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Promacrauchenia

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Promacrauchenia
Archivo:Promacrauchenia.jpg
Estado de conservación
Extinto (fósil)
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Superorden: Meridiungulata
Orden: Litopterna
Familia: Macraucheniidae
Género: Promacrauchenia
Especie: Promacrauchenia
Kraglievich (1930)

Promacrauquenia (Promacrauchenia ) ("hacia el cuello largo"), es un género extinto de la familia de mamíferos placentarios macraucheniidae, perteneciente al orden litopterna de los meridiungulata también extintos. Eran mamíferos meridiungulados extintos del orden Litopterna, con cuerpo que recuerda al de un camelido y una trompa corta; alcanzaba los 1,6 metros de altura y 2,5 de largo con casi una tonelada de peso. Su trompa corta le serviria de labio prensil, para permanecer sumergido, acondicionar el aire y como herramienta de uso general. El animal pudo poseer una larga lengua prensil. Comparten muchas adaptaciones morfológicas con los jirafidos, con los cuales no estaban relacionados. Los fósiles de promacruchenia se encuentran en los estratos miocénicos y del plioceno temprano de Argentina.

Generalidades

Promacrauchenia es uno de los muchos grupos de mamiferos meridiungulados que poblaron las Americas y de los cuales no queda ningun descendiente vivo, sin embargo las ultimas especies de la familia fueron cazadas por el hombre en el pleistoceno. Este litopterno de "pies de pájaro", del cual se hallaron primeramente algunas vertebras, una falange y huesos del cúbito-radio, fue confundido con el camello, creyendo sus descubridores haber encontrado una especie de llama gigante, de un tamaño mayor incluso que Paleolama, de mayor tamaño y más robusta.

Se supone que son suyas las huellas halladas en la toba volcanica, que en un principio se pensó que pertenecian a alguna especie de dinosaurio y tambien al grupo de aves gigantes predadoras Phorusrhacidae.

así mismo, en el sector de la costa norte del golfo San Matías conocido como Punta Bermeja, yacimiento del Tardío-Plioceno Temprano, provincia de Río Negro, Argentina, se encontraron icnitas o huellas, en este caso huellas plantares de las extremidades. las huellas son de 0.04m de profundidad y se extienden a lo largo de 1,30 m. las huellas son tridactilas con mexasonia evidente y gran angulo de paso (130º). El dedo medio se extiende 3 cm por delante de los laterales. las plantas o palmas de los pies son subcirculares a piriformes, mostrando un cierto parecido con las huellas del alcaraván. En el hueco de la pisada se observan depresiones que se atribuyen a almohadillas digitales similares a las de los camelidos y una concavidad posterior correspondiente a la impresión plantar 0,145 de longitud y 0,120 de ancho, con una separación angular entre los dedos de 30º. Pies y manos son similares. Datadas en el plioceno temprano, se las considera dejadas por macrauquenidos del género Promacrauchenia.

En septiembre de 1995 se realizaron trabajos de campo en la localidad típica de la Formación Uquía en Esquina Blanca (23°18' S; 65°21' O) y publicadas por Marshall et al. (1982) University, USA) y Shari Kelley (Los A1amos, USA).

Se tomaron muestras paleomagnéticas, de rocas datables, se hizo una recolección de fósiles y se levantó un perfil de la secuencia aflorante en la toba volcanica.

La Toba 1 (U21) posee una edad de 2,5 Ma (millones de años) (Kelley, 1997) y la Toba 2 (U4) posee una edad más antigua, mayor a los 3,0 Ma (Kelley, 1997). Una de las críticas del fechado de 2,8 Ma es que es un valor tomado arbitrariamente y que carece de Platygonus se registra desde el Montehermosense. Una falange de un gran camélido (MLP 86-V-IO15), fue hallada 40 m por encima de la base no expuesta, en un horizonte de aproximadamente 10m de espesor de arenisca cuarzosa mediana a gruesa, gris rosada, mal seleccionada. Se trata de una especie de mayor tamaño y más robusta que Palaeolama, y semejante a Hemiauchenia, pero con características morfológicas distintivas (Adriana Menegaz, como pers. a M. Reguero).

Era un animal similar a un asno de gran tamaño. Inicialmente se pensó que se trataba de una posible especie desconocida de camelido. Recuerda por la forma de su cuerpo a un okapi.

Los promacrauchenias eran herbívoros. Se alimentaban principalmente de las hojas, brotes y tallos de diferentes arboles y plantas, además comian hierbas, frutas, helechos y hongos. Aparte de ser capaces de comer plantas espinosas y correosas, varias de las especies que consumian eran venenosas para el ser humano. Eran animales muy adaptables vigorosos y longevos, predominantemente solitarios que de forma ocasional en condiciones optimas se reúnian en pequeños grupos. Vivian en las selvas densas y humedas, entre los ríos, en las regiones de clima mediterraneo y aun en las zonas de estepa y aridas.

