavonia
  • 18. Bosnia y Herzegovina
Austria – Österreich
Estado Estatus Extensión (km²) Población (1910) Capital Población (1910)
Alta AustriaÖsterreich ob der Enns Archiducado 11.982 853.006 Linz 71.000
Baja AustriaÖsterreich unter der Enns Archiducado 19.825 3.531.814 VienaWien 2.031.000
BohemiaBöhmen Reino 51.947 6.769.548 PragaPrag 224.000
BucovinaBukowina Ducado 10.441 800.198 CernovcyCzernowitz 87.000
CarintiaKärnten Ducado 10.326 396.200 Klagenfurt 29.000
CarniolaKrain Ducado 9.954 526.000 LiublianaLaibach 47.000
DalmaciaDalmatien Reino 12.831 645.666 ZadarZara 14.000
EstiriaSteiermark Ducado 22.425 1.444.157 Graz 152.000
Galicia y LodomeriaGalizien und Lodomerien Reino 78.497 8.025.000 LvivLemberg 206.000
Gorizia y Gradisca – Görz und Gradisca* Condado principesco 2.918 260.721 GoriziaGörz
IstriaIstrien* Margraviato 4.956 403.566 PulaPola
MoraviaMähren Margraviato 22.222 2.622.271 BrnoBrünn 126.000
SalzburgoSalzburg Ducado 7.153 214.737 Salzburgo 36.000
SilesiaSchlesien Ducado 5.147 756.949 OpavaTroppau 31.000
TirolTirol Condado principesco 26.683 946.613 Innsbruck 53.000
TriesteTriest* Ciudad 95 230.000 TriesteTriest 161.000
VorarlbergVorarlberg Estado (land) 2.602 145.000 Bregenz 9.000
AustriaÖsterreich Imperio (Kaiserlich) 300.004 28.571.446 VienaWien 2.031.000
Hungría – Ungarn
Estado Estatus Extensión Población (1910) Capital Población (1910)
Croacia y EslavoniaKroatien und Slavonien Reino 42.521 2.622.000 ZagrebAgram 80.000
HungríaUngarn Reino 282.870 18.265.000 Budapest 882.000
RijekaFiume Ciudad 20 48.800 RijekaFiume 39.000
HungríaUngarn Reino (Königlich) 324.852 20.935.800 Budapest 882.000
Administración conjunta (desde 1908)
Estado Estatus Extensión Población (1910) Capital Población (1910)
Bosnia-HerzegovinaBosnien und Herzegowina Estado (land) 51.200 1.931.802 SarajevoSarajewo 52.000

Nota: Gorizia y Gradisca, Istria y Trieste formaban el Küstenland o «Provincia costera», que contaba con 894.287 habitantes y 7.969 km².

Economía

La economía austrohúngara cambió profundamente durante la época de la monarquía dual. El progreso tecnológico aceleró la industrialización y el crecimiento de las ciudades. Ante el desarrollo del capitalismo, las antiguas instituciones feudales comenzaron a desaparecer. El crecimiento económico se centró en un principio en Viena y su entorno, en las regiones alpinas y en Bohemia. Durante los últimos años del siglo XIX el crecimiento económico se extendió también a la llanura húngara y las regiones de los Cárpatos. Al estallar la Gran Guerra la economía austrohúngara era la 5ª economía europea y la 6ª mundial por su PNB, ocupando los mismos puestos respecto a su potencial industrial y comercial.

Dentro del Imperio las regiones occidentales estaban más desarrolladas que las orientales. Como muestra del rápido crecimiento económico, el PNB per cápita se incrementó a un ritmo de 1,45% anual entre 1870 y 1913. Un nivel de crecimiento comparable al de otros países como el Reino Unido (1,00%), Francia (1,06%) o el Imperio Alemán (1,51%).

Aun así, la economía de Austria-Hungría en su conjunto se encontraba todavía por detrás de las de otras potencias ya que había comenzado más tarde su modernización. Así, el Reino Unido tenía un PNB un 70% superior al austrohúngaro y el Imperio Alemán un 100%. Por otro lado había importantes diferencias de nivel económico entre las distintas regiones (Bohemia o Austria mantenían niveles de desarrollo económico y social equivalentes a los de Alemania o Francia, mientras que Transilvania, Galitzia o Bosnia-Herzegovina mantenían una gran similitud con los situaciones balcánicas o rusas.

