Guillermo Cifré
Guillermo Cifré | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
22 de noviembre de 1922 Barcelona (España) | |
Fallecimiento |
4 de noviembre de 1962 Barcelona (España) | (39 años)|
Nacionalidad | Española | |
Familia | ||
Hijos | Guillem Cifré | |
Información profesional | ||
Ocupación | Historietista | |
Movimiento | Escuela Bruguera | |
Seudónimo | Cifré | |
Lengua literaria | Española | |
Género | humorístico | |
Obras notables |
El repórter Tribulete Don Furcio Buscabollos | |
Guillermo Cifré Figuerola (Traiguera, Castellón, 1922 - Barcelona, 1962), conocido por su primer apellido, Cifré, fue un historietista español, creador de algunos de los personajes más representativos de la llamada "escuela Bruguera", como El repórter Tribulete y Don Furcio Buscabollos. También fue, con Peñarroya, el portadista "oficial" de muchas de las publicaciones de la casa, hasta su prematura muerte.[1] Debido a ello, se le considera uno de los "cinco grandes" de la editorial en los años 50, junto a Conti, Escobar, Giner (éste, dibujante en serio) y Peñarroya.[2] Es el padre del también historietista Guillem Cifré.
Biografía y obra
Ya en el colegio, creaba una revista de 4 páginas que vendía a sus propios compañeros.[3] Su carrera profesional comenzó, junto a otros futuros dibujantes de Bruguera, en los estudios de dibujos animados Chamartín, donde participó en la producción de series como Civilón y Garabatos. En 1947 empieza a trabajar para la editorial Bruguera, creando las series El repórter Tribulete, que en todas partes se mete (1947), Las tremebundas fazañas de Don Furcio Buscabollos (1947), Cucufato Pi (1949) y Amapolo Nevera (1952). Publicó en varias revistas de la editorial, entre ellas Pulgarcito y El DDT.
En esta época, trabajaba con sus amigos Escobar y Peñarroya en un estudio alquilado. Gustaban de la recogida de rovellones en los meses de otoño y de gastarse bromas mutuamente, incluso en sus obras. Cifré era también un gran aficionado al fútbol y a la pintura (óleo, acuarelas o carboncillo).[3]
En 1957, junto con éstos y otros compañeros de la editorial, Carlos Conti y Eugenio Giner, crea una empresa independiente que comienza a publicar una nueva revista, Tío Vivo, manteniendo los esquemas típicos de las revistas Bruguera. Para esta revista, Cifré dibuja nuevos personajes, como Golondrino Pérez, Rosalía y El sabio Megatón, todos ellos de 1957. Tras el fracaso económico de Tío Vivo, vuelve a Bruguera, para la que continúa creando personajes, entre los que destaca Pepe Despiste (1959), Cepillo Chivátez (1960) y Don Tele (1960). Colabora además en otras publicaciones ajenas a la editorial, como el diario deportivo Dicen, para el que crea la tira cómica de Don Césped. A principios de los años sesenta realizó también algunos chistes para revistas de historietas alemanas y británicas a través de agencias.[3]
Valoración
Guillermo Cifré es considerado uno de los grandes del tebeo de postguerra, señalándose como acompañantes en tal honor a Conti y Escobar según Armando Matías Guiu,[3] o a Vázquez y Ripoll G. según Jesús Cuadrado. Éste último especialista ha destacado su causticidad, capacidad de sufrimiento, ingenio, amor al medio y cultura.[4]
Referencias
- ↑ Matías Guiu, Armando en Comic Story-2, encarte de la revista Bruguelandia nº 2, Editorial Bruguera, Barcelona, 1981, p. 30.
- ↑ Matías Guiu, Armando en ¡Hola, amigos!, presentación del quinto número de Bruguelandia, Editorial Bruguera, Barcelona, 30/11/1981, p. 3.
- ↑ a b c d Matías Guiu, Armando en Comic-Story 1, encarte de la revista Bruguelandia, Editorial Bruguera, Barcelona, 29/06/1981, pp. 27 a 29.
- ↑ Cuadrado, Jesús en "Década tras década, hasta el desplome final", presentación en el catálogo Certamen de Cómic Injuve de 1998, Madrid, 10/1998.