Su sentido más desarrollado era el olfato, seguido del oído. aun siendo animales sigilosos, debieron poseer un amplio repertorio vocal con el que comunicarse. Los machos debian emitir sonidos en buscan de pareja durante la época de apareamiento.

Los macruchenidos evolucionaron en total aislamiento en la isla-continente de Sudamerica, desde animales herviboros de poca alzada hasta especies de gran tamaño y caracteristicas similares a las de los jirafidos. En ese camino evolutivo los promacrauchenias no estaban particularmente especializados, poseian una cola de tamaño medio, patas relativamente largas pero no tanto como las de sus parientes posteriores los macrauchenias, tres dedos en cada pata y un cerebro bien desarrollado.

Los dientes no presentan especialización. Se parecian un poco a los de los roedores, estaban adaptados para masticar, no para pacer. Un animal que vivia en la maleza, alimentandose de plantas herbaceas. En vida, promacrauchenia se habría asemejado a un asno, o un okapi. El nicho ecológico fue posteriormente ocupado por litopternos de mayor tamaño y en la actualidad en parte por el guanaco.

Kraglievich (1930) describió un cúbito-radio izquierdo incompleto de Promacrauchenia (MACN P-5381) que lo asignó a una nueva especie, Promacrauchenia yepesi. Esta especie es de mayor tamaño que P. antiqua y P. chapadmalense pero morfológicamente muy similar a estas dos especies. Es diferente a Windhausenia, Macraucheniopsis y Macrauchenia, por su menor tamaño y menor robustez. Promacrauchenia tiene un rango de registro que va desde el Huayqueriense al Barrancalobense (Cione y Tonni, 1996). Windhausenia, un género endemico de la Formación Uquía, aparentemente se registra en los niveles medios de esta unidad. Kraglievich en 1930, lo consideró más avanzado que Promacrauchenia pero más primitivo que Macrauchenia. Respecto de este último género se puede agregar que en los niveles conglomerádicos que se apoyan discordantemente sobre la Formación Uquía se ha hallado un extremo proximal de cúbito (MLP 95-IX-1-1) que se lo refirió a Macrauchenia cf. M. patachonica. Respecto de los niveles medios de la Formación Uquía poco se ha dicho sobre su edad y sus fósiles. Tonni y Cione (réplica) interpretan incorrectamente que estos niveles (medios) portadores: «should be corre1ated with the Sanandresian (Zone of Paractenomys chapadmalensis)oo.». Esta apreciación errónea parece derivar de la aceptación por parte de Wa1ther et al. (1998: 77) «que los niveles superiores analizados podrían ser equivalentes» al Marplatense Superior. Los niveles medios de la Formación Uquía se hallan entre los 50 m y 160 m en el perfil de Esquina Blanca. La correlación con la Zona de Paractenomys chapadmalensis se debe a que tanto en Esquina Blanca, San Roque y Chucalezna (Walther et al., 1996) se han hallado restos de un octodóntido, Ctenomys (Paractenomys): «oo. más pequeños que Ctenomys ("P.") chapalmalensis, pero la determinación de su status específico depende por el momento del hallazgo de materiales más completos.

Referencias

Monte Hermoso y Chapadmalal, deducidas de su comparación con las que le precedieron y sucedieron. Imprenta «El Siglo Ilustrado», Montevideo, págs. 1-136. MacFadden, B. J. (1997). Pleistocene horses from Tarija, Bolivia, and validity of the genus Onohippidium (Mammalia: Equidae). 1. Vertebra te Paleontol., 17: 199-218. MacFadden, B. J., Anaya, F. y Argollo, J. (1993). Magnetic polarity stratigraphy of Inchasi: a Pliocene mammal- bearing locality from Bolivian Andes deposited just before the Great American Interchange. Earth Planeto Sci. Letrers, 14: 229-241. Marshall, L. G., Butler, R. F., Drake, R. E. YCurtis, G. H. (1982). Geochronology ofType Uquian (Late Cenozoic) land mammal age, Argentina. Science, 216: 986-989. Marshall, L. G., Swisher IlI, C. c., Lavenu, A., Hoffstetter, R. y Curtis, G. H. (1992). Geochronology of the mammal-bearing late Cenozoic on the northern Altiplano, Bolivia. 1. South Amer. Earth Sci., 5: 1-19. Reig, J. L. (1952). Descripción previa de nuevos ungulados y marsupiales fósiles del Plioceno y del Eucuartario Argentinos. Rev. Museo Mun. Ciencias Nat. y Tradicional de Mal" del Plata, 1: 119-129. - (1957). Un mustélido del género Calictis del Eocuartario