El ferrocarril se extendió rápidamente en todo el territorio austrohúngaro. Anteriormente, en 1841, el Imperio austríaco había desarrollado una red de ferrocarriles en las regiones occidentales, con centro en Viena. Poco después y con intención de aprovecharlo militarmente, el gobierno invirtió fuertemente en el ferrocarril, construyendo líneas de tren hacia Bratislava, Budapest, Praga, Cracovia, Graz, Liubliana y Venecia. En 1854 Austria disponía ya de 2.000 km. de vías férreas de las que un 70% eran propiedad del Estado. Desde ese momento el gobierno comenzó a vender gran parte de las líneas a la iniciativa privada para recuperar sus inversiones y poder pagar los costes de la Revolución de 1848 y de la Guerra de Crimea.

Desde 1854 hasta 1879 la iniciativa privada se ocupó de la construcción de nuevas vías. En Austria, con 7.952 km nuevos de líneas, y en Hungría, con 5.839 km, se conseguía de esta forma cohesionar la economía austrohúngara, al menos en lo que hacía referencia al transporte.

Después de 1879, el gobierno austrohúngaro comenzó a racionalizar la red ferroviaria, principalmente a causa del freno en el crecimiento económico durante la depresión mundial de la década de 1870. Entre 1879 y 1900 se construyeron más de 25.000 km. nuevos de vías en todo el Imperio, llegando el ferrocarril a las regiones más orientales. En 1914 la red ferroviaria llegó a tener más de 43.000 km.(la 3ª de Europa).

La red ferroviaria redujo los costes del transporte y abrió nuevos mercados para productos de otras regiones del Imperio, sobre todo de las más industrializadas (Baja Austria y Bohemia).

Demografía

Población del Imperio austrohúngaro por territorios
Territorio Población (1910) Población (1914)
Alta Austria 853.000 864.000
Baja Austria 3.532.000 3.635.000
Bohemia 6.770.000 6.860.000
Bucovina 800.000 818.000
Carintia 396.000 406.000
Carniola 526.000 530.000
Dalmacia 646.000 668.000
Estiria 1.444.000 1.468.000
Galicia y Lodomeria 8.025.000 8.212.000
Küstenland 894.000 938.000
Moravia 2.622.000 2.667.000
Salzburgo 215.000 221.000
Silesia 757.000 776.000
Tirol y Vorarlberg 1.092.000 1.130.000
Austria 28.571.000 29.193.000
Croacia y Eslavonia 2.622.000 2.670.000
Hungría 18.265.000 18.811.000
Fiume 49.000 49.000
Hungría 20.936.000 21.530.000
Bosnia-Herzegovina 1.932.000 2.076.000
IMPERIO AUSTROHÚNGARO 51.439.000 52.799.000

La población del Imperio austrohúngaro era de 48.592.000 habitantes en el censo de 1907. El censo oficial de 1910 arrojaba la cifra de 51.439.048 habitantes en todo el Imperio. Austria tenía 28.571.446, Hungría 20.935.800 y la provincia de Bosnia-Herzegovina 1.931.802. En 1914 la población era de 52.799.000 habitantes.

La población estaba desigualmente repartida en el territorio, que presentaba una densidad de población de 78 hab/km². En 1914, Austria tenía 97 hab/km², y Hungría 66 hab/km². El contraste era superior entre las regiones industrializadas (Baja Austria, Bohemia, Moravia y Silesia), que superaban los 120 hab/km², y las zonas montañosas de los Alpes (Salzburgo, Tirol y Vorarlberg) y los Balcanes (Bosnia-Herzegovina y Dalmacia), que no llegaban a los 60 hab/km². Las regiones centrales, dedicadas sobre todo a la agricultura (Carniola, Croacia, Estiria y Hungría), tenían densidades entre los 50 hab/km² y los 70 hab/km². La costa estaba densamente poblada superando los 100 hab/km² y otras regiones de economía mixta (Alta Austria, Bucovina) estaban entre los 70 hab/km² y los 80 hab/km². La extensa provincia de Galicia y Lodomeria, la más poblada de la Cisleithania, estaba en torno a los 100 hab/km².

Composición étnica

Composición étnica del Imperio.

Si algo caracterizaba al Imperio austrohúngaro era la gran variedad de grupos étnicos que lo componían, debido a la diversidad lingüística, cultural y religiosa (15 nacionalidades con 12 lenguas y 7 confesiones religiosas). Los grupos mayoritarios eran el austro-germánico (23,9%), de lengua alemana y el magiar (20%), de lengua húngara, y la religión del estado era la católica, además de la predominante.

Los eslavos eran el tercer grupo en número si bien se dividían lingüísticamente en 6 idiomas (polaco, checo, eslovaco, ucraniano, esloveno y serbocroata) y 8 etnias, alguna de ellas de religión musulmana (bosniacos o bosnios). También había pueblos latinos, fundamentalmente italianos y rumanos (pero también friulanos de Gorizia y ladinos del Trentino), y judíos, estos concentrados en las grandes ciudades y en la región de Galitzia, de lengua alemana, húngara o yiddish.

Población por nacionalidades en Hungría[5]
Nacionalidad 1880 1890 1900 1910
Húngaros 6.445.487 7.426.730 8.679.014 10.050.575
Austríacos 1.953.911 2.107.577 2.114.423 2.037.435
Eslovacos 1.864.529 1.910.279 2.008.744 1.973.970
Rumanos 2.405.085 2.591.905 2.785.265 2.949.032
Ucranianos 356.062 383.392 427.825 472.587
Croatas 2.352.339 (croatas y serbios) 1.554.000 1.670.905 1.833.162
Serbios 1.057.264 1.042.022 1.106.471
Judíos 624.826 707.961 826.222 932.458
Otros 264.689 318.251 394.142 469.255

De todas estas nacionalidades, cinco eran las denominadas «históricas» por haber constituido en el pasado los antiguos estados que formaron la monarquía y por considerarse que se encontraban en una fase de mayor evolución política y social. Esta consideración tenía como consecuencia el reconocimiento de derechos políticos históricos y la autorización para el uso de la propia lengua en la administración y la enseñanza. Austroalemanes, húngaros, polacos, croatas y checos gozaban en diverso grado de privilegios políticos, administrativos y/o culturales que les eran negados a los otros pueblos del imperio.

Por regiones, los austríacos de lengua alemana, eran mayoría en Austria, Carintia, Estiria, Salzburgo, Silesia, Tirol y Vorarlberg, habiendo fuertes minorías germanas en Bohemia (36,8%), Moravia (27,6%), Hungría (10,4%), Transilvania (8,7%), Bucovina (21,4%) y Carniola (5,3%). Los húngaros poblaban la llanura del Danubio y Transilvania (34,8%).

Los eslavos y latinos se distribuían por las márgenes del Imperio. Los checos habitaban Bohemia y Moravia; los polacos Galitzia occidental; los ucranianos Galitzia oriental y Lodomeria así como el norte de Bucovina y el sector transilvano de Maramureş; los rumanos la mayor parte de Transilvania (55%), partes orientales del Banato y del este de la llanura Panónica así como la mitad sur de la Bucovina; los croatas y serbios habitaban Croacia-Eslavonia, Bosnia-Herzegovina, Dalmacia y Rijeka (Fiume en italiano), y gran parte de Istria; los eslovacos lo que hoy es Eslovaquia (alta Hungría); los eslovenos Carniola y en menor medida Estiria y Carintia; y los italianos y otros latinos el sur del Tirol (actual Trentino) y las ciudades de Gorizia, Istria y Trieste (Küstenland).

Ciudades

Principales ciudades del Imperio austrohúngaro (1910)
Posición Ciudad Población
Viena 2.083.630
Budapest 880.371
Praga 514.300
Lemberg 361.000
Trieste 229.510
Cracovia 183.000
Graz 168.808
Brünn 138.000
Agram 79.038
10ª Pressburg 78.200

En el Imperio austrohúngaro existía una red de ciudades similar a las de otros estados de la época, condicionada por la densidad de población, la industrialización y los condicionantes históricos. Así, las principales ciudades eran las capitales de las regiones que conformaban el Imperio, tradicionales centros del poder político. El desarrollo industrial sirvió, al igual que en el resto de Europa, para que la población tendiese a concentrarse en los núcleos urbanos, que experimentaron un crecimiento sin parangón durante la segunda mitad del siglo XIX. En 1914 el imperio contaba con una extensa red de unas 30 ciudades de más de 50.000 habitantes, además de tres grandes metrópolis en el ámbito económico y cultural europeo.

A la cabeza de todas las urbes estaba la capital, Viena, que pasó de los 900.998 habitantes de 1869, dos años después de la creación del estado dual, a 2.083.630 en 1910, siendo en vísperas de la Primera Guerra Mundial, la tercera ciudad más grande de Europa, tras Londres y París y cuarta de la Tierra tras estas y Nueva York. Viena era, además de capital del Imperio austrohúngaro, de la zona austríaca de éste. Además, era la mayor metrópoli germana mundial. El crecimiento de Viena, que alcanzó en 1916 su máxima población histórica con 2.239.000 habitantes, se debió a una suma de factores que la convirtieron en un centro político, económico, industrial y cultural de primer orden europeo y mundial, y por tanto el mayor polo de atracción demográfica de toda Austria-Hungría.

La segunda ciudad del Imperio era Budapest, que contaba con 880.371 habitantes en 1910 y un área metropolitana de 935.000 (superando el millón en 1914). Era la capital y centro económico y cultural del Reino de Hungría, el otro de los estados de la monarquía dual, y estaba poblada mayoritariamente por magiares con importantes minorías judía y germana. Budapest era el resultado de la unión de los núcleos de Buda y Pest a finales del siglo XIX.

En importancia demográfica les seguía Praga, capital del Reino de Bohemia, en Austria, que contaba con 224.000 habitantes (550.000 en el área metropolitana), poblada por checos (mayoritarios), judíos y germanos y que experimentó un gran crecimiento debido a la industrialización. Tras ella, Lviv (llamada Lemberg), con 361.000 habitantes de origen polaco, ucraniano y germano, capital de Galitzia; Trieste, con 229.510 italianos y eslovenos; Cracovia (llamada Kraków o Krakau), la antigua capital polaca, con 183.000 habitantes, centro del irredentismo polaco; las ciudades de población germana Graz y Brno (llamada Brünn) que superaban los 100.000 habitantes. Con más de 75.000 habitantes y unos 100.000 con los suburbios, Bratislava (llamada Pressburg), de población eslovaca, germana y húngara y Zagreb (llamada Agram) actual capital croata. Con más de 50.000 habitantes encontramos otras poblaciones como Czernowitz, Cluj (llamada Klausenburg), Szeged, Debrecen, Kecskemét, Arad, Timisoara (llamada Temesvar), Fiume, Pilsen, Olomouc (llamada Olmutz), Linz, Innsbruck, Liubliana (llamada Laibach) o Sarajevo.

Las ciudades austrohúngaras contaban todas ellas con fuertes minorías judías (entre el 10–35% de la población según las ciudades), siendo pieza fundamental en el mantenimiento de la vida económica y cultural del imperio al constituir en gran parte las clases medias urbanas.

Banderas y Escudos

Véase también

Referencias

  1. Seton-Watson, p. 124
  2. Seton-Watson, p. 131
  3. a b Seton-Watson, p. 132
  4. Macartney, p. 578
  5. Seton-Watson, Treaty Revision, p. 486. Sobre su fiabilidad, véase el artículo.

Bibliografía básica

  • Bérenger, Jean; Histoire de l´empire des Habsbourg 1273–1918, Fayard, Paris, 1990.
  • Fetjö, François; Requiem pour un empire défunt, Paris, 1988.
  • Schorsche, Carl E.; Vienne fin de siècle, Le Seuil, Paris, 1983.
  • Tapié, Victor-Lucien; Monarchie et peuples du Danube, Fayard, Paris, 1969.
  • Taylor, A.J.P.; La monarquía de los Habsburgo 1809–1918, Crítica, Barcelona, 1992.
  • Vidalenc, Jean; L´Europe danubienne et balkanique 1867–1970, Masson, Paris.

Bibliografía complementaria

  • Macartney, C. A. "Hungary Since 1918," The Slavonic and East European Review 7:21 (1929)
  • Seton-Watson, R. W. "The Austro-Hungarian Ausgleich of 1867." The Slavonic and East European Review 19.53/54 (1939)
  • Seton-Watson, R. W. "The Problem of Treaty Revision and the Hungarian Frontiers." International Affairs 12:4 (1933)

Enlaces